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Un grupo de investigadores halló restos de comida de 8.000 años de antigüedad y reveló que comían los humanos del Neolítico.

Investigadores identificaron ácidos grasos de peces en cerámicas de la región de Puertas de Hierro, revelando que la pesca seguía siendo fundamental en su dieta.

En las profundidades de la historia humana, un grupo de investigadores ha revelado un hallazgo que cambia nuestra comprensión sobre la dieta de los primeros agricultores de Europa. A lo largo del curso del río Danubio, en la región conocida como Puertas de Hierro, entre la actual Rumanía y Serbia, se encontraron restos de comida de hace 8.000 años incrustados en fragmentos de cerámica neolítica. Estos vestigios proporcionan una visión única sobre lo que comían los humanos durante la transición del Mesolítico al Neolítico, un período crucial en la evolución de la humanidad.

Durante décadas, los arqueólogos creían que los pueblos neolíticos habían abandonado en gran medida la pesca, enfocándose en la agricultura y el pastoreo de animales domésticos. Sin embargo, un análisis reciente, publicado por un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol, ha demostrado que los habitantes de esta región seguían consumiendo grandes cantidades de pescado, desafiando la creencia predominante de que su dieta se basaba exclusivamente en carne y productos lácteos. El descubrimiento abre un nuevo capítulo en la investigación de la dieta prehistórica y nos acerca más a la vida diaria de estos antiguos habitantes.

Los resultados obtenidos no solo son fascinantes por lo que revelan sobre las prácticas alimentarias neolíticas, sino también por las implicaciones que tienen para nuestra comprensión de las interacciones culturales entre los cazadores-recolectores y los primeros agricultores. Los datos sugieren que, a pesar de los avances en la agricultura, los recursos acuáticos seguían siendo una parte integral de la dieta en esta región del sudeste de Europa, lo que refleja una interesante mezcla de tradiciones alimenticias antiguas y nuevas.

Una dieta basada en el pescado

El hallazgo, que se dio a conocer tras el análisis de más de 200 fragmentos de cerámica descubiertos en sitios arqueológicos de las Puertas de Hierro, reveló una gran cantidad de residuos de ácidos grasos procedentes de peces y otros recursos acuáticos. Los investigadores utilizaron una técnica avanzada llamada cromatografía de espectrometría de masas para identificar los restos de comida. Esta técnica permitió determinar que la mayoría de los recipientes encontrados en la zona se utilizaban para cocinar pescado, algo que contrasta drásticamente con los hallazgos en otros lugares de Europa, donde las cerámicas neolíticas se usaban principalmente para procesar carne y productos lácteos.

Según la Dra. Lucy Cramp, líder del equipo de investigación, “los hallazgos revelaron que la mayoría de las cerámicas neolíticas analizadas aquí se usaban para procesar pescado u otros recursos acuáticos”. Esto contrasta con los estudios previos de otras partes de Europa, donde los restos en la cerámica neolítica indicaban el procesamiento de carne de rumiantes como vacas, ovejas y cabras, además de productos lácteos. Este descubrimiento marca un cambio en la comprensión de cómo las primeras comunidades agrícolas manejaban su alimentación en diferentes regiones.

El consumo de pescado en esta área específica del Danubio pudo estar influenciado por la gran abundancia de especies como el esturión, que habita en el río. Este pez, de gran tamaño y muy nutritivo, proporcionaba una fuente constante de alimento, lo que podría haber motivado a las comunidades neolíticas a mantener la pesca como una práctica fundamental, incluso mientras la agricultura y la ganadería ganaban terreno en otras regiones.

Interacción cultural y mezcla de tradiciones

La persistencia del consumo de recursos acuáticos en las Puertas de Hierro podría ser el resultado de la interacción cultural entre los cazadores-recolectores del Mesolítico y los agricultores neolíticos. Esta región se considera un punto de encuentro entre estas dos formas de vida. La investigación sugiere que las comunidades neolíticas que se establecieron en las orillas del Danubio no solo trajeron consigo nuevas técnicas de cultivo y domesticación de animales, sino que también adoptaron parte de las tradiciones alimentarias de los cazadores locales, quienes dependían fuertemente de los recursos acuáticos.

Los científicos creen que esta mezcla de culturas podría explicar por qué los habitantes de la región continuaron pescando y cocinando peces, a pesar de que en otras partes de Europa, la pesca se volvió menos común durante el Neolítico. El Dr. Radu Spataro, uno de los coautores del estudio, afirmó que “esta región es única en términos de su diversidad cultural y económica. El Danubio no solo ofrecía recursos acuáticos abundantes, sino que también servía como un eje de interacción entre las comunidades mesolíticas y neolíticas”.

Un misterio que persiste

A pesar de los avances tecnológicos y los nuevos métodos de investigación, aún quedan muchas preguntas por responder sobre los hábitos alimenticios de los pueblos neolíticos. Aunque los fragmentos de cerámica han proporcionado una visión clara del procesamiento de pescado, los científicos no están seguros de por qué estas prácticas continuaron en esta región mientras disminuían en otros lugares. ¿Fue la abundancia de esturiones y otros peces la razón principal, o existían tabúes culturales en torno a ciertos tipos de alimentos terrestres? Estas preguntas siguen sin respuesta.

Además, la presencia de restos de pescado en los fragmentos de cerámica sugiere que los métodos de preparación de los alimentos también estaban cambiando. Los investigadores creen que las personas comenzaron a utilizar las cerámicas para hacer guisos o sopas, lo que les permitió aprovechar al máximo los recursos disponibles. Sin embargo, los detalles exactos de cómo se preparaban los alimentos y qué recetas específicas utilizaban siguen siendo un misterio.

Este hallazgo en las Puertas de Hierro no solo desafía las ideas previas sobre la dieta neolítica, sino que también resalta la importancia de la diversidad cultural y económica en la evolución humana. Los pueblos neolíticos del Danubio eran agricultores, pero también mantenían fuertes lazos con su pasado mesolítico, adaptando sus prácticas alimentarias a los recursos disponibles en su entorno.

A medida que los investigadores continúan estudiando los restos encontrados en esta y otras regiones, es probable que surjan nuevas revelaciones que cambien nuestra comprensión de los primeros humanos agricultores. Por ahora, lo que queda claro es que, en las orillas del Danubio hace 8.000 años, el pescado seguía siendo una parte vital de la vida diaria de los primeros agricultores de Europa.

FUENTE: Un grupo de investigadores halló restos de comida de 8.000 años de antigüedad y reveló que comían los humanos del Neolítico – Infobae


1 comentario

  1. La evidencia de que la pesca seguía siendo fundamental en la alimentación del neolítico ofrece una nueva perspectiva sobre la interacción entre cazadores-recolectores y agricultores. Este tipo de descubrimientos realmente enriquece nuestra comprensión de la historia humana y la evolución de las prácticas alimentarias.

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