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Archivos anuales: 2024

‘Batch cooking’: la forma de ahorrar tiempo y dinero a la hora de cocinar

Hacer ‘batch cooking’ también reduce el estrés y es una excelente forma de mantener una alimentación saludable

Hoy te voy a contar en qué consiste esta técnica y cómo podemos llevarla a cabo de cara a la vuelta al trabajo. El ‘batch cooking’ no es más que un método de preparación de comidas que se basa en invertir un poco más de tiempo un día de la semana para tener unas preparaciones básicas que nos sirvan de base y que permita combinarlas durante la semana para preparar distintas cenas y comidas en un tiempo récord.

Generalmente se suele realizar en fin de semana, que es cuando podemos disponer de más tiempo libre, pero puedes hacerlo en cualquier momento que te venga bien. Para esto es importante planificar bien las comidas que vas a realizar durante la semana y hacer una lista de la compra acorde a ellas, así como tener claras las porciones que prepararás y el almacenamiento (recipientes, utensilios, etc.).

Por qué hacer ‘batch cooking’

  • Ahorro de tiempo: es una de las principales motivaciones por la que se realiza esta técnica. En lugar de tener que pensar y cocinar cada día la comida o la cena, con dedicarle una tarde o una mañana a ello, tienes solucionadas las comidas para todos los días.
  • Ahorro económico: el planificar todas las comidas de la semana y la lista de la compra con solo los productos que necesitas permite una optimización de los recursos económicos, ya que no vas a comprar de más ni sin ningún tipo de planificación.
  • Sostenibilidad: junto con la ventaja anterior, la sostenibilidad se produce a la hora de planificar las comidas y así no tener excedentes de ingredientes. Es decir, como la compra estará organizada para los platos que tienes pensado hacer esa semana, hay menor desperdicio alimentario y, por tanto, se vuelve en una técnica que permite en mayor medida la sostenibilidad. Además, al cocinar prácticamente todo de golpe gastarás menos energía a lo largo de la semana.
  • Alimentación saludable: el ‘batch cooking’ también facilita que lleves una dieta saludable, nutritiva y equilibrada, ya que al planificar y organizar las ingestas de la semana, evitamos las opciones que sean rápidas y poco saludables por tener poco tiempo.
  • Disminución del estrés: el tener el conocimiento de que la comida ya está preparada y que durante la semana no te tienes que preocupar de ello, supone una reducción en el estrés que se va sumando a lo largo del día.

Así se hace el ‘batch cooking’

Una vez ya te he convencido con todos los beneficios que supone esta herramienta para tu día a día, vamos a ver cómo puedes hacerlo de manera correcta. Para ello, el primer paso es la planificación de las comidas.

Dedica un momento a pensar qué vas a comer esa semana. Es importante que haya variedad de fuentes de todos los macronutrientes: proteínas, carbohidratos, grasas saludables y muchas frutas y verduras. Y de cuantos más colores mejor.

En segundo lugar, después de elaborar tu menú para la semana, haz tu lista de la compra con todo lo que necesitas comprar y con sus cantidades. Así no comprarás más cantidad de la necesaria ni tendrás que hacer más viajes al supermercado.

Una vez tenemos la compra hecha y tenemos claro lo que vamos a cocinar, es muy útil la preparación de los ingredientes y de los recipientes donde se almacenarán las preparaciones. Cuando lo tenemos todo a punto, solo queda ponernos manos a la obra. La clave es cocinar varias cosas al mismo tiempo, es decir, utilizar las dos bandejas de horno, por ejemplo, con diferentes ingredientes agrupados por tiempos de cocción.

Cómo almacenar los platos

También es importante tener en cuenta cómo vamos a almacenar los platos. Podemos dejar en la nevera los que vayamos a consumir en 1-3 días, y en el congelador aquellos que serán para final de la semana.

Lo más adecuado son los recipientes herméticos y no te olvides de poner la fecha en la que han sido preparados y qué contiene cada uno para no dar lugar a confusiones.

El ‘batch cooking’ es una herramienta muy útil para el día a día, especialmente para personas que no disponen de mucho tiempo para pensar cada día en lo que se va a comer o cenar. 

Fuente: ‘Batch cooking’: la forma de ahorrar tiempo y dinero a la hora de cocinar (abc.es).

La Diplomacia Culinaria: Cómo la Comida Conecta a las Culturas del Mundo»

La comida no solo es una necesidad biológica o una fuente de placer, también es una poderosa herramienta de diplomacia y entendimiento cultural. A lo largo de la historia, la gastronomía ha jugado un papel clave en el intercambio cultural, facilitando el diálogo entre diferentes pueblos y ayudando a superar barreras sociales y políticas.

Comida como Puente Cultural

La comida es un lenguaje universal, capaz de romper barreras y tender puentes entre diferentes culturas. Un ejemplo clásico de este poder de la gastronomía es la diplomacia culinaria. Países como Japón, México o Francia han utilizado sus tradiciones gastronómicas para promover su cultura en el escenario internacional. En 2010, la comida mexicana y la comida francesa fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento a la importancia de sus cocinas en la construcción de identidades nacionales.

Este tipo de reconocimiento no solo pone en valor la tradición culinaria, sino que también abre las puertas a la cooperación internacional, facilitando eventos como festivales gastronómicos, intercambios entre chefs y programas de turismo culinario. Al probar un platillo extranjero, las personas no solo disfrutan de sabores nuevos, sino que también se adentran en la cultura y la historia de otro país.

El Viaje de los Ingredientes: Un Intercambio Global

A lo largo de los siglos, el comercio y la migración han permitido que los ingredientes crucen fronteras y se integren en las cocinas de todo el mundo. El intercambio colombino, tras la llegada de los europeos a América, es uno de los ejemplos más conocidos de cómo los ingredientes transformaron las gastronomías a nivel mundial. El tomate, nativo de América, fue llevado a Europa y cambió la cocina italiana para siempre, al igual que el maíz y la papa revolucionaron las cocinas africanas y europeas.

Hoy en día, los ingredientes siguen viajando, trayendo consigo nuevas fusiones. En Perú, por ejemplo, la cocina nikkei es el resultado de la influencia japonesa en la gastronomía local, combinando técnicas e ingredientes de ambas culturas para crear platos innovadores como el ceviche de atún con salsa de soya.

Gastronomía y Poder Suave (Soft Power)

El «poder suave» es la capacidad de un país para influir en el mundo a través de su cultura, valores e instituciones, y la gastronomía juega un papel central en esta estrategia. Países como Tailandia han promovido su cocina a través de programas internacionales de formación de chefs y apertura de restaurantes en el extranjero, lo que ha ayudado a difundir su cultura y atraer turistas.

Otro ejemplo interesante es el uso de la comida en las relaciones diplomáticas. Las cenas de Estado, donde los líderes mundiales se reúnen para discutir temas políticos, suelen incluir platos tradicionales que representan la identidad cultural del país anfitrión. Estas cenas no solo son una oportunidad para disfrutar de la gastronomía local, sino que también fomentan el entendimiento y la cooperación entre naciones.

La Fusión Gastronómica: Un Producto de la Globalización

La globalización ha permitido el intercambio constante de sabores y técnicas culinarias, lo que ha dado lugar a las cocinas fusión. La fusión no es algo nuevo: durante siglos, las culturas han adoptado y adaptado platos e ingredientes de otras partes del mundo. Sin embargo, en la actualidad, este fenómeno ha alcanzado un nuevo nivel de creatividad e innovación.

Un buen ejemplo es la cocina Tex-Mex, que combina la gastronomía mexicana con la estadounidense, o la cocina chifa de Perú, una mezcla de la cocina china con la peruana. Estas fusiones son un testimonio de cómo la comida no solo refleja la historia de las migraciones y los intercambios culturales, sino también cómo las culturas pueden adaptarse e innovar sin perder su identidad.

Conclusión: La Comida como Herramienta de Conexión

En un mundo cada vez más interconectado, la comida sigue siendo una de las formas más efectivas de unir a las personas. A través de la gastronomía, las culturas pueden compartir su historia, valores y tradiciones, fomentando el entendimiento y la cooperación entre naciones. La próxima vez que disfrutes de un plato extranjero, recuerda que no solo estás saboreando una receta, sino también una parte de la historia y la cultura de otra sociedad.

Polémica alimentaria en las salas de cine

Desde hace mucho tiempo una polémica ha rondado las salas de cine respecto a si es legal o no prohibir llevar comida de fuera y a continuación encontramos un análisis de este problema:

¿Es legal? En cierto modo, los cines tienen un par de leyes a las que agarrarse, pero con las uñas. El decreto 86/2013 regula las actividades clasificadas y espectáculos públicos, y en Yelmo dicen que su actividad económica ahora es también la de “Servicios especiales de restaurante, cafetería y café-bar” (epígrafe 674.6 IAE), Así que estaría prohibido traer la comida de casa. ¿La trampa? Es un reglamento (no ley) que afecta a la Comunidad Autónoma de Canarias.

Además, los carteles se refieren al artículo 7 del reglamento de Admisión de personas en los establecimientos de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, aprobado por Decreto 10/2003 (modificado por Decreto 211/2018), y que permite a los locales impedir el acceso de espectadores con comida. Pero hay otro problema (para las salas): los cines no pueden acogerse a ello porque no son establecimientos de hostelería o de ocio y esparcimiento, conforme a la clasificación del Decreto 155/2018 (Nomenclátor).

La conclusión es la siguiente: come lo que quieras. La conclusión está más o menos clara, desde el punto de vista legal: una cosa sería prohibir el consumo de alimentos de todo tipo. Pero si lo permite indirectamente con la instalación de un bar que venda comida y bebida, no puede prohibir el consumo de productos de fuera porque su actividad principal no es la restauración. El derecho de admisión para todo tipo de locales existe, pero tiene que producirse en base a unos criterios razonables y que no puedan considerarse abusivos.

La última polémica en las salas de cine

Alimentación, libertad religiosa y obligaciones positivas de los poderes públicos

La elección de los alimentos no solo es una cuestión de gusto o nutricional, también está condicionada por la cultura y las convicciones. En una sociedad cada vez más plural, las reglas alimentarias por razón de convicción no siempre encuentran su fundamento en la religión, el veganismo es un ejemplo, pero, en algunas ocasiones, la alimentación puede estar fuertemente determinada por razones de pertenencia religiosa, estando sujeta su ingesta a reglas que prohíben/permiten el consumo de determinados alimentos.

La mayor parte de las veces, alimentarse de acuerdo con las propias convicciones es un acto que se ejercita en la vida privada, en un ámbito de libertad que el derecho en principio sólo tiene que respetar. Sin embargo, en determinadas circunstancias, alimentarse de acuerdo con las convicciones necesita la intervención de la Administración Pública. Esto ocurre cuando las personas se encuentran en situaciones de dependencia de la Administración por estar internas en un hospital, centro penitenciario, centro de internamiento de extranjeros, centro de menores, en régimen de acuartelamiento …, o cuando la oferta de menús diferenciados en los centros docentes facilita la conciliación a los padres.

Los casos que han llegado a los tribunales muestran que la Administración no siempre atiende de forma satisfactoria las demandas formuladas por razón de convicción, incluso en aquellos casos en que existe una regulación normativa que prevé atender estas demandas; tampoco se encuentran buenos ejemplos entre la jurisprudencia existente. Un ejemplo nos permite observar cómo un tribunal ha abordado la denegación por parte de la Administración de una petición de menú sin cerdo y derivados en un centro público y sustituirlo por otro alimento similar en valor nutricional. Así, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en sentencia 388/2015, de 16 de junio, desestimó el recurso por entender que “no existe norma alguna que permita amparar de forma expresa la petición que se intenta hacer valer en el recurso”. Además, basa su argumentación denegatoria en un potencial riesgo que para los derechos fundamentales de los demás supondría aceptar una diversificación de menús basados en las convicciones.

Con carácter general, la respuesta que se dé a una demanda de menú diferenciado gira en torno a estas dos preguntas: alimentarse de acuerdo con las creencias ¿forma parte del derecho fundamental de libertad religiosa/conciencia? En caso de respuesta positiva ¿la Administración en los casos enunciados tiene obligaciones positivas? Dicho de otra forma, ¿debe adoptar medidas que faciliten el ejercicio de ese derecho?

ALIMENTACIÓN Y LIBERTAD RELIGIOSA

Una aproximación desde los distintos niveles normativos (multinivel) en Europa muestra que la alimentación no es recogida de forma expresa como una manifestación de la libertad religiosa en el ámbito europeo. El art. 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 4 de noviembre de 1950 (en adelante CEDH) reconoce la libertad de pensamiento, conciencia y religión, así como la libertad de manifestar la religión, y en los mismos términos se manifiesta la redacción del art. 10 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión europea de 7 de diciembre de 2000 (en adelante CDFUE). Expresiones genéricas de contenido muy amplio que necesitarán concretarse en el momento de ser aplicadas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante TEDH) (Jakóbski v. Poland, 7 de marzo de 2011; Vartic v. Romenia, 10 de octubre de 2012; Neagu v. Romenia, de 10 de noviembre de 2020 y Saran v. Romenia, de 10 de febrero de 2021) ha manifestado que las reglas alimentarias pueden ser consideradas una expresión directa de las creencias y, en consecuencia, entrar dentro del ámbito de protección del artículo 9 del CEDH que protege la libertad de pensamiento, conciencia y religión. La idéntica redacción de los dos preceptos (CEDH y CDFUE) permite que los criterios de interpretación establecidos por el TEDH sean también extensibles al ámbito de la Unión Europea (art. 52.3 de la CDFUE).

En el ordenamiento jurídico español, la Ley Orgánica 5/1980, de Libertad Religiosa, al describir el contenido del derecho de libertad religiosa en el artículo 2.1.a) se refiere a “manifestar libremente sus propias creencias”. Utiliza también un término genérico, cuyo contenido habrá que ir concretando, sin mencionar de forma expresa entre las manifestaciones de la libertad religiosa la alimentación. Sin embargo, la vinculación de la libertad religiosa con la alimentación se encuentra de forma clara en la normativa de carácter sectorial reguladora de aquellas situaciones de sujeción especial en que se pueden encontrar las personas (a modo de ejemplo, en el art. 21.2 de la Ley Orgánica 1/1079, de 26 de septiembre, General Penitenciaria y en el art. 230.3 del Real Decreto 190/1996, de 7 de febrero, por el que se aprueba el desarrollo reglamentario de la mencionada ley).

Asimismo, los Acuerdos firmados entre el Estado español con la Comisión islámica y con la comunidad judía (aprobados por Ley 26 y 25 de 1992 respectivamente) se refieren a las diversas fases de la cadena alimentaria: sacrificio de animales de acuerdo con el rito religioso, preparación y producción, distribución y comercialización y consumo, con el objetivo de garantizar su adecuación a las reglas exigidas por la Ley islámica con la marca halal, y kasher en el caso de los judíos (art. 14). Además, el Acuerdo firmado entre el Estado español y la Comisión islámica en el art. 14.4. recoge el compromiso de los poderes públicos de procurar adecuar a los preceptos religiosos la alimentación de los internos en establecimientos públicos y a los alumnos en los centros docentes públicos y concertados.

Así pues, a la vista de los distintos niveles normativos, europeo y derecho interno, se puede afirmar que alimentarse de acuerdo con las reglas religiosas forma parte del contenido de la libertad religiosa implícitamente comprendido en el bloque de constitucionalidad (Constitución española y Ley Orgánica de Libertad Religiosa) y de forma expresa en la legislación de desarrollo, los Acuerdos mencionados, así como implícitamente comprendido en los documentos normativos europeos y concretado en la jurisprudencia del TEDH.

Dejando de lado las fases que tienen que ver en mayor medida con la dimensión económica, y aun siendo consciente de su importancia para garantizar un consumo adecuado a las prescripciones marcadas por las creencias, me detendré en el consumo. En esta fase hay que distinguir dos situaciones, la primera en la que el consumo se produce en el ámbito de la vida privada y, por tanto, es un acto de libertad, sin más condicionantes. La segunda situación es aquella en que la persona necesita la intervención de la administración porque se encuentra en situaciones de dependencia de la Administración por estar interna en un hospital, centro penitenciario, centro de internamiento de extranjeros, centro de menores, en régimen de acuartelamiento …, y  también habría que incluir la oferta de menús en los centros docentes que facilita la conciliación a los padres. 

Si bien es cierto que la intervención de los poderes públicos es necesaria incluso cuando el consumo se despliega en un ámbito de libertad (sacrificio de animales, marcas que garanticen el cumplimiento de las reglas religiosas…) para facilitar el ejercicio de este derecho, lo es mucho más en aquellos casos en que las personas se encuentran en una situación de dependencia de un establecimiento público o en los que la intervención de la Administración facilita la conciliación como es el caso de los menús escolares. En consecuencia, puede afirmarse que se derivan obligaciones positivas por parte de los poderes públicos que se concretan en la adopción de medidas razonables y proporcionadas que aseguren el cumplimiento de este derecho. Sin embargo, ningún derecho es absoluto y en su aplicación los poderes públicos pueden verse obligados a ponderar los derechos o bienes en juego. La decisión que resulte de esta ponderación debe ser razonable y proporcionada, esto es, que el daño que se produzca no sea superior al que se intenta evitar.

LAS OBLIGACIONES POSITIVAS DE LA ADMINISTRACIÓN EN LOS ESTABLECIMIENTOS PÚBLICOS

Con carácter general el mandato de intervención de los poderes públicos, incluso en los derechos de libertad, para facilitar el ejercicio de los derechos fundamentales se encuentra recogido en el art. 9.2 de la CE. En particular en el ámbito de la alimentación, las obligaciones positivas, que consisten en adoptar aquellas medidas que faciliten el ejercicio del derecho, adquieren mayor relevancia cuando deben ser aplicadas en ámbitos en que si no fuera por la intervención de la administración, el derecho a alimentarse de acuerdo con las creencias no podría ejercitarse o supondría un obstáculo. La regulación normativa contribuye a facilitar a quienes aplican la norma los elementos que deben ser tenidos en cuenta para decidir si debe atenderse o no esa demanda.

Así, la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria, prevé en el art. 21 tener en cuenta en la alimentación “en la medida de lo posible” las convicciones religiosas y filosóficas. El desarrollo reglamentario de la mencionada ley por el RD 190/1996, concreta la amplitud de la expresión “en la medida de lo posible” en el art. 230 apartado 3 del siguiente modo: “La Autoridad penitenciaria facilitará que los fieles puedan respetar la alimentación… siempre que las disponibilidades presupuestarias, de seguridad y vida del centro y los derechos fundamentales de los demás internos” lo permitan.

También el Acuerdo con la Comisión Islámica de España se refiere en el artículo 14.4 a que se procurará adecuar (la alimentación) a los preceptos religiosos islámicos, así como el horario de comidas durante el mes de ayuno (Ramadán) en aquellos casos en que lo solicite la persona se encuentra internada en “centros o establecimientos públicos, y de los alumnos musulmanes en centros docentes públicos y privados.

No se pueden dejar de mencionar otras aportaciones como la Guía de apoyo a la gestión pública de la diversidad religiosa en el ámbito de la alimentación, que contribuyen a orientar/formar a quienes son responsables de tomar decisiones en esta materia. En el ámbito educativo, hay que citar la Guia per al respecte a la diversitat de creences als centres educatius de Catalunya.

En el ámbito educativo, las competencias de los comedores escolares en centros públicos corresponden a las comunidades autónomas; tiene carácter supletorio la Orden de 24 de noviembre de 1992, que se limita, al mencionar los menús, a las necesidades dietéticas del alumnado, sin contemplar la alimentación por razones de religión. Según esta norma, el menú escolar será igual para todo el alumnado, aprobado por el Consejo escolar, que deberá atender las necesidades dietéticas del alumnado. La normativa autonómica es muy diversa en lo que se refiere a la previsión de un menú acorde con las convicciones, recogiendo, a veces, el menú sin cerdo para los musulmanes y en muy escasas ocasiones, se recoge con carácter general el menú basado en motivos religiosos debidamente fundamentados. En todo caso, será el Consejo escolar de los centros el que atienda las solicitudes de un menú diferenciado por razones de religión. En su decisión el mencionado órgano deberá tener en cuenta la normativa indicada en el anterior apartado, esto es, que se trata de la manifestación de un derecho fundamental y que su función consiste en facilitar el derecho, salvo que existan causas debidamente justificadas que expliquen que no se puede atender la demanda (organización, coste…). Un avance significativo en esta materia supondrá la entrada en vigor del Proyecto de Real Decreto que desarrollará los arts. 40 y 41 de la Ley 17/2011, de 5 de julio de Seguridad alimentaria y Nutricional, que en el art. 4.7 dice así: “Se tendrán siempre en cuenta la disponibilidad de menús especiales por motivos culturales, éticos o religiosos” y en el 8.4 “Se dispondrá de menús especiales para el alumnado que lo requiera, por motivos culturales, éticos o religiosos, o, en su caso, se dispondrá de los medios de conservación y calentamiento específicos para estos menús.”. Asimismo, el art. 11 prevé sanciones para el caso de incumplimiento de lo establecido en la norma. Habrá que esperar a su publicación para comprobar que se mantiene la mencionada redacción.En definitiva, la petición concreta de un menú diferenciado por motivos de conciencia debe llevar a la administración a ponderar diversos aspectos que entran en juego, desde los nutricionales a las dificultades de financiación, organización, seguridad… que puedan derivarse de esta petición. El análisis de los intereses en juego debe ser de fondo y no meramente formal, esto es, que mencionando cualquiera de esas dificultades, sin conectarlas con hechos concretos que las acrediten, se justifica la denegación. El análisis de fondo exige que se verifique que las dificultades se corresponden con la realidad analizada, con hechos, y no sobre la base de potenciales riesgos. La decisión que se adopte sea esta positiva o negativa, debe ser razonable, proporcionada y resultado de una justa ponderación por parte de la Administración que deniega. En aquellos casos en que no se realiza un justo equilibrio entre los intereses de las autoridades responsables del establecimiento público y los de los interesados, se produce una lesión del derecho fundamental a recibir una alimentación acorde con las creencias religiosas. En este sentido se ha pronunciado el TEDH en Jakóbski v. Poland, en relación con las instituciones penitenciarias, al considerar que ha habido vulneración del art. 9 de la CEDH porque la argumentación “no ha logrado un justo equilibrio entre los intereses de las autoridades penitenciarias y los de los interesados…”. Afirmación trasladable a cualquier situación que requiera de la intervención de la Administración para facilitar el derecho, también para la conciliación en las familias como ocurre con el caso de los comedores escolares.

«Sostenibilidad en la Cocina: Un Regreso a las Raíces Culturales»

¡Con gusto! Aquí tienes otros dos blogs desarrollados sobre alimentación y cultura, abordando temas como la sostenibilidad y el intercambio cultural a través de la gastronomía.


Blog 3: «Sostenibilidad en la Cocina: Un Regreso a las Raíces Culturales»

La sostenibilidad es uno de los temas más importantes de nuestra era y está transformando la manera en que producimos, consumimos y pensamos sobre los alimentos. Curiosamente, muchas prácticas sostenibles modernas se basan en tradiciones culinarias ancestrales, que priorizaban el equilibrio con la naturaleza y el uso responsable de los recursos.

Agricultura Tradicional: El Camino Hacia la Sostenibilidad

Antes de la llegada de la industrialización, muchas culturas utilizaban métodos agrícolas sostenibles que garantizaban la regeneración de la tierra. Un ejemplo claro es la milpa en Mesoamérica, un sistema agrícola que combina cultivos como el maíz, los frijoles y la calabaza, que se complementan mutuamente. Este enfoque no solo enriquece el suelo, sino que reduce la necesidad de fertilizantes artificiales y plaguicidas. A día de hoy, algunas comunidades indígenas siguen utilizando este método, promoviendo una conexión profunda con la tierra y la biodiversidad local.

En contraste, la industrialización y la globalización han traído consigo prácticas agrícolas intensivas que, aunque aumentan la producción, también han degradado el medio ambiente. Sin embargo, el interés por recuperar prácticas tradicionales y sostenibles está creciendo, sobre todo entre movimientos que promueven la permacultura y la agroecología.

Comida Local y de Temporada: Rescatando Costumbres

Una tendencia importante en el movimiento de la alimentación sostenible es el regreso a la comida local y de temporada, algo que era norma en generaciones pasadas. En muchos países, las tradiciones culinarias están íntimamente ligadas a las estaciones del año y los ingredientes disponibles. En Japón, por ejemplo, la práctica de comer de acuerdo con las estaciones, conocida como «shun«, es fundamental en la gastronomía, ya que cada estación ofrece ingredientes frescos y únicos, como el pescado en invierno o las verduras de hoja en primavera.

Hoy en día, los mercados de agricultores y los productos de proximidad están experimentando un renacimiento, no solo por la frescura y la calidad de los alimentos, sino también porque este enfoque reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos.

El Desperdicio de Alimentos: Un Problema Global con Soluciones Locales

El desperdicio de alimentos es uno de los mayores desafíos que enfrentamos a nivel mundial. Sin embargo, muchas culturas han desarrollado prácticas para aprovechar al máximo los recursos disponibles. En la cocina china, por ejemplo, es común utilizar cada parte de un animal en distintos platillos, desde el hígado hasta los huesos, mientras que en países como Italia, el pan duro se convierte en platos deliciosos como la «panzanella» o «ribollita».

Recientemente, algunos chefs y activistas han empezado a promover el concepto de «cero desperdicio», inspirados en estas tradiciones. Restaurantes y hogares están aprendiendo a reutilizar ingredientes sobrantes de formas creativas, ayudando a reducir el impacto ambiental y fomentar un consumo más responsable.

Conclusión: El Futuro Sostenible Está en el Pasado

A medida que nos enfrentamos a los desafíos del cambio climático y la escasez de recursos, es esencial mirar hacia el pasado y aprender de las prácticas culinarias sostenibles que muchas culturas han mantenido durante siglos. La comida no solo debe ser deliciosa, sino también ética, respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable. Al rescatar estas tradiciones, no solo preservamos nuestra herencia cultural, sino que también construimos un futuro más sostenible para las próximas generaciones.

Receta de morteruelo de Cuenca, un clásico manchego para untar y disfrutar a base de carne

El morteruelo es un contundente untable a base de carne de cerdo que, si tenemos suerte, podemos engordar a base de caza. Popular, pastoril y tradicional, el morteruelo es uno de esos platos que merece la pena recuperar y reivindicar de la cocina más auténtica.

En este caso nos atrevemos con este morteruelo que veréis que lleva algunas piezas de caza. La otra clave, además, es que utilicemos ciertas especias que se encargarán de saborizar y aromatizar la mezcla, haciéndola muy intensa aunque equilibrada e incluso con un cierto regusto dulce.

INGREDIENTES

Para 6 personas

  • Manteca de cerdo ibérico cucharadas2
  • Pimentón dulce cucharadita1
  • Pimienta negra molida cucharadita1
  • Semillas de alcaravea cucharadita1
  • Comino molido cucharadita1
  • Canela molida cucharadita0.5
  • Clavo de olor cucharadita0.5
  • Hígado de cerdo250 g
  • Liebre media o medio conejo de monte
  • Perdiz1
  • Gallina media
  • Panceta250 g
  • Jamón serrano punta1
  • Sal
  • Agua
  • Pan de hogaza viejo en dados150 g

Dificultad: Fácil

  • Tiempo total20 m
  • Elaboración10 m
  • Cocción10 m

Ponemos las carnes menos el hígado a cocer en agua hasta cubrir con punta de sal hasta que estén tiernas, unas dos horas a fuego suave. Retiramos del fuego y desmigamos bien todo, reservándolo para añadir al final.

En una cazuela aparte sofreímos el hígado cortado en dados de 2,5 centímetros. Lo retiramos, sofreímos el pan duro y lo retiramos también.

Añadimos las especias a esa cazuela, y las tostamos a fuego suave dos minutos. Mojamos con parte del caldo de cocer las carnes e incorporamos el pan y el hígado y trituramos, poniendo a punto de sal.

Agregamos las carnes desmigadas y caldo caliente si estuviera muy denso, pues tiene que quedar con textura de puré espeso en caliente, pero no un mazacote. Servimos en caliente con pan tostado, que nos ayudará a comerlo.

«La Evolución de la Comida en la Era Moderna: Entre la Tradición y la Innovación»

En la era moderna, el mundo culinario está experimentando una transformación sin precedentes. Mientras algunos luchan por preservar las recetas tradicionales, otros están buscando nuevas formas de interpretar la comida en función de la tecnología, la salud y las nuevas tendencias.

La Revolución de la Comida Saludable

Uno de los mayores cambios en la alimentación moderna es el auge de las dietas basadas en alimentos más saludables. En un mundo cada vez más consciente del impacto de la comida en la salud, los productos orgánicos, las dietas veganas y las opciones libres de gluten han ganado popularidad. Sin embargo, estos movimientos también reflejan una dinámica cultural interesante: mientras algunas culturas tradicionales han consumido alimentos saludables durante siglos (piensa en la dieta mediterránea o la cocina japonesa), en otras, como la estadounidense, esta tendencia es relativamente nueva y está impulsada por la necesidad de contrarrestar problemas como la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta.

En México, por ejemplo, la tendencia hacia alimentos saludables ha resurgido en los últimos años con el redescubrimiento de ingredientes ancestrales como la chía, el nopal o el amaranto, que ya eran parte de la dieta prehispánica. Este retorno a lo tradicional refleja una necesidad de reconectar con las raíces culturales, pero también responde a una creciente demanda por alimentos nutritivos y naturales.

La Tecnología y la Comida del Futuro

La tecnología ha empezado a jugar un papel crucial en la manera en que producimos y consumimos alimentos. Los avances en la agricultura, como el uso de drones para monitorear cultivos o las granjas verticales, están revolucionando la producción de alimentos, permitiendo una mayor eficiencia y sostenibilidad. Al mismo tiempo, la impresión 3D de alimentos y la carne cultivada en laboratorio podrían cambiar radicalmente nuestra idea de lo que es “comida”.

Sin embargo, estos cambios tecnológicos también plantean preguntas sobre la autenticidad y el impacto en la cultura culinaria. Si bien estos avances pueden ayudar a resolver problemas de escasez de alimentos, ¿cómo afectarán la conexión emocional y cultural que las personas tienen con sus comidas tradicionales?

La Comida como Experiencia Social

En la actualidad, la comida ha pasado de ser una simple actividad para saciar el hambre a convertirse en una experiencia social y cultural. Los restaurantes ya no solo ofrecen comida, sino que buscan contar historias y crear experiencias multisensoriales. Los chefs de alta cocina ahora actúan como artistas, creando platillos que no solo buscan satisfacer el paladar, sino también sorprender a los comensales con presentaciones innovadoras y técnicas vanguardistas.

El auge de los «food trucks» y los mercados de comida callejera también refleja esta nueva tendencia. La comida callejera, que alguna vez fue vista como una opción barata, ahora está ganando protagonismo en las grandes ciudades. Desde los tacos en México hasta los dumplings en las calles de Hong Kong, estos platos han pasado de ser alimentos cotidianos a convertirse en una forma de arte culinario.

Conclusión: El Equilibrio entre Innovación y Tradición

A medida que la alimentación sigue evolucionando, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación y la preservación de las tradiciones. Las tendencias modernas ofrecen nuevas y emocionantes posibilidades, pero también es fundamental recordar que la comida es una parte vital de nuestra herencia cultural. Al combinar lo mejor de ambos mundos, podemos disfrutar de una alimentación rica en historia, sabor y significado, sin perder de vista hacia dónde nos dirigimos en el futuro.

España suma más restaurantes que nunca: abren 3.500 en el último año

«Bares, qué lugares tan gratos para conversar….». La canción de Gabinete Caligari cobra más fuerza que nunca. Según el informe anual presentado hoy por la patronal Hostelería de España, el año pasado se abrieron un total de 5.123 bares y restaurantes. Es una cifra que no solo supone un incremento del 1,9% respecto al año anterior, hasta alcanzar un total de 279.516, sino que es además el mayor aumento en la última década.

Según ha destacado Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, a pesar de que en el último año ha habido algo más de 800 aperturas, «el número de bares se ha ido reduciendo de forma sustancial en los últimos años» y está muy lejos de las cifras de hace una década cuando se llegaron a alcanzar 197.391 locales. Pero otra cosa son los restaurantes. El sector ha sumado 3.514 locales y suma ya un total de 83.879 establecimientos, la cifra más alta de la historia.

El anuario muestra que en 2023 se han recuperado ya prácticamente los datos prepandemia, superando en la primera mitad del año las cifras alcanzadas en 2019 en casi la totalidad de los indicadores, debido a la fortaleza tanto de la demanda nacional, como de la extranjera con un fuerte impulso de esta última. Gallego ha resaltado, no obstante, que «el ritmo de crecimiento en la segunda mitad según se iba afianzando la recuperación de los datos prepandemia que ya se inició el año anterior»

Crecimiento

En cualquier caso, debido al ritmo de evolución del sector a lo largo del año, el balance será positivo y supondrá un crecimiento que se situará entre un 5 y un 10% en la media de 2023 respecto al año anterior. Otra cosa son los márgenes, que según la patronal, se siguen reduciendo y siguen muy lejos de los índices de rentabilidad previos a la pandemia

https://www.eleconomista.es/retail-consumo/noticias/12590895/12/23/espana-suma-mas-restaurantes-que-nunca-abren-3500-en-el-ultimo-ano.html

Cerca del 90 % de los adolescentes tienen que mejorar la calidad de la dieta

El 94 % de los chicos y el 89 % de las chicas de la Cataluña Central consumen fruta, verdura, cereales, leche y derivados lácteos con menos frecuencia de la que recomiendan las guías alimentarias de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Por el contrario, comen carnes procesadas, dulces, refrescos y aperitivos más a menudo de lo que establecen las mismas recomendaciones, motivo por el cual consumen alimentos con alto contenido en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos. El resultado de estos hábitos de consumo es que la dieta de estos y estas jóvenes tiene un alto contenido energético y un bajo valor nutricional.

Esta es la principal conclusión del estudio publicado en abierto en la revista Nutrients. El trabajo se ha llevado a cabo aprovechando los datos recogidos en el marco del proyecto DESKcohort, impulsado por UManresa, que recoge datos sobre hábitos relacionados con la salud entre jóvenes de la Cataluña Central.  Los datos utilizados para elaborar el estudio forman parte de las 7.319 encuestas que se hicieron a jóvenes de entre 12 y 18 años escolarizados en 65 centros de la Cataluña Central durante el curso académico 2019-2010.

Diferencias en la calidad de la dieta

Según Ester Colillas, investigadora principal del estudio, el análisis de los datos que se recogen en el estudio permite concluir que «una peor calidad de la dieta se asocia a características sociodemográficas tales como, que los progenitores tengan un menor nivel educativo y tener un peor rendimiento académico. En el caso de las chicas, además, se suma como factor condicionante presentar un estado de ánimo bajo«. Los datos constatan también que consumir alcohol y/o tabaco y hacer un uso problemático del móvil incide también en la calidad de la dieta, y lo hace negativamente.

A pesar de que tanto los chicos como las chicas tienen una dieta de baja calidad, los datos son peores en el caso de los chicos. Según las investigadoras, esto podría estar relacionado con una mayor preocupación por parte de las chicas en cuanto a la relación entre dieta, salud e impacto en el cuerpo, y también por un mayor interés y conocimiento acerca de cuestiones nutricionales.

Por otro lado, en cuanto a las chicas, la relación entre el bajo estado de ánimo y la calidad de la dieta es coherente con otros estudios que muestran una relación entre el género y las motivaciones emocionales en la elección de alimentos para hacer frente al estrés, o como consuelo cuando la persona está deprimida.

La influencia del nivel de estudios de los progenitores en la dieta

En cuanto a la relación entre la educación de los progenitores y la calidad de la dieta, las conclusiones del estudio coinciden con otros trabajos que también evidencian que un mayor nivel de estudios de los progenitores se relaciona con la adopción de conductas alimentarias más saludables, concretamente en lo relativo al consumo de frutas y verduras. El bajo consumo de frutas y verduras también se relaciona con un bajo rendimiento académico, según la evidencia científica.

Hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y tabaco, el uso problemático de tecnologías como el móvil y el incumplimiento de recomendaciones sobre actividad física se relacionan también con una peor calidad de la dieta de los jóvenes.

Los resultados del estudio constatan la necesidad de incidir en los hábitos alimentarios de las personas jóvenes. La adolescencia, explica Ester Colillas, «es un periodo clave para consolidar estilos de vida saludables y hábitos alimentarios adecuados que perduren en la edad adulta. Por este motivo es necesario mejorar la calidad de la dieta de la mayoría de las personas adolescentes a través de programas de promoción de la salud como parte integral del programa educativo de los centros escolares para evitar el aumento de las desigualdades nutricionales y de salud».

https://www.uoc.edu/es/news/2024/las-personas-adolescentes-tienen-que-mejorar-la-calidad-de-la-dieta

‘Veggie’ plato: así es la versión verde inspirada en Harvard que ayuda a los vegetarianos a equilibrar sus nutrientes

Para personas que desean comer menos carne por motivos de sostenibilidad y ética, a veces es complicado equilibrar las raciones. Una iniciativa disipa dudas

Una tendencia imparable: el veganismo y el vegetarianismo está ganando cada vez más interés en la población. Según el informe The Green Revolution: Understanding the veggie revolution de Lantern, aproximadamente uno de cada 10 ciudadanos en España sigue una dieta basada en vegetales, eliminando o reduciendo al máximo los productos de origen animal.

Este estudio recoge que el 0,5% de la población española se identifica como vegana -no toma ningún producto animal, aunque no implique la muerte del ser vivo, como la miel, la leche o el huevo-; el 1,5% se define como vegetariana -sí toman derivados del animal- y el 7,9% flexitariana, es decir, siguen una dieta vegetariana pero consumen carne o pescado de manera ocasional. Se aducen preocupaciones sobre el bienestar animal, la salud y el cambio climático como razones de estas elecciones alimentarias.

Los veganos presentaron mayor deficiencia de vitamina D y mayor actividad de resorción ósea. Por lo tanto, en este informe se concluye que los vegetarianos, y especialmente los veganos, deben planificar adecuadamente su dieta y considerar la suplementación con vitamina D para reducir el riesgo de pérdida ósea. Muchos nutricionistas, además, insisten en la necesidad de complementar con vitamina B12, que se encuentra principalmente en productos de origen animal. El estudio Vitamin B12 deficiency indica que se trata de una afección común, que puede presentarse con características clínicas inespecíficas y, en casos graves, con anomalías neurológicas o hematológicas. Debe diagnosticarse de forma temprana y tratarse adecuadamente.

Para crear estas recomendaciones, el equipo ha desarrollado su versión verde del plato de Harvard, creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, y que suele ser citado por todos los profesionales por su evidencia científica para estructurar comidas saludables, cuenta González. «El enfoque está respaldado por estudios que asocian estos hábitos alimentarios con menores riesgos de enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer».

La guía, que se puede consultar y descargar de forma gratuita, está destinada a crear una orientación, a dar herramientas a las familias, detalla González, que destaca además «la importancia de llevar una vida activa y realizar algún deporte». Distribuye el plato de la siguiente forma:

  • 1/2 verduras y hortalizas: Combinación de cocinadas y crudas, preferiblemente de proximidad y de temporada. «La mitad del plato debe consistir en vegetales, priorizando variedad y colores».
  • 1/4 de legumbres y derivados, frutos secos, semillas y huevos: «Es fundamental asegurar una ración de legumbres o un huevo al día para compensar las proteínas, que se verán complementadas con carbohidratos para ser proteínas completas.
  • 1/4 de cereales y/o tubérculos: «Es interesante optar por versiones integrales de cereales, en lugar de las blancas, al elegir el arroz, el trigo, la pasta o el pan. También podríamos incluir patata o boniato».

«En el Observatorio Nestlé de Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, un 56% de los españoles se ocupa y preocupa por el medio ambiente en su plato y los flexitarianos que quieren consumir menos carne han ascendido al 25%». A tres de cada 10 personas, además, les parece «difícil» comer de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. «No pretendemos que nadie se convierta el veganismo, sino conseguir un balance nutricional para quienes deseen incluir más verduras en su menú dos o tres días a la semana, por ejemplo».

Según la nutricionista, se observa cómo nos alejamos de la dieta mediterránea consumiendo menos legumbres, para ella, un superalimentomuy a mano, que no hay que salir a buscar al Amazonas. «Si planificas un poco tus comidas, comprarás y comerás más saludable y generarás menos desperdicio alimentario, que al final es el que más recursos consume, porque acaba en la basura».

https://www.elmundo.es/vida-sana/cuerpo/2024/07/10/668bd979e4d4d801678b4590.html