Los envueltos, la pepesup y la bambucha son algunas de las recetas emblemáticas de la rica y variada cocina del país centroafricano.
Sabrosísimas, coloridas y con el picante justo para que resulten alegres en el paladar. Así son las recetas emblemáticas de Guinea Ecuatorial, que se caracterizan algunas por esa combinación exótica de ingredientes que las hacen tan atractivas. La de Guinea Ecuatorial es una cocina que está muy influenciada por los países del entorno y por la cocina española, ya que obtuvo la independencia de nuestro país en el año 1968. Aunque las recetas varían de una comunidad a otra, los ingredientes son los mismos para todas las etnias y, entre ellas, destacan las sopas y los guisos. Uno de ellos es el plato nacional: el pollo muamba, un sabroso guiso para nosotros desconocido, que representa a la cocina centroafricana y a la abundancia agrícola de la región, sobre todo, de frutos de palma, pollo y tubérculos. Antaño, se preparaba en hogueras con ingredientes locales y, a día de hoy, continúa siendo un sustento básico para muchas familias. El aceite o la manteca de palma otorgan su característico color rojo y su rico sabor. El ajo, la cebolla, el quingombó y los chiles aportan profundidad a la preparación y los tubérculos, como la mandioca y el boniato, participan en crear un equilibrio armonioso entre el picante y la redondez del plato. Asimismo, el cacahuete es uno de los alimentos más importantes del país centroafricano por su abundancia y por sus propiedades alimenticias. Se comen tanto frescos y cocidos como tostados e, incluso una vez tostados y bien triturados con sal, la pasta resultante sirve como ingrediente clave para hacer una sopa, un envuelto de cacahuete o la emblemática salsa de cacahuete, que, además del citado ingrediente lleva cebolla, tomate y en ella se añade carne, ya sea de pollo, de cerdo o de res, e, incluso, armoniza con gambas. Como guarnición, indispensable es el arroz blanco, la yuca o el plátano macho. Porque, las salsas en Guinea, casi siempre picantes, se preparan con todo tipo de vegetales, cacahuetes, tomate, modica, ocros, ajíes, palmiste…) y se usan tanto para cocinar como para mojar. Porque de toma pan y moja es la que se cocina con los bilolás, unos caracoles de gran tamaño. Seguimos viajando con el paladar, porque una comida típica de los locales de la isla de Bioko es el bocaó, un caldo de sisa o tolepá, un vegetal parecido a las espinacas, que suele llevar pescado, aceite de palma y sal para degustar con malanga o plátano. También lo es el contrichop, con hojas de malanga, sardina u otros pescados, carne de fritambo, pollo o puercoespín, cebolla, picante, sal y aceite de palma.
Y, qué decir de los antiquísimos envueltos, denominados «djom». Es la forma más antigua de cocinar un alimento, ya que para su proceso de preparación no se necesita una olla y, aun así, las comidas quedan más sabrosas y jugosas. ¿Cómo se preparan? Les cuento. Se cogen unas hojas de plátano, que primero se pasan por el fuego para que queden elásticas. Después, se colocan cruzadas tres o cuatro y, sobre ellas, se coloca el pescado, la carne, algún pájaro, la calabaza y la salsa de chocolate o de cacahuete… También, otro modo de preparación es colocando el envuelto en un recipiente con arena para que ésta lo cubra hasta la mitad antes de ponerlo en el fuego. Eso sí, hoy que contamos con ollas en las cocinas sólo tenemos que poner las hojas en el fondo con un poco de agua para que se hagan al baño maría. Si viaja a Malabo o a Bata, ha de probar el abalá, hecho con una masa de malanga, sal y aceite de palma.
Un viaje con el paladar
Otra de las preparaciones clásicas que merece la pena probar es la pepe sup, una sopa alegre y picante que siempre sorprende. Cocinada con pescado y plátano macho, se come en todas las casas, lo mismo que la bambucha, un plato de la etnia fang, que resulta ser un guiso o salsa de hojas tiernas de yuca, machacadas y hervidas, con picante y jugo de semillas de palmiste. Eso sí, se acompaña con plátano o yuca hervida o frita. Una delicia tan atractiva como el fufu, hecha también con plátanos o con yuca cocidos y triturados para crear una masa, mientras que el «ngüese» es una preparación de los «ndowés» con yuca hervida.
Hemos sabido que el ingrediente principal de la banga soup son los dátiles, que se lavan y se machacan antes de compartir olla con el ajo, la cebolla, las hojas de laurel, además de con carnes y pescados ahumados y frescos. De postre, obligado es dejar hueco al «akwadu», con rodajas de banana bañadas en mantequilla y asadas en el horno o hechas en la parrilla. Se armonizan con jugo de naranja y limón, azúcar o miel y llega a la mesa con coco rallado.
Y, por supuesto, no hay mejor manera de culminar un almuerzo o cena que con una onza de chocolate de alta calidad hecho con cacao de Guinea Ecuatorial, uno de los más valorados del mundo por su sabor único. Los expertos destacan su aroma intenso y su sabor afrutado con notas de cítricos y frutos rojos.
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¡Qué maravilla de viaje culinario! La gastronomía de Guinea Ecuatorial está llena de sabores únicos y exóticos, con platos como el pollo muamba y la pepesup que suenan irresistibles. Me encanta cómo combinan ingredientes locales en preparaciones tan creativas. Sin duda, es una cocina que sería una autentica aveentura probar pero podría ser que al ser platos tan exóticos no me guste.