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Hambre y deporte: ¿es cierto que hacer deporte da hambre?

Hacer deporte habitualmente produce hambre, pero en ocasiones no. ¿Por qué sucede? ¿En qué afecta el deporte al apetito? ¿Depende del tipo de deporte?

En ocasiones uno sale a correr y vuelve con un hambre voraz o realiza una sesión de gimnasio de dos horas y no tiene nada de hambre…. El que el deporte de mucha hambre se podría llamar hambre del deportista que es esa necesidad de comer cuando se realiza un tipo de ejercicio. Pero la realidad es que eso no le ocurre a todo el mundo. De hecho, la duda de si hacer ejercicio quita el hambre o da más hambre siempre estará entre la gente deportista. ¿Afecta el tipo de deporte que se practica? ¿Por qué no ocurre siempre? 

Un estudio planteado por un equipo de investigadores españoles trata de resolver esta pregunta. Dado que la obesidad es un problema de salud pública relacionada con numerosos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y comorbilidades, varios estudios afirman que el ejercicio puede modular la ingesta de alimentos y contribuir a la regulación del apetito y la ingesta total de calorías. El motivo es que este estudio muestra que el ejercicio de fuerza, aeróbico o la combinación de ambos, no provocan una mayor necesidad de ingesta en personas con exceso de peso, es decir, que el ejercicio no aumenta las ganas de comer. Pero, en realidad, diferentes estudios han visto que el ejercicio puede suprimir las calificaciones subjetivas del apetito, así cómo la posterior ingesta de energía, y también permite alterar la regulación del apetito, y esto es así porque el ejercicio tiene un impacto sobre determinadas hormonas reguladoras del apetito como la grelina, el péptido YY y el péptido1 -similar al glucagón (GLP-1)-, durante un periodo de tiempo postejercicio.

¿De qué depende el apetito de una persona?

Las ganas de comer están controladas por una región del cerebro que se llama hipotálamo, que recibe señales de otras partes del cuerpo que afectan al apetito. Este sistema funciona de la siguiente forma: si hay una disminución de algún nutriente en la sangre, se envían señales al hipotálamo para indicarle que es necesario comer para recuperarlo.

¿Cómo afecta el deporte al apetito?

Cuando se ejercita el cuerpo, se consumen tanto los glúcidos disueltos en sangre, que aportan energía inmediata, como los azúcares presentes en el glucógeno muscular. Por ello muchas personas sienten hambre después de hacer deporte. El motivo es que, tras un entrenamiento intenso, el glucógeno se agota y los músculos utilizan el azúcar en sangre para reponerlo. Es en este momento cuando se genera una señal química que llega al hipotálamo despertando las ganas de comer. Entonces, ¿por qué no siempre da hambre después de hacer deporte? ¿afecta el tipo de deporte?

El vínculo entre el hambre y el deporte es un tema de interés, ya que muchas personas creen que hacer ejercicio aumenta el apetito. Sin embargo, la relación entre ambas cosas no es tan simple y depende de factores, como el tipo de actividad física, su intensidad, la duración y las características individuales de cada persona. Por un lado, es cierto que, tras hacer ejercicio, el cuerpo puede necesitar reponer la energía gastada, lo que genera sensación de hambre.

Diferentes estudios han mostrado que el ejercicio intenso puede, de hecho, reducir temporalmente el apetito. Esto sucede porque el ejercicio estimula la producción de ciertas hormonas, como la adrenalina y la norepinefrina, que pueden suprimir temporalmente la sensación de hambre. Además, el ejercicio también puede afectar los niveles de grelina, una hormona que regula el apetito, disminuyendo su producción después de entrenamientos intensos, lo que podría reducir el hambre en las horas posteriores al ejercicio.

Los efectos sobre el apetito varían según la persona

Los estudios sobre la ingesta de calorías después del ejercicio arrojan resultados mixtos y poco concluyentes. Por ello, la conclusión más realista es también la más conservadora: tanto el apetito como la ingesta de alimentos después del ejercicio varían en función de las personas y sus características fisiológicas.

Fuente: Hambre y deporte: ¿es cierto que hacer deporte da hambre? – Libertad Digital


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