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¿Cómo se relacionan las emociones y la alimentación?

Qué es la alimentación emocional

La alimentación emocional es el acto de comer en respuesta a las emociones en lugar del hambre física. Cuando comemos emocionalmente, no estamos comiendo porque nuestro cuerpo necesita combustible, sino porque estamos tratando de satisfacer una necesidad emocional. Esto puede ser el resultado de una variedad de emociones, como el estrés, la ansiedad, la tristeza o el aburrimiento. En lugar de abordar la causa subyacente de nuestras emociones, recurrimos a la comida como una forma de sentirnos mejor. Es la relación que hay entre emociones y alimentación.

Nuestros hábitos alimenticios pueden ser directamente influenciados por nuestras emociones, lo que refleja la alimentación emocional como un fenómeno. Comer no es solo para satisfacer el hambre, sino también buscar consuelo o escapar de emociones como la tristeza, el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Este tipo de dieta puede llevar a consumir más alimentos de los necesarios para el cuerpo, generalmente optando por aquellos altos en azúcares, grasas y calorías, que dan una satisfacción rápida, pero pueden tener efectos negativos a largo plazo en la salud, como el sobrepeso y la obesidad. Son las consecuencias de la relación entre emociones y alimentación.

Es crucial identificar la alimentación emocional y distinguirla del hambre física. El hambre emocional se presenta de manera repentina y con un deseo específico de ciertos alimentos reconfortantes, a diferencia del hambre física que surge gradualmente y puede ser saciada con cualquier tipo de alimento. Comer por emociones a menudo no conduce a sentirse satisfecho, y puede provocar sentimientos de culpa o vergüenza después de comer en exceso.

Es fundamental controlar la alimentación emocional para mantener una relación saludable con la comida y nuestras emociones. Esto puede involucrar prácticas como la meditación consciente, que nos permite estar atentos a nuestras emociones y a las señales de hambre de nuestro cuerpo, evitando comer impulsivamente. Buscando estrategias alternativas como la actividad física, la meditación o el apoyo de un amigo o profesional en salud mental también puede ser útil para manejar las emociones. Debemos romper la unión entre emociones y alimentación.

En resumen, la alimentación emocional es un comportamiento que todos podemos experimentar en algún momento, pero reconocerlo y aprender a gestionarlo es relevante para nuestro bienestar físico y emocional. Si te encuentras luchando con la alimentación emocional, no dudes en buscar apoyo y recursos que te ayuden a desarrollar un enfoque más saludable hacia la comida y tus emociones. Puedes reconducir la asociación entre emociones y alimentación.

Cómo nos afecta la alimentación emocional

La alimentación emocional puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental. En primer lugar, puede llevar a un aumento de peso y a problemas de salud relacionados con la obesidad. Además, puede afectar nuestra autoestima y hacernos sentir mal con nosotros mismos. También puede ser un ciclo vicioso: comemos emocionalmente para sentirnos mejor, pero luego nos sentimos peor por haber comido en exceso. Así nos afecta la relación entre emociones y alimentación.

En términos de salud mental, la alimentación emocional puede ser un síntoma de trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. También puede ser un signo de depresión o ansiedad. Si bien la comida puede proporcionar un alivio temporal, no aborda la causa subyacente de nuestras emociones y puede llevar a una dependencia poco saludable de la comida como una forma de hacer frente a nuestras emociones. Así nos afecta la asociación entre emociones y alimentación.

Emociones y alimentación – ¿Cómo se Relacionan? ✓ (psicologoemocionalonline.com)

Qué es el colágeno marino y para qué sirve

Este suplemento alimenticio mejora el aspecto de la piel, fortalece uñas y cabello, y contribuye a la salud ósea.

¿Qué es el colágeno marino?

El colágeno marino es un tipo de colágeno que se obtiene principalmente de los huesos, piel y escamas de peces, especialmente de especies como el bacalao o el salmón. Su composición es muy similar al colágeno que produce nuestro cuerpo de manera natural, y la forma más habitual de consumirlo es hidrolizado. Este colágeno hidrolizado se caracteriza por ser más fácil de asimilar para el cuerpo humano.

Propiedades del colágeno marino

Este complemento alimenticio es un aliado excelente para paliar la falta de colágeno en nuestro cuerpo. Una de sus principales propiedades es la capacidad que tiene de mejorar la elasticidad de la piel, así como de fortalecer el cabello y las uñas.

Así mismo, el colágeno marino aporta otros beneficios a nuestro organismo entre los que destacan los siguientes:

  • Hidrata y nutre la piel. Ayuda a mantener la piel hidratada, reduciendo la sequedad y mejorando la apariencia general.
  • Combate las uñas quebradizas y fortalece el cabello. Mejora la salud de las uñas, haciéndolas menos propensas a romperse y más fuertes. También reduce la caída del cabello y favorece un crecimiento saludable.
  • Mejora la elasticidad de la dermis. Aumentar la elasticidad y firmeza de la piel, reduciendo arrugas y líneas finas.
  • Reduce el dolor en las articulaciones. Contribuye a mantener el cartílago, previene el desgaste asociado con el envejecimiento, mantiene las articulaciones más flexibles y aporta una mayor resistencia a los tendones.
  • Contribuye a la salud ósea. Mejora la masa ósea.

Los efectos del colágeno marino pueden variar según la persona, pero generalmente se empieza a notar, tras un uso regular, después de que hayan pasado de cuatro a ocho semanas. Los beneficios para la piel, como mayor hidratación y reducción de arrugas, pueden ser los primeros en observarse.

https://elpais.com/escaparate/estilo-de-vida/2024-08-24/colageno-marino.html

Alimentos que esconden sustancias dañinas para el organismo

Compramos, cocinamos y comemos todos los días, sin embargo, muchas veces no profundizamos en el conocimiento de los alimentos que nos llevamos a la boca. Para cuidar nuestro cuerpo, es imprescindible saber qué sustancias puede haber en los platos que degustamos.

Los vegetales y las frutas, por ejemplo, pueden acumular tóxicos del agua de riego, de la tierra o de las fumigaciones. Por otro lado, las carnes y los pescados pueden contener restos de fármacos o dioxinas del aire contaminado. Es posible que en el agua, las grasas y las legumbres también haya sustancias dañinas para el organismo. 

PLAGUICIDAS EN LA PIEL DE ALGUNAS FRUTAS

Hasta cuatro plaguicidas distintos pueden encontrarse en la piel de las frutas. Según un análisis de la OCU, las concentraciones no son abundantes, pero podría producirse un “efecto cóctel” en el organismo, fruto de la interacción combinada con varios de estos tóxicos. Conviene lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas. Se puede utilizar vinagre, limón o agua oxigenada para eliminar mejor estas sustancias.

PLOMO EN EL AGUA QUE BEBEMOS

El plomo se ha usado en la fabricación de multitud de utensilios. Por ello, puede llegar al agua. Pero no es biodegradable, por lo que se acumula en el agua y en los órganos y tejidos de los animales. Al beber agua o tomar carne, el plomo llega al torrente sanguíneo y a través de este se deposita en los diferentes tejidos del organismo. Los filtros de carbón activo que se colocan en la salida del grifo ayudan a eliminar la presencia de este metal.

RESIDUOS DE FÁRMACOS EN LA CARNE

Al tomar carne podemos ingerir residuos de medicamentos veterinarios, como antibióticos, que se usan para proteger a los animales. Un informe de la Universidad Autónoma de Barcelona (AUB) demostró que en 2011 un 0,28% de los productos de origen animal en la Unión Europea excedían los límites legales de sustancias farmacológicamente activas. Algunos supermercados y carnicerías ofrecen carnes ecológicas de animales no medicalizados.

MERCURIO EN LOS PESCADOS GRANDES

El mercurio se encuentra en las aguas marinas de forma natural. Proviene de la erosión de las rocas que lo contienen, de las erupciones volcánicas y de la actividad humana. Las concentraciones más altas de metimercurio (la forma orgánica del mercurio) se encuentran en los animales predadores más grandes del mar, como el tiburón, el pez espada o el atún. Conviene no excederse en el consumo de estos pescados. 

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/estos-alimentos-esconden-sustancias-que-pueden-danar-nuestro-organismo_19314

Récord de ingresos de niños y niñas gravemente desnutridos en el norte de Nigeria

Nuestras instalaciones médicas están desbordadas por los casos de desnutrición semanas antes de que empiece el pico anual.

En las últimas semanas, nuestros centros de hospitalización en el norte de Nigeria han registrado un aumento sin precedentes de ingresos de niñas y niños gravemente desnutridos con complicaciones potencialmente mortales, con el doble de ingresos que el año pasado en algunas localidades. Son datos espeluznantes, ya que la elevada afluencia de pacientes con desnutrición aguda se está produciendo antes del pico habitual de julio, cuando la cosecha anterior se ha consumido y todavía no se ha recogido la nueva. 

“Hemos empezado a tratar a los pacientes en colchones en el suelo porque nuestras instalaciones están llenas. Los niños están muriendo. Si no se toman medidas inmediatas, más vidas penderán de un hilo. Necesitamos la implicación de todo el mundo para salvar vidas y permitir que los niños del norte de Nigeria crezcan libres de la desnutrición y de sus desastrosas consecuencias a largo plazo”, afirma el Dr. Simba Tirima, nuestro representante en Nigeria.

Es urgente aumentar la ayuda humanitaria. MSF pedimos a las autoridades nigerianas, a las organizaciones internacionales y a los donantes que tomen medidas inmediatas para diagnosticar y tratar a los niños y niñas desnutridos con el fin de prevenir complicaciones y muertes asociadas, pero también que se pongan en marcha iniciativas sostenidas a largo plazo para mitigar las causas subyacentes de este urgente problema.

Hospital Nilefa Kiji (ITFC), Maiduguri, estado de Borno, Nigeria. Julio de 2023. © Ehab Zawati/MSF

https://www.msf.es/noticia/record-ingresos-ninos-y-ninas-gravemente-desnutridos-norte-nigeria

La Diplomacia Culinaria: Cómo la Comida Conecta a las Culturas del Mundo»

La comida no solo es una necesidad biológica o una fuente de placer, también es una poderosa herramienta de diplomacia y entendimiento cultural. A lo largo de la historia, la gastronomía ha jugado un papel clave en el intercambio cultural, facilitando el diálogo entre diferentes pueblos y ayudando a superar barreras sociales y políticas.

Comida como Puente Cultural

La comida es un lenguaje universal, capaz de romper barreras y tender puentes entre diferentes culturas. Un ejemplo clásico de este poder de la gastronomía es la diplomacia culinaria. Países como Japón, México o Francia han utilizado sus tradiciones gastronómicas para promover su cultura en el escenario internacional. En 2010, la comida mexicana y la comida francesa fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento a la importancia de sus cocinas en la construcción de identidades nacionales.

Este tipo de reconocimiento no solo pone en valor la tradición culinaria, sino que también abre las puertas a la cooperación internacional, facilitando eventos como festivales gastronómicos, intercambios entre chefs y programas de turismo culinario. Al probar un platillo extranjero, las personas no solo disfrutan de sabores nuevos, sino que también se adentran en la cultura y la historia de otro país.

El Viaje de los Ingredientes: Un Intercambio Global

A lo largo de los siglos, el comercio y la migración han permitido que los ingredientes crucen fronteras y se integren en las cocinas de todo el mundo. El intercambio colombino, tras la llegada de los europeos a América, es uno de los ejemplos más conocidos de cómo los ingredientes transformaron las gastronomías a nivel mundial. El tomate, nativo de América, fue llevado a Europa y cambió la cocina italiana para siempre, al igual que el maíz y la papa revolucionaron las cocinas africanas y europeas.

Hoy en día, los ingredientes siguen viajando, trayendo consigo nuevas fusiones. En Perú, por ejemplo, la cocina nikkei es el resultado de la influencia japonesa en la gastronomía local, combinando técnicas e ingredientes de ambas culturas para crear platos innovadores como el ceviche de atún con salsa de soya.

Gastronomía y Poder Suave (Soft Power)

El «poder suave» es la capacidad de un país para influir en el mundo a través de su cultura, valores e instituciones, y la gastronomía juega un papel central en esta estrategia. Países como Tailandia han promovido su cocina a través de programas internacionales de formación de chefs y apertura de restaurantes en el extranjero, lo que ha ayudado a difundir su cultura y atraer turistas.

Otro ejemplo interesante es el uso de la comida en las relaciones diplomáticas. Las cenas de Estado, donde los líderes mundiales se reúnen para discutir temas políticos, suelen incluir platos tradicionales que representan la identidad cultural del país anfitrión. Estas cenas no solo son una oportunidad para disfrutar de la gastronomía local, sino que también fomentan el entendimiento y la cooperación entre naciones.

La Fusión Gastronómica: Un Producto de la Globalización

La globalización ha permitido el intercambio constante de sabores y técnicas culinarias, lo que ha dado lugar a las cocinas fusión. La fusión no es algo nuevo: durante siglos, las culturas han adoptado y adaptado platos e ingredientes de otras partes del mundo. Sin embargo, en la actualidad, este fenómeno ha alcanzado un nuevo nivel de creatividad e innovación.

Un buen ejemplo es la cocina Tex-Mex, que combina la gastronomía mexicana con la estadounidense, o la cocina chifa de Perú, una mezcla de la cocina china con la peruana. Estas fusiones son un testimonio de cómo la comida no solo refleja la historia de las migraciones y los intercambios culturales, sino también cómo las culturas pueden adaptarse e innovar sin perder su identidad.

Conclusión: La Comida como Herramienta de Conexión

En un mundo cada vez más interconectado, la comida sigue siendo una de las formas más efectivas de unir a las personas. A través de la gastronomía, las culturas pueden compartir su historia, valores y tradiciones, fomentando el entendimiento y la cooperación entre naciones. La próxima vez que disfrutes de un plato extranjero, recuerda que no solo estás saboreando una receta, sino también una parte de la historia y la cultura de otra sociedad.

«Sostenibilidad en la Cocina: Un Regreso a las Raíces Culturales»

¡Con gusto! Aquí tienes otros dos blogs desarrollados sobre alimentación y cultura, abordando temas como la sostenibilidad y el intercambio cultural a través de la gastronomía.


Blog 3: «Sostenibilidad en la Cocina: Un Regreso a las Raíces Culturales»

La sostenibilidad es uno de los temas más importantes de nuestra era y está transformando la manera en que producimos, consumimos y pensamos sobre los alimentos. Curiosamente, muchas prácticas sostenibles modernas se basan en tradiciones culinarias ancestrales, que priorizaban el equilibrio con la naturaleza y el uso responsable de los recursos.

Agricultura Tradicional: El Camino Hacia la Sostenibilidad

Antes de la llegada de la industrialización, muchas culturas utilizaban métodos agrícolas sostenibles que garantizaban la regeneración de la tierra. Un ejemplo claro es la milpa en Mesoamérica, un sistema agrícola que combina cultivos como el maíz, los frijoles y la calabaza, que se complementan mutuamente. Este enfoque no solo enriquece el suelo, sino que reduce la necesidad de fertilizantes artificiales y plaguicidas. A día de hoy, algunas comunidades indígenas siguen utilizando este método, promoviendo una conexión profunda con la tierra y la biodiversidad local.

En contraste, la industrialización y la globalización han traído consigo prácticas agrícolas intensivas que, aunque aumentan la producción, también han degradado el medio ambiente. Sin embargo, el interés por recuperar prácticas tradicionales y sostenibles está creciendo, sobre todo entre movimientos que promueven la permacultura y la agroecología.

Comida Local y de Temporada: Rescatando Costumbres

Una tendencia importante en el movimiento de la alimentación sostenible es el regreso a la comida local y de temporada, algo que era norma en generaciones pasadas. En muchos países, las tradiciones culinarias están íntimamente ligadas a las estaciones del año y los ingredientes disponibles. En Japón, por ejemplo, la práctica de comer de acuerdo con las estaciones, conocida como «shun«, es fundamental en la gastronomía, ya que cada estación ofrece ingredientes frescos y únicos, como el pescado en invierno o las verduras de hoja en primavera.

Hoy en día, los mercados de agricultores y los productos de proximidad están experimentando un renacimiento, no solo por la frescura y la calidad de los alimentos, sino también porque este enfoque reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos.

El Desperdicio de Alimentos: Un Problema Global con Soluciones Locales

El desperdicio de alimentos es uno de los mayores desafíos que enfrentamos a nivel mundial. Sin embargo, muchas culturas han desarrollado prácticas para aprovechar al máximo los recursos disponibles. En la cocina china, por ejemplo, es común utilizar cada parte de un animal en distintos platillos, desde el hígado hasta los huesos, mientras que en países como Italia, el pan duro se convierte en platos deliciosos como la «panzanella» o «ribollita».

Recientemente, algunos chefs y activistas han empezado a promover el concepto de «cero desperdicio», inspirados en estas tradiciones. Restaurantes y hogares están aprendiendo a reutilizar ingredientes sobrantes de formas creativas, ayudando a reducir el impacto ambiental y fomentar un consumo más responsable.

Conclusión: El Futuro Sostenible Está en el Pasado

A medida que nos enfrentamos a los desafíos del cambio climático y la escasez de recursos, es esencial mirar hacia el pasado y aprender de las prácticas culinarias sostenibles que muchas culturas han mantenido durante siglos. La comida no solo debe ser deliciosa, sino también ética, respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable. Al rescatar estas tradiciones, no solo preservamos nuestra herencia cultural, sino que también construimos un futuro más sostenible para las próximas generaciones.

«La Evolución de la Comida en la Era Moderna: Entre la Tradición y la Innovación»

En la era moderna, el mundo culinario está experimentando una transformación sin precedentes. Mientras algunos luchan por preservar las recetas tradicionales, otros están buscando nuevas formas de interpretar la comida en función de la tecnología, la salud y las nuevas tendencias.

La Revolución de la Comida Saludable

Uno de los mayores cambios en la alimentación moderna es el auge de las dietas basadas en alimentos más saludables. En un mundo cada vez más consciente del impacto de la comida en la salud, los productos orgánicos, las dietas veganas y las opciones libres de gluten han ganado popularidad. Sin embargo, estos movimientos también reflejan una dinámica cultural interesante: mientras algunas culturas tradicionales han consumido alimentos saludables durante siglos (piensa en la dieta mediterránea o la cocina japonesa), en otras, como la estadounidense, esta tendencia es relativamente nueva y está impulsada por la necesidad de contrarrestar problemas como la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta.

En México, por ejemplo, la tendencia hacia alimentos saludables ha resurgido en los últimos años con el redescubrimiento de ingredientes ancestrales como la chía, el nopal o el amaranto, que ya eran parte de la dieta prehispánica. Este retorno a lo tradicional refleja una necesidad de reconectar con las raíces culturales, pero también responde a una creciente demanda por alimentos nutritivos y naturales.

La Tecnología y la Comida del Futuro

La tecnología ha empezado a jugar un papel crucial en la manera en que producimos y consumimos alimentos. Los avances en la agricultura, como el uso de drones para monitorear cultivos o las granjas verticales, están revolucionando la producción de alimentos, permitiendo una mayor eficiencia y sostenibilidad. Al mismo tiempo, la impresión 3D de alimentos y la carne cultivada en laboratorio podrían cambiar radicalmente nuestra idea de lo que es “comida”.

Sin embargo, estos cambios tecnológicos también plantean preguntas sobre la autenticidad y el impacto en la cultura culinaria. Si bien estos avances pueden ayudar a resolver problemas de escasez de alimentos, ¿cómo afectarán la conexión emocional y cultural que las personas tienen con sus comidas tradicionales?

La Comida como Experiencia Social

En la actualidad, la comida ha pasado de ser una simple actividad para saciar el hambre a convertirse en una experiencia social y cultural. Los restaurantes ya no solo ofrecen comida, sino que buscan contar historias y crear experiencias multisensoriales. Los chefs de alta cocina ahora actúan como artistas, creando platillos que no solo buscan satisfacer el paladar, sino también sorprender a los comensales con presentaciones innovadoras y técnicas vanguardistas.

El auge de los «food trucks» y los mercados de comida callejera también refleja esta nueva tendencia. La comida callejera, que alguna vez fue vista como una opción barata, ahora está ganando protagonismo en las grandes ciudades. Desde los tacos en México hasta los dumplings en las calles de Hong Kong, estos platos han pasado de ser alimentos cotidianos a convertirse en una forma de arte culinario.

Conclusión: El Equilibrio entre Innovación y Tradición

A medida que la alimentación sigue evolucionando, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación y la preservación de las tradiciones. Las tendencias modernas ofrecen nuevas y emocionantes posibilidades, pero también es fundamental recordar que la comida es una parte vital de nuestra herencia cultural. Al combinar lo mejor de ambos mundos, podemos disfrutar de una alimentación rica en historia, sabor y significado, sin perder de vista hacia dónde nos dirigimos en el futuro.

Cerca del 90 % de los adolescentes tienen que mejorar la calidad de la dieta

El 94 % de los chicos y el 89 % de las chicas de la Cataluña Central consumen fruta, verdura, cereales, leche y derivados lácteos con menos frecuencia de la que recomiendan las guías alimentarias de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Por el contrario, comen carnes procesadas, dulces, refrescos y aperitivos más a menudo de lo que establecen las mismas recomendaciones, motivo por el cual consumen alimentos con alto contenido en grasas saturadas, sal y azúcares añadidos. El resultado de estos hábitos de consumo es que la dieta de estos y estas jóvenes tiene un alto contenido energético y un bajo valor nutricional.

Esta es la principal conclusión del estudio publicado en abierto en la revista Nutrients. El trabajo se ha llevado a cabo aprovechando los datos recogidos en el marco del proyecto DESKcohort, impulsado por UManresa, que recoge datos sobre hábitos relacionados con la salud entre jóvenes de la Cataluña Central.  Los datos utilizados para elaborar el estudio forman parte de las 7.319 encuestas que se hicieron a jóvenes de entre 12 y 18 años escolarizados en 65 centros de la Cataluña Central durante el curso académico 2019-2010.

Diferencias en la calidad de la dieta

Según Ester Colillas, investigadora principal del estudio, el análisis de los datos que se recogen en el estudio permite concluir que «una peor calidad de la dieta se asocia a características sociodemográficas tales como, que los progenitores tengan un menor nivel educativo y tener un peor rendimiento académico. En el caso de las chicas, además, se suma como factor condicionante presentar un estado de ánimo bajo«. Los datos constatan también que consumir alcohol y/o tabaco y hacer un uso problemático del móvil incide también en la calidad de la dieta, y lo hace negativamente.

A pesar de que tanto los chicos como las chicas tienen una dieta de baja calidad, los datos son peores en el caso de los chicos. Según las investigadoras, esto podría estar relacionado con una mayor preocupación por parte de las chicas en cuanto a la relación entre dieta, salud e impacto en el cuerpo, y también por un mayor interés y conocimiento acerca de cuestiones nutricionales.

Por otro lado, en cuanto a las chicas, la relación entre el bajo estado de ánimo y la calidad de la dieta es coherente con otros estudios que muestran una relación entre el género y las motivaciones emocionales en la elección de alimentos para hacer frente al estrés, o como consuelo cuando la persona está deprimida.

La influencia del nivel de estudios de los progenitores en la dieta

En cuanto a la relación entre la educación de los progenitores y la calidad de la dieta, las conclusiones del estudio coinciden con otros trabajos que también evidencian que un mayor nivel de estudios de los progenitores se relaciona con la adopción de conductas alimentarias más saludables, concretamente en lo relativo al consumo de frutas y verduras. El bajo consumo de frutas y verduras también se relaciona con un bajo rendimiento académico, según la evidencia científica.

Hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y tabaco, el uso problemático de tecnologías como el móvil y el incumplimiento de recomendaciones sobre actividad física se relacionan también con una peor calidad de la dieta de los jóvenes.

Los resultados del estudio constatan la necesidad de incidir en los hábitos alimentarios de las personas jóvenes. La adolescencia, explica Ester Colillas, «es un periodo clave para consolidar estilos de vida saludables y hábitos alimentarios adecuados que perduren en la edad adulta. Por este motivo es necesario mejorar la calidad de la dieta de la mayoría de las personas adolescentes a través de programas de promoción de la salud como parte integral del programa educativo de los centros escolares para evitar el aumento de las desigualdades nutricionales y de salud».

https://www.uoc.edu/es/news/2024/las-personas-adolescentes-tienen-que-mejorar-la-calidad-de-la-dieta

‘Veggie’ plato: así es la versión verde inspirada en Harvard que ayuda a los vegetarianos a equilibrar sus nutrientes

Para personas que desean comer menos carne por motivos de sostenibilidad y ética, a veces es complicado equilibrar las raciones. Una iniciativa disipa dudas

Una tendencia imparable: el veganismo y el vegetarianismo está ganando cada vez más interés en la población. Según el informe The Green Revolution: Understanding the veggie revolution de Lantern, aproximadamente uno de cada 10 ciudadanos en España sigue una dieta basada en vegetales, eliminando o reduciendo al máximo los productos de origen animal.

Este estudio recoge que el 0,5% de la población española se identifica como vegana -no toma ningún producto animal, aunque no implique la muerte del ser vivo, como la miel, la leche o el huevo-; el 1,5% se define como vegetariana -sí toman derivados del animal- y el 7,9% flexitariana, es decir, siguen una dieta vegetariana pero consumen carne o pescado de manera ocasional. Se aducen preocupaciones sobre el bienestar animal, la salud y el cambio climático como razones de estas elecciones alimentarias.

Los veganos presentaron mayor deficiencia de vitamina D y mayor actividad de resorción ósea. Por lo tanto, en este informe se concluye que los vegetarianos, y especialmente los veganos, deben planificar adecuadamente su dieta y considerar la suplementación con vitamina D para reducir el riesgo de pérdida ósea. Muchos nutricionistas, además, insisten en la necesidad de complementar con vitamina B12, que se encuentra principalmente en productos de origen animal. El estudio Vitamin B12 deficiency indica que se trata de una afección común, que puede presentarse con características clínicas inespecíficas y, en casos graves, con anomalías neurológicas o hematológicas. Debe diagnosticarse de forma temprana y tratarse adecuadamente.

Para crear estas recomendaciones, el equipo ha desarrollado su versión verde del plato de Harvard, creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, y que suele ser citado por todos los profesionales por su evidencia científica para estructurar comidas saludables, cuenta González. «El enfoque está respaldado por estudios que asocian estos hábitos alimentarios con menores riesgos de enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer».

La guía, que se puede consultar y descargar de forma gratuita, está destinada a crear una orientación, a dar herramientas a las familias, detalla González, que destaca además «la importancia de llevar una vida activa y realizar algún deporte». Distribuye el plato de la siguiente forma:

  • 1/2 verduras y hortalizas: Combinación de cocinadas y crudas, preferiblemente de proximidad y de temporada. «La mitad del plato debe consistir en vegetales, priorizando variedad y colores».
  • 1/4 de legumbres y derivados, frutos secos, semillas y huevos: «Es fundamental asegurar una ración de legumbres o un huevo al día para compensar las proteínas, que se verán complementadas con carbohidratos para ser proteínas completas.
  • 1/4 de cereales y/o tubérculos: «Es interesante optar por versiones integrales de cereales, en lugar de las blancas, al elegir el arroz, el trigo, la pasta o el pan. También podríamos incluir patata o boniato».

«En el Observatorio Nestlé de Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, un 56% de los españoles se ocupa y preocupa por el medio ambiente en su plato y los flexitarianos que quieren consumir menos carne han ascendido al 25%». A tres de cada 10 personas, además, les parece «difícil» comer de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. «No pretendemos que nadie se convierta el veganismo, sino conseguir un balance nutricional para quienes deseen incluir más verduras en su menú dos o tres días a la semana, por ejemplo».

Según la nutricionista, se observa cómo nos alejamos de la dieta mediterránea consumiendo menos legumbres, para ella, un superalimentomuy a mano, que no hay que salir a buscar al Amazonas. «Si planificas un poco tus comidas, comprarás y comerás más saludable y generarás menos desperdicio alimentario, que al final es el que más recursos consume, porque acaba en la basura».

https://www.elmundo.es/vida-sana/cuerpo/2024/07/10/668bd979e4d4d801678b4590.html

El mundo se enfrenta a una crisis alimentaria sin precedentes y sin final aparente

El mundo corre el riesgo de sufrir otro año de hambre récord, ya que la crisis alimentaria mundial sigue llevando a más personas a niveles cada vez más graves de inseguridad alimentaria, advirtió este jueves el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un llamado en vísperas del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre.

La crisis alimentaria mundial que vive el planeta, fruto de una confluencia de crisis causadas por las alteraciones climáticas, los conflictos y las presiones económicas, provoca que el número de personas hambrientas a escala global haya crecido de 282 millones a 345 millones en sólo los primeros meses de 2022, afirmó este jueves el PMA.

«Nos enfrentamos a una crisis alimentaria mundial sin precedentes y todo indica que aún no hemos visto lo peor. En los últimos tres años las cifras del hambre han alcanzado repetidamente nuevos picos. Déjenme ser claro: las cosas pueden empeorar, y lo harán, a menos que haya un esfuerzo coordinado a gran escala para abordar las causas profundas de esta crisis. No podemos permitirnos otro año con cifras récord de hambre”, afirmó el director ejecutivo del Programa, David Beasley.

Con demasiada frecuencia los conflictos abocan a los más vulnerables a una hambruna catastrófica. La guerra en Ucrania alteró el comercio mundial, aumentó los costes de transporte y los plazos de entrega y dejó a los agricultores sin acceso a los insumos que precisan. Las consecuencias sobre las próximas cosechas repercutirán en todo el mundo.

Los afectados por la frecuencia e intensidad con la que se suceden las alteraciones climáticas no tienen tiempo suficiente de recuperarse entre un desastre y otro. Así, la sequía sin precedentes en el Cuerno de África está empujando a más personas a niveles alarmantes de inseguridad alimentaria, mientras se prevé una hambruna en Somalia.

Al mismo tiempo, la capacidad de respuesta de los gobiernos se ve limitada por sus propios problemas económicos -depreciación de la moneda, inflación, problemas de endeudamiento- mientras aumenta la amenaza de recesión mundial.