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El postre rápido y fácil que puedes hacer al microondas si no quieres servir panettone esta Navidad
Con esta receta dejarás a tus invitados con la boca abierta, sin necesidad de pasar horas en la cocina durante los eventos festivos.
Bizcocho de zanahoria al microondas
Con esta receta tendrás un buen postre y te sobrará tiempo para estar con tus seres queridos. Muchas veces utilizamos el microondas en la cocinasolo para recalentar un plato y nos olvidamos de que tiene muchas funciones que nos ayudan a ahorrar tiempo. No hace falta pasarse horas en la cocina para preparar un menú de Navidad delicioso.
La canela es una especia que solo con olerla ya nos recuerda a Navidad. Solo con espolvorear un poquito sobre un postre o un buen café, apetece sentarse al lado de una chimenea con una manta. Además de estar deliciosa, es antiinflamatoria, antioxidante y permite combatir virus, que nos viene muy bien para no caer malos durante las fiestas.
Ingredientes para el bizcocho de zanahoria
Esta versión es bastante sencilla y puedes sustituir el azúcar por agave, si quieres una opción más ‘healthy’.
- 180 g de zanahoria rallada
- 150 g de azúcar (stevia o agave)
- 2 huevos grandes
- 50 g de aceite de oliva
- 100 g de harina de avena
- 8 g de levadura de repostería
- 20 g de nueces
- Canela en polvo (para adornar)
Receta de bizcocho de zanahoria, paso a paso
- Mezclamos los huevos con el azúcar, después echamos el aceite y removemos hasta que se integre.
- Incorporamos la zanahoria rallada y las nueces picadas y mezclamos.
- Añadimos la harina tamizada con la levadura y mezclamos a baja velocidad.
- Vierte la mezcla en el molde (previamente engrasado y con harina).
- Programa a máxima potencia (800 W) durante 7 minutos y deja reposar 8 minutos sin abrir el microondas.
- Desmolda sobre una rejilla y deja enfriar.
- Espolvoreamos azúcar glas, canela y nueces picadas por encima.
¿Cuál es la mejor hora para comer? Algo igual de importante que lo que comemos
A las puertas de las vacaciones de invierno, es tiempo de comer, y mucho. Pero la comida puede afectar a tu cuerpo de forma diferente a lo largo del día, así que echemos un vistazo más de cerca a ese reloj interno.
Comprender tu reloj biológico es la clave para que tu organismo funcione de forma óptima. Así es como funciona: todas las fuentes de energía tienen su origen en el Sol. Pero en las épocas en que la luz escasea, las plantas y los animales tuvieron que desarrollar formas de almacenar energía y reducir su consumo para sobrevivir.
El reloj biológico es el sistema automatizado de conservación de energía de tu cuerpo, que influye en el comportamiento a nivel celular de sol a sol. Lo consigue enviando mensajes a todo el cuerpo a través de las hormonas. Las señales nos indican la mejor hora para dormir y comer de forma relativamente constante día tras día, de modo que seguimos las señales naturales de forma eficiente. Este ciclo es el ritmo circadiano.
La comida y la bebida afectan al cuerpo humano de forma diferente en los distintos momentos del día.
Fotografía de Gilaxia, Getty Images
Vivir desincronizados
Algunas personas viven en contra de los instintos naturales de su cuerpo, y éste es un ejemplo importante de cómo la alimentación influye en el ritmo de vida. En España, más de un millón de personas trabaja ocasionalmente en turno de noche, según la Encuesta de Población Activa del INE. Es decir, trabajan de noche y duermen de día. Los estudios que examinan la salud de estas poblaciones revelan que presentan mayores índices tanto de problemas de sueño como de obesidad. Las personas que trabajan en el turno de noche tienden a engordar más que las que tienen horarios normales de nueve a cinco.
Un estudio sobre enfermeras descubrió que, cuando pasaban al turno de noche, quemaban menos calorías que cuando trabajaban de día, aunque realizaban las mismas actividades. Otros estudios determinaron que los trabajadores por turnos tienen un 40 por ciento más de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y latidos anormales del corazón, en comparación con los que trabajan en horario diurno.
Aunque no entendemos del todo la causa, el principal sospechoso de las alteraciones de la salud y el metabolismo de los trabajadores por turnos es que están luchando contra sus ritmos circadianos naturales y las nociones instintivas de su cuerpo sobre cuándo comer.
Puede que los trabajadores por turnos vayan en contra de su ritmo circadiano a la hora de comer, pero los que almuerzan más temprano se benefician a largo plazo.
Fotografía de Getty Images
El ritmo circadiano y tu reloj alimentario
Nuestro reloj corporal y nuestro reloj alimentario tienen un punto de tensión natural: nos apetece comer por la noche, pero funcionamos mejor cuando comemos antes. Las investigaciones han demostrado que, en ausencia de señales luminosas y horarias normales, las personas tienen más hambre de forma natural alrededor de la hora que correspondería a las ocho de la tarde y menos hambre a la hora que correspondería a las ocho de la mañana.
Ese instinto básico era una ventaja en los primeros tiempos de la existencia humana, pero en los tiempos modernos puede estar perjudicándonos. Una de las hormonas más importantes del cuerpo para tratar la comida es la insulina, que regula la cantidad de glucosa en la sangre.
Estudios en animales han demostrado que la secreción y la respuesta del organismo a la insulina siguen un ritmo circadiano. Los científicos han examinado en qué momento del día los mamíferos son más sensibles y resistentes a los efectos de la insulina; han descubierto que la sensibilidad es mayor durante las fases activas (cuando están despiertos). Cuando un ratón está activo, sus músculos se mueven y necesita energía (en forma de glucosa) para rendir de forma óptima. La insulina ayuda a transportar la glucosa a las células musculares.
En cambio, los animales suelen ser más resistentes a la insulina durante sus horas típicas de sueño. Los estudios sugieren que en los seres humanos ocurre lo mismo. Resulta que la hora de comer tiene un gran efecto en lo que ocurre con los niveles de azúcar en sangre. Si se come lo mismo por la mañana y por la noche, la glucemia aumentará más por la tarde que por la mañana.
Comer la misma comida temprano, como el desayuno, y por la noche puede afectar de forma diferente a los niveles de azúcar en sangre.
Fotografía de Getty Images
Las células adiposas también se muestran más sensibles a la insulina a primera hora del día, con un pico a mediodía; son aproximadamente un 50% más sensibles a mediodía que a medianoche. Esto significa que el cuerpo está preparado para comer a determinadas horas. De hecho, comer a la hora «equivocada» puede echarlo todo a perder. En un estudio con ratones, a los que se les dio acceso a la comida a la hora «equivocada», cuando normalmente duermen, comieron más cuando la comida estuvo disponible por primera vez (un 10% más de calorías totales durante un día) y ganaron más peso.
La investigación está empezando a mostrar los mismos efectos en los seres humanos. Un estudio sobre la pérdida de peso en el que se compararon las horas a las que comían los participantes durante un periodo de 20 semanas reveló que los que almorzaban antes perdían más peso que los que lo hacían más tarde. Un estudio relacionado descubrió que los que comían más tarde quemaban menos energía que los que comían antes.
Un ritmo intestinal
Tus tripas tienen más que ver con tus hábitos alimentarios que el rugido hambriento que emiten. De hecho, está manipulado por un ecosistema de bacterias (llamado microbioma) que influye en muchísimas partes y sistemas del organismo. Las especies bacterianas que habitan en tu microbioma pueden cambiar, y eso es bueno; las personas con más diversidad de bacterias en su intestino parecen estar más sanas que las que tienen menos.
Se puede influir en esa diversidad no sólo con lo que nos metemos en la boca, sino también cuando comemos. En estudios con ratones, se ha descubierto que muchos tipos de poblaciones de bacterias intestinales fluctúan a lo largo del día siguiendo un ciclo rítmico. En un estudio en el que se analizaron las heces de ratones, los investigadores descubrieron que cuando los ratones estaban activos, observaban más signos de actividad celular que fomentaban el metabolismo, el crecimiento celular y la reparación. Cuando los ratones estaban en reposo, los investigadores encontraron más genes relacionados con actividades como la desintoxicación.
Implementación de una nueva línea de producción de galletas en los Balcanes
La historia de Lasta, un conocido fabricante de dulces en Bosnia-Herzegovina, enfrentó un giro inesperado cuando en 2017 se detuvo su producción. Petar Ćorluka, fundador de Violeta, y su gerente, Ante Miloš, vieron en esta situación una oportunidad. Su objetivo: revivir Lasta bajo el paraguas de Violeta, empresa exitosa en el sector de cosméticos y productos de higiene. Ćorluka confiaba en que su experiencia empresarial y la solidez de Violeta podrían devolverle a Lasta su prestigio.
El reto era grande. Aunque Violeta contaba con experiencia en la producción de productos de higiene y limpieza, el mundo de las galletas era completamente nuevo. Además, querían operar con equipos de última generación. Se necesitaban conocimientos especializados, tanto para la producción como para el embalaje de los productos. La dirección de Violeta investigó durante meses a los mejores proveedores del sector hasta que finalmente optaron por Schubert, un fabricante alemán de maquinaria, que destacó por su tecnología avanzada.
Violeta buscaba una solución flexible para procesar diferentes tipos de galletas rellenas, con cambios rápidos de formato, alta capacidad de producción y facilidad de manejo. La línea de embalaje debía ser robusta, capaz de soportar uso intensivo y fácil de operar incluso por personal sin experiencia. Además, confiaron en Schubert para desarrollar soluciones de embalaje innovadoras, sostenibles y de alta calidad.
Inicialmente, se necesitaban distintas opciones de embalaje como cajas expositoras, bandejas de cartón y bolsas para envases individuales y multipack. Schubert desarrolló embalajes de papel sostenibles mediante su tecnología Flowpacker, que utiliza sellado en frío para bolsas de papel. También suministraron tres máquinas robotizadas: una Flowpacker, una encajadora para flowpacks y una encajadora para bolsas.
“Me impresionó la profesionalidad del equipo; el rendimiento y el compromiso estaban al más alto nivel”, comentó Dirk Andrich, jefe de ventas de Schubert, quien supervisó el proyecto. Gracias a las máquinas Schubert, el proceso de producción actual permite que las galletas pasen de los hornos a la Flowpacker, donde se colocan en bandejas de cartón y se envuelven en bolsas multipack de papel. El recorrido continúa hasta una encajadora que las organiza en cajas expositoras, completando el ciclo de embalaje.
La revolución de la alimentación sostenible: el futuro de las proteínas alternativas
Las proteínas alternativas, una vez consideradas una opción exótica para unos pocos, se perfilan como la gran promesa para alimentar a un planeta cada vez más poblado y con recursos limitados. Desde las hamburguesas de origen vegetal hasta los insectos comestibles, estas innovadoras fuentes de proteína están revolucionando la industria alimentaria y abriendo un camino hacia un futuro más sostenible.
La creciente demanda de proteínas, impulsada por el aumento de la población mundial y el cambio en los hábitos de consumo, ha puesto en jaque a los sistemas alimentarios tradicionales. La producción de carne, principal fuente de proteínas en la dieta de muchos, tiene un alto impacto ambiental, consumiendo grandes cantidades de agua y tierra, y generando importantes emisiones de gases de efecto invernadero.
Las proteínas alternativas, provenientes de fuentes como plantas, insectos, algas o cultivos celulares, ofrecen una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Además, pueden ayudar a abordar problemas como la seguridad alimentaria, la salud pública y la resistencia a los antibióticos.
Con la cultura también se come
En 2010, la Unesco declaró la gastronomía mediterránea patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, lo que implica situar a la cocina en el mismo lugar que la lengua, la literatura, la música o la artesanía. Esquivar el hecho de que tras una variedad de uva, una raza de oveja o una receta hay una intervención remota, oculta bajo capas de tiempo, que ha propiciado que sean de esa y no de otra manera determinada, silencia su importancia ancestral, menospreciando su vigencia como fragmento patrimonial de la comunidad que las preserva.
No obstante, considerar la comida como cultura es una idea reciente, coetánea de otro suceso insólito, consistente en rebasar la creencia histórica de que si nutre, es alimento. Hoy día masticamos cosas que colman necesidades que se desentienden de ese aspecto nutricional. Todo ello en un momento en que las tradiciones culinarias pesan cada día menos y las costumbres cambian con más agilidad que antes.
A lo largo de los siglos, lo que caía en el plato ha ido mutando con la incorporación de nuevos ingredientes y métodos técnicos que han desplazado los códigos referenciales que vibraban en la memoria colectiva. Se tiende a pensar que los hábitos culinarios varían poco, que están sujetos al paladar con pernos ancestrales. Sin embargo, la evidencia prueba que en muchos lugares las materias primas básicas imperantes no son las mismas que se consumieron hace tan solo unas décadas.
En el último siglo, se ha pasado de llevar una dieta austera, a base de pan, patatas y leguminosas, a otra mucho más variada, con presencia de carne, lácteos, huevos y azúcar. Basta señalar cómo en nuestros días un pote gallego no se concibe sin compango, si bien en los textos de principios de siglo XX firmados por Emilia Pardo Bazán y Manuel María Puga y Parga se describen varias recetas de caldos gallegos sin condimento cárnico alguno.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en sus siglas inglesas), en los últimos cien años, en el planeta se han perdido cerca de mil razas de animales domésticos que en el pasado se producían para consumo humano, lo que prueba que el proceso evolutivo se ha fundamentado en el cambio de cantidad por calidad, genética, al menos. Un pulso alentado por la modificación de los modos de vida, los nuevos comportamientos de los consumidores, el recorte del gasto en alimentación, la concienciación con la sostenibilidad del planeta y el surgimiento de nuevas tendencias que dibujan un horizonte de proteínas cultivadas en laboratorio, promovido por firmas de capital riesgo que huelen negocio venidero mientras la FAO alerta de la trascendencia de preservar la riqueza de una diversidad que la biotecnología no podrá remplazar.
Fuente: https://elpais.com/gastronomia/2023-12-02/con-la-cultura-tambien-se-come.html
Evolución de la industria alimentaria durante las últimas tres décadas.
La evolución de la industria alimentaria en el ámbito de la ciencia y la tecnología de los alimentos ha sido una constante durante las últimas 3 décadas, aunque en muy diferente grado ya que las preocupaciones o intereses han ido cambiando con el desarrollo de la industria.
La década de los 90 se caracterizó por la preocupación por la seguridad alimentaria. Como paso previo a producir alimentos de calidad, saludables y sostenibles, en esta década el reto consistió en lograr la producción masiva de alimentos bajo estrictas condiciones de seguridad. La comunidad científica proporcionó datos relevantes para conocer los peligros bióticos o abióticos, se desarrollaron herramientas como la microbiología predictiva, y la administración respondió a principios del siglo XXI con un paquete legislativo de aplicación obligatoria en toda la Unión Europea. Este paquete establece la responsabilidad del operador de empresa alimentaria, la obligación de la trazabilidad, las medidas de higiene en la cadena alimentaria, incluyendo la producción primaria, y establece como herramienta clave de autocontrol el análisis de peligros y puntos de control crítico (APPCC) en todas las líneas de producción de alimentos. En esta década, entre otros, se producen algunos avances muy relevantes:
▪Al mercado empiezan a llegar de modo masivo alimentos envasados en atmósferas protectoras. Esta es una tendencia que hoy en día se ha generalizado. Consiste en sustituir el aire de los envases por una atmósfera compuesta por una proporción de gases distinta. Por ejemplo, el oxígeno se reduce al 0% cuando los alimentos son susceptibles de ser oxidados o queremos evitar el crecimiento microbiano (patatas fritas); las frutas y verduras son sensibles al CO2 o la ausencia de O2, y demandan concentraciones específicas. Precisamente en este ámbito se inicia lo que se conoce como tecnología postcosecha: el manejo de frutas y verduras tras su cosecha, lo que ha permitido ampliar su vida útil, conquistando mercados internacionales.
▪En esta década también se produce la implantación masiva de los productos esterilizados en flujo a temperaturas ultraelevadas durante corto tiempo (tecnología UHT), así como en años posteriores tratamientos a temperaturas más bajas (HTST) a la producción de zumos, huevo líquido, gazpacho, sopas o cremas de larga vida útil.
▪Como alternativa a los tratamientos tradicionales, en esta década la comunidad científica inicia el desarrollo de las denominadas tecnologías emergentes de conservación de alimentos: ultrasonidos, altas presiones hidrostáticas, pulsos eléctricos de alto voltaje, ultravioleta. Así, en las siguientes décadas empiezan a introducirse en el mercado productos tratados por altas presiones, como, por ejemplo, el jamón cocido loncheado que comercializa en los años 2000 en España la marca Espuña. Actualmente esta tecnología se emplea para alargar la vida útil y preservar la calidad de numerosos productos o reducir el riesgo de presencia de Listeria en productos cárnicos curados, lo ha facilitado la exportación de productos curados.
Una vez garantizada la seguridad alimentaria, la industria alimentaria intensifica sus esfuerzos durante la primera década del siglo XXI por la calidad, y el impulso a la creación de figuras de calidad diferenciada. Tras más de 30 años de trabajo, hoy en día Aragón cuenta con un amplio abanico de Denominaciones de Origen Protegidas (Cariñena, Campo de Borja, Calatayud, Somontano, Aceite del Bajo Aragón, Aceite Sierra del Moncayo, Cebolla de Fuentes de Ebro, Jamón de Teruel/Paleta de Teruel, Melocotón de Calanda), el Ternasco de Aragón como Indicación Geográfica Protegida, y otras figuras reguladas como la Producción Ecológica, Producción Integrada, Artesanía alimentaria. Además, en una apuesta decidida por la calidad, Aragón ha lanzado recientemente una campaña denominada “Aragón Alimentos Nobles” que tiene por objeto la promoción de los alimentos aragoneses. Al igual que en la década de los 90, en esta década se producen muchos otros avances:
▪el mundo del envasado da un nuevo paso de la mano de la comunidad científica y la industria del plástico, y comienza el desarrollo de lo que hoy conocemos como el envasado activo. Los envases activos son aquellos que interactúan directamente con los alimentos y/o la atmósfera que los rodea para, de este modo, alargar su vida útil y mejorar su calidad. Para ello, pueden incorporar, por ejemplo, sustancias antioxidantes o antimicrobianas que se liberan progresivamente durante el almacenamiento y la comercialización de los productos, contribuyendo a ampliar su vida útil mientras mantienen sus características sensoriales.
▪ Gracias a los avances en nuevos materiales de envasado se implantan con fuerza en los mercados los alimentos conocidos como VI gama o mínimamente procesados y refrigerados (ej. ensaladas). Del mismo modo, los avances tecnológicos potencian el desarrollo de alimentos en V gama o platos preparados listos para su consumo, que comienzan a popularizarse.
▪Todos estos avances se van produciendo gracias a otros que van teniendo lugar paralelamente y que contribuyen decisivamente a mejorar la producción, haciéndola más eficiente, como son los avances en las técnicas de análisis, incluido el sensorial, el desarrollo de sistemas de automatización y control, de sensores, de la biotecnología alimentaria, etc.
▪Otro aspecto a considerar son los avances logrados en las herramientas de modificación genética y la consecuente introducción progresiva en el mercado de materias primas genéticamente modificadas (GMOs), ante la desconfiada mirada de los consumidores.
▪Finalmente, en esta década se intensifican los estudios sobre compuestos bioactivos presentes en materias primas y sus posibles efectos beneficiosos, lo que dará lugar en la siguiente década al auge de los alimentos funcionales y las propiedades saludables.
Una vez lograda la producción de alimentos seguros y de calidad, la segunda década del siglo XXI se ha caracterizado por el auge de la innovación en ámbitos muy diferentes de la producción de alimentos. Quizás es pronto para elegir un único término que defina esta década dado que han sido numerosos los frentes en los que se ha avanzado intensamente, no obstante, la apuesta por la alimentación saludable, la alimentación sostenible y el concepto de economía circular podrían ser los aspectos de mayor relevancia. A continuación se señalan algunos de los aspectos que han podido contribuir a determinar los hábitos de consumo en esta última década:
▪el estudio de las propiedades bioactivas de materias primas o alimentos es el origen del desarrollo de los alimentos funcionales, que tienen un efecto beneficioso adicional sobre nuestra salud o reducen el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. La necesaria y adecuada vehiculación de estos compuestos en los alimentos, su protección y homogénea distribución, se logra mediante el desarrollo de la nanotecnología que permite la preparación de microemulsiones o nanoencapsulaciones de compuestos bioactivos.
Al mismo tiempo se empiezan a establecer claras relaciones entre alimentación y salud, y se empiezan a popularizar los alimentos bajos en grasa o con menor contenido en azúcares, así como los diagnósticos de alergias a determinados alimentos (leche, soja, huevos, cacahuetes, nueces, pescado y marisco), o de intolerancias alimentarias (lactosa, gluten, histamina, etc.), a lo que la industria responde con alimentos libres de alérgenos o aptos para consumidores intolerantes. Así, estos productos han tenido una importante implantación en el mercado (sin lactosa, sin gluten). En esta misma línea, cabría señalar la tendencia “Clean Label” que hace referencia a la reducción de aditivos, que pretende dar respuesta a la demanda por una disminución del consumo de aditivos artificiales, optando por procesos más artesanales.
Así, al igual que sucedió con la seguridad y la calidad en las décadas pasadas, la administración, a través de la legislación alimentaria ha establecido un marco regulatorio para el establecimiento de declaraciones nutricionales y propiedades saludables de los alimentos, así como para el etiquetado nutricional de los alimentos. Asimismo, contribuye a mejorar el nivel de protección del consumidor y establece los medios para garantizar el derecho de los consumidores a la información para que pueda tomar las decisiones más adecuadas.
▪En la línea de una alimentación más saludable, aunque equivocadamente si no se gestiona del modo adecuado, en esta década crecen los consumidores que demandan una reducción del consumo de proteína animal en favor de la vegetal. Esta corriente forma parte de amplios grupos de población vegetariana, flexitariana y vegana, aunque en muchos casos la motivación responde más a una corriente animalista en contra de la explotación de los animales para su consumo. Esta tendencia seguirá incrementándose en los próximos años, aunque conviene señalar las mejoras que se han producido en materia de bienestar animal, en los últimos años.
Siguiendo con la alimentación saludable, y tratando de incrementar el consumo de compuestos bioactivos, de suplir carencias nutricionales por los nuevos hábitos de consumo, o simplemente por placer, también ha tenido un importante auge la incorporación a la dieta de nuevos ingredientes, muchos de ellos importados de otras culturas, algunos denominados superalimentos (arandanos, bayas de goji, semillas de cáñamo, de chía, pasto de trigo). Sin embargo, en muchos casos sus potenciales beneficios saludables no han sido suficientemente investigados, por lo que su elevado consumo puede dar lugar a problemas nutricionales.
▪Ante el masivo uso de sistemas de producción intensivos, surgen otros movimientos que van ocupando espacio en los canales de venta en esta última década como la producción ecológica, la artesanía alimentaria, los productos de kilómetro cero o productos de proximidad, a la vez que también van requiriendo nuevos marcos regulatorios.
▪El siguiente y decisivo paso es la preocupación por el medioambiente y la sostenibilidad del planeta, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, que señalan la producción de alimentos como una de las actividades más contaminantes. Así, la comunidad científica amplía su actividad en este campo gracias a la concienciación social y al aumento de financiación de las administraciones. En este sentido, surge el concepto de economía circular que tiene entre sus objetivos el reaprovechamiento de los residuos mediante su reintroducción en la cadena productiva. Se comienza a desarrollar una amplia actividad para redefinir nuevos usos para estos residuos, obteniendo compuestos bioactivos o como biocombustibles. También se plantea el uso de fuentes de proteína alternativa, con una menor huella de carbono, y así surge el interés por la producción de insectos tanto para alimentación animal como humana.
▪No obstante, esta última tendencia choca con los hábitos de una gran parte de la población que, ante la falta de tiempo para el cocinado, ha optado por el consumo de platos preparados, lo que sigue impulsando el desarrollo de esta industria, de la restauración colectiva, de los establecimientos de venta de productos recién cocinados para consumo inmediato y de una industria en desarrollo como la de los snacks. Esta última está tratando de adaptarse a muchas de las tendencias mencionadas anteriormente, reduciendo el uso de grasas o azúcares, adaptándolos a consumidores intolerantes, introduciendo proteína vegetal o superalimentos.
▪La investigación en las áreas de la tecnología, la seguridad o la calidad alimentaria han seguido evolucionando en esta última década, ofreciendo nuevas tecnologías emergentes de conservación como el plasma frío, o para mejorar el proceso de elaboración del vino tinto mediante pulsos eléctricos de alto voltaje; mejorando las técnicas de detección de alérgenos, antibióticos, hormonas, etc., mediante el desarrollo de test rápidos; proporcionando nuevos materiales de envasado, siendo de especial interés las películas comestibles y los envases obtenidos del reaprovechamiento de residuos (Ej. de hojas de lechuga).
▪Finalmente, las TICs están empezando a determinar los hábitos de consumo de las nuevas generaciones, permitiendo una gestión de la información inteligente a través de nuevos canales digitales. La industria 4.0 está incorporando las TICs en los procesos de fabricación y comercialización de alimentos, pero son los consumidores los que a través de determinadas aplicaciones están dado entrada a las TICs en su propio proceso de decisión y compra. Las nuevas plataformas de recomendaciones nutricionales saludables personalizadas están empezando a introducirse en el mercado, y ya empieza a hablarse del trinomio alimentación, salud y TICs.
Qué son los Bib Gourmand y cuál es el precio máximo de los restaurantes más baratos de la Guía Michelin
La Guía Michelin, que se prepara para premiaren la gala del próximo 26 de noviembre en Murcia a nuevos restaurantes, es una autoridad en la clasificación de establecimientos tanto dentro como fuera de España. Es la que otorga las Estrellas Michelin a los locales más destacados del año. Este no es el único galardón que otorga, sino que también premia a los que ofrecen una excelente relación calidad-precio con una propuesta gastronómica de gran calidad a un precio más que asequible.
Estos son los Bib Gourmand. Es la propia guía la que explica que en contra de lo que muchos creen, Michelin no solo se centra en la «alta cocina», sino que en ella también se pueden encontrar «restaurante de lujo y sencillos pubs o bares de pueblo» de diferentes partes del mundo y con un amplio abanico de precios.
Qué son los Bib Gourmand de la Guía Michelin
Según la Guía Michelin, «no existe una fórmula establecida para un restaurante Bib», puesto que «todos son únicos y pueden variar mucho de un sitio a otro». El término Bib Gourmand viene de la unión de dos palabras francesas. La primera de ellas es bibendum, que se refiere a la mascota de Michelin, y gourmand, cuyo significado es gourmet. Ambas unidas hablan de una experiencia gastronómica deliciosa a un precio que es más asequible que el que ofrece un restaurante galardonado con estrellas porque suelen ser más caros.
Los inspectores seleccionan a establecimientos en los que la experiencia vaya a ser memorable sin necesidad de hacer un desembolso alto. De hecho, la Guía Michelin dice que «siempre se ha dicho que estos son los restaurantes preferidos de los inspectores, que los buscan con ahínco desde la firme convicción de que una buena comida no tiene por qué tener un precio desorbitado».
Desde 1997, los restaurantes con una mejor relación calidad-precio se distinguen con este premio tan especial. Sobre el precio, la Guía Michelin explica que el límite para considerarse Bib Gourmand «varía de un país a otro, normalmente en función del coste de la vida, pero nuestros inspectores aplican los mismos baremos, en todos los restaurantes, al valorar la calidad de los productos». Bajo este sello, en España, podemos encontrar restaurantes que ofrecen una carta por menos de 35 euros.
Los restaurantes Bib Gourmand destacados en 2024
La selección de Bib Gourmand para España durante este 2024 se ha presentado con un total de 229 restaurantes. En la pasada edición se añadieron 23 establecimientos a la lista. Estas fueron las novedades para nuestro país:
- Tres por Cuatro (Madrid)
- Atxa (Tarifa)
- Silbo Gomero (Tenerife)
- La Cocina de Manuel (Valladolid)
- El Cigró d’Or (Vilafranca de Penedès)
- Rubén Miralles (Vinaròs)
- Eximio by Fernando Martín (Alcalá de Henares)
- La Farola (Altura)
- Izakaya Tasca Japonesa (Castellón)
- Can Xapes (Cornellà del Terri)
- La Meancera (El Gasco)
- Berdó (El Puerto de Santa María)
- Santé (Leganés)
- Ochando (Los Rosales)
- Blossom (Málaga)
- La Taberna de Mike Palmer (Málaga)
- Casa Mané (Palmones)
- Kàran Bistró (Pozoblanco)
- Existe (Puertomingalvo)
- La Posada de Águeda (Requena)
- El Aguarde (Tenerife)
- Lavedán (Tramacastilla de Tena)
- Prada a Tope (Treceño)
Ahora solo queda esperar para conocer cuáles serán los próximos Bib Gourmand de la Gala Estrellas Michelin de 2025, así como el que es el mayor reconocimiento de la velada: las codiciadas tres estrellas.
La deliciosa ensalada de perdiz trufada con ceps y azafrán de Farga
En el corazón del Bajo Maestrazgo se ubica una antigua hospedaría regentada por el cocinero Sergio Escrig. Se encuentra a medio camino entre la costa de Peñíscola y la montaña de Morella, en Els Ports. Desde que cruzas el umbral de la puerta de Farga, compruebas el arraigo de la hospedaría con su tierra. Rodeado de olivos que conviven en terreno desde los romanos, el restaurante incluso ofrece la degustación de su propio aceite.
El salón de Farga está abovedado con arcos de piuedra y vigas de madera que transportan a otra época. Cuentan con reconocimientos nacionales gastronómicos. Su cocina se basa fundamentalmente en productos de temporada de la región con pequeños toques de modernidad sin dejar a un lado la tradición.
Carnes a la brasa, cordero al horno de leña, todo tipo de arroces… En Farga, la proximidad tanto al mar como a la montaña dan como resultado una amplia variedad en su carta. Incluso celebran jornadas dedicadas a las setas o a las cerezas y pueden celebrar eventos para hasta 120 personas.
Hoy te enseñamos a elaborar, paso a paso, la deliciosa ensalada de perdiz trufada con ceps y azafrán de Farga.
La ensalada de perdiz trufada con ceps y azafrán de Farga
Ingredientes
-1 perdiz
-3 patatas medianas
-2 zanahorias grandes
-80 gramos de guisantes
-60 gramos de trufa fresca
-200 gramos de boletus edulis
-1 huevo
-5 gramos de azafrán en polvo
-3 dientes de ajo
-Laurel
-Tomillo limonero
-Romero
-Sal
-Brotes de zanahoria
-Brotes de guisante
-Primero confitamos la perfiz con laurel, ajo, tomillo limonero y aceite. Las perdices deben estar cubiertas durante dos horas y media a 65 grados. Transcurrido ese tiempo las bajamos a 40 grados y aádimos la trufa y cocinamos media hora más. Finalmente, la reservamos durante 24 hroas en el mismo aceite.
-Después, cocemos las verduras hasta que estén al dente. Luego cortamos la patata en trozos regulares y hacemos lo mismo con la zanahoria.
-Ligamos una parte del aceite de confitar las perdices con el ajo confitado y el huevo hasta obtener una textura similar a la de la mayonesa. Reservamos una pequeña parte que mezclaremos con el azafrán.
-Trituramos la trufa y los ceps hasta obtener una pasta y reservamos.
-Mezclamos el aceite ligado con las verduras.
-Laminamos un boletus reservado previamente.
-Desmenuzamos las perdices.
-Para emplatar, en la base del plato dispondremos los boletus laminados como un carpaccio. Sobre él, con ayuda de un molde, añadiremos las verduras. Sobre ellas, la perdiz desmenuzada y una última capa con los ceps y la trufa triturados. Añadiremos unos puntos de nuestra salsa de azafrán y los brotes de zanahoria y guisante.
-Como toque final, Farga recomienda acompañar el plato con unas regañas negras hechas con colorante natural de carbón vegetal. Además, aconseja guardar el acite de confitar la perdiz, pues es muy aromático y sirve para dar un matiz muy sabroso a cualquier guiso.
Por último, ¡disfruta de receta con buen gusto!
Una experta revela la manera correcta de aplicar la especias en tus platos
Si eres un experto en la gastronomía, sabrás de sobra cuál es la importancia de las especias. Los aderezos son capaces de potenciar el sabor de cualquier plato y que no quede insípido. En España, es común ver en las cocinas botes con sal, pimienta negra, pimentón, orégano, etc. Se usan para elaborar sencillas recetas como ensaladas, lentejas, o paella.
Aun así, el mundo de las especias parece ser un tanto desconocido, y son pocas las cosas que conocemos de ellas como, por ejemplo, la manera correcta de aplicarlas en las elaboraciones. La respuesta la tiene una de las mayores expertas en aderezos, Juliana Perpén. Ella tiene la clave para saber cómo usar estos ingredientes a la hora de cocinar.
Cómo usar de manera adecuada las especias
Normalmente, las especias se guardan en botes de cristal para mantenerlas fuera de la humedad y el aire. Además, estamos acostumbrados a echarlas directamente a las elaboraciones. Esto es un error común que cometemos siempre, según Juliana Perpén.
En una entrevista con Infobae, la experta explica que este acto puede provocar que entre humedad al recipiente, dando lugar a que la especia se apelmace y se estropee. Razón por la cual, Perpén recomienda que usemos una cuchara pequeña para añadir el ingrediente directamente a la elaboración.
A su vez, la autora del libro El sabor de las especias señala otro error común que cometemos. Se trata de comprar grandes cantidades de especias para usarlas. Al hacerlo, van perdiendo aroma, caducan y se secan. Por ello, su consejo fundamental en este caso es comprar de manera inteligente y controlada.
Por último, la experta señala que lo ideal para aplicar las especias en las elaboraciones es en cantidades pequeñas. También explica que, cuando echamos mucho, se hace para marinar un producto.
https://www.20minutos.es/gastronomia/productos/experta-revela-manera-correcta-aplicar-especias-platos-julia-perpen-5651715/
Los desafíos de la conservación de los alimentos en Latinoamérica
La conservación de los alimentos es un desafío clave en Latinoamérica
La conservación de los alimentos es un proceso que permite prolongar la vida útil de los alimentos, protegiéndolos de la descomposición, es una práctica esencial para garantizar la seguridad alimentaria
Latinoamérica, con su amplia gama de productos agrícolas, ha sido un terreno fértil para la innovación en conservación alimentaria y recientes avances en materiales biodegradables y tecnologías de empaquetado inteligente están revolucionando la industria como:
- En Brasil, se ha desarrollado un film comestible a base de nanotecnología que prolonga la vida útil de los alimentos frescos, una solución prometedora en la lucha contra el desperdicio alimentario.
Principales desafíos de la conservación de los alimentos en Latinoamérica:
Condiciones climáticas
Las condiciones climáticas de Latinoamérica pueden favorecer la descomposición de los alimentos, especialmente en los climas cálidos y húmedos. En estos climas, los alimentos se deterioran más rápidamente.
Algunas soluciones para abordar este desafío incluyen:
- Uso de instalaciones de refrigeración y congelación: Pueden ayudar a mantener los alimentos a temperaturas bajas, lo que retrasa su descomposición.
- Uso de métodos de conservación tradicionales: Los métodos tradicionales, como el secado, la salazón y la fermentación, pueden ayudar a conservar los alimentos en climas cálidos.
Infraestructura
Para la conservación de los alimentos es limitada en Latinoamérica, en muchas regiones, no existen instalaciones adecuadas para la refrigeración, la congelación o la conservación en seco de los alimentos.
Algunas soluciones para abordar este desafío incluyen:
- Inversiones públicas en infraestructura: Los gobiernos pueden invertir en la construcción de instalaciones de conservación de alimentos.
- Apoyo a las empresas privadas: Las empresas privadas pueden ser apoyadas para que inviertan en la construcción de instalaciones de conservación de alimentos.
Cultura
En algunas regiones de Latinoamérica, la cultura tradicional favorece el consumo de alimentos frescos y esto puede dificultar la adopción de nuevas tecnologías, que pueden ser percibidas como artificiales o poco saludables.
Algunas soluciones para abordar este desafío incluyen:
- Educación y sensibilización: Se puede educar a los consumidores sobre las ventajas de las técnicas de conservación de alimentos.
- Desarrollo de nuevos productos: Se pueden desarrollar nuevos productos de conservación que sean atractivos para los consumidores tradicionales.
Además, la tecnología juega un papel crucial en la mejora de los métodos de conservación, desde la implementación de blockchain para garantizar la trazabilidad de los alimentos, hasta el uso de inteligencia artificial para predecir y optimizar los procesos, la tecnología está al frente de la transformación de la industria.