Si seguimos desperdiciando comida, para 2030 tiraremos el equivalente a 66 toneladas por segundo. Para evitarlo está la cocina de aprovechamiento o ‘zero waste’, una forma de gestionar los alimentos elaborados que busca evitar el desperdicio. Hay cursos y recetas para ayudarnos a ponerla en práctica.
“La comida no se tira”. ¿Cuántas veces hemos oído eso a lo largo de nuestra vida? Ha sido la frase recurrente de tantas y tantas madres y abuelas de la historia cuando sus hijos se dejaban algo en el plato o cuando se comían solo la mitad del bocadillo a la hora de la merienda. Como siempre, las madres y las abuelas tienen razón. Efectivamente, la comida no se debe tirar si queremos tener un planeta sostenible. Pero parece que no hemos hecho mucho caso a nuestros antepasados.
Los seres humanos acumulamos una gran montaña de desechos. De la cantidad total global de residuos, un 44% consiste en comida y fracción vegetal, un alto porcentaje de desperdicio alimentario, según datos del Banco Mundial.
Aproximadamente, más de un tercio de la comida producida en el mundo para consumo humano se pierde o desperdicia cada año y eso es equivalente a 2.500 millones de toneladas. Esto significa que en un año se pierden 51 toneladas de comida al segundo. El desperdicio de alimentos aumentará un tercio para 2030: tiraremos a la basura 66 toneladas de comida por segundo.
Con estos datos en la mano es mucho más sencillo acercarse al concepto de cocina de aprovechamiento o ‘zero waste’ y comprender por qué esta forma de cocinar es tan necesaria en estos momentos. Se trata, nada más y nada menos, que de no tirar nada y reaprovecharlo para cocinar otros platos.
El desperdicio alimentario en España
En 2021 los hogares españoles tiraron a la basura más de 1.200 millones de kilos de alimentos sin consumir, un 8,6 % menos que el año anterior, según los datos más recientes que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en España. Por eso, el Gobierno ha impulsado la primera ley para combatir el desperdicio de alimentos. El proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, cuya aprobación está prevista para finales de año, contempla que todos los agentes de la cadena alimentaria deben contar con un plan de prevención para evitar el desperdicio, y fija una jerarquía de prioridades de obligado cumplimiento (artículo 5), la primera de las cuales es la utilización para la alimentación humana, a través de donaciones a empresas sin ánimo de lucro o bancos de alimentos. En el segundo orden de jerarquía, los alimentos no vendidos pero que estén en condiciones óptimas de consumo deberán ser transformados (zumos, mermelada, etc.).
Aprovechemos, pues, los alimentos para jugar con ellos, para darles otra vida y para sacarles todo su provecho. El planeta nos lo agradecerá.
https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/cocina-de-aprovechamiento-la-comida-no-se-tira-se-aprovecha
La cocina de aprovechamiento es una manera fantástica de reducir el desperdicio alimentario al mismo tiempo que se aprovechan al máximo los ingredientes disponibles en casa. El artículo destaca la importancia de ser conscientes de la cantidad de comida que desperdiciamos y cómo, con un poco de creatividad, podemos transformar restos en alimentos deliciosos y nutritivos. Además así no solo ahorramos dinero, sino también estamos contribuyendo a la sostenibilidad del planeta.
Aunque es cierto que esta práctica no es nueva, antiguamente la gente de pueblos y aldeas ya llevaba a cabo estas prácticas aunque no tan sofisticadas.
Este articulo es excelente, una de las practicas que mas se lleva utilizando en la cocina tradicional por nuestras abuelas y abuelos, es excesivamente util para ahorrar en tiempo, dinero y salud. Es una forma muy facil de comer de formas distintas el mismo producto sin desperdiciar comida.