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Los beneficios del limón y los mitos sobre él: ¿Es cierto que depura y adelgaza?

Bajo en calorías, con propiedades antioxidantes y rico en vitamina C este fruto ácido y refrescante siempre ha estado rodeado de mitos en torno a su uso para perder peso.

Para absorber los malos olores del frigorífico, para depurar el organismo en ayunas, para perder peso, para eliminar manchas de la cara, para quitar la grasa de la encimera… Los múltiples y populares usos del limón no siempre tienen base científica y este fruto figura a menudo en la lista de falsos mitos nutricionales, especialmente sobre todo aquello que tiene que ver con sus supuestas propiedades adelgazantes o detox, ya que ni se ha demostrado que su consumo ayude específicamente a perder peso ni tampoco que tenga una capacidad depurativa concreta. Lo que sí cuenta con evidencia es que el limón es rico en vitamina C, tiene pocas calorías (22 kcal por cada 100 gramos) y es antioxidante.

Por cada 100 gramos de porción comestible el limón aporta unos 50 mg de vitamina C, un micronutriente que ayuda al funcionamiento normal del sistema nervioso, protege las células frente al daño oxidativo y mejora la absorción del hierro. Además, es esencial para la formación de colágeno, un componente fundamental de los tejidos conectivos que contribuye a mantener los vasos sanguíneos, huesos, cartílagos, encías, piel y dientes en buen estado. Incluso colabora en disminuir el cansancio y la fatiga, pues contribuye a la regeneración de la vitamina E y optimiza la absorción del hierro, lo que influye en el bienestar físico y mental.

Aunque la contribución de la vitamina C en la capacidad para absorber el hierro es importante, conviene saber cómo consumir el limón o combinarlo para que cumpla esa función. Un ejemplo para maximizar esa absorción de hierro sería aderezar con zumo de limón una ensalada de lentejas o un plato de espinacas porque eso permitirá aumentar la absorción del hierro «no hemo» procedente de esos vegetales. Otra opción puede ser consumir comidas ricas en hierro acompañadas con una bebida a base de agua con limón exprimido.

Eso sí para situar el aporte de vitamina C en contexto cabe destacar que un limón mediano puede pesar entre 100 y 200 gramos y que esos 50 mg de vitamina C que aportaría el limón por cada 100 gramos supondría llegar a la mitad de consumo diario recomendado de vitamina C. Según recoge un informe reciente del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) la recomendación para adultos se sitúa entre los 95 y 110 mg al día y esa cantidad asciende a 105 mg para embarazadas y de 155 mg para las madres en lactancia.

¿Cuánto sabes sobre el limón?

El limón destaca también por su versatilidad culinaria. De hecho suele ser uno de los básicos en la cocina pues su característico toque cítrico es apreciado en una amplia variedad de platos.

Su aroma, su característica piel rugosa y su textura son ampliamente conocidas, pero lo que quizá resulte algo menos popular es su composición y sus partes.

Lo que usualmente se conoce como corteza se llama en realidad flavedo. Su color varía de verde a amarillo chillón según la madurez. Contiene numerosas glándulas de aceites esenciales que caracterizan su aroma. Estas glándulas, ricas en terpenos, constituyen una auténtica barrera contra los ataques de los insectos y los microorganismos.

La capa interior blanca y esponjosa del fruto se llama albedo y es la fuente más importante de pectinas y glúcidos. Su espesor varía según la variedad y la madurez del fruto.

El endocarpo, más conocido como pulpa , es la parte comestible y supone entre el 65% y el 70% del peso del limón. Es de color amarillo pálido. Suele estar dividida en gajos que esconden células alargadas (pelos endocarpianos formados por pequeñas cavidades en la que acumulan agua, glúcidos y ácido cítrico) envueltas en una epidermis interna (endocarpino). Es lo que se conoce como las bolsas del zumo. Cada gajo contiene cientos de bolsitas y esporádicamente puede haber alguna semilla.

La parte central del limón que es un flagelo blanco se llama columela o eje central y es más o menos grueso en función de la variedad.

Lo cierto es que más allá del aporte informativo o curioso que pueda suponer conocer las diferentes limón de esta fruta, en realidad este tipo de datos son relevantes pues los nutrientes del limón se reparten entre la pulpa, la corteza y la capa interior blanca y esponjosa bajo la corteza. Según los expertos de la FEN (Federación Española de Nutrición), la pulpa contiene ácidos orgánicos como el ácido cítrico, el ácido málico, el ácido acético y el ácido fórmico; y compuestos fenólicos como los ácidos cafeico y ferúlico que son potentes antioxidantes. Aunque en realidad los componentes más interesantes del limón son los fitonutrientes, en concreto los limonoides, que se encuentran en la corteza. De ahí que no resulte extraño que la sabiduría popular haya incluido en numerosas recetas, tanto dulces como saladas, la ralladura del limón.

Fuente: https://www.abc.es/bienestar/alimentacion/beneficios-limon-mitos-sobre-cierto-depura-adelgaza-20240930110741-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.abc.es%2Fsalud%2Fhabitos-vida-saludable%2Falimentacion%2F

Lo que ha dicho Harvard sobre el café que tomas por las mañanas es para estudiarlo

Varios estudios de la Universidad de Harvard ha analizado los efectos de consumir café por las mañanas, destacando tanto sus beneficios como sus posibles desventajas. Las investigaciones, que han involucrado a miles de participantes durante años, ofrecen una visión equilibrada sobre una de las bebidas más populares del mundo.

El café, especialmente cuando se consume a primeras horas del día, ha demostrado tener varios efectos positivos sobre la salud. Según los investigadores de la prestigiosa universidad de Estados Unidos, su consumo moderado puede mejorar la concentración y el estado de alerta. La cafeína, su componente principal, actúa como un estimulante del sistema nervioso central, ayudando a reducir la sensación de fatiga y mejorando el rendimiento cognitivo.

Además, los estudios sugieren que el café podría tener beneficios a largo plazo. Los bebedores habituales tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Esto se debe, en parte, a las propiedades antioxidantes de esta bebida, que ayudan a combatir el daño celular.

Otro hallazgo relevante es que puede contribuir a la prevención de enfermedades metabólicas. Las personas que consumen café regularmente tienen menos probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Este efecto se atribuye a la capacidad que tiene para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre.

La cuestión es: ¿cuántas tazas de café se tendrían que tomar al día para que todo esto fuese posible? La respuesta de Harvard es clara: cuatro o cinco. Y claro, si eres de las personas que con una o dos ya te subes por las paredes, con cinco corres el riesgo de alterar sustancialmente tu rutina de sueño, pese a estar previniendo las enfermedades mencionadas.

Los contras de la cafeína

A pesar de sus numerosos beneficios, el consumo de café también tiene sus desventajas. Una de las principales preocupaciones es la dependencia de la cafeína. El estudio de Harvard advierte que un consumo excesivo puede llevar a la adicción, manifestada por síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, irritabilidad y fatiga extrema.

También puede afectar negativamente la calidad del sueño. Consumirlo en exceso o a horas tardías del día puede dificultar conciliar el sueño y reducir la calidad del descanso. Esto, a su vez, puede afectar el rendimiento diario y la salud general. Además, el café en ayunas puede causar problemas digestivos en algunas personas.


Fuente : https://www.elperiodico.com/es/vida-y-estilo/20240930/cafe-taza-manana-pros-contras-universidad-harvard-dv-104434650

16 personas intoxicadas en la popular hamburguesería Hundred de Madrid, tres de ellas hospitalizadas

El agente infeccioso podría ser la salmonella, según la hipótesis que investiga la Consejería de Sanidad

La Dirección General de Salud Pública ha abierto una investigación para identificar la causa del brote alimentario que este pasado lunes, cinco de agosto, que ha afectado a 16 clientes de la cadena de hamburguesas Hundred en Madrid, de los que tres han sido ingresados y su evolución es favorable.

El agente infeccioso podría ser la salmonella, según la hipótesis que investiga la Consejería de Sanidad, que estaría presente en una salsa que todos los afectados consumieron, aunque hasta el momento «no se ha determinado la causa de la infección».

Los síntomas que presentan son dolor abdominal, diarrea, fiebre y malestar, y se está a la espera de conocer los resultados de los análisis microbiológicos, añade Sanidad.

Desde la cadena Hundred han explicado que el brote está relacionado con «un lote de salsa de yema de huevo trufado», y se circunscribe a los restaurantes de Eloy Gonzalo y Plaza de Zerolo.

En concreto, detalla la cadena en un comunicado, dicho lote estuvo a la venta entre el domingo cuatro de agosto a las 21:30 horas y este lunes cinco a la misma hora, «exclusivamente en esas dos tiendas», aunque se han retirado todos los lotes como medida de precaución.

Según han indicado fuentes de Sanidad a EFE, la Dirección General de Salud Pública ha abierto una investigación y se está estudiando la situación clínica de 150 personas «potencialmente expuestas al mismo producto durante los días 4 y 5 de agosto» en los establecimientos, en Eloy Gonzalo y Plaza de Zerolo.

Salud Pública ha dado aviso al Ayuntamiento de Madrid, que ha realizado este jueves una inspección sanitaria al establecimiento, que permanece cerrado desde este martes, y añade que sus representantes «están colaborando con la autoridad sanitaria».

Asimismo, la cadena Hundred asegura estar «en permanente contacto con los afectados para seguir su evolución».

Fuente: https://www.elmundo.es/madrid/2024/08/08/66b4d036e85ece89668b4586.html

Sustancias químicas en los alimentos

pueden estar presentes por contacto con el medio ambiente.

Ingredientes alimentarios regulados

Ciertas sustancias químicas se añaden a los alimentos por diversas razones técnicas, como mejorar su sabor o su vida útil o potenciar su valor nutricional.

Residuos de la cadena alimentaria

En ocasiones, los alimentos incorporan de forma no deliberada trazas de sustancias químicas como residuos de plaguicidas o aditivos utilizados en la alimentación animal por causa de los métodos de producción y preparación de los alimentos. Trazas de sustancias químicas procedentes de envases y de otros materiales que entran en contacto con los alimentos también pueden terminar involuntariamente en aquellos.

Contaminantes en alimentos y piensos

Los compuestos químicos naturales, como metales y nitratos, pueden estar presentes en diversas concentraciones en el medio ambiente, es decir, en el suelo, el agua y la atmósfera. También pueden aparecer como residuos en los alimentos debido a su presencia como contaminantes ambientales, como resultado de actividades humanas como la agricultura, la industria o los gases de escape de automóviles, o como resultado de la elaboración de alimentos como la cocción a alta temperatura. Las personas pueden verse expuestas a ellos en el entorno o mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados.

Evaluación de sustancias químicas en los alimentos

El cometido principal de la EFSA consiste en llevar a cabo evaluaciones científicas de los riesgos vinculados a los posibles peligros asociados a la cadena alimentaria, incluidos los posibles riesgos que plantean las sustancias químicas en los alimentos. Nuestros científicos recurren a métodos reconocidos internacionalmente en sus evaluaciones del riesgo de sustancias químicas para ayudar a proteger la salud de los consumidores y de los animales y el medio ambiente. Hemos desarrollado un exhaustivo conjunto de buenas prácticas de evaluación de riesgos de las sustancias químicas para orientar a nuestros expertos y garantizar que nuestras evaluaciones respetan las normas científicas más exigentes, incluidos los siguientes temas:

https://www.efsa.europa.eu/es/topics/topic/chemicals-food

Sistemas alimentarios y recursos naturales

Los sistemas alimentarios dependen de los recursos naturales. Pero el crecimiento de la población y los cambios en la dieta debidos al aumento de la riqueza están creando presiones sobre esos recursos. Es necesario transformar nuestros sistemas alimentarios si queremos satisfacer las demandas futuras.


Los sistemas alimentarios mundiales han cambiado radicalmente en los últimos 50 años. La producción de alimentos se ha más que duplicado, las dietas se han vuelto más variadas (y a menudo más intensas en energía) satisfaciendo las preferencias de las personas en términos de forma, sabor y calidad, y han surgido numerosas empresas locales, nacionales y multinacionales relacionadas con los alimentos que proporcionan medios de vida para millones. No obstante, más de 800 millones de personas siguen padeciendo hambre (el 70% de las cuales viven en zonas rurales de los países en desarrollo), alrededor de dos mil millones sufren de mala nutrición y más de dos mil millones tienen sobrepeso u obesidad. Las implicaciones del uso de recursos y los impactos ambientales de estos sistemas alimentarios son importantes. En general, de todas las actividades económicas, el sector alimentario tiene, con mucho, el mayor impacto en el uso de los recursos naturales y en el medio ambiente. Se estima que el 60% de la pérdida de biodiversidad terrestre mundial está relacionada con la producción de alimentos; Los sistemas alimentarios representan alrededor del 24% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y se estima que el 33% de los suelos se degradan de moderada a muy alta debido a la erosión, el agotamiento de nutrientes, la acidificación, la salinización, la compactación y la contaminación química.

El grupo de trabajo de Sistemas Alimentarios del Panel Internacional de Recursos ha preparado una evaluación científica integral del estado actual y la dinámica del uso de los recursos naturales en los sistemas alimentarios y sus impactos ambientales. El IRP identifica oportunidades para que los sistemas alimentarios con recursos inteligentes respondan a preguntas relevantes para las políticas, como ¿cómo se ven los sistemas alimentarios sostenibles desde una perspectiva de recursos naturales? ¿Cómo se pueden realizar mejoras en la eficiencia de los recursos para mejorar la seguridad alimentaria? ¿Cómo dirigir la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles?

El informe considera la alimentación como un punto de conexión crucial (un ‘nodo’) donde coinciden varios problemas sociales, como la dependencia humana de los recursos naturales, el medio ambiente, la salud y el bienestar. En lugar de considerar por separado recursos como la tierra, el agua y los minerales, el PIR ha optado por un enfoque de sistemas. El informe analiza todos los recursos necesarios para la producción primaria de alimentos, así como para otras actividades del sistema alimentario (por ejemplo, procesamiento, distribución) considerando no solo el conjunto de actividades, sino también la gama de actores involucrados en ellas y los resultados en en términos de seguridad alimentaria, medios de vida y salud humana.

• PNUMA (2016) Sistemas alimentarios y recursos naturales. Informe del Grupo de trabajo sobre sistemas alimentarios del Panel internacional de recursos. Westhoek, H, Ingram J., Van Berkum, S., Özay, L. y Hajer M.

https://www.resourcepanel.org/es/informes/sistemas-alimentarios-y-recursos-naturales

Los alimentos que más te deshidratan sin que lo sepas

La ecuación es sencilla: si nuestro organismo pierde más agua de la que ingerimos, sobreviene la deshidratación. Un proceso directo que puede acelerarse si abusamos de determinados alimentos. ¿Quieres saber cuáles son?

La hidratación es absolutamente necesaria para la supervivencia, y el correcto funcionamiento de nuestro organismo compuesto, en su mayor parte, por agua. Por ello, mantener un nivel de líquidos equilibrado y correcto va a garantizar también el transporte de los nutrientes esenciales a todos los órganos y tejidos del cuerpo. 

Pero es que una buena hidratación va a contribuir igualmente a facilitar las digestiones, a la evacuación de los desechos, a bajar la temperatura corporal, a lucir una piel radiante y a la depuración de toxinas tan imprescindible para mantener la salud. De manera natural, el agua de nuestro organismo cumple todas estas funciones. 

Sin embargo, existen circunstancias en las que perdemos mayor cantidad de líquidos de la que ingerimos, por lo que se produce una peligrosa descompensación y nos exponemos a la temida deshidratación. El calor excesivo, la práctica de ejercicio intenso sin las debidas precauciones, algunos problemas de salud… pueden acelerar la deshidratación. Pero también pueden hacerlo determinados alimentos que es importante apartar de nuestra dieta.

Alimentos que contribuyen a nuestra deshidratación

De la misma manera que existen alimentos ricos en agua como el melón o la sandía, que rondan un 95 por ciento de líquido, también hay otros que pueden hacer que eliminemos líquidos de una manera fulminante. ¿Lo peor de todo? Que en la mayoría de los casos no nos damos cuenta, porque los tenemos asociados a nuestro estilo de vida.

1. Alcohol: el desestabilizador de los líquidos corporales

Aunque pudiéramos pensar que el alcohol es un líquido y, por tanto, aporta líquido a nuestro organismo, su efecto es bien diferente. Las personas que consumen bebidas alcohólicas con cierta asiduidad, aumentan la producción de orina. Como consecuencia, se van deshidratando sin darse cuenta. Por eso, es importante beber mucha agua si has consumido alcohol.

El alcohol tiene un efecto engañoso, puesto que actúa como factor deshidratante al inhibir la producción de la hormona HAD, de función diurética, y responsable de mantener el equilibrio de los líquidos corporales. Pero es que, además, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro encargada de enviar la señal a los riñones para que ‘guarden’ los líquidos.

Con la ingesta de alcohol, debemos tener en cuenta que vamos a perder cuatro veces más líquido del que ganamos. Esa es la razón por la que orinamos más y por la que horas después sobreviene la resaca. En estos casos, los expertos recomiendan ayudarse de bebidas para deportistas con soluciones electrolíticas, con el objetivo de reponer las sales y el potasio que se pierden tras la ingesta del alcohol.

2. Snacks salados: una trampa deliciosa con efecto rebote

Cuanta menos sal, mejor. Las patatas fritas y los innumerables snacks que se nos ofrecen en el mercado hoy en día, son productos cargados de calorías vacías, azúcares y que, para colmo, pueden provocar el efecto rebote debido a su gran contenido en sodio. 

De la misma manera que pasa con el alcohol, consumir demasiados productos salados (también cuentan los frutos secos salados y tostados, menos saludables que crudos) contribuye a la deshidratación al incrementar la pérdida de agua a través de la orina.

Y aquí surge una paradoja: ¿por qué si el sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos a través de la ósmosis (regula el agua que llega a las células) provoca deshidratación? Esto sucede porque la sal provoca retención de líquidos, lo que incrementa el volumen sanguíneo y, por ello, la presión ejercida sobre las paredes de las arterias.

3. Salsas: un complemento a racionar (y mejor caseras)

También relacionado con su elevado aporte de sal, las salsas son un complemento de alimentación a tener en el radar, puesto que suelen contener saborizantes repletos de sodio.

Tanto la salsa de soja como el ketchup llevan, por regla general, mucha más sal de la aconsejada, con las consecuencias deshidratantes que ello puede conllevar. Para hacernos una idea, la salsa de soja puede llegar a contener hasta 900 miligramos de sodio en su composición, en tan solo una cucharada. Afortunadamente, existen salsas de soja bajas en sal.

Así pues, en el caso de las salsas, siempre va a ser recomendable que las hagamos en casa, para controlar esta variable que puede afectar de manera negativa a la hidratación natural que el organismo necesita.

4. Café: mejor con poca cafeína

El café con mucha cafeína, o demasiado cargado, ha demostrado que produce más ganas de ir al baño y, a través del exceso de orina, provocar deshidratación. Si vamos a tomarlo, el que es bajo en contenido de cafeína tiene la mitad de probabilidades de afectar a nuestra hidratación.

La explicación científica es que la cafeína, como sustancia química que es, es especialmente diurética cuando se consume a altas dosis. Sin embargo, si se consume con moderación, numerosos estudios revelan que hidrata igual que lo puede hacer el agua. Así pues, la clave en el caso del café está en la cantidad. Poco, hidrata; mucho… deshidrata. 

5. Embutidos y carnes procesadas: ‘ladrones’ de las reservas líquidas

A menudo escuchamos hablar de lo poco recomendable que es el consumo habitual en nuestra dieta de las carnes rojas y los productos procesados como pueden ser los embutidos, que tanto éxito tienen en España.

En el caso de la hidratación, la prudencia es aún mayor, puesto que se trata de productos alimenticios elaborados con grasas, conservantes, y gran cantidad de sodio. Cuando hay mucha sal, y se va concentrando en el torrente sanguíneo, el cerebro recibe una señal de sed, lo que nos hará beber agua constantemente y orinar a menudo.

Al tratarse de alimentos altamente procesados son más difíciles de digerir sobre todo para el sistema digestivo, y es cuando optan por consumir gran parte de las reservas de líquido del organismo, desestabilizando el equilibrio natural.

Fuente: https://www.20minutos.es/salud/nutricion/alimentos-mas-deshidratan-sin-que-sepas-5628493/

La nueva innovación en la industria alimentaria

Se ha creado Food Forward Lab, una innovadora plataforma capaz de conceptualizar, desarrollar, crear y validar ideas hasta incluso la creación final de dicho producto.

Su objetivo principal es ayudar a las diferentes empresas a tener un desarrollo efectivo y garantizado transformando así el sector alimentario. Ofrece soluciones apoyando a empresas de food service en su proceso de innovación.

Según Sergio Perdoné, CEO de Bebord Foods (empresa referente en el desarrollo de productos alimenticios disruptivos), «la plataforma es la oportunidad única para estar a la vanguardia de nuevos productos, demandas del mercado y tendencias del food service. Sin duda, una gran oportunidad para transformar ideas en soluciones reales».

En definitiva, es una plataforma que lleva a los diferentes negocios de la industria alimentaria al siguiente nivel y aumentando con ello la economía a nivel mundial ya que actualmente el sector agroalimentario es un pilar fundamental en ella.

Fuente: https://www.industriaalimentaria.org/blog/contenido/nace-food-forward-lab-una-plataforma-de-innovacion-para-la-industria-alimentaria

Alimentos inocuos para todos: innovaciones en estrategias de seguridad

La seguridad alimentaria ha evolucionado significativamente en los últimos años, impulsada por la creciente demanda de productos más seguros y transparentes por parte de reguladores y consumidores. Garantizar la inocuidad de los productos no es solo una exigencia normativa, sino también un diferenciador competitivo.

A medida que surgen nuevas tecnologías y soluciones avanzadas, las empresas están adoptando estrategias innovadoras que optimizan tanto los procesos de fabricación como el envasado, asegurando la máxima protección de los alimentos desde su producción hasta el consumo.

Asegurar la inocuidad de los alimentos requiere un enfoque integral que involucre diversas herramientas y prácticas a lo largo de toda la cadena de suministro.

Desde los sistemas de gestión de calidad, que garantizan el cumplimiento de normativas internacionales, hasta las tecnologías avanzadas como la trazabilidad digital, las herramientas para la inocuidad alimentaria son esenciales para prevenir y mitigar los riesgos de contaminación.

Sistemas como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control  permiten a los productores identificar y controlar los riesgos en puntos clave del proceso de producción. Asimismo, la implementación de tecnologías de vanguardia como blockchain y sensores de calidad facilitan una mejor trazabilidad y transparencia en la cadena de suministro, garantizando que los alimentos lleguen a los consumidores en condiciones seguras.

A lo largo de los últimos años, los estándares de seguridad alimentaria han evolucionado para adaptarse a los cambios en la cadena de suministro y a los desafíos emergentes en el sector. Las normativas internacionales, como las desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la GFSI, ofrecen guías claras sobre cómo las empresas deben gestionar los riesgos asociados a la inocuidad alimentaria.

Estos avances han sido esenciales para reducir los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos y para aumentar la confianza de los consumidores en los productos que consumen.

Conocer y aplicar estos estándares es fundamental para cualquier empresa que opere en la industria alimentaria, ya que le permite no solo cumplir con las regulaciones, sino también mantener una ventaja competitiva en un mercado globalizado.

Las empresas que implementan innovaciones tecnológicas en la fabricación y el envasado están mejor posicionadas para cumplir con las normativas y satisfacer las expectativas del mercado, la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, blockchain y materiales activos en el envasado está marcando la diferencia en la seguridad de los alimentos.

Tendencias en inocuidad y seguridad alimentaria: Tecnología y trazabilidad en la industria de alimentos en THE FOOD TECH® | SUMMIT & EXPO 2024

Iniciativas y medidas: el desperdicio alimentario en la cadena va a la baja

La asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc ha celebrado su duodécimo punto de encuentro contra el desperdicio alimentario bajo el lema «Recuperando el valor de los alimentos», un foro en el que se han mostrado distintos proyectos colaborativos impulsados por empresas del sector.

El director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, ha asegurado en la inauguración que este asunto debe abordarse de manera global entre todos los agentes de la cadena alimentaria, implicando a la industria, la distribución y especialmente a los consumidores, ya que casi la mitad del desperdicio se produce en casa o en la hostelería.

Herrero ha asegurado que el desperdicio de alimentos per cápita se ha reducido en los últimos años en el país, de forma más acusada durante la pandemia, aunque todavía se tiran a la basura 1.100 millones de kilos o litros al año en un contexto de aumento de la población española.

Además, «estamos viendo cómo la distribución y la industria alimentaria son más conscientes de este problema», ya que, desde hace años, hasta nueve de cada diez empresas en algunos sectores alimentarios cuentan con estrategias de gestión del desperdicio para minimizarlo y valorizarlo, ha afirmado el director general.

Desde el punto de vista legislativo, el proyecto de ley contra el desperdicio alimentario se encuentra en trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados y el Gobierno espera que pueda aplicarse, en concreto el plan de prevención de las empresas de la cadena bajo una jerarquía en las prioridades de uso de los alimentos.

«No queremos que sea una ley impositiva, sino también propositiva. Es una ley donde el fomento de las buenas prácticas en todos los eslabones es muy importante», ha afirmado Herrero, que también ha destacado los esfuerzos del Ejecutivo por sensibilizar a la población con campañas que les ayuden a planificar mejor las compras y aprovechar las sobras con recetas.

Por su parte, la presidenta del comité Aecoc contra el desperdicio alimentario, Carolina Muro, ha destacado que España lleva años combatiendo el desperdicio «desde la colaboración, la pedagogía y la sensibilización» con iniciativas del sector público y privado.

Según los indicadores de la patronal de gran consumo, en los últimos cinco o seis años las empresas del sector han pasado de desperdiciar el 1,78 % del producto comercializado al 0,9 % actual.

En la Unión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo están negociando objetivos vinculantes de reducción del desperdicio alimentario para 2030 en los países, a partir de la propuesta comunitaria de rebajarlo el 10 % en la industria y el 30 % per cápita en supermercados y hogares.

La responsable de Aecoc ha señalado que se trata de objetivos «ambiciosos» que buscan lograr un impacto económico, social y ambiental, para lo cual en el sector «están abiertos al diálogo y la colaboración» público-privada y entre las empresas.

El desperdicio alimentario baja en España (efeagro.com)

Esto es lo que pasa en tu cuerpo si desayunas avena todos los días

Los cereales son una fuente proteínica, vitamínica y mineral importante para la salud. Lo son en su versión integral, ya que conservan todos esos nutrientes en contraposición con el cereal refinado, que cuenta con aditivos y azúcares añadidos que consiguen el efecto contrario en nuestro organismo. Aunque la avena ha pasado históricamente más desapercibida que otros alimentos de grano como el trigo, el arroz o el maíz, ahora se valora y consume más por sus múltiples propiedades.

Entre las especies más cultivadas de avena se encuentra la sativa y la byzantina. Según estadísticas de 2020, en España se cultivaron en ese año más de 493.000 toneladas de este cereal, siendo Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía, por ese orden, las principales autonomías productoras.

La avena es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal: contiene un 54 por ciento de grasas no saturadas y un 46 por ciento de ácido linoleico, que favorecen la regulación del metabolismo del colesterol. De ahí que este ácido sea habitualmente identificado como un imprescindible en las dietas cardiosaludables.

Estos beneficiosos efectos se pierden cuando la combinamos con azúcares, sodio y otros aditivos, de ahí la importancia de consumirla en su versión integral. Esta decisión entra en juego en el momento de adquirirla: en la tienda podemos encontrar habitualmente avena en salvado, en copos y en láminas. El grano integral es el menos procesado frente a la avena instantánea, si bien la primera tarda más en digerirse. En cualquier caso, la idea es apostar por la versión menos procesada.

El beta-glucano, un gran aliado

La avena es un cereal muy completo a nivel nutricional teniendo en cuenta su diversísima composición: proteínas, fibra, lípidos, vitaminas, minerales y polifenoles (antioxidantes). En cuanto a la fibra, la investigación científica destaca con frecuencia un compuesto específico: el beta-glucano, un polisacárido que estimula el sistema inmunitario e incluso puede ayudar a destruir células cancerosas.

Las características químicas del beta-glucano convierten a la avena en una aliada tanto para combatir el colesterol como para el control de la glucosa y la respuesta insulínica. Diversos estudios apuntan que consumir un mínimo de tres gramos diarios de esta sustancia de forma regular en una dieta baja en grasas saturadas puede ayudar a disminuir el riesgo de patología coronaria.

Beneficios del consumo diario de avena

La diversidad de sus nutrientes, ya comentada, la hacen una buena opción para la primera comida del día. Además, se está considerando recientemente como un cereal adecuado en la dieta celíaca, de ahí que sea una opción ante intolerancias o alergias ante otros cereales de grano. Entre los beneficios que aporta la avena pueden destacarse:

  • Aporta energía: su alto contenido lipídico y en ácidos grasos insaturados la convierten en una fuente de energía destacable, además de su composición proteica única con respecto a otros cereales (11-15 por ciento).
  • Antiinflamatoria: sus compuestos fenólicos y fitoestrógenos son unos potentes antioxidantes que ayudan a reducir los efectos de la inflamación crónica. Un efecto especialmente interesante en el caso de la patología cardiovascular.
  • Controla el colesterol: son notarias sus propiedades hipocolesterolémicas, es decir, inhibe parcialmente la absorción del colesterol gracias a la acción de los beta-glucanos.
  • Cuida la salud intestinal: su alto contenido en fibra cuida la función digestiva y, complementado con su acción antiinflamatoria, consigue que reducir síntomas molestos como la inflamación y el dolor abdominal o las flatulencias.

Esto es lo que pasa en tu cuerpo si desayunas avena todos los días (20minutos.es)

National Institutes of Health (s.f.). Beta-glucanohttps://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/beta-glucano

Harvard School of Public heath. Oats. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/food-features/oats/

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