Desde 2004, está prohibido en toda la Unión Europea consumir este pescado por su alta toxicidad
La gastronomía es fiel reflejo de la cultura de un país, pues además acentúa, en muchas ocasiones, las diferencias entre dos países. Alimentos que en algunos lugares son verdaderos manjares, en otros están terminantemente prohibidos su comercialización y consumo. Es el caso del pez globo, considerado una delicia en Japón, pero prohibido en España desde hace dos décadas. Si el fugu se corta o se cocina mal, el plato puede resultar letal.
Aunque pueda parecernos extraño, el fugu o pez globo es uno de los platos más valorados en la cocina nipona. Pese a su alta tasa de mortalidad (el 60% de las personas que lo consumen en mal estado, mueren), sigue siendo uno de los manjares por excelencia en Japón. No existe ningún antídoto ni tratamiento si comemos fugu mal preparado, motivo por el que desde abril de 2004 y según el Reglamento (CE) Nº 853/2004 del Parlamento Europeo, está prohibido su consumo en España y el resto de países de la Unión Europea.
En Japón se necesita un permiso especial para manipular este animal marino, ya que existen más de 120 especies con el veneno en un lugar distinto de su cuerpo (en el hígado, la piel…). Este veneno es la tetrodotoxina, una sustancia 1.200 veces más venenosa que el cianuro. Esto convierte al fugu en el pez más venenoso del mundo y el segundo animal vertebrado, después de la rana dorada. La tetrodotoxina puede provocar una serie de síntomas tanto en animales como en humanos, incluyendo náuseas, convulsiones, arritmias cardíacas y, al final, la muerte.
Esta misma sustancia venenosa capaz de provocar la muerte puede ser también un nuevo tratamiento para aliviar los dolores relacionados con el cáncer. Los investigadores José M. Baeyens y Francisco R. Nieto, profesores del Departamento de Farmacología de la Universidad de Granada, han logrado relacionar la tetrodotoxina como un posible analgésico para los pacientes de cáncer.
Para ello, utilizaron la tetrodotoxina en un modelo de dolor neuropático (aquel que se produce cuando se daña el sistema nervioso periférico o central) inducido por quimioterapia en animales de experimentación, los llamados ensayos preclínicos. Los experimentos han obtenido resultados muy prometedores.
Son varios los estudios internacionales que ya avalan la tetrodotoxina como untratamiento efectivo en el manejo de dolor neuropático a través de modelos preclínicos. A nivel clínico, la evidencia en el tratamiento del dolor vinculado al cáncer es más limitada, pero significativa, con datos respaldados por varios ensayos clínicos en fases II y III.
Sin embargo, estos hallazgos clínicos son preliminares y deberán ser ratificados mediante estudios adicionales que incluyan un mayor número de pacientes. Actualmente, se encuentra en proceso un ensayo clínico de fase III, cuyos resultados podrían fundamentar la aplicación para su comercialización. De ser aprobado por las autoridades reguladoras, la tetrodotoxina sería el primer medicamento específicamente diseñado para tratar la neuropatía periférica vinculada a la quimioterapia. Esto ofrece esperanza para millones de pacientes que podrían ver mejoras significativas en su calidad de vida.
Este artículo resalta la paradoja del fugu. A pesar de su toxicidad, la tetrodotoxina, podría tener un futuro prometedor como tratamiento para el dolor neuropático en pacientes con cáncer, lo que abre una nueva perspectiva en la medicina, demostrando cómo una sustancia letal puede convertirse en una herramienta terapéutica.
Pensar que algo tan letal como el pez globo sea un manjar en Japón me parece intrigante. Personalmente, no me atrevería a probarlo, pero me sorprende cómo algo tan peligroso puede tener un lado médico esperanzador.