El hierro hemo tiene buena prensa, pero también tiene una cara menos conocida, la de los riesgos para la salud que la ciencia está estudiando
A mediados de agosto se publicó un estudio que cuenta que el hierro hemo, presente en la carne roja y otros productos de origen animal, se vincula significativamente con un mayor riesgo de sufrir diabetes de tipo 2. No es algo nuevo, pero es poco frecuente que el tema salte de los círculos profesionales a los medios generalistas, como ha sucedido en este caso.
Al leerlo, a muchas personas les ha extrañado esa relación del hierro hemo con la diabetes, que quien más quien menos la considera ligada al consumo excesivo de azúcar, pero ¿al hierro? ¿A la carne? ¿Qué tiene que ver?
Hierro hemo: lo que ha ido cambiando
El hierro hemo también tiene, como decíamos, una cara B, y es que se trata de un importante compuesto oxidativo, y ese estrés oxidativo que causa desemboca en inflamación y daños en el ADN al asociarse a radicales libres. Por ello se vincula a mayor riesgo de numerosas patologías: aterosclerosis, cáncer, endometriosis… Y diabetes de tipo 2.
Ese poder oxidativo del hierro hemo, en un contexto de ingesta baja de productos de origen animal, no resulta un problema porque está en niveles manejables. Pero cuando estamos en una situación como la actual, donde la ingesta es muy elevada (no solo diaria, sino de varias veces al día), puede volverse en nuestra contra. Mientras que nuestro organismo sí tiene mecanismos para regular la absorción del hierro no-hemo, y además se ve afectado por otros componentes de la dieta que reducen o potencian su absorción, el hierro hemo se absorbe sin esa regulación, y una presencia alta en la dieta aumenta los depósitos y por ende ese estrés oxidativo que comentábamos.
Hace unos días, ha visto la luz un nuevo metaanálisis que investiga específicamente la relación entre el consumo de carne y el riesgo de diabetes tipo 2 en 31 cohortes de 20 países, en las que participaron cerca de dos millones de personas, con un seguimiento medio de diez años. Según este trabajo, el consumo de 50 gramos de carne roja procesada al día o de 100 gramos de carne roja no procesada se asocia a un 15% más de posibilidades de desarrollar diabetes de tipo 2, mientras que con la carne blanca el riesgo aumenta un 8%. Todo ello respecto a una persona que no consuma carne. El estudio identifica varios factores que explicarían esta relación, siendo uno de ellos el contenido en hierro de la carne.
Si se tiene todo esto en cuenta, seguir dando el mensaje simplista de que el hierro hemo es bueno porque se absorbe mejor y malo el de los alimentos de origen vegetal, y alentar sobre esa premisa a consumir más carne, es un consejo que no está bien adaptado a la evidencia científica. Y no solo por esta razón.
Me ha sorprendido bastante saber que el hierro hemo influye en la diabetes tipo 2, puesto siempre he relacionado la diabetes con el consumo de azúcar. Además, me parece que este tipo de estudios son muy importantes porque nos dan nuevas perspectivas de ideas que ya teníamos hechas y nos ayudan a poder tener mejores decisiones.
Muy buena noticia, no sabia que el hierro estaba tan relacionado con algunas enfermedades, entre ellas la diabetes tipo 2. Por eso creo que tenemos que tener mas en cuenta lo que comemos.