
Ascensión Marcos, farmacéutica e investigadora española, profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), apunta tanto a los alimentos como a la forma de tomarlos.
«Lo nuestro no se centra en incluir sueros con nutrientes específicos para fomentar el sistema inmune, sino algo más práctico, en el día a día, para ver qué déficit puede haber de determinados nutrientes y cómo afecta», señala al citado medio.
Precisamente, apunta a que la forma en la que comemos puede marcar cómo funciona nuestro sistema inmune. La especialista recomienda cocinar los alimentos y tomarlos despacio, ya que en el caso de no cocinar y tomar comidas frías puede aumentar el cortisol.
«Se ha visto que cuando uno come sin cocinar, durante una temporada determinada, toma preparaciones frías, aumenta el estrés. Con un aumento del estrés, crece el cortisol, y el cortisol es el primer inmunosupresor. Ese aumento de cortisol produce que tu sistema inmune no funcione«
También apunta que «la gente que tiene sobrepeso u obesidad suele comer deprisa, ingieren mucha cantidad de comida en poco tiempo y hay un estrés a la hora de comer».
Aunque recalca que los alimentos de la dieta mediterránea son ricos en nutrientes que mejoran la microbiota, influye el tiempo de las comidas.
«Una dieta mediterránea lleva consigo comer en compañía, que muchas veces no lo hacemos, lo hacemos en solitario y en diez minutos. Implica saborear los alimentos, a poder ser, en tranquilidad. Y además, que la comida sea de cercanía, que sea una dieta sostenible, con unas condiciones culinarias apropiadas. No es cuestión de comer un sándwich y ya está. Hay que cocinar», sentencia.
Me ha parecido increíble cómo la forma en la que comemos puede afectar tanto a nuestro sistema inmune. Esta investigación resalta algo a lo que a veces no le damos la importancia necesaria: no solo importa lo que comemos, sino también cómo lo hacemos. Es importante tomarse la cocina con tiempo y de forma relajada, al igual que el comer, puesto algo mal cocinado o comer muy rápido no es bueno para tu salud.
Opino que en la cocina hay que tomarse las cosas en serio, es decir, lo qué comemos y cómo lo comemos tiene alta importancia en el organismo. La comida es nuestro combustible y la manera que tenemos de prepararla es fundamental. El estrés forma parte de nuestro día a día, esto es algo que debemos evitar exclusivamente a la hora de la comida debido al incremento de cortisol que nos puede generar.
Creo que es muy importante concienciarse sobre los numerosos inconvenientes que puede provocar la comida preparada de forma rápida o la velocidad en la que ingerimos los alimentos, en nuestra salud y bienestar. Estos inconvenientes pueden causar el aumento de cortisol provocando estrés en los individuos y afectando nuestro sistema inmune, por lo tanto, es primordial saber saborear los alimentos y prepararlos con su debido tiempo de cocción.