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¿Es peligroso consumir bebidas energéticas?
Recientemente, la Xunta de Galicia ha lanzado una propuesta de norma que busca limitar el consumo de bebidas energéticas entre los menores de edad. Este movimiento no es una acción aislada; otras comunidades autónomas han decidido estudiar esta cuestión. Por su lado, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ya había encendido las alarmas acerca del incremento en el consumo de estas bebidas entre los adolescentes. Estos movimientos han planteado a la población diversas preguntas sobre la seguridad de su consumo.
Las bebidas energéticas no proporcionan más «energía» que las calorías derivadas de los azúcares que contienen. Los ingredientes habituales de estos productos incluyen, además del azúcar, cafeína, taurina, y una serie de otros componentes como la L-carnitina, la glucuronolactona, guaraná, ginseng y vitaminas del grupo B. Si bien un consumo esporádico y en pequeñas cantidades podría no ser perjudicial para individuos sanos, las personas con condiciones psiquiátricas, cardiológicas y metabólicas deberían evitarlas.
La situación se agrava con el consumo continuado. Un estudio de 2011 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) destaca que un 12% de los menores europeos entre 10 y 18 años son consumidores «crónicos elevados»: es decir, ingieren estas bebidas de 4 a 5 veces por semana o más, lo que resulta en un volumen medio de 7 litros al mes. Además, un porcentaje similar se identificó como consumidor «muy agudo», el cual representa una ingesta de al menos un litro en cada ocasión. Ya se sabía que las bebidas energéticas, ricas en cafeína y otros estimulantes, afectan negativamente a las funciones de los vasos sanguíneos. Sin embargo, los últimos hallazgos van más allá. Estos revelan que una sola lata podría elevar tanto la presión arterial como los niveles de cortisol, la hormona del estrés, entre otros efectos adversos. Los estudios muestran una preocupante disminución en la dilatación de los vasos sanguíneos en las personas analizadas: antes de consumir la bebida, la dilatación promedio era del 5,1% y cayó a un 2,8% solo una hora y media después. Este cambio sugiere un daño agudo en la función vascular, que podría relacionarse con una mezcla de ingredientes como cafeína, taurina, azúcar y otras hierbas que afectan al endotelio, el revestimiento de los vasos. Si bien una sobredosis de cafeína no siempre resulta en una situación fatal, sí puede llevar a síntomas graves como palpitaciones, náuseas, vómitos, convulsiones, acidosis metabólica y aumento de la presión arterial. Además, se ha observado un mayor riesgo de hipertensión y diabetes tipo 2 en adultos que consumen este tipo de bebidas.
Esto es lo que hay que hacer para comprobar la frescura de un huevo.
Para comprobar la frescura de un huevo solo necesitas un recipiente con agua. Observando si el alimento flota o se hunde se puede adivinar su estado, y la ciencia explica que esto se debe a la estructura de la misma cáscara del huevo.
Los huevos más frescos y de alta calidad que podemos comprar son, sin duda, los que adquirimos directamente en una granja.
Aunque ahora es muy fácil conseguir huevos en el mercado, estos no suelen ser tan frescos como parecen, ya que las industrias los someten a algunas técnicas para prolongar su frescura y poder tener más tiempo para comercializarlos.
La prueba consiste en colocar el huevo con mucho cuidado en una taza de agua. Si el huevo está fresco se hundirá y permanecerá en un plano longitudinal en la parte inferior de la taza. Sin embargo, cuanto más viejo esté el huevo, más flotará en el agua.
Esto es por que a medida que pasa el tiempo, el huevo va perdiendo agua a través de los poros de la cáscara, lo que provoca una disminución de peso y también un aumento de aire en el interior del huevo.
Además, como dato curioso, se cree que no se deben lavar los huevos, ya que estas prácticas podrían debilitar o dañar la cáscara, que actúa como una barrera protectora que evita la entrada de microorganismos.
El uso actual de la Dieta del Paleolítico y el debate científico que ha desencadenado.
En un mundo donde las dietas modernas parecen estar en constante evolución, la dieta paleolítica o «dieta Paleo» se destaca por su enfoque único: mirar hacia el pasado para mejorar nuestra salud en el presente. La dieta paleolítica moderna consiste en un plan de alimentación basado en lo que se cree que era la dieta de los seres humanos durante la era paleolítica, hace aproximadamente 2,5 millones a 10.000 años.
Este régimen incluye alimentos que se podrían obtener a través de la caza y la recolección, como frutas, verduras, carnes magras, pescado, huevos, frutos secos y semillas, excluyendo aquellos productos que se hicieron comunes con el advenimiento de la agricultura, como granos, legumbres y lácteos.
Los defensores de la dieta Paleo argumentan que nuestra genética se ha mantenido prácticamente inalterada desde la era paleolítica, y, por lo tanto, este tipo de alimentación es más natural y saludable para el ser humano moderno. Se sugiere que adoptar una dieta similar a la de nuestros antepasados cazadores-recolectores puede ayudarnos a evitar enfermedades crónicas actuales, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, la ciencia tiene una perspectiva mixta sobre la dieta Paleo. Aunque algunos estudios a corto plazo han mostrado beneficios, como pérdida de peso y mejoras en la presión arterial y el perfil lipídico, la investigación es limitada y no concluyente en términos de efectos a largo plazo y potenciales riesgos nutricionales.
La principal preocupación radica en la exclusión de grupos de alimentos enteros que son fuentes importantes de fibra, vitaminas y minerales, como los granos integrales y los productos lácteoS.
En conclusión, mientras que la dieta Paleo ofrece un enfoque interesante para la nutrición moderna, enfatizando alimentos enteros y minimizando los procesados, es crucial adoptar un enfoque equilibrado. Los expertos sugieren que más importante que seguir rigurosamente una dieta basada en la era paleolítica es enfocarse en una alimentación balanceada y variada que incluya todos los grupos de alimentos, asegurando así la obtención de todos los nutrientes esenciales. En definitiva, aunque la dieta Paleo puede ser beneficiosa para algunas personas, especialmente como un método para reducir el consumo de alimentos procesados, no es necesariamente superior a otras dietas equilibradas y saludables. Lo importante es encontrar un plan de alimentación que se ajuste a las necesidades individuales, preferencias y estilo de vida, siempre con un enfoque en alimentos enteros y minimizando aquellos altamente procesados.
Sensores inteligentes para el campo: en algunos casos los agricultores pueden llegar a ahorrar más del 50 % de agua
La falta de lluvia es uno de los principales desafíos a los que enfrenta la agricultura y pone en riesgo la productividad de los cultivos, especialmente en el sur de España y el Mediterráneo, donde se prevé una primavera y un verano más cálido de lo habitual. Ante esta situación, la agrotech alicantina Prismab ofrece una solución con la que ya cuentan más de 1.300 usuarios en la zona de Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana.
En Almería, más de 700 pequeños agricultores ya utilizan esta solución tecnológica. El objetivo es aminorar el impacto de la sequía en el campo y ayudar al pequeño agricultor a aprovechar mejor los recursos y ser más productivo, democratizando su acceso a la tecnología.
Actualmente, la compañía cuenta con más de 3.000 dispositivos inteligentes activos en España (como sensores de suelo, tensiómetros, sensores ambientales y caudalímetros), de los que más de 1.500 se ubican en Almería. Con ellos el agricultor es capaz de obtener información clave sobre sus cultivos de forma centralizada y en tiempo real, evitándole desplazamientos y mejorando la gestión de su tiempo. Para ello, la compañía envía al agricultor el equipo, que lo puede instalar él mismo de forma sencilla en tan solo 5 minutos. A través de una app, puede consultar todos los datos.
Esta tecnología le permite monitorizar los parámetros más importantes. En el caso de los sensores de agua, el agricultor puede conocer su calidad, así como el consumo que ha hecho y la cantidad de agua que tiene almacenada. Esto le ayuda a conocer los costes de su explotación en tiempo real, detectando fugas de forma prematura y la gestión inteligente del almacenamiento del agua a lo largo de un ciclo de cultivo.
Por otro lado, los sensores de clima miden la temperatura, humedad, precipitaciones y radiación. Estos parámetros ofrecen información crítica al agricultor: avisos de heladas, ventanas de peligro como enfermedades o plagas o conocer la cantidad de agua que se está evaporando. Por último, los sensores de suelo miden la cantidad de agua disponible que hay en la tierra, la salinidad y la cantidad de nutrientes, la temperatura, la fuerza de succión que tiene que hacer la planta, etc.
Esta información, mejora la toma de decisión del riego para mantener al cultivo en una zona de “confort” hídrico y reducir el consumo de agua en hasta un 30%. “Hemos percibido hasta un incremento del 15% de la producción en cultivos que cuentan con nuestros dispositivos. Además, el ahorro medio de los agricultores que usan nuestro sistema es del 24,3%, siendo en algunos casos de más del 50% en agua”, ha asegurado Antonio Pastor, CEO de Prismab.
En este mismo sentido, Antonio Salvador, asesor agroambiental en Suministros Limero ha explicado que para él “ha sido la democratización de la tecnología en el campo; con un equipo de bajo coste podemos tener rendimientos en el campo como en las grandes explotaciones. Consigo mejorar el cultivo, ahorramos en agua y fertilizantes y tenemos una mejora medioambiental clarísima».
Gracias a la tecnología de la agrotech, en 2023 se ahorraron 466.357 metros cúbicos de agua, lo que equivale a 187 piscinas olímpicas. Y si tenemos en cuenta el acumulado desde sus inicios en 2017, han conseguido ahorrar 1.715.861 metros cúbicos, el equivalente a 687 piscinas. En Almería se han ahorrado 850.000 metros cúbicos de agua desde que empezaron a hacer uso de estos dispositivos en 2017.
Además, al consumirse menos agua también se consume menos energía, por lo que se reducen las emisiones de CO2 y el uso fertilizantes en la misma proporción, lo que permite al sector cumplir con los objetivos de la Agenda 2030: con el objetivo nº6 (“garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible”), nº12 (“modelos de producción sostenible”) y nº15 (“detener e invertir la degradación de las tierras”).
La fórmula para conseguir una agricultura espacial y cultivar tomates y lechugas en Marte
El ser humano todavía no ha llegado a Marte, ni tampoco ha establecido una colonia en la Luna, pero lo hará. El avance de la tecnología permitirá en los próximos años hacer realidad lo que hoy día son metas científicas, con el desarrollo de espacios habitables, que se autoabastezcan de agua, oxígeno y… ¿alimentos? Un proyecto liderado por investigadores de la Universidad de Talca (UTalca), en Chile, investiga cómo cultivar tomates y lechugas en colonias en otro planeta.
Los experimentos para el desarrollo de esta agricultura espacial se están realizando en el desierto de Atacama, uno de los entornos más inhóspitos de la Tierra. Allí se ensaya con microorganismos propios del lugar, acostumbrados a prosperar en condiciones extremas y especialistas en obtener recursos para la vida de donde casi no los hay.
Este proyecto ha permitido dar pasos muy positivos, hasta el punto de que los investigadores están convencidos de que se podrían cultivar hortalizas en entornos tan complicados para la vida como el planeta Marte, lo que abre una vía muy interesante para la exploración espacial, que puede cambiar el escenario en los próximos años.
Cuál es la fórmula para poder cultivar tomates y hortalizas en Marte
La fórmula para poder cultivar tomates y hortalizas en Marte pasa por asociar los microorganismos del desierto de Atacama, acostumbrados a unas condiciones extremas, a cultivos, de manera que esta vida microscópica establezca las condiciones que permita prosperar a los cultivos.
«Los primeros resultados son muy alentadores, ya que hemos visto que cuando están presentes estas metacomunidades microbianas ancestrales, las plantas podrían crecer, desarrollarse e incluso producir algún tipo de fruto y, en algunos casos, la calidad desde el punto de vista nutricional es mucho mayor, lo que abre una ventana a que podamos desarrollar agricultura espacial», detalló Marco Molina Montenegro, investigador que lidera el proyecto y director del Centro de Ecología Integrativa de UTalca, Marco Molina.
Cómo se simulan las condiciones de Marte
Las simulaciones de las condiciones de Marte se realizan en unas cámaras de uno por dos metros, con una regulación de temperatura entre los -60°C a los 40°C, una condición atmosférica saturada en dióxido de carbono -casi sin oxígeno-, sin nutrientes, ni agua. Además, con una radiación ultravioleta tipo C, que genera un alto efecto negativo sobre el material genético.
«Logramos generar comunidades sintéticas, es decir, utilizamos los mejores individuos, los pudimos mezclar, ver si se toleran entre ellos y si es que pueden convivir. Diseñamos en base a lo que nosotros queremos que ejerzan en la planta y seleccionamos nuestros mejores cultivos«, explicó el académico de la UTalca.
Qué han logrado los científicos con los cultivos en las cámaras marcianas
Los científicos desarrollaron una simbiosis entre los microorganismos del Desierto de Atacama y cultivos como lechugas, tomates, espinacas y acelgas. «Ahora estamos empezando de a poco a bioprospectar quinoa, ya que es un alimento funcional y posiblemente uno de los mejores del punto de vista nutricional», subrayó.
Molina agregó que están probando con una variedad de lechuga que con estos microorganismos «aumenta cuatro veces las vitamina C y también el contenido de calcio, evitando la descalcificación en los viajes espaciales, que se produce mucho al haber microgravedad», especificó.
Esta iniciativa forma parte de un proyecto Fondecyt que busca asegurar la producción alimentaria para la subsistencia de los seres humanos y
además probar cultivos que podrían desarrollarse fuera de la tierra
Cinco innovaciones que están cambiando la alimentación saludable
Adicional a los cambios que ha traído el COVID-19, los consumidores de la actualidad están en la búsqueda de alimentación saludable y sostenible, un reto en donde innovaciones como la biotecnología e inteligencia artificial juegan un rol fundamental.
Justamente, es tal la demanda, que no es previsible un futuro sin la integración de nuevas tecnologías e investigación en la industria de alimentos. En esta línea, conozca algunas de las tendencias, de acuerdo con el jefe de Innovación de Ainia, Andrés Pascual:
Ingredientes
Hoy por hoy, están en tendencia aquellos ingredientes o alimentos compuestos por ingredientes orgánicos o naturales, así como los alimentos con beneficios para el sistema inmunitario, con probióticos, prebióticos o postbióticos, por ejemplo.
Ya hay empresas invirtiendo en analizar y evaluar de forma integrada el genoma o información genética humana, para conocer qué enfermedades podrían desarrollar y diseñar dietas que ayuden a prevenir su desarrollo, o influyan positivamente en su salud, con tecnologías ómicas.
Así mismo, es importante destacar el papel de aquellos «superalimentos» con un perfil nutricional y de calidad equilibrado, o perfiles mejorados, con menor contenido en sal, azúcares o grasas, de acuerdo con Pascual.
Carne in vitro
Las alternativas protéicas son cada vez más comunes entre las start-ups que buscan reducir el impacto de la producción en el medio ambiente. Por ello, ya son más las empresas que trabajan en la carne cultivada in vitro, que se apoya en la aplicación de conocimientos de cultivo celular y técnicas de medicina regenerativa e ingeniería de tejidos.
De hecho, un reciente estudio análisis de ciclo de vida y de viabilidad técnico-económico de CE Delft muestra que la carne de cultivo celular podría reducir el impacto climático de la producción de carne en un 92 %, reducir la contaminación en un 93 %, usar un 95 % menos de tierra y un 78 % menos de agua.
Plant-based
Cómo no hablar de este segmento, si es uno de los que más ha dado de hablar en los últimos meses, en cuanto a innovaciones e inversiones. En los alimentos provenientes de las plantas o análogos, se están usando persas tecnologías como la texturización seca o húmeda, que permiten desarrollar una apariencia y sabor similar a la carne sin comprometer el valor nutricional, según Ainia.
Tal es el caso de Impossible Foods o Beyond Meat, dos empresas emergentes que, adicional a estar en las góndolas con carne para hamburguesas o salchicha, siguen trabajando en proyectos de innovación, para darles alternativas a las personas, sin sacrificar el sabor.
También, Ainia destaca otra tendencia en este sentido: las fuentes alternativas de proteínas como insectos, microalgas, hongos, o nuevas especies de plantas. Todas ellas se presentan como más sostenibles que las proteínas de origen animal y una posible solución para hacer frente al crecimiento de la demanda en el horizonte 2050.
Impresión 3D de alimentos
La tecnología de impresión 3D ya pasó los límites de producción de objetos solamente. Las innovaciones han hecho posible imprimir pasta, chocolate, o alimentos con formas infinitas, pudiendo combinar tecnología láser para su cocinado.
Precisamente, este año la start-up española NovaMeat anunció que desarrolló el corte de carne de origen celular más grande del mundo, abriendo una nueva posibilidad para la industria de la proteína alternativa.
Del otro lado, encontramos la alimentación computacional, una tecnología que sirve para formular productos análogos a los de origen animal a partir de miles de plantas incluyendo especies que siendo comestibles no son explotadas. Por ejemplo, gracias al algoritmo para recopilar y procesar datos, Just y NotCo están a la vanguardia de estas alternativas, con mayonesas o leches alternativas.
Evolución de la agricultura
Para lograr un uso eficiente de los recursos, como agua, fertilizantes y el espacio, llega a las granjas la agricultura vertical, con estructuras como grandes edificios o a través de contenedores de cultivo modulares, adoptando técnicas de cultivo de ambiente controlado bajo invernadero y reduciendo la huella ambiental.
En esta misma línea, encontramos la agricultura de precisión, que abarca un sistema de control, con sensores, robótica, drones, vehículos autónomos, hardware automatizado y software y todo lo que hace que la de la agricultura más precisa y controlada.
En Ainia han desarrollado plataformas basadas en robótica móvil y visión hiperespectral que permiten optimizar ciertos procesos en campo, como el momento exacto de recolección (grado de madurez), el control de plagas o los procesos de aplicación de fertilizantes, contribuyendo a una cadena alimentaria más sostenible.
Por último, también es importante hablar sobre la edición genética. CRISPR es una tecnología de edición molecular de ‘corta y pega’, con la que se puede modificar genéticamente un organismo, introduciendo nuevas características o eliminando las perjudiciales, conforme explica Ainia.
Se trata de un sistema sencillo, económico y rápido que ofrece un universo de aplicaciones incluyendo mejora vegetal y control de plagas en agricultura. Aunque no es necesaria la transmisión de genes externos, la Unión Europea no ha dado un marco regulatorio diferente a los OGM (Organismos Genéticamente Modificados), lo que pude lastrar su desarrollo en Europa frente a otras partes del mundo.
Top cinco de innovaciones que transforman la alimentación saludable (revistaialimentos.com)
Gastronomía y nutrición: claves en alimentación saludable y sostenible
Gastronomía y nutrición son dos disciplinas que deben confluir para favorecer la promoción de una alimentación saludable y sostenible y, por tanto, para impulsar y mejorar la salud individual, de la comunidad y del planeta. Además de la mejora de las cualidades organolépticas que incorpora progresivamente este sector, es fundamental que los profesionales de la gastronomía se guíen por criterios de salud y sostenibilidad a la hora de diseñar, planificar y ejecutar todos los menús, desde la gastronomía de élite hasta el menú del día o la oferta en colectividades.
Esta ha sido una de las principales conclusiones de la Reunión Nacional de Expertos en Nutrición, Gastronomía, Alimentación Saludable y Sostenibilidad celebrada en Bilbao en el marco de la Feria Alimentaria Gustoko 2020, organizada por la Real Academia de Medicina del País Vasco-Euskal Herriko Medikuntzaren Errege Akademia, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Real Academia de Gastronomía (RAG) en colaboración con la Makilaren Kofradia, la Escuela Superior de Hostelería de Bilbao y la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación.
«Los participantes han coincidido en la necesidad de promover una gastronomía vinculada al territorio, la cultura y las tradiciones locales, que utilice técnicas culinarias saludables e ingredientes positivos para la salud de los consumidores. Gastronomía basada en las recomendaciones de la Dieta Mediterránea -icono de referencia en la alimentación saludable y sostenible- y siguiendo elevados niveles de higiene y seguridad en su preparación.»
Según el Dr. Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco– Euskal Herriko Medikuntzaren Errege Akademia (RAMPV-EHMEA) y coordinador de este encuentro, “cada vez hay más necesidad de comer fuera de casa por las distancias, en los centros escolares y en las empresas o simplemente por ocio o placer, por lo que es muy importante buscar el equilibrio entre lo gastronómico y lo saludable. Debemos potenciar nuestra gran riqueza y diversidad gastronómica a través de elaboraciones saludables que permitan disfrutar de los alimentos y al mismo tiempo mejorar la salud del consumidor. La gastronomía debe ser también fuente de cultura, convivialidad e información alimentaria práctica”.
“Es importante fomentar y respetar la agricultura tradicional y los espacios de producción sostenibles cercanos al lugar del consumidor para poder consumir alimentos frescos y aguas de proximidad, evitando largos transportes, para salvaguardar las tradiciones gastronómicas regionales, con sus productos y métodos de cultivo propios y el apoyo a los productores locales, y también con el pago de un precio justo por los alimentos que producen o elaboran”, añadió el Prof. Aranceta.
La gastronomía como canal de información al consumidor
Los expertos proponen convertir la gastronomía en eje de formación y herramienta para hacer llegar información al consumidor en los distintos niveles educativos y plantean, entre otras iniciativas, incorporar en los menús y en las cartas de los restaurantes información nutricional y sobre el origen de las materias primas empleadas, incluso iconos complementarios que den visibilidad a platos bajos en sal, azúcar, grasas u otros nutrientes críticos.
Igualmente, la ciencia y la tecnología están cada vez más en el centro de los avances relacionados con la gastronomía y la salud. El objetivo no es otro que hacer llegar a la sociedad soluciones alimentarias saludables y sostenibles, tal y como ha propuesto la FAO y la OMS. Entre estas alternativas se encuentra la elaboración de productos de origen vegetal ricos en proteínas (soja, almendra, legumbres convencionales) y la posibilidad de incorporar la proteína de insecto a la cadena alimentaria humana.
Gastronomía y nutrición: claves en alimentación saludable y sostenible – Revista Alimentaria
La UA desarrolla un biosensor capaz de indicar si un alimento fresco está en buen estado para su consumo
El Grupo de Análisis de Polímeros y Nanomateriales (Nanobiopol) de la Universidad de Alicante (UA) ha desarrollado una tecnología que mejora el envasado de alimentos aprovechando los desechos de la industria agroalimentaria. Se trata de un biosensor que cambia de color a partir de residuos de naranja sanguina, propia de la Comunitat Valenciana, y con una producción de desperdicios anual de una tonelada, y de remolacha.
Los responsables del avance han subrayado los colores rojos o rosados iniciales indican que el alimento fresco se encuentra «en perfectas condiciones«, pero si el sensor pasa a colores amarillos o verdosos es porque el producto está «en proceso de deterioro».
También han señalado que si se rompe la cadena de frío durante el transporte de un alimento, el sensor detectaría si se ha producido un cambio de temperatura brusco que pueda alterar la calidad y seguridad del producto fresco.
El hallazgo de este sensor inteligente se enmarca en el proyecto ‘Nuevos materiales multicapa para sistemas de envasado inteligente de alimentos con biosensores sensibles a pH (Multisens)‘, coordinado por las universidades de Alicante y Politècnica de València, y financiado en la convocatoria 2020 de Proyectos de I+D+i de la Agencia Estatal de Investigación y el Ministerio de Ciencia e Innovación.
El fruto seco con más calcio que la leche y más hierro que las lentejas
En el corazón de la cultura gastronómica de España se encuentran los frutos secos, esos pequeños tesoros nutricionales que han conquistado los paladares y ocupan un lugar destacado en esta dieta. Estos alimentos, que van desde las almendras hasta las nueces, las cuales incluso ayudan a reducir el colesterol ‘malo’, aportan muchos beneficios para la salud, así como un exquisito sabor y textura a numerosos platos. De hecho, en Aragón, los frutos secos son un componente esencial en muchas recetas tradicionales como el cardo con almendras.
Pero, lo importante es que han sido reconocidos por su valor nutricional y sus efectos positivos en la salud. Y, hay uno que destaca por su extraordinario perfil nutricional: el pistacho. Estas delicias verdes tienen más calcio que la leche y el yogur y más hierro que las lentejas. La porción recomendada de pistachos es moderada, idealmente no más de 50 unidades a la semana. Esta cantidad es suficiente para aprovechar sus beneficios sin exceder el consumo calórico. Por tanto, un puñado de pistachos puede ser una alternativa ideal para incluir en tu dieta equilibrada y como ‘snack’ saludable.
Los pistachos son una excelente fuente de calcio, superando incluso a algunos productos lácteos como la leche y el yogur. Esta característica los hace particularmente valiosos para aquellos que son intolerantes a la lactosa o prefieren dietas basadas en plantas. Según la Fundación Española de Nutrición, 100 gramos de estos frutos secos proporcionan 180 miligramos de calcio, mientras que un lácteo aporta 142 miligramos.
Respecto a las vitaminas, los pistachos son fuente de tiamina, vitamina E y folatos. La tiamina y los folatos contribuyen a la función psicológica normal mientras que la vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, ha explicado la Fundación Española de Nutrición.
Además, su contenido de hierro es notable, superando incluso a alimentos tradicionalmente reconocidos por su riqueza en este mineral, como las lentejas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 15% de la población mundial sufre anemia ferropénica. Las embarazadas, los ancianos y los más pequeños son la población que más la suele padecer. Así que, si buscas alimentos con este mineral, los pistachos son una gran alternativa.
Por último, buen perfil graso de los pistachos, junto con su alta proporción de potasio –más del doble que el plátano–, los convierte en un alimento efectivo para controlar la hipertensión.
FUENTE: El fruto seco con más calcio que la leche y más hierro que las lentejas (heraldo.es)
Este es el ‘snack’ nocturno ideal para tomar de postre, ayuda a reducir el colesterol y adelgazar
En España, donde la dieta mediterránea prevalece y se valoran los alimentos naturales y saludables, hay un fruto que ha vuelto a ganar popularidad como una opción de postre saludable por la noche. Estos frutos dulces no solo son deliciosos, sino que también ofrecen numerosos beneficios para la salud, especialmente cuando se trata de bajar el colesterol y mantener un peso saludable.
Hablamos de los dátiles y según explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN): «El dátil no es una fruta desecada a pesar de tener una consistencia y un aspecto parecido. Este fruto no se deja desecar después de su recolección, sino que se seca al sol en el mismo árbol y después se recolecta». Por otro lado, entre los más comercializados se encuentra el dátil tunecino Deglet Noor, ‘dátil de la luz’, de piel lisa y brillante, considerado el mejor de todos; el dátil Medjool, de piel arrugada y textura parecida a la de un caramelo toffee. «Sin olvidar los dátiles que se cultivan en Elche (Alicante), que también gozan de una calidad excelente», concluyen desde la FEN.
Y es que, hay alternativas de postre que se elaboran con alimentos con los que poder saciarte y eliminar esa necesidad de dulce que pide el cuerpo. Y, la más recomendable es el dátil, porque es una fuente de fibra con un sabor muy dulce que no aporta ningún tipo de azúcar añadido.
Según apunta la FEN, una de las bondades más características de este fruto es su contenido en betacarotenos y luteína, ambos son pigmentos naturales que cuidan la salud de la vista y previenen enfermedades degenerativas de los ojos como las cataratas. De su valor mineral, destaca el potasio, que en sinergia con la niacina (vitamina B3), favorece el buen funcionamiento nervioso y muscular, promoviendo una buena coordinación psicomotora.
Los dátiles son una fuente rica de nutrientes esenciales. Contienen vitaminas del grupo B, vitamina A y vitamina K. Además, son una excelente fuente de minerales como potasio, magnesio, cobre y manganeso. Estos nutrientes son cruciales para diversas funciones corporales, incluyendo la salud del corazón y el metabolismo.
Una porción típica de dátiles (unos 100 gramos) proporciona aproximadamente 277 calorías, pero estas calorías están cargadas de energía nutritiva que el cuerpo puede utilizar de manera eficiente. Además, los dátiles tienen un bajo contenido en grasas y una cantidad significativa de fibra dietética, lo que contribuye a la sensación de saciedad y ayuda a la digestión.
Uno de los beneficios más destacados de los dátiles es su capacidad para ayudar a reducir el colesterol. Esto se debe a su alto contenido de fibra soluble, que se une al colesterol en el intestino y ayuda a eliminarlo del cuerpo. Además, los dátiles contienen antioxidantes como los flavonoides, que pueden reducir la inflamación y prevenir la acumulación de placa en las arterias.