Inicio » 2024 (Página 14)

Archivos anuales: 2024

Los alimentos que más te deshidratan sin que lo sepas

La ecuación es sencilla: si nuestro organismo pierde más agua de la que ingerimos, sobreviene la deshidratación. Un proceso directo que puede acelerarse si abusamos de determinados alimentos. ¿Quieres saber cuáles son?

La hidratación es absolutamente necesaria para la supervivencia, y el correcto funcionamiento de nuestro organismo compuesto, en su mayor parte, por agua. Por ello, mantener un nivel de líquidos equilibrado y correcto va a garantizar también el transporte de los nutrientes esenciales a todos los órganos y tejidos del cuerpo. 

Pero es que una buena hidratación va a contribuir igualmente a facilitar las digestiones, a la evacuación de los desechos, a bajar la temperatura corporal, a lucir una piel radiante y a la depuración de toxinas tan imprescindible para mantener la salud. De manera natural, el agua de nuestro organismo cumple todas estas funciones. 

Sin embargo, existen circunstancias en las que perdemos mayor cantidad de líquidos de la que ingerimos, por lo que se produce una peligrosa descompensación y nos exponemos a la temida deshidratación. El calor excesivo, la práctica de ejercicio intenso sin las debidas precauciones, algunos problemas de salud… pueden acelerar la deshidratación. Pero también pueden hacerlo determinados alimentos que es importante apartar de nuestra dieta.

Alimentos que contribuyen a nuestra deshidratación

De la misma manera que existen alimentos ricos en agua como el melón o la sandía, que rondan un 95 por ciento de líquido, también hay otros que pueden hacer que eliminemos líquidos de una manera fulminante. ¿Lo peor de todo? Que en la mayoría de los casos no nos damos cuenta, porque los tenemos asociados a nuestro estilo de vida.

1. Alcohol: el desestabilizador de los líquidos corporales

Aunque pudiéramos pensar que el alcohol es un líquido y, por tanto, aporta líquido a nuestro organismo, su efecto es bien diferente. Las personas que consumen bebidas alcohólicas con cierta asiduidad, aumentan la producción de orina. Como consecuencia, se van deshidratando sin darse cuenta. Por eso, es importante beber mucha agua si has consumido alcohol.

El alcohol tiene un efecto engañoso, puesto que actúa como factor deshidratante al inhibir la producción de la hormona HAD, de función diurética, y responsable de mantener el equilibrio de los líquidos corporales. Pero es que, además, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro encargada de enviar la señal a los riñones para que ‘guarden’ los líquidos.

Con la ingesta de alcohol, debemos tener en cuenta que vamos a perder cuatro veces más líquido del que ganamos. Esa es la razón por la que orinamos más y por la que horas después sobreviene la resaca. En estos casos, los expertos recomiendan ayudarse de bebidas para deportistas con soluciones electrolíticas, con el objetivo de reponer las sales y el potasio que se pierden tras la ingesta del alcohol.

2. Snacks salados: una trampa deliciosa con efecto rebote

Cuanta menos sal, mejor. Las patatas fritas y los innumerables snacks que se nos ofrecen en el mercado hoy en día, son productos cargados de calorías vacías, azúcares y que, para colmo, pueden provocar el efecto rebote debido a su gran contenido en sodio. 

De la misma manera que pasa con el alcohol, consumir demasiados productos salados (también cuentan los frutos secos salados y tostados, menos saludables que crudos) contribuye a la deshidratación al incrementar la pérdida de agua a través de la orina.

Y aquí surge una paradoja: ¿por qué si el sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos a través de la ósmosis (regula el agua que llega a las células) provoca deshidratación? Esto sucede porque la sal provoca retención de líquidos, lo que incrementa el volumen sanguíneo y, por ello, la presión ejercida sobre las paredes de las arterias.

3. Salsas: un complemento a racionar (y mejor caseras)

También relacionado con su elevado aporte de sal, las salsas son un complemento de alimentación a tener en el radar, puesto que suelen contener saborizantes repletos de sodio.

Tanto la salsa de soja como el ketchup llevan, por regla general, mucha más sal de la aconsejada, con las consecuencias deshidratantes que ello puede conllevar. Para hacernos una idea, la salsa de soja puede llegar a contener hasta 900 miligramos de sodio en su composición, en tan solo una cucharada. Afortunadamente, existen salsas de soja bajas en sal.

Así pues, en el caso de las salsas, siempre va a ser recomendable que las hagamos en casa, para controlar esta variable que puede afectar de manera negativa a la hidratación natural que el organismo necesita.

4. Café: mejor con poca cafeína

El café con mucha cafeína, o demasiado cargado, ha demostrado que produce más ganas de ir al baño y, a través del exceso de orina, provocar deshidratación. Si vamos a tomarlo, el que es bajo en contenido de cafeína tiene la mitad de probabilidades de afectar a nuestra hidratación.

La explicación científica es que la cafeína, como sustancia química que es, es especialmente diurética cuando se consume a altas dosis. Sin embargo, si se consume con moderación, numerosos estudios revelan que hidrata igual que lo puede hacer el agua. Así pues, la clave en el caso del café está en la cantidad. Poco, hidrata; mucho… deshidrata. 

5. Embutidos y carnes procesadas: ‘ladrones’ de las reservas líquidas

A menudo escuchamos hablar de lo poco recomendable que es el consumo habitual en nuestra dieta de las carnes rojas y los productos procesados como pueden ser los embutidos, que tanto éxito tienen en España.

En el caso de la hidratación, la prudencia es aún mayor, puesto que se trata de productos alimenticios elaborados con grasas, conservantes, y gran cantidad de sodio. Cuando hay mucha sal, y se va concentrando en el torrente sanguíneo, el cerebro recibe una señal de sed, lo que nos hará beber agua constantemente y orinar a menudo.

Al tratarse de alimentos altamente procesados son más difíciles de digerir sobre todo para el sistema digestivo, y es cuando optan por consumir gran parte de las reservas de líquido del organismo, desestabilizando el equilibrio natural.

Fuente: https://www.20minutos.es/salud/nutricion/alimentos-mas-deshidratan-sin-que-sepas-5628493/

Beneficios del Té Matcha: innovaciones en productos alimenticios y bebidas

El té matcha ha ganado una popularidad considerable en la última década, trascendiendo su uso tradicional en la cultura japonesa para convertirse en un ingrediente estrella en la industria alimentaria global. Su perfil nutricional, junto con su versatilidad, ha impulsado a los desarrolladores de alimentos y bebidas a explorar nuevas aplicaciones y beneficios.

El té matcha es valorado no solo por su sabor distintivo, sino también por sus numerosos beneficios para la salud, ya que contiene una alta concentración de antioxidantes, en particular catequinas, que son conocidas por sus propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias. Además, el matcha es una fuente rica en L-teanina, un aminoácido que promueve la relajación sin causar somnolencia, y cafeína, que proporciona energía sostenida.

Las innovaciones en la industria alimentaria han llevado a la inclusión del té matcha en una variedad de productos, desde productos de panadería hasta snacks saludables.

El té matcha ha revolucionado el mercado de bebidas, ofreciendo alternativas saludables y funcionales a las bebidas tradicionales, marcas como Starbucks y PepsiCo han lanzado líneas de bebidas que incluyen matcha, aprovechando su perfil de salud para atraer a consumidores conscientes de su bienestar.

La innovación no se detiene en las bebidas calientes, se han desarrollado nuevas formulaciones de matcha en bebidas frías, listas para consumir, y en formato de polvo para batidos y smoothies. Estas innovaciones permiten a los consumidores disfrutar de los beneficios del matcha en diversas situaciones y momentos del día.

Té matcha en alimentos y bebidas: innovaciones y beneficios para 2024 (thefoodtech.com)

La nueva innovación en la industria alimentaria

Se ha creado Food Forward Lab, una innovadora plataforma capaz de conceptualizar, desarrollar, crear y validar ideas hasta incluso la creación final de dicho producto.

Su objetivo principal es ayudar a las diferentes empresas a tener un desarrollo efectivo y garantizado transformando así el sector alimentario. Ofrece soluciones apoyando a empresas de food service en su proceso de innovación.

Según Sergio Perdoné, CEO de Bebord Foods (empresa referente en el desarrollo de productos alimenticios disruptivos), «la plataforma es la oportunidad única para estar a la vanguardia de nuevos productos, demandas del mercado y tendencias del food service. Sin duda, una gran oportunidad para transformar ideas en soluciones reales».

En definitiva, es una plataforma que lleva a los diferentes negocios de la industria alimentaria al siguiente nivel y aumentando con ello la economía a nivel mundial ya que actualmente el sector agroalimentario es un pilar fundamental en ella.

Fuente: https://www.industriaalimentaria.org/blog/contenido/nace-food-forward-lab-una-plataforma-de-innovacion-para-la-industria-alimentaria

Un grupo de científicos chilenos potencia la agricultura espacial: prueban con lechugas y tomates

El equipo de la Universidad de Talca, liderado por el investigador Marco Molina, ha logrado cultivos que podrían subsistir en condiciones similares a las de Marte.

Los ambientes extremos, como los polos del planeta y los desiertos, son ideales para este tipo de experimentaciones, hay pocas plantas que puedan vivir bajo esas condiciones. 

Molina se preguntaba si ciertos microorganismos esenciales en la supervivencia de especies podrían generar un efecto similar en plantas que no son propias de las zonas extremas. Los resultados fueron positivos y los aplicaron a proyectos de restauración ecológica.

Para hacer uso de esos microorganismos en primer lugar el equipo de científicos construyó cámaras simulando las condiciones de Marte. En segundo lugar, un grupo de microbiólogos ambientales lograron seleccionar los mejores microorganismos del desierto de Atacama con experimentos de ensayo y error, poniéndolos precisamente en estas cámaras y así ver cuáles de éstos quedaban vivos.

“Una vez que encontramos los microorganismos vivos, vino un proceso de bioingeniería donde con cada uno vamos generando comunidades sintéticas: tomamos un microorganismo que genera un efecto, luego tomamos otro que genera otro efecto y así vamos haciendo una pequeña vecindad, una comunidad para obtener los resultados que nosotros queremos”, señala Molina.

El equipo ha trabajado con lechugas, tomates, espinacas y acelgas. Los resultados acercan a que Chile, desde las raíces, pueda tocar el espacio. Además, explica que la calidad nutricional de los vegetales asociados a los microorganismos es mucho mejor.

Fuente: https://elpais.com/chile/2024-09-30/un-grupo-de-cientificos-chilenos-potencia-la-agricultura-espacial-prueban-con-lechugas-y-tomates.html

La nutrición, factor clave e imprescindible para la salud mental

Por:

Dra. Carmen Amezcua

«Me siento triste y a veces enojada, vivo con dolor de cabeza, un cansancio crónico que lleva semanas, y por más que hago dietas no logro bajar de peso; se me están olvidando las cosas… ya no sé qué hacer». Estas son algunas expresiones de mis pacientes que llegan por primera vez a consulta, tras una exhaustiva búsqueda de respuestas. Comparto esta cita para introducir nuestra reflexión sobre la nutrición, un pilar fundamental para la salud mental.

Inicialmente, como psiquiatra, mi enfoque se centró en el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales, del comportamiento y las adicciones. Sin embargo, mi propia búsqueda me llevó a descubrir la Psiquiatría Integrativa, una disciplina que reconoce la complejidad del ser humano, considerando cuatro dimensiones fundamentales: estilo de vida, cuerpo, mente y propósito (espiritualidad). La Psiquiatría Integrativa nos recuerda que somos más que un conjunto de impulsos nerviosos; somos seres integrales y sensoriales, donde la salud se ve influida por factores internos y externos. La alimentación y los hábitos nutricionales desempeñan también un papel crucial en la salud mental.

Numerosos estudios respaldan la idea de que la alimentación tiene un impacto directo en la salud de nuestros órganos, incluido el cerebro, y por consiguiente, en nuestra salud mental. Un metaanálisis publicado en la revista Nutrients reveló que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados se asocian con un aumento del 44% en el riesgo de depresión y del 48% en el riesgo de ansiedad. Además, este tipo de alimentación acelera el deterioro cognitivo en un 28% en comparación con dietas menos procesadas. Los expertos advierten que por cada 10% de incremento en el consumo de ultraprocesados, las probabilidades de desarrollar demencia aumentan en un 25%.

Constantemente recibimos mensajes, incluso a través de slogans publicitarios, que nos animan a aumentar el consumo de frutas y verduras, alimentos naturales y a mantener una dieta equilibrada. Todos aspiramos a comer mejor y perder peso, pero lo verdaderamente importante, y a menudo pasado por alto en las conversaciones sobre nutrición, son los beneficios que ciertos alimentos aportan para mejorar el rendimiento mental, la energía, la concentración y, en general, optimizar las funciones cerebrales. En particular, los alimentos con propiedades nootrópicas naturales tienen el potencial de mejorar la memoria, la creatividad, la motivación y la atención (Noor Azuin et al, 2016).

Estos alimentos, que forman parte de la dieta tradicional en muchas culturas, son ricos en nutrientes y compuestos nootrópicos que favorecen la salud y el bienestar mental. Entre ellos destacan extractos como el ginseng siberiano, ginkgo biloba y rhodiola rosea; así como bebidas como el té verde, matcha, yerba mate y café; semillas de guaraná; cúrcuma; huevos (por su alto contenido en colina), betabel, brócoli, moras azules y chocolate amargo. Algunos estudios sugieren que enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, Huntington y el trastorno por déficit de atención han mostrado mejoras cuando se han incorporado estos alimentos a la dieta de los pacientes.

Entre los beneficios más importantes que el consumo de estos alimentos trae a la salud mental, destacan:

  • Activan el metabolismo cerebral: Estos alimentos estimulan la producción de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina, que son fundamentales para regular el estado de ánimo, la motivación y la atención. Además, favorecen la oxigenación cerebral y el flujo sanguíneo, lo que mejora la eficiencia cognitiva.
  • Protegen y regeneran las neuronas: Los antioxidantes presentes en estos alimentos combaten el estrés oxidativo, protegiendo a las neuronas del daño causado por los radicales libres. Asimismo, algunos compuestos estimulan la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas, lo que es especialmente importante en regiones del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
  • Influyen en la capacidad de aprendizaje y memoria: Los alimentos nootrópicos potencian la plasticidad sináptica, que es la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones neuronales. Esto se traduce en una mejora de la capacidad de aprendizaje, la retención de información y la resolución de problemas. Además, algunos compuestos pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a enfermedades neurodegenerativas.
  • Mejoran los reflejos y la percepción sensorial: Estos alimentos pueden aumentar los niveles de energía celular y mejorar la comunicación entre las neuronas, lo que se traduce en una mayor agilidad mental, mejores reflejos y una percepción sensorial más aguda.

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/opinion/La-nutricion-factor-clave-e-imprescindible-para-la-salud-mental-20240731-0037.html

Cultura y Gastronomía: ¿Cómo se relacionan?

Cultura y Gastronomía: Una Relación Histórica

El binomio entre cultura y gastronomía ha existido siempre, y es esencial para quienes estudian nutrición. La gastronomía refleja no solo la historia, geografía o política de una nación, sino también su cultura. Diferentes culturas tienen maneras particulares de cocinar y comer, lo que representa una forma de entender cómo son las personas y cómo interactúan entre ellas.

¿Qué es la Cultura Gastronómica?

La cultura gastronómica, o platos tradicionales, son las prácticas y creencias culinarias de una región, etnia o comunidad. Estos platos se transmiten de generación en generación, simbolizando la identidad cultural de un grupo y cómo los alimentos han influido en su desarrollo.

Impacto de la Migración y el Cambio Cultural

La emigración permite que las prácticas alimentarias viajen y se adapten en nuevas geografías. Aunque hay una tendencia hacia la fusión, las recetas tradicionales pueden transformarse o mantenerse dependiendo del entorno.

¿Qué factores culturales influyen en la alimentación?

La alimentación está influenciada por factores:

  • Geográficos:
    • Los factores geográficos influyen a la hora de construir la cultura gastronómica de un país. 
      • En primer lugar, hay que hacer referencia a la disponibilidad de un alimento. Siempre se habla, por ejemplo, de una China del arroz, en el sur, y una China del trigo, en el norte.
      • Por otra parte, la climatología influye en lo referente a qué se come. No en vano, un clima más frío requiere de un mayor aporte calórico. 
  • Sociales:
    • Los factores sociales son, también, determinantes. Por ejemplo, algunos elementos son propios de personas con un estatus social determinado, pero, también, entran en juego las creencias religiosas o éticas.
    • Una persona de un país musulmán, por ejemplo, no consumirá alimentos de cerdo. Y una persona vegana no ingiere ningún alimento de origen animal.
  • Económicos:
    • Los factores económicos también se deben tener en cuenta. La renta disponible, o si una sociedad es más o menos pudiente, influirán en la elección o elaboración de determinados platos.
    • Ahora bien, lo que suele suceder es que, en una misma sociedad, hay platos de consumo diario y otros para días especiales.
  • Culturales:
    • Los factores culturales de los alimentos son los siguientes:
      • Tabúes alimentarios: Son prácticas que prohíben a las personas ingerir determinados alimentos por motivos religiosos o de otro tipo. Por ejemplo, algunos judíos no comen cerdo porque está prohibido en la Torá.
      • Preferencias alimentarias: Son aspectos de la cultura de una persona que influyen en su preferencia por ciertos alimentos sobre otros. Por ejemplo, muchas personas de la India prefieren las comidas picantes porque las encuentran más sabrosas y apetecibles que las que viven en los países occidentales.
      • Normas de inocuidad de los alimentos: son reglamentos que dictan lo que se puede hacer con un alimento antes de que los consumidores lo vendan o lo coman.

Lo que aprendemos de una cultura a través de su gastronomía.

La comida es clave en la identidad cultural y la globalización ha complicado la asimilación cultural debido a la mezcla de influencias. Aunque el mundo se globaliza, las tradiciones y la gastronomía siguen siendo pilares de la identidad de cada país.

Fuente: https://www.universitatcarlemany.com/actualidad/blog/comida-cultura/

Alimentos inocuos para todos: innovaciones en estrategias de seguridad

La seguridad alimentaria ha evolucionado significativamente en los últimos años, impulsada por la creciente demanda de productos más seguros y transparentes por parte de reguladores y consumidores. Garantizar la inocuidad de los productos no es solo una exigencia normativa, sino también un diferenciador competitivo.

A medida que surgen nuevas tecnologías y soluciones avanzadas, las empresas están adoptando estrategias innovadoras que optimizan tanto los procesos de fabricación como el envasado, asegurando la máxima protección de los alimentos desde su producción hasta el consumo.

Asegurar la inocuidad de los alimentos requiere un enfoque integral que involucre diversas herramientas y prácticas a lo largo de toda la cadena de suministro.

Desde los sistemas de gestión de calidad, que garantizan el cumplimiento de normativas internacionales, hasta las tecnologías avanzadas como la trazabilidad digital, las herramientas para la inocuidad alimentaria son esenciales para prevenir y mitigar los riesgos de contaminación.

Sistemas como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control  permiten a los productores identificar y controlar los riesgos en puntos clave del proceso de producción. Asimismo, la implementación de tecnologías de vanguardia como blockchain y sensores de calidad facilitan una mejor trazabilidad y transparencia en la cadena de suministro, garantizando que los alimentos lleguen a los consumidores en condiciones seguras.

A lo largo de los últimos años, los estándares de seguridad alimentaria han evolucionado para adaptarse a los cambios en la cadena de suministro y a los desafíos emergentes en el sector. Las normativas internacionales, como las desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la GFSI, ofrecen guías claras sobre cómo las empresas deben gestionar los riesgos asociados a la inocuidad alimentaria.

Estos avances han sido esenciales para reducir los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos y para aumentar la confianza de los consumidores en los productos que consumen.

Conocer y aplicar estos estándares es fundamental para cualquier empresa que opere en la industria alimentaria, ya que le permite no solo cumplir con las regulaciones, sino también mantener una ventaja competitiva en un mercado globalizado.

Las empresas que implementan innovaciones tecnológicas en la fabricación y el envasado están mejor posicionadas para cumplir con las normativas y satisfacer las expectativas del mercado, la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, blockchain y materiales activos en el envasado está marcando la diferencia en la seguridad de los alimentos.

Tendencias en inocuidad y seguridad alimentaria: Tecnología y trazabilidad en la industria de alimentos en THE FOOD TECH® | SUMMIT & EXPO 2024

Productos de América que reinan en la cocina europea: cacao, patatas, tomate o pavo

Fusionar la pasión por comer y por la historia del arte no es sencillo, pero existe un libro donde se plasma cómo se representa en el arte, a partir del siglo XVI, la incorporación de los nuevos alimentos que entonces venían de América y eran exóticos como, por ejemplo, el pimiento, el pavo o el cacao.

Vanessa Quintanar, investigadora, docente universitaria y experta en Historia del Arte y de la Alimentación, es la autora del libro ‘Cibus Indicus. Alimentos americanos en las Artes y Ciencias de la Edad Moderna Europea (siglos XVI-XVIII)’, una obra que se fue haciendo «a fuego lento» durante muchos años, explica en ‘Más de uno’.

A nivel de investigación, hace años le surgió -gracias a la investigadora Carmen Simón- la oportunidad de realizar la biblioteca histórica-digital de la Real Academia de Gastronomía. Así, durante años estuvo realizando alrededor de 1.300 fichas bibliográficas de los libros más importantes que se han escrito en España desde el siglo XVI hasta la actualidad.

La llegada a América fue un «momento mágico» para la alimentación y el arte

En ese momento su cabeza se convirtió «en una palomitera» pensando en ideas hasta que decidió que quería hacer algo que aunase sus dos pasiones: la comida y el arte. Por tanto, buscó «un momento mágico en la historia en el que tanto la alimentación como el arte hubieran tenido una especie de revolución», cuenta Vanessa.

Tras darle varias vueltas llegó a la conclusión de que a partir de 1492, con la llegada a América, se incluyen una serie de alimentos que cambian para siempre la alimentación europea y que, además, surgen varios géneros artísticos que le dan una importancia central el mundo de la cocina, como no se le había dado desde el mundo romano con los bodegones y escenas de cocina y mercados.

El cacao, un producto de lujo que se extendió desde España por toda Europa

El chocolate era un producto de lujo, el oro negro que venía a América. En cuanto los españoles tienen conocimiento del cacao se dan cuenta de que están ante un producto especial. «Empiezan a ver que es consumido en rituales y que incluso los granos se usan como moneda», por lo que los primeros granos de cacao llegaban a la corte española en secreto y se guardaban en guardajoyas.

Durante muchos años el cacao fue saliendo de la corte española a otras monarquías europeas a través de los casamientos reales. La hija de Felipe IV, María Teresa de Austria, se casó con Luis XIV de Francia, y se llevó a su cocinera para que le preparase chocolate cada día para alegrarse. Así fue cómo el chocolate llegó a Francia.

La evolución del chocolate en Europa

El chocolate despertaba pasiones pero, a la vez, algo de miedo, pues se creía que era afrodisíaco y que otorgaba poderes. Los europeos lo transformaron y adaptaron añadiendo azúcar, especias como canela y de forma caliente.

En un principio es más como el café y a partir del siglo XVIII aparece el chocolate espeso típico español. «Es un producto muy interesante porque lo hacemos nuestro de alguna manera», dice Vanessa sobre su evolución.

Receta del pavo relleno al estilo Acción de Gracias

Por su parte, Gabriela Tassile -buena amiga del programa y chef embajadora de Marca País Argentina- nos enseña a preparar un plato cuyo elemento principal es un producto que viene de América. En concreto, nos da la receta del pavo relleno al estilo Acción de Gracias.

Fuente: https://www.ondacero.es/programas/mas-de-uno/audios-podcast/recetas-robin-food/productos-america-que-reinan-cocina-europea-cacao-patatas-tomate-pavo_20240507663a0023c18d400001bd6c5e.html

Un centenar de personas aprenden sobre la utilización de los insectos en la alta cocina en la primera sesión del ciclo “Chef y Ciencia” de la UPNA

El profesor Iñigo Ruiz de Escudero y el chef Diego Prado explicaron el uso de nuevos productos en las propuestas gastronómicas contemporáneas 

Un centenar de personas acudió ayer a la primera de las sesiones del ciclo divulgativo “Chef y Ciencia. Diálogos y degustación” de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), centrada en el uso de insectos en la alta cocina. En la sesión, el profesor del Grado en Ingeniería Agronómica y del Medio Rural de la UPNA y miembro del instituto IMAB Iñigo Ruiz de Escudero y el chef internacional Diego Prado analizaron para el público la ciencia y la investigación que hay detrás de las propuestas gastronómicas contemporáneas y el papel que en ellas desempeñan los insectos. 

 Preparación del helado de nata con hormiga.Preparación del helado de nata con hormigas.

Diego Prado, que ha desarrollado su carrera como responsable de laboratorios de I+D de diferentes restaurantes e instituciones como el Alchemist (en Copenhage, con dos estrellas Michelin y número 18 en la lista The World’s 50 Best Restaurants), o el Basque Culinary Center, expuso los resultados de diferentes proyectos europeos, su transferencia, implementación e impacto en las cartas de restaurantes gastronómicos y ofreció a los asistentes una degustación de diferentes conceptos culinarios resultado de dichos proyectos. Así, a lo largo de la sesión, el público asistente examinó muestras de insectos vivos en diferentes estadios, probó algunos de ellos alimentados y procesados de diferentes formas y, finalmente, tuvo la oportunidad de degustar un bisqué (sopa cremosa) de grillos y tenebrio, helado de nata con formica rufa (hormiga) y un té de frass de gusano de seda.

El formato dinámico y participativo de la sesión propició la intervención de expertos en diferentes ámbitos de la ciencia y tecnología de los alimentos, así como de profesionales del sector con interés en estas nuevas tendencias. De esta forma, el debate se centró en los diferentes enfoques del empleo de los insectos en la alimentación desde distintos puntos de vista, como la nutrición o el diseño de nuevos alimentos en la industria alimentaria. Se destacó el gran número de especies de insectos comestibles existentes en el mundo, así como sus limitaciones y posibilidades en la gastronomía, el marco regulatorio asociado al empleo de insectos en alimentación humana o la aceptación por parte de las personas consumidoras. 

Fuente: https://www.unavarra.es/sites/actualidad/contents/noticias/2023/05/31/un-centenar-de-personas-aprenden.html

La alimentación afecta al cambio climático

Para realizar la investigación los investigadores redujeron la cantidad de carne roja y procesada a la vez que duplicaron el consumo de frutas y verduras. Su conclusión: las dietas más sanas podrían contribuir a reducir hasta en un 17% las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos.

«Somos lo que comemos», reza un conocido dicho popular según el cual la dieta que seguimos tiene consecuencias directas en nuestra salud. Pero seguir una dieta sana es, además, una forma eficaz de cuidar el medio ambiente, al reducir la huella hídrica y de carbono causada no solo por la producción de alimentos, sino también por la reducción de los gastos sanitarios derivados de su consumo inadecuado.

Investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara analizaron los potenciales efectos que una dieta sana tiene no solo para la salud de los estadounidenses, sino también para la del planeta. Según datos del estudio, en Estados Unidos el sector alimentario es responsable de aproximadamente un 30% del total de emisiones de gases de efecto invernadero del país. La causa es la alta proporción de alimentos de origen animal presentes en la dieta media de los estadounidenses, quienes suelen consumir gran cantidad de carne roja y productos procesados en detrimento de frutas y verduras. Una alimentación poco saludable que se calcula es responsable del repunte de enfermedades cardiovasculares y del alto índice de los casos de obesidad y diabetes, enfermedades que causan al país un gasto anual 3 billones de dólares (unos 2,8 billones de euros), o lo que es lo mismo, el 30% de todo el gasto sanitario del país.

Menos carne roja y más frutas y verduras

Los científicos modificaron la dieta media de un grupo de estadounidenses (de unas 2.000 kilocalorías al día), reduciendo la cantidad de carne roja y procesada y duplicando el consumo de frutas y verduras. A través de modelos matemáticos, cuantificaron los beneficios que tenían para la salud y el medio ambiente. La conclusión: una alimentación sana reducía entre un 20 y un 40% de infartos de miocardio, cáncer colorrectal y diabetes de tipo 2, lo cual se traducía en una reducción de los costes sanitarios de 77.000 a 93.000 millones al año y en una disminución de entre 222 y 826 kilogramos de gases contaminantes por persona y año.

«Cambiando únicamente la mitad de la dieta comprobamos los efectos para la salud y para los costes sanitarios», afirma Cleveland. En términos de políticas medioambientales, según el investigador, las dietas más sanas podrían contribuir a reducir hasta en un 17% las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos . El investigador concluye que la importancia del estudio estriba en la demostración de la importancia de la alimentación en los programas de mitigación del cambio climático y la necesidad de tener en cuenta los factores medioambientales en la regulación del sector alimentario.

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/asi-afecta-alimentacion-cambio-climatico_11271