Microbios hay en el cuerpo humano, el suelo, los fondos marinos o lugares inhóspitos de la Tierra, pero también en la comida, de los que se sabe poco. Científicos crearon una gran base de datos con la información genética de los microorganismos de 2 mil 533 fuentes alimentarias.
Este atlas del microbioma alimentario se hizo a partir del análisis de los metagenomas -todo el material genético del conjunto de microoganismos en un ambiente- de fuentes de 50 países, también España. El archivo público permitirá identificar microbios indeseables, seguir la vida microbiana a través de la cadena alimentaria y mejorar los alimentos.
El estudio, el mayor sobre microbiomas en la comida, se publica en la revista Cell y demuestra que los microbios vinculados a los alimentos suponen de media alrededor del 3 % del microbioma intestinal de los adultos y el 56 % del de los lactantes.
Por parte española participan investigadores de varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su trabajo se centró en el análisis de quesos artesanales de Asturias (norte de España).
Los microbiólogos de los alimentos llevan más de cien años estudiándolos y realizando pruebas de seguridad alimentaria, pero se infrautilizaron las modernas tecnologías de secuenciación del ADN, afirma Cotter: «Este es el punto de partida de una nueva oleada de estudios en este campo en los que aprovechamos al máximo la tecnología molecular disponible». Y es que tradicionalmente los microbios de los alimentos se han estudiado cultivándolos uno a uno en el laboratorio, pero el proceso es lento y no todos pueden cultivarse fácilmente.
Para caracterizar el microbioma de los alimentos de forma más completa y eficiente, los investigadores recurrieron a la metagenómica, una herramienta molecular que les permitió secuenciar simultáneamente todo el material genético de cada muestra alimentaria.
En total, el equipo analizó 2.533 metagenomas asociados a alimentos procedentes de 50 países, incluidos 1.950 metagenomas secuenciados por primera vez.
Aunque los científicos no identificaron muchas bacterias patógenas en las muestras, sí observaron algunos microbios que podrían ser menos deseables debido a su impacto en el sabor o la conservación de los alimentos. Saber qué microbios pertenecen a los distintos tipos de alimentos podría ayudar a los productores -tanto industriales como pequeños- a elaborar productos más consistentes y deseables.
Se podría asociar la especificidad y calidad de los alimentos locales a su microbioma, e incluso posibilita utilizar el metagenoma como un marcador de autenticidad del alimento, representando «una poderosa herramienta» para garantizar su trazabilidad y origen.
Además, facilitará la identificación y localización de un posible foco de contaminación e, incluso, podría ayudar a seleccionar los desinfectantes más adecuados o evitar que se propaguen genes de resistencia a antibióticos.
Alimentos y microbios: crean base de datos de microorganismos (thefoodtech.com)
Este estudio es muy interesante, ya que nos ayuda a entender mejor qué microorganismos están presentes en lo que comemos. Esto puede hacer que los alimentos sean más seguros y de mejor calidad. Es un gran paso para la seguridad alimentaria evitando así problemas de contaminación.
Me parece fascinante poder comprender los microorganismos de los alimentos, su calidad y como afecta a la salud humana a partir del desarrollo de un atlas del microbioma alimentario. Además, nos permite garantizar la autenticidad de los productos y mejorar la seguridad alimentaria. Considero que es un paso clave para poder controlar con precisión todos los alimentos que ingerimos.
que interesante es el al análisis del microbioma alimentario, ya que, es un avance crucial para comprender cómo los microbios afectan la calidad y seguridad de los alimentos. Esta investigación abre nuevas puertas para mejorar la producción y trazabilidad, fortaleciendo la industria alimentaria de manera sostenible.
Este estudio representa un gran avance en nuestra comprensión de la microbiota alimentaria. Al analizar miles de alimentos, los científicos han creado un mapa genético detallado que permitirá mejorar la seguridad alimentaria, desarrollar nuevos productos y personalizar dietas. Este descubrimiento abre un mundo de posibilidades para la nutrición y la salud humana.
El estudio sobre el microbioma alimentario es un avance significativo, pero también subraya cuán poco conocemos sobre los microorganismos en nuestra comida. Aunque la investigación ayudará a mejorar la seguridad alimentaria, el verdadero reto será garantizar que estos hallazgos se apliquen de manera efectiva para evitar riesgos sin comprometer la calidad o diversidad de los alimentos.