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¿Cómo se preservaban los alimentos en la antigüedad?
Antes de la invención del refrigerador, mantener los alimentos en buen estado era muy difícil, aunque algunos de los métodos de conservación antiguos continúan empleándose en la actualidad. Es el caso de la fermentación, perfeccionada en el Antiguo Egipto para elaborar pan, el curado, la forma más antigua empleada para conservar la carne y el encurtido, que origino los pepinillos en la Mesopotamia antigua.
Origen de la fermentación de los alimentos
En las zonas más cálidas del planeta, la fermentación ocurría de forma natural. Los lácteos fermentaban naturalmente en ciertos climas, por lo cual el proceso comenzó a realizarse de forma manual.
La fermentación artificial se remonta al 10.000 a. C. El registro histórico más antiguo es el de una bebida china hecha de arroz fermentado, frutas y miel, que data del año 7000 a.C.Muchas de las técnicas de fermentación egipcias, desarrolladas entre el 3500 y el 300 a. C., se siguen utilizando en la actualidad. En Egipto comenzó a fermentarse la masa para hacer pan, mientras que, en el valle del Tigris, actualmente Irak, se originaron los encurtidos de pepinos, en el año 2000 a.C.
Desde el año 500 a. C., los chinos utilizaron la cuajada de soja como un tratamiento antibiótico y, alrededor del año 200 a. C., la fermentación de las hojas de té dio lugar a la popular kombucha.
Con el desarrollo del cultivo de cereales, la fermentación de estos y de otros alimentos, como leguminosas, se haría muy popular en todo el mundo, a partir del 500 al 1000 d. C.
Utilizado para alcohol, vinagre, queso, pan y aceitunas, este proceso de conservación tenía dos ventajas: las bacterias actuaban como conservantes y, a la vez, enriquecían el sabor, el color y la textura de los alimentos.
El curado, encurtido y azucarado de alimentos
El curado es la forma más antigua de preservar ciertos alimentos, especialmente carnes. El procedimiento era salar el alimento, ahumarlo, colgarlo y dejarlo secar al aire libre. De esta forma, se eliminaban las bacterias y la carne se mantenía en buen estado durante largos períodos.
En la Edad Media, el azúcar era un producto muy caro, pero hacia el final del período comenzó a ser más accesible. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la llegada de la caña de azúcar, el azucarado se comenzó a utilizar para conservar las frutas. Estas se deshidrataban y se colocaban dentro de frascos con agua hervida y azúcar sin refinar
Como en la actualidad, el encurtido se realizaba envasando vegetales con agua hervida, salmuera, vinagre y aceite. Sin embargo, en ocasiones el agua no se hervía, para promover el crecimiento de ciertas bacterias, las que producían ácidos orgánicos, como el ácido láctico, los que actuaban como conservantes.
Otros métodos para conservar los alimentos anteriores a la refrigeración
Secado: El secado es uno de los métodos más antiguos de conservación de alimentos. Los alimentos se secan al sol, al aire o en un horno. El secado elimina la humedad de los alimentos, lo que dificulta el crecimiento de los microorganismos.
Salado: El salado es otro método antiguo de conservación de alimentos. Los alimentos se salan con sal, lo que deshidrata los alimentos y hace que sea difícil para los microorganismos crecer.
Ahumado: El ahumado es un método de conservación de alimentos que utiliza el humo para crear un entorno inhóspito para los microorganismos. El humo también añade sabor a los alimentos.
Enlatado: El enlatado es un método de conservación de alimentos que utiliza calor para matar los microorganismos y sellar los alimentos en un recipiente hermético.
Congelación: La congelación es un método de conservación de alimentos que utiliza el frío para ralentizar el crecimiento de los microorganismos.
https://okdiario.com/historia/como-preservaban-alimentos-antiguedad-8482696
La cadena alimentaria se repone como puede de la Dana para atender las necesidades básicas
Agricultura
Los daños en el sector agrario son calificados como «catastróficos» por el sector y van desde cultivos aún pendientes de recolección (sobre todo cítricos, caquis, hortalizas y aguacates) hasta el siniestro de fincas enteras, infraestructuras, caminos, lindes, granjas, viveros, maquinaria y vehículos.
El sector está trabajando con Agroseguro y el Gobierno valenciano para hacer un balance de daños, aunque algunas organizaciones agrarias ya han adelantado que las pérdidas superarán los mil millones de euros.
Considera que se trata de una situación excepcional para la que será necesario ayudar con fondos públicos a quienes no tenían sus tierras aseguradas para este tipo de siniestros, y que los beneficios fiscales anunciados por el Gobierno son «insuficientes».
Ganadería
En la ganadería, se cuentan por miles los animales muertos que se están retirando de las explotaciones de porcino, ovino, equino y aves para evitar riesgos sobre la salud pública; y existe el problema añadido de llevar alimento a las granjas que han quedado incomunicadas.
Desde el comienzo del desastre, el sector se ha mostrado solidario con la población afectada, movilizando tractores, palas y remolques para retirar escombros, rescatar personas y repartir comida y agua.
Pesca
En el parque natural de la Albufera, convertido en un vertedero de residuos, se ha paralizado la actividad de los pescadores.
Muchos de ellos se han puesto a disposición de la Guardia Civil como voluntarios, aunque reclaman ayudas para recuperar su modo de vida cuanto antes y tener ingresos.
Industria
Los sindicatos alertan de que el temporal también ha repercutido en la industria de manipulado, con muchos almacenes y plantas dañadas, mientras se siguen evaluando los daños y se trabaja para volver a poner en marcha las instalaciones.
Las empresas agroalimentarias tienen previsto acogerse a las ayudas anunciadas por el Gobierno (el primer paquete está valorado en 10.600 millones de euros), entre las que figuran los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, ayudas directas para pymes y autónomos, y reducciones fiscales para explotaciones agrarias.
Distribución
Pese a las dificultades en la logística, el puerto de Valencia está operando en horario habitual, al igual que Mercavalencia, que reparte cada día una veintena de toneladas de ayuda entre los pueblos damnificados.
Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) explican que esta semana la prioridad ha sido garantizar el acceso de mercancías a las zonas afectadas y abastecer las tiendas operativas, manteniendo el contacto con las autoridades.
En su caso, hay establecimientos afectados y algunas plataformas logísticas, no solo de alimentación, con mayor y menor grado de afectación, que se irán volviendo a poner en funcionamiento a medida que avance la reconstrucción del resto de infraestructuras dañadas.
Los supermercados valencianos han insistido en pedir a la población que compre solo lo necesario mientras avanzan en la reapertura de locales como, por ejemplo, Mercadona; mientras Consum ha informado de medio centenar de establecimientos abiertos y más de una veintena cerrados en la zona de la dana.
Bancos de alimentos
Las muestras de solidaridad no han dejado de llegar a Valencia, donde su banco de alimentos ha recibido productos de otros bancos y donantes de la industria y la distribución alimentarias, además de donaciones particulares, apunta el director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Francisco Greciano.
El reparto se ha realizado en función de las necesidades de cada momento, a través de entidades benéficas y cocineros que se han puesto a disposición de las autoridades.
Los fabricantes de agua mineral natural han abastecido con agua embotellada a la población afectada, una donación que -según Coca-Cola- sumó más de 62.000 litros de agua en los primeros días y fue canalizada por las autoridades locales.
fuente: https://valenciaplaza.com/policia-fuera-servicio-rescato-mujer-hija-coche-dia-dana
El experto que revela la historia secreta de las frutas: “Se van perdiendo los sabores”
“Cada vez que mordemos una manzana estamos comiendo historias olvidadas”, afirmó a TN el periodista científico Federico Kukso. En su último libro, Frutología, explora las dimensiones estéticas, simbólicas y políticas de las frutas, así como su impacto cultural. Dulces, jugosas, coloridas y hechas para seducirnos, las frutas son mucho más que alimentos, son “artefactos culturales” en el sentido que su historia se entremezcla con la de la humanidad y han sido modificados por los seres humanos.
Una historia de sabores y saberes
“Las frutas son protagonistas desdeñadas de la historia”, sostiene Kukso, que “siempre tuvo mucha curiosidad por el universo de las frutas y la increíble diversidad de colores, sabores, texturas que existen, que nos rodean y, sin embargo, de las que sabemos tan poco”.
“Detrás de cada fruta hay un universo de historias y también hay un universo de saberes porque son cultivos que tienen tradiciones”, sostiene Kukso, que llama a la gente a reconectar con esta historia milenaria e invita a pensar las frutas como “obras colectivas y transgeneracionales”. Su libro es así una especie de compendio de historias curiosas y asombrosas sobre las frutillas, las manzanas, las naranjas, el ananá -una fruta con la que reyes y nobles europeos exhibían su riqueza y poder-, pero también sobre la banana, cuya historia está “manchada de sangre latinoamericana”. Hay tramas de espionaje internacional, análisis de los efectos del colonialismo y de la biopiratería, pero también un repaso sobre los mitos y leyendas que acompañaron estos alimentos deliciosos a lo largo de la historia.
Sabores, formas, sexo y política: la historia secreta de las frutas revelada por un experto | TN
El hallazgo del queso más antiguo del mundo revela una compleja relación evolutiva entre humanos y microbios
Muestras de kéfir de hace 3.600 años encontradas en China plantean nuevas hipótesis sobre el origen de la fermentación en la prehistoria como técnica para conservar alimentos
A finales de la década de 1970, un equipo de arqueólogos se obsesionó con un conjunto de momias tan particulares que algunos pensaron que se trataba de una estafa. Se encontraban en la cuenca del Tarim, en el noreste de China. Allí descansaban desde hace siglos cientos de restos humanos momificados de forma natural gracias al clima árido y frío del desierto. A medida que las investigaciones avanzaron, los científicos se hicieron más preguntas respecto al origen y las costumbres de las llamadas “momias de Tarim”. Pero había una duda en particular que desveló al equipo de Qiaomei Fu, paleogenetista y directora del laboratorio de ADN antiguo del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias. Algunas de las momias tenían una misteriosa sustancia blanca esparcida por el cuello, y nadie podía explicar qué era ni por qué estaba allí. Veinte años después, gracias al avance de las técnicas de análisis de ADN antiguo, la científica ha dado con la respuesta: queso de kéfir.
Qiaomei y su equipo han logrado, por primera vez, extraer y analizar el material genético preservado en las muestras de ese queso, que datan de hace 3.600 años, lo que las convierte en las más antiguas jamás registradas. Los resultados de la investigación, publicados hoy miércoles en la revista Cell, sugieren un nuevo origen para este alimento fermentado y aportan evidencia sobre cómo la evolución y la colaboración entre los humanos y las bacterias probióticas ha sido siempre muy estrecha. La autora explica que los alimentos como el queso son extremadamente difíciles de conservar durante miles de años, por eso es “una oportunidad única y valiosa”. El análisis de este alimento puede ayudar a los científicos a comprender mejor la dieta y la cultura prehistórica.
“La interacción entre personas y microbios nos ha acompañado siempre. Los humanos del pasado usaron su sabiduría para aplicar y domesticar microbios con el fin de preservar y producir alimentos fermentados, lo que moldeó estilos de vida específicos y promovió intercambios tecno-culturales”, explica Qiaomei a propósito de su investigación. Utilizando técnicas avanzadas de recuperación de ADN antiguo, los investigadores lograron reconstruir el genoma de las bacterias involucradas en los procesos de fermentación y exploraron cómo los humanos tuvieron una influencia directa en la evolución de estos microorganismos.
Fue una cuestión de supervivencia. Desarrollar técnicas de fermentación de alimentos en la Edad de Bronce permitió volverlos más duraderos. En el caso de los lácteos, los pobladores podían convertir leche cruda en productos como el queso de kéfir, lo que no solo alargaba su vida útil, sino que también los hacía más digeribles, especialmente en poblaciones genéticamente intolerantes a la lactosa.
La ruta del kéfir
Hace no mucho tiempo atrás, se pensaba que el kéfir se había originado en la región montañosa del Cáucaso para luego propagarse hacia el resto de Europa y Asia. De hecho, el origen etimológico de la palabra es turco y significa “bendición”. Sin embargo, el estudio publicado en Cell sugiere otras rutas de dispersión de esta técnica, lo que plantea la pregunta de si en realidad se originó de manera independiente en otras partes del mundo antes de diseminarse.
La clave parece estar en el tipo de bacterias que se encontraron en las muestras. Los investigadores lograron extraer del queso ADN de la cepa Lactobacillus, el principal microbio en la fermentación del kéfir, cuyos orígenes se sitúan en el Tíbet. Esto mostró una diferencia sutil, ya que las cepas encontradas en las muestras de las momias pertenecen a la subespecie kefiranofaciens, mientras que las cepas localizadas en Europa y otras regiones orientales costeras pertenecen a la subespecie kefirgranum. Ambas se encuentran comúnmente en los granos de kéfir actual. Esto refuerza la idea de múltiples rutas de propagación cultural y alimentaria. Aunque no solo eso.
Durante ese largo viaje, los microbios no se quedaron quietos. El estudio ayudó a determinar cómo el Lactobacillus kefiranofaciens intercambió material genético con cepas relacionadas y mejoró, con el paso del tiempo, su estabilidad genética y sus capacidades de fermentación de la leche. En comparación con el antiguo Lactobacillus, las bacterias modernas tienen menos probabilidades de desencadenar una respuesta inmunitaria y ser rechazadas por el intestino humano. Esto sugiere que los intercambios genéticos también ayudaron al Lactobacillus a adaptarse mejor a los huéspedes humanos a lo largo de miles de años de interacción. Es decir, que al mismo tiempo que los humanos se adaptaban a las bacterias para poder mantenerse alimentados, las bacterias, a una escala invisible, también se adaptaron a los humanos para sobrevivir dentro de ellos.
“Los pueblos del pasado ya aplicaban microbios para preservar y producir alimentos fermentados desde temprano, y estas técnicas de producción se difundían entre las poblaciones de manera muy extensa”, apunta Qiaomei. Y agrega: “Nuestras nuevas perspectivas sobre los genomas microbianos resultan valiosas, ya que permiten explorar más detalles sobre los cambios en el estilo de vida humano, los intercambios culturales y, especialmente, las interacciones con el entorno a escala evolutiva”.
Gracias a este hallazgo, los científicos podrán comprender mejor la coevolución entre humanos y microbios a lo largo de más de tres mil años. Estas relaciones simbióticas, muchas veces ignoradas, aunque se siguen perpetuando, ayudaron a los humanos a adaptarse a nuevas condiciones ambientales y a mejorar su dieta. La fascinación científica —y del público en general— por las muestras más longevas no es un capricho académico. Se explica, cree Qiaomei, porque “tal vez, a través de las cosas más antiguas, las personas se sienten más cerca de sus orígenes”.
¿Cómo Ha Evolucionado La Alimentación Del Ser Humano?
A lo largo de la historia se han producido importantes cambios en la forma en la que el ser humano se alimenta. En el siguiente artículo divulgativo os explicamos la evolución que ha experimentado ese apartado en sus distintas épocas:
- Prehistoria (2,5 millones de años a.C-Siglo IV a.C): Al principio se consumían los alimentos sin cocinarlos. La dieta estaba formada por frutas, raíces, semillas, insectos, larvas, y carroña. Con el descubrimiento del fuego se empezaron a cocer los alimentos, un avance que permitió mejorar la asimilación de los nutrientes. Principalmente, destacaban en las dietas de ese período insectos, lombrices, moluscos, pescados, pequeñas piezas de caza, huevos y miel. En el neolítico aparecen la agricultura y la ganadería, lo que supone un cambio radical con la aparición de una dieta omnívora, integrada por verduras, frutas, cereales como el trigo y la cebada, carne y pescado.
- Edad Antigua (Siglo V a.C- Siglo IV d.C): Para esa etapa los cultivos de cereales destacan por el mijo, la cebada, la avena y el centeno. También hay que mencionar el consumo de legumbres y hortalizas. En el plano de la carne el ser humano optó por animales domesticados como vacas, ovejas, cabras, bueyes y ocas.
- Edad Media (Siglos V-XV): El pan era el alimento estrella en la época, siendo populares los panes fabricados con centeno, cebada, alforfón, mijo y avena. En la carne, el cerdo era lo más consumido por las clases populares, ya que la caza estaba reservada para las clases altas. Por otra parte, patatas, legumbres, judías verdes, cacao, tomates, pimientos, fresas y maíz fueron otros de los alimentos consumidos.
- Edad Moderna (Siglos XVI-XVIII): Entre los alimentos de consumo habitual se encontraban aceites, legumbres, ternera, pollo, peras, manzanas, piña, cebollas, nabos, coles, tomates, patatas, ajos y quesos. El pan continuó teniendo una gran importancia en las dietas, y otros alimentos considerados ‘estrellas’ de la época fueron el arroz y el maíz.
- Edad contemporánea (Siglo XIX hasta la actualidad): La industrialización de la alimentación permite elaborar los alimentos a gran escala. Harinas, aceites, mermeladas, mantequillas y quesos pasan a ser producidos en las fábricas. Durante esta etapa también se descubren métodos más eficientes para la conservación de los alimentos en forma de conservas y de productos congelados (frutas, legumbres, carnes, pescado). También es la época de los platos preparados y la irrupción de la comida rápida.
El curioso mundo de la cocina: 15 peculiares datos gastronómicos
1. La palabra “culinaria” proviene del latín “culinarius”, que significa “relativo a la cocina”.
2. Uno de los platos más caros del mundo es el “Frittata”, un omelette italiano que cuesta alrededor de $1,000 dólares. Está hecho con langosta, caviar y trufas.
3. El queso más caro del mundo es el “Pule”, que se produce en Serbia a partir de la leche de burra. Cuesta alrededor de $600 dólares por libra.
4. El chocolate blanco no contiene cacao, solo manteca de cacao, azúcar y leche.
5. La pizza margarita fue creada en honor a la reina Margarita de Italia en 1889. Sus ingredientes representan los colores de la bandera italiana: tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde).
6. El plato nacional de Perú es el ceviche, un plato de pescado o mariscos crudos marinados en jugo de limón o lima.
7. El sushi no siempre incluye pescado crudo. En Japón, el término “sushi” se refiere a cualquier plato que contenga arroz sazonado con vinagre, mientras que el pescado crudo se llama “sashimi”.
8. El chile jalapeño puede variar en su nivel de picante dependiendo de factores como el clima y la madurez del chile. Se mide en la escala Scoville, donde los jalapeños suelen tener entre 2,500 y 8,000 unidades Scoville.
9. La comida picante puede ayudar a acelerar el metabolismo y promover la pérdida de peso.
10. El café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua.
11. La palabra “gourmet” se refiere a una persona que tiene un paladar refinado y aprecia la buena comida y bebida.
12. El queso Roquefort es uno de los quesos más antiguos del mundo, y se cree que fue creado por accidente hace más de 2,000 años cuando un pastor francés olvidó su comida en una cueva y regresó meses después para encontrarlo cubierto de moho azul.
13. El arroz es el alimento básico para más de la mitad de la población mundial.
14. La cocina francesa es considerada una de las más sofisticadas y refinadas del mundo, y ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
15. El azafrán es la especia más cara del mundo, ya que se necesita una gran cantidad de flores para obtener una pequeña cantidad de hebras de azafrán.
https://www.correo.ca/2023/07/el-curioso-mundo-de-la-cocina-15-peculiares-datos-gastronomicos
Batalla del Vino
La batalla del vino es una fiesta popular que se desarrolla anualmente durante el 29 de junio, por la festividad de San Pedro, en la ciudad de Haro. Batalla pacifica, que tiene como única arma, arrojar miles de litros de vino.
Y es que, un día como cualquier otro 29 de junio, con el sol en sus espaldas, los jarreros estaban almorzando tras la misa en honor del Santo, después de andar en romería el trayecto que hay del pueblo a la ermita y, en un momento dado, realizando un gesto que luego se tornaría crucial para la vida de los habitantes de Haro, a algún parroquiano se le ocurrió la feliz idea de refrescar con el vino de su bota a su vecino de mesa. Este fue el desencadenante. Comenzaron los bautizos de vino, como los llamaban entonces. La batalla del vino había nacido.
En 1965 se concedió a esta celebración el título honorífico de “Fiesta de Interés Turístico”, en noviembre de 1998 el gobierno de La Rioja le concedió el título de “Fiesta de Interés turístico en La Rioja” y el 22 de marzo de 2011 fue declarada “Fiesta de Interés Turístico Nacional”. Así que, más que nunca, hay que disfrutar esta fiesta. ¡Viva la Batalla del Vino!
Reglas
El objetivo es manchar de vino al prójimo, hasta conseguir dejarlo más morado que el Pendón de Haro. Para conseguir este colorido efecto, te aconsejamos que sigas estas sencillas normas:
- Vestir de blanco, con el pañuelo rojo típico de fiestas
- Conseguir manchar de vino al vecino lo más rápido y mejor que puedas
- Usar armas homologadas, como botas, botellas (que no sean de vidrio), sulfatadoras, calderos, pistolas de agua y cualquier otro recipiente que pueda albergar líquidos
- Mientras dura la contienda, no hay que dejar de reír y cantar
- Si ves a alguien que aún le quede una parte de su vestimenta en blanco, será tu objetivo preferente
- No te fíes de nadie, tus conocidos serán tus primeros enemigos
- Los músicos de las charangas no dejarán de tocar mientras quede vino
- Si ves que la gente está sentada comiendo caracoles o chuletillas al sarmiento, es que la batalla se ha terminado y ha empezado el almuerzo
El plato típico de España con origen extranjero y 2.000 años de historia
Existe una comida que se prepara en todas las casa españolas, aunque procede de otra cultura
Cada país tiene su cultura y sus propias costumbres. Todo ello es lo que le caracteriza y lo que hace que sea un lugar único en el mundo.
Las gastronomía es una de esas cosas que forman parte de las raíces de un territorio. En Italia, por ejemplo, la pasta es el producto estrella. En Inglaterra están las famosas ‘fish and chips’, el sushi en Japón o el bratwurst en Alemania.
En España destacan varios platos típicos como la paella, el bacalao al pil pil, el cachopo o la fabada. Además, hay otra comida muy tradicional en nuestro país, aunque su origen es extranjero y cuenta con alrededor de 2.000 años de historia.
El plato típico que se cocina en las casas españolas, pero procede de otra cultura
Existe un plato tradicional que se cocina desde hace siglos en las casas españolas. Se trata de las albóndigas. Hay infinidad de recetas para preparar estas bolas de carne, que pueden ser de cerdo, pollo o mixtas. Están los que le echan tomate. También los que las elaboran con una salsa de vino reducido. Además, suelen ir acompañadas de todo tipo de guarniciones, aunque unas buenas patatas fritas siempre son un acierto.
Las albóndigas, sin duda, son un auténtico manjar para la mayoría de familias. Por ello, se cree que su origen es puramente español. Sin embargo, la realidad es otra.
¿De dónde proceden las albóndigas?
Las albóndigas es un plato de origen árabe y cuenta con miles de años de historia. En el siglo XVI trajeron a la península y a Andalucía esta receta. En aquella época recibía el nombre de ‘al-bunduqa’ (la bola).
No obstante, según acreditas diversos documentos, los romanos ya sabían cocinar las albóndigas y hay estudiosos que aseguran que fueron ellos quienes realmente inventaron esta comida.
La razón de que nos gusten tanto los carbohidratos va más lejos de lo que creíamos
Un apetito insaciable por los carbohidratos ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y ahora un reciente estudio sugiere que esta inclinación podría tener raíces mucho más profundas de lo que se creía.
En lugar de ser una adaptación reciente en la era agrícola, los primeros humanos y hasta sus ancestros arcaicos desarrollaron una afinidad especial hacia alimentos ricos en almidón, como raíces y tubérculos, moldeando su genoma en la búsqueda de una mejor digestión y aprovechamiento de energía.
Más allá de la carne
Por mucho tiempo, la narrativa dominante sobre la dieta de los antiguos humanos pintaba una imagen de cazadores dedicados a devorar carne de grandes presas, una dieta proteica que supuestamente impulsó el crecimiento de un cerebro más grande y poderoso.
Sin embargo, estudios arqueológicos recientes han comenzado a cuestionar esta teoría, revelando que la historia es mucho más compleja y rica en matices. Al analizar los restos de bacterias en dientes de antiguos homínidos, se ha hallado evidencia de alimentos vegetales asados, lo que sugiere que estos primeros humanos también recurrían a los carbohidratos para nutrirse.
El gen AMY1
El estudio, publicado en la revista Science, ha sido pionero en rastrear la evolución de un gen humano, conocido como AMY1, que permite a los humanos digerir el almidón transformándolo en azúcares simples que el cuerpo puede absorber fácilmente.
Esta investigación descubrió que la duplicación de copias del gen AMY1 sucedió mucho antes de la aparición de la agricultura, señalando una larga historia de adaptación genética para aprovechar al máximo los carbohidratos en la dieta.
Además, al analizar el ADN de 68 antiguos humanos, el equipo identificó que los cazadores-recolectores de hace unos 45.000 años ya poseían entre cuatro y ocho copias del gen AMY1, mucho antes de que el estilo de vida agrícola reconfigurara las preferencias alimentarias de la humanidad.
Neandertales y denisovanos
La investigación también reveló que la duplicación del gen AMY1 estaba presente en los genomas de neandertales y denisovanos, parientes cercanos de los humanos modernos, que coexistieron y se cruzaron con nuestros antepasados en Eurasia hace decenas de miles de años, lo cual implica que esta característica de duplicación genética fue heredada de un ancestro común a todas estas especies.
Esto indicaría que hace aproximadamente 800.000 años, nuestros antepasados arcaicos ya poseían múltiples copias de AMY1, proporcionando una ventaja evolutiva crucial. La duplicación del gen, probablemente aleatoria en sus inicios, generó una oportunidad genética que facilitó la adaptación a dietas ricas en almidón conforme los humanos exploraban nuevos ecosistemas y requerían fuentes de energía adicionales para su actividad diaria.
A lo largo de los últimos 4.000 años, el número de copias de AMY1 ha aumentado notablemente, favorecido por la selección natural a medida que los humanos hicieron la transición hacia dietas basadas en la agricultura y el consumo de granos. Esta adaptación genética responde a la necesidad de una digestión más eficiente de los carbohidratos, esenciales para satisfacer las crecientes demandas energéticas en la evolución cultural y social de las civilizaciones humanas.
En conclusión, pues, este hallazgo cambia radicalmente nuestra comprensión del papel de los carbohidratos en la evolución humana, mostrando que el deseo por estos alimentos no es solo una preferencia cultural o moderna, sino un rasgo profundamente inscrito en nuestro ADN desde tiempos prehistóricos.
¿Por qué el tomate fue temido en Europa durante más de 200 años?
Todo el mundo tiene un amigo que odia los tomates. Pero, ¿sabías que este miedo u odio a los tomates no es nada nuevo? Utilizado en pizza, pasta e incluso gazpacho, el omnipresente tomate está asociado con la cocina italiana y mediterránea. Pero cuando los tomates llegaron por primera vez a Europa en el siglo XVI, fueron motivo de miedo y temor.
Los historiadores no saben exactamente cuándo llegaron los tomates a Europa. Habiendo saqueado América del Sur, los conquistadores de España registraron cuidadosamente la cantidad de oro y plata que llegó a Sevilla, pero no se mencionan las semillas de tomate. Los historiadores creen que llegaron en la época de Hernán Cortés. El nombre proviene del prefijo azteca tomatl, que significa «fruta redonda».
Cuando los tomates llegaron a Europa por primera vez, se consideraban plantas ornamentales exóticas. También se asociaron con la solanácea mortal, gracias en parte al herbolario italiano Pietro Andrae Matthioli, quien la etiquetó como «manzana dorada» en el primer registro escrito del tomate de 1544. Esto generó asociaciones bíblicas para el tomate como una fuente peligrosa de la tentación, que permaneció durante varias décadas.
Los tomates ganaron reputación en el siglo XVIII como una fruta venenosa, tanto que fueron apodados manzanas envenenadas. Los europeos acomodados tenían la costumbre de comer en platos de peltre, hechos con una alta concentración de plomo. “Debido a que los tomates tienen tanta acidez, cuando se colocan en esta vajilla en particular, la fruta filtraría el plomo del plato, lo que provocaría muchas muertes por envenenamiento por plomo”, explica la revista Smithsonian.