Por qué el precio de los alimentos en el mundo aumentó a su mayor nivel en más de una década
Los precios de los alimentos aumentan y crecen los temores sobre la recuperación económica global en un mundo golpeado por la pandemia.
Según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), estos subieron a su tasa mensual más rápida en más de una década.
También los precios registraron un incremento durante 12 meses seguidos, para alcanzar su valor más alto desde septiembre de 2011.
El índice de precios de los alimentos de la ONU rastrea cuánto pagarían los consumidores en todo el mundo en promedio por una canasta de alimentos básicos cotidianos.
¿Por qué aumentan los precios?
Los cinco componentes del índice subieron, impulsados por el aumento del costo de los aceites vegetales, los cereales y el azúcar.
Según el índice, los precios de los alimentos en mayo fueron un 4,8% más caros que en abril, el mayor aumento mensual desde octubre de 2010, y un 39,7% más altos que el mismo mes de 2020.
Como era de esperar, el aumento está relacionado a la pandemia.
Los proveedores se han visto afectados por interrupciones en la producción, la mano de obra y el transporte.
Y mientras tanto, la demanda de alimentos está creciendo.
Los expertos habían advertido que la alta demanda y la baja producción conducirían a un aumento de la inflación a medida que las economías salieran de las restricciones impuestas por la pandemia.
Sin embargo, algunas industrias podrían experimentar una fuerte recuperación.
La FAO prevé una producción mundial récord de cereales este año, lo que puede ayudar a aliviar las presiones alcistas de los precios.
¿Por qué preocupa la inflación?
La inflación es la tasa a la que aumentan los precios de los bienes y servicios.
Además de mostrar una imagen instantánea del precio de las compras y servicios, influye en las tasas de interés y por tanto en las hipotecas y en otros precios regulados, como los pasajes de tren, por ejemplo.
Se trata de una de las medidas clave del bienestar financiero, porque afecta lo que los consumidores pueden comprar por su dinero. Si hay inflación, el dinero no alcanza.
Sin embargo, un poco de inflación suele animar a las personas a comprar productos antes y facilita que las empresas aumenten los salarios. Y ambas cosas impulsan el crecimiento económico.
La mayoría de los bancos centrales de los países tienen un objetivo de inflación de entre el 2% y el 2,5%.
Esta es la cadena de pizza artesanal que se ha vuelto a convertir en la mejor del mundo
Por segundo año consecutivo, Grosso Napoletano se ha alzado como la Mejor Cadena de Pizza Artesanal del Mundo, un título otorgado por la prestigiosa guía 50 Top Pizza, que reúne a los mejores establecimientos dedicados a este icónico platillo. El reconocimiento, anunciado en una ceremonia celebrada en Londres, consolida a esta cadena española como un referente indiscutible en la gastronomía internacional.
Desde su fundación en 2017, Grosso Napoletano ha apostado por la autenticidad y la excelencia. En su primer local, ubicado en la calle Hermosilla de Madrid, se sentaron las bases de lo que hoy es una marca reconocida mundialmente. Cuatro pilares han definido su éxito:
1. Hornos de leña traídos de Nápoles: Construidos con piedra refractaria, garantizan la cocción perfecta de la masa.
2. Masa artesanal: Elaborada siguiendo los preceptos de la tradición napolitana.
3. Ingredientes italianos: De alta calidad, importados directamente desde su país de origen.
4. Maestría de los pizzaioli: Reconocidos como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO en 2017.
En menos de ocho años, Grosso Napoletano ha crecido de forma vertiginosa. Con 50 locales en España, distribuidos en 25 localidades y 11 comunidades autónomas, y más de 2 millones de pizzas vendidas en 2024, esta cadena ha demostrado que la calidad y la tradición pueden ser los motores de un modelo de negocio exitoso.
El ranking 50 Top Pizza destaca no solo la autenticidad de sus productos, sino también su capacidad de llevar la esencia de la pizza napolitana fuera de Italia, consolidándose como una marca visionaria y comprometida con sus raíces. Grosso Napoletano no es únicamente un negocio de restauración; es una experiencia que rinde homenaje a la cultura italiana.
Para los amantes de la pizza artesanal, Grosso Napoletano no es solo una recomendación; es una parada obligatoria. En un mundo donde la globalización a menudo diluye las tradiciones culinarias, esta cadena española demuestra que el respeto por la herencia gastronómica puede ser la clave para conquistar corazones – y estómagos – a nivel global.
Cómo el patrón único de tu lengua puede influir en qué alimentos te gustan
Aunque las hay más anchas, más cortas, más largas, unas más lisas y otras más agrietadas, las lenguas no parecen albergar diferencias notables.
Sin embargo, un análisis en 3D de este complejo y sofisticado órgano reveló que se trata de una estructura con características tan individuales como las de nuestras huellas digitales.
Las diferencias no solo radican en la cantidad de papilas –esas protuberancias carnosas que recubren su superficie- sino también en la forma que presentan estas estructuras.
“A partir de una única papila, logramos identificar a una persona con una precisión de un 48% (de un grupo de estudio de 15 participantes)”, le explica a BBC Mundo Rayna Andreeva, estudiante de doctorado de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, y autora principal del estudio.
El análisis de una única papila también permitió predecir el género y la edad de una persona con precisión moderada, de hasta un 67% -75%.
Si bien se trata de una investigación en curso, señala Andreeva, “nuestro estudio brinda evidencia preliminar de que (las lenguas) son muy únicas”.
El estudio, llevado a cabo en colaboración con investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, fue publicado en la revista Scientific Reports.
Textura
Según explican los investigadores, la diferencia en la huella de cada lengua podría también ser clave para entender por qué nos gustan algunas comidas y rechazamos otras.
A las personas que tienen, por ejemplo, un mayor número de papilas fungiformes –aquellas que se asemejan por su forma a un hongo y están distribuidas mayormente en los bordes y la punta de la lengua-, puede no gustarles el chocolate amargo o el limón, porque lo perciben con una intensidad mucho mayor que la gente que no tiene tantas de estas estructuras.
Pero lo que también afecta nuestra percepción de los alimentos son las papilas que cumplen una función mecánica, y que le permiten a la lengua sentir la textura y la fricción de lo que ingerimos.
Entender por qué preferimos unos alimentos sobre otros, puede servir para diseñar alimentos más sanos por ejemplo, pero con texturas que nos resulten más agradables.
“Pensamos que el gusto es extremadamente importante, y es cierto. Pero también la textura de los alimentos nos brinda mucho placer”, dice Andreeva.
¿Y qué vínculo hay entre la individualidad de cada lengua y las enfermedades? ¿Es posible hacer un diagnóstico estudiando la forma y distribución de las papilas?
“Esto es algo que vamos a investigar en un próximo paso”, explica Andreeva.
“Pero sabemos por ejemplo que hay una enfermedad autoinmune llamada síndrome de Sjögren, donde la forma de un tipo de papilas (las filiformes) es más aplastada”.
Investigaciones previas, añade, demostraron que la forma de estas estructuras está vinculada al síndrome.
Pero, para poder establecer este clase de vínculos, entre una condición médica y la forma de la lengua, aún falta recabar más datos y hacer más investigación.
Los alimentos que ayudan al cerebro a funcionar mejor
Una buena alimentación es clave para para nuestra salud en general, y para la de nuestro cerebro en particular.
«La alimentación es uno de los pocos factores de riesgo de enfermedades neurológicas que está en nuestra mano modificar y controlar», le dijo a BBC Mundo el doctor Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología.
Los expertos señalan que no hay alimentos mágicos, sino que lo importante es llevar un patrón dietético equilibrado.
«El patrón dietético que más se ha estudiado es la dieta mediterránea», explica Linazasoro.
«Se sabe que disminuye el riesgo de padecer alzheimer y parkinson, también disminuye el de sufrir enfermedades cardiovasculares y disminuye el riesgo de obesidad, que indirectamente también incide sobre la salud cardiovascular».
Una dieta mediterránea típica incluye muchos vegetales, frutas, legumbres, cereales y productos ricos en carbohidratos como el pan integral, la pasta y el arroz integral.
También contiene cantidades moderadas de pescado, carne blanca y algunos productos lácteos. Y además utiliza para cocinar y aderezar sobre todo aceite de oliva.
«Las claves son comer sano, equilibrado y con moderación«, insiste el experto.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, desde el punto de vista del funcionamiento del cerebro hay diversos nutrientes y alimentos muy importantes. Veamos algunos de ellos.
Pescado azul
El sistema nervioso y concretamente el cerebro son tejidos muy ricos en agua pero que también tienen un componente lipídico (graso) muy importante, le explicó a BBC Mundo el dietista-nutricionista y doctor en Biología Funcional y Molecular Ramón de Cangas.
De hecho, explica el también miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, más de un 60% de su peso seco está constituido por lípidos, por lo que ciertos ácidos grasos cobran especial relevancia.
Los pescados azules son ricos en el ácido graso omega-3 docosahexaenoico (DHA).
Una dieta rica en este nutriente «ha demostrado suponer una serie de beneficios, entre ellos un menor deterioro cognitivo y menor riesgo de enfermedades como el alzheimer».
Cítricos y verduras
Son alimentos ricos en vitamina C, que según varios estudios se asocia con un mejor desempeño cognitivo.
«Quizás se debe a su función antioxidante y a que participa en la producción de los neurotransmisores —las biomoléculas que se encargan de transmitir la información de una neurona a otra—», explica el nutricionista.
Ocurre lo mismo con los plátanos, ricos en piridoxina, una forma de vitamina B6 que participa en el metabolismo de los neurotransmisores.
Cacao puro y canela
Son alimentos ricos en polifenoles, que «han mostrado resultados interesantes en prevención del deterioro cognitivo por su efecto antioxidante que protege a las neuronas», dice Ramón de Cangas.
Aguacates
Los aguacates, junto con el aceite de oliva y otras fuentes de grasa monoinsaturadas (un tipo de grasa saludable) «son interesantes en la prevención del deterioro cognitivo justamente por su riqueza en este tipo de ácidos grasos y también en ciertos fitoquímicos (nutrientes de origen vegetal)», dice el dietista-nutricionista.
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Nueces
Las nueces son excelentes fuentes de proteínas y grasas saludables.
Son ricas en un tipo de ácido graso omega-3 llamado ácido alfalinolénico (ALA), que ayuda a bajar la presión arterial y protege las arterias. Esto es bueno tanto para el corazón como para el cerebro, según la Escuela de Medicina de Harvard.
Karlos Arguiñano revela el ingrediente típico en España que nunca usa en sus caldos: «Estropea el sabor»
La preparación de un caldo de verduras no es una receta que sea demasiado complicada, al menos para los más familiarizados con la cocina. Sin embargo, y aunque en ocasiones pueda resultar tediosa su preparación, es una solución práctica para poder tener un fondo con el que elaborar cremas o sopas de verduras.
Tampoco es complicado preparar un buen caldo de pollo, al que se le pueden agregar trozos de pollo asado, o preparar un caldo de carne en el que el propio tostado de los huesos contribuirá a potenciar su sabor. Sin embargo, en muchas ocasiones lo más complicado no está en hacer el caldo, sino en saber qué ingredientes usar, pues algunos expertos como Karlos Arguiñano recomiendan no usar un ingrediente típico en España en los caldos, pues puede estropear su sabor.
Aunque todo es cuestión de gustos, y las hortalizas no son los productos más costosos de la lista de la compra, a muchos les da cierta rabia que se malgaste un buen puerro, una buena cebolla o unas zanahorias para preparar el fondo de un caldo. A pesar de que se puede aprovechar para otras recetas, pueden no ser la mejor opción.
En cualquier caso, Karlos Arguiñano, que siempre ha apostado por la cocina de aprovechamiento, tiene un truco infalible para usar ingredientes de descarte que den sabor y potencien sus caldos de verdura, además de poder aprovechar todas las partes de determinadas hortalizas.
Su solución pasa por usar los descartes de algunas hortalizas como la parte verde de los puerros, las hojas duras de las alcachofas, las cortezas de la calabaza o las pieles de la zanahoria. Sin embargo, no recomienda el uso de hojas verdes de crucíferas como coliflor o brócoli, por lo que deberían tratar de evitarse para conseguir el mejor resultado en la preparación de un buen caldo.
El alimento prohibido en España que es una delicia en Japón
Desde 2004, está prohibido en toda la Unión Europea consumir este pescado por su alta toxicidad
La gastronomía es fiel reflejo de la cultura de un país, pues además acentúa, en muchas ocasiones, las diferencias entre dos países. Alimentos que en algunos lugares son verdaderos manjares, en otros están terminantemente prohibidos su comercialización y consumo. Es el caso del pez globo, considerado una delicia en Japón, pero prohibido en España desde hace dos décadas. Si el fugu se corta o se cocina mal, el plato puede resultar letal.
Aunque pueda parecernos extraño, el fugu o pez globo es uno de los platos más valorados en la cocina nipona. Pese a su alta tasa de mortalidad (el 60% de las personas que lo consumen en mal estado, mueren), sigue siendo uno de los manjares por excelencia en Japón. No existe ningún antídoto ni tratamiento si comemos fugu mal preparado, motivo por el que desde abril de 2004 y según el Reglamento (CE) Nº 853/2004 del Parlamento Europeo, está prohibido su consumo en España y el resto de países de la Unión Europea.
En Japón se necesita un permiso especial para manipular este animal marino, ya que existen más de 120 especies con el veneno en un lugar distinto de su cuerpo (en el hígado, la piel…). Este veneno es la tetrodotoxina, una sustancia 1.200 veces más venenosa que el cianuro. Esto convierte al fugu en el pez más venenoso del mundo y el segundo animal vertebrado, después de la rana dorada. La tetrodotoxina puede provocar una serie de síntomas tanto en animales como en humanos, incluyendo náuseas, convulsiones, arritmias cardíacas y, al final, la muerte.
Esta misma sustancia venenosa capaz de provocar la muerte puede ser también un nuevo tratamiento para aliviar los dolores relacionados con el cáncer. Los investigadores José M. Baeyens y Francisco R. Nieto, profesores del Departamento de Farmacología de la Universidad de Granada, han logrado relacionar la tetrodotoxina como un posible analgésico para los pacientes de cáncer.
Para ello, utilizaron la tetrodotoxina en un modelo de dolor neuropático (aquel que se produce cuando se daña el sistema nervioso periférico o central) inducido por quimioterapia en animales de experimentación, los llamados ensayos preclínicos. Los experimentos han obtenido resultados muy prometedores.
Son varios los estudios internacionales que ya avalan la tetrodotoxina como untratamiento efectivo en el manejo de dolor neuropático a través de modelos preclínicos. A nivel clínico, la evidencia en el tratamiento del dolor vinculado al cáncer es más limitada, pero significativa, con datos respaldados por varios ensayos clínicos en fases II y III.
Sin embargo, estos hallazgos clínicos son preliminares y deberán ser ratificados mediante estudios adicionales que incluyan un mayor número de pacientes. Actualmente, se encuentra en proceso un ensayo clínico de fase III, cuyos resultados podrían fundamentar la aplicación para su comercialización. De ser aprobado por las autoridades reguladoras, la tetrodotoxina sería el primer medicamento específicamente diseñado para tratar la neuropatía periférica vinculada a la quimioterapia. Esto ofrece esperanza para millones de pacientes que podrían ver mejoras significativas en su calidad de vida.
Los niños nacidos bajo el racionamiento de azúcar de la Segunda Guerra Mundial fueron adultos más sanos
Un estudio muestra que quienes nacieron durante las restricciones tuvieron un 35% menos de diabetes y un 20% menos de hipertensión
Las recomendaciones dietéticas dicen que los bebés, desde su concepción hasta cumplir dos años, no deben consumir azúcares añadidos. Sin embargo, las embarazadas suelen doblar el porcentaje de consumo de azúcar recomendado y la mayoría de los bebés consumen algún tipo de comida o bebida edulcorada a diario. Algunos críticos afirman que este tipo de recomendaciones se basan en estudios de poca calidad o demasiado breves. Para superar esas limitaciones, un equipo liderado por Tadeja Gracner, de la Universidad del Sur de California, ha utilizado la información generada por un experimento natural sucedido poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando, desde el final del conflicto hasta 1953, el racionamiento eliminó el azúcar de la dieta de los británicos, incluidos niños y embarazadas.
El equipo utilizó datos de un biobanco de 60.183 individuos nacidos entre octubre de 1951 y marzo de 1956, comparando laevolución de la salud de los concebidos antes y después del fin del racionamiento de azúcar en 1953. Durante el racionamiento, los adultos podían consumir hasta 40 gramos, la mitad que el consumo medio actual, y los menores de dos años no recibían nada. En un estudio que se publica hoy en la revista Science, observaron que, con el paso de los años, la restricción de azúcar durante los primeros 1.000 días de vida redujo el riesgo de desarrollar diabetes e hipertensión durante la vida en aproximadamente un 35% y un 20%, respectivamente, y retrasó el inicio de estas enfermedades en unos 4 y 2 años. El efecto protector fue más intenso para los que vieron restringida su exposición al azúcar tanto en el útero como en los meses posteriores al nacimiento. Los autores calculan que el 30% de la reducción de riesgo de enfermedad se debe atribuir a la exposición o no durante la gestación.
Aunque el trabajo no demuestra una causalidad entre el consumo de azúcar durante los primeros meses de vida y la protección frente a enfermedades, la observación del vínculo fortalece las razones para recomendar limitar el consumo de esta sustancia. Los autores del estudio ofrecen posibles explicaciones a sus resultados. Por un lado, tal y como se sugiere en la hipótesis del origen fetal de las enfermedades adultas, el consumo o no de azúcar de la madre puede cambiar la programación fisiológica del bebé desde el útero. “Nuestros hallazgos sobre el efecto del azúcar en el útero coinciden con los resultados de estudios en animales, que demuestran que las dietas con mucho azúcar durante el embarazo incrementan los factores de riesgo de diabetes tipo 2 e hipertensión […] o los estudios en humanos que demuestran una asociación entre una dieta rica en azúcar durante el embarazo y la lactancia y el riesgo de obesidad del niño”, escriben Gracner y sus colegas. Una segunda posibilidad es que saborear el azúcar al principio de la vida condicione para siempre nuestro gusto por lo dulce, como proponen algunos estudios. Si esto fuera así, se debería reflexionar sobre los efectos de que alrededor del 70% de productos para niños tengan azúcares añadidos, ya sean bebidas, leche de fórmula u otros alimentos.
Si no hay más mujeres en la cumbre es porque no quieren
El mundo está lleno de mujeres apasionadas de la cocina, con el impulso, la determinación, el talento y la ética de trabajo necesarias para llegar a lo más alto. Pero para hombres y mujeres, el precio a pagar para conseguirlo no es el mismo
Los días previos a la gala de las estrellas, Michelin España organizó un evento titulado el Debate de la Gala: “Mujer & Excelencia Gastronómica”. De todo lo que se expuso en esa tertulia, Michelin eligió resaltar en sus redes sociales: “Si quieres, puedes”. Esos 30 segundos, y no otros, de un acto que duró dos horas. En el mismo corte de vídeo aparece la respuesta de Ferran Adrià, dada en una entrevista hecha hace 20 años, a la pregunta “¿por qué no hay más mujeres en la alta gastronomía?”: “habrá tantas como ellas decidan”, “nadie veta a las mujeres”. Michelin considera que si no hay más mujeres en la cumbre es porque ellas no quieren estar ahí. Así pues, amiga mía, si tú quieres, puedes. Y si no puedes, entonces es que no lo quieres lo bastante.
Antes de seguir, un par de cifras para ponernos en contexto. En España, según datos de la Encuesta de Población Activa del INE, en 2022, de los 1,4 millones de trabajadores del sector hotelero, 739.200 (51,6%) eran mujeres. En el sector del alojamiento las mujeres eran mayoría, con un 56,2%. En la restauración había paridad (50,3% mujeres y 49,7% hombres). De todas ellas, el 28,7% eran trabajadoras asalariadas y el 42,4% empresarias autónomas.
Los retos que las mujeres chefs deben superar en su carrera para llegar a lo más alto han sido ampliamente discutidos y probados e incluyen una mayor dificultad para conseguir financiación y la reticencia de los mandos masculinos a ascenderlas y la de los medios a enfocarlas, pero por encima de todo se alza la dificultad para conciliar vida profesional y vida familiar.
Para conseguir resultados sobresalientes son necesarios esfuerzos extraordinarios. Nadie destaca haciendo lo mismo que el resto. Para jugar en la Champions League hay que poder tener reuniones a las ocho de la tarde, ir a galas, entregas de premios y ruedas de prensa, entrar en cocina a las seis de la mañana y marcharse a la una de la madrugada, trabajar domingos, festivos y vacaciones, viajar a congresos y eventos internacionales, centrarse y enfocarse al máximo, entregarse en cuerpo y alma.
Garbanzos frente a filetes: qué pasa cuando sustituyes las proteínas animales por las vegetales
Diversos estudios relacionan el consumo de carne y otros productos animales con las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el envejecimiento. ¿Qué ventajas tiene cambiarlos por otros alimentos?
Que aumentar el consumo de alimentos vegetales en detrimento de los animales mejora la calidad de la dieta no es ningún secreto, es algo de lo que ya hemos hablado muchas veces y es la dirección hacia la que van las recomendaciones de alimentación más actualizadas. Pero vamos a dar un paso más y a hablar de alimentos concretos, cantidades y mejorías cuantificables en factores de riesgo para nuestra salud al aplicar estas sustituciones. ¿Qué pasa cuando comemos la misma cantidad de proteínas en legumbres que en jamón? ¿Hay cambios que podamos cuantificar? ¿Sabemos exactamente cuánto mejoraría nuestra esperanza de vida y la calidad de esta si cambiamos un grupo de alimentos por otro?
Es algo que se ha estudiado en numerosas ocasiones y los resultados son bastante homogéneos, lo que nos permite darles respuesta con bastante solvencia dentro de lo que suelen ser las certezas en nutrición (pocas). Os lo adelanto: ningún estudio concluye que el jamón o el entrecot al punto mejoran la salud o reducen factores de riesgo de enfermedades no transmisibles. Más bien al contrario, por si queréis dejar de leer aquí para no recibir información que colisione con vuestros intereses.
Hace un tiempo se publicó un trabajo en el que un grupo de científicos alemanes hacían una revisión sistemática y metaanálisis de 37 estudios anteriores basados en 24 cohortes para ver qué sucede con los datos de enfermedades cardiovasculares cuando en la dieta se sustituye la carne procesada por frutos secos, legumbres y cereales integrales; los huevos por frutos secos o la mantequilla por aceite de oliva. También revisaron qué sucede con el riesgo de diabetes de tipo II cuando se sustituye la carne roja por cereales o cereales integrales y frutos secos, la carne de ave por cereales integrales y los huevos por frutos secos o cereales integrales.
¿Cuáles han sido los resultados? Resumiendo:
- Sustituir los alimentos de origen animal por otros de origen vegetal se asocia a menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo II y también a una menor mortalidad por cualquier causa.
- El trabajo también hace hincapié en señalar que la dieta actual conforma un sistema alimentario con impacto negativo en la salud de los humanos —y en la de los animales, añadiría yo— además de perjudicial para el planeta, ya que está contribuyendo en gran medida a agotar los recursos disponibles y agravar la crisis climática.
- Señala también que sería interesante evaluar en el futuro cómo afectaría la sustitución de los alimentos de origen animal por frutas y verduras, o el marisco, pescado y carne de ave por productos vegetales. A ver si algún equipo investigador recoge el guante, porque sin duda serían trabajos que aportarían información interesante.
Siete cambios sin sufrimiento para comer más sano del desayuno a la cena
Comer más saludable es algo a lo que casi todos aspiramos. Sin embargo, cambiar la forma de alimentarnos no es tan fácil: a veces no sabes ni por dónde empezar, y no es raro que acabes sintiéndote incapaz de modificar tus malos hábitos.
Convertirte en un santo con la comida de un día para otro y que todo lo que comas sea sano es imposible, y probablemente ni siquiera sea bueno intentarlo. Es más efectivo ir poco a poco, introduciendo pequeños cambios concretos que no supongan un gran esfuerzo o sufrimiento. De la mano de la dietista-nutricionista Andrea Sorinas, autora de El libro que la industria alimentaria no quiere que leas, repasamos siete en diferentes momentos del día, del desayuno al postrecito que te tomas a la hora de la recena. Todos los tienes en el vídeo de arriba.