La producción agrícola y ganadera en Navarra ha experimentado profundas transformaciones en los últimos años y, actualmente, se enfrenta a una situación tan delicada como incierta. El número de explotaciones ha caído a mínimos históricos. El pasado año, sin ir más lejos, se contabilizaron alrededor de 2.300, de las que el 46 % estaban gestionadas por personas mayores de 55 años, según datos del registro de explotaciones agrarias de Navarra de 2023 que maneja el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente. Este envejecimiento de la población activa en el ámbito rural representa un reto de primer nivel para asegurar el relevo y el mantenimiento de un sector sobre el que se asienta la potente industria agroalimentaria de la Comunidad foral.
La reducción de la oferta ha generado una presión extra sobre toda la cadena productiva, lo que ha contribuido al aumento de los costes y del precio final de los propios alimentos y de los productos transformados por la industria, como ha sucedido de forma notable, por ejemplo, con el aceite de oliva. Y este problema ha provocado a su vez una caída del consumo en una proporción similar.
No obstante, a pesar de estas sombrías perspectivas, la superficie cultivada ha logrado mantenerse estable en la Comunidad foral, ya que supera las 287.000 hectáreas. El cereal, en ese sentido, sigue siendo el cultivo predominante, ocupando el 64,3 %. Mientras, en el ámbito ganadero, se ha observado un aumento en el número de cabezas, especialmente de vacuno de leche y porcino.
En este contexto, los IX Premios Alimenta Navarra, impulsados por Navarra Capital y el Clúster Agroalimentario de Navarra (NAGRIFOOD), se presentan como una llamada urgente para ayudar y acompañar a las gentes del campo navarro frente a los importantes retos a los que debe enfrentarse. El propósito no es solo preservar su futuro, sino también asegurar la soberanía alimentaria, fomentar el relevo generacional y garantizar que la tierra continúe produciendo los frutos que la industria agroalimentaria foral transforma y comercializa por todo el mundo. «Cuidar el futuro significa mantener viva una actividad esencial para el equilibrio y la cohesión territorial y evitar la despoblación de nuestros pueblos», recuerda Mikel Benet, CEO de Navarra Capital.
Desde este martes y hasta el 27 de octubre, las empresas agroalimentarias interesadas en presentarse a los IX Premios Alimenta Navarra, patrocinados por Eroski y CaixaBank, podrán enviar sus candidaturas para tres de las cuatro categorías oficiales: Sostenibilidad, Innovación e Internacionalización. De esta forma, el jurado elegirá a las empresas ganadoras entre todas aquellas que cumplan las bases.
Por otro lado, serán las entidades organizadoras de los premios las que propondrán las candidaturas para el reconocimiento a la Trayectoria Profesional y Desarrollo Personal, cuyo ganador o ganadora también será escogido por los profesionales que integran el jurado. Toda la información al respecto está disponible en la web oficial de los galardones.
El jurado estará presidido por Íñigo Arruti, director general de Fomento Empresarial en el Gobierno de Navarra. Y también forman parte de él el director general del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), Héctor Barbarin; Idoya Labayen, directora del Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Agroalimentaria (ISFOOD) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA); la directora de Patrocinios y Desarrollo Comercial en el Basque Culinary Center, Idoia Esnaola; Iciar Astiasarán, directora del Centro de Investigación de Nutrición (CIN) de la Universidad de Navarra; la presidenta de la Fundación Banco de Alimentos de Navarra, Marisol Villar; y David Yárnoz, chef y propietario de El Molino de Urdániz (con dos estrellas Michelin).
Fuente: https://navarracapital.es/ix-premios-alimenta-navarra-el-clamor-de-la-tierra/
La situación de la agricultura y ganadería en Navarra refleja un desafío crítico, con el envejecimiento de la población rural y la disminución de explotaciones. A pesar de ello, la estabilidad en la superficie cultivada y el aumento del ganado son puntos positivos. Estos premios ofrecen una valiosa oportunidad para impulsar la innovación y el relevo generacional, clave para preservar el futuro del sector alimentario y combatir la despoblación rural. Gracias a este tipo de actividades que premian a esta gente es que sigue en este sector.