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Bebidas hipertónicas: ¿qué son y cuándo deberías consumirlas?
El mundo de las bebidas deportivas puede ser algo confuso. Sin embargo, cada una de ellas cumple un rol específico. Por ejemplo, las bebidas hipertónicas, más que darte poderes super especiales, están diseñadas para darte energía y reponer los electrólitos perdidos sobre la marcha.
Los líquidos corporales mantienen un equilibrio perfecto de electrólitos y agua tanto en el interior como en el exterior de la célula. La revista BMJ explica que, al romperse este equilibrio, se puede llegar a estados de deshidratación o hiperhidratación que ponen en peligro la salud del deportista.
Las bebidas se clasifican de acuerdo a su concentración de líquidos y sólidos en relación con el cuerpo humano. Las bebidas hipertónicas ofrecen una concentración de agua, azúcares y sales mayor que la sangre. Son ventajosas para ciertos tipos de ejercicios, pero hay que tener ciertos cuidados durante su administración.
¿Cuándo se usan las bebidas hipertónicas?
Las bebidas hipertónicas están formuladas para poder recargar el carbohidrato que almacena energía en el hígado y en los músculos, llamado «glucógeno». También pueden mantener un posible anabolismo y el equilibrio hidroelectrólitico. Incluso, por su característica hipertónica, pueden ser adicionadas de proteínas.
De acuerdo con un estudio en Journal of Applied Physiology, se utilizan como bebidas de recuperación después de un ejercicio intenso a bajas temperaturas. El glucógeno es limitado, pero se puede ahorrar al mantener el azúcar en sangre a través del aporte de glucosa.
A pesar de tener una tasa de absorción lenta, ayuda a reponer las reservas de glucógeno. El cuerpo tiende a absorber los líquidos de una forma más rápida que los alimentos sólidos.
Una investigación explica que, al añadir carbohidratos a la bebida y consumirla a un ritmo de 1 gramo por minuto, disminuye el uso del glucógeno almacenado en el hígado en un 30 %. Por eso, en ejercicios de esfuerzo, los carbohidratos de las bebidas energéticas mejoran el rendimiento del deportista.
¿Porqué se deben usar en ejercicios intensos, pero a bajas temperaturas?
Las bebidas hipertónicas tienen una concentración de carbohidratos superior al 8 %. Cuando se ingiere, el organismo libera agua para diluirla hasta que llegue a ser igual a la concentración del plasma. Esto puede causar deshidratación en el deportista.
Por tanto, las bebidas hipertónicas no están aconsejadas en situaciones en las que hace mucho calor o si el deportista suda en exceso. Están diseñadas para compensar el gasto energético a través de los carbohidratos, pero no un aporte excesivo de líquidos.
Por otra parte, la inclusión de proteínas se justifica para estimular la síntesis de estructuras musculares dañadas durante la práctica deportiva. También ayuda a producir más glucógeno cuando la disponibilidad de hidratos de carbono no es la correcta.
¿Qué cantidad de bebidas hipertónicas es conveniente consumir?
Cuando exista la necesidad de recuperar todos los nutrientes perdidos durante el ejercicio, se recomienda tomar 1 bebida hipertónica cuando finalice la sesión. Sin embargo, la cantidad puede variar en función de la ingesta realizada durante el ejercicio, el tiempo disponible para la recuperación o los objetivos planteados.
En general, la cantidad depende de la intensidad y la duración del ejercicio, así como de las condiciones climatológicas. En la revista Science & Sport señalan que el vaciamiento del estomago depende de varios factores, en especial de los sólidos disueltos en la bebida y su valor energético.
A partir de 600 mililitros, cuanto mayor es el volumen del contenido gástrico, más rápido es el vaciamiento. Así, a medida que el volumen disminuye el estomago, se vacía de manera más lenta.
Por tal motivo, para mantener un vaciamiento adecuado, lo idóneo es reponer las cantidades eliminadas mediante la ingestión de la bebida en repetidas ocasiones.
- Se calcula una absorción intestinal óptima para el agua entre 600 a 800 mililitros, y 60 gramos para la glucosa.
- Si se ingiere más de 1,2 litros de líquidos a la hora, los excedentes pueden acumularse y producir molestias intestinales.
¿Cuánto tarda el cuerpo en absorber cada bebida?
En una publicación de Medicine and Science in Sports and Exercise, un grupo de expertos deportivos definieron que la cantidad de hidratos de carbono que se debe suministrar en la bebida depende de lo siguiente:
- El límite de utilización de la glucosa por el deportista, que está en 60 gramos por hora. La máxima cantidad que interesa suministrar se alcanza con 1200 mililitros de la bebida en 1 hora, siempre y cuando la solución contenga más de 8 % de carbohidratos.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda que las bebidas hipertónicas tengan un carbohidrato con alto índice glucémico para que se absorba de manera rápida hasta la sangre. Además, sostiene que la mejor utilización de la bebida se logra con un 75 % de una mezcla de glucosa, sacarosa, fructosa o maltodextrina.
- El límite de vaciamiento gástrico y de la absorción intestinal de la bebida. El tiempo que tarda el estomago en vaciar 1 litro de líquido oscila entre 1 a 1,5 horas.
Diferencias entre las bebidas deportivas
Las bebidas con sales o electrolitos se utilizan para ejercicios de alto rendimiento; sus concentraciones pueden ser distintas y, por lo tanto, su aplicación en el deporte. Además de las bebidas hipertónicas, existen otras como las isotónicas y las hipotónicas. Veamos cuales son sus diferencias.
Las bebidas isotónicas tienen entre un 4 y 8 % de azúcares, y los electrólitos están a la misma presión osmótica que la sangre, es decir, 330 miliosmoles por litro. Cuando se ingiere, se absorbe de una vez en el intestino y pasa sin dificultad a la sangre. Por esto, sus componentes se asimilan de manera rápida y óptima.
Estas bebidas son ideales para ejercicios intensos, ambientes calurosos o cuando el deportista suda mucho. Ayuda a reponer líquidos, electrolitos y glucosa como fuente de energía. Otras ventaja son las siguientes:
- Retraso de la fatiga.
- Disminución del riesgo de calambres.
- Mejor rendimiento.
- Proceso de recuperación acelerado.
En las bebidas hipotónicas, la concentración de sales es inferior a la del plasma sanguíneo. Son ideales para ejercicios moderados o de baja intensidad, con poca sudoración, que duren menos de 1 hora y no se requiera un aporte extra de electrólitos.
¿Puedo reemplazar la bebida hipertónica por otra bebida energética?
En las hipotónicas no se requieren los carbohidratos. El agua de coco joven es un buen ejemplo, ya que contiene menos de 4 % de azúcar, e hidrata de manera rápida. Por ello, es suficiente para reponer líquidos antes, durante y después del ejercicio.
Hay que tener en cuenta que cada bebida cumple una función específica, en función de la exigencia y el tipo de ejercicio de alto rendimiento. Las bebidas hipertónicas están formuladas con más de 8 % de carbohidratos y electrolitos. Su función principal es recargar energía más que hidratar.
Por lo anterior, su ingesta se recomienda para recuperar la energía gastada durante el ejercicio de alto rendimiento a bajas temperaturas. De hecho, lo ideal es asesorarse primero con un nutricionista y experto en deporte. Un jugo concentrado de naranja o zanahoria con una pizca de sal son excelentes ejemplos de bebidas hipertónicas naturales.
¿Por qué comemos palomitas en el cine? Una historia económica que viene de la Depresión y la II Guerra Mundial
La relación palomitas-cine es algo clásico. Pero, ¿por qué surgió este idilio? La revista Smithsonian ha recogido la historia de esta combinación, con un trasfondo económico que tuvo sus orígenes en la Gran Depresión tras el crack de 1929 y que se instaló definitivamente durante la II Guerra Mundial. De hecho, las palomitas de maíz ayudaron a salvar a la industria de las salas de cine del colapso total a principios del siglo pasado.
Las palomitas, originarias probablemente de Chile e introducidas por marineros estadounidenses, ya tenían su lugar en la dieta estadounidense a mediados del siglo XIX. De hecho, se podían encontrar casi en cualquier lugar, excepto en los teatros.
En sus inicios, las salas de cine tampoco permitieron este aperitivo, reflejando su propio origen en el teatro. Los propietarios de las salas estaban más preocupados por la suciedad o el deterioro que podría causar, ya que se buscaba a un cliente de nivel alto. Asimismo, querían evitar el ruido de las palomitas, ya que no olvidemos que entonces el cine era mudo.
Con la introducción del sonido en 1927, el cine incrementó mucho su popularidad, dado que ya no era necesario saber leer para acudir a las salas. Esta apertura a todo tipo de público suponía una gran oportunidad de negocio, pero aún así los propietarios seguían siendo reacios a permitir la comida en las salas.
Y llegó la Gran Depresión
Pero entonces llegó el crack de 1929 y la Gran Depresión supuso una gran oportunidad, tanto para las salas de cine como para las palomitas de maíz. Las películas eran uno de los pocos entretenimientos que el ciudadano estadounidense podía permitirse y al mismo tiempo las palomitas eran otro de los ‘lujos’ que la gente se daba.
La oportunidad de negocio parecía evidente, y si los dueños de los cines no la vieron, otros sí que la vieron. Comenzaron a surgir pequeños emprendedores que compraron sus propias máquinas de palomitas que luego vendían en las puertas de las propias salas de cine. Los recintos llegaron incluso a colgar carteles para que la gente dejara en consigna sus palomitas, al igual que hacían con sus abrigos.
Ante esta realidad, los dueños pronto decidieron aprovechar la situación. Primero, concediendo permisos a estos pequeños vendedores en los vestíbulos de las salas; después, eliminando al intermediario y haciéndolo directamente ellos, con la consecuente subida de los beneficios.
De hecho, durante esta transición, muchos de los cines que no se adaptaron desaparecieron, mientras que aquellos que sí lo hicieron pudieron sobrevivir gracias a los beneficios extra que les proporcionaban la venta de palomitas y otros snacks.
La II Guerra Mundial consolidó la tendencia
Además de estos factores meramente económicos, un factor externo ayudó a solidificar este ‘matrimonio’ entre palomitas y cine: la II Guerra Mundial.
Y es que la guerra provocó escasez de azúcar, lo que hizo que competidores de las palomitas como los caramelos fueran racionados. Vía libre para la consolidación de las palomitas como el aliado perfecto de una película.
En 1945, tras el final de la contienda, ya se podía decir que esta unión estaba consolidada. Más de la mitad de las palomitas de maíz que se consumían en EEUU se comían en las salas de cine. De las reticencias iniciales se pasó a una sobreexplotación: en un momento dado se llegó a parar los filmes para animar a la cliente a ir a comprar snacks con anuncios en la pantalla.
Biografia de Karlos Arguiñano. Uno de los cocineros españoles más mediáticos.
Karlos Arguiñano nació el 6 de septiembre de 1948 en Beasain, Guipúzcoa, España.
Padres
El mayor de los cuatro hijos de Pepi Urkiola, modista, y Carlos Arguiñano, taxista. Su madre era paralítica, por lo que siempre tuvo que prestar su ayuda en las tareas de la casa.
Estudios
Estudió maestría industrial, tras lo que trabajó en la fábrica de trenes de Beasain como chapista.
Con 17 años entró en la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar en Zarautz (Guipúzcoa), dirigido por Luis Irizar.
Cocinero
Su primer trabajo fuera de la escuela fue en el Hotel María Cristina y después en el Hotel de Londres, ambos en San Sebastián.
En 1970 pasó a dirigir las cocinas del Club de Golf de Zarautz. Durante esta etapa le pilló de lleno el movimiento llamado Nueva Cocina Vasca, en el que tomó parte activa desde el principio con Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Ramón Roteta, Tatus Fombellida y José Juan Castillo, entre otros.
Restaurantes
En 1978 abrió su propio restaurante. En la década de los 80 impartió clases de cocina en Nueva York y Washington, así como en diversas escuelas de hostelería de Cuba. En 1996 inauguró también en Zarautz la Academia de Cocina Aiala. Once años después, y en el mismo enclave, amplió las instalaciones incorporando un hotel de cuatro estrellas.
Televisión
Cocinero muy popular en España y otros países gracias a sus programas de cocina en televisión.
Desde 1991, inició en TVE el programa diario de cocina El menú de cada día, por el que recibió un TP de Oro como Personaje de Año de la revista Teleprograma en 1992, y un Premio Ondas en la categoría de Programas Nacionales de Televisión en 1993. De 1993 a 1995, el programa se llamó El menú de Karlos Arguiñano, y los fines de semana, Los sábados con fundamento, y desde 1995 a 1998, La cocina de Arguiñano.
En 1997 fue contratado por Telecinco, donde permaneció hasta febrero de 1998. Después, durante dos años, apareció con un espacio en la televisión argentina, regresando a Telecinco en febrero de 1999. En septiembre de 2002 regresó a TVE hasta julio de 2004.
De septiembre de 2004 a julio de 2010 presentó Karlos Arguiñano en tu cocina, de lunes a viernes en la cadena Telecinco, junto a Juan Mari Arzak como invitado de los viernes.
Productor
En 2010 firmó con Antena 3-Atresmedia Televisión, para emitir sus programas producidos por su productora Bainet Media en los diferentes canales de televisión pertenecientes a Atresmedia Televisión. Karlos Arguiñano en tu cocina y otros programas producidos por Bainet Media además se emiten fuera de España en diferentes cadenas de televisión.
Esta empresa también edita sus libros de cocina. Bainet se asoció con GAMP (Grupo Audiovisual de Medios de Producción), consorcio propietario de La Sexta.
Cine
Apareció en películas como Airbag (1997), Año mariano (2000) y El rey de la granja (2002).
Matrimonio e hijos
Casado con María Luisa Ameztoy, es padre de Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María.
El Observatorio de la Cadena Alimentaria constata que el gasto en alimentación crece por debajo de la inflación
El pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria ha constatado hoy, en su vigésima reunión, que el incremento del gasto en alimentación hasta el mes de agosto es inferior a la tasa de inflación, debido a la estabilización de los precios producida sobre todo en los meses de verano.
El pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, en el que están representados la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y todos los eslabones de la cadena alimentaria y que ha presidido la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Ana Rodríguez, ha analizado la evolución de los precios, los hábitos de consumo y las iniciativas regulatorias del sector agroalimentario.
El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación ha presentado un análisis exhaustivo del consumo de alimentos hasta agosto de 2024 en el que, además de constatar que el gasto en alimentos evoluciona por debajo del índice de inflación, refleja que el consumo en el hogar ha crecido ligeramente menos que el realizado fuera de él. Así, el estudio subraya una estabilización en el alza de precios, con semanas de reducción de los índices medio durante el verano, especialmente en julio y agosto, donde se registraron variaciones del 1,4 % y -0,1 %, respectivamente.
Los precios de productos básicos como la leche, los huevos, el pan fresco, las legumbres y el arroz en segundo trimestre del año fueron más bajos que en el mismo periodo de 2023. Destacan los descensos en productos frescos, especialmente hortalizas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha presentado un informe sobre la evolución de los precios al consumo hasta octubre, mes en el que la inflación se situó en el 1,8 %, tres décimas más que en septiembre, debido principalmente al incremento de los carburantes y, en menor medida, de la electricidad y el gas. La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y productos energéticos, aumentó una décima y se situó en el 2,5 %.
REFORMA DEL REGLAMENTO DE TRTANSPARENCIA
Entre las novedades regulatorias en el sector, el ministerio ha anunciado una modificación del Reglamento 2017/1185 para mejorar la calidad y la eficiencia en la recolección de datos. Entre otros cambios, las notificaciones de los precios minoristas pasarán de ser semanales a mensuales y se actualizarán los reportes de precios y producción en sectores específicos como el vino, las frutas y las hortalizas.
El ministerio ha informado también sobre la puesta en marcha del Observatorio Europeo de Costes y Márgenes, recientemente constituido por la Comisión Europea como una de las medidas de respuesta para mejorar la situación de agricultores y ganaderos, y del que España es parte activa. Este órgano, que ya ha celebrado dos reuniones, se centra en el análisis de costes de producción, márgenes y prácticas comerciales en seis áreas clave. Además, ha revisado metodologías de cálculo de costes y márgenes de referencia en países como Alemania y Francia y ha analizado también el impacto y la recuperación tras el pico inflacionario generado por la invasión rusa de Ucrania.
En el pleno de hoy se ha presentado la nueva configuración de la página web del observatorio, diseñada para ofrecer un acceso más directo a los datos y documentos relevantes. La web contará con tres apartados: información básica, contenidos abordados en los plenos y memorias anuales, y estudios específicos e índices de precios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Durante la sesión, se ha destacado la relevancia del observatorio como un foro esencial para el diálogo y la transparencia, promoviendo un análisis detallado de la situación del mercado y el intercambio de información entre agentes clave.
Lo que debes saber sobre Ramadán, mes sagrado del islam: qué es, cuánto dura y qué se puede hacer y qué no durante el ayuno
Los musulmanes celebran el Ramadán como el mes en el que el profeta Mahoma recibió la primera de las revelaciones que componen el Corán, texto sagrado del islam.
Es el noveno mes del año musulmán, cuyo comienzo está determinado por el avistamiento de la luna nueva (aunque la fecha exacta depende a menudo de los clérigos de cada país). En 2024 está previsto que comience al atardecer de este domingo 10 de marzo y finalice el 9 de abril.
Arabia Saudita anunció que el lunes 11 de marzo será el primer día del Ramadán, según un informe de este domingo de la televisión estatal saudí al-Ekhbariya.
El Ramadán es un mes sagrado de ayuno durante el cual los musulmanes no pueden comer ni beber en las horas diurnas. Los creyentes se abstienen de todo alimento o bebida, incluida el agua, y de mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer.
Se los anima a comer antes del amanecer y a romper el ayuno inmediatamente después de la puesta de sol.
Tradicionalmente, el ayuno se rompe comiendo dátiles y bebiendo agua.
El final del Ramadán, llamado Eid al-Fitr, es un día de fiesta.
(Durante ese día, los musulmanes se reúnen en grandes espacios abiertos o mezquitas para rezar oraciones especiales, llamadas Salat al-Eid, que suelen ir seguidas de un pequeño desayuno, su primera comida diurna en un mes. Se suelen intercambiar regalos y también es habitual dar limosnas. Otra costumbre consiste en ponerse ropa nueva para ese día, lo que marca una renovación espiritual).
Los pilares básicos del islam
El ayuno del Ramadán es uno de los cinco pilares o instituciones básicas del islam:
1. Shahadah: afirmación de que no hay más deidad que Dios y Mahoma es su mensajero.
2. Salat: rezar cinco veces al día.
3. Zakat: dar en caridad.
4. Sawm: ayunar durante el mes de Ramadán.
5. Hayy: peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida.
¿Qué hacer y qué no hacer si no eres musulmán?
El comienzo del Ramadán suele traer acompañado preguntas sobre qué es correcto hacer y qué no entre quienes no profesan la fe del islam pero conviven, trabajan o simplemente comparten tiempo con quienes sí celebran este mes sagrado. Aquí, algunos consejos a tener en cuenta según Saeed Ahmed de CNN.
Sí puedes comer delante de quienes están ayunando
Durante los siguientes 30 días, los musulmanes de todo el mundo se abstendrán de comer y beber durante el día. Eso no quiere decir que tú no debas continuar como hasta ahora.
Puedes participar del Iftar
Iftar es la ruptura del ayuno después de la puesta del sol. “Nos gusta que sea una gran comida comunitaria. Deberías venir”, escribe al respecto Ahmed .
Sé flexible con las fechas
La forma en que se determina cuándo comienza el Ramadán es decididamente de la vieja escuela: tienes que ver físicamente la luna (a pesar de que hay aplicaciones para eso). Por eso, si tu compañero de trabajo te dice: “A partir de mañana, ¿puedo empezar a trabajar temprano para que pueda salir antes?”, trata de acomodarte.
Puedes decir “Ramadán Mubarak”
Significa “Feliz Ramadán”. Tu compañero de trabajo musulmán lo apreciará.
Técnicas de la cocina de vanguardia más usadas en la alta repostería
En el fascinante mundo de la gastronomía, hay dos áreas destacan por su constante evolución y creatividad: la cocina de vanguardia y la alta repostería.
En este artículo hablaremos de cómo estos dos mundos se entrelazan, desde sus orígenes hasta las técnicas más innovadoras que definen la cocina de vanguardia y la alta repostería hoy en día. Conoceremos cómo las técnicas de la cocina de vanguardia han sido adoptadas y adaptadas por la repostería, creando una sinergia entre ellas. Nuestro plan de estudios del Máster en Gestión de Alta Pastelería abarca también ambos mundos.
¿Cuándo aparece la cocina de vanguardia?
La cocina de vanguardia es un movimiento que nació en España durante la década de los 80 y 90. Estuvo centralizado principalmente en el País Vasco, por lo que fue conocida como “nueva cocina vasca”. Así, los chefs Ferrán Adrià o José Mari Arzak jugaron un papel muy importante en el nacimiento y su posterior expansión. Este movimiento rompe con lo establecido con una gran calidad de la última tecnología. Dicha innovación hizo que poco a poco esta nueva tendencia se extendiera por todo el mundo.
Características de la alta repostería:
- Es creativa. Está en continua evolución y busca sorprender a través de nuevos retos. La innovación va de la mano de la creatividad, ya que cada plato es único y tiene una gran experimentación detrás.
- En ella prima el elemento sorpresa. Pretende sorprender por lo que todo cuenta.
- La estética juega un papel importante. Se caracteriza por las pequeñas porciones a modo menú degustación. En ellos, se juega con las diferentes gamas cromáticas, texturas, técnicas…
- El sabor es el gran protagonista. Se pretende sorprender al comensal con un bocado ligero, donde el sabor sea el gran protagonista. Proporcionar una experiencia única de cocina de vanguardia que te deje “con ganas de más”.
- Como bien dice su nombre, ante todo es vanguardista. Es decir, utiliza técnicas de alta cocina muy modernas. Se trabajan texturas y temperaturas como el frío-caliente o crujiente-suave.
Técnicas de alta cocina más usadas en repostería
Tal y como se ha comentado, la cocina vanguardista ante todo es experimentación. Así, han nacido diferentes técnicas modernas a lo largo de este movimiento. Así, la creatividad y los procesos químicos y físicos son responsables de las transformaciones. Te explicamos algunos de los métodos que debes conocer sobre la comida vanguardista.
Deconstrucción
Consiste en transformar las texturas, formas y temperaturas de los ingredientes sin que pierdan los sabores originales. Mediante esta técnica se transforman algunas propiedades de los alimentos pero su sabor no cambia, por lo que acentúa el sentido principal de la gastronomía.
Fue creada por Ferrán Adrià en los fogones de su restaurante elBulli. Uno de sus famosos logros es la tortilla de patatas, donde creó una tortilla líquida con espuma presentada en una copa.
Gelificación
Permite obtener texturas más sólidas utilizando gelificantes, que tal y como se indica, crean geles para obtener texturas sólidas. Algunos de estos gelificantes son el agar o el iota. Estas espesan salsas, cremas y helados. Es una de las técnicas más antiguas de la cocina vanguardista.
Esferificación
Consiste en gelificar la capa exterior del alimento y después crear una forma esférica, envolviendo dentro el líquido. Para ello, se utiliza alginato de sodio (una sustancia extraída de las algas) y cloruro de calcio (para obtener una textura agradable y blanda). Técnica rescatada por Ferrán Adrià. Aporta un toque de distinción a los platos.
Cocción a baja temperatura
Mantener los alimentos en bajas temperaturas modifica sus propiedades, obteniendo texturas y sabores únicos. Se cuecen los alimentos durante un periodo de tiempo prolongado evitando que los productos hiervan, por lo que no deben cocinarse a más de 80ºC.
Nitrógeno líquido
El nitrógeno líquido permite cocer los alimentos a través de la congelación. La idea de base es sumergir el producto en nitrógeno, con lo que instantáneamente se congela. Se pueden conseguir diferentes resultados, dependiendo de lo que se pretenda conseguir en el plato como conseguir una capa dura y un interior líquido. Técnica creada por Ferran Adrià, Heston Blumenthal o Dani García.
Cocción al vacío
Es un proceso de cocción al vacío a una temperatura baja durante un tiempo prolongado, normalmente durante horas. Esta técnica permite que los alimentos conserven sus jugos y consistencia. Asegura una gran calidad sin conservantes consiguiendo sabores únicos e intensos.
El Máster en Gestión de Alta Pastelería de Barcelona Culinary Hub exploras las últimas tendencias en alta pastelería y además te enfocas en las técnicas más vanguardistas del sector, combinando innovación con una perspectiva sostenible.
Las frutas sin semillas de venta en supermercados, ¿son igual de saludables que las tradicionales?
La fruta forma parte de un componente esencial para una dieta saludable y bien equilibrada. A lo largo de la historia, hemos disfrutado de una amplia variedad de frutas, cada una con sus propias características únicas en sabor y textura.
Sin embargo, en las últimas décadas, ha surgido una tendencia que ha cambiado la forma en la que disfrutamos de estas delicias naturales: las frutas sin semillas o partenocárpicas. Estas variedades, que han sido modificadas genéticamente o seleccionadas, ofrecen una experiencia culinaria diferente en comparación con sus contrapartes tradicionales.
La comodidad de la fruta sin semilla y las principales diferencias con las frutas «tradicionales»
Uno de los mayores atractivos que poseen las frutas sin semillas es su comodidad. Y el ser humano, es un constante buscador de comodidad. Porque todos gustamos de disfrutar de una jugosa rodaja de sandía sin la necesidad de escupir las semillas o pepitas.
Esto puede hacer que el consumo de frutas sea mucho más fácil y agradable, especialmente para los niños y aquellos que desean evitar las semillas por razones de comodidad o salud.
La experiencia de sabor
Sin embargo, algunos críticos argumentan que las frutas sin semillas pueden sacrificar el sabor en favor de la conveniencia. Las semillas, en algunos casos, aportan un sabor ligeramente amargo o terroso que puede ser apreciado por los conocedores de la comida.
Por lo tanto, las frutas sin semillas pueden carecer de la complejidad de sabor que aportan las variedades tradicionales y que poco a poco, van quedando en el olvido, incluso, desapareciendo.
Nutrición y calidad
En términos de valor nutricional, no hay evidencia científica sólida que sugiera que las frutas sin semillas sean inherentemente menos saludables que las tradicionales. Ambas variedades siguen siendo ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para nuestra salud.
No hay evidencias que las frutas sin semillas sean menos sanas que las tradicionales, pero su calidad sí que puede verse afectada por ciertos factores.
Sin embargo, es importante señalar que la calidad nutricional puede verse afectada por factores como la madurez de la fruta y las prácticas agrícolas utilizadas en su cultivo.
Diversidad y variedad
La preferencia de la sociedad por las frutas sin semillas o las tradicionales es en última instancia una cuestión de gustos personales. La diversidad es una de las maravillas de la naturaleza, y ambas variedades tienen su lugar en una dieta equilibrada. La elección entre una u otra puede depender de factores como la ocasión, el plato que estén preparando o simplemente preferencias personales.
En la variedad está el éxito.
La sostenibilidad y el impacto ambiental
Es importante considerar el impacto ambiental de la producción de frutas sin semillas, ya que la modificación genética y la crianza selectiva pueden tener efectos secundarios no deseados en el ecosistema y en la biodiversidad. Además, el énfasis en la producción de frutas sin semillas puede reducir la diversidad de cultivos y aumentar la vulnerabilidad a plagas y enfermedades.
Fuente: Las frutas sin semillas de venta en supermercados, ¿son igual de saludables que las tradicionales?
¿Qué comían en la Edad Media?
Cuentan que los almuerzos que servía Taillevent, cocinero de Carlos VI de Francia a finales del siglo XIV, eran copiosos. Para empezar, capones, gallinas, caza y coles. Después, asado, pavos reales al apio, paté, liebre y más capones. Seguían pichones, perdiz, gelatinas y más paté. Y luego pasteles, crema frita, almendras, nueces y peras.
Por supuesto, la mesa de un conde no era igual a la de un siervo. Pero la diferencia, más que de calidad, era de cantidad. La jet set de la Alta Edad Media no entendía de sutilezas. Para ellos, el prestigio social dependía de cuántos alimentos pudiera uno permitirse, sin que importara demasiado su naturaleza o su preparación.
La Iglesia se desgañitaba en vano pidiendo mesura. Los pobres eran frugales porque no tenían más remedio, pero comer hasta reventar se convirtió en una obligación para los nobles, una muestra de salud y buena cuna.
Diferencias de cuna
Los tiempos de prosperidad relativa no iban a durar para siempre. Al haber alimentos para todos, la mortalidad disminuyó. Paradójicamente, esta buena noticia fue la perdición de los campesinos. Como la población no dejaba de crecer, fue preciso dedicar más y más suelo a la agricultura. Esto implicaba talar más y más árboles. Los bosques menguaron, y sus encopetados dueños blindaron sus propios privilegios.
Los pastores ya no podían guiar a sus rebaños a cualquier prado, se reguló el derecho a pescar y la caza se prohibió. Solamente los dueños de un coto y sus invitados tenían derecho a consumir ciervos, perdices o jabalíes, alimentos cuyo valor se disparó.
En realidad, ambos estamentos salieron perdiendo. Los nobles, sin saberlo, se entregaron a una dieta insalubre, deficiente en fibra y cargada de colesterol. Los campesinos se vieron obligados a subsistir a base de cereales. El verdadero peligro para las clases populares eran las malas cosechas, que podían condenar a centenares de personas a morir de inanición.
La alimentación estaba tan ligada a las diferencias de clase en la Baja Edad Media que adquirió un carácter simbólico a partir del siglo XIV. Cuanto más elevado era el rango de un comensal, más elevadas debían ser también, literalmente, sus viandas. Aves y frutas se consideraban el no va más de la exquisitez, no por su sabor, sino porque unas volaban y otras brotaban en lo alto de los árboles. En cambio, todo lo que crecía a ras de suelo era propio de seres inferiores. En particular, los tubérculos. Nabos y cebollas eran cosa de gente rústica.
Libro de cocina
Una aristocracia amante de los placeres de la mesa necesitaba cocineros cada vez más sofisticados. Entre los siglos XIII y XIV se publicaron los primeros libros de cocina, un género aún minoritario, dirigido en exclusiva a los profesionales.
La mezcla de sabores era la norma en la cocina: hacía furor el agridulce, y no era raro que en un mismo servicio se alternaran bandejas de golosinas con otras de productos salados.
De cara al invierno, las despensas se llenaban de embutidos, compotas, ahumados y salazones. De ahí la popularidad de pescados como el arenque o el bacalao, fáciles de conservar.
Es probable que la carne no siempre llegara a los fogones en condiciones óptimas de conservación. Tal vez por esta razón, la cocina medieval se caracteriza por emplear especias en abundancia: jengibre, pimienta, comino, nuez moscada, canela, clavo… Había alternativas más asequibles, como la mostaza, o “pimienta de pobre”, introducida por los árabes, pero capaz de crecer en suelo europeo. Por lo demás, los campesinos solían contentarse con el ajo, la menta y otras hierbas locales.
Un ejército en la cocina
En 1385, Carlos VI de Francia tenía más de ciento cincuenta personas a su servicio, entre cocineros, reposteros, fruteros, bodegueros, sumilleres, cortadores… Había oficios tan curiosos como el de panetero, que se ocupaba, al mismo tiempo, del pan y de los manteles, o el de calienta-cera, que cubría los rabos de las frutas con cera de abejas para conservarlas en buen estado.
Poner la mesa tampoco era tarea fácil, sobre todo porque era preciso ponerla de verdad, literalmente. No existían las mesas fijas de comedor, en realidad ni siquiera existían los comedores. El banquete se servía en una sala o en otra en función del número de invitados que se esperaba recibir. Para ello se montaban largas tablas sobre caballetes, que luego se cubrían con manteles.
En la Edad Media lo habitual era sentarse a la mesa dos veces al día: una para el almuerzo, entre las diez y las once de la mañana, y otra para la cena, que solía servirse antes del anochecer. Los banquetes eran una excepción. Un festín medieval podía alargarse hasta la medianoche o incluso durar varios días.
No existía la noción de entrante, plato fuerte y postre. Los servicios podían ser tres, cinco o incluso más. En cada uno de ellos se llenaba la mesa de viandas, sin un orden determinado: verduras, frutas, pescados y carnes podían servirse a la vez en cualquier momento. No obstante, era corriente ofrecer dulces y frutos secos al final de la comida, aunque no necesariamente en la misma mesa.
A finales de la Edad Media, mientras retiraban unas bandejas y traían las siguientes, se entretenía a los invitados con pequeñas representaciones, llamadas entremeses.
Las sobras se repartían entre los pobres, para cumplir a la vez con las obligaciones del estómago y las de la caridad. Pero ¿de verdad se comía tanto? En realidad no, o al menos no necesariamente. Aquellos menús, con sus interminables bandejas de faisanes, cisnes y ciervos asados, no estaban pensados para atiborrarse. Nadie comía de todo.
Fuente: ¿Qué comían en la Edad Media?
La dieta caníbal no es tan nutritiva: los humanos se comían entre sí por otras razones
He aquí algo qué pensar la próxima vez que comas: ¿cuántas calorías obtendrías consumiendo un cuerpo humano completo? Más de 125.000, de acuerdo con un nuevo estudio sobre el canibalismo humano que te producirá náuseas o te hará ir a buscar habas y un buen chianti.
James Cole, un arqueólogo de la Universidad de Brighton, en Inglaterra, estuvo planteándose esa pregunta por más de una década al estudiar “la nutrición en el canibalismo humano” durante el paleolítico, periodo que duró aproximadamente de 2,5 millones a hace 10.000 años.
“Me interesaba qué tan nutritivos somos en realidad”, dijo el Dr. Cole. “Siempre que hablo de ese tema, mis colegas me miran de forma algo extraña”.
Su fascinación mórbida lo llevo a crear lo que básicamente es una guía de conteo de calorías para caníbales, que publicó a principios de abril en la revista Scientific Reports.
El Dr. Cole estudia a los primeros parientes de los humanos modernos, y está particularmente interesado en cómo se comportaban los antiguos homínidos, así como las complejidades de su vida. El canibalismo paleolítico ofrece una manera de estudiar tal complejidad, según él. Si los antiguos homínidos eran similares a los humanos modernos, pueden haber practicado el canibalismo por varias razones, incluyendo las rituales, culturales, sociales y nutricionales.
“Si tenemos esta variedad en nuestra especie, me interesaba ver si esta existía también en otros homininos”, señaló.
Hay varios sitios antiguos en Europa Occidental donde los arqueólogos han encontrado evidencia de homínidos tempranos que comían a otros de su especie, como la cueva de Cough en Inglaterra y el Sidrón en España. Por lo general, cuando los arqueólogos estudian el canibalismo humano paleolítico lo clasifican o como con significado ritual —por ejemplo, para un entierro— o con propósitos nutricionales. La definición amplia del canibalismo nutricional, según el Dr. Cole, es cualquier forma de canibalismo que carezca de evidencia de fines espirituales o rituales.
Para analizar si el canibalismo se practicaba solo para sobrevivir, el Dr. Cole quería investigar si la carne humana constituía siquiera un alimento nutritivo para los antiguos homininos en comparación con otros animales que podrían haber cazado en ese entonces. “Si lo llamamos ‘nutricional’ y no tenemos idea del valor nutricional, ¿cómo podemos clasificarlo así?”, apuntó.
El Dr. Cole encontró que los muslos humanos tienen 13.350 carnosas calorías, mientras que las pantorrillas aportan cerca de 4490 calorías. Los brazos tienen aproximadamente 7450 calorías y los antebrazos 1660. Dentro de la cavidad torácica late un corazón con cerca de 650 calorías. También están los pulmones, con casi 1600 calorías, y por debajo de ellos está el hígado con 2570. Juntos, los riñones dan un total de alrededor de 380 calorías.
Concluye que en realidad no vale la pena comer humanos solo por motivos nutricionales. La carne de un cuerpo humano podría haber aportado a un grupo de 25 adultos modernos las suficientes calorías para sobrevivir durante, más o menos, medio día, según encontró el Dr. Cole. En contraste, esa misma tribu de los tiempos paleolíticos podría haberse alimentado durante 60 días gracias a un solo mamut, con 3,6 millones de calorías. Incluso un bisonte estepario habría aportado 612.000 calorías, que alcanzaban para alimentarse durante diez días.
Cole señala que, puesto que los humanos ofrecían una cantidad comparativamente baja de calorías, sus hallazgos sugieren que algunos ejemplos de canibalismo paleolítico interpretados como “nutricionales” pueden haber sucedido por razones sociales o culturales.
El Dr. Cole es claro acerca de las limitaciones de su artículo, que son varias. En primer lugar, el tamaño de la muestra es muy pequeño. Los cálculos de las calorías humanas se basaron en los cadáveres de solo cuatro adultos varones, por lo que no hubo descubrimientos específicos sobre las mujeres o individuos más jóvenes. Dice que los artículos con estos datos, todos de los 1940 y 1950, fueron los únicos estudios que encontró que usaron el mismo formato para compartir los datos de la composición total del cuerpo como porcentajes de peso corporal, grasa y contenido proteínico. Usando esos porcentajes pudo calcular las calorías de cada parte del cuerpo.
Algunos nutriólogos criticaron su enfoque.
“Los contenidos energéticos del tejido magro, la grasa y los carbohidratos corporales ya están bien establecidos, y usar cuatro cadáveres para obtener estimaciones de cantidades es una muy mala manera de sacar cálculos del cuerpo humano”, dijo Susan Roberts, una especialista en ciencias de la nutrición en USDA Human Nutrition Research Center on Aging de la Tufts University.
Sin embargo, a otros nutricionistas les pareció que los métodos y cálculos del artículo son válidos.
David Levitsky, un especialista en ciencias de la nutrición de la Universidad de Cornell, aseveró que la manera en que se calcula el valor calórico del cuerpo humano en el artículo fue precisamente el mismo método que los investigadores usan para determinar el valor energético de la res u otros animales que las personas consumen.
Silvia Bello, una antropóloga del Museo de Historia Natural de Londres que también ha estudiado el canibalismo antiguo, concuerda con el artículo en que el canibalismo paleolítico quizá se practicó más como una elección que como una necesidad.
No obstante, considera que encontrar la motivación sobre la que se basaban tales elecciones sería difícil.
El Dr. Cole afirmó que a pesar de las reservas en respuesta a su estudio, cree que sus cálculos constituyen una buena representación del valor calórico de la carne humana.
Ante la pregunta de si creía que sus amigos y colegas asistirían a la próxima cena que ofrezca después de haber leído su último artículo, el Dr. Cole dijo que sí, pero añadió que lo más seguro es que sirva solo verduras.
¿Es bueno beber agua con gas? Qué personas deberían evitarla
¿Es mejor el agua con gas o sin gas? ¿Qué beneficios tiene el agua con gas? ¿Qué daño puede hacer el agua con gas? A pesar de que en España el agua sin gas es más consumida, la versión con gas ha crecido en los últimos años y ha ganado cierta popularidad.
Muchas personas prefieren el agua con gas a la normal. De hecho, en los últimos años ha crecido de manera notable y ha ganado cierta popularidad, tanta que en 2020 se situó en los cien kilos.
Una de las razones de este aumento es que los consumidores, muy preocupados por su estado de salud, recurren a ella como alternativa más saludable que los refrescos y zumos.
Cabe destacar que, entre sus componentes, cuenta con ácido carbónico y se le conoce además como agua de sifón, agua carbonatada o bien soda cuando lleva bicarbonato.
Según el Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), además de llevar ácido carbónico contienen, naturalmente y en bajas proporciones, otros componentes como calcio, sodio, cloro, nitrógeno, magnesio y, ocasionalmente, litio.
A pesar de que los expertos recomiendan consumir agua con gas, suelen incidir en que sea de manera moderada. Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de este tipo de bebida?
Beneficios del agua con gas
Entre los principales beneficios que se asocian a este tipo de agua destacan los siguientes:
- Genera presión en las paredes del estómago y hace que se produzca sensación de saciedad.
- Calma el apetito.
- Beber uno o dos vasos antes de comer ayuda a controlar el aporte calórico.
- Indicada para personas con sobrepeso u obesidad.
- Facilita las digestiones.
- Es baja en calorías.
- Hidrata de igual manera que el agua normal.
- Reduce el riesgo de padecer enfermedades metabólicas crónicas.
- Previene o mejora la diabetes tipo dos
Efectos adversos del agua con gas
Aunque a simple vista parece una bebida recomendable, si abusamos de ella también puede ser perjudicial. De hecho, no es conveniente excederse de ella debido a que puede incrementar la presencia de gases en el tubo digestivo.
De hecho, el agua con gas puede empeorar la flatulencia porque, al igual que otras bebidas gaseosas, agravan los síntomas como dolor gastrointestinal, la hinchazón abdominal y los gases.
En este caso, es recomendable consumir agua sin gas para no generar más gas en el sistema digestivo.
La CMED aconseja algunos aspectos médicos donde el consumo de agua con gas no está recomendado:
- En personas con hernia de hiato que tengan predisposición al reflujo gastroesofágico.
- En personas con predisposición a la flatulencia.
- En personas con Insuficiencia Respiratoria Severa (EPOC): al generar más gas en el abdomen se distiende el diafragma y disminuye la capacidad respiratoria.
Por lo tanto, ¿agua con gas o sin gas? ¿cuál es más saludable?
Según explica a Onda Cero Fátima Fernández de la Cerda, graduada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en Seguridad Alimentaria y actual nutricionista en Serunion, a esta cuestión responden tres palabras básicas: persona, tipo y motivo.
La persona
La experta no recomienda el agua con gas a aquellos que sufran alguna patología, como reflujos o gases. Esto se debe a que el gas produce un dolor y mal estar abdominal por la distensión abdominal.
Por el contrario, si hablamos de personas sin ninguna patología cuyo objetivo es perder peso, el agua con gas ayuda a “engañar a nuestro estomago” y produce un efecto saciante, debido al Ph del agua que contribuye a disminuir la glucosa en sangre por lo que favorece a una perdida de peso, si es llevada junto a un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada y variada.
Sin embargo, tal y como cuenta Fátima, el agua sin gas también produce un efecto saciante. «Si bebemos dos litros de agua al día e incluso antes de las comidas, también contribuye a la perdida de peso, a nuestra hidratación y elimina la retención de liquidos», añade.
El tipo
Cada vez es más frecuente leer las etiquetas de los alimentos, ya que contienen información sobre las calorías, porciones y datos nutricionales de los alimentos.
En este contexto, la experta recalca la importancia de distinguir entre el agua con gas carbónico añadido y el agua con gas procedente de un manantial. La última favorecerá en mayor medida el proceso digestivo y producirá una menor cantidad de gases a nuestro organismo.
El motivo
Para tomar el aperitivo o estar en sociedad resulta más beneficiosa el agua con gas con una rodajita de limón, que cualquier otra bebida refrescante alta en azucares , edulcorantes o porcentaje alcohólico. «Será igual de beneficiosa que el agua sin gas. Ambas hidratan de la misma forma», señala Fátima.
De manera que, si eres una persona sin las patologías mencionadas previamente , buscas un estilo de vida saludable y tienes la duda de decantarte por una o por otra, puedes elegir ambas.
Fuente: ¿Es bueno beber agua con gas? Qué personas deberían evitarla | Onda Cero Radio