Javier García Ropero |Madrid| 27 nov 2024 – 17:04 CET
Dcoop, la principal productora de aceites de oliva a nivel mundial, denuncia la existencia de un fraude en los aceites refinados que se comercializan bajo la etiqueta de “oliva”, pero que en realidad serían el resultado de una mezcla de aceites de otros orígenes y peores calidades. Así lo ha explicado el presidente de la cooperativa andaluza, Antonio Luque, quien ha dicho tener “indicios” de que estas prácticas se llevan a cabo, y “nombres y apellidos” de quienes las realizan, pero no “pruebas” que le permitan llevarlo ante la justicia.
Los aceites refinados tienen su origen en el conocido como aceite lampante, aquel que se obtiene de las olivas de peor calidad y que no es apto para su consumo. Por ello, se debe someter a un proceso industrial para reducir los elementos que impiden su consumo, como el exceso de acidez, los malos olores o un color que dista del que presentan los aceites de oliva virgen extra, que se obtienen directamente de la aceituna sin procesos añadidos. Los aceites refinados de oliva que se comercializan también son el resultado de mezclas, pero en teoría, siempre deben ser de origen olivar.
Por otra parte, los responsables de Dcoop apuntan a un escenario en el que los precios en origen del aceite de oliva continuarán a la baja, después de que en el último mes estos hayan bajado cerca de un 20%. El virgen extra, por ejemplo, está a punto de bajar de los seis euros el kilo, algo inédito en el último año y medio. “La gran bajada ya se ha producido”, ha dicho Antonio Luque, que anticipa otra antes de que acabe el año, sin descartar que se baje de la barrera de los cinco euros pronto.