Alimentación y prevención de enfermedad

El Día Mundial de la Alimentación, 16 de octubre, fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1979 para concienciar a la población sobre los problemas de desnutrición, pobreza y hambre para luchar contra ellos. Promover una alimentación saludable es uno de sus objetivos.

Dentro de los hábitos de vida saludables debe incluirse nuestra dieta mediterránea que es una dieta sana, equilibrada y variada. Una alimentación adecuada puede prevenir multitud de enfermedades.

¿En qué consiste una dieta mediterránea?

– Al menos 3 piezas de fruta al día (al menos una de ellas cítrica)

– Al menos 2 raciones de verdura/hortaliza al día, una de ellas fresca

– Un puñado de frutos secos (3 nueces o 10 almendras) al menos 3 veces en semana

– Legumbres de 2-4 veces a la semana

– Arroz de 1-2 veces a la semana

– Pasta 1-2 veces a la semana

– Patata 3-4 veces por semana

– Ingesta mayor de pescado que carne

– Pescado al menos 4 veces a la semana (al menos una vez a la semana azul)

– Carne roja no más de 2 veces a la semana

– Al menos 2 raciones de lácteos al día

– Usar aceite preferentemente de oliva

– Evitar fritos y bollería industrial

– Evitar el consumo grasas saturadas (aceite de coco o palma)

– Evitar consumo de grasas trans o hidrogenadas

¿Sabías que con una adecuada alimentación puedes prevenir…

Obesidad

Una alimentación hipercalórica y rica en grasas conlleva la aparición de la obesidad y todas sus comorbilidades como: hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular, patología articular, apnea del sueño, hígado graso…etc

Diabetes

El consumo excesivo de azúcares como, por ejemplo, las bebidas azucaradas (refrescos) se asocia a obesidad, a la aparición de diabetes y a un incremento del riesgo cardiovascular.

El exceso de azúcar favorece la inflamación, la disfunción de la célula beta del pancreática (aparece insulino-resistencia) y el acúmulo de grasa visceral.

¿Cuánto azúcar debemos consumir al día? No más de 25 gramos

Enfermedad cardiovascular

El consumo de grasas «trans» aumenta un 33% el riesgo coronario. Las puedes identificar en el etiquetado nutricional de los alimentos como grasas hidrogenadas.

También aumenta este riesgo el consumo excesivo de azúcares.

Cáncer

Por poner unos ejemplos …

Según un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) el consumo excesivo de carne roja y carne procesada se asocia a cáncer de colon, páncreas y próstata y parece que hay evidencias suficientes para establecer una asociación entre el consumo de carne procesada y la aparición de cáncer de colon y cáncer de estómago.

El consumo de alcohol se asocia al cáncer de boca, esófago, faringe, laringe, hígado, colon, recto y mama.

La obesidad se relaciona además con el cáncer de vesícula, mama y endometrio en el caso de las mujeres y en los hombres con el de colon, recto y próstata.

Además, una buena dieta ayuda no sólo a mejorar la respuesta a la quimioterapia y la radioterapia sino también a prevenir sus complicaciones.

Infertilidad

La obesidad puede provocar alteraciones menstruales e infertilidad

Una dieta equilibrada asegura el consumo de antioxidantes (vitaminas C, E… etc) y omega 3 que parecen asociarse una mejor calidad ovocitaria y espermática.

El consumo de tóxicos como el alcohol afecta negativamente en la formación de espermatozoides y en la maduración ovocitaria.

Sarcopenia

La sarcopenia es un síndrome que consiste en la pérdida de la masa muscular que va produciéndose con la edad y puede favorecer en las personas de más edad las caídas y las fracturas. Puede aparecer en el 5-13% de las personas de 70 años y en el 11-50% por encima de los 80 años.

Puede prevenirse con un consumo adecuado de calorías, proteínas y vitaminas.

En conclusión, nuestra alimentación es la base de nuestra salud y en cualquier etapa de la vida el consejo nutricional es básico.

Dra. María Luisa de Mingo

Especialista en endocrinología y nutrición

https://www.quironsalud.com/blogs/es/actualidad-endocrina/alimentacion-prevencion-enfermedad

La economía de la nutrición: ¿análisis de coste-efectividad o análisis de coste-beneficio?

La mayoría de los decisores están de acuerdo en que la política sanitaria debe basarse en la evidencia y que, por tanto, la investigación y la evaluación son esenciales para promover terapias que funcionan y para eliminar aquellas que no. Sin embargo, de cierto modo, los economistas y los médicos son socios incómodos (Epstein, 2021). El lenguaje de los economistas se basa en restricciones, presupuestos, costes, compensaciones y optimización, mientras que los médicos se enfocan en la ciencia y el arte de curar.

La metodología predominante utilizada por los economistas en transporte, medio ambiente y otros sectores para evaluar las políticas es el análisis de coste-beneficio (ACB): la comparación de los costes y beneficios de los proyectos de bienes públicos para decidir si deben emprenderse. Fundamentalmente, los “beneficios” en esta metodología generalmente se estiman desde una perspectiva de economía del bienestar, de modo que todos los costes y beneficios se monetizan. Si bien la economía de la salud todavía era una disciplina incipiente en la década de 1970, los metodólogos comenzaron a resistirse a este enfoque, argumentando que no era ético asignar un valor a la vida humana, o por preocupaciones de que la métrica de «disposición a pagar» discriminaba a las personas con bajos ingresos, o del escepticismo sobre la validez de los métodos, o la capacidad cognitiva de los encuestados para expresar su disposición a pagar por servicios relacionados con la salud. Por lo tanto, se creó el análisis de coste-efectividad (ACE) para llenar este vacío, en el que los beneficios relacionados con la salud se informan utilizando una métrica de salud (como el año de vida ajustado por calidad, AVAC) y los costes se informan en términos monetarios.

El enfoque ACE demostró ser exitoso para evaluar políticas y programas de servicios de salud en los que la mayoría de los costes se incurren dentro del sistema sanitario y la mayoría de los beneficios surgen de las mejoras en la salud de las personas tratadas. Esta “perspectiva del pagador” considera el sistema sanitario (ya sea financiado con impuestos, seguridad social o una aseguradora de salud privada) como una unidad autónoma, dentro de la cual el objetivo general es ofrecer programas que maximicen la salud de los beneficiarios dentro de un presupuesto total fijo. En el marco del ACE, el decisor es la institución que gobierna el sistema sanitario; el papel del “paciente” es pasivo, tanto en el sentido de que el paciente no incurre en los gastos del tratamiento como de que no juega un papel importante en su elección.

Sin embargo, el límite entre lo que se encuentra «dentro» del ACE y, por lo tanto, debe tenerse en cuenta, y lo que debe dejarse «fuera», siempre ha sido discutido. Esto ha llevado a la idea de la perspectiva de la ACE “social” (Sanders et al., 2016). A menudo, esto se interpreta en el sentido de que los beneficios aparte de la salud para el paciente (como el aumento de la productividad de una mejor salud) o los costes sanitarios no pagados por el sistema de salud (como los gastos financiados por el paciente directamente ‘de su propio bolsillo’) pueden o deben incluirse. Si existen costes o beneficios para las entidades del sector público fuera del servicio sanitario (por ejemplo, una intervención para mejorar las comidas escolares, Mora y López-Valcárcel, 2017), entonces se puede considerar una ACE “multisectorial”(Claxton, Sculpher y Culyer, 2007). Puede haber externalidades positivas. Esto se observa a menudo en los programas de vacunación que tienen como objetivo lograr la inmunidad de grupo. La evaluación de estos impactos requiere una ACE «poblacional» o dinámica que tenga en cuenta la transmisión del patógeno entre individuos o subgrupos (Pitman et al., 2012).

En todos los ejemplos hasta ahora, uno podría posiblemente extender la definición de “costes” y / o “beneficios” y aún preservar la naturaleza esencial de ACE, que es que los beneficios no necesitan ser monetizados. Sin embargo, cuando pasamos a evaluar las intervenciones que tienen como objetivo cambiar el estilo de vida de las personas, la heterogeneidad de los tipos de resultados hace que sea cada vez más difícil defender el marco ACE (Federici et al., 2019).

Para visualizar un ejemplo, consideremos la propuesta de aumento del IVA (impuesto sobre el valor añadido) para el azúcar y bebidas endulzadas artificialmente que se implementará en España a partir de enero de 2021. El Cuadro 1 muestra un inventario de posibles impactos cualitativos para este tipo de políticas (Walker et al., 2019). Además de la salud de los individuos objeto de las políticas y las ganancias de productividad asociadas, podríamos considerar los posibles beneficios externos que surgen dentro de la red del grupo de pares (Christakis y Fowler, 2007). Esta teoría propone que la obesidad es una especie de enfermedad socialmente contagiosa; por ejemplo, si uno de los cónyuges en un matrimonio se vuelve obeso, es más probable que el mismo ocurra en su pareja (ver la animación).

Asimismo, los servicios sanitarios permitirán ahorrar en la prevención de enfermedades asociadas con el consumo excesivo de azúcar, pero también hay una pérdida de utilidad para el consumidor derivada del aumento de precios y los efectos de sustitución, pérdida de excedente del productor y una ganancia para el gobierno en ingresos tributarios. Algunos de estos saldrán netos, pero el impuesto aún puede producir una ‘pérdida de peso muerto’ (deadweight loss, por su equivalente en inglés) general que al menos debería reconocerse, junto con el reconocimiento de los ganadores y perdedores de la política.

Cuadro 1: Inventario de impacto de un aumento del IVA (impuesto sobre el valor añadido) de las bebidas azucaradas del 10% al 21%

  Ejemplos específicos de aumento del impuesto a las bebidas azucaradasMedición para evaluación económica
Beneficios netos que se acumulan para el individuo que es el objetivo de la intervenciónBeneficios netos para la saludEvitar enfermedades relacionadas con el consumo de azúcarIncidencia, AVAC, etc.
Otros beneficiosProductividadCapital humano
Beneficios netos para otros (externalidades)Beneficios netos para la saludEfectos positivos de la red social para una alimentación saludableIncidencia de enfermedad en la red social
Otros beneficios
Costes o riesgos netos de la intervención pagados por la persona que se beneficiaGastos sanitariosMenor gasto privado en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de azúcarMenor gasto privado
Otros gastos y costes de oportunidadPérdida en la utilidad del consumidor por precios más altos y sustitución por bienes más baratosDisponibilidad a pagar, MCDA
Costes o riesgos netos de la intervención pagados por otras personasGasto público en sanidadMenor gasto público en sanidadMenor gasto público en sanidad
Otros gastos públicosIngresos tributariosIngresos tributarios
Gastos de otras entidadesPérdida del excedente del productorBeneficios del productor

Estos impactos sociales son muy difíciles de integrar en el marco de ACE pero (al menos conceptualmente) encajan naturalmente en ACB. El ACE (y sus extensiones) es útil para situaciones específicas (ver Cuadro 2) pero puede verse como un “caso especial”: el ACB parece ser más apropiado en los casos donde los beneficios y costes recaen más ampliamente.

Cuadro 2: Metodologías que podrían aplicarse para evaluar un aumento en el IVA (impuesto sobre el valor añadido) de las bebidas azucaradas del 10% al 21%

  Costes o riesgos netos de la intervención pagados por la persona que se beneficiaCostes pagados por otras personas
  Gastos privados en saludOtros gastosGastos públicos en saludOtros sectores públicosSector privado
Beneficios netos que se acumulan para el individuo objeto de la intervenciónSaludACE (pagador)ACE (Multi-sectorial)
OtrosACE (social)ACE (Multi-sectorial)
Beneficios netos que se acumulan para otras personasSaludACE (poblacional)
Otros

Finalmente, podemos usar este enfoque para considerar el riesgo moral que a menudo está presente en las intervenciones de salud relacionadas con el estilo de vida. Las políticas preventivas en la población en general, como las campañas de información para mejorar el consumo de frutas y verduras, tienen un coste para el sector público bastante bajo, en términos de publicidad, etiquetado e información, por ejemplo. Sin embargo, la mayor parte del «coste de oportunidad» recae en los consumidores que deben realizar el cambio. Además, las ganancias (en términos de evitar la obesidad personal y otras enfermedades relacionadas con la dieta) beneficiarán al consumidor, pero también beneficiarán en gran medida a los contribuyentes que pagan por los servicios de salud. Esta asimetría de costes y beneficios para el consumidor genera riesgo moral. Tradicionalmente, la ACE considera el problema desde el punto de vista de un único responsable institucional “benévolo”, que pondera metódica y objetivamente los costes y la efectividad en los afectados y dicta la política a seguir por los médicos y los pacientes. Sin embargo, las intervenciones relacionadas con la nutrición y el estilo de vida requieren mucho más compromiso y aceptación por parte del consumidor que los servicios médicos. Se pueden utilizar métodos económicos como experimentos de elección discreta, WTP (Willingness to Pay) y MCDA (Análisis Multicriterio) para estimar el grado probable de participación del consumidor en cualquier política propuesta antes de su implementación.

Fuente: Grafiti de Banksy, Los Ángeles, Estados Unidos

Referencia

Epstein, D. M. Nutrition Economics: celebrating cross-disciplinary collaboration. Value Heal. x, In press (2021).

Logística de alimentos y sus desafíos globales y locales

Alimentos de mejor calidad y más frescos son una tendencia en la industria, y también una gran oportunidad de negocio para los operadores logísticos de alimentos, como vimos en un blog anterior. Pero también implica varios desafíos para la gestión de cadena de suministros a nivel global, debido a la globalización de este mercado, y para cada etapa del proceso logístico, desde la gestión de bodega, pasando por el transporte, hasta las entregas urbanas (también conocidas como entregas de la última milla).

La brecha de seguridad

Según Food Logistics, el principal desafío para los operadores logísticos de alimentos es la brecha de seguridad. “La globalización ha generado diferencias en la cadena de suministro de alimentos y, como resultado de ello, las devoluciones de productos (recalls) están aumentando. La producción de alimentos, el almacenamiento en bodegas y la tecnología en la cadena de suministros han evolucionado para cerrar estas brechas. Pero a la cadena de suministros le ha tomado tiempo identificar todas estas debilidades y adoptar todas las herramientas que se han creado al respecto”, dice este medio especializado.

Esta brecha de seguridad ha generado también nuevas normativas que apuntan a minimizar los riesgos que implican los alimentos globalizados. “La confianza en la seguridad del suministro de alimentos en los Estados Unidos se ha mantenido de manera consistente desde 2008, según el Consejo de Información de Alimentos, con base en Washington D.C. El estudio realizado por esta organización en 2014 descubrió que el 67% de los consumidores confían en el suministro de alimentos en Estados Unidos (…) La encuesta sugiere además -agrega Food Logistics– que la mayoría de los americanos también tienen una percepción positiva de la agricultura moderna, con un 74% de ellos que está de acuerdo en que puede ser sustentable, el 71% que sostiene que se producen alimentos nutritivos y de alta calidad, y el 70% que concuerda con se generan alimentos seguros”.

Devoluciones de productos

Más regulaciones implican más devoluciones de alimentos, un factor clave que puede contribuir a una baja en la confianza, sostiene Food Logistics. “El aumento de las devoluciones incrementa el costo de las operaciones en la industria de los alimentos, un costo que luego se carga a la cadena de suministros”.

Este mismo medio destaca que, según un reporte de Swiss Reinsurance Company Ltd. (Swiss Re):

-La contaminación de alimentos en los Estados Unidos le cuesta a las autoridades de salud US$ 15,6 billones por año.

-La mitad de todas las devoluciones implican a las empresas afectadas un costo superior a los US$ 10 millones.

-Una cadena de suministro de alimentos globalizada está dificultando las devoluciones de productos.

Los factores demográficos generan vulnerabilidades

El artículo de Food Logistics también sostiene que “las devoluciones pueden ser causadas por algo tan simple como un error en el etiquetado o en el empaque, o por algo tan complejo como la contaminación microbiana en algún punto de la extensa cadena de suministros”, dice Roland Friedli, ingeniero de riesgo en Swiss Re y coautor del reporte. “Un simple error puede costarle millones en pérdidas a un productor de alimentos, y mucho más en términos de reputación”.

En tanto, el Foro para la Gestión de Riesgos en la Agricultura (FARM) de Estados Unidos sostiene en su reporte Riesgos Logísticos en la Cadena de Suministro de Alimentos que observan tres grandes amenazas (o desafíos) para esta industria:

Riesgo de pérdidas de alimentos

“En muchos países, especialmente en los más pobres, hay una considerable pérdida de alimentos debido al desperdicio que se produce en las granjas por la falta de capacidad de almacenamiento y transporte, lo que impide llevar los productos a las plantas de procesamiento o a los mercados inmediatamente después de su cosecha”. Como un ejemplo de ello, FARM explica que en la región sub-Sahariana de África se sufre de una significativa pérdida de comida, a tal punto que se desperdicia el 8% de la producción de cereales, 15% de los lácteos y más del 35% de las frutas y vegetales, todo esto por problemas logísticos.

Riesgo de contaminación de alimentos

Esto implica la potencial contaminación de alimentos en una amplia variedad de factores peligrosos e incluso mortales, como virus animales, pestes vegetales, incidentes químicos e incluso ataques terroristas. Además, FARM asegura que “el aumento en los tiempos de transporte y los lugares donde se mantienen al ganado y las aves de corral incrementan el riesgo de contaminación con bacterias patógenas. Los factores de estrés asociados al proceso de transporte de ganado facilitan las condiciones para que aparezcan microorganismos patógenos en animales”.

Riesgo de daño ambiental

“El aumento en las emisiones debido al transporte de alimentos agrava el impacto ambiental, y el incremento de CO2 en el aire son factores que preocupan al mundo entero. Por ejemplo, cerca del 20% de las emisiones de gases invernadero en la cadena de suministro de alimentos en el Reino Unido provienen de actividades logísticas, como el empaque y transporte”, destaca FARM.

¿Qué otros desafíos ves en la industria de la logística de alimentos? Comparte tu opinión y experiencia

https://driv.in/blog/logistica-de-alimentos-y-sus-desafios-globales-y-locales?utm_source=Google-Search&utm_medium=CPC&utm_campaign=S-Blog&utm_term=&utm_campaign=S-BLOG&utm_source=adwords&utm_medium=ppc&hsa_acc=8759955348&hsa_cam=20265958993&hsa_grp=151667711482&hsa_ad=661547464553&hsa_src=g&hsa_tgt=dsa-2031047569864&hsa_kw=&hsa_mt=&hsa_net=adwords&hsa_ver=3&gad_source=1&gclid=Cj0KCQjw6oi4BhD1ARIsAL6pox2wS1hwRRjRNCIBU6_aVx2o7P8NIBYmrDKJq1CtfNq6qOL1aQLKQ9IaAuRdEALw_wcB

«La evolución de la alimentación a lo largo de la historia»

La alimentación es una necesidad básica para la supervivencia humana y ha evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad. Desde los primeros seres humanos que cazaban y recolectaban alimentos hasta la actualidad, la forma en que nos alimentamos ha cambiado significativamente debido a diversos factores como la disponibilidad de alimentos, los avances tecnológicos y los cambios en nuestras necesidades nutricionales.

Exploraremos cómo ha evolucionado la alimentación a lo largo de la historia y cómo estos cambios han afectado nuestra salud y bienestar. Discutiremos desde la dieta de nuestros ancestros primitivos hasta la aparición de la agricultura y la ganadería, y cómo esto llevó a cambios en nuestra dieta. También examinaremos cómo la industrialización y la globalización han afectado nuestros hábitos alimentarios y cómo  la ciencia y la investigación han influido en nuestra comprensión de la nutrición. Este artículo nos brindará una visión general de cómo la alimentación ha evolucionado y cómo esto ha impactado nuestra salud y nuestra  forma de vida.

La alimentación es una necesidad básica para la supervivencia del ser humano, y a lo largo de la historia ha experimentado importantes cambios y evoluciones. Desde los primeros seres humanos, que se alimentaban principalmente de lo que recolectaban y cazaban, hasta la actualidad donde contamos con una gran variedad de alimentos y técnicas de preparación, la alimentación ha sido un reflejo de la evolución de la sociedad y la civilización.

1. Alimentación en la Prehistoria

En la Prehistoria, los seres humanos se alimentaban principalmente de alimentos que obtenían de la caza, la pesca y la recolección de frutas, raíces y vegetales. No existían técnicas de almacenamiento ni de conservación, por lo que la alimentación dependía directamente de los recursos disponibles en el entorno.

2. Alimentación en la Antigüedad

En la Antigüedad, con el surgimiento de las primeras civilizaciones, la alimentación se diversificó. Apareció la agricultura, lo que permitió la producción de cereales, legumbres y frutas en mayor cantidad. También se comenzó a domesticar animales para obtener carne, leche y huevos. Surgieron técnicas de conservación como el secado, la salazón y la fermentación, lo que permitió almacenar alimentos por más tiempo.

3. Alimentación en la Edad Media

En la Edad Media, la alimentación estaba fuertemente influenciada por el sistema feudal. La sociedad estaba dividida en clases sociales, y cada una tenía acceso a diferentes alimentos. Los nobles y clérigos tenían una alimentación más variada y abundante, mientras que los campesinos y siervos se alimentaban principalmente de cereales, legumbres y vegetales. Las especias comenzaron a tener un papel importante en la cocina, ya que permitían mejorar el sabor y conservar los alimentos por más tiempo.

4. Alimentación en la época Moderna

En la época Moderna, con el descubrimiento de nuevos territorios y el intercambio de productos entre continentes, la alimentación experimentó grandes cambios. Se introdujeron nuevos alimentos como el maíz, las patatas, el tomate y el chocolate. También surgieron nuevas técnicas de conservación como el enlatado y la refrigeración, lo que permitió transportar y almacenar alimentos a largas distancias.

Además, se desarrollaron técnicas de cocina más sofisticadas y se comenzó a valorar el arte culinario. Aparecieron los primeros restaurantes y se popularizó el uso de utensilios de cocina como ollas, sartenes y cuchillos.

5. Alimentación en la actualidad

Hoy en día, la alimentación ha alcanzado un nivel de diversidad y disponibilidad de alimentos nunca antes visto. La globalización ha permitido que podamos disfrutar de alimentos de diferentes partes del mundo, y la tecnología ha facilitado la producción y distribución de alimentos a gran escala.

Sin embargo, también nos enfrentamos a nuevos retos como el aumento de la obesidad y las enfermedades relacionadas con la alimentación. Por eso, es importante tener una alimentación equilibrada y consciente, que nos permita disfrutar de la variedad de alimentos disponibles y al mismo tiempo cuidar nuestra salud.

  • La evolución de la alimentación a lo largo de la historia ha estado marcada por cambios en los recursos disponibles, avances tecnológicos y transformaciones sociales.
  • Desde los primeros seres humanos que luchaban por sobrevivir cazando y recolectando, hasta la actualidad donde podemos disfrutar de una gran variedad de alimentos y técnicas de preparación, la alimentación ha sido un reflejo de nuestra evolución como sociedad.
  • Es importante valorar y aprender de la historia de la alimentación para tomar decisiones conscientes sobre nuestra propia alimentación y contribuir a un mundo más sostenible y  saludable.

FUENTE: La evolución de la alimentación a lo largo de la historia

«La nutrición deportiva en el ciclismo: claves y oportunidades (sport.es)»

La importancia crucial de la nutrición en el ámbito del rendimiento deportivo se manifiesta de manera destacada en el ciclismo, un deporte donde la alimentación adecuada puede ser la línea que separa una actuación buena de una verdaderamente excelente. En este artículo, nos adentraremos en la intrincada relación entre la nutrición y el rendimiento en el ciclismo, así como en las ventajas de realizar un curso nutrición deportiva para aprender dominar este campo desde una posición de autoridad.

La nutrición adecuada en el ciclismo no es solo un componente, sino la piedra angular que proporciona la energía esencial, fomenta la recuperación muscular, mantiene una masa muscular óptima, previene la deshidratación, contribuye a la salud general y controla el peso corporal. En un deporte donde cada detalle cuenta, la elección consciente de la alimentación puede marcar la diferencia entre un rendimiento estándar y la excelencia. La nutrición, en este contexto, no solo se convierte en una estrategia, sino en una aliada inestimable que potencia la capacidad de un ciclista para enfrentar los desafíos de la carretera con fuerza, resistencia y un óptimo estado físico.

Provisión de energía y recuperación de los músculos a partir de la dieta

Para comprender la relevancia de la nutrición en el ciclismo, es esencial considerar varias facetas fundamentales. Se trata de un deporte de resistencia que demanda un nivel sustancial de energía. La nutrición adecuada se convierte en un factor determinante para asegurar el suministro energético necesario y mantener así un rendimiento óptimo durante tanto los entrenamientos como las competiciones ciclistas. Los carbohidratos, al transformarse en glucosa, se erigen como la principal fuente de energía para los ciclistas, actuando como combustible vital para los músculos.

La recuperación muscular es otro punto clave en este objetivo, y sobre el que los hábitos alimentarios tienen una influencia directa. La intensidad de las competiciones de ciclismo o los entrenamientos prolongados puede ocasionar un desgaste muscular considerable. En este contexto, una nutrición adecuada post-entrenamiento o post-competición es esencial para facilitar la recuperación muscular, la reparación de tejidos y el reabastecimiento de glucógeno muscular.

Mantener en óptimas condiciones la masa muscular es una de las preocupaciones de los ciclistas. La ingesta de proteínas es crucial en este sentido, ya que contribuye al mantenimiento y desarrollo de la masa muscular. Las proteínas desempeñan un papel vital en la reparación y crecimiento muscular, así como en la síntesis de enzimas y hormonas relacionadas con el rendimiento físico.

La importancia de la hidratación y el control del peso

El ciclismo, al propiciar una pérdida significativa de líquidos a través del sudor, conlleva el riesgo de deshidratación si no se repone de manera adecuada. La hidratación es, por lo tanto, una acción muy necesaria para preservar la temperatura corporal, facilitar el transporte de nutrientes y favorecer la función muscular. Beber agua con frecuencia es imprescindible para conseguir los mejores resultados, especialmente en la etapa estival, cuando el calor aprieta y se pueden alcanzar temperaturas muy elevadas en el sur de Europa.

Dada la importancia del peso corporal en el ciclismo para alcanzar un rendimiento óptimo, la nutrición equilibrada y adecuada juega un papel vital en la capacidad de los ciclistas para mantener una composición corporal favorable. Una dieta equilibrada, donde los azúcares deben regularse, así como otros alimentos que, consumidos en exceso, pueden influir negativamente sobre el deportista.

Una nutrición adecuada no solo beneficia el rendimiento deportivo sino que también contribuye a mantener un sistema inmunológico robusto, reducir el riesgo de lesiones y enfermedades, y acelerar los procesos de recuperación. Es el correcto mantenimiento de la salud general que tiene evidentes consecuencias positivas sobre el rendimiento y las posibilidades de un ciclista.

Dónde aprender con los mejores

La nutrición deportiva es una especialización académica que exige el acceso a una formación concreta y de calidad. En este campo, el centro Fivestars IGS se presenta como el referente para aprender sobre este campo con un curso de nutrición deportiva y suplementación. Los alumnos aprenden de la mano de profesores de altos estándares del deporte o la investigación. Medallistas olímpicos, atletas campeones del mundo e investigadores de prestigio forman parte del grupo de docentes que imparten este curso.

Es una certificación propia de la FEFF(Federación Española de Fisiculturismo y Fitness) que ofrece una educación en modalidad online con sesiones telepresenciales a través de transmisiones en vivo. Su objetivo es proporcionar conocimientos especializados en dietética y el uso de suplementos deportivos, dirigido tanto a personas saludables con objetivos estéticos como a aquellos que buscan optimizar su rendimiento durante entrenamientos y competiciones.

Los inscritos en este curso aprenden las pautas nutricionales adaptadas a diferentes tipos de ejercicios y se adentran en las características de la nutrición deportiva en las diferentes etapas de una actividad. Los diversos modelos dietéticos utilizados en el ámbito deportivo, la identificación de los factores que pueden limitar la eficacia de la nutrición deportiva, los conceptos detallados sobre aspectos biológicos y fisiológicos, junto a su impacto en la práctica del ejercicio son algunos de los puntos incluidos en el programa.

La nutrición deportiva en el ciclismo: claves y oportunidades (sport.es)

¿Conoces la bodega de vino submarina de Canarias?

Entre las bodegas insulares de Tenerife brilla con luz propia, por lo llamativo de su propuesta, la Bodega Submarina de Canarias, que fue inaugurada el 1 de mayo del año 2015.

Esta bodega de vino bajo el agua es la primera instalación submarina modular permanente para el envejecimiento y control de vino en las islas Canarias.

Su estructura de acero y hormigón alberga varias cavas en su interior, con una capacidad inicial para 5000 botellas, perfectamente aseguradas por una puerta de acero.

Situadas a 18 metros de profundidad, estas bodegas submarinas proporcionan las mejores condiciones de presión, temperatura, gravedad, humedad y luz, imposibles de lograr cuando el vino se encuentra en la superficie.

La degustación bajo el agua

Aunque parezca imposible, sí es posible degustar vino bajo el agua.

Para esto, Bodegas Submarinas de Canarias ha ideado una inmersión a 18 metros en la que es posible quitarse el regulador de la boca con toda comodidad y probar el vino envejecido en el lecho marino.

Antes de la inmersión se realiza una sesión de planificación e información acerca del buceo en profundidad, momento en el que los buceadores profesionales preparan la campana de buceo.

Los visitantes de la bodega serán guiados por 2 instructores a la bodega. Al llegar, un sumiller llevará a la campana de buceo la botella seleccionada.

Tras abrir la botella, el sumiller hará una detallada descripción del vino, sirviendo una copa de 2 cl como degustación.

https://www.vinetur.com/2020092161759/conoces-la-bodega-de-vino-submarina-de-canarias.html

Hambre y deporte: ¿es cierto que hacer deporte da hambre?

Hacer deporte habitualmente produce hambre, pero en ocasiones no. ¿Por qué sucede? ¿En qué afecta el deporte al apetito? ¿Depende del tipo de deporte?

En ocasiones uno sale a correr y vuelve con un hambre voraz o realiza una sesión de gimnasio de dos horas y no tiene nada de hambre…. El que el deporte de mucha hambre se podría llamar hambre del deportista que es esa necesidad de comer cuando se realiza un tipo de ejercicio. Pero la realidad es que eso no le ocurre a todo el mundo. De hecho, la duda de si hacer ejercicio quita el hambre o da más hambre siempre estará entre la gente deportista. ¿Afecta el tipo de deporte que se practica? ¿Por qué no ocurre siempre? 

Un estudio planteado por un equipo de investigadores españoles trata de resolver esta pregunta. Dado que la obesidad es un problema de salud pública relacionada con numerosos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y comorbilidades, varios estudios afirman que el ejercicio puede modular la ingesta de alimentos y contribuir a la regulación del apetito y la ingesta total de calorías. El motivo es que este estudio muestra que el ejercicio de fuerza, aeróbico o la combinación de ambos, no provocan una mayor necesidad de ingesta en personas con exceso de peso, es decir, que el ejercicio no aumenta las ganas de comer. Pero, en realidad, diferentes estudios han visto que el ejercicio puede suprimir las calificaciones subjetivas del apetito, así cómo la posterior ingesta de energía, y también permite alterar la regulación del apetito, y esto es así porque el ejercicio tiene un impacto sobre determinadas hormonas reguladoras del apetito como la grelina, el péptido YY y el péptido1 -similar al glucagón (GLP-1)-, durante un periodo de tiempo postejercicio.

¿De qué depende el apetito de una persona?

Las ganas de comer están controladas por una región del cerebro que se llama hipotálamo, que recibe señales de otras partes del cuerpo que afectan al apetito. Este sistema funciona de la siguiente forma: si hay una disminución de algún nutriente en la sangre, se envían señales al hipotálamo para indicarle que es necesario comer para recuperarlo.

¿Cómo afecta el deporte al apetito?

Cuando se ejercita el cuerpo, se consumen tanto los glúcidos disueltos en sangre, que aportan energía inmediata, como los azúcares presentes en el glucógeno muscular. Por ello muchas personas sienten hambre después de hacer deporte. El motivo es que, tras un entrenamiento intenso, el glucógeno se agota y los músculos utilizan el azúcar en sangre para reponerlo. Es en este momento cuando se genera una señal química que llega al hipotálamo despertando las ganas de comer. Entonces, ¿por qué no siempre da hambre después de hacer deporte? ¿afecta el tipo de deporte?

El vínculo entre el hambre y el deporte es un tema de interés, ya que muchas personas creen que hacer ejercicio aumenta el apetito. Sin embargo, la relación entre ambas cosas no es tan simple y depende de factores, como el tipo de actividad física, su intensidad, la duración y las características individuales de cada persona. Por un lado, es cierto que, tras hacer ejercicio, el cuerpo puede necesitar reponer la energía gastada, lo que genera sensación de hambre.

Diferentes estudios han mostrado que el ejercicio intenso puede, de hecho, reducir temporalmente el apetito. Esto sucede porque el ejercicio estimula la producción de ciertas hormonas, como la adrenalina y la norepinefrina, que pueden suprimir temporalmente la sensación de hambre. Además, el ejercicio también puede afectar los niveles de grelina, una hormona que regula el apetito, disminuyendo su producción después de entrenamientos intensos, lo que podría reducir el hambre en las horas posteriores al ejercicio.

Los efectos sobre el apetito varían según la persona

Los estudios sobre la ingesta de calorías después del ejercicio arrojan resultados mixtos y poco concluyentes. Por ello, la conclusión más realista es también la más conservadora: tanto el apetito como la ingesta de alimentos después del ejercicio varían en función de las personas y sus características fisiológicas.

Fuente: Hambre y deporte: ¿es cierto que hacer deporte da hambre? – Libertad Digital

¿Es verdad que el picante adelgaza?

Lo de que el picante adelgaza es la típica historia que se escucha por ahí sin que nadie sepa muy bien cuánto hay de verdad y cuánto de leyenda urbana tras esa afirmación.

La clave radica en un compuesto químico que contienen los alimentos picantes: «La capsaicina es un alcaloide natural que hay en los chiles, tanto en el jalapeño o la cayena como en el habanero. Entre sus múltiples cualidades, la capsaicina ayuda a reducir la producción de grelina, conocida como la hormona del hambre, incrementando la sensación de saciedad, tal y como se ha podido constatar en diversas investigaciones».

Si utilizamos el picante en lugar de la sal, «encontraremos en la capsaicina un gran aliado para disminuir la retención de líquidos» y, lo que es igual o más interesante, «conseguiremos un aumento de la temperatura corporal que va a favorecer un mayor gasto energético».

Y eso, ¿por qué ocurre? Básicamente, relata Amaro, «sucede porque la capsaicina potencia la termogénesis, es decir, hace que nuestro cuerpo tenga que quemar más calorías para digerir el mismo alimento que si no llevara a picante. Para ser más exactos, se estima que añadir picante a nuestros platos puede ayudarnos a quemar unas 50 calorías adicionales más» .

La capsaicina es «una molécula que estimula los receptores del dolor y, entre sus beneficios, destacan su efecto analgésico, anticancerígeno, antiinflamatorio y antioxidante«.

Analgésico y antidepresivo natural, «fomenta la liberación de endorfinas y dopamina para mitigar esa sensación de picor que se produce al ingerirla, de ahí que muchas personas experimenten esa sensación de bienestar al tomarlos».

Es decir que, tras esa pasión por el picante, hay ‘truco’. «Cuando decimos que nos gusta la comida picante es porque hemos caído en ‘el engaño’ urdido por nuestro propio cerebro que, para ‘combatir’ la sensación de ardor, hace que se desate una tormenta de hormonas del placer que, inmediatamente, nos inunda de euforia y bienestar».

Amaro apunta que «ese escozor tan intenso que nos provoca el picante en la boca se llama pungencia y, como dato curioso, merece la pena contar que los mamíferos somo los únicos animales que lo percibimos».

La ligera inflamación bucal que ocasiona al tomarlo propicia que «la mucosa sea más sensible, disminuyendo la percepción del resto de sabores de los alimentos que tomemos en ese momento«.

¿Qué hacemos si nos hemos pasado de la raya y no aguantamos el picor? «Pues, en lugar agua, que es lo primero que se nos puede venir a la cabeza, lo suyo es tomar lácteos (leche, yogur, queso, etc.). Los lácteos no solo nos van a proporcionar un alivio inmediato, sino que ayudan a disolver las moléculas de la capsaicina de una manera mucho más efectiva que el agua».

Llegados a este punto, nos queda claro que el picante, además de otros beneficios, puede ser un buen aliado para perder peso, siempre y cuando, «seamos personas sanas y, obviamente, no tengamos úlceras gastrointestinales, gastritis, síndrome de intestino irritable, problemas hemorroidales o hepáticos. Tampoco, se recomienda en el caso de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ni en niños menores de seis años».

Fuente:https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2024/08/28/66cdb905e4d4d80d358b4578.html

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Instituto Español de Oceanografía comienzan una nueva campaña para estudiar los recursos pesqueros del Cantábrico y Galicia

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Instituto Español de Oceanografía (IEO) comienzan una nueva campaña para estudiar los recursos pesqueros y la caracterización del medio en la plataforma continental de Galicia y la cornisa Cantábrica. Se realizará a lo largo de cinco sectores, desde la desembocadura del Miño a la del Bidasoa. Para ello, unequipo científico del IEO parte hoy del puerto de Vigo a bordo del buque oceanográfico Miguel Oliver, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Se trata de una nueva edición de la campaña Demersales, que se prolongará durará 35 días y finalizará en el puerto de Santander el próximo día 24 de octubre. Los estudios permitirán continuar con la serie de datos recopilados sobre los índices de abundancia de las principales especies pesqueras. También se recogerá información sobre los patrones de distribución espacial de la fauna bentónica y demersal, la caracterización hidrográfica y sedimentológica de la zona y su influencia sobre las especies identificadas.

Esta campaña multidisciplinar combina los muestreos por arrastre de fondo para la evaluación de las especies de peces, crustáceos y cefalópodos, con la toma de datos y muestras biológicas mediante dragas de sedimento para la caracterización de fondos, y el uso de batisondas CTD para obtener datos de la columna de agua.

Además, se realizarán estudios de alimentación de las distintas especies, censo de aves y su relación con las especies descartadas, recogida de muestras biológicas para estudios de contaminación, marcado de tiburones y rayas, y el seguimiento de los arrecifes artificiales del Cantábrico, entre otros. En esta edición está prevista la recopilación de datos de batimetría y tipo de fondo mediante el uso de la sonda multihaz, procesado de nuevos datos geológicos adquiridos y análisis morfosedimentario.

Esta edición continúa la serie histórica que se realiza desde 1983 para la evaluación de los recursos pesqueros en la plataforma norte de la Península Ibérica. Una investigación que es fundamental en la Unión Europea para la correcta gestión pesquera y medioambiental. Esta campaña responde, además, a diferentes compromisos adquiridos a nivel internacional para la gestión sostenible de nuestros mares y forma parte del Programa Nacional de Datos Básicos del sector pesquero cofinanciado a través del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA).

La campaña Demersales se desarrolla en coordinación con el Instituto Español de Oceanografía, que ostenta la dirección científica. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación facilita el uso y equipamiento de los barcos al personal investigador, y pone a disposición de los científicos el instrumental más adecuado para los fines específicos de cada campaña.

El buque oceanográfico Miguel Oliver tiene 70 metros de eslora y 12 de manga y cuenta con un equipamiento tecnológico puntero para la navegación y para la investigación pesquera y oceanográfica. Está equipado con 3 ecosondas, 3 radares y 6 laboratorios, además de un sofisticado sistema de posicionamiento y navegación. Está calificado como buque ecológico y silencioso por la sociedad de clasificación Bureau Veritas y cumple la normativa ICES 209 sobre emisión de ruidos y vibraciones en barcos de investigación.

Junto con el Vizconde de Eza y el Emma Bardán forma parte de la flota de barcos de investigación gestionada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.  

Fuente: El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Instituto Español de Oceanografía comienzan una nueva campaña para estudiar los recursos pesqueros del Cantábrico y Galicia (mapa.gob.es)

Innovaciones tecnológicas en la industria alimentaria para 2024

La industria alimentaria está en el umbral de una revolución tecnológica. Con la adopción de sistemas avanzados, como los ERP de alimentación, las empresas están transformando sus operaciones, enfocándose en la eficiencia, la sostenibilidad y la mejora de la experiencia del consumidor. Esta integración de tecnología y alimentos no solo optimiza los procesos de producción y distribución, sino que también abre nuevas posibilidades para la personalización de productos y la gestión ambiental. En este artículo, exploraremos algunas de las innovaciones tecnológicas más destacadas que están configurando el futuro de la industria alimentaria para 2024.

La fusión de tecnología y alimentación

Las tecnologías emergentes están redefiniendo la forma en que producimos, procesamos y consumimos alimentos. Estas innovaciones no solo están mejorando la eficiencia y la seguridad alimentaria, sino que también están creando nuevas oportunidades para interactuar con los alimentos de maneras antes inimaginables.

Es el caso de la impresión 3D de alimentos, que ha evolucionado más allá de un concepto novedoso para convertirse en una herramienta viable para la personalización de alimentos. Esta tecnología permite crear productos alimenticios adaptados a necesidades dietéticas específicas y preferencias personales. Además, la capacidad de imprimir alimentos con formas y texturas únicas abre nuevas posibilidades en la gastronomía. Importante es también su contribución a la reducción del desperdicio alimentario, aprovechando los ingredientes de manera más eficiente y minimizando los residuos.

Por otra parte, el Internet de las Cosas (IoT) en la alimentación, está revolucionando la industria alimentaria a través de la interconexión de dispositivos y sistemas. Esta tecnología facilita la recopilación y el intercambio de datos en tiempo real, mejorando la eficiencia operativa y la seguridad alimentaria. Un ejemplo destacado es el monitoreo de la cadena de frío, donde los sensores IoT garantizan que los alimentos se mantengan en condiciones óptimas durante el transporte y almacenamiento. Además, las etiquetas inteligentes proporcionan información valiosa sobre la frescura y calidad de los alimentos, mejorando la experiencia de compra del consumidor.

Experiencias innovadoras para el consumidor

Las tecnologías emergentes no solo están transformando la producción y distribución de alimentos, sino que también están mejorando la forma en que los consumidores interactúan con los productos alimentarios.

Por ejemplo, la Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV) están cambiando la manera en que interactuamos con los alimentos y las marcas alimentarias. Estas tecnologías permiten experiencias inmersivas y personalizadas que mejoran la participación del consumidor. Por ejemplo, las aplicaciones de RA pueden mostrar cómo lucirían los productos alimenticios en el hogar del consumidor antes de comprar. Además, la RA y la RV ofrecen oportunidades únicas para la educación alimentaria, proporcionando experiencias interactivas sobre nutrición y métodos de preparación de alimentos.

Por otra parte, la robótica está jugando un papel clave en la industria alimentaria, especialmente en la automatización de tareas repetitivas y en la mejora de la eficiencia de producción. Los robots se utilizan para tareas precisas como el corte, pelado, clasificación y empaquetado de alimentos. Además, contribuyen significativamente a la seguridad alimentaria, ya que están equipados con sensores y cámaras para detectar y eliminar contaminantes. Es más, en la agricultura, los robots facilitan tareas como la siembra y la cosecha, mejorando la eficiencia y reduciendo la necesidad de mano de obra.

Innovaciones tecnológicas en la industria alimentaria para 2024 (foodretail.es)