Hoy en día existe gran evidencia científica sobre la importancia que tienen unos buenos hábitos alimentarios en el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades. Gracias a los avances en investigación, se han podido conocer los distintos componentes de los alimentos y su papel en el organismo, lo que ha ayudado a establecer una serie de recomendaciones en cuanto a consumo de alimentos y nutrientes con el fin de planificar una dieta equilibrada y saludable.
Al hablar de dieta equilibrada no podemos referirnos a una sola forma ideal de alimentarse para todas las personas, ya que ésta tiene que tener en cuenta diversos aspectos. Una DIETA SANA es aquella que incluye una gran variedad de alimentos en las cantidades adecuadas, adaptada a las características de cada persona (edad, sexo, situación fisiológica y práctica de actividad física) y que cubra los requerimientos de energía y nutrientes del organismo para mantener un buen estado nutritivo y de salud. En los últimos años ha surgido el término de dieta óptima, que además del concepto de dieta equilibrada tiene en cuenta otra serie de aspectos importantes. Para que una dieta pueda considerarse como óptima, tiene que reunir las siguientes características:
· Equilibrada: que aporte todos los nutrientes necesarios en cantidad suficiente y en las proporciones requeridas.
· Saludable: no basta con cubrir los requerimientos de nutrientes sino que se busca además que la dieta tenga efectos positivos para la salud a través de determinados compuestos que han demostrado presentar algún beneficio.
· Agradable: la alimentación tiene un importante papel psicológico y sociocultural. Ha de ser además apetecible, por lo que hay que cuidar los aspectos gastronómicos.
· Económica: adaptada a las posibilidades de cada persona para que pueda llevarse a cabo. Los mejores alimentos ni desde el punto de vista nutricional ni desde el de su aceptación son los más caros.
· Segura: a nivel higiénico, para evitar toxiinfecciones alimentarias.
Uno de los patrones alimentarios que se ha constatado como más saludable a nivel mundial y que se adapta a estas características es la Dieta Mediterránea, el modelo alimentario que han seguido desde la antigüedad los países bañados por el mar Mediterráneo. Numerosos estudios llevados a cabo en los últimos años sobre la Dieta Mediterránea han destacado el papel protector de este patrón alimentario frente a un importante grupo de enfermedades, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, ciertas enfermedades degenerativas y el cáncer de distintos tipos.
Fuente: https://www.unav.edu/web/comida-sana/alimentacion-y-salud
El artículo destaca acertadamente cómo una dieta equilibrada, adaptada a las necesidades individuales, es clave para mantener la salud y prevenir enfermedades. Es especialmente valioso resaltar el modelo de la Dieta Mediterránea como un ejemplo sostenible y saludable que combina nutrición, placer y accesibilidad.