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Estados Unidos busca alternativas a las palomitas para comer en el cine
No hay alimento más vinculado al cine que las palomitas. La costumbre nació durante la crisis del 29 en Estados Unidos: en la época de la Gran Depresión el principal medio de distracción era el cine, y las palomitas era el único alimento lo suficientemente barato que podían permitirse, procedentes de un alimento abundante en EEUU como era el maíz, con grandes márgenes de beneficio para los vendedores. ¿Por qué comemos palomitas en el cine?
Sin embargo, las grandes cadenas distribuidoras han detectado que son muchos los espectadores que compran las entradas pero que renuncian a adquirir alimentos o bebidas, lastrando la rentabilidad del negocio. Para tratar de subsanarlo, buscan alimentos alternativos a las tradicionales palomitas, ofreciendo oportunidades para los emprendedores.
Son varios los productos que empiezan a aparecer en ese contexto. Uno de ellos es Edamame, fabricado por EdaMovie, un producto asiático que básicamente es soja cosechada cuando aún está verde. «La gente quiere algo divertido y alegre», apunta Ron Law, exdoctor y creador del producto, al que denomina «fingers naturales». Su producto ya está disponible en ocho teatros, y busca expandirse.
Productos sanos y naturales
El interés por productos cada vez más sanos, naturales y bajos en grasa, como dicho Edamame, tienen cada vez más relevancia, según Bruce Coleman, vicepresidente ejecutivo de Brenden Theatres (una cadena con 90 pantallas en California y el suroeste de EEUU), en declaraciones al Wall Street Journal. «Ahora los clientes preguntan cosas como las vitaminas que tiene o el aceite que se utiliza», asegura. Las compañías ya se están adaptando para ofrecer las calorías de la comida ofrecida.
El mes pasado se celebró en Las Vegas el CinemaCon, una convención anual para operadores de cine y teatro. Algunos de los productos que se podían encontrar durante el evento estaban churros con sabor a Oreo, galletas saladas o chips con salsa cheddar y bacon.
Por supuesto, no podía faltar la gran estrella: las palomitas. Sin embargo, Popcornopolis ofrece unas palomitas orgánicas, acompañadas de «los mejores sabores», como justifican desde la compañía.
Biografia de Karlos Arguiñano. Uno de los cocineros españoles más mediáticos.
Karlos Arguiñano nació el 6 de septiembre de 1948 en Beasain, Guipúzcoa, España.
Padres
El mayor de los cuatro hijos de Pepi Urkiola, modista, y Carlos Arguiñano, taxista. Su madre era paralítica, por lo que siempre tuvo que prestar su ayuda en las tareas de la casa.
Estudios
Estudió maestría industrial, tras lo que trabajó en la fábrica de trenes de Beasain como chapista.
Con 17 años entró en la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar en Zarautz (Guipúzcoa), dirigido por Luis Irizar.
Cocinero
Su primer trabajo fuera de la escuela fue en el Hotel María Cristina y después en el Hotel de Londres, ambos en San Sebastián.
En 1970 pasó a dirigir las cocinas del Club de Golf de Zarautz. Durante esta etapa le pilló de lleno el movimiento llamado Nueva Cocina Vasca, en el que tomó parte activa desde el principio con Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Ramón Roteta, Tatus Fombellida y José Juan Castillo, entre otros.
Restaurantes
En 1978 abrió su propio restaurante. En la década de los 80 impartió clases de cocina en Nueva York y Washington, así como en diversas escuelas de hostelería de Cuba. En 1996 inauguró también en Zarautz la Academia de Cocina Aiala. Once años después, y en el mismo enclave, amplió las instalaciones incorporando un hotel de cuatro estrellas.
Televisión
Cocinero muy popular en España y otros países gracias a sus programas de cocina en televisión.
Desde 1991, inició en TVE el programa diario de cocina El menú de cada día, por el que recibió un TP de Oro como Personaje de Año de la revista Teleprograma en 1992, y un Premio Ondas en la categoría de Programas Nacionales de Televisión en 1993. De 1993 a 1995, el programa se llamó El menú de Karlos Arguiñano, y los fines de semana, Los sábados con fundamento, y desde 1995 a 1998, La cocina de Arguiñano.
En 1997 fue contratado por Telecinco, donde permaneció hasta febrero de 1998. Después, durante dos años, apareció con un espacio en la televisión argentina, regresando a Telecinco en febrero de 1999. En septiembre de 2002 regresó a TVE hasta julio de 2004.
De septiembre de 2004 a julio de 2010 presentó Karlos Arguiñano en tu cocina, de lunes a viernes en la cadena Telecinco, junto a Juan Mari Arzak como invitado de los viernes.
Productor
En 2010 firmó con Antena 3-Atresmedia Televisión, para emitir sus programas producidos por su productora Bainet Media en los diferentes canales de televisión pertenecientes a Atresmedia Televisión. Karlos Arguiñano en tu cocina y otros programas producidos por Bainet Media además se emiten fuera de España en diferentes cadenas de televisión.
Esta empresa también edita sus libros de cocina. Bainet se asoció con GAMP (Grupo Audiovisual de Medios de Producción), consorcio propietario de La Sexta.
Cine
Apareció en películas como Airbag (1997), Año mariano (2000) y El rey de la granja (2002).
Matrimonio e hijos
Casado con María Luisa Ameztoy, es padre de Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María.
Descubre el origen y la tradición de comer palomitas en el cine
¡Atención, amantes del cine! ¿Alguna vez te has preguntado por qué las palomitas se han convertido en el compañero inseparable de las películas? Prepárate para descubrir los secretos detrás de esta tradición tan arraigada.
En este artículo, exploraremos los orígenes de esta costumbre que ha conquistado a millones de espectadores en todo el mundo. Desde los primeros exhibidores de cine hasta las estrategias de marketing más sofisticadas, desvelaremos los motivos por los que las palomitas son el aperitivo estrella en las salas de proyección.
Adéntrate en una experiencia multisensorial donde el aroma irresistible, la textura crujiente y el sabor salado se unen para crear un deleite culinario único. Además, descubrirás cómo las palomitas se han convertido en mucho más que un simple aperitivo, convirtiéndose en un símbolo de recuerdos y momentos icónicos.
No pierdas la oportunidad de sumergirte en esta fascinante historia llena de curiosidades y datos interesantes. ¡Prepárate para disfrutar de una experiencia cinematográfica completa!
Cine + palomitas = diversión asegurada
¿A quién no le gustan las palomitas en el cine? Este crujiente aperitivo se ha convertido en el compañero inseparable de cualquier sesión de cine que se precie. Su popularidad es tal que ya forma parte de la cultura popular: es casi imposible imaginarse viendo una película sin tener al lado un gran cubo de palomitas calentitas.
Pero, ¿cómo nació esta tradición? ¿Por qué las palomitas y el cine encajan tan bien? Te propongo hacer un viaje en el tiempo para descubrirlo.
Las palomitas de maíz tienen una larga y curiosa historia vinculada al cine. Se cree que su origen se remonta a los antiguos pobladores de México, específicamente la región de Tehuacán, Puebla, donde los mayas ya cocinaban y consumían este popular snack hace miles de años.
La invención de la máquina para hacer palomitas data de finales del siglo XIX. Charles Cretors, un emprendedor de Chicago, diseñó en 1885 la primera máquina con brazos metálicos que explotaba los granos de maíz con aire caliente. Esta permitía prepararlas de forma masiva, agregando mantequilla y aceite.
Al principio su venta estaba prohibida dentro de los cines, que intentaban emular la elegancia de los teatros. Pero afuera, vendedores ambulantes ofrecían bolsas de palomitas recién hechas a los asistentes.
Pese a la prohibición, algunos espectadores se levantaban constantemente de sus asientos para salir al exterior y rellenar su reserva, ante la irritación de quienes querían disfrutar tranquilamente la película.
«Durante la Gran Depresión, este sencillo snack se convirtió en una opción accesible para cenar viendo una película, que costaba solo entre 5 y 10 centavos«
La venta y consumo de palomitas se convierte en una tradición arraigada
Para los primeros cinéfilos, saborear este tentempié mientras seguían las aventuras de vaqueros y detectives en la gran pantalla se convirtió en un auténtico ritual. Las palomitas potenciaban la diversión y ayudaban a evadirse de la realidad por un rato.
El factor decisivo fue la llegada del cine sonoro. Al poder escuchar los diálogos, el ruido de masticar palomitas dejó de ser una molestia. Los cines aprovecharon su alto margen de ganancia y eliminaron la prohibición, pasando a venderse directamente en el interior de las salas. Para los años 50, su venta y consumo ya era una tradición arraigada.
En la década de 1980 llegaron al mercado las palomitas para microondas, popularizando su consumo casero durante el auge del VHS. Aún hoy, las palomitas representan una gran fuente de ingresos para las salas de cine.
Desde entonces, ofrecer palomitas se volvió fundamental para todos los cines. Su preparación inundando la sala con un irresistible olor, era la bienvenida perfecta para que el público disfrutara aún más la película. Este sencillo aperitivo se convirtió así en algo imprescindible, en la mitad de una perfecta ecuación: cine + palomitas = diversión asegurada.
Por eso hoy es imposible imaginar ir al cine sin pasar antes por la dulce tienda de palomitas. Sin duda, ya forman parte de la experiencia, de los recuerdos de infancia y las primeras citas románticas.
El crujido de cada bocado, el sabor ligeramente salado, el aroma dulzón… comer palomitas despierta todos nuestros sentidos, preparándonos para disfrutar la magia del cine.
Más que un aperitivo: una experiencia cinematográfica completa
Las palomitas de cine son mucho más que un simple aperitivo, se han convertido en un elemento icónico que completa la experiencia del séptimo arte. Su papel va más allá de acompañar la película, son parte integral de la magia del cine desde que tenemos uso de razón.
Comer palomitas mientras se apagan las luces es uno de esos rituales que activan los recuerdos de infancia. Traen a nuestra mente tantas tardes de domingo viendo dibujos animados, o las primeras citas adolescentes en la oscuridad del cine. Esas imágenes quedan grabadas junto al crujido de las palomitas, el olor a mantequilla, las risas cómplices…
La nostalgia que evocan ha hecho que las asociemos a momentos especiales y únicos. Celebraciones, cumpleaños, noches de verano… no sería lo mismo sin las infaltables palomitas dulces o saladas de acompañamiento. Se han ganado un lugar en nuestro corazón, y en nuestros mejores recuerdos.
Además, pese a la tecnología y los efectos digitales, las palomitas siguen conservando intacta su magia multisensorial. El aroma que inunda los pasillos, el primer bocado crujiente, el sabor ligeramente salado…despiertan nuestros sentidos y nos introducen de lleno en la película, haciéndonos partícipes de la magia del cine.
Incluso quienes no disfrutan comiendo palomitas o les molesta el ruido que hacen otros al mascarlas, respetan esta tradición casi sagrada. Saben que las palomitas ya son parte indivisible de la experiencia cinematográfica.
Y es que, al fin y al cabo, ir al cine es escapar de la rutina, evadirse un rato de la realidad. Y en esa experiencia, las palomitas son el toque de informalidad y diversión que la hace completa. Una combinación perfecta de nostalgia, placer y compañía que lleva décadas conquistando nuestros corazones.
Por eso las palomitas trascienden de ser un simple tentempié. Son parte de un ritual, de una tradición que activa nuestros mejores recuerdos del cine. Un pequeño gran detalle con un gran poder evocador, capaz de completar y enriquecer cada experiencia en la sala de proyección. Y todo, a un precio tan asequible como irresistible.
Incluso quienes no disfrutan comiendo palomitas o les molesta el ruido que hacen otros al mascarlas, respetan esta tradición casi sagrada.
Estrategias de marketing detrás de la venta de palomitas
Las palomitas no son solo un tentempié o parte de un ritual, también representan el producto estrella en la estrategia de ventas de cualquier cine. Por ello, los cines despliegan todo su arsenal de marketing para tentarnos y hacer irresistible su compra.
Lo primero es la ubicación estratégica de los puestos de palomitas en zonas de mucho tránsito. Imposible no cruzarnos con ellos camino de la sala, mientras su irresistible aroma nos abre el apetito y nos recuerda que no estamos completos sin nuestro cubo de palomitas.
Luego está el factor visual. Los expositores muestran las palomitas recién hechas tras cristales, casi como si fueran joyas. Los colores vivos de los cubos y las imágenes de palomitas nos hacen la boca agua antes incluso de probarlas.
Y ni hablar de cuando se acerca la hora de la película. El personal prepara rápidamente decenas de cubos humeantes, llenando el ambiente de ese crujiente sonido que nos transporta directamente a la magia del cine.
Por supuesto, no faltan las promociones especiales para tentarnos, como los combos con bebidas con descuento. También los tamaños gigantes a precios muy competitivos, ideales para compartir en familia o en pareja. Una vez decidimos comprar, caer en la tentación de «sumar» opciones es casi inevitable.
Y es que, en el fondo, los cines lo saben bien: las palomitas son indispensables para completar la experiencia del séptimo arte. Esta venta cruzada les asegura jugosos beneficios, por lo que seguirán mimando y promocionando a la reina de sus dulces tiendas.
De nuestra parte, caer en la tentación de estas estrategias de venta es lo de menos cuando hablamos de palomitas de cine. Al fin y al cabo, forma parte del ritual que todos llevamos grabado desde la infancia, y que nos trae tan buenos recuerdos. Así que no nos queda más remedio que dejarnos conquistar… y disfrutar el viaje.
Los colores vivos de los cubos y las imágenes de palomitas tras el cristal hacen la boca agua antes incluso de probarlas.
Conclusiones y consejos formativos
Como has podido comprobar las palomitas y el cine tienen una larga historia juntos, que se remonta al siglo XIX.
Algunos datos curiosos sobre este famoso snack:
- En México se han encontrado restos de palomitas de maíz que datan de alrededor de 3600 a. C.
Se cree que las palomitas fueron introducidas en los cines (nickelodeons) entre las décadas de 1905 y 1915. ¡Imagínate esas primeras salas de cine inundadas con su crujiente aroma! - El inventor de la máquina de palomitas que conocemos en la actualidad fue un dulcero de Chicago, Charles Cretors.
- Con la Gran Depresión del 29, las ganancias de los teatros se vieron mermadas, por lo que los dueños de las salas cinematográficas integraron las máquinas de palomitas en sus locales.
- En 1945, más de la mitad de las palomitas de maíz que se consumían en Estados Unidos se tomaban en las salas de cine.
- En los años 50, en pleno auge del cine, un expendio de palomitas podía llegar a vender más de 1000 cubos en un solo fin de semana.
- Existen múltiples variaciones y sabores, desde clásicas con mantequilla hasta creativas como pizza, nachos o chocolate.
Eso sí, no hace falta ir al cine para disfrutar de unas deliciosas palomitas. Prepararlas en casa es fácil y económico, ideal para una noche de películas en familia o con amigos. Sin embargo, te recomendamos que las prepares en el horno a 180 grados, es la forma más saludable.
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Fuente: Origen y tradición de comer palomitas en el cine | Treintaycinco mm
El precio de la perfección: riesgos y consecuencias de las dietas extremas en el cine
Muchos actores de cine y televisión se ven obligados a realizar transformaciones físicas que ponen en riego su salud física y mental con el fin de interpretar ciertos papeles
Realizar ejercicio físico o comenzar una dieta puede suponer una mejora en la salud física y mental de aquellas personas que se someten a dicho cambio. Los beneficios pueden verse traducidos en una mejora de la salud cardiovascular, la calidad del sueño o de la función cognitiva, además del aumento de la fuerza muscular y ósea, entre otros aspectos.
Sin embargo, realizar este tipo de cambios de forma exagerada o en un espacio de tiempo muy corto puede suponer un gran riesgo para nuestro organismo. Un pequeño sector de la población mundial que se suele exponer a estos cambios radicales por razones laborales son los actores y actrices, sobre todo de Hollywood. Esto se debe, en gran medida, a la interpretación de papeles inspirados en personajes o historias reales. Para ello, muchos actores de renombre en el panorama como, por ejemplo, Christian Bale, Orlando Bloom, Tom Hanks, Charlize Theron, Matthew McConaughey o Joaquin Phoenix han tenido que realizar transformaciones físicas extremas para interpretar ciertos roles.
A diferencia del resto de dietas convencionales o rutinas de ejercicio, estos actores están obligados a reducir su peso o ganarlo de forma extrema en poco tiempo. Algunos de los casos más conocidos, por ejemplo, son el del actor Cillian Murphy, el cual para interpretar el papel del físico teórico estadounidense, Robert Oppenheimer, basó su alimentación durante el rodaje de la película en comer una almendra al día, debido a la figura demacrada que presentaba el protagonista de la historia en la vida real; o el de Brendan Fraser, quién tuvo que ganar alrededor de 130 kilos, parte de ellos eran una prótesis, para interpretar a Charlie, un hombre con obesidad mórbida, en la película ‘La Ballena’.
Usualmente, los actores de cine que aceptan este tipo de papeles lo hacen sin tener en cuenta las consecuencias que pueden sufrir a causa de estos cambios. Además, durante el proceso de pérdida de peso o aumento, están sometidos a cierta presión por parte de la industria cinematográfica para conseguir modificar su cuerpo al del personaje que interpretan de manera exacta.
En muchos de los casos, los profesionales aceptan las consecuencias de exponerse a este tipo de dietas o cambios de peso con el fin de interpretar un rol el cual le pueda otorgar un galardón distintivo o le catapulte a la fama como fue el caso de Renée Zellweger, cuyo papel como Bridget Jones, un personaje famoso por su preocupación con el peso y las dietas, en la película ‘El Diario de Bridget Jones’, le abrió las puertas al estrellato.
“En el mundo del cine, para bajar de peso rápidamente se suele optar por dietas bajas en carbohidratos, donde se limitan alimentos como el pan, las pastas, y se enfocan más en comer solo proteína. También hacen dietas a base de jugos detox en las que solo consumen líquidos durante todo el día, para ver esos resultados más inmediatos, lo cual a largo plazo no es sostenible, porque no te puedes alimentar solo a base de batidos”, explica Eva Quirós, dietista y asesora nutricional.
“Por otro lado, si hablamos de ganar peso, especialmente para papeles que requieren un cuerpo más musculoso, muchos actores utilizan el superávit calórico, consumiendo más calorías de las que gastan. Esto implica comer alimentos ricos en proteína y carbohidratos. Además, suelen incluir también batidos proteicos, tomar suplementos como la creatina para aumentar su masa muscular y tienden a comer todavía muchas más veces al día”, añade.
Consecuencias a nivel físico
Pese a que realizar una dieta para bajar unos cuantos kilos es un método muy recomendado entre los expertos en nutrición, elaborar dietas exigentes puede provocar graves consecuencias para nuestro organismo como problemas metabólicos, desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales, o daños en órganos vitales. Existen casos de actores que han sufrido estos problemas tras someterse a este tipo de procesos. “Volver a un peso saludable después de una transformación física extrema puede ser un reto considerable. El cuerpo se adapta a los cambios de manera muy rápida, pero regresar a la normalidad puede ser un proceso más lento”, destaca Quirós.
Un ejemplo de ello es Christian Bale, el actor estadounidense llegó a perder hasta 28 kilos alimentándose a base de manzanas y café para representar el papel de Trevor Reznik, un hombre con insomnio severo, desnutrido y atormentado para la película ‘El Maquinista’. En dicho encargo, Bale llegó a quedar extremadamente delgado y redujo su ingesta calórica, provocándole problemas metabólicos y mucha falta de energía.
“También podemos experimentar desajustes hormonales. Por ejemplo, la pérdida rápida de peso puede reducir la producción de hormonas como la leptina, que es la que regula el hambre y el metabolismo”, señala.
Más tarde, recuperó gran parte del peso que perdió para realizar su personaje más conocido como Batman en la trilogía de ‘El Caballero Oscuro’, donde aumentó su masa muscular y modificó su cuerpo completamente. Tal y como el propio actor confesó en varias entrevistas, dichos cambios tan drásticos de peso también le han provocado daños en su columna vertebral y el desarrollo de una postura encorvada, la cual le ha dejado secuelas.
“Las formas más saludables y sostenibles de modificar el peso deben ser graduales y equilibradas. Para ello, es recomendable seguir una dieta equilibrada. Es verdad que hay que hacer un déficit, pero no tan extremo. Y en cuanto a ganar peso, lo más saludable es hacerlo mediante un aumento moderado de la ingesta calórica acompañado de ejercicios para aumentar esa masa muscular. Pero es un proceso que es más lento y gradual”, confiesa la asesora nutricional.
Además, las consecuencias de hacer una dieta a niveles extremos se pueden traducir en el desarrollo de trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, entre otros. Esto se debe en gran medida a que existe un vínculo potencial entre las dietas extremas y los trastornos alimentarios. “Cuando una persona se somete a una restricción calórica tan severa o a un control estricto de los alimentos, el riesgo de desarrollar comportamientos obsesivos o poco saludables con la comida, aumenta”, comenta Eva.
Impacto y repercusiones en la salud mental
Los efectos o secuelas que pueden provocar dichos cambios drásticos, no sólo se pueden percibir a nivel físico, sino que también afectan a nuestra mente de forma severa. En los casos más leves, se puede llegar a padecer estrés o algo de ansiedad, pero en situaciones extremas como a la que están expuestos los actores y actrices del mundo del cine, se pueden desarrollar trastornos mentales compulsivos o la depresión.
“Las personas que siguen dietas restrictivas a menudo experimentan irritabilidad, ansiedad o dificultades de concentración. Obviamente, eso va a afectar a la salud causando estrés, agotamiento mental y, además, puede contribuir al desarrollo de una relación un poco saludable con la comida”, destaca la dietista.
Debido a estas dietas, son muchos los actores que han llegado a sufrir secuelas físicas y psicológicas, las cuales les han afectado de manera significativa. Existen varios ejemplos como el del actor Jared Leto, que tras ganar 30 kilos para interpretar al asesino de John Lennon, Mark David Chapman, aseguró en varias entrevistas que dicho aumento drástico de peso lo llevó a una depresión y afectó su bienestar emocional.
“En el caso más severo, la constante presión para modificar el peso o mantener un físico específico puede llevar al desarrollo de trastornos psicológicos más graves, como trastornos de la conducta alimentaria, una depresión crónica o una ansiedad generalizada”, explica Quirós.
Otros actores y actrices como Tom Hardy, Anne Hathaway, Zac Efron o Chris Hemsworth, entre otros, han dado constancia acerca de la presión, las exigencias extremas, el agotamiento y el estrés mental que les han generado los cambios corporales radicales, especialmente cuando ha tenido que hacerlo varias veces en cortos períodos de tiempo.
“Después de alcanzar el objetivo de peso, es importante trabajar con un equipo de profesionales, que te ayuden bien como nutricionistas, entrenadores o médicos, para recuperar el equilibrio del cuerpo y la mente de manera segura. Además, deben ser conscientes de sus límites y no prolongar estas dietas extremas más”, concluye la experta en nutrición.
«Producimos la mayoría de nuestra propia comida»: Ian Somerhalder y Nikki Reed se alejaron de Hollywood para vivir en una granja y cumplir su sueño
La pareja de actores decidió hace un tiempo mantenerse algo más alejados de los focos para centrarse en una experiencia vital mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente
Seguro que en estos días has oído hablar o leído sobre el caso de Ballerina Farm, el movimiento de las «tradwifes» o la chica de «Hoy a Pablo le apetece», que por aquí me pone la piel de gallina y despierta en mí cosas que no debería porque esto último sé que es toda una artimaña para llamar al «engagement», pero claro, una no es de piedra.
Sin embargo, entre todas estas tramas que terminan conduciendo a una nueva sumisión de la mujer hacia el hombre en el mundo heteropatriarcal, hay gente que sí que aboga por una vuelta a los orígenes que tenga más que ver con la igualdad y la sostenibilidad, así como con el respeto hacia el medio ambiente, como es el caso de la pareja de guapísimos actores formada por Ian Somerhalder y Nikki Reed, ¿¡vaya par de vampiros, eh!? Las cosas de la vida hollywoodiense.
Los dos intérpretes se casaron hace ya nueve años y tienen en común una hija de seis años y un hijo de poco más de uno. No obstante, desde hace un tiempo vive alejados de los focos y centran la mayoría de sus esfuerzos en la crianza de su descendencia y en los trabajos que realizan en la granja a la que se mudaron. «Producimos la mayoría de nuestra propia comida», comentó el encargado de interpretar a Damon Salvatore en Crónicas Vampíricas al portal E!News.
Y es que tal y como declaró Nikki Reed al mismo medio, su sueño en la vida consiste nada más y nada menos que en alcanzar la autonomía total para su subsistencia teniendo en cuenta los alimentos, el abastecimiento de agua y demás. «Queremos tener cero conexión con el supermercado, ser capaces de salir adelante sin formar parte del sistema. Y creo que estamos a poco de conseguirlo».
No obstante, esta decisión que tomó la pareja no fue casual ni muchísimo menos, sino que llegó a raíz de una reflexión que ambos realizaron, ya que los dos querían alejarse un poco del ojo público a pesar de adorar y sentirse muy agradecidos por su trabajo, como recogen en People.
Sin embargo, sería injusto no señalar que puede que la vida en la granja sea la vida mejor, pero la realidad es que tanto Somerhalder como Reed tienen algunos que otros «side-hustles» para poder mantener y apostar por este estilo de vida. Porque sí, yo sé que tú al igual que yo le has propuesto a tu amiga en un arrebato de desesperanza vital cortar con todo e iros a un pueblito perdido con vuestro huertito y unas gallinejas, pero la cosa no es tan fácil si eres de clase media-trabajadora.
El caso es que además de apostar por este estilo de vida más sostenible, los actores también lo hacen por su documental con conciencia ecologista Common Ground, así como la línea de suplementos que lanzaron en el mes de enero, The Absorption Company, además de la marca de Bourbon, la bebida que más tomaban en Crónicas Vampíricas, que Somerhalder comparte con Paul Wesley, el actor que interpretaba a su hermano, Stefan Salvatore en la serie, o la línea de joyería de Nikki Reed, Bayou With Love.
¿Es real la comida que aparece en series y películas? El papel fundamental del asesor gastronómico para elaborar las recetas más icónicas del cine
La tarta de chocolate de Matilda, las gambas de Forrest Gump, la hamburguesa de Pulp Fiction o el strudel de Malditos Bastardos. ¿Por qué la comida que aparece en series y películas nos abre tanto el apetito? Y, lo que es más importante, ¿es siempre comida de verdad? Carlos Brioso, tiktoker experto en cine y dueño de una productora, ha respondido a esta pregunta a través de sus redes sociales, explicando a fondo todo lo que pasa tras los fogones de grandes producciones como The Bear, la serie de Disney+ que ha traído el mundo de la cocina a muchos de nosotros.
“Hoy en día se pueden hacer muy buenos ficticios de comida”, asegura el tiktoker. Sin embargo, hay muchas razones por las que los directores prefieren utilizar comida real en sus rodajes. Por un lado, la interacción de los actores con la comida: “Si un actor lo tiene que comer ya no puede ser un ficticio”, explica Carlos Brioso.
Pero la comida en pantalla no solo se come, también se cocina. En series y películas inspiradas en restaurantes o bares, así como en aquellas escenas en las que un personaje aparece con las manos en la masa, los alimentos toman un gran protagonismo. “Por bueno que pueda ser un ficticio, no reacciona bien a la manipulación. Están bien de aspecto, pero no puedes picarlos, trocearlos, cocerlos o ponerlos a la plancha. Porque solo la comida se comporta como comida”, explica en su vídeo.
Otras razones son mucho más prácticas y tienen que ver con un tema económico. Los alimentos ficticios son mucho más caros que la comida real, por lo que muchos directores o productores apuestan por esta última opción. No obstante, hay excepciones. Los alimentos ficticios “salen a cuenta cuando los vas a necesitar mucho tiempo y les vas a sacar mucho partido porque la ventaja es que siempre tienen un aspecto perfecto o cuando realmente no puedes usar comida real”, aclara en su vídeo el productor.
Es común utilizar sustitutos como cubitos de hielo de plástico que sustituyen a la versión real para que no se derritan durante las horas de rodaje. Sucede también con la comida de fondo que aparece en escenas de distinto tipo, alimentos que no son imprescindibles ni aparecen en un primer plano.
En películas y series donde la cocina es la protagonista, es común que los directores cuenten con un asesor gastronómico o asesor culinario, un chef o cocinero experto que aconseja al equipo sobre cuestiones de alimentación.
- Nada: la miniserie de ficción de cinco capítulos Nada narra la historia de un crítico gastronómico acorralado por la falta de recursos y la muerte de su empleada doméstica y cuenta con Robert De Niro como artista invitado. La chef Narda Lepes, galardonada como la Mejor Chef Mujer de América Latina en 2020, fue la asesora gastronómica de la miniserie.
- Hannibal: el chef asturiano José Andrés ayudó a los creadores de la película sobre Hannibal Lecter a crear la comida que disfrutaría el caníbal. La versión televisiva que elaboró la cadena NBC sobre el famoso Hannibal Lecter tuvo referencias al chef francés Auguste Escoffier, a vinos exquisitos y muy exclusivos, así como escenas con distintos platos.
¿Pueden impedirnos la entrada al cine por llevar comida y bebida de casa?
Un vídeo viral muestra a un joven discutiendo con una empleada de un cine sobre la prohibición de entrar con comida a la sala.
Un vídeo de un joven en la entrada de un cine se ha hecho viral debido a la discusión sobre si se puede entrar al cine con comida. En el vídeo, se puede ver a la empleada del cine prohibiéndole la entrada «porque lo pone en la normativa», una excusa que el joven considera «absurda».
Pero, ¿qué dice la ley sobre esto? El periodista de laSexta Daniel de la Fuente ha señalado que «no hay una normativa estatal que lo regule». Lo único escrito hasta la fecha sobre el tema es lo referido por la Agencia Española de Consumo, que indica que «se puede entrar al cine con comida o bebida, ya, no hacerlo, es una práctica abusiva e ilegal, dado que hemos pagado una entrada que, con comida o sin ella, nos da derecho a poder entrar y disfrutar de la película».
Sin embargo, desde los cines alegan el derecho de admisión como barrera para evitar que la gente lleve productos de fuera y provocando así que consuman dentro de las instalaciones. Una práctica que al final les ha salido algo cara, ya que en muchos casos se han llegado a sancionar a estos establecimientos con multas de hasta 30 mil euros.
Por otro lado, la opinión popular sobre llevar comida de fuera a las salas de cine es muy dispar. Algunos aceptan que se lleve comida debido a los elevados precios de los cines, mientras que otros consideran que debe comprarse dentro porque es una práctica habitual.
La dieta con la que todo el mundo de Hollywood está obsesionado
Algunos de los cuerpos más populares de Hollywood (como Beyoncé, Chris Hemsworth, Tom Hardy, Miranda Kerr o Justin Theroux) tienen una cosa en común: el autocontrol. Bueno, en realidad, es el ayuno intermitente, pero para practicar de manera efectiva este plan de pérdida de peso, uno debe tener esa cualidad.
Las ‘dietas milagro’ que se popularizan en la meca del cine suelen ser inventos fugaces que siguen unas cuantas estrellas, enriquecen al doctor de turno y acaban en la lista de regímenes que no debes seguir bajo ningún concepto. Pero esta que utilizan ahora y qe está tan de moda entre los habitantes de Beverly Hills no tiene nada de fugaz ni de pasajera.
La forma más popular
La que más famosos realizan es la 16:8. Ayunar desde 20:00 hasta las 12:00 de la mañana siguiente es la rutina que realiza Hugh Jackman, Tom Hardy o Beyoncé. Normalmente, tu cuerpo se encuentra en un estado de ‘alimentación’ cuando está realizando la digestión o absorbiendo cualquier comida que hayas tomado. Esto por lo general dura varias horas y durante este tiempo es muy difícil conseguir que tu organismo queme grasa, pues el nivel de insulina es especialmente alto.
Después de este estado, tu cuerpo entra en una fase llamada de ‘post-absorción’, es decir, no estás digiriendo ni procesando ningún alimento. Esto dura alrededor de 12 horas después de la última comida. Transcurrido ese tiempo, entras en el estado de ayuno.
La razón por la que muchos artistas han adoptado esta práctica no es solo lucir bien en traje de baño sino vivir más tiempo
Cuando desayunas rompes esa fase y el nivel de insulina es muy bajo por lo que al cuerpo le resulta mucho más fácil quemar grasa. Esta es una de las principales razones por las que la gente intenta el ayuno intermitente, viendo resultados sin hacer cambios en su dieta. Por otra parte, cuando lo haces, el cuerpo utiliza tus reservas de glucógeno para producir energía. Como resultado, cuando comas, cualquier exceso se almacenará en forma de glucógeno en lugar de células grasas.
Renovarse o morir: cómo el cine se reinventa a través de su comida
Cerraron las salas de cine pero su comida nos regresa a ellas
A casi un año de confinamiento en México, los cines han registrado pérdidas de aproximadamente 18 mil 407 millones de pesos en boletos según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).
Esto equivale -tomando en cuenta un precio promedio de 55 pesos por entrada- a 334 millones de personas que dejaron de asistir y por supuesto, también de consumir palomitas, refrescos y comida en general.
Las mentes creativas
Pero ante la crisis surgieron ideas para fidelizar a los clientes. Una de ellas vino precisamente Cinépolis que desde abril de 2020 tiene varias de las dulcerías de sus salas de cine funcionando en servicio de comida a domicilio mediante la plataforma UberEats.
La intención, nos platican, era mantenerse en la mente de sus clientes y complementar su plataforma de streaming Cinépolis Klic durante el confinamiento; sin embargo, sucedió algo que nadie esperaba: las palomitas y los hot dogs a domicilio fueron todo un éxito.
Se volvió muy popular, la gente ahora arma su tarde de cine en casa con estos productos y los pedidos más recurrentes son los sábados y los domingos en la tarde.
Mar Medrano, vocera de UberEats.
Esta idea la replicó Cinemex y también otras empresas que no tienen nada que ver con el cine pero tuvieron la visión de ofrecer comida para el Netflix and Chill. Una de ellas, cuenta Mar, es Chilim Balam con más de 10 sucursales tan solo en la Ciudad de México
Renovarse o morir: cómo el cine se reinventa a través de su comida
El precio de la perfección: riesgos y consecuencias de las dietas extremas en el cine
Muchos actores de cine y televisión se ven obligados a realizar transformaciones físicas que ponen en riego su salud física y mental con el fin de interpretar ciertos papeles.
Realizar ejercicio físico o comenzar una dieta puede suponer una mejora en la salud física y mental de aquellas personas que se someten a dicho cambio. Los beneficios pueden verse traducidos en una mejora de la salud cardiovascular, la calidad del sueño o de la función cognitiva, además del aumento de la fuerza muscular y ósea, entre otros aspectos.
Sin embargo, realizar este tipo de cambios de forma exagerada o en un espacio de tiempo muy corto puede suponer un gran riesgo para nuestro organismo. Un pequeño sector de la población mundial que se suele exponer a estos cambios radicales por razones laborales son los actores y actrices, sobre todo de Hollywood. Esto se debe, en gran medida, a la interpretación de papeles inspirados en personajes o historias reales. Para ello, muchos actores de renombre en el panorama como, por ejemplo, Christian Bale, Orlando Bloom, Tom Hanks, Charlize Theron, Matthew McConaughey o Joaquin Phoenix han tenido que realizar transformaciones físicas extremas para interpretar ciertos roles.
A diferencia del resto de dietas convencionales o rutinas de ejercicio, estos actores están obligados a reducir su peso o ganarlo de forma extrema en poco tiempo. Algunos de los casos más conocidos, por ejemplo, son el del actor Cillian Murphy, el cual para interpretar el papel del físico teórico estadounidense, Robert Oppenheimer, basó su alimentación durante el rodaje de la película en comer una almendra al día, debido a la figura demacrada que presentaba el protagonista de la historia en la vida real; o el de Brendan Fraser, quién tuvo que ganar alrededor de 130 kilos, parte de ellos eran una prótesis, para interpretar a Charlie, un hombre con obesidad mórbida, en la película ‘La Ballena’.
Usualmente, los actores de cine que aceptan este tipo de papeles lo hacen sin tener en cuenta las consecuencias que pueden sufrir a causa de estos cambios. Además, durante el proceso de pérdida de peso o aumento, están sometidos a cierta presión por parte de la industria cinematográfica para conseguir modificar su cuerpo al del personaje que interpretan de manera exacta.
En muchos de los casos, los profesionales aceptan las consecuencias de exponerse a este tipo de dietas o cambios de peso con el fin de interpretar un rol el cual le pueda otorgar un galardón distintivo o le catapulte a la fama como fue el caso de Renée Zellweger, cuyo papel como Bridget Jones, un personaje famoso por su preocupación con el peso y las dietas, en la película ‘El Diario de Bridget Jones’, le abrió las puertas al estrellato.
“En el mundo del cine, para bajar de peso rápidamente se suele optar por dietas bajas en carbohidratos, donde se limitan alimentos como el pan, las pastas, y se enfocan más en comer solo proteína. También hacen dietas a base de jugos detox en las que solo consumen líquidos durante todo el día, para ver esos resultados más inmediatos, lo cual a largo plazo no es sostenible, porque no te puedes alimentar solo a base de batidos”, explica Eva Quirós, dietista y asesora nutricional.
“Por otro lado, si hablamos de ganar peso, especialmente para papeles que requieren un cuerpo más musculoso, muchos actores utilizan el superávit calórico, consumiendo más calorías de las que gastan. Esto implica comer alimentos ricos en proteína y carbohidratos. Además, suelen incluir también batidos proteicos, tomar suplementos como la creatina para aumentar su masa muscular y tienden a comer todavía muchas más veces al día”, añade.
Consecuencias a nivel físico
Pese a que realizar una dieta para bajar unos cuantos kilos es un método muy recomendado entre los expertos en nutrición, elaborar dietas exigentes puede provocar graves consecuencias para nuestro organismo como problemas metabólicos, desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales, o daños en órganos vitales. Existen casos de actores que han sufrido estos problemas tras someterse a este tipo de procesos. “Volver a un peso saludable después de una transformación física extrema puede ser un reto considerable. El cuerpo se adapta a los cambios de manera muy rápida, pero regresar a la normalidad puede ser un proceso más lento”, destaca Quirós.
Un ejemplo de ello es Christian Bale, el actor estadounidense llegó a perder hasta 28 kilos alimentándose a base de manzanas y café para representar el papel de Trevor Reznik, un hombre con insomnio severo, desnutrido y atormentado para la película ‘El Maquinista’. En dicho encargo, Bale llegó a quedar extremadamente delgado y redujo su ingesta calórica, provocándole problemas metabólicos y mucha falta de energía.
“También podemos experimentar desajustes hormonales. Por ejemplo, la pérdida rápida de peso puede reducir la producción de hormonas como la leptina, que es la que regula el hambre y el metabolismo”, señala.
Más tarde, recuperó gran parte del peso que perdió para realizar su personaje más conocido como Batman en la trilogía de ‘El Caballero Oscuro’, donde aumentó su masa muscular y modificó su cuerpo completamente. Tal y como el propio actor confesó en varias entrevistas, dichos cambios tan drásticos de peso también le han provocado daños en su columna vertebral y el desarrollo de una postura encorvada, la cual le ha dejado secuelas.
Las formas más saludables y sostenibles de modificar el peso deben ser graduales y equilibradas. Para ello, es recomendable seguir una dieta equilibrada. Es verdad que hay que hacer un déficit, pero no tan extremo. Y en cuanto a ganar peso, lo más saludable es hacerlo mediante un aumento moderado de la ingesta calórica acompañado de ejercicios para aumentar esa masa muscular. Pero es un proceso que es más lento y gradual”, confiesa la asesora nutricional.
Además, las consecuencias de hacer una dieta a niveles extremos se pueden traducir en el desarrollo de trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, entre otros. Esto se debe en gran medida a que existe un vínculo potencial entre las dietas extremas y los trastornos alimentarios. “Cuando una persona se somete a una restricción calórica tan severa o a un control estricto de los alimentos, el riesgo de desarrollar comportamientos obsesivos o poco saludables con la comida, aumenta”, comenta Eva.
Impacto y repercusiones en la salud mental
Los efectos o secuelas que pueden provocar dichos cambios drásticos, no sólo se pueden percibir a nivel físico, sino que también afectan a nuestra mente de forma severa. En los casos más leves, se puede llegar a padecer estrés o algo de ansiedad, pero en situaciones extremas como a la que están expuestos los actores y actrices del mundo del cine, se pueden desarrollar trastornos mentales compulsivos o la depresión.
“Las personas que siguen dietas restrictivas a menudo experimentan irritabilidad, ansiedad o dificultades de concentración. Obviamente, eso va a afectar a la salud causando estrés, agotamiento mental y, además, puede contribuir al desarrollo de una relación un poco saludable con la comida”, destaca la dietista.
Debido a estas dietas, son muchos los actores que han llegado a sufrir secuelas físicas y psicológicas, las cuales les han afectado de manera significativa. Existen varios ejemplos como el del actor Jared Leto, que tras ganar 30 kilos para interpretar al asesino de John Lennon, Mark David Chapman, aseguró en varias entrevistas que dicho aumento drástico de peso lo llevó a una depresión y afectó su bienestar emocional.
“En el caso más severo, la constante presión para modificar el peso o mantener un físico específico puede llevar al desarrollo de trastornos psicológicos más graves, como trastornos de la conducta alimentaria, una depresión crónica o una ansiedad generalizada”, explica Quirós.
Otros actores y actrices como Tom Hardy, Anne Hathaway, Zac Efron o Chris Hemsworth, entre otros, han dado constancia acerca de la presión, las exigencias extremas, el agotamiento y el estrés mental que les han generado los cambios corporales radicales, especialmente cuando ha tenido que hacerlo varias veces en cortos períodos de tiempo.
“Después de alcanzar el objetivo de peso, es importante trabajar con un equipo de profesionales, que te ayuden bien como nutricionistas, entrenadores o médicos, para recuperar el equilibrio del cuerpo y la mente de manera segura. Además, deben ser conscientes de sus límites y no prolongar estas dietas extremas más”, concluye la experta en nutrición.