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Archivos anuales: 2024

La responsabilidad en la cadena alimentaria, ¿distribuidor o fabricante?

Son muchas las empresas del sector alimenticio que se dedican a la mera distribución de productos previamente adquiridos a un tercero que los fabrica. Es por ello que el presente artículo pretende profundizar sobre cuál es la responsabilidad en la cadena alimentaria de unos y otros centrándose en el ámbito del Derecho Administrativo.

El Estado ha entendido que se deben garantizar al ciudadano unos alimentos sanos, seguros y que además respondan a sus expectativas de calidad. Fruto de ese deber de garantías se han emitido un conjunto básico de disposiciones legales que velan por la existencia de un modelo de calidad alimentaria.

Qué dice la norma sobre la responsabilidad en la cadena alimentaria

En ese sentido, la Ley 28/2015, de 30 de julio, para la defensa de la calidad alimentaria (Ley 28/2015), que tiene por objeto establecer la regulación básica en materia de defensa de la calidad alimentaria, expone en su artículo 17.1 y 2 que:

“1. Serán sujetos responsables de las infracciones las personas físicas o jurídicas y las comunidades de bienes que incurran en las acciones u omisiones tipificadas como infracción en la presente ley.

  1. Salvo que la normativa de la Unión Europea prevea un régimen diferente, de las infracciones en productos envasados serán responsables las firmas o razones sociales, incluido el distribuidor, que figuren en la etiqueta, bien nominalmente o bien mediante cualquier indicación que permita su identificación cierta. Se exceptúan los casos en que se demuestre falsificación o mala conservación del producto por el tenedor, siempre que se especifiquen en el etiquetado las condiciones de conservación.

Asimismo, será responsable solidario el elaborador, fabricante o envasador y el distribuidor que no figure en la etiqueta si se prueba que conocía la infracción cometida y que prestó su consentimiento.

En el caso de que se hayan falsificado las etiquetas, la responsabilidad corresponderá al falsificador y a las personas que comercialicen los productos a sabiendas de la falsificación.”

Como puede observarse, en materia de seguridad alimentaria, el etiquetado juega un papel relevante ya que es el medio que nos permite conocer el alimento, su origen, su modo de conservación, los ingredientes que lo componen o los nutrientes que aportan a nuestra dieta, así como los alérgenos que pueda contener.

Por tanto, en materia de defensa de la calidad alimentaria, serán responsables las firmas o razones sociales, incluido el distribuidor, que figuren en la etiqueta nominalmente o mediante cualquier indicación que permita su identificación cierta.

Así mismo, existe una responsabilidad solidaria del elaborador, fabricante o envasador y del distribuidor que no figure en la etiqueta si se prueba que conocía la infracción cometida y que prestó su consentimiento.

La responsabilidad solidaria impuesta por la citada norma, se base en que el Estado considera que la responsabilidad del etiquetado puede corresponder a varias personas conjuntamente.

Tendrá lugar la responsabilidad sancionadora de carácter solidario, cuando de la comisión de una infracción sea responsable un sujeto determinado pero exista otra tercera persona que legalmente tenga el deber de haber prevenido la infracción cometida, en cuyo caso responderán de la sanción solidariamente.

Así, la citada noma determina que solo será responsable solidario el elaborador, fabricante o envasador y el distribuidor que no figure en la etiqueta si se prueba que conocía la infracción cometida y que prestó su consentimiento.Es decir se ha de probar que conocían la infracción cometida y consintieron, pero el responsable del etiquetado serán las firmas o razones sociales, incluido el distribuidor que figuren en la etiqueta, bien nominalmente o bien mediante cualquier indicación que permita su identificación cierta.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en la sentencia C-315/05 (Lidl Italia contra Comune di Arcole), de fecha 23 de noviembre de 2.006, declaró que, no obstante lo dispuesto en la Directiva 2000/13/CE relativa al etiquetado, la presentación y la publicidad de los productos alimenticios, puede exigirse responsabilidad en la cadena alimentaria y sancionarse económicamente a todo distribuidor por información incorrecta (relativa, en el caso sentenciado, al contenido alcohólico en el etiquetado de productos fabricados por una empresa extranjera), aunque el distribuidor se limite a vender el producto tal y como es envasado por el fabricante.

No podemos olvidar que la seguridad alimentaria es el conjunto de actuaciones basadas en el análisis de riesgos, encaminadas a que en las etapas de producción, transformación y distribución de alimentos, se consiga que éstos sean inocuos y sanos, que nutran suficientemente y que no causen enfermedades.

Explotador de empresa alimentaria como responsable en la cadena alimentaria

El Reglamento nº 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo de 28 de enero de 2002 por el que se establecen los principios y los requisitos Generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria (Reglamento 178/2002), tiene por objeto asegurar un nivel elevado de protección de la salud de las personas y de los intereses de los consumidores en relación con los alimentos, teniendo en cuenta, en particular, la diversidad del suministro de alimentos, incluidos los productos tradicionales, al tiempo que se garantiza el funcionamiento eficaz del mercado interior.

Establece principios y responsabilidades comunes, los medios para proporcionar una base científica sólida y disposiciones y procedimientos organizativos eficientes en los que basar la toma de decisiones en cuestiones referentes a la seguridad de los alimentos y los piensos.

El Reglamento, constantemente, habla de explotador de empresas alimentarias, de tal forma que en dichos términos se deben englobar tanto distribuidor como productor.

La misma norma los define como las personas físicas o jurídicas responsables de asegurar el cumplimiento de los requisitos de la legislación alimentaria en la empresa alimentaria bajo su control. Las responsabilidades de uno y otro se fijan según en qué momento de la cadena alimentaria nos encontremos.

Por empresa alimentaria, a efectos del Reglamento 178/2002, es toda empresa pública o privada que, con o sin ánimo de lucro, lleve a cabo cualquier actividad relacionada con cualquiera de las etapas de la producción, la transformación y la distribución de alimentos.

Así, en el artículo 17, establece que los explotadores de empresas alimentarias y de empresas de piensos se asegurarán, en todas las etapas de la producción, la transformación y la distribución que tienen lugar en las empresas bajo su control, de que los alimentos o los piensos cumplen los requisitos de la legislación alimentaria pertinentes a los efectos de sus actividades y verificarán que se cumplen dichos requisitos.

La utilización por parte del Reglamento del término explotadores de empresas alimentarias, nos lleva a considerar que el productor será el responsable en la cadena alimentaria del producto durante todo el procedimiento de fabricación y de todo lo que tenga que ver con ello. Pero solamente será responsable de la distribución que él haga del producto. Una vez el producto sale del lugar de elaboración o deja de estar bajo el control del productor, es el distribuidor quien debe garantizar la seguridad del mismo y es el responsable en la cadena alimentaria.

La trazabilidad

En relación con la trazabilidad del producto, el artículo 18 del Reglamento 178/2002, dispone que en todas las etapas de la producción, la transformación y la distribución deberá asegurarse la trazabilidad de los alimentos, los piensos, los animales destinados a la producción de alimentos y de cualquier otra sustancia destinada a ser incorporada en un alimento o un pienso, o con probabilidad de serlo.

La trazabilidad es una obligación de los explotadores de empresas alimentarias y consiste en encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución, de un alimento, un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos o una sustancia destinados a ser incorporados en alimentos o piensos o con probabilidad de serlo. Es una responsabilidad de ambos, productor y distribuidor.

Para tal fin, dichos explotadores (sean distribuidores o fabricantes) pondrán en práctica sistemas y procedimientos que permitan poner esta información a disposición de las autoridades competentes si éstas así lo solicitan. Los productores deben realizar dicha labor de control durante el tiempo de elaboración del producto y dar esa informar a los distribuidores. Los explotadores de empresas alimentarias (reiteramos, distribuidor y productor) deberán poner en práctica sistemas y procedimientos para identificar a las empresas a las que hayan suministrado sus productos.

El artículo 19 del citado Reglamento, establece que si un explotador de empresa alimentaria considera o tiene motivos para pensar que alguno de los alimentos que ha importado, producido, transformado, fabricado o distribuido no cumple los requisitos de seguridad de los alimentos, procederá inmediatamente a su retirada del mercado cuando los alimentos hayan dejado de estar sometidos al control inmediato de ese explotador inicial e informará de ello a las autoridades competentes. Por tanto, tanto productor como distribuidor tienen la misma obligación de retirada.

En caso de que el producto pueda haber llegado a los consumidores, el explotador les informará de forma efectiva y precisa de las razones de esa retirada y recuperará los productos que ya les hayan sido suministrados cuando otras medidas no sean suficientes para alcanzar un nivel elevado de protección de la salud.

El explotador de empresa alimentaria responsable de las actividades de venta al por menor o distribución que no afecten al envasado, al etiquetado, a la inocuidad o a la integridad del alimento procederá a la retirada de los productos que no se ajusten a los requisitos de seguridad y contribuirá a la inocuidad de ese alimento comunicando la información pertinente para su trazabilidad y cooperando en las medidas que adopten los productores, los transformadores, los fabricantes o las autoridades competentes.

El explotador de empresa alimentaria que considere o tenga motivos para pensar que uno de los alimentos que ha comercializado puede ser nocivo para la salud de las personas deberá informar inmediatamente de ello a las autoridades. También de las medidas adoptadas para prevenir los riesgos para el consumidor final. Ni distribuidor, ni productor, impedirán a ninguna persona cooperar con las autoridades competentes, ni la disuadirá de hacerlo, cuando ello permita prevenir, reducir o eliminar un riesgo resultante de un alimento.

Distribuidor y productor deben colaborar con las autoridades competentes en lo que se refiere a las medidas adoptadas para evitar o reducir los riesgos que presente un alimento que suministren o hayan suministrado.

Por tanto, según la norma de aplicación la responsabilidad de uno y otro dependerá del momento en que se encuentre el producto en la cadena alimentaria o bien de dónde se haya detectado un hipotético problema. Ambos deberán asumir sus responsabilidades, teniendo en cuenta que la normativa le exhorta a colaborar en la detección y erradicación de los problemas que puedan surgir.

En cada caso, habrá que ver de quién ha sido la culpa según en qué momento se produce la infracción. Para ello, en muchas ocasiones, es importante contar con un equipo de abogados y asesores especializados en la materia.

FUENTE: https://legalegonutrition.com/la-responsabilidad-en-la-cadena-alimentaria/

Papas Vicente Vidal recupera su mural publicitario de 1931

Desde principio de este mes de octubre, una nueva pintura decorará un muro en una de las principales avenidas de la ciudad de Valencia.

Se trata de una mural publicitario creado por iniciativa de la marca valenciana de las patatas fritas Vicente Vidal. Este mural forma parte de la campaña que la marca ha creado para promocionar sus patatas fritas Receta de 1931 presente en el mercado desde el 1 de septiembre.

Desde el inicio hasta el final de esta campaña pretenden plasmar como era la época de 1931, y por ello su cartel publicitario está pintado a mano representando los tiempos duros del momento.

Papas Vicente Vidal recupera su mural publicitario de 1931

El cartel estará ubicado en la medianera del edificio situado en la Avenida del Puerto, número 178. Será pintado ente el día 3 y 6 de octubre.

Fuente: https://www.lasprovincias.es/gastronomia/papas-vicente-vidal-recupera-mural-publicitario-1931-20241003111326-nt.html

Comercio convoca el I Concurso de Cocina sin Gluten de Elche

Este concurso tendrá lugar el 21 de octubre en el Centro de Congresos al que podrán presentarse todos los bares y restaurantes del término municipal de Elche indicando el plato que van a cocinar y los ingredientes. Para poder participar deberán realizar una inscripción en la web elche.es/comercio hasta el 15 de octubre.

Los platos serán valorados por un jurado profesional que tendrá en cuenta el uso de ingredientes frescos y saludables, originalidad, creatividad y la presentación. Se darán un total de 3 premios y 1000 euros.

El objetivo con el cual han realizado este concurso es dar una mayor visibilidad a la enfermedad celiaca, y premiar a aquellos profesionales que incorporan recetas saludables y aptas para aquellas personas que sufren esta enfermedad.

Fuente: https://www.elperiodic.com/elx/comercio-convoca-concurso-cocina-gluten-elche_981999

Roca Awards, nuevos premios de literatura gastronómica

El Celler de Can Roca ha presentado los Roca Awards, unos premios de literatura gastronómica en el ámbito nacional como internacional. Los hermanos Roca han comentado; «Es un proyecto que destaca la importancia de la gastronomía como una forma de arte y pilar cultural. Estos premios buscan celebrar y reconocer a aquellos que narran la riqueza de nuestra cocina a través de la literatura».

Joan y Josep Roca, en la presentación de los Roca Awards. / XAVIER TORRES-BACCHETTA

Por otro lado, los organizadores y promotores de los premios han destacado; «son una iniciativa pionera que pretende dar valor a la literatura gastronómica en todas sus formas». «El objetivo es generar un impacto significativo en el ámbito cultural y mediático». Estos premios aspiran a convertirse en referente global.

Estos premios tendrán lugar en torno a varios eventos y actividades, incluyendo una cena temática anual en El Celler de Can Roca.

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/cata-mayor/20240529/roca-awards-nuevos-premios-literatura-gastronomica-103060852

El hallazgo del queso más antiguo del mundo revela una compleja relación evolutiva entre humanos y microbios

Muestras de kéfir de hace 3.600 años encontradas en China plantean nuevas hipótesis sobre el origen de la fermentación en la prehistoria como técnica para conservar alimentos.

A finales de la década de 1970, un equipo de arqueólogos se obsesionó con un conjunto de momias particulares de la cuenca de Tarim. Éstas, comenzaron a ser reconocidas como las «momias de Tarim». A medida que iba avanzando la investigación se dieron cuenta que algunas de las momias tenían una misteriosa sustancia blanca esparcida por el cuello.

Finalmente, veinte años más tarde, la científica Quiaomei Fu, paleogenetista y directora del laboratorio de ADN antiguo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias, concluyó que era queso de kéfir. Esta respuesta se pudo obtener gracias al avance de las técnicas de análisis de ADN antiguo.

Qiaomei Fu observa la muestra láctea en el laboratorio del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia de Ciencias de China

Estas muestras son las más antiguas registradas. Los resultados de la investigación sugieren un nuevo origen para el kéfir y muestra una evidencia clara sobre como la evolución, la colaboración entre humanos y las bacterias probióticas han tenido siempre relación.

La autora de la revista Cell donde fueron publicados los resultados resaltó; «es una oportunidad única y valiosa». Esto se debe a que alimentos como el queso son difíciles de conservar durante miles de años, por los que el análisis de este alimento puede ayudar a los científicos a comprender mejor la dieta y la cultura prehistórica.

Para una mayor información visitar: https://elpais.com/ciencia/2024-09-25/el-hallazgo-del-queso-mas-antiguo-del-mundo-revela-una-compleja-relacion-evolutiva-entre-humanos-y-microbios.html

El fruto seco con más calcio que la leche y más hierro que las lentejas

En el corazón de la cultura gastronómica de España se encuentran los frutos secos, esos pequeños tesoros nutricionales que han conquistado los paladares y ocupan un lugar destacado en esta dieta. Estos alimentos, que van desde las almendras hasta las nueces, las cuales incluso ayudan a reducir el colesterol ‘malo’, aportan muchos beneficios para la salud, así como un exquisito sabor y textura a numerosos platos. De hecho, en Aragón, los frutos secos son un componente esencial en muchas recetas tradicionales como el cardo con almendras.

Pero, lo importante es que han sido reconocidos por su valor nutricional y sus efectos positivos en la salud. Y, hay uno que destaca por su extraordinario perfil nutricional: el pistacho. Estas delicias verdes tienen más calcio que la leche y el yogur y más hierro que las lentejas. La porción recomendada de pistachos es moderada, idealmente no más de 50 unidades a la semana. Esta cantidad es suficiente para aprovechar sus beneficios sin exceder el consumo calórico. Por tanto, un puñado de pistachos puede ser una alternativa ideal para incluir en tu dieta equilibrada y como ‘snack’ saludable.

Los pistachos son una excelente fuente de calcio, superando incluso a algunos productos lácteos como la leche y el yogur. Esta característica los hace particularmente valiosos para aquellos que son intolerantes a la lactosa o prefieren dietas basadas en plantas. Según la Fundación Española de Nutrición, 100 gramos de estos frutos secos proporcionan 180 miligramos de calcio, mientras que un lácteo aporta 142 miligramos.

Respecto a las vitaminas, los pistachos son fuente de tiamina, vitamina E y folatos. La tiamina y los folatos contribuyen a la función psicológica normal mientras que la vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, ha explicado la Fundación Española de Nutrición.

Además, su contenido de hierro es notable, superando incluso a alimentos tradicionalmente reconocidos por su riqueza en este mineral, como las lentejas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de la población mundial sufre anemia ferropénica. Las embarazadas, los ancianos y los más pequeños son la población que más la suele padecer. Así que, si buscas alimentos con este mineral, los pistachos son una gran alternativa.

Por último, buen perfil graso de los pistachos, junto con su alta proporción de potasio –más del doble que el plátano–, los convierte en un alimento efectivo para controlar la hipertensión.

FUENTE: El fruto seco con más calcio que la leche y más hierro que las lentejas (heraldo.es)

Tecnología alimentaria, los principales avances para la comida del futuro

El objetivo de la tecnología alimentaria es obtener alimentos más completos y saludables modificando sus propiedades físicas, químicas y biológicas para mejorar su calidad.

Los avances tecnológicos surgen como una respuesta ante las recientes crisis alimentarias. Las nuevas tecnologías siguen aumentando ya que suponen una reducción de costos y de complejidad.

Entre las nuevas formas de alimentación más sustentable destaca la alimentación plant-based, tal que las cadenas de comida rápida han incluido alternativas plant-based.

En segundo lugar, la impresión de alimentos 3D debido a que es una forma sistemática y efectiva para servir fuentes de proteínas.

Y por último, el uso de la nanotecnología. Gracias a ella, se podrá evaluar la madurez o la descomposición de los alimentos contribuyendo en el ahorro de los recursos.

Fuente: https://thefoodtech.com/tecnologia-de-los-alimentos/tecnologia-alimentaria-los-principales-avances-para-la-comida-del-futuro/

Este es el ‘snack’ nocturno ideal para tomar de postre, ayuda a reducir el colesterol y adelgazar

En España, donde la dieta mediterránea prevalece y se valoran los alimentos naturales y saludables, hay un fruto que ha vuelto a ganar popularidad como una opción de postre saludable por la noche. Estos frutos dulces no solo son deliciosos, sino que también ofrecen numerosos beneficios para la salud, especialmente cuando se trata de bajar el colesterol y mantener un peso saludable.

Hablamos de los dátiles y según explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN): «El dátil no es una fruta desecada a pesar de tener una consistencia y un aspecto parecido. Este fruto no se deja desecar después de su recolección, sino que se seca al sol en el mismo árbol y después se recolecta». Por otro lado, entre los más comercializados se encuentra el dátil tunecino Deglet Noor, ‘dátil de la luz’, de piel lisa y brillante, considerado el mejor de todos; el dátil Medjool, de piel arrugada y textura parecida a la de un caramelo toffee. «Sin olvidar los dátiles que se cultivan en Elche (Alicante), que también gozan de una calidad excelente», concluyen desde la FEN.

Y es que, hay alternativas de postre que se elaboran con alimentos con los que poder saciarte y eliminar esa necesidad de dulce que pide el cuerpo. Y, la más recomendable es el dátil, porque es una fuente de fibra con un sabor muy dulce que no aporta ningún tipo de azúcar añadido.

Según apunta la FEN, una de las bondades más características de este fruto es su contenido en betacarotenos y luteína, ambos son pigmentos naturales que cuidan la salud de la vista y previenen enfermedades degenerativas de los ojos como las cataratas. De su valor mineral, destaca el potasio, que en sinergia con la niacina (vitamina B3), favorece el buen funcionamiento nervioso y muscular, promoviendo una buena coordinación psicomotora.

Los dátiles son una fuente rica de nutrientes esenciales. Contienen vitaminas del grupo B, vitamina A y vitamina K. Además, son una excelente fuente de minerales como potasio, magnesio, cobre y manganeso. Estos nutrientes son cruciales para diversas funciones corporales, incluyendo la salud del corazón y el metabolismo.

Una porción típica de dátiles (unos 100 gramos) proporciona aproximadamente 277 calorías, pero estas calorías están cargadas de energía nutritiva que el cuerpo puede utilizar de manera eficiente. Además, los dátiles tienen un bajo contenido en grasas y una cantidad significativa de fibra dietética, lo que contribuye a la sensación de saciedad y ayuda a la digestión.

Uno de los beneficios más destacados de los dátiles es su capacidad para ayudar a reducir el colesterol. Esto se debe a su alto contenido de fibra soluble, que se une al colesterol en el intestino y ayuda a eliminarlo del cuerpo. Además, los dátiles contienen antioxidantes como los flavonoides, que pueden reducir la inflamación y prevenir la acumulación de placa en las arterias.

Este es el ‘snack’ nocturno ideal para tomar de postre, ayuda a reducir el colesterol y adelgazar (heraldo.es)

El poder (¿y el peligro?) del color como ingrediente: «Es un atractivo visual»

«Trucos publicitarios, colorantes derivados del petróleo, alertas de efectos negativos sobre la salud… El universo de los colores alimenticios (añadidos) es tan curioso como polémico. ¿Qué hay de verdad en las tonalidades de lo que comemos?»

Dicen que, en ocasiones, el sentido de la vista estimula nuestro apetito. Quizás esto responda a la cuestión sobre por qué se añade color a la comida. Existen alimentos como las frutas y las verduras que ya poseen una buena carga de color y eso no las convierte necesariamente en el plato más deseado del menú. Pero lo cierto es que, en otros productos, el detalle colorístico puede marcar la diferencia entre consumirlos o evitarlos.

Pensemos, por ejemplo, en un yogur de sabor fresa que es de color blanco. Ése sería su color natural si no añadiésemos colorantes pero, por más que seamos conscientes de ese hecho, nosotros como consumidores esperamos que ese yogur tenga un tono rosado. Y esa falta de concordancia entre lo percibido y lo esperado puede provocar rechazo.

El ejemplo extremo de ese caso lo recogió Oliver Sacks en su libro Un antropólogo en Marte. El protagonista de una de sus historias, el señor I., es un artista que sufre de acromatopsia cerebral como consecuencia de un accidente de tráfico. Eso significa que ha dejado no sólo de percibir los colores sino también de reconocerlos. En su cerebro todo se ha vuelto blanco y negro, y por más que intenta tirar de memoria no consigue evocar de nuevo toda la paleta de colores de la naturaleza.

Eso afecta a su trabajo, pero también a su vida cotidiana: la comida de repente ya no resulta tan apetecible. Los tomates se han vuelto negros, las verduras han adoptado tonalidades grisáceas… Al cabo del tiempo opta por adaptar su dieta a su nueva escala de (no) color, porque le resulta prioritario que la imagen concuerde con el alimento. Así, destierra los yogures de frutas y se pasa a los naturales, olvida las aceitunas verdes y comienza a consumir las negras.

Existen muchos estudios que analizan esta discordancia entre lo percibido y lo esperado, experimentos en los que se han modificado los colores de bebidas de frutas para hacer que, por ejemplo, una bebida de cereza de color anaranjada fuese descrita como «de sabor de naranja», o que apenas un 20% pudiese identificar una bebida de naranja (esta vez sí) bajo una luz tenue pero sin embargo no tuviesen problemas para reconocer una bebida de uva (de color oscuro) bajo esa misma luz.

El color puede por tanto marcar una importante diferencia, y por eso a veces es un proceso en el que se interviene de forma directa. «Legalmente está aceptado utilizar colorantes para devolver el color original a un alimento cuando su color natural se ha visto afectado por el proceso de elaboración», explica Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos y docente de la Universidad Isabel I. «También se reconoce como una de las funciones aumentar el atractivo visual de los alimentos y para dar color a los que de otra forma serían incoloros, como las bebidas de cola (que serían blancas) y otros refrescos que tendrían un color muy muy matizado».

No es algo nuevo, antes de que existiesen los foodies, Instagram o incluso la fotografía en color, la comida ya nos entraba por los ojos. No en vano algunos de los colorantes que aún se emplean hoy en día se remontan nada más y nada menos que a la antigua Roma, en la que el azafrán ya era un condimento habitual.

Con el tiempo hemos aprendido nuevas técnicas para aumentar la paleta de colores (el azul es un color complicado de replicar, tanto en el arte como en la comida), pero también hemos aprendido a ser rigurosos en el proceso. «Los aditivos no se pueden usar de forma libre», incide Beatriz Robles, «tienen que estar incluidos en una lista positiva, lo que hace que tengan que estar autorizados para utilizarse».

En Europa estas autorizaciones sólo se dan por parte de la Comisión Europea (CE) una vez que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha evaluado toda la evidencia científica que hay alrededor de la seguridad de ese aditivo. «Y esa autorización no es permanente», afirma Robles, «sino que se reevalúa en base a nuevas evidencias científicas que vayan apareciendo para tener esa garantía de seguridad». Como muestra, en 2022 la EFSA decidió retirar el permiso al dióxido de titanio (E171) para su uso en alimentos.

Como ejemplo, esta semana la EFSA y la CE avisaban de la retirada de ocho aromas de humo una vez evualuada su genotoxicidad (la capacidad de estas sustancias químicas de dañar el material genético de las células). Estos aditivos se usan como alternativa al proceso de ahumado tradicional en carnes, pescados, quesos, sopas, salsas, bebidas, helados y dulces

El listado de colorantes permitidos hoy en día es mucho más breve que el que circulaba hace años, y eso es porque la seguridad se evalúa (y reevalúa) con rigor. Pero también entran en juego otros criterios no tan científicos, y es que al final es un mercado sensible y de igual forma que el color se emplea con fines estéticos es la misma apariencia la que puede llevar a tomar algunas decisiones más controvertidas.

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/08/04/66ae6282fdddffd71b8b45ab.html

«Estas son las frutas y verduras de temporada en octubre de 2024»

«Con el otoño asentándose, llegan los primeros cítricos, así como acelgas, judías e incluso alcachofas»

Consumir productos de temporada es una tendencia al alza. Se trata de una opción atractiva desde el punto de vista económico, nutricional y de sostenibilidad. Sin embargo, los lineales de los supermercados ofrecen alimentos de cualquier temporada en casi cualquier época del año, debido a que éstos son importados o conservados en cámara, por lo que no siempre es fácil escoger las opciones adecuadas. Así pues, veamos cuáles son las frutas y verduras de temporada en octubre de 2024.

Por fortuna, el otoño es una época en la que surge una rica variedad de alimentos en una inmejorable relación calidad-precio. A modo de recordatorio, en octubre encontramos frutas de colores marrones y anaranjados, como un típico escenario otoñal. Mención especial merece la temporada de setas 2024, que se prevé abundante tras las lluvias de finales de septiembre.

Llegan los primeros cítricos, especialmente en forma de mandarinas y limones. También es el momento álgido del kiwi que, si bien aporta casi el doble de vitamina C (92,7 mg) por cada 100 gramos que la naranja, no está clasificado como cítrico. A las tiendas también llegan las primeras fresas de octubre aunque, eso sí, la mayoría son importadas, por lo que no entran en la lista de la temporada.

En temporada, de acuerdo con el Ministerio de Consumo y con otras organizaciones de consumidores, están las siguientes frutas, verduras y hortalizas:

  • Aguacate
  • Caqui
  • Chirimoya
  • Granada
  • Mango
  • Manzana
  • Higo
  • Kiwi
  • Limón
  • Mandarina
  • Pera
  • Pimiento
  • Puerro
  • Rábano
  • Remolacha
  • Repollo
  • Tomate
  • Zanahoria

Ya a finales del otoño, en noviembre, será el momento de la mejor época para la alcachofa, el apio, el cardo, el brócoli o los guisantes y para los cítricos como la naranjamandarina y limón (en noviembre).

Comer frutas y verduras es básico para llevar una dieta sana y equilibrada. La Organización Mundial de la Salud recuerda que comer al menos 400 gramos -cinco porciones- de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética. Y destaca la importancia de que estos alimentos sean de temporada.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda los beneficios ecológicos, nutricionales y económicos de consumir frutas y verduras de temporada. En primer lugar, al consumir estos productos dentro de su ciclo natural, se evita que haya un cultivo forzado de los mismos y se potencia la producción local. Asimismo la fruta y verdura que se consume en el momento natural óptimo ofrece mejor sabor, nutrientes y precio (ahorrando el coste en transporte).

https://www.elmundo.es/como/2024/10/01/66fbacdbe85ece61388b457c.html