«El INE confirma que la tasa de inflación general se redujo en julio hasta el 2,8% y la de los alimentos, al 3,1%»
El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar los primeros datos que permiten medir el impacto de una de las medidas estrella aprobadas por el Gobierno para contener la inflación de los alimentos: la eliminación del IVA del aceite. Y la conclusión es clara: aunque la rebaja impositiva ha logrado aliviar parte de la tensión en los precios, ha resultado insuficiente, ya que el aceite de oliva todavía es un 38,3% más caro que hace un año.
El INE ha confirmado este martes que el IPC recortó su tasa interanual el pasado mes de julio hasta el 2,8% y que la inflación de los alimentos bajó 1,1 puntos, hasta el 3,1%, el nivel más bajo desde octubre de 2021. Buenas noticias para el bolsillo que, sin embargo, no se dejan sentir en el precio de uno de los productos básicos de la dieta mediterránea, como es el aceite de oliva, ya que aunque la tasa baja con fuerza desde el 53,7% de junio, el precio del litro en el lineal supermercado sigue disparado más de un 38% respecto al año pasado y la inflación se acumula mes a mes.
Cabe recordar que en enero de 2023 entró en vigor la reducción del IVA del 10% al 5% para el aceite, sin embargo, el precio del litro en el súper llegó a escalar hasta el entorno de los 10 euros. El sector venía reclamando al Ejecutivo que dejase el IVA de este producto en el 0% para ayudar a contener el alza de los precios en origen por las malas cosechas encadenadas, pero no fue hasta este mes de julio cuando el Gobierno accedió a dejar el aceite sin impuestos.
Aunque las principales cadenas de distribución (Mercadona, Carrefour, Dia, Alcampo o El Corte Inglés) ajustaron los precios el mes pasado y dejaron el litro en el lineal por debajo de los nueve euros, todavía se resisten a aplicar una bajada más contundente que suponga un alivio real para las familias. En consecuencia, y tras la denuncia de la asociación de consumidores Facua, el Ministerio de Consumo ha abierto una investigación para comprobar que los supermercados están aplicando correctamente la rebaja del IVA y le ha pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que vigile «posibles distorsiones en el mercado».
La inflación de los alimentos arrancó el año en el 7,4%, bajó hasta el 5,3% en febrero y recortó otro punto su tasa interanual en marzo. En abril volvió a subir hasta el 4,7% y desde entonces se ha reducido al 4,4% en mayo, al 4,2% en junio y al 3,1% en julio. Por su parte, el aceite de oliva, que es el alimento que más se ha encarecido, con diferencia, en esta crisis de precios, llegó a soportar un IPC del 70% a principios de año y ha ido rebajando la tasa anual hasta el 38% de julio, todavía más de diez veces por encima de la tasa de inflación alimentaria general.
Con todo, desde el Ministerio de Economía destacan que «durante el mes de julio ha seguido constatándose la progresiva bajada de la inflación de los alimentos, que, gracias a las medidas de apoyo adoptadas, está permitiendo reducir su diferencial con la general». A su juicio, «los datos de inflación siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar uno de los mayores crecimientos económicos entre los principales países de la zona euro, como ponen de manifiesto los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre, con la moderación de los precios». «Estos factores, junto con la positiva evolución de la economía, están permitiendo mejorar la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares», concluyen desde el departamento que dirige Carlos Cuerpo.
En detalle, el INE señala que los grupos que más influyeron en el descenso de la inflación en julio fueron la vivienda, que situó su variación anual en el 3,2%, 1,9 puntos por debajo de la del mes pasado, gracias, sobre todo, a la caída de los precios de la electricidad, mayor que en el mismo mes de 2023; los alimentos y bebidas no alcohólicas, debido, principalmente, a la bajada de los precios de la fruta y de los aceites y grasas, frente a la subida en julio del año anterior; y el ocio y la cultura, cuya tasa anual descendió 1,4 puntos, hasta el 1,6%, debido a que las subidas de los precios de los paquetes turísticos fueron menores que en julio de 2023.
Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente, que elimina del índice general los alimentos no elaborados y los productos energéticos, bajó dos décimas respecto junio, y se situó en el 2,8%, nivel idéntico a la tasa del IPC general. Así, tras el descenso del IPC interanual en el séptimo mes del año, la inflación encadena dos meses consecutivos de descensos después de las subidas experimentadas en marzo, abril y mayo y la subyacente registra su menor tasa desde enero de 2022.
https://www.elmundo.es/economia/2024/08/13/66bb0590e4d4d870328b4589.html
Este artículo sobre la caída del IPC en julio presenta una noticia positiva en general, aunque es preocupante ver que el precio del aceite de oliva sigue siendo tan elevado. A pesar de la eliminación del IVA, el aceite aún se encuentra un 38% más caro que hace un año, lo que impacta considerablemente en los hogares. Sin embargo, es alentador notar que la inflación de los alimentos sigue bajando, y que las medidas del gobierno parecen estar dando resultados. Es crucial seguir monitoreando la situación y asegurarnos de que las bajadas de precios realmente beneficien a las familias.