En las últimas semanas, se han publicado noticias de que “la OMS advierte de los riesgos de consumir bebidas vegetales”, que dicho así pareciera que estos productos contuvieran algún ingrediente especialmente dañino para la salud. Sin embargo, no deja de ser otra carambola de algunos medios para conseguir visitas empleando un titular llamativo, porque lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha dicho eso, ni remotamente.
La OMS se ha preocupado por la ingesta de yodo de la población europea. Este mineral es de vital importancia para el correcto desarrollo del cerebro durante la gestación, y también en la prevención de algunas afecciones tiroideas en la edad adulta. Para responder a la pregunta de qué tiene que ver esa preocupación sobre el yodo con las bebidas vegetales, y de dónde vienen esos titulares, conviene desgranar un poco mejor el asunto.
A finales de junio, la OMS publicó un informe realizado juntamente con la Iodine Global Network titulado Prevención y control de la deficiencia de yodo en la Región Europea de la OMS. Adaptando los cambios en la dieta y el estilo de vida. Es un informe extenso, de más de 120 páginas, que desgrana el estatus de la población europea con respecto al yodo, especialmente en aquellos grupos más vulnerables como las mujeres embarazadas o la infancia. Revisa también las diferentes legislaciones europeas acerca de la yodación de la sal y las prácticas de la industria alimentaria.
Con ello, analiza cómo las estrategias adoptadas años atrás para cubrir requerimientos de yodo de la región pueden necesitar de una revisión, para adaptarse a los cambios que se han ido produciendo en la sociedad y en sus hábitos de consumo.
¿Qué tiene que ver el yodo?
Resulta que los lácteos, junto al pescado y la sal yodada, son las principales fuentes de yodo para la población europea, según nos indica el informe. La presencia de los lácteos en esa lista responde a que el pienso con el que se alimenta a las vacas está enriquecido con yodo, tal y como podemos leer incluso en la nota de prensa redactada por la OMS. Concretamente, en España los lácteos son la segunda fuente de yodo, siendo la primera, la sal yodada y la tercera, el pescado y marisco.
Es decir, las dos principales fuentes de yodo de la población europea y española provienen de la suplementación con este mineral, bien a la sal, bien al pienso que alimenta a las vacas. Al estar reduciéndose el consumo de lácteos, especialmente en las mujeres, se compromete la ingesta de yodo, por ser una de las fuentes principales.
Y sucede que ese hueco dejado por los lácteos está siendo ocupado en muchas ocasiones por bebidas vegetales que no están suplementadas con yodo. De ahí los titulares-carambola que hemos estado viendo acerca del peligro de las bebidas vegetales.
No soy consumidor habitual de bebidas vegetales, y por ende no sabía mucho acerca de sus características. La relación entre el yodo y nuestra salud es algo que la población formada sabe, pero la relación entre el yodo y estos productos es algo sobre lo que, por lo que veo, no hay mucha información. Este artículo es bastante correcto para informarnos de lo que he comentado.
La OMS no está advirtiendo sobre peligros específicos de las bebidas vegetales, sino destacando una preocupación sobre la ingesta adecuada de yodo, ya que los lácteos, una fuente importante de yodo, están siendo reemplazados por bebidas vegetales que no suelen estar fortificadas con este mineral.