El consumo de palomitas en el cine es mucho más que una costumbre: se trata de una estrategia respaldada por la ciencia. La atmósfera de las salas de cine está diseñada para estimular nuestros sentidos y hacernos consumir más.
La iluminación tenue juega un papel clave. Según Sarah Lefebvre, profesora de marketing, la luz baja nos relaja, lo que disminuye la atención que prestamos a lo que comemos. En este estado, tendemos a elegir snacks indulgentes, como palomitas saladas o dulces. Además, en ambientes oscuros, la comida con un solo sabor (salado o dulce) nos sabe mejor debido a un fenómeno llamado «compensación sensorial».
El aire acondicionado también es importante. Las bajas temperaturas en las salas aumentan nuestro apetito, ya que el cuerpo busca calorías adicionales para mantener la temperatura. Este entorno, combinado con el estado de relajación, es perfecto para el consumo de snacks en grandes cantidades.
Lo que vemos en pantalla también influye. Las escenas de personajes comiendo activan nuestras neuronas espejo, haciéndonos imitar su comportamiento. Si un personaje disfruta de una hamburguesa, es probable que automáticamente nos llevemos un puñado de palomitas a la boca. Este efecto se intensifica cuando nos identificamos con los personajes de la película.
Incluso el final de la película afecta nuestros gustos. Hacia el cierre, las personas tienden a preferir snacks dulces después de haber consumido alimentos salados. Un estudio de 2017 reveló que, tras una larga exposición a lo salado, el cuerpo busca un cambio, inclinándose hacia dulces como M&M’s o caramelos.
El cine aprovecha esta combinación de estímulos sensoriales y emocionales para ofrecer un entorno donde comer es parte de la experiencia, y no solo una distracción más.
Fuente: https://www.abc.es/xlsemanal/ciencia/por-que-comemos-mucho-en-el-cine-peliculas-palomitas.html
Es muy curioso el comportamiento de la persona frente a ciertas situaciones. Es decir, el ser humano tiende a comer más cuando está relajado o simplemente al mismo tiempo que ve la película para hacer un efecto espejo con los personajes. De hecho, cuando vamos al cine y vemos a personas sin palomitas o sin ningún tipo de alimento nos parece extraño ya que hemos normalizado comer en la sala de cine.