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Más de cuatro millones de ciudadanos españoles llevan un tipo de dieta veggie

Cocinamos menos y ‘pecamos’ más

Los hogares son el laboratorio ideal para observar los cambios más recientes en alimentación. Es precisamente ahí, señala Massanés, donde se puede apreciar el auge de los particularismos alimentarios. Este concepto refiere a cómo dentro de una misma familia cada miembro come de manera diferente. “Ahora es común, por ejemplo, que un miembro sea vegano, que otro siga una dieta paleo y que otro haya sido diagnosticado con alguna intolerancia”, detalla el experto. Hace 20 años, en cambio, lo habitual era que bajo un mismo techo el menú fuese el mismo para todos.

Asimismo, según Calderón, hemos pasado de hacer cinco comidas al día, con un primer y un segundo plato, un postre y pan blanco para acompañar, a reducir el número de ingestas y consumir un plato único y sin pan. Las prisas, las largas jornadas laborales y la reducción del tiempo que pasamos en casa podrían explicarlo.

Pero si hubiese que escoger uno de los grandes cambios que han marcado estas dos décadas es que hemos dejado de cocinar. Al menos así lo indica Massanés, que explica que, “dedicamos tiempo en la cocina pero necesitamos comer alimentos cocinados, dejamos que otros lo hagan por nosotros, ya sean los alimentos ultraprocesados, la comida preparada o los restaurantes que nos traen la comida a casa”.

De lo light al super alimento

La industria también se ha ido adaptando a los nuevos modelos alimentarios. Y a la inversa. Según los expertos hemos experimentado tres maneras en las que la agroindustria nos presentaba los alimentos. Los años 2000 arrancaron con el boom de los productos light, 0% o desnatados. Luego le siguieron los productos enriquecidos con Omega 3, con calcio, etc. Y ahora, lo natural ha vuelto a posicionarse en el centro. “Como nos hemos alejado tanto de lo natural, hemos empezado a desconfiar de lo manipulado y la industria, como ha visto que no puede quitar (light) ni añadir (enriquecidos) ha pasado a explicarle al consumidor las propiedades y beneficios de los alimentos. De ahí nace el concepto de los conocidos, equívocamente, como “superalimentos”, detalla el investigador.

Hablamos de alimentos como las semillas (de chía, de lino, de sésamo), los derivados de la soja, como el tofu o el tempeh, los productos fermentados, como el skyr o el kéfir, así como las algas y los pseudocereales como la quinoa, el trigo sarraceno o el amaranto. Son alimentos que hace dos décadas era complicado encontrarlos y únicamente estaban disponibles en tiendas especializadas, en internet o en los herbolarios. La experta del SEDCA señala que, “aunque antes no tenían apenas repercusión en nuestra alimentación, hoy en día no solo están disponibles en casi cualquier supermercado

Esto, para el director de la Fundación Alicia, está irremediablemente ligado a que hemos sustituido la identidad de la tradición por las tendencias. O dicho de otro modo: abrazar las tendencias alimentarias del mundo ha pasado a formar parte de nuestra tradición. “Por eso comemos hummus, sushi o poké en vez de cocido, consumimos kale mientras dejamos de lado el aceite de oliva o desayunamos todos una tostada con aguacate: tenemos la necesidad de abrazar las novedades y hemos convertido esa dinámica en parte de nuestra identidad”.

Pero esto no significa que nuestra tradición vaya a caer en el olvido. Según el experto, en los últimos meses se ha observado una ralentización de este fenómeno. “Quizá porque ya no somos capaces de absorber todas las modas que aparecen y desaparecen de un día para el otro”, concluye Massanés.

https://www.lavanguardia.com/comer/expres/20240925/9968685/abuela-le-sorprende-dulce-favorito-pequena-emociona-gracias-mi-luz-pmv.html

Cómo comíamos en los 2000 y cómo lo hacemos ahora

Si visitásemos una cocina de hace más de medio siglo seguramente no tardaríamos en percibir que todo es distinto: los utensilios, los electrodomésticos, los olores, los sabores… Pero no hace falta remontarse tanto tiempo atrás para comprobar que los cambios en la alimentación están sujetos al paso de los años y, sobre todo, a las transformaciones sociales. En tan sólo los últimos 20 años los productos consumidos, los hábitos y los gustos gastronómicos han cambiado. Y lo han hecho de una manera un tanto peculiar.

“La gran transformación de estas últimas dos décadas es precisamente que se han acelerado los cambios y ha habido más alteraciones que en los últimos siglos, en los que un alimento podía tardar años en incorporarse a la dieta”, explica Toni Massanés , director general del centro de innovación en la cocina Fundación Alicia. Pero ¿en qué ha variado exactamente? ¿Qué consumimos ahora que no consumíamos en los 2000? De la mano de dos expertos repasamos algunos de los principales cambios alimentarios.

Menos producto local y más procesados

En los 2000 la globalización ya se había colado en los supermercados. Sin embargo, según sostiene Massanés, gran parte de los productos que poníamos en nuestros platos todavía provenían de un entorno más o menos cercano. “Hoy esa lógica de que la base de nuestras comidas deben ser alimentos de proximidad y de temporada ha desaparecido y somos cada vez menos sostenibles”, señala el gastrónomo y, matiza, que el mercado global y el proceso de urbarnización han sido dos de los detonantes que han provocado que cada vez estemos más desvinculados del origen de los alimentos.

De estos fenómenos deriva también un progresivo y acelerado aumento de la oferta alimentaria. Pero no de alimentos naturales, sino de productos procesados de baja calidad nutricional pero con alto valor calórico ricos en grasas refinadas y saturadas, harinas blancas o azúcares añadidos. Para Andrea Calderón, nutricionista y secretaria científica de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA), “esto ha provocado que, a pesar de tener una mayor variedad de alimentos, el patrón de adherencia a ladieta mediterránea haya disminuido, como también lo ha hecho la ingesta de verduras, frutas y hortalizas, mientras que ha aumentado el consumo de carnes procesadas y derivados cárnicos, preparados, bollería o refrescos”.

Sin embargo, nuestros hábitos de alimentación cambian a velocidades vertiginosas y ambos expertos coinciden en que en los últimos años esta tendencia, hasta ahora al alza, parece ralentizarse. Lo refleja así un estudiorecientemente publicado por la consultora Kantar sobre la evolución del gran consumo. La investigación concluye que, a pesar de que compramos menos productos frescos y de proximidad que hace una década, en 2019 ha aumentado un 1% la adquisición de estos productos y de otros de origen ecológico.

Para Calderón, esto responde a una creciente concienciación sobre la propia salud y la del medio ambiente, que lleva a optar por alternativas más sostenibles. Un ejemplo de ello es el consumo de carne. Hoy comemos más carne que a inicios de siglo, pero las dietas veganas, vegetarianas o simplemente la flexitariana (que aboga por reducir el consumo de carne) han comenzado a pasar a un primer plano. De hecho, según datos del informe The Green Revolution, elaborado por la consultora Lantern en 2019, más de cuatro millones de ciudadanos españoles llevan un tipo de dieta veggie.

https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20200228/473634317272/como-comiamos-en-el-2000-ora-comida-ultraprocesada-casera-proximidad.html

GASTRONOMÍA ESPAÑOLA

Gastronomía española es una de las mejores del mundo por la calidad y variedad de los productos que se utilizan y es el orgullo del país.
Es difícil hablar de la existencia de la cocina nacional de España en su conjunto. Más bien, la cocina tradicional se compone de muchas cocinas regionales. En cada uno de ellas influyeron el clima, la historia y los propios costumbres de la vida. Sin embargo se puede distinguir características comunes a toda la cocina española.En primer lugar la propia cocina española de hecho es bastante simple. Su base es la cebolla, el ajo y los pimientos. Comúnmente se utilizan las hierbas, la salvia y el aceite de oliva. La simplicidad y la rapidez de preparación también son comunes en las recetas de muchas regiones. Tales métodos de cocción como guisar en vino, guisar con queso de oveja o asar a la parrilla son típicos de muchos platos en la peninsula ibérica.

Cocina moderna española es muy variada, única e inimitable. Su formación fue influenciada por los romanos, moros y estadounidenses.

La gsatronomía española es bastante más cercana del sur de Francia y de Italia: la misma mezcla mediterránea de ajo, del aceite de oliva, de los tomates y los pimientos verdes, pero en diferencia con una clara influencia de las tradiciones orientales. El legado de los árabes es una variedad de especias, almendras y arroz – son componentes indispensables de muchos de los platos tradicionales de la Península Ibérica. Con la gastornomía de América del Sur se une el uso de productos de origen estadounidense – como se fueron a Europa a través de España en la Edad Media – tales como pimientos, tomates, patatas, maíz y chocolate.

 España se divide en un gran número de zonas históricas. Cada uno de ellos tiene su propia tradición gastronómica, sus comidas y bebidas típicas. Sin embargo, a España se puede dividir en varias grandes zonas gastronómicas.

Cocina del norte

En el norte domina la preparación de platos de pescadoEl País Vasco es famoso por su bacalao con ajoLa sidra y fabada es la tarjeta de llamada de Asturias. En Galicia el protagonista es el pulpo. En Aragón prefieren comer la carne con salsas picantes. En Rioja Navarra aprecian las salsas de verdura y guarniciones distintas.

Cocina mediterránea

La Cocina mediterránea, combinada con la famosa dieta mediterránea que ha demostrado sus beneficios para la salud, esta basada en la trinidad de trigo, olivos y vides. Se agriegan tales componentes importantes como el arroz, las verduras, el ajohierbas y otros cultivos de hortalizas, así como quesoyogurtpescadocarnehuevos fruta. Esta cocina rica y diversa tiene sus propias características y matices en diferentes zonas naturales del Mediterráneo español.

La cocina del centro de España

El carácter de la gastronomía de la parte central del país se formó bajo la influencia de la dureza del clima, el terreno montañoso y el trabajo pesado. La base de dicha alimentación son las alubias, las lentejas y las carnes diversas. Uno de los platos básicos y típicos de la zona son muchas variaciones sobre el tema del cocido (sopa nutritiva), así como platos de caza y diversos embutidos.

Cocina Andaluza

Cocina del sur de España es una fusión de cocinas de todas las culturas y pueblos que habitaron esta tierra fértil. El famoso gazpacho que es la sopa fría nació en Andalucía. Todos los platos dulces y postres Andalucía son heredados de los antiguos moros.

La cocina española es interminable – no se puede probarlo todo. Sin embargo, en España, es necesario probar platos clásicos – la famosa tortillachorizo picante,  jamóngazpacho andaluz (Andalucía), pulpo a la gallega (Galicia), cochinillo segoviano (Castilla y León), fabada asturiana (Asturias), cocido madrileño (Comunidad de Madrid), patatas a la riojana (La Rioja), bacalao a la vizcaina (País Vasco), caldereta de langosta en (Isals Baleares), sopa de ajo (Castilla La Mancha)y por supuesto la paella (Comunidad Valenciana)

https://www.erasmusvalencia.com/gastronomia-espanola.html

Comer en los mercados de Valencia

Valencia es una ciudad que cuenta con numerosos mercados que son verdaderas joyas arquitectónicas. Algunos de ellos incluso han sido nombrados entre los mercados cubiertos más bonitos de Europa, como es el caso del Mercado Colón y el Mercado Central de Valencia. Descubre todos los restaurantes en Valencia.

Pero los mercados en Valencia no sólo destacan por su infraestructura sino que también lo hacen por la gastronomía y productos que se venden en el interior.  En la actualidad tenemos la suerte de que cada vez se abren más sitios para poder disfrutar de la gastronomía de mercado en el mismo mercado.

A continuación os traemos una selección de bares y restaurantes donde comer en los mercados de Valencia. ¡Descúbrelos!

Central Bar

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Se encuentra ubicado dentro del Mercado Central de Valencia y es obra del famoso cocinero valenciano Ricard Camarena.

Por esta razón no es de extrañar que cocinen con productos del mismo mercado y que sus bocadillos, tapas y platos tengan una calidad  y sabor increíble. A cualquier hora del día siempre será un placer para el paladar visitar este lugar.

El Central Bar se encuentra en el Mercado Central de Valencia en la Plaza Ciudad de Brujas s/n, Valencia.

Super Gourmet

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Si te gustan las tapas buenas y abundantes este es tu bar. Ubicado en la fachada del Mercado Central se ha hecho famoso con los años por sus deliciosas tapas tradicionales acompañadas de un buen vino, cerveza o incluso sangría.

La gastronomía de mercado es palpable incluso antes de empezar a comer y el servicio es atento y amable tanto para lugareños y turistas.

Gambas, sepia, tortilla, calamares, verduras salteadas y demás tapas que no van a dejar indiferente a nadie.

Super Gourmet se ubica en el Mercado Central de Valencia, en la Avenida Baró de Cárcer.

Momiji Sushi Bar

sushi en valencia

Dejamos atrás el Mercado Central y ahora toca el turno al Mercado Colón de Valencia. En la planta baja de este mercado encuentras Momiji.

Un imprescindible si te gusta la cultura y la comida japonesa, un sushi bar que está catalogado como uno de los mejores de Valencia. El horario de Momiji es de 13:30 a 16:00 para comidas, Momiji Bar de 16:00 a 21:00 h y horario de cenas de 21:00 a 23:00h. Teléfono de reservas 960 709 175.

Se encuentra en el Mercado Colón, Calle Jorge Juan 19, Valencia.

Horchatería Daniel

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La Horchatería Daniel, una de las más famosas de la ciudad, abre en la Avenida de la Horchata 41, en Alboraya en 1979.

Durante más de 30 años  lugareños, turistas e incluso personajes ilustres se han acercado para probar su deliciosa horchata.

Desde hace relativamente poco, en el Mercado Colón se puede disfrutar de esta tradicional horchatería debido a la apertura de un segundo local en la ciudad de Valencia. ¡No te pierdas una de las mejores horchatería de Valencia, ahora también en el Mercado Colón!

Se encuentra en el Mercado Colón, Calle Jorge Juan 19, Valencia.

Carnicerías Filo

Carnes Filo

A pesar de que no se puede comer en el mismo Mercado de Ruzafa, esta carnicería es digna de mención debido a que ofrece probablemente una de las mejores carnes de hamburguesa de Valencia.

En Carnicerías Filo se pueden encontrar hamburguesas de todo tipo: de queso de cabra, cebolla caramelizada, cebra, buey, avestruz, pato y demás animales exóticos.

Pero si os va lo tradicional, no pasa nada, porque en este establecimiento del Mercado de Ruzafa también venden hamburguesas de ternera o pollo igual de deliciosas.

https://www.lovevalencia.com/comer-en-los-mercados-de-valencia.html

¿Cómo son las guías alimentarias de otros países?

La alimentación es un proceso tan mecanizado de todos los días que hemos olvidado tooodas las influencias que este tiene, como las tradiciones familiares, los gustos, lo establecido por la publicidad, la disponibilidad de alimentos y la cultura.

Y es que en esto de querer comer de una manera más saludable, tener mejores hábitos de vida y gozar de una buena salud, podríamos llegar a pensar de que hay solo una forma de hacer las cosas pero en este artículo te mostraremos la diferentes pirámides y guías alimentarias de diferentes países de todo el mundo para que ampliemos nuestra forma de ver la alimentación y quizás descubramos que en otras culturas llevan la alimentación de una manera que me parece más cómoda o práctica:

Chile

Para que podamos comparar, en nuestro país se cambio la pirámide nutricional por el plato saludable, una gráfica que nos indica los alimentos que debiésemos incluir para llevar una alimentación con todos los nutrientes necesarios, además de recomendar la actividad física y la hidratación.

China

Como podemos ver, esta guía alimentaria se presenta como un pagoda, donde la base de la alimentación son cereales, tubérculos, legumbres y vegetales. Además de indicar aproximadamente las porciones recomendadas en gramos.

Afghanistan

En esta guía también se aprecia mayor volumen de cereales, tubérculos y verduras pero incluyen en la alimentación saludable los frutos secos y las semillas.

Grecia

En Grecia se utiliza la dieta mediterránea como guía para una alimentación saludable donde podemos destacar que recomienda cereales no refinados (integrales de preferencia), actividad física diaria y las carnes rojas de manera mensual.

Qatar

Como bonus encontramos muy interesante el diseño de esta guía alimentaria en concha donde se recomienda comer una variedad de opciones saludables de los seis grupos de alimentos a diario y se puede ver que los alimentos con alto contenido de azúcar, sal y grasas, como las bebidas azucaradas y los productos altamente procesados, no se describen en la guía de alimentos.

Como vemos, hay elementos comunes como los vegetales y los cereales pero las cantidades y proporciones diarias pueden ir variando según la cultura y disponibilidad de alimentos en cada región.

Todas estas guías fueron sacadas de su sitio oficial de salud y la mayoría datan de entre 2010 y 2015, ¿Crees que se deberían actualizar considerando los estudios en dietas basadas en plantas, crisis climática y los altos niveles de incidencia de enfermedades crónicas?

En Australia ya se trabajaron en guías para el medioambiente donde nos invitan a alimentarnos de una manera más sostenible para el planeta.

https://www.serfit.cl/post/cómo-son-las-guías-alimentarias-de-otros-países

ALIMENTOS EN CONSERVA QUE NO DEBERÍAN FALTAR EN TU DESPENSA

Los alimentos en conserva nos permiten hacer comidas y tapas variadas, deliciosas y nutritivas, además de sacarnos de apuros ante cualquier imprevisto.

¿Visitas sorpresa? ¿Reunión de última hora? ¿Sin ganas de cocinar? Las conservas nos ponen más fácil el momento de improvisar en la cocina.

Nos evita ese estrés de no saber qué hacer para una comida, cena o picoteo rápido.

Tipos de alimentos en conservas

Aceitunas, alcachofas, maíz enlatado, sardinillas o atún en aceite puede que no falten en tu despensa. Sin embargo, hay muchas opciones de alimentos en conserva a los que puedes sacarle partido para preparar recetas de altura.

Las conservas son el fondo de la despensa de toda buena cocina. Nos permiten incorporar ingredientes variados, concentrados, fuera de temporada y conservados o curados para brindarnos un exquisito sabor.

La RAE define las conservas como preparaciones envasadas herméticamente, conservadas y preparadas de manera adecuada para ser comestibles un tiempo después.

Esto incluye frutas, carnes rojas, blancas y vegetales de todo tipo. El tipo de conservación puede ser mediante salazón, secado o deshidratado, embotellado, ahumado, enlatado, congelado, refrigeración, vacío, conservación con químicos, encurtidos o azúcar.

conservas en lata

Conservas que no deben faltar

Entre los mariscos y pescados los más comunes de encontrar en conservas en aceite, agua, vinagre, escabeche son el pulpo, mejillones, arenques, caballa, sardinas, truchas, agujas, bacalao y bonito.

Hay conservas que podéis hacer en casa y que además de sabrosas, nos permiten ahorrar, al comprarlas frescas, en su mejor momento de cosecha y a menor precio.

El mejor ejemplo son los elaborados con frutas y vegetales de temporada, como tomate, berenjena, cebolla, cereza, manzana y albaricoque. Una vez envasados, nos permiten disfrutar todo el año de estos ingredientes sin gastar más.

En el caso de los pescados y mariscos de temporada, el proceso requiere destreza y cuidado para garantizar su correcta conservación por varios meses.

Rápido y sabroso

Las legumbres ya cocidas, como las habas, lentejas, frijoles, garbanzos y muchos otros granos conservados en lata, aceite o agua nos evitan el remojo del día anterior, así como el gasto de agua, gas o electricidad y largo tiempo de la cocción.

Ahora, fijaros en esta lista de conservas que no deben faltar en tu armario de cocina. Tenlas en cuenta para tus próximas compras:

  • Pimientos del piquillo o pimiento morrón
  • Tomates troceados, pelados, enteros, concentrado, secos, en aceite,
  • Mejillones, atún, sardinillas, pulpos, calamares en aceite de oliva o al natural
  • Espárragos blancos
  • Cebolletas
  • Alcachofas
  • Pepinillos
  • Encurtidos de vegetales y antipastos
  • Hongos, maíz, guisantes, aceitunas
  • Garbanzos, lentejas, alubias, guisantes o judías
  • Frutas de temporada en su jugo
  • Mozarella o quesos frescos en conservas, con aceite de oliva y especias aromáticas

https://cocinartetoledo.es/alimentos-en-conserva-en-tu-despensa

La inseguridad alimentaria que se avecina

La inseguridad alimentaria no hace más que aumentar, incluso antes de la pandemia y la guerra de Ucrania. La subida de precios de los alimentos explica la paradoja de un mayor número de hambrientos pese a la mayor producción mundial agrícola y ganadera.

En este año, la subida registrada por los precios de los alimentos, además de alta, ha sido brusca y repentina. El margen de reacción ante este tipo de subidas, para los sectores más vulnerables de la población, tanto de las economías más industrializadas como de aquellos países en desarrollo, es muy estrecho. Hoy en día, 2.300 millones de personas, casi un 30% de la población mundial, están en el límite de una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave. De éstas, 924 millones de personas (el 11,7%) se encuentra en niveles graves y viven, principalmente en países de África (28%), Asia (13,5%) y de América Latina y el Caribe (8,5%), de acuerdo a los más recientes datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)..

Desde que en 2015 se aprobara la Agenda 2030 y el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Hambre Cero, por el que Naciones Unidas anunciaba la erradicación del hambre en el mundo para 2030, el número de hambrientos en el mundo ha aumentado en más de 200 millones. Esto se debe a que, durante ese tiempo, el precio promedio de los alimentos básicos aumentó un 22,2% a pesar de registrarse un incremento de la producción alimentaria de un 1,2%. Esto sitúa el problema de la malnutrición en el lado de la restricción del acceso a los alimentos seguros, saludables y sostenibles, pero no de la escasez.

Aunque es indiscutible que la capacidad de producir y obtener alimentos se ha visto mermada en los últimos años debido a múltiples factores, la producción de alimentos no ha dejado de crecer. Desde que la crisis de 2008 pusiera en evidencia el abandono de la agricultura en las economías en desarrollo, los principales donantes y economías emergentes han impulsado la inversión y el apoyo al sector. En algunas regiones, esta producción también ha mejorado debido a las condiciones climáticas favorables, y la mejora de las técnicas de producción debido al uso de fertilizantes y semillas modificadas.

Un problema de acceso

En 2023, según la FAO, la producción mundial estimada de cereales aumentará un 1%, alcanzando los 2.813 millones de toneladas. La producción de trigo, pese a la invasión rusa de Ucrania, aumentará un 1,8%, la de maíz un 0,6% y la de arroz un 0,2%. Lo mismo ocurre con la producción mundial de carne que tendrá un aumento del 1,5%, siendo la carne de cerdo la que alcance el mayor crecimiento, un 2,5%, seguida por las de aves de corral, con un 2%. También se espera que aumente la producción mundial de leche, en un 1%.

Sin embargo, este crecimiento no es uniforme. En algunas regiones, como África, la producción ha disminuido debido a la sequía y otros factores climáticos adversos. En otras regiones, como Asia, la producción ha aumentado, pero no lo suficiente para satisfacer la creciente demanda.

En estas regiones, para afrontar esta situación, resulta determinante considerar las condiciones socioeconómicas de la pobreza, la desigualdad y la discriminación, donde la pandemia de la Covid ha hecho estragos. Si la disponibilidad de acceso a los alimentos era ya suficientemente restringida, el aumento de los precios de la energía y la interrupción del suministro de cereales provocada por la guerra en Ucrania, han llevado esta situación al límite. El aumento de los precios de los alimentos ha tenido un impacto negativo en la seguridad alimentaria mundial. Ha dificultado que las personas más pobres puedan acceder a los alimentos seguros y nutritivos.

Los tres tipos de enfermedades que las avellanas ayudan a combatir

Los frutos secos están llenos de nutrientes, vitaminas y minerales, por eso conviene incluirlos en nuestra alimentación, eso sí, en su justa medida. Esto es lo que las avellanas hacen por nuestra salud. 

Las avellanas pueden ayudarte a cuidar tu salud.

Añadir un puñadito de frutos secos a nuestra alimentación diaria puede suponer una gran diferencia para nuestra salud, porque podremos disfrutar de los muchos beneficios que tienen. En España, las nueces son las más consumidas, también las que más sencillo nos parece integrar en preparaciones y recetas, tanto dulces como saladas. A pesar de ello, cacahuetes, almendras, pistachos y avellanas las siguen muy de cerca, tanto solos como mezclados entre ellos.

Aumentar la ingesta de frutos secos, sin excedernos, es una estupenda idea para mejorar algunos aspectos de nuestra salud. En función de si queremos reforzar unos u otros, podremos seleccionar aquellos que más puedan influir. Las avellanas, además de no ser tan habituales como el resto, son deliciosas y tienen muchos beneficios, de los que hemos querido destacar estos tres.

Incorporar los frutos secos a nuestra alimentación es una buena idea, porque son una buena fuente de nutrientes esenciales, mejoran la salud de las arterias, regulan los niveles de colesterol y triglicéridos, combaten el estreñimiento y cuidan la vista. Además, las avellanas, ricas en vitamina E, magnesio, fósforo, hierro y calcio, pueden ayudar a combatir estas tres enfermedades:

  • Reducen el riesgo de padecer anemia. Igual que sucede con las almendras, el contenido en hierro de este fruto seco hace que sea especialmente útil para prevenir la anemia, ayuda a estimular la hemoglobina y la regeneración de células sanguíneas en el cuerpo.
  • Mantienen una buena salud ósea. Para mantener una buena salud ósea se nos recomienda incluir alimentos ricos en calcio en nuestra alimentación (así como la actividad física e incorporar la vitamina D, necesaria para la absorción del calcio). Solemos pensar en los lácteos, pero frutos secos como las avellanas son una estupenda forma de obtenerlo.
  • Mejoran la función cerebral. Las avellanas son ricas en vitamina E y otros antioxidantes, que protegen las células del daño oxidativo, también las cerebrales. Gracias a su contenido en fósforo pueden ser útiles para reducir el estrés y prevenir la demencia; su consumo se asocia con una mejor función cognitiva en adultos.

Además, también fortalecen el sistema inmunológico, reducen el riesgo de diabetes tipo 2 y mejoran la salud del corazón en general. Conviene, eso sí, consumirlas con moderación, sin excedernos, si queremos incorporarlas a nuestra alimentación, habría que tomar un máximo de 10 o 15 avellanas diarias.

Cómo incorporar las avellanas a la dieta

Las avellanas se pueden tomar secas, tostadas, saladas… aunque lo más saludable es tomarlas al natural, evitando las preparaciones que les añaden elementos que no conviene consumir en exceso, como la sal. Las podemos tomar en nuestras preparaciones dulces, por ejemplo junto con un bol de fruta con yogur, ideal para sumar grasas saludables a nuestro desayuno, pero también las podemos incorporar en ensaladas, usarlas para preparar nuestra propia granola, añadirlas a batidos, sumarlas a nuestras galletas caseras o usarlas para hacer nuestra propia crema de avellanas, que podemos tomar sobre un pedazo de pan.

https://www.20minutos.es/salud/nutricion/tres-tipos-enfermedades-avellanas-ayudan-combatir-5633500

¿Cuándo una dieta es saludable?

Una estrategia equilibrada

Para seguir una dieta saludable tenemos que aprender cuáles son los alimentos que debemos comer para encontrarnos bien. Pero también tenemos que conseguir un equilibrio, integrando una variedad de alimentos diferentes en una rutina cotidiana agradable.

¿Por qué es necesario comer bien? El organismo necesita un aporte constante de energía para poder ocuparse de los procesos vitales continuos, como el latido del corazón, la respiración y la digestión. La energía también es necesaria para el crecimiento y la reparación de los tejidos del cuerpo y para que los músculos se muevan.

Esta energía procede de la comida y la bebida. El contenido energético se mide en calorías (kilocalorías, Kcal). Aparte de la energía, hemos de garantizar que la dieta incluya nutrientes esenciales, como proteínas, grasas, vitaminas y minerales.

¿Qué es una dieta saludable?

Según la mayoría de los dietistas, no existen alimentos “malos”, sino dietas “poco sanas”. Una dieta saludable se consigue comiendo la cantidad correcta de alimentos en la proporción adecuada, con continuidad; aunque no pasa nada si de vez en cuando sucumbes a la tentación de las patatas fritas o de la tarta de chocolate.

Comer una proporción adecuada de alimentos de los principales grupos constituye la base del bienestar cotidiano, y reducirá el riesgo de enfermedades a largo plazo.

Los alimentos se clasifican en tres grupos principales: hidratos de carbono, grasas y proteínas. Cada uno desempeña una función distinta en el organismo.

Para más información entre en el enlace siguiente:

https://www.sanitas.es/biblioteca-de-salud/dieta-alimentacion/peso-saludable/cuando-una-dieta-es-saludable

ALIMENTACIÓN EN PAÍSES SUBDESARROLLADOS

La dieta básica en los países en vías de desarrollo está relacionada con la agricultura de subsistencia y la domesticación y la caza de animales. En general, la agricultura de subsistencia se concentra en un número limitado de cultivos de ciclo corto (anuales o semianuales), estacionales, con periodos de fructificación sincrónicos. 

Los incrementos de oferta durante las cosechas hacen bajar los precios y el agricultor que no puede consumir todos los frutos pierde su producción. Esta situación es más crítica cuanto más perecedero sea el producto y más costoso su transporte a las áreas de consumo.

Hay sociedades que mantienen una economía basada en la agricultura de roza, que consiste en la quema y tala de árboles para crear campos de ceniza. Estos pueblos realizan cultivos de temporada. Los principales productos cultivados son la mandioca, en la parte de la selva tropical sudamericana, el maíz, el mijo, el sorgo, en África, y el arroz, la batata y el plátano, en Sudamérica

Las regiones del mundo donde la agricultura está más consolidada y las poblaciones son sedentarias basan su alimentación en el intercambio de productos. Mientras cultivan y venden el producto de sus cosechas, compran lo necesario para la supervivencia. Un ejemplo de este tipo de sociedades agrícolas son los indios Hopi, agricultores de maíz en el norte de México y suroeste de Estados Unidos

El problema de este tipo de comunidades sustentadas en el monocultivo es que el resultado de la cosecha es imprevisible. Cualquier problema climático o plaga puede ocasionar la pérdida de sustento. El hambre es más común en las sociedades agrícolas de monocultivo que en las que practican la agricultura de roza.

La dieta en los países en vías de desarrollo es básicamente vegetariana. Al consumo de maíz, mandioca, patata, col, rábano, nabo, trigo y cebada se unen el de frutas, como plátano, manzana, papaya y mango. Obtienen su principal fuente de proteínas, sobre todo en América Latina, a partir de leche de cabra y de oveja, y de sus derivados  como yogur,requesón y cuajada.

Otro medio de subsistencia en los países en vías de desarrollo es la caza. Existen comunidades cazadoras-recolectoras en África central (zona de Zaire), en las selvas de Madagascar, en el sudeste asiático (Filipinas), en Oceanía (Nueva Zelanda), Como ejemplo de estas sociedades tenemos a los Sans en el desierto de Kalahari, en la frontera entre Botsuana y Namibia y los Mbutiy los Kung, que viven en el al sur de África.

La mayoría de comunidades de cazadores han sido destruidas o absorbidas por la expansión mundial de la cultura occidental. Es muy improbable que las que sobreviven permanezcan intactas mucho más tiempo. En la actualidad, menos de un cuarto de millón de personas en el mundo subsisten básicamente de la caza y de la recolección (0,001 % del total de la población mundial).