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Si no hay más mujeres en la cumbre es porque no quieren

El mundo está lleno de mujeres apasionadas de la cocina, con el impulso, la determinación, el talento y la ética de trabajo necesarias para llegar a lo más alto. Pero para hombres y mujeres, el precio a pagar para conseguirlo no es el mismo

Los días previos a la gala de las estrellas, Michelin España organizó un evento titulado el Debate de la Gala: “Mujer & Excelencia Gastronómica”. De todo lo que se expuso en esa tertulia, Michelin eligió resaltar en sus redes sociales: “Si quieres, puedes”. Esos 30 segundos, y no otros, de un acto que duró dos horas. En el mismo corte de vídeo aparece la respuesta de Ferran Adrià, dada en una entrevista hecha hace 20 años, a la pregunta “¿por qué no hay más mujeres en la alta gastronomía?”: “habrá tantas como ellas decidan”, “nadie veta a las mujeres”. Michelin considera que si no hay más mujeres en la cumbre es porque ellas no quieren estar ahí. Así pues, amiga mía, si tú quieres, puedes. Y si no puedes, entonces es que no lo quieres lo bastante.

Antes de seguir, un par de cifras para ponernos en contexto. En España, según datos de la Encuesta de Población Activa del INE, en 2022, de los 1,4 millones de trabajadores del sector hotelero, 739.200 (51,6%) eran mujeres. En el sector del alojamiento las mujeres eran mayoría, con un 56,2%. En la restauración había paridad (50,3% mujeres y 49,7% hombres). De todas ellas, el 28,7% eran trabajadoras asalariadas y el 42,4% empresarias autónomas.

Los retos que las mujeres chefs deben superar en su carrera para llegar a lo más alto han sido ampliamente discutidos y probados e incluyen una mayor dificultad para conseguir financiación y la reticencia de los mandos masculinos a ascenderlas y la de los medios a enfocarlas, pero por encima de todo se alza la dificultad para conciliar vida profesional y vida familiar.

Para conseguir resultados sobresalientes son necesarios esfuerzos extraordinarios. Nadie destaca haciendo lo mismo que el resto. Para jugar en la Champions League hay que poder tener reuniones a las ocho de la tarde, ir a galas, entregas de premios y ruedas de prensa, entrar en cocina a las seis de la mañana y marcharse a la una de la madrugada, trabajar domingos, festivos y vacaciones, viajar a congresos y eventos internacionales, centrarse y enfocarse al máximo, entregarse en cuerpo y alma.

Garbanzos frente a filetes: qué pasa cuando sustituyes las proteínas animales por las vegetales

Diversos estudios relacionan el consumo de carne y otros productos animales con las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el envejecimiento. ¿Qué ventajas tiene cambiarlos por otros alimentos?

Que aumentar el consumo de alimentos vegetales en detrimento de los animales mejora la calidad de la dieta no es ningún secreto, es algo de lo que ya hemos hablado muchas veces y es la dirección hacia la que van las recomendaciones de alimentación más actualizadas. Pero vamos a dar un paso más y a hablar de alimentos concretos, cantidades y mejorías cuantificables en factores de riesgo para nuestra salud al aplicar estas sustituciones. ¿Qué pasa cuando comemos la misma cantidad de proteínas en legumbres que en jamón? ¿Hay cambios que podamos cuantificar? ¿Sabemos exactamente cuánto mejoraría nuestra esperanza de vida y la calidad de esta si cambiamos un grupo de alimentos por otro?

Es algo que se ha estudiado en numerosas ocasiones y los resultados son bastante homogéneos, lo que nos permite darles respuesta con bastante solvencia dentro de lo que suelen ser las certezas en nutrición (pocas). Os lo adelanto: ningún estudio concluye que el jamón o el entrecot al punto mejoran la salud o reducen factores de riesgo de enfermedades no transmisibles. Más bien al contrario, por si queréis dejar de leer aquí para no recibir información que colisione con vuestros intereses.

Hace un tiempo se publicó un trabajo en el que un grupo de científicos alemanes hacían una revisión sistemática y metaanálisis de 37 estudios anteriores basados en 24 cohortes para ver qué sucede con los datos de enfermedades cardiovasculares cuando en la dieta se sustituye la carne procesada por frutos secos, legumbres y cereales integrales; los huevos por frutos secos o la mantequilla por aceite de oliva. También revisaron qué sucede con el riesgo de diabetes de tipo II cuando se sustituye la carne roja por cereales o cereales integrales y frutos secos, la carne de ave por cereales integrales y los huevos por frutos secos o cereales integrales.

¿Cuáles han sido los resultados? Resumiendo:

  • Sustituir los alimentos de origen animal por otros de origen vegetal se asocia a menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo II y también a una menor mortalidad por cualquier causa.
  • El trabajo también hace hincapié en señalar que la dieta actual conforma un sistema alimentario con impacto negativo en la salud de los humanos —y en la de los animales, añadiría yo— además de perjudicial para el planeta, ya que está contribuyendo en gran medida a agotar los recursos disponibles y agravar la crisis climática.
  • Señala también que sería interesante evaluar en el futuro cómo afectaría la sustitución de los alimentos de origen animal por frutas y verduras, o el marisco, pescado y carne de ave por productos vegetales. A ver si algún equipo investigador recoge el guante, porque sin duda serían trabajos que aportarían información interesante.

Siete cambios sin sufrimiento para comer más sano del desayuno a la cena

Comer más saludable es algo a lo que casi todos aspiramos. Sin embargo, cambiar la forma de alimentarnos no es tan fácil: a veces no sabes ni por dónde empezar, y no es raro que acabes sintiéndote incapaz de modificar tus malos hábitos.

Convertirte en un santo con la comida de un día para otro y que todo lo que comas sea sano es imposible, y probablemente ni siquiera sea bueno intentarlo. Es más efectivo ir poco a poco, introduciendo pequeños cambios concretos que no supongan un gran esfuerzo o sufrimiento. De la mano de la dietista-nutricionista Andrea Sorinas, autora de El libro que la industria alimentaria no quiere que leas, repasamos siete en diferentes momentos del día, del desayuno al postrecito que te tomas a la hora de la recena. Todos los tienes en el vídeo de arriba.

https://elpais.com/gastronomia/el-comidista/2024-09-03/siete-cambios-sin-sufrimiento-para-comer-mas-sano-del-desayuno-a-la-cena.html#?rel=mas

La alternativa de Ferran Adrià a la harina y huevo para que los empanados queden muy crujientes.

El empanado o rebozado de un alimento es un proceso de una sencillez casi cómica, pero que, de una manera u otra, siempre acaba por complicarse. Es por eso que muchos cocineros han dedicado su tiempo a explicar en televisión, periódico, libro e incluso por la radio o en lecciones grabadas (pódcast o redes sociales), cómo hacerlo en casa y que nos quede bien.

Uno de estos cocineros, y quizás al que más caso deberíamos hacer, es Ferran Adrià. Considerado uno de los mejores cocineros y chefs del mundo y de la historia, el cocinero catalán es el personaje que más ha influido en la gastronomía a partir de la llamada cocina de deconstrucción, un estilo de cocinar que analiza los alimentos e ingredientes y explora las propiedades físicas y químicas de estos para obtener resultados innovadores y sorprendentes.

Secretos al descubierto
El empanado consiste en crear capas de huevo y elementos secos como harina, pan rallado o incluso ‘panko’, el pan rallado estilo japonés. Estas capas, alternando las capas húmedas con las secas, envuelven el alimento que queremos empanar y, al freír nuestra elaboración, se obtiene un exterior crujiente y un interior con todos los jugos del alimento encapsulados.

El truco definitivo de Ferran Adrià
El truco que el famoso cocinero usa para hacer unas cigalas ‘a la mexicana’, pero que puede usarse como un rebozado normal, consiste en triturar unos nachos y añadirlos a la mezcla de ingredientes secos para rebozar.

Con una batidora se trituran los nachos, removiéndolos de vez en cuando para obtener la misma textura en toda la mezcla, que van a quedar como una especie de pan rallado, pero con la diferencia que nuestro empanado va a ser más crujiente, y vamos a tener un abanico de sabores un poco más amplio.

https://aliculgrupob.blogs.upv.es/2024/11/28/borrador-automatico

El truco de una chef para conservar la mantequilla fuera de la nevera sin que se estropee.

La chef Paloma Colás ha compartido en sus redes sociales su truco para poder conservar la mantequilla más tiempo sin necesidad de meterla en el frigorífico. 

El truco de una chef para conservar la mantequilla fuera de la nevera sin que se estropeeMantequillaiStock
En España, el aceite de oliva es la grasa más utilizada para cocinar, pero no ocurre lo mismo en Europa. En la gran mayoría de países se utiliza la mantequilla para hacer sus elaboraciones. Aquí solemos emplear este producto para recetas de repostería o por las mañanas para untar en las tostadas del desayuno.

La mantequilla es una grasa que se obtiene de la leche a partir del batido de la nata. Esta se termina de formar después de batir la leche o cema, grasa y el suero de leche. Al ser una elaboración tan sencilla se puede hacer hasta en casa. Sin embargo, para que se pueda comercializar al menos debería tener un 80% de grasa.

La cocinera ha explicado que para tener siempre mantequilla blanda fuera de la nevera y sin que se termine estropeando utiliza un mantequero francés. Lo rellena y le pone agua fría hasta la línea que se marca en el interior. Para que la conservación sea buena va cambiando el agua cada dos días.

De esta manera, se puede tener este producto fuera del frigorífico y se puede utilizar cuando más lo necesitemos. Por ejemplo, tener la mantequilla blanda es perfecto para untarla perfectamente en las tostadas del desayuno.

https://aliculgrupob.blogs.upv.es/2024/11/27/borrador-automatico

Alimentación saludable, 7 tendencias de consumo actual

La alimentación saludable, más que de una tendencia, es una evolución. El deseo de mantener una alimentación saludable se ha mantenido en la mente del consumidor con mayor o menor fuerza: Sin embargo, lo que éste entiende por alimentación saludable se ha modificado a medida que ha ido aprendiendo y más aún hoy en día con la aparición de consumidor superinformado. Un dato, según Food Navigatior sólo el 34% de las personas considera que tiene una dieta saludable, aunque el porcentaje ha aumentado en un 5% en el último año.

1. Alimentación saludable basada en simplicidad

De hecho, según la revista Quality Assurance and Food Safety, son los milennials los que traen una nueva concepción de alimentación saludable basada en la simplicidad, tanto en los alimentos en sí como en los métodos de preparación, lo que dibuja una tendencia significativa hacia los productos frescos que luego ellos mismos cocinan.

2. Los snacks saludables, naturales y orgánicos

Por otro lado, los Baby Boomer, más centrados en los snacks y comidas preparadas, buscan que estos sean al mismo tiempo alimentos nutritivos ricos en proteínas, fibra, Omega 3… Según Sally Lyons Waytt, vicepresidenta ejecutiva de IRI, aunque por regla general, los consumidores se muestran más indulgentes con las cualidades nutricionales de los snacks priorizando el sabor, los snaks saludables van ganando terreno y señala, que el 48% de los consumidores prefieren snacks naturales y el 27% de los consumidores comen más snacks orgánicos que hace un año. 

3. Alimentación saludable y el contenido en grasas y azúcares

El informe de Grocery Eye 2015 realizado a más de 2.000 consumidores, reveló que estos asociaban recortar el contenido de azúcar en sus comidas con una alimentación más saludable que con hacer dieta para adelgazar, mientras que los que quieren perder peso reducen el contenido en calorías y grasa. 

El informe indica también que en la compra de alimentos “sanos”, un tercio de los encuestados tenían en cuenta el contenido en grasas como el indicador más importante, seguidos del contenido en azúcares (22%) y las calorías un (20%), incluso el 33% de los encuestados indicó que la responsabilidad de que su alimentación fuera más saludable dependía en gran manera de que los fabricantes reduzcan el contenido de grasa, sal y azúcar en sus productos. 

4. Comer sano, relacionado con etiquetas limpias 

En el estudio anual realizado por Ingredion a nivel global se preguntó a los encuestados sobre la importancia que le daban a estar familiarizados con los ingredientes de sus alimentos, el resultado fue que hasta el 80% de los consumidores encuestados pensaban que era importante reconocer los ingredientes que aparecen en el etiquetado de su comida y bebida y aprecian de igual manera que la lista de estos ingredientes sea corta y simple.

5. Listado corto y simple de los ingredientes

Los consumidores aprecian de igual manera que la lista de estos ingredientes sea corta y simple. En ese mismo estudio descubrieron, que los reclamos publicitarios más atractivos para los consumidores a nivel mundial son “todo natural” “sin ingredientes artificiales” y “bajo o reducido contenido en grasa/azúcar/sal”.

6. Conocer el contenido nutricional a través de aplicaciones

El consumidor quiere conocer el contenido nutricional de sus comidas carbohidratos, grasas, proteínas y calorías de los alimentos en el plato, no sólo en las etiquetas y packaging sino que incluso utiliza aplicaciones TIC que le ayudan a ello.

7. Políticas de precios para promover dietas más saludables

La consultora Nielsen en su estudio Global New Product Innovation Survey apunta que la asequibilidad es la principal causa por la que los consumidores se deciden a probar nuevos productos. Presumiblemente podemos suponer, que el cambio de hábitos alimentarios pasa por potenciar los alimentos más saludables a través del precio.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) está totalmente de acuerdo con este planteamiento y así lo han expresado recientemente. La OMS asegura que los científicos han conseguido demostrar que las políticas de precios aplicadas a la alimentación afecta al tipo y cantidad de alimentos que el consumidor compra. 

Nuestra experiencia en AINIA nos confirma todas estas tendencias. El desarrollo de alimentos procesados con técnicas de conservación menos invasivas que preserven mejor sus nutrientes; así como la incorporación de nuevos compuestos bioactivos, analizando su biodisponibilidad y asegurando que sus principios activos incorporados al producto llegan al organismo, son líneas en las que frecuentemente ayudamos a las empresas en el desarrollo de su negocio. También observamos una demanda creciente de desarrollo de productos alineados a segmentos de población específicos, y la preocupación por las “etiquetas limpias”.

Fuente:https://www.ainia.com/ainia-news/alimentacion-saludable-7-tendencias-consumo-actual/

Cultura alimentaria y globalización: desafíos para el desarrollo sostenible

Comer es un rasgo biocultural compartido por toda la humanidad; sin embargo, al momento de elegir qué comer se anudan una serie de elementos que lo hacen diferente en cada lugar del planeta, posicionándose como un objeto de estudio importante para comprender el mundo en el que vivimos. En el acto cotidiano de comer, podemos leer normas sociales, valoraciones, tradición, género, territorio, contextos políticos y cultura, entendida como el conjunto de elementos materiales e inmateriales que caracterizan a un pueblo y que es expresado cotidianamente. El análisis de la alimentación desde la cultura, la transforma en un fenómeno complejo que trasciende a la ingesta de nutrientes y que pone en el centro a las personas que realizan elecciones mediadas por su posición en determinados contextos. Así, la relación de la persona con la comida, sus elecciones alimentarias y los efectos que ésta puede tener en su salud, pueden ser explicados también desde sus relaciones y entorno sociocultural.

Un ejemplo de esto es cuando definimos lo que es un alimento saludable y a menudo nos encontramos con nociones biomédicas que se contraponen a la definición cultural del mismo concepto. En ese sentido, “lo saludable” puede significar al mismo tiempo algo nutritivo, algo que engorda, algo que no engorda, lo que sabemos cocinar, lo que nos cocinaba algún ser querido, lo que nos reconforta luego de una jornada extenuante o que nos da energía para empezar el día, alimentos a los que no podemos acceder, lo natural, y un largo etcétera que se pone en tensión cuando las recomendaciones nutricionales desde la medicina se deben poner en práctica en la cotidianeidad.

Entonces, para estudiar la alimentación desde la cultura ¿debemos dejar de lado la evidencia científica que respalda que ciertos tipos de alimentos contribuyen a la aparición de enfermedades? ¿Cómo podemos establecer puntos de encuentro?

Si consideramos que la alimentación debe ser leída dentro de su contexto, todas las aristas son importantes de tomar en cuenta. Uno de los elementos contextuales relevantes para entender cómo nos alimentamos actualmente, es la transición nutricional en América Latina que se asentó en la década de los 90 a partir de la incorporación de alimentos hipercalóricos diseñados con un exceso de grasas y azúcares lo que, sumado a los cambios económicos, los hizo preferentes por ser más baratos y rápidos de preparar y consumir, acorde con los estilos de vida más acelerados y que, de la mano con otros cambios demográficos y sociales, se terminó favoreciendo su consumo por sobre otros alimentos tradicionales y naturales.

De esta forma, Chile pasó de tener un 37% de desnutrición infantil en los años 60 a un 2,9% el año 2000, trayendo consigo también un gran aumento en el consumo de calorías en el mismo periodo. La transición nutricional sería sólo el puntapié inicial de lo que desencadenaría el estado nutricional actual de Chile, con una importante tasa de obesidad y sobrepeso que aumenta cada año de manera acelerada.

Si sólo tomáramos en cuenta estos datos, diríamos que el entorno alimentario del Chile actual se caracteriza por el cambio en la dieta y el aumento en el consumo de calorías. Pero, ¿es posible caracterizar el aumento del sobrepeso y obesidad en nuestro país observando únicamente “lo que comemos”? Desde el enfoque cultural, la respuesta es no: debemos preguntarnos también por todo lo que rodea el acto de comer, volviéndose imperativo identificar aquellos elementos de nuestro entorno que facilitan el aumento de peso. En este sentido Swinburn, en 1999, definió el concepto de ambiente obesogénico, como “la suma de influencias que los alrededores, las oportunidades y las condiciones de vida que promueven la obesidad en individuos o poblaciones”. El ambiente obesogénico tendría cuatro aristas importantes que refieren a “qué está disponible para comer”, “cuál es el costo de lo que hay para comer”, “cuáles son las reglas o leyes en torno a los alimentos” y “cuáles son las creencias o actitudes en torno a lo que se come”. Esta última arista es justamente la cultura, reafirmando que para que un ambiente se vuelva obesogénico depende de la transmisión de conductas y creencias entre los miembros de una comunidad, lo que llevaría a la perpetuación de conductas alimentarias y por ende, elegir qué comer no es una relación lineal entre el alimento y la persona.

Con estos antecedentes, es sencillo hacer el ejercicio de identificar elementos obesogénicos en Chile: una marcada desigualdad en los ingresos, que se traduce en diferencias en la dieta de los distintos estratos socioeconómicos del país; un aumento en la oferta y consumo de alimentos azucarados, especialmente bebidas gaseosas; un aumento del sedentarismo, especialmente en los grupos socioeconómicos de menores ingresos y en mujeres; las deficiencias estructurales de la ciudad que dificultan la realización de actividad física; la sobrecarga de labores domésticas al interior del hogar. Todos estos elementos, materiales e inmateriales, nos sirven para definir a nuestro país como un ambiente obesogénico, donde se promueve la malnutrición por exceso más allá de la cantidad de calorías que consumimos.

Entonces ¿cómo podemos incorporar la perspectiva cultural cuando estudiamos la alimentación en medio de la pandemia de la obesidad? La respuesta no es simple, pero hay alternativas que nos impulsan en esta dirección. Primero, tomar en cuenta esta complejidad al momento de abordar cualquier problema alimentario, incluso si pudiéramos cubrir solo alguna de esas aristas, puesto que permite considerar elementos que de otra forma pasarían desapercibidos. Segundo, la inclusión de los factores contextuales que influyen en la elección de ciertos alimentos por sobre otros nos dará luces sobre los otros temas relevantes a abordar, por ejemplo, al momento de identificar a personas beneficiarias de cierta intervención. Preguntarnos por su trasfondo cultural, ocupaciones laborales, roles al interior del hogar que influyen en la distribución de las tareas de cuidados incluyendo la alimentación, nivel educacional y acceso a alimentos, entre otros aspectos, podría favorecer la adhesión a las intervenciones propuestas al ser más factibles de implementar.

El llamado es a poner sobre la mesa que la alimentación no constituye sólo el acto de comer o de nutrirnos, sino que involucra tanto prácticas como actitudes, recursos y estructuras. Y dado que la alimentación es, en sí misma, un fenómeno complejo, solo podremos hacer frente de manera efectiva a la obesidad si es que reconocemos cómo los aspectos de nuestro diario vivir, nuestras decisiones y nuestro entorno afectan nuestra salud.

Fuente: https://inta.uchile.cl/noticias/192767/la-alimentacion-como-fenomeno-cultural-mas-alla-de-las-calorias

¿Cómo elegir vino? 9 consejos para principiantes

Diferentes botellas de vino entre las que elegir para una comida o cena

Elegir un buen vino cuando no se tiene mucho conocimiento en la materia puede ser todo un desafío. Sin embargo, con algunos consejos y trucos básicos para principiantes que te daremos a continuación podrás tomar la mejor decisión a la hora de elegir la opción adecuada y disfrutarás de una copa excelente sin gastarte un dineral. Sigue nuestros consejos para seleccionar vinos que se adapten a tus gustos y necesidades y conviértete en todo un experto a la hora de seleccionar el vino perfecto para cada ocasión.

Los 9 mejores trucos y consejos para elegir vino

Con estos trucos y consejos verás que elegir el vino adecuado será una tarea mucho más sencilla de lo que piensas.

Pregunta a los expertos

Si puedes comprar el vino en una tienda especializada, no dudes en preguntar por las diferentes opciones que tienen. Un experto en la materia te ofrecerá recomendaciones basadas en tus gustos y adaptadas a tu presupuesto.

Selecciona una D.O.

Optar por una Denominación de Origen o una región conocida a la hora de elegir un vino puede ser una buena estrategia. Denominaciones como Ribera del Duero o Rioja en España así como Bordeaux en Francia tienen muy buenos estándares de calidad y suelen ofrecer vinos con características distintivas.

Elige sellos de calidad

Si optas por comprar el vino en el supermercado, muchos de ellos cuentan con sellos de calidad o premios en competiciones y guías reconocidas. Esto suele ser una apuesta segura ya que además de estar reconocidos por expertos en la materia estos vinos han superado unos estándares de calidad específicos.

Identifica para qué es el vino

Antes de elegir cualquier opción, considera el uso que le darás al vino. Un vino para una cena elegante no puede ser el mismo que para un almuerzo casual. Nuestra recomendación es seleccionar el vino adecuado en función de la ocasión, esto te ayudará a encontrar la mejor opción para ti y tus invitados.

en en cuenta la comida

El maridaje adecuado realzará tanto el vino como la comida. Por eso, antes de elegir el vino, considera cómo podría complementar el plato que vas a servir. Un vino tinto acompañará bien a carnes rojas y guisos, mientras que un vino blanco fresco combinará a la perfección con pescados y mariscos. Nuestro consejo es que el vino que elijas complemente el sabor de la comida, no lo sobrepase.

Prueba el vino antes si puedes

Si tienes oportunidad, prueba el vino antes de comprarlo, y si no, siempre puedes comprar un par de botellas y probar una en casa antes de servirlo con invitados presentes. Esto te permitirá conocer el aroma y el sabor asegurando que se ajuste a tus gustos personales.

No elijas el vino más caro

Un precio más alto no siempre garantiza mayor calidad. Mejor fíjate en vinos que tengan buenas críticas y recomendaciones y que se ajusten a tu presupuesto. Hay excelentes opciones en el mercado a precios muy razonables que pueden ofrecer una buena experiencia de cata.

La bodega

Algo que siempre ayuda es informarse sobre la bodega y el historial del vino para asegurarte de que haces una buena compra en relación calidad-precio. La mayoría de las veces vinos menos costosos de bodegas respetadas ofrecen una excelente calidad.

No te lo tomes muy en serio y disfrútalo

Elegir el vino adecuado es importante, pero no debes verlo como algo demasiado serio o trascendental. No te obsesiones con la elección y preocúpate más en disfrutar tanto del proceso de selección como del momento de beberlo en la comida o la cena. A menudo, asociamos los mejores vinos con aquellas comidas que nos han regalado buenos momentos más que por nuestro tino al elegirlos.

Fuente: https://www.bonviveur.es/actualidad/como-elegir-vino

Turrones con estrella Michelin para estas Navidades: de azafrán y arroz, de plancton o de limón marroquí

Si hay un dulce navideño que consigue reinventarse cada año, ese es el turrón. Tras el éxito (y la polémica) que han supuesto locuras como los turrones de Donuts, de Chupa Chups o de jamón, el mundo de los dulces navideños ve cada vez más complicado sorprender a sus clientes. En esta vorágine de sabores y novedades han entrado algunos grandes nombres del mundo de la alta cocina, chefs de renombre en España como Jordi Roca, Quique Dacosta o Dabiz Muñoz, un viejo conocido ya en la industria turronera. 

Ejemplo de ello es la marca de turrones Torrons Vicens, que da la bienvenida a la Navidad con Sinergia, una línea de turrones innovadores elaborados en colaboración con algunos de los mejores cocineros de España. Participan en la iniciativa el pastelero Jordi Roca, Albert Adrià, Ángel León y Quique Dacosta, chefs, todos ellos con categoría de estrella Michelin, que se han lanzado a crear turrones bajo sus propios criterios, con sus ingredientes característicos y su particular forma de entender la cocina.

Turrones de plancton, de arroz y azafrán o de algarroba

Albert Adrià es ya un colaborador habitual de la marca de turrones, aliada en la apertura de su heladería en Barcelona. Con ellos lleva trabajando doce años, tiempo durante el cual ha creado turrones de todo tipo. Entre ellos, el turrón de mandarina y yuzu y el de nata con nueces pecanas cantonesas. A esto se suman sus propuestas a cuatro manos, en colaboración con José Andrés, productos que ya llevan unos años en el surtido de Vicens. 

Ángel León presenta este año un turrón que hace honor a su apodo, el de ‘chef del mar’. El cocinero de Aponiente ha elaborado un turrón de plancton, un ingrediente popularizado en la alta cocina del chef y que él mismo cría en las costas gaditanas. El cocinero ha incorporado estos microorganismos marinos dentro de la trufa, y junto con el caramelo y el chocolate, ha creado el envoltorio del turrón. Además, el chef de Cádiz ha querido ensalzar la cultura andaluza con otras dos propuestas: un turrón de torta de anís, un dulce tradicional y popular, y el turrón de limón marroquí, inspirado en la herencia culinaria de la gastronomía andalusí.

Por su parte, Jordi Roca ha creado una serie de turrones inspirados en sus postres emblemáticos, como Anarkia, Làctic o la manzana de Fires. Inspirado en este último, ha inventado el turrón de Manzana de Feria, elaborado con un praliné de almendra crujiente, caramelo de manzana ácida, ganache de manzana y crujiente de vainilla con sablé bretón. Además, añade a la colección su turrón Láctic, que combina un praliné de nata crujiente con dulce de leche de oveja, galleta y caramelo de guayaba; y el turrón de galleta de jengibre, inspirado en las típicas galletas navideñas. 

A la iniciativa se ha sumado también Quique Dacosta, el único chef valenciano con tres estrellas Michelin en su restaurante homónimo. Dacosta no podía olvidar la tierra alicantina ni su producto más autóctono, y ha creado dos turrones: uno de arroz y azafrán y otro de algarroba. También ha devuelto a esta colección el turrón de pino que arrasó la pasada temporada, con un praliné de almendra con piñones caramelizados, barquillos y caramelo de pino.

Turrones XO de Dabiz Muñoz

Un año más, el chef Dabiz Muñoz ha lanzado una nueva colección de turrones XO para la Navidad de 2024, una selección de cuatro productos muy dulces que incluye tres novedades y un viejo conocido. Entre las nuevas propuestas, se encuentra el turrón XO Puma Rosa, uno de sus turrones más atrevidos que combina praliné de chocolate rosa, bizcocho empapado y caramelo de guayaba picante, coronado con mini nubes. Turrones de Dabiz Muñoz para El Corte Inglés

La colección también incluye sabores como Salted Caramel y Cookies & Cream, que buscan ofrecer una experiencia única al fusionar lo dulce con lo salado. El turrón de Salted Caramel, por ejemplo, integra el sabor del helado de caramelo salado de Häagen-Dazs con la textura tradicional del turrón, mientras que el de Cookies & Cream combina una base cremosa con trozos de galleta crujiente, proporcionando un contraste de texturas.

El único sabor que se mantiene de años anteriores es el turrón XO tarta de queso de la Pedroche, inspirado en la famosa tarta de queso creada en honor a Cristina Pedroche, pareja de Muñoz. Este turrón captura la esencia cremosa y ligeramente ácida del postre original, adaptándolo al formato navideño. Cada tableta de 300 gramos de estos turrones se comercializa a un precio de 16,90 euros y están disponibles en El Corte Inglés.

Fuente:https://www.infobae.com/espana/2024/11/25/turrones-con-estrella-michelin-para-estas-navidades-de-azafran-y-arroz-de-plancton-o-de-limon-marroqui/

La curiosa leyenda que se esconde detrás del origen de los buñuelos

Además de los churros españoles, las porras y el bacalao, los buñuelos están entre los rebozados más famosos de España, y la leyenda que esconden es, como mínimo, curiosa.

Dentro de la gran gastronomía que posee España, los dulces ocupan una buena parte. Los churros y las porras son muy conocidos, pero también hay otros como los buñuelos, bolitas de masa que pueden estar rellenas de chocolate, crema, frutas como manzana, etc. A su vez, hay algunas regiones que prefieren añadirles un toque salado, rellenándolos con pescados, como bacalao.

Se trata de un dulce muy típico en el día de Todos Los Santos, aunque se puede degustar en otras fechas clave como Semana Santa, Cuaresma y Navidad. Además, esconde una curiosa leyenda que dice que, por cada buñuelo que se come, un alma queda liberada. El origen del nombre también es interesante.

La historia del origen de los buñuelos

Hay una leyenda que dice que es una receta originaria de la población de los moriscos, musulmanes convertidos al cristianismo que vivían en los reinos de Castilla, Navarra y Aragón, durante los s. XVIII y XV. 

Es una teoría que sostiene la pastelería La Mallorquina. En su página web, la empresa explica que los moriscos, «en un dulce gesto de creatividad, mezclaban harina, agua y levadura, dando vida a una receta que perduraría a lo largo de los siglos». 

La panadería Turris, fundado por Xavier Barriga, también tiene sus propias conclusiones en cuanto al origen de los buñuelos. Desde su página web, narran que «durante la época de la Inquisición, se dice que los judíos que habían sido forzados a convertirse al cristianismo elaboraban buñuelos en secreto como un recordatorio de sus raíces culturales«.

Un dulce con alma internacional

Hay varias teorías para conocer el origen del nombre de la palabra ‘buñuelo’.Por ejemplo, la pastelería Turrisasegura que»otros destacan que el origen de este postre es árabe. También han asociado la palabra al latín ‘bungo’, que es bulbo; o al francés ‘beignet’«. Sea del lugar que sea, este dulce es muy popular en otras partes del mundo como México. Allí también es típico su consumo en el día de Todos Los Santos. 

«En México, por ejemplo, los buñuelos se convirtieron en una tradición durante las festividades de Día de Muertos (…). En Colombia y otros países de América Latina, los buñuelos de yuca y queso son un imprescindible en la mesa navideña«, señalan desde La Mallorquina.