Dos brotes recientes nos recuerdan la importancia de conocer y controlar los riesgos asociados al consumo de carne picada poco hecha, una moda que puede comprometer la salud
“¿Cómo le gusta el punto de la hamburguesa?”. Esta pregunta es cada vez más frecuente en muchos establecimientos. En otros ni siquiera preguntan y las sirven directamente poco hechas o casi crudas.
Se supone que es como hay que comerlas para que estén “más jugosas y podamos disfrutar más de su sabor”. Esto es al menos lo que recomiendan algunos gurús de las hamburguesas e influencers gastronómicos que han contribuido a ponerlas de moda. Pero esta tendencia puede suponer un riesgo para la salud. Así lo advierten desde hace tiempo diferentes organismos en todo el mundo, como la Food Standards Agency (FSA) de Reino Unido o la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
¿Qué problema hay?
En estos casos el principal problema que podemos encontrar es la posible presencia de Escherichia coli. Se trata de una bacteria que habitualmente forma parte de la microbiota intestinal de personas y animales, sobre todo de los rumiantes, como el ganado vacuno. La mayoría de las cepas son inofensivas, pero otras pueden causar toxiinfecciones graves en humanos, como ocurre con E. coli productora de toxinas Shiga, también conocida como STEC, por sus siglas en inglés.
Esta bacteria puede llegar hasta una hamburguesa por diferentes vías: la contaminación de la carne de partida (por ejemplo, por malas prácticas en el matadero), la contaminación por una mala manipulación de los alimentos (por ejemplo, si las personas encargadas de elaborar la hamburguesa no se lavan las manos después de ir al baño), o bien, a partir de la contaminación de otros alimentos o utensilios (por ejemplo, una lechuga regada con agua contaminada o una picadora de carne que no se ha limpiado bien).
¿Hasta qué punto es arriesgado?
Recientemente, la Autoridad Alimentaria de Finlandia (Ruokavitasto)realizó un estudio para estimar el número de toxiinfecciones que podrían producirse por la posible presencia de E. coli al consumir hamburguesas poco hechas. Nos ofrece dos datos significativos. Si el 12% de las hamburguesas se sirvieran poco hechas (cocinadas a una temperatura interna de 55 °C) habría 100 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que, si todas se sirvieran completamente cocinadas, solamente se registrarían 3 casos por cada 100.000 habitantes (asociados en este supuesto a contaminaciones cruzadas). Otro dato es que si todas las hamburguesas se cocinaran completamente, enfermarían 178 personas al año, mientras que si se sirvieran poco hechas (cocinadas a 55 °C durante seis minutos), el número de casos se multiplicaría por 30.
Hay que considerar que se trata de datos obtenidos a partir de un modelo predictivo, en el contexto de Finlandia. Posiblemente en España los resultados serían diferentes (probablemente peores), porque las condiciones también lo son, sobre todo, en lo que respecta al clima, que, al ser más cálido, favorece el desarrollo de bacterias.
No es igual que comer carne poco hecha
Los riesgos asociados a la posible presencia de E. coli se vinculan al consumo de hamburguesas poco hechas y también a otros platos elaborados con carne picada o troceada que se sirve cruda o poco cocinada, como steak tartar o carpaccio. Pero esto no ocurre con piezas enteras, como solomillo, entrecot o chuletón, incluso aunque se cocinen poco.
En una pieza entera de carne, como las que acabamos de mencionar, la bacteria puede encontrarse solamente en la superficie, así que se elimina durante el cocinado, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en esa zona.
Pero cuando se pica o se corta una pieza de carne cruda para obtener carne picada, las bacterias, que inicialmente solo se encontraban en la superficie de esa pieza, acaban contaminando todo el producto. Es decir, en una hamburguesa esas bacterias no están solo en la superficie, como ocurre en una pieza entera de carne, sino que pueden encontrarse en el interior. De modo que, si no se cocina suficientemente, hasta que está bien hecha por dentro, esas bacterias pueden sobrevivir y enfermarnos. Hay que considerar además que su dosis infectiva es baja (se necesitan apenas 100 bacterias para causar la enfermedad).
https://elpais.com/salud-y-bienestar/nutrir-con-ciencia/2024-10-24/hamburguesas-poco-hechas-una-moda-con-riesgos-para-la-salud.html
Estoy totalmente de acuerdo, la care¡ne de las hamburguesas y algunas determinadas temperaturas favorecen el cultivo de microorganismos patógenos que nos pueden hacer sentir mal. Es mejor cocinarlas a altas temperaturas para poder evitar esto.
La moda de las hamburguesas poco hechas, promovida por influencers, representa un grave riesgo de salud debido a la posible presencia de E. coli . A diferencia de la carne entera, la carne picada puede contaminarse en su interior, lo que hace vital cocinarla completamente. Aunque su sabor sea atractivo, la seguridad alimentaria debe ser nuestra prioridad.
Es de gran importancia para nuestra salud no comer lo que nos pida nuestro apetito y gusto, hay veces que lo que nos pide el cuerpo no es lo que nos conviene, como en el caso de éste tipo de hamburguesas. Con lo que nos tenemos que quedar depués de leer este artículo es el pensamiento de tener precaución y no guiarnos de la moda alimentaria, ya que estas cosas son más comunes de lo que creemos.
Creo que la gran mayoría de la población sabe que comer carne cruda es perjudicial para la salud. Sin embargo, cuando en un restaurante nos preguntan por el punto de la carne, asumimos que ellos saben como hacerla para que no nos pase nada. Bien, como acabamos de leer esto es falso. Recomiendo pedir la carne muy hecha, así evitaremos intoxicarnos con esta bacteria. Aunque los casos no sean muy numerosos, es mejor prevenir que curar. Una noticia muy interesante!!!
Esta tendencia de consumir hamburguesas poco hechas tiene grandes daños perjudiciales para la salud (debido a las bacterias que pueden poseer). A pesar de que sigamos prefiriendo la carne poco hecha o al punto por su sabor intenso, debemos saber que cometemos el riesgo de intoxicarnos por la aparición como hemos comentado antes. Dicho esto y tras leer el artículo recomiendo que se comience a cocinar más cualquier carne aunque se pierda un poco su sabor.
Comer hamburguesas poco cocidas, aunque popular por su sabor, puede aumentar significativamente el riesgo de enfermedades. Es muy importante cocinar bien la carne por mucho que nos guste poco hecha. Más vale prevenir que curar.