La cultura alimentaria está relacionada con los hábitos y selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades ingeridas. La familia, y en especial la madre, juega un rol esencial en la educación y transmisión de pautas alimentarias al niño, que debe centrarse en la entrega de nutrientes, que necesita en el crecimiento y desarrollo de funciones metabólicas, con la energía necesaria para enfrentar de forma precoz enfermedades relacionadas con conductas alimentarias negativas. El objetivo de la investigación realizada es identificar la influencia de la cultura alimentaria de la familia en el crecimiento de los niños menores de 3 años de edad del Centro de Desarrollo Infantil Cristo del Consuelo del cantón Jipijapa. Se realizó un estudio observacional, descriptivo y de corte transversal, mediante la aplicación de encuestas a padres y madres de familia, entrevista a un médico especialista, la medición de peso y talla para la valoración de la frecuencia de crecimiento y el estado de la desnutrición en 34 niños de ambos sexos de este centro educativo, para conocer el estado actual de la calidad de la nutrición, enfermedades, problemas y necesidades de salud. Se destacó, el rol de las familias y personas encargadas del cuidado de los niños para garantizar una alimentación equilibrada en proteínas, lípidos y carbohidratos y que inciden otros factores de riesgos como: pobreza, insuficientes servicios básicos, deficiente atención de salud, bajo nivel educacional y de las culturas adquiridas por la influencia de los hábitos de la gastronomía manabita que imperan en el territorio.
Fuente: https://editorialalema.org/index.php/pentaciencias/article/view/600
El artículo resalta la importancia de la cultura alimentaria familiar en el crecimiento infantil, subrayando el rol crucial de las madres en la transmisión de hábitos saludables. Abordar factores como la pobreza y la educación es esencial para mejorar la calidad nutricional y garantizar un desarrollo integral en los niños.
Estoy de acuerdo en que la familia, especialmente las madres, desempeña un papel clave en los hábitos alimenticios saludables en la infancia. Sin embargo, también es evidente que factores como la pobreza y la falta de servicios básicos dificultan garantizar una nutrición adecuada. Es crucial promover educación alimentaria y mejorar las condiciones socioeconómicas para abordar estos problemas.