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Un proyecto navarro busca crear alimentos «saludables, sostenibles y accesibles» aprovechando proteínas vegetales.

El proyecto ha conseguido aislados proteicos y de almidón superiores al 80% e hidrolizados de guisante y haba, mediante diferentes técnicas, ricos en proteína y glucosa.

Imagen de una cosecha de guisantes
Imagen de una cosecha de guisantes.

El proyecto HIDROPEP (‘Desarrollo, evaluación funcional y aplicabilidad industrial de nuevos derivados de proteína vegetal’), surgido en el seno del Clúster Agroalimentario de Navarra (Nagrifood), pretende aprovechar proteínas vegetales para crear alimentos «que sean saludables, sostenibles, sabrosos y accesibles», aplicando metodologías «de innovación abierta».

El consorcio, liderado por Grupo AN, cuenta con los socios: Alimentos Sanygran, Monbake, Nucaps, El Caserio de Tafalla, Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), Universidad de Navarra (UNAV), y el Clúster Agroalimentario de Navarra (Nagrifood), que recientemente compartieron los avances en el desarrollo de nuevos derivados de proteína vegetal «de alto valor añadido».

Como primer eslabón de la cadena, Grupo AN ha obtenido «interesantes resultados preliminares» en los ensayos de campo que muestran «diferencias en cuanto a rendimiento y calidad de grano, siendo éstas tanto espaciales como varietales dentro de la red de ensayos del proyecto».

Por su lado, Sanygran ha iniciado las primeras pruebas de extrusión, seca y húmeda, a partir de concentrado de guisante «con resultados satisfactorios». A partir de los concentrados de guisante y haba, Nucaps ha logrado obtener unos primeros sistemas de encapsulación «con mejorada estabilidad térmica y gástrica capaces de proteger tanto probióticos como compuestos antioxidantes».

A partir de los concentrados de proteína y almidón procesados por Grupo AN, UNAV «ha podido validar que los concentrados de proteína, tanto de guisante como de haba, poseen buenas propiedades tecno-funcionales que les han permitido la elaboración de una primera versión de emulsiones incorporables en productos de bollería».

Por otro lado, de estos concentrados, CNTA ha conseguido aislados proteicos y de almidón superiores al 80% e hidrolizados de guisante y haba, mediante diferentes técnicas, ricos en proteína y glucosa. Se ha evaluado su uso como base fermentable para el crecimiento de los microorganismos seleccionados productores de compuestos bioactivos con efectos beneficiosos para la salud como GABA y ácido propiónico. Por otro lado, UNAV va a iniciar la evaluación funcional en C.elegans.

Como último eslabón de la cadena, Monbake El Caserío de Tafalla han iniciado las primeras pruebas para ajustar sus procesos (temperatura, presión, matriz, etc.) a la incorporación de las emulsiones y de los aislados proteicos de guisante y haba en productos de panadería y bollería y como encapsulados en el caso de los caramelos.

Nagrifood ha participado «activamente» en la coordinación y seguimiento del proyecto a través de reuniones periódicas, de cara a «identificar posibles desviaciones de ejecución y apoyar a los socios en su resolución». Además, ha iniciado los primeros pasos para poner en marcha el análisis de ciclo de vida del producto.

El proyecto HIDROPEP se enmarca dentro de la convocatoria de ayudas a Proyectos Estratégicos de I+D 2023, en el RETO 4: ALPES IV (alimentación Personalizada y sostenible), y está financiado por el Gobierno de Navarra.

Fuente: Diario de Navarra

Un proyecto navarro busca crear alimentos «saludables, sostenibles y accesibles» aprovechando proteínas vegetales (diariodenavarra.es)

El estudio que alerta que las dietas vegetariana y vegana pueden aumentar los accidentes cerebrovasculares (aunque son buenas para el corazón)

Las dietas veganas y vegetarianas reducen el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, pero aumentan el de accidentes cerebrovasculares (ACV), según reveló un estudio de gran alcance.

En la investigación, publicada en el British Medical Journal, participaron 48.000 personas durante 18 años.

Los veganos y vegetarianos tuvieron 10 casos menos de enfermedades coronarias cada 1.000 personas, en comparación con personas que consumían carne, pero tres casos más de accidentes cerebrovasculares.

Los expertos en nutrición involucrados señalaron que, más allá de la dieta que cada uno elija, comer una gran variedad de alimentos es lo mejor para estar saludables.

Un sistema de inteligencia artificial mejora la trazabilidad de la carne de cordero

Un equipo de investigadores de las universidades de Huelva y Sevilla ha creado un sistema basado en inteligencia artificial que mejora la trazabilidad de la carne de cordero. Este sistema utiliza algoritmos de aprendizaje automático para identificar el origen del animal y su alimentación, incluso determinando qué consumió la madre.

El sistema analiza parámetros físicos, químicos y sensoriales de la carne, permitiendo una mayor precisión y rapidez en la categorización de su calidad. Esto ofrece ventajas significativas respecto a los métodos tradicionales utilizados en la industria.

Con la posibilidad de obtener datos en tiempo real, la trazabilidad se convierte en una herramienta fundamental para mejorar la seguridad alimentaria. El sistema asegura que los consumidores reciban información más confiable y transparente sobre los productos cárnicos que compran.

Esta innovación representa un gran avance en el control de calidad dentro del sector cárnico, proporcionando soluciones tecnológicas para optimizar la cadena de producción, desde el origen hasta el punto de venta.

Fuente: https://novaciencia.es/un-sistema-de-inteligencia-artificial-mejora-la-trazabilidad-de-la-carne-de-cordero/

Adiós a las patatas fritas sabor jamón: la Unión Europea prohíbe este aditivo y dejará de venderse en España

El motivo de su prohibición es la genotoxicidad de algunos aditivos, ya que son muchas las patatas de bolsa que los incorporaban como «potenciadores del sabor».

Para añadir sabor ahumado a muchos alimentos, desde pescados y quesos hasta patatas fritas, se utilizan principalmente aditivos como los específicos de aroma a humo (los ahumados), los cuales se obtienen a partir de la condensación y purificación del humo generado por la combustión de maderas. Estos aditivos se presentan en formas líquidas o en polvo y pueden ser utilizados en una variedad de alimentos. Una práctica que es muy común. No obstante, en noviembre de 2023, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó un estudio científico sobre ocho de estos aditivos en circulación en la Unión Europea pidiendo que se renovara su autorización. 

Y es que, la legislación sobre este tipo de aditivos debía revisarse, ya que los expertos explicaron su preocupación acerca de la genotoxicidad de cualquiera de los ocho aditivos que proporcionan sabor ahumado. 

Genotoxicidad de 8 aditivos 

Así que, en resumen, hay que despedirse de un total de ocho aditivos que aportan un aroma ahumado a muchos alimentos que podemos encontrar en los supermercados de España, porque esta medida la han aprobado los 27 estados miembros de la Unión Europea con el objetivo de proteger la salud de los ciudadanos. 

El motivo es la genotoxicidad de estos aditivos. «La genotoxicidad es la capacidad de un producto químico de dañar el material genético de las células. Los cambios o mutaciones en la información genética contenida en una célula pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y las enfermedades heredadas», ha asegurado Wim Mennes, presidente del grupo de trabajo de EFSA, sobre aromas. «Para este tipo de toxicidad no es posible definir un nivel seguro».

Pero, ¿a qué alimentos afectará en Europa esta medida? Estos aditivos se utiliza para sustituir el ahumado tradicional en productos como:

  • Sopas
  • Patatas fritas, por ejemplo las de sabor barbacoa
  • Salsas, como algunas de BBQ
  • Bebidas
  • Helados
  • Productos de repostería
  • Jamones
  • Pavo ahumado
  • Salchichas
  • Tocino
  • Pescados como el salmón, arenque o la trucha ahumada
  • Quesos, como el cheddar ahumado

https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2024/02/14/patatas-fritas-gsc1.jpeg

¿Qué dice la ciencia sobre los superalimentos?

A pesar de su escasa sostenibilidad, los llamados superalimentos han inundado en los últimos años nuestro concepto de dieta sana. Esto es lo que dice la ciencia al respecto.

Aguacate, semillas de chía, espirulina, kale, bimi, bayas de goyi o cúrcuma, los llamados superalimentos han inundado en los últimos años nuestro concepto de dieta sana. A poco que tratemos de llevar alimentos saludables a nuestros estómagos, es fácil que se cruce en nuestra carta una palabra: los superalimentos. Al tratar de innovar nuestro repertorio culinario comienzan a aparecer todo tipo de ingredientes exóticos traídos, en muchos casos, desde el otro extremo del globo.

Sin embargo, «se ha demostrado que, o bien no existe evidencia científica sobre estas propiedades especiales, o se ha demostrado que son equivalentes a las que tienen alimentos más comunes, lo importante es la base de la dieta en general y que esa base sea de origen vegetal»

Superalimentos vs dieta mediterránea

La lista de alimentos comunes con propiedades igualmente beneficiosas, atribuidas a superalimentos, puede ser tan larga como queramos. Es suficiente con rastrear los nutrientes de los alimentos para encontrar homólogos igualmente sanos, locales y sostenibles. Cuando se habla de las bayas de goyi, por ejemplo, muy conocidas por contener antioxidantes como los polifenoles, no se conoce que otras frutas, como la ciruela, tienen el mismo compuesto, o el cambón, una planta similar que se cultiva en Almería. Su contenido en betacaroteno también puede suplirse con 50 gramos de zanahoria a un precio mucho menor y de manera mucho más sostenible.

Pero los nutrientes de las bayas de goyi no son los únicos que se pueden obtener fácilmente de nuestros alimentos. «La quinoa es un alimento que podemos incluir en nuestra dieta y sus principales propiedades son aportarnos proteína y fibra, algo que podemos conseguir a partir de garbanzos». «También respecto a la sal del Himalaya, que lo que nos aporta fundamentalmente es cloruro sódico, es decir, lo que encontramos en la sal común. En cualquier caso se trata de un alimento a restringir su consumo, ya sea como sal común, o sea como sal del Himalaya».

El problema es que la gente puede interpretar de forma errónea que los superalimentos que están tomando compensan una mala dieta.

Su peso en la sostenibilidad

Además del alto coste de estos alimentos, inaccesibles para un gran porcentaje de consumidores, comer lo que sale de la tierra al otro lado del planeta tiene un alto coste medioambiental. Quizá desde un punto de vista culinario, de manera puntual, estos ingredientes puedan ser interesantes, pero desde el alimentario no tiene sentido desplazar nuestra alimentación mediterránea.

La prevención de enfermedades y la salud en general se basa en el conjunto de la dieta. «Aunque no digamos que una ensalada es un super alimento, va a tener mucha más repercusión un plato de verdura todos los días, una fruta de postre, los frutos secos de merienda, que tomarnos un superalimento de manera esporádica».

Científicos del IRB Barcelona descubren que hígado y cerebro se comunican para regular el apetito

El hígado almacena la glucosa, el azúcar, sobrante en forma de glucógeno –cadenas de glucosa- que luego libera según las necesidades energéticas del cuerpo. Los pacientes diabéticos no acumulan bien la glucosa en el hígado siendo uno de los motivos –no el único- por el que sufren hiperglucemia, es decir, que tienen demasiado azúcar en la sangre. Un estudio liderado por Joan J. Guinovart en el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) demuestra que cuando el hígado tiene reservas altas de glucosa evita que engorden, aunque se les ofrece una dieta muy apetitosa, porque se sienten saciados. Es la primera vez que se observa la conexión entre hígado y apetito.

Los investigadores, a raíz de los resultados publicados en la revista Diabetes, argumentan que aumentar la producción de glucógeno hepático sería un tratamiento eficaz para mejorar la diabetes y la obesidad.

“Es interesante comprobar que lo que ocurre en el hígado tiene efectos directos sobre el apetito y desvelamos lo que ocurre a nivel molecular”, explica Guinovart, quien dirige uno de los laboratorios más experimentados del mundo en metabolismo del glucógeno y patologías asociadas.

Diabetes y obesidad son enfermedades en alza. La Organización Mundial de la Salud estima que a día de hoy más de 382 millones de personas viven con diabetes en el mundo y, para 2035, se prevé que una de cada de 10 personas tendrá diabetes. En cuanto a la obesidad, íntimamente ligada a la aparición de diabetes de tipo 2, la forma más frecuente de diabetes, los números son más altos incluso.

“Entendiendo qué funciona mal en diabetes y obesidad a nivel molecular estaremos más cerca de proponer nuevas dianas terapéuticas y encontrar soluciones”, explica Guinovart, si bien añade que ambas patologías se pueden prevenir comiendo equilibradamente y haciendo ejercicio diario. “Ya sólo con buenos hábitos los casos de diabetes tipo 2 caerían a la mitad”, recuerda Guinovart.

¿Cómo se hablan hígado y cerebro para regular el apetito?

Los científicos se preguntaron porqué los ratones que acumulaban más glucógeno en hígado, aún dándoles una dieta apetitosa, no engordaban. Además de comprobar que comían menos, vieron que en el cerebro de estos ratones había escasas moléculas estimulantes del apetito, mientras que tenían muchas más moléculas depresoras del apetito.

“Y dimos por fin con la pista, con la señal que podía explicar la conexión hígado-cerebro”, explica Iliana López-Soldado, investigadora postdoctoral que ha trabajado tres años en los experimentos.

La clave de la conexión entre hígado y cerebro es el ATP, la molécula utilizada por todos los organismos vivos para proporcionar energía a las células, y que está habitualmente alterada en diabetes y obesidad. “Hemos visto que correlacionan perfectamente niveles altos de glucógeno en hígado, niveles constantes de ATP y niveles altos de moléculas saciantes en el cerebro de los ratones”, explica López-Soldado.

Este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y la red CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas (CIBERDEM) de la que forma parte el laboratorio dirigido por Joan Guinovart, también catedrático de la Universidad de Barcelona.

https://biotech-spain.com/es/articles/cient%C3%ADficos-del-irb-barcelona-descubren-que-h%C3%ADgado-y-cerebro-se-comunican-para-regular-el-apetito

¿Pizza milenaria? Descubre qué es lo que realmente se comía en Pompeya

Los manjares que se comen aquí fueron conservados en una nube de ceniza del Vesubio, lo que convierte a Pompeya en «un unicornio en el mundo de la arqueología».

Cuando los arqueólogos de Pompeya descubrieron en junio un fresco de casi 2000 años de antigüedad de lo que se ha dado en llamar una «protopizza», hubo gente que estuvo a punto de perder la cabeza. Aunque el trozo de pan plano podía tener carne, verduras o fruta por encima, le faltaba el elemento definitorio de la pizza: el tomate.

La sabrosa fruta no llegaría a Europa hasta el siglo XVI, mucho después de que el Vesubio entrara en erupción y diezmara las antiguas ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el año 79 d.C. La pizza tal y como la conocemos no se inventaría en Nápoles hasta el siglo XVIII.

Aunque los habitantes de Pompeya no comían pizza, los arqueólogos e historiadores han reconstruido gran parte de lo que comían, como condimentos ricos en umami, lirones rellenos y un antepasado de la lasaña.

Estos descubrimientos hacen de Pompeya un yacimiento arqueológico único e importante. Aunque se calcula que la erupción del Vesubio fue 100 000 veces más potente que las bombas atómicas lanzadas sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad no fue quemada por la lava ni destruida. En su lugar, una gigantesca nube de gas hirviente y ceniza la envolvió casi inmediatamente, carbonizando y preservando gran parte de la materia orgánica, incluidos los alimentos, según Alessando Russo, arqueólogo del Parque Arqueológico de Pompeya.

Los habitantes de la ciudad tampoco tuvieron tiempo de evacuarla y murieron repentinamente, en menos de 15 minutos, según un estudio. En algunos de los cuerpos desenterrados se aprecian incluso expresiones faciales. Pero sus muertes repentinas han permitido a los arqueólogos conocer mejor sus tareas cotidianas, como cocinar y comer. En 1930, por ejemplo, se halló en un horno de Herculano una barra de pan perfectamente conservada, hendida con caña o cuerda para que se partiera más fácilmente.

«Por estas razones, Pompeya es unicum [único en latín] en el mundo de la arqueología», afirma Russo.

El amor de Pompeya por el umami

Uno de los alimentos más populares de Pompeya fue uno de los primeros antepasados de otro alimento muy apreciado: el umami. Esta palabra japonesa, que hace referencia al quinto sabor rico y sabroso, se manifestaba en Pompeya en una salsa o condimento a base de pescado llamada garum.

Es salada y un poco picante, y los pompeyanos, ricos y pobres, se la echaban a todo, como «antiguo ketchup», en palabras de la arqueobotánica Chiara Comegna. Trabaja para Ales, una empresa del Ministerio de Cultura italiano dedicada a la conservación del patrimonio cultural del país.

En cuanto al sabor, sin embargo, el garum es similar a la salsa de pescado tailandesa o vietnamita, según el Proyecto de Alimentos y Bebidas de Pompeya, una coalición de historiadores, arqueólogos, ingenieros y voluntarios que ayudaron a desenterrar y estudiar la comida de la ciudad desde 2001 hasta 2019.

«Imagina que tu dieta, sobre todo si eres una persona pobre, es solo sémola de maíz todos los días. ¿Qué harías para condimentar esa comida y mejorar el contenido nutricional?», dice Benedict Lowe, profesor de Historia de la Universidad de Alabama del Norte (Estados Unidos), que trabajó en el Proyecto de Alimentos y Bebidas de Pompeya. «Se añade garum. Es picante. Pero es rico en proteínas».

El garum producido en Pompeya destacaba por su calidad. Para elaborarlo, la gente fermentaba pescado (a menudo boop boop, una especie de dorada también conocida como boga) en sal y a veces otras especias durante hasta tres meses. A medida que la carne se descompone, las espinas se hunden, dejando un líquido, el garum, en la parte superior.

«Cuando se excavaban [las cubas de garum], aún se podía oler el aroma», dice Lowe, que analizó la composición química de la salsa con un colega en 2009 y descubrió su similitud con el umami. «Tengo una muestra de ella …. y cada vez que la abro, apesta la habitación porque el penetrante aroma de esta anchoa salada es espantoso»

Delicias de Pompeya

Se han descubierto pruebas carbonizadas de lo que comían los pompeyanos, pero las recetas, escritas en papiros y traducidas por monjes en la Edad Media, también ofrecen pistas, según Comegna. Una receta detallaba lo que Comegna llamó un «antepasado de la lasaña».

«Sin tomates, sólo con carne y queso ricotta, y capas de pasta», dijo Comegna. «Lasaña es el nombre moderno, aunque la idea es bastante parecida».

Otro plato (principalmente un manjar para ricos) era el lirón relleno, un ancestro más grande y carnoso de los ratones modernos. Los lirones vivos se colocaban en un glirarium, un tarro de cerámica con tapa y perforaciones que les permitían respirar. Normalmente se llenaba de frutos secos para que pudieran comer, engordar y luego ser cocinados.

«Según el libro de cocina escrito por Apicio, los lirones se rellenaban con carne de cerdo, pimienta, piñones y salsa de pescado», explica Lowe.

A pesar de las pruebas literarias de que las clases altas cenaban flamencos, ningún descubrimiento lo ha verificado todavía, dice Lowe. También advierte que no hay que tomarse la literatura de la época al pie de la letra porque en su mayor parte fue escrita por senadores y otros miembros de la clase alta, que tenían un gran interés en retratar su sociedad de la forma más positiva posible.

En 2005, los investigadores del yacimiento arqueológico recrearon muchas de las recetas de la antigua Pompeya y replantaron algunas de las frutas y verduras que comían los residentes, como higos, aceitunas, ciruelas y uvas (los pompeyanos también comerciaban con el norte de África para obtener dátiles). Los visitantes del parque podían degustar platos como el savillum, un postre favorito similar a una tarta de queso o unas natillas; melocotones con miel y jamón serrano.

Además del consumo de garum, la dieta de los pompeyanos giraba en torno al pescado. Según Lowe, en una alcantarilla de Herculano se encontraron 43 especies de espinas de pescado. Los habitantes también obtenían sus proteínas de las ovejas, el pollo, las lentejas y las judías, afirma Comegna. También eran comunes los cereales, como la avena y la cebada.

Sabores de Pompeya

La mayoría de los alimentos de Pompeya eran insípidos. Los antiguos romanos tenían sal en abundancia, pero no muchos otros sabores, por lo que comerciaban con la India para obtener especias como el cinabrio y la pimienta. De hecho, los romanos gastaban tanto dinero en especias que los indios utilizaron la moneda romana como propia durante un tiempo, afirma Lowe.

Pero sólo los ricos podían permitirse las especias. Las casas de los más ricos tenían incluso estanques de agua salada junto a sus comedores, que llenaban de peces para pescar justo antes de una comida, según Lowe. Señala que Séneca, el célebre filósofo estoico (y cordobés) de la época, escribió con cierto sarcasmo que un romano no consideraría fresco un pescado a menos que lo mataran en su plato.

Según Comegna, los pompeyanos también aromatizaban el vino (y cambiaban su color) con habas. En un thermopolium, un snack o bar de vinos, extraordinariamente bien conservado y desenterrado en 2020, se encontraron habas en el fondo de las jarras de vino.

Cómo y dónde comían los pompeyanos

Los puestos de termopolios eran esencialmente los locales de comida rápida de antaño. Pompeya cuenta con aproximadamente 80 de estos mostradores, donde los residentes, principalmente trabajadores, se detenían para tomar un pequeño almuerzo caliente o para comprar víveres para la cena, explica Lowe.

Además de vino, hay pruebas de que servían caracoles, patos, cerdos, cabras y pescado en recipientes incrustados en el mostrador.

Dado que no se han encontrado utensilios en Pompeya, Lowe afirma que probablemente comían con los dedos. Los bocados pequeños también eran más cómodos, ya que los pompeyanos comían tumbados en sofás, que se han encontrado en varias casas de la ciudad. Sin embargo, los pompeyanos tenían una vajilla impresionante, como cuencos de terracota y jarras de cristal de colores.

Nadie desayunaba, salvo algún que otro emperador glotón, y el almuerzo solía ser escaso. Los pompeyanos, especialmente los ricos, guardaban todo su espacio para la cena. Las mujeres cenaban modestamente con sus familias. Pero los hombres, sobre todo los ricos, celebraban ostentosas cenas, que empezaban sobre las tres o las cuatro de la tarde y a veces duraban hasta altas horas de la madrugada.

«Si querías ser moralmente recto, terminabas al anochecer o a primera hora de la noche», dice Lowe. «Comes y comes [durante] 10 platos, y comes hasta que te pones enfermo. Te provocas el vómito y luego sigues comiendo».

FUENTE: https://www.nationalgeographic.es/historia/2023/08/pizza-milenaria-que-comia-pompeya-antigua-roma

ESTUDIO OMNIVEG: Resultados de salud del cambio de una dieta mediterránea tradicional a una vegana en hombres sanos. Un ensayo controlado cruzado

Antecedentes y objetivo

La dieta mediterránea es un patrón alimentario basado en plantas con beneficios para la salud bien conocidos, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, la incorporación de más alimentos de origen vegetal a una dieta mediterránea puede aportar otros beneficios para la salud. El estudio tuvo como objetivo evaluar el efecto del cambio de una dieta mediterránea tradicional a una dieta mediterránea vegana sobre la aptitud cardiorrespiratoria y el perfil lipídico en hombres físicamente activos y sanos.

Métodos y resultados

Los participantes se sometieron a un período de referencia con adhesión a los patrones generales de la dieta mediterránea durante tres semanas y luego cambiaron a una versión vegana isocalórica de la dieta mediterránea durante cuatro semanas, con un período de lavado de 7 días entre dietas. El cambio de la dieta mediterránea tradicional a la dieta mediterránea vegana requirió sustituir alimentos de origen animal por alimentos de origen vegetal que contienen cantidades comparables de proteína y grasa. Catorce participantes con una edad media de 24,6 ± 7,0 años (rango: 18-37 años), completaron el protocolo del estudio. El cambio de la dieta mediterránea tradicional a la vegana redujo la concentración sanguínea de colesterol total (-22,6 mg/dl, 

p < 0,01, tamaño del efecto [ES] = 1,07) y colesterol de lipoproteínas de baja densidad (-12,8 mg/dl, 

p < 0,01, ES = 0,72). Se observó una correlación inversa entre la ingesta de fibra dietética y el colesterol LDL (rho parcial = -0,43, p = 0,040).

Conclusiones

La adopción de una dieta mediterránea vegana con proteínas y grasas de origen vegetal en lugar de la dieta mediterránea tradicional mejoró varios resultados de salud cardiometabólica en hombres físicamente activos y saludables.

https://doi.org/10.1016/j.numecd.2024.08.008

Impresión 3D de alimentos, ¿la revolución de tu cocina?

¿Te acuerdas de la Replicator? Sí, el fabricante de alimentos de Star Trek, que podía convertir cualquier molécula en alimentos comestibles y platos suculentos. Ya no es solo ciencia ficción, la impresión 3D de alimentos puede hacer platos de diferentes pastas y materiales, nos estamos acercando mucho a más a lo que pensábamos sería el futuro.

Los primeros resultados de la impresión 3D de alimentos no fueron muy espectaculares. Los objetos impresos estaban hechos de una pasta de azúcar y a menudo no eran muy apetitosos para el consumo. Pero el desarrollo de la tecnología, especialmente la FDM, ha ayudado a perfeccionar el proceso para que ahora puedas imprimir en 3D chocolate, dulces o incluso una comida completa. Al principio, se utilizaban impresoras 3D de deposición fundida que modificaban para poder fabricar con diferentes materiales. Hoy en día, ya contamos con impresoras 3D de alimentos que se especializan en la producción de platos deliciosos y refinados. 

¿Por qué imprimir alimentos en 3D?

La impresión 3D es una tecnología relativamente nueva, aún tiene un largo camino para ser completamente democratizada. Existen diversos proyectos que buscan dar a conocer la fabricación aditiva, y más concretamente dentro del campo de la alimentación. Una de estas personas es: Lynette Kucsma, CEO y cofundadora de Natural Machines. Ella piensa que la impresión 3D de alimentos ayudará especialmente a que podamos comenzar a comer mejor y con menos alimentos procesados. La cofundadora de Natural Machines enfatiza repetidamente las diferentes oportunidades de la impresión 3D de alimentos. Por encima de todo, habría nuevas oportunidades para que los usuarios traten con su comida. Se pueden crear productos más innovadores con nuevos perfiles de sabor, y tanto la salud del usuario como el medio ambiente podrían beneficiarse de la nueva tecnología.

Impresión 3D de alimentos ¿ventajas para la salud?

La dieta que seguimos diariamente tiene un gran impacto en  nuestra salud. En los tiempos modernos, tendemos a prestar mucha más atención a nuestra dieta, sin embargo, los restaurantes de comida rápida se están volviendo más populares, los niños desafían el brócoli y, a menudo, no consumimos los nutrientes que necesitamos. Con esta diferencia, Lynette Kucsma establece su enfoque especial con su impresora 3D: Foodini. «La gente volverá a estar más interesada en lo que comen exactamente», explica. Ha tenido experiencias bastante positivas, especialmente con sus hijos al tener la Foodini en casa. Mientras que las espinacas normales se comen a regañadientes, son mucho más atractivas para los niños en forma de pequeños dinosaurios. A pesar de que sabían lo que estaban comiendo, la espinaca se consumió rápidamente en una nueva forma.

Tanto la tecnología como las personas aún no están listas para tener una impresora de alimentos en 3D en la cocina, pero para quienes estén realmente interesados, es solo una cuestión de tiempo. ¿Qué piensas de los desarrollos de la impresión 3D de alimentos? Deja tus comentarios.

Impresión 3D de alimentos, ¿Revolución para tu cocina? – 3Dnatives

Los Cambios Dietéticos y Nuevas Estrategias en el Tratamiento de las Alergias Alimentarias

21 de junio de 2024

En los últimos años, el aumento en la variedad de alimentos y las modificaciones dietéticas han llevado a un incremento en los casos de alergias alimentarias. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el 11% de los pacientes que visitan las consultas de alergología lo hacen por sospecha de alergias alimentarias.

A pesar de la falta de estudios poblacionales que confirmen un aumento en la frecuencia y gravedad de estas alergias, la SEAIC subraya la importancia de seguir investigando nuevas estrategias para enfrentar estos desafíos. La Dra. Mª Carmen Diéguez, presidenta del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC, destaca que los esfuerzos actuales se centran en mejorar la precisión diagnóstica y desarrollar opciones terapéuticas más eficaces y con menos efectos secundarios.

Entre los avances más prometedores, se encuentra la exploración de inmunoterapia con alimentos y el uso de alimentos procesados ​​en este proceso. También se están investigando tratamientos biológicos que podrían beneficiar a pacientes con alergias graves y alto riesgo. Además, la alergología de precisión emerge como una técnica vanguardista para el tratamiento de estas afecciones.

Uno de los principales retos es la prevención de alergias alimentarias desde la infancia. Investigaciones recientes han cambiado las recomendaciones sobre la introducción de alimentos alergénicos en la dieta de los lactantes. Mientras que anteriormente se aconsejaba retrasar su introducción, estudios recientes sugieren que hacerlo de forma precoz en niños con alto riesgo podría reducir la incidencia de alergias mediadas por IgE. Sin embargo, aún queda por determinar si esta estrategia es aplicable a todos los alimentos y si puede afectar a la aparición de alergias no mediadas por IgE.

En cuanto a la anafilaxia, que es la primera causa de anafilaxia en niños y la segunda en adultos tras los medicamentos, la SEAIC está trabajando en mejorar los abordajes de esta grave reacción alérgica. La Dra. Victoria Cardona, presidenta del Comité de Anafilaxia, señala que, aunque prevenir un primer episodio de anafilaxia es complicado, es crucial evitar su repetición en pacientes con riesgo. Para ello, se recomienda la evaluación de un alergólogo para desarrollar un plan de acción adecuado.

También se están desarrollando nuevas formulaciones de adrenalina que no requieren inyección intramuscular, lo que podría mejorar significativamente la experiencia para pacientes y cuidadores. Seguir las recomendaciones del alergólogo, mantener un kit de emergencia y contar con un plan de acción son esenciales para manejar la anafilaxia de manera efectiva.

En resumen, mientras los avances en investigación y tratamiento continúan, es fundamental que las personas afectadas por alergias alimentarias se mantengan informadas y sigan las recomendaciones de sus especialistas para asegurar una adecuada gestión de su salud.

Fuente: https://www.lasexta.com/bienestar/cambios-dieteticos-introduccion-nuevos-alimentos-esta-provocando-casos-alergia-alimentarias_2024062166753ec7901ca90001824688.html