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¿Hasta cuándo se puede comer algo si su fecha de consumo preferente ha vencido?

Entender la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente, así como saber qué alimentos tienen excepciones y cuáles no, es fundamental para evitar las intoxicaciones y el desperdicio alimentario.

La escena no es original. Desesperada porque no has podido hacer la compra, fías toda tu vida a la bandeja de lasaña preparada que se te ocurrió comprar hace unas semanas. Cierras los ojos mientras quitas el film transparente en un intento de negar la realidad, tratando de no ver lo que ya sabes, que su fecha de caducidad ya quedó en el pasado. Lo hueles, pruebas un poquito y decides que bueno, que vale, que adelante. Pues te la estás jugando, amiga. Por suerte, no siempre es así: hay alimentos que tienen una segunda vida, aunque se te hayan quedado olvidados en el fondo de la despensa y te los puedes comer pasada la fecha. Eso sí, hay que saber cuáles son para que no acabes en la cama de un hospital enganchada a la bolsa de suero, jurando no volver a comer nada nunca jamás.

No entender las fechas nos hace tirar comida

Según un estudio llevado a cabo por la Comisión Europea en 2018, un 10% de los alimentos que tiramos a la basura acaban en el contenedor porque no entendemos la información que nos indica la etiqueta. Los autores de la investigación concluyen que este desperdicio podría reducirse si se abordasen varios frentes relacionados con las fechas que aparecen en los envases. Centrándose en los consumidores, se insiste en que una condición fundamental es que seamos capaces de distinguir entre caducidad y consumo preferente (¿tú lo tienes claro?).

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Otras cuestiones a abordar se escapan de nuestro alcance y se dirigen directamente a la industria. Aquí hago un inciso: la vida útil de un alimento la determina la industria alimentaria que lo fabrica, y también decide si se usa la fórmula “fecha de caducidad” o “consumo preferente”. Esto puede resultarnos sorprendente, pero es lógico: la industria es la que conoce la materia prima con la que trabaja, los procesos, los equipos y materiales, y la que, teniendo todo esto en cuenta y basándose en datos científicos y pruebas de vida útil, puede hacer los cálculos de cuál será la duración estimada del alimento. Salvo excepciones muy contadas, como es el caso del huevo en el que la normativa indica que se debe indicar “fecha de consumo preferente” y que debe establecerse 28 días después de la puesta, para la inmensa mayoría de los alimentos la fecha elegida está en manos del fabricante.

fuente: https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2024-10-30/hasta-cuando-se-puede-comer-algo-si-su-fecha-de-consumo-preferente-ha-vencido.html

Dieta según tipo de sangre: qué es y cómo funciona

Qué es:

La dieta del grupo sanguíneo es un tipo de dieta donde se deben consumir alimentos acordes a cada grupo sanguíneo (A, B, AB u O), asociando la práctica de ejercicios físicos específicos, con el fin de mejorar la digestión y el metabolismo, ayudando a la pérdida de peso.

El creador de la dieta, el médico norteamericano Dr. Peter d’Adamo, también afirma que la dieta mejora el sistema inmunológico y disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, ayudando a prevenir enfermedades como infartos, aterosclerosis o accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, la dieta del tipo de sangre no tiene evidencia científica, ni consenso de la comunidad médica. Por ello, lo ideal es consultar a un nutricionista, para valorar tu estado de salud general y trazar un plan de alimentación individualizado.

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Cómo funciona la dieta

El doctor Peter d’Adamo sugiere que el tipo de sangre desempeña un papel clave en todas las etapas del proceso digestivo, desde el momento en que se huele la comida, durante su digestión e incluso hasta la eliminación de los excesos, y que esto a su vez, también tiene influencia en el surgimiento de algunas enfermedades.

Según la teoría de esta dieta, las personas con sangre tipo A necesitan comer más verduras, frutas y legumbres. Las personas con sangre tipo B deben priorizar la leche y los productos lácteos, las personas del grupo AB deben tener una dieta que contenga alimentos del grupo A y del grupo B. Las personas con sangre tipo O necesitan consumir más proteína animal.

El Doctor Peter d’Adamo argumenta que los alimentos se pueden considerar:

  • Benéficos: alimentos que evitan y curan enfermedades;
  • Nocivos: alimentos que pueden empeorar enfermedades;
  • Neutros: no causan y no curan enfermedades.

La capacidad de cada alimento para causar o curar enfermedades varía según el tipo de sangre de cada persona.

Además de la dieta, también se recomienda realizar actividad física regular, según el tipo de sangre de la persona, que varía entre ejercicios ligeros, como la meditación, y ejercicios más intensos, como correr.

Principales características según el tipo de sangre

Cada grupo sanguíneo tiene sus propias características y por ello es necesario realizar una dieta específica. No obstante, cada grupo se caracteriza por:

1. Sangre tipo O

Debido a que tienen mayor facilidad para digerir todo tipo de carnes y grasas, los alimentos para el grupo sanguíneo O deberían, según el creador de la dieta, ser ricos en proteínas de origen animal. Además, está indicado para evitar el consumo de leche y derivados, ya que pueden provocar aumento de peso, inflamación y cansancio.

Además, las personas del grupo sanguíneo O necesitan practicar ejercicios aeróbicos, como correr y andar en bicicleta, durante 30 a 45 minutos al menos 4 veces por semana. Vea en qué se basa la dieta del tipo de sangre O.

2. Sangre tipo A

Las personas con sangre tipo A deben priorizar una dieta rica en verduras, frutas y legumbres, ya que, según el Dr. Peter, estas personas tienen más dificultades para digerir las proteínas animales y necesitan alimentos fáciles de digerir. La leche y derivados se pueden consumir, pero en pequeñas cantidades, al igual que los huevos, pudiendo ser una fuente de proteína complementaria.

Según el creador de la dieta, las personas con sangre tipo A también deben practicar actividad física regular, preferiblemente al aire libre y relajante, como yoga, meditación o caminar, de 3 a 4 veces por semana con una duración de entre 30 a 45 minutos. Vea en qué consiste esta dieta del tipo de sangre A.

3. Sangre tipo B

Según la teoría de la dieta del tipo de sangre, las personas con sangre tipo B deben priorizar la leche y sus derivados, para tener más energía. Además, estas personas son capaces de digerir mejor las grasas en general.

Además de la dieta, el Dr. Peter d’Adamo también recomienda, para las personas con sangre tipo B, la práctica de ejercicios físicos equilibrados, de intensidad ligera, como la meditación, y de alta intensidad, como el levantamiento de pesas, de 2 a 3 veces por semana con una duración de entre 25 y 30 minutos.

4. Sangre tipo AB

Las personas con sangre tipo AB necesitan una dieta balanceada, según el Dr. Peter, y la dieta para este grupo debe basarse en las dietas de los grupos sanguíneos A y B.

Según el Dr. Peter, las personas con sangre tipo AB también deben practicar ejercicio ligero, como yoga o meditación, 2 veces por semana, y ejercicio de alta intensidad, como correr, andar en bicicleta o crossfit, 3 veces por semana con una duración de 45 a 60 minutos.

¿Esta dieta funciona?

La dieta del tipo de sangre puede ayudarte a bajar de peso, ya que se basa en una dieta sana, equilibrada y asociada a la actividad física. Sin embargo, no existe evidencia científica de que este tipo de dieta mejore la digestión, los niveles de energía o la salud.

Además, esta dieta puede no ser muy práctica, ya que las personas con sangre tipo O necesitan comer proteína animal diariamente, lo que es imposible para una persona vegetariana, por ejemplo.

Por ello, si quieres hacer una dieta para adelgazar o para ayudar a tratar un problema de salud, es recomendable consultar a un nutricionista, para que realice una valoración completa y cree un plan nutricional adaptado a las necesidades individuales de la persona.

Opciones de dietas saludables para perder peso

Un ejemplo de dietas saludables que puede indicar el nutricionista es la dieta mediterránea, que prioriza el consumo de alimentos frescos y naturales y que aporta muchos beneficios para la salud, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Conozca todos los beneficios de la dieta mediterránea.

Otra dieta saludable que se puede indicar es la dieta baja en carbohidratos, que consiste en la reducción de alimentos ricos en carbohidratos, como el pan y la pasta, aumentando el consumo de proteínas y grasas de buena calidad. Vea cómo se hace la dieta baja en carbohidratos.

Es importante recalcar que para adelgazar se debe seguir una dieta sana y equilibrada, con la orientación de un nutricionista, quien podrá indicar la dieta de forma individualizada según las necesidades de cada persona.

FUENTE: https://www.tuasaude.com/es/dieta-del-grupo-sanguineo/

Dieta para tratar el hipotiroidismo: ¿Pueden ciertos alimentos aumentar la función tiroidea?

Tiene alguna veracidad la dieta para el hipotiroidismo? ¿Pueden ciertos alimentos mejorar la función tiroidea?

Respuesta de Juan Brito Campana, M.B.B.S.

En general, no existe ninguna dieta que ayude a mejorar el funcionamiento de una tiroides hipoactiva, que también se conoce como hipotiroidismo. Aunque abunden las afirmaciones sobre las dietas para el hipotiroidismo, no hay pruebas de que comer o evitar ciertos alimentos ayude a mejorar el funcionamiento de la tiroides cuando está hipoactiva.

Un nivel adecuado de yodo en la dieta es esencial para la función normal de la tiroides. En los países desarrollados, la enfermedad de la tiroides por carencia de yodo prácticamente ha desaparecido debido al suplemento de yodo de la sal y los alimentos. Si se tiene una alimentación equilibrada, no es necesario tomar suplementos de yodo. De hecho, un exceso de yodo puede favorecer la hiperactividad de la tiroides en algunas personas. Esta afección se conoce como hipertiroidismo.

Otros suplementos como la soja, ingeridos en grandes cantidades, pueden afectar la producción de la hormona tiroidea, pero no causarán hipotiroidismo a las personas que no tengan deficiencia de yodo.

Seguir una alimentación equilibrada te ayudará a mantener una tiroides sana. Si tienes alguna duda, consulta a tu equipo de atención médica sobre la conveniencia de tomar algún multivitamínico con minerales.

Si tienes la tiroides hipoactiva, deberás tomar medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidea como te lo indique el profesional de atención médica. Normalmente, estos medicamentos se toman con el estómago vacío. Un exceso de fibra en la dieta puede dificultar la absorción del medicamento en el organismo, y ciertos alimentos, suplementos y medicamentos pueden tener este mismo efecto.

No tomes medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidea simultáneamente con estos productos:

  • Nueces.
  • Harina de soja.
  • Harina de semillas de algodón.
  • Suplementos de hierro o multivitamínicos que contengan hierro.
  • Suplementos de calcio.
  • Antiácidos que contengan aluminio, magnesio o calcio.
  • Algunos medicamentos para las úlceras, como el sucralfato (Carafate).
  • Algunos medicamentos para reducir el colesterol, como los que contienen colestiramina (Prevalite, Locholest) y colestipol (Colestid).

Para evitar posibles problemas, consume estos productos varias horas antes o después de tomar tus medicamentos de reemplazo de la hormona tiroidea.

Los suplementos que contienen biotina, un componente común de los productos para el cabello y las uñas, pueden dificultar la medición de esta hormona en el organismo. Aunque la biotina no afecta los niveles de hormona tiroidea, la ingesta de suplementos que la contienen debe interrumpirse al menos una semana antes de medir la función tiroidea para garantizar la precisión de los resultados.

FUENTE: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/hypothyroidism/expert-answers/hypothyroidism-diet/faq-20058554

Dieta alimentaria de las gaviotas

Las gaviotas son un variado grupo de aves perteneciente a la familia Laridae, con 7 géneros y alrededor de 50 especies, aunque la taxonomía de varios tipos de gaviotas ha cambiado con el tiempo. Son aves principalmente marinas, que están distribuidas en todo el mundo, incluso hacia la Antártida y el Ártico, pero con menor presencia hacia el trópico. Suelen ser de medianas a grandes y la coloración típica es una combinación entre blanco, gris y negro, variando este último en las temporadas reproductivas.

Las gaviotas son muy comunes en muchas zonas costeras de manera que se observan y escuchan en grupos numerosos. Su dieta es muy variada debido a que han sabido adaptarse a los diferentes entornos en los que habitan, puesto que es habitual verlas también en zonas urbanas de costa. ¿Quieres saber qué comen las gaviotas? En este artículo de ExpertoAnimal hablaremos de ello.

Tipo de alimentación de las gaviotas

Aunque comen principalmente diversos tipos de presas, vivas o muertas, las gaviotas también llegan a consumir ciertos alimentos vegetales e incluso restos de comida humana, por lo que se clasificarían como animales omnívoros. De esta forma, una de las características de las gaviotas en relación a su alimentación es que llevan una dieta muy variada. Esto es así debido a que cazan diversos tipos de animales presentes en su hábitat, aprovechan también la vegetación e incluso restos de animales muertos.

Por otro lado, en las áreas costeras que son centros turísticos y las personas dejan restos de comida, las gaviotas no desaprovechan esta oportunidad para tomar algún alimento. Así, nos encontramos que estas aves no siguen una dieta especializada, sin duda una ventaja en época de escasez.

¿Las gaviotas son carroñeras?

Sí, las gaviotas también llegan a ser carroñeras. Si hay animales muertos o restos de ellos, los llegan a aprovechar si es necesario. Las aves pueden llegar a lugares inaccesibles para otros animales, especialmente en las zonas marítimas donde hay espacios rocosos o acantilados en los que en ciertos casos puede haber otras aves muertas o restos dejados por otra ave. De esta manera, también las gaviotas comen carroña sin problema alguno.

Conoce los diferentes Tipos de animales carroñeros en este otro post.

¿Qué comen las gaviotas bebés?

Las gaviotas son aves dedicadas a la cuidado de sus crías, por lo que ambos padres intervienen en la incubación, el cuidado y crianza de los polluelos. Esto es así porque forman parejas duraderas, incluso de por vida. Un rasgo de este tipo de aves es que comúnmente regresan al mismo sitio de anidación cada año. Después de elaborar su nido con restos de palitos, algas, musgo o vegetación y que ocurra la cópula, sucede la puesta de los huevos. A partir de este momento, siempre hay uno de los padres en el nido mientras el otro sale a comer o a recorrer el espacio.

Al nacer las gaviotas bebés comen lo que sus padres traigan, pues dependen totalmente de ellos. El alimento traído suele ser pequeños peces, larvas o insectos. Es normal que la madre o el padre coman primero el alimento y luego lo regurgiten para que a los polluelos les sea más fácil alimentarse y aprovecharlo.

Las gaviotas mantienen el cuidado de sus pequeños hasta que empluman y pueden volar para valerse por sí mismos, algo que puede variar entre las especies pero que generalmente ocurre después de unos dos meses.

¿Qué comen las gaviotas adultas?

Ya hemos comentado que las gaviotas tienen una dieta altamente variada ligada a la disponibilidad de alimento del hábitat en el que vivan. Son tan diversas en este aspecto, que incluso el canibalismo existe en algunos tipos de gaviotas, matando y comiendo a pequeñas de su misma especie.

A continuación, te presentamos una lista de lo que comen las gaviotas adultas:

  • Peces
  • Cangrejos.
  • Caracoles.
  • Gusanos marinos.
  • Insectos.
  • Larvas de insectos.
  • Mejillones.
  • Almejas.
  • Percebes.
  • Quitones.
  • Lapas.
  • Erizos marinos.
  • Calamares.
  • Ratones.
  • Otras aves, incluyendo gaviotas jóvenes.
  • Huevos.
  • Semillas.
  • Bayas.
  • Algas.
  • Carroña.
  • Desperdicios humanos.

¿Cómo cazan y comen las gaviotas?

Las gaviotas cuentan con distintas estrategias y técnicas de caza cuando se alimentan de otros animales, siendo las siguientes las más habituales:

  1. En el agua. Las gaviotas pueden cazar en el agua y, aunque no son excelentes buceadoras, llegan a sumergirse o flotan sin problema para atrapar presas sobre el agua. También pueden cazar animales volando, algo que hacen principalmente las de menores tamaños porque les resulta más fácil hacerlo, así que no es extraño, por ejemplo, ver a una gaviota atrapar a un insecto mientras vuela.
  2. En tierra o aire. Como dijimos, algunas no son exclusivamente marinas, por lo que pueden internarse tierra adentro, buscar zonas de cultivo y aprovechar algo de la fauna y vegetación propia de estos espacios. De esta manera, las gaviotas son expertas cazadoras en agua, aire y tierra, según les convenga.
  3. Lanzando la presa. Pero su agilidad no acaba ahí. Si están interesadas en consumir animales como mejillones o almejas, al no poder abrirlos directamente con sus picos, los atrapan, vuelan sobre rocas y sueltan a la presa para que se rompa y poder comerla. Esta es una técnica más común en gaviotas de más edad.
  4. Aprovechando la caza de otro. De igual manera, estas aves son bastante oportunistas y no dejan pasar ninguna posibilidad para aprovechar la obtención de alimento. Es por esto que cuando animales marinos como orcas o ballenas llevan a la superficie animales que han cazado, las gaviotas toman también de su comida.
  5. En aguas poco profundas. Por último, las gaviotas pueden cazar su alimento en aguas poco profundas, con fondo arenoso que remueven con sus patas para buscar animales que luego capturan y se los comen.

FUENTE: https://www.expertoanimal.com/que-comen-las-gaviotas-26503.html

Alimentación y Sintrom

Como te comentamos en este artículo el Sintrom® es un anticoagulante antagonista de la Vitamina K. Pero, ¿qué pasa si las cantidades de vitamina K del cuerpo cambian? ¿qué pasa con los alimentos ricos en vitamina K, ya no se pueden consumir? Te explicamos cómo alimentarte correctamente cuando usas Sintrom® en este artículo.

¿Por qué hay que controlar el consumo de vitamina K al tomar Sintrom®?

Porque el Sintrom® cumple su función anticoagulante impidiendo la función de la vitamina K como activadora de la coagulación . Si hay más vitamina K en el cuerpo que cuando se ajustó la dosis de Sintrom®, la dosis que tomas actualmente no será suficiente para llegar a la anticoagulación deseada, aumentando el riesgo de tromboembolismos. Y si se ajusta el Sintrom mientras estás comiendo alimentos ricos en vitamina K y luego cambias la dieta (por ejemplo, te hartas de la ensalada de espinaca y lo cambias por el puré de patatas) el mismo Sintrom® con menos vitamina K puede anticoagular tu sangre más de la cuenta, aumentando el riesgo de hemorragia.

Conclusión: es importante mantener un consumo sostenido y moderado de vitamina K a lo largo del tratamiento con Sintrom, evitando grandes variaciones. Más vale tomar unas pocas hojas de espinaca todos los días en la ensalada que hacer el domingo un pastel de espinaca y comértelo en las siguientes 24h con las tres comidas del día.

¿Qué alimentos hay que vigilar al tomar Sintrom®?

Hablamos de ello en este artículo sobre los alimentos con vitamina K pero, rápidamente, piensa en:

  • Vegetales de hoja verde oscura como espinaca, coles o perejil.
  • Aceites vegetales. Los aceites vegetales complican no solamente por su contenido en vitamina K sino por cambiar la absorción de la vitamina K de los alimentos que se cocinan o aliñan con aceite vegetal.
  • Frutas desecadas (concentran la vitamina K en menos cantidad de alimento y es fácil tomar muchas).
  • Algunos frutos secos como pistachos o anacardos.

Estos alimentos deben tomarse porque son muy nutritivos y buenos para nosotros, pero de forma regular y evitando cambios bruscos. Cualquier cambio significativo de la dieta, como una dieta de adelgazamiento, debe ser consultado con el médico para poder controlar los cambios de INR.

Si tienes dudas sobre tu alimentación y la toma de Sintrom®, puedes consultar a tu farmacéutico de confianza, que puede resolver muchas dudas relacionadas con la nutrición de los pacientes que toman Sintrom®.

FUENTE: https://www.ecoceutics.com/respuestas-de-salud/salud/alimentacion-sintrom/

Pepinillo: un aliado antikilos que quizás estás infravalorando

Hay quien lo considera simplemente un vegetal añadido a modo de atrezzo a algunas salsas o ensaladas con el objetivo de aportar color. Para otros, el pepinillo es ese alimento que se cuela entre aceitunas y cebollitas para hacer bulto en los aperitivos. Sin embargo, esta hortaliza de pequeño tamaño, piel brillante (y comestible) y pulpa blanca y jugosa, es uno de los mejores aliados a la hora de mantener el peso y el hambre a raya con el plus de que está permitido y recomendado en la mayoría de las dietas, a lo que hay que añadir un buen número de beneficios desde el punto de vista nutricional.

Aunque está emparentado con el pepino, el pepinillo tiene sus propias señas de identidad, como explica a CuidatePlus Elena Toledano, dietista-nutricionista de Instituto Centta: “Tanto el pepino como los pepinillos pertenecen a la familia de las curcubitáceas y proceden de la misma planta, pero el pepinillo se recolecta en un estado muy temprano de su desarrollo, cuando está verde y tiene más o menos dos centímetros de diámetro, sin que todavía haya desarrollado semillas. Botánicamente, se clasifica como un fruto, aunque en términos nutricionales se considera una hortaliza”.

Para llegar a ser un pepinillo propiamente dicho este alimento necesita una ligera ayuda exógena una vez recolectado ya que, como comenta la experta, tiene que pasar por un proceso de fermentación con salmuera y conservación en vinagre, sal y especias, con el objetivo de darle aroma al producto final. “El pepino, sin embargo, crece más y, normalmente se consume crudo; y tanto en su caso como en el de los pepinillos, lo ideal sería no quitarle la piel, para aprovechar así todas sus propiedades y beneficios”, recomienda Toledano.

Pequeño, pero cargado de nutrientes

Una de las grandes sorpresas que guardan en su interior los pepinillos es su contenido, rico en determinados nutrientes en los que residen sus propiedades saludables. Elena Toledano enumera cuáles son las más importantes:

  • Básicamente, aportan mucha agua (más del 95 por ciento de su composición), fibra, vitaminas y minerales interesantes desde el punto de vista nutricional.
     
  • No contienen grasa (0,1 g por 100 g de alimento) y apenas tienen proteínas (1,04 g/100 g).
     
  • Destaca su aporte en vitaminas AC y del grupo B.
     
  • Además, tienen un efecto probiótico, y, por tanto, su consumo beneficia al intestino y a la microbiota.
     
  • “Y, sin duda, una de sus ventajas más destacables es que no generan picos de glucosa en sangre debido a su insignificante cantidad de hidratos de carbono y su nula carga glicémica, por lo que se trata de un alimento especialmente recomendable en la dieta de las personas diabéticas”.

Asimismo, y al igual que el resto de las curcubitáceas, el pepinillo contiene dos fitonutrientes de propiedades antioxidantes: la curcubitacina (responsable de su sabor amargo) y los lignanos. Ambas sustancias están siendo objeto de diversas investigaciones debido a sus propiedades. En el caso de la curcubitacina, hay evidencias de su potencial papel antitumoral, tal y como se desprende de uno de los estudios más recientes realizados al respecto y publicado en Frontiers in Pharmacology. En cuanto a los lignanos, han demostrado un importante efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares.

La mejor opción frente a picoteos y aperitivos “peligrosos”

En unas recientes recomendaciones sobre cómo evitar el sobrepeso a causa del picoteo y el sedentarismo asociado al teletrabajo, Emilia Cancer, del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, incluyó a los pepinillos entre las mejores opciones para los tentempiés: “Los encurtidos, sobre todo los pepinillos y las cebolletas, son una buena alternativa para quitar el hambre entre horas, debido principalmente a su bajo aporte calórico”.

En la misma línea, Elena Toledano ahonda en las principales razones que justifican esta recomendación: “Su elevado contenido en agua y fibra aporta beneficios a nivel intestinal, nos hidrata y nos ayuda a saciarnos, algo importante para evitar el picoteo y los antojos, especialmente de alimentos salados. Además, su valor energético no supera las 20 kcal por 100 g de hortaliza, y es por ello que se considera un alimento ideal durante procesos específicos de pérdida de grasa. También puede incluirse en las dietas bajas en hidratos de carbono, ya que apenas llega a los 3 g de hidratos por 100 g de pepinillo”.

A todo esto hay que unir que se trata de un alimento muy asequible. “Es un aperitivo muy socorrido y saludable, cuya ingesta, además, hace más fácil evitar el consumo de todo tipo de snacks salados, fritos, dulces y ultraprocesados nada recomendables. Además, al ser un encurtido muy típico en nuestro país, es sencillo encontrarlo o pedirlo expresamente como tapa o picoteo cuando se come fuera de casa”, dice Toledano.

Por la misma razón, la dietista recomienda su consumo en aquellas situaciones en las que aparece el deseo de comer algo ente horas: “La ingesta de pepinillos es muy efectiva para calmar el primer pico de hambre inicial, manteniendo así el apetito a raya y permitiendo aguantar hasta la siguiente comida con más tranquilidad y consciencia”.

Cuántos, cómo y con qué alimentos combinan mejor

Respecto a la dosis diaria recomendada de este alimento, Elena Toledano explica que, dado que a efectos prácticos se considera una hortaliza, entraría dentro de la pauta de un mínimo de cinco raciones diarias de fruta y verdura: “No es necesario consumirlo todos los días, pero puede ser un complemento vegetal perfecto, por ejemplo, cuando queramos variar nuestro consumo habitual de hortalizas y verduras (que muchas veces no sale del binomio tomate-lechuga)”.

La experta destaca también la gran versatilidad de los pepinillos a nivel culinario: “Además de consumirse sólo, como snack o aperitivo, se pueden combinar con otros encurtidos (cebollitas, pimientos, guindillas, banderillas); en ensaladas; como ingrediente de salsas de elaboración casera (tipo tártara); en brochetas con huevo duro y anchoas; a modo de entrante sobre salmón ahumado; en ensaladilla; con huevos rellenos o como ingrediente de una hamburguesa casera saludable, por ejemplo”.

Sodio bueno, sodio malo: la cara B

Otra de las virtudes que posicionan a los pepinillos como tentempié de elección es su sabor, agrio y salado, que tiene el efecto colateral de intensificar la sensación de sed, algo que muchas personas utilizan como truco para aumentar la ingesta de agua hasta alcanzar la recomendación de los dos litros diarios.

Sin embargo, este efecto está directamente vinculado a su elevado contenido en sodio, de ahí que sea un alimento que suele aparecer en la lista de los “no aconsejados” en las personas que padecen determinadas enfermedades. “Efectivamente, su ingesta podría considerarse perjudicial en el caso de la hipertensión arterial y de ciertas patologías cardiovasculares, debido a su alta cantidad de sodio. Sin embargo, y aunque es importante seguir esta advertencia, creo que habría que mostrar una mayor preocupación por la cantidad de sal de los alimentos ultraprocesados, los salados, los fritos y los snacks que suelen servirnos en bares y terrazas, por ejemplo, y no tanto por consumir unos pocos pepinillos, que siempre serán una opción más sana frente a estos alimentos”, comenta Elena Toledano, quien ofrece un truco para minimizar este efecto negativo de los pepinillos: “Para quitarles el exceso de sal, lo mejor es lavarlos previamente a comerlos, aunque con ello quizás pierdan algo de sabor”.

Asimismo, la experta aconseja no pasarse en el consumo diario, puesto que el vinagre que contienen puede resultar corrosivo para la mucosa digestiva, “sobre todo en personas que padecen condiciones inflamatorias e irritantes, como la gastritis”.

Ojo a la etiqueta

Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de las veces consumimos los pepinillos en vinagre ya envasados, es importante saber en qué aspectos hay que fijarse para hacer la elección más saludable. “Por suerte, el etiquetado de los pepinillos encurtidos es muy sencillo de descifrar. Hay que fijarse en la lista de ingredientes, donde deben aparecer solamente tres: pepinillos, vinagre y sal”, explica Elena Toledano.

Según advierte la experta, hay que evitar aquellos que contengan azúcar o potenciadores del sabor, que se identifican a través de los “números E” (E-621 y E-631 en este caso). “En ocasiones incorporan correctores de acidez (como el E-330, que no es otra cosa que ácido cítrico) o conservantes, pero con los tres ingredientes principales es suficiente (y, también, lo más preferible). Hay algunas versiones que incluyen especias picantes o semillas de mostaza, una opción válida. Y también podemos hacer nuestros propios pepinillos en vinagre caseros”, comenta Elena Toledano. 

Un inesperado protector de la salud bucodental

Una de las razones por la que algunos expertos recomiendan no abusar de la ingesta de pepinillos son los potenciales efectos negativos que el vinagre que contienen puede tener sobre los dientes. Sin embargo, los resultados de una reciente investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Ben Gurión del Néguev (Israel) y de la Universidad de Chengdu (China), publicada en Frontiers in Microbiology, apuntan a que este riesgo podría “neutralizarse” por los beneficios que un tipo de pepinillo muy consumido en la localidad de Sichuan, al suroreste de China, parece tener en la salud dental. Según los autores, este efecto positivo se derivaría de la presencia de un probiótico, concretamente una cepa de Lactobacilli (L.plantarum K41) en este pepinillo. Los resultados del estudio demostraron cómo el consumo habitual de este alimento reducía de forma muy significativa (hasta en un 98,4 por ciento) la incidencia de la caries dental en los habitantes de esta región. 

Asimismo, el análisis in vitro de L.plantarum K41 aislado puso de manifiesto el potencial de esta sustancia para inhibir el efecto de la bacteria Streptococcus mutans, presente habitualmente en la cavidad oral humana y directamente implicada en la formación de la caries. 

Este probiótico demostró también una alta tolerancia frente a determinados ácidos y sales presentes en la boca que pueden resultar nocivos a nivel bucodental, lo que lo posiciona como una posible solución para alteraciones como, por ejemplo, las úlceras orales recurrentes, entre otras.

FUENTE: https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/nutricion/2020/09/06/pepinillo-aliado-antikilos-quizas-infravalorando-174690.html

La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre

Los superalimentos están muy de moda ahora porque tienen multitud de beneficios para la salud, ya que cumplen con una premisa: son ricos en nutrientes e incluirlos en nuestra dieta es muy importante para cumplir con las claves de una alimentación saludable. En España tenemos la suerte de conocer y cultivar muchos superalimentos, pero, otros no son tan conocidos.

Como es el caso de una fruta asiática que ha sido utilizada en la medicina tradicional de muchos países como Vietnam, Japón o Corea. Pero, este superalimento pertenece a China. Hablamos de las bayas de goji, también conocidas como las cerezas del Tíbet. Aunque, en España no son aún muy famosas, cada vez se consumen más porque tienen muchos beneficios para la salud.

Y, esto es gracias a beneficios como: contener vitaminas A y C, ser ricas en antioxidantes, minerales y en hierro, contribuir a fortalecer el sistema inmunológico gracias a su gran cantidad de zinc e, incluso, son buenas para mejorar la salud ocular. Lo mejor es que tienen casi seis veces más vitamina C que la naranja, la misma cantidad de calcio que la leche y hasta tres veces más potasio que los plátanos.

No es de extrañar que las conocidas como ‘cerezas de Tíbet’ se hayan utilizado durante años en la medicina asiática, ya que sus beneficios son muy numerosos.

– Reduce el azúcar en sangre: algunos estudios han permitido demostrar que el consumo de bayas de goji pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que resulta especialmente beneficioso para aquellas personas que padecen diabetes o están en riesgo de poder desarrollarla. Los compuestos de este superalimento pueden mejorar la sensibilidad a la insulina al mismo tiempo que reduce los picos de azúcar en sangre tras las comidas.

– Antioxidantes: las cerezas del Tíbet son ricas en antioxidantes, entre los cuáles se encuentran la Vitamina C, la Vitamina A, zinc y distintos fitonutrientes y compuestos antioxidantes como polifenoles. De esta forma, nuestra piel obtendrá muchos beneficios, así como nuestro sistema inmunitario.

– Mejora la salud ocular: los beneficios de este superalimento son muy diversos, ya que también tiene para la salud ocular. Y es que, la vitamina A, luteína y zeaxantina son muy buenos para la vista, de hecho, el último es un antioxidante que se encuentra concentrado en la retina. Esto ayuda a evitar contraer enfermedades oculares.

– Ayudan a perder peso: la fibra y los nutrientes de este superalimento también ayudan a la hora de incrementar la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y, a su vez, a reducir la ingesta de calorías.

– Mejora la salud sexual: en algunas culturas, las bayas de goji han sido utilizadas de forma tradicional como un afrodisiaco natural.

– Reducen el estrés y la ansiedad: no hay que olvidar que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, gracias a su contenido de antioxidantes y otros compuestos que poseen un efecto calmante sobre el sistema nervioso.

Fuente: La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre (msn.com)

Un estudio revela resultados sorprendentes sobre los efectos de beber cerveza sin alcohol

La cerveza es una de las bebidas más populares del mundo, la cual se disfruta en reuniones sociales con amigos y familiares o en casa después de una larga jornada de trabajo. Para muchos, es algo que no puede faltar en el frigorífico.

Cabe señalar que las hay de todos los tipos y para todos los gustos. Desde las cervezas más ligeras y refrescantes, como las rubias y las lager, hasta las más oscuras y de sabor intenso, como las stouts o las ales, que son solo para los más valientes.

Sin embargo, aunque su sabor no sea del agrado de todos, las empresas cerveceras han sabido adaptarse a los nuevos tiempos ofreciendo una opción que cada vez gana más adeptos, se trata de la cerveza sin alcohol.

Este tipo de bebida está dirigida principalmente a aquellas personas que quieren disfrutar de una cerveza sin los efectos del alcohol, como los conductores, las mujeres embarazadas o quienes, por razones de salud, no pueden tomar. 

En los últimos años, la cerveza sin alcohol ha ganado una enorme popularidad, por lo que es común verla en supermercados y bares. Sin embargo, aunque se vende como una alternativa más saludable, ¿realmente lo es? Según un estudio reciente, este tipo de cerveza es más dañina de lo que parece.

La cerveza sin alcohol y su impacto en tu salud

Un estudio reciente llevado a cabo por la empresa Million Friends, ha desvelado que la cerveza sin alcohol podría no ser tan inofensiva como se piensa, y que su consumo puede tener efectos sorprendentes en tu salud.

Los participantes monitorizaron su glucosa utilizando un sensor mientras registraban su dieta diaria. Al final, se detectó que esta bebida aumentaba los niveles de azúcar en sangre en 34,8 mg/dl de media, superando incluso a las bebidas mezcladas con limonada (32,4 mg/dl). 

En cambio, las cervezas de baja fermentación como las Helles o las Dunkles (25,4 mg/dl) y las Pils (28,6 mg/dl) mostraban un impacto menor. 

Estos hallazgos son preocupantes, ya que un nivel alto de azúcar en sangre puede favorecer el desarrollo de enfermedades graves como la obesidad, la diabetes mellitus, los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Pero, ¿por qué la cerveza sin alcohol aumenta tanto los niveles de azúcar en sangre? La respuesta parece estar en su composición. A pesar de no contener alcohol, muchos productos siguen siendo ricos en carbohidratos y azúcares que, una vez consumidos, el cuerpo transforma rápidamente en glucosa. 

Este estudio ha sacudido la percepción que muchos tienen sobre la cerveza sin alcohol. Aunque se ha comercializado como una bebida adecuada para todos, la realidad es que, como cualquier otra, puede tener un impacto directo en tu salud. 

Fuente: Un estudio revela resultados sorprendentes sobre los efectos de beber cerveza sin alcohol (msn.com)

Colesterol alto: 3 cambios sencillos en la alimentación para reducirlo rápidamente

Para muchas personas, un diagnóstico de colesterol alto significa la posibilidad de un tratamiento médico prolongado, a menudo con medicamentos que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, no todos conocen que hay cambios en el estilo de vida, y en especial en la alimentación, que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol de forma significativa.

1. Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra soluble

Una de las estrategias más recomendadas para reducir el colesterol es aumentar la fibra soluble en la dieta, ya que esta se une al colesterol en el sistema digestivo y lo elimina del cuerpo antes de que entre en el torrente sanguíneo. Algunos alimentos que contienen altas cantidades de fibra soluble incluyen la avena, las legumbres (como lentejas y garbanzos), y frutas como las manzanas y los cítricos.

2. Sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas

Las grasas saturadas, presentes en alimentos como la carne roja, los productos lácteos enteros, y algunos aceites como el de coco, son conocidos por elevar los niveles de colesterol LDL en el organismo. La Fundación Británica del Corazón recomienda sustituir estas grasas por fuentes de grasas insaturadas, como el aceite de oliva, el aguacate, y frutos secos como las almendras y las nueces.

Las grasas insaturadas, especialmente las monoinsaturadas y poliinsaturadas, ayudan a reducir los niveles de LDL al tiempo que elevan el colesterol “bueno” o HDL, que protege las arterias y favorece la eliminación de grasas nocivas. Según Health Line, una dieta alta en grasas monoinsaturadas, similar a la dieta mediterránea, es una estrategia comprobada para mejorar la salud cardiovascular.

3. Incluir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son grasas saludables que no solo reducen el colesterol LDL, sino que también ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y protegen el corazón al disminuir el riesgo de ritmos cardíacos anormales. Según la Mayo Clinic, estos ácidos grasos no afectan directamente el colesterol LDL, pero tienen efectos beneficiosos en la salud general del corazón.

El omega-3 se encuentra principalmente en los pescados grasos como el salmón, el atún, y la caballa. Las personas que consumen pescado regularmente suelen tener un menor riesgo de enfermedades cardíacas, lo cual hace de estos alimentos una excelente opción para quienes desean mejorar su perfil de colesterol. Las semillas de chía, lino y el aceite de linaza son fuentes vegetales de omega-3, ideales para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana.

Cambios en el estilo de vida

Además de estos cambios en la alimentación, otras prácticas de estilo de vida pueden mejorar los niveles de colesterol y la salud cardiovascular general. La NHS del Reino Unido sugiere realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol para maximizar los beneficios en el perfil de colesterol.

https://www.infobae.com/salud/2024/11/13/colesterol-alto-3-cambios-sencillos-en-la-alimentacion-para-reducirlo-rapidamente

Cambio de hora: ¿cómo influye la luz en lo que comemos?

El ritmo circadiano del cuerpo determina aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz dirige esta ‘gran orquesta biológica’

Sensación de malestar, somnolencia y variaciones en el estado de ánimo son algunas de las consecuencias que produce el cambio de hora en la salud. Más de 48 millones de habitantes deberán ajustar las manecillas de los relojes por segunda vez en el año para adaptarse, en esta ocasión, al horario de invierno el próximo 27 de octubre. La medida está vigente desde 1974 y aunque puede parecer algo menor a estas alturas, repercute en el ritmo circadiano, el reloj del cuerpo que regula las funciones fisiológicas y recibe órdenes de una región del cerebro llamada hipotálamo. La mayoría de las investigaciones científicas al respecto se han centrado principalmente en analizar los efectos en el rendimiento físico y mental de las personas, sin embargo, también desencadena cambios en los hábitos alimenticios y el aparato digestivo.

El ciclo natural dura 24 horas e influye en aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz, que los ojos perciben a través de la retina, dirige esta gran orquesta biológica. Durante la estación más fría del año, se genera un desequilibrio en la producción de la melatonina y el cortisol (las hormonas que regulan el sueño y el estado de alerta), porque los días son más cortos y las personas suelen reducir su exposición al sol. Alba García Aragón, médica especialista del Instituto del Sueño de Madrid (IIS), explica que en la actualidad existe un desfase de una hora en el periodo invernal y de dos horas en verano, lo que afecta especialmente a adultos mayores y adolescentes.

“Por desgracia, los españoles duermen cada vez menos y peor. No estamos viviendo de acuerdo a las horas de luz y al final, esto influye en lo que comemos”, sostiene sobre el huso horario que se remonta al periodo de la dictadura franquista, una medida que lleva 84 años. La desincronización entre la hora de comer y el reloj biológico del cuerpo humano provoca que las personas no descansen correctamente, lo que produce alteraciones hormonales que repercuten en un aumento de la sensación de hambre. Esto, a largo plazo, eleva también el riesgo de desarrollar alteraciones metabólicas y enfermedades como la obesidad y el cáncer.

En el país, salvo en las Islas Canarias, rige el horario central europeo (al igual que en Alemania y Francia) en lugar del occidental que debería tener España por su localización geográfica en el meridiano de Greenwich, tal como en Portugal o el Reino Unido. Para mantener un equilibrio en los niveles de energía y evitar la fatiga, la nutricionista Clara Puig Muñoz recomienda ajustar los horarios de las comidas. “El cambio de hora hace que algunas personas tengan más apetito durante el día. Es importante adaptar la hora de comer, para así alinear el metabolismo en relación con la luz y oscuridad”, explica.

Según Puig Muñoz, un sueño de buena calidad es, al mismo tiempo, fundamental para tomar buenas decisiones alimentarias.“El cansancio nos lleva a escoger alimentos calóricos con el fin de encontrar en ellos ese plus de energía que necesitamos”, recalca. La falta de sueño lleva a muchas personas a comer mal y en mayor cantidad. En otros casos, algunos acaban teniendo un consumo elevado de café y bebidas energéticas.

“Independientemente de que haya o no un cambio de horario, ya llegamos algo desfasados y esto afectará al cuerpo hasta que se acostumbre nuevamente”, agrega la especialista del IIS.

La importancia de cenar temprano

El ritmo circadiano influye en el metabolismo y la velocidad con la que el cuerpo digiere y absorbe los nutrientes. Por ello, Cristina Sabaté, dietista del Centro Júlia Farré, aconseja que la última comida del día sea preferiblemente más temprano. “Lo ideal sería que la cena no sea más allá de las siete u ocho de la tarde”, señala. Para Sabaté no es saludable “comer a las diez de la noche” de manera constante. Si no es posible adelantar la hora de comer, la experta recomienda que las personas opten por una sopa o un plato de verduras.

Clara Puig Muñoz coincide en este punto: “si hacemos comidas muy pesadas antes de dormir, podemos tener reflujo o acidez y además, seremos más propensos a los despertares nocturnos”, dice. La nutricionista sugiere que es mejor cenar ligero, con tres o cuatro horas de antelación antes de dormir. Sabaté recomienda alimentos ricos en triptófano —un aminoácido que cumple un papel crucial en la producción de serotonina y melatonina—, como queso, yogur, huevos, pescado y pollo.

En esa línea, un estudio de la revista International Journal of Obesity reveló en 2013 que los carbohidratos y las grasas se metabolizan por varias horas. Las calorías que el cuerpo quema al digerir, absorber y metabolizar los nutrientes están regidas por el ritmo circadiano.

Sabaté enfatiza en que no existe alimento que sea mejor que otro, sino más bien la clave es comer equilibrado y elegir los principales que conforman una dieta saludable: cereales, verduras, frutas, lácteos y proteínas. “Es una buena idea tener un menú planificado de la semana, para así lograr reducir el tiempo de cocinar la cena”, propone la dietista.

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