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Pimientos de Padrón: ¿por qué unos pican y otros no?
La gracia de este plato tiene mucho que ver con la ciencia: varios estudios han demostrado que el picor de este pimiento cambia en función de factores como la edad y el estrés de la planta.
Actualizado a 18 de noviembre de 2023, 16:00
Lo primero que debemos saber es que los pimientos que pican lo hacen porque contienen unas sustancias llamadas capsaicinoides. Este curioso nombre tiene su origen en el que se asignó a su género botánico, Capsicum, según algunos derivado del griego κάπτω (de engullir, supuestamente referido al picante), y según otros del latín capso (caja o cápsula, por el fruto).
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Sea como fuere, esta planta tiene su origen en América, de donde llegó a Europa traída por Colón. Hoy la especie cultivada más frecuente es Capsicum annuum L., pero unas variedades de pimiento contienen capsaicinoides, pican, y otras no.
A los pájaros no les pica
Que una variedad pueda picar o que no pique en absoluto depende fundamentalmente de que sea capaz de sintetizar esos capsaicinoides. Para ello, la planta ha de formar dos sustancias precursoras (la vanillilamina y el ácido 8-metil-6-nonenoico) a partir de los aminoácidos fenilalanina y valina, respectivamente.
A continuación, una enzima llamada capsaicina sintasa combina esos dos precursores para formar la capsaicina. Esta puede luego transformarse en otros capsaicinoides con estructuras variadas, pero todos ellos se caracterizan porque pican.
¡Ojo! Nos pican a los mamíferos, pero no a otros animales como, por ejemplo, los pájaros. Los mamíferos tenemos una proteína llamada TRPV1 que nos sirve para percibir diferentes estímulos, como la temperatura alta. Pero TRPV1 también se activa por los capsaicinoides, de ahí la sensación de calor que se siente tras comer un pimiento picante.
Las aves tienen una proteína TRPV1 diferente, que es insensible a los capsaicinodes. Por eso los pájaros pueden comer los pimientos sin que les piquen y dispersan sus semillas.
Para que un pimiento pique, tiene que estar en su ADN
En los pimientos, la síntesis de capsaicinoides está regulada a diferentes niveles. Un primer requisito es genético: la variedad de pimiento en cuestión debe presentar el alelo funcional del gen Pun1, que hace que la planta disponga de la capsaicina sintasa. Es el caso de la variedad Padrón, pero también de muchas otras como los jalapeños o los habaneros. Si tienen Pun1, pueden picar.
Otro gen necesario para que los pimientos piquen es pAMT. Si presenta alguna alteración no se puede formar la vanillilamina, y entonces en lugar de capsaicinoides se forman capsinoides, que se parecen a los primeros pero que no pican.
La regulación genética, sobre todo por Pun1, es determinante, pero luego existe una regulación más fina de la ruta de síntesis en respuesta a diferentes factores.
La edad (y la temporada) también importa
El primer factor que regula el contenido en capsaicina es el desarrollo. La edad, tanto de la planta entera como del fruto, va a afectar al picor.
Una vez que el fruto cuaja, comienza a crecer, aumentando de tamaño con el tiempo. Conforme el fruto crece, la síntesis de capsaicina aumenta paulatinamente hasta que se vuelve rojo (maduro) y alcanza su máximo grado de picor. Así, un fruto más grande suele ser más picante que uno pequeño, puesto que generalmente tiene más edad y más capsaicina.
El pimiento bhut jolokia, procedente de la India, es el que más cantidad de capsaicina contiene, y por lo tanto, el más picante del mundo, según el Libro Guinness de los Récords Mundiales.
No obstante, esta regla no es infalible. En la planta siempre hay algún fruto que crece poco y se queda pequeño aunque esté maduro.
Igualmente, la edad de la planta influye en el picor. A medida que la planta envejece, el contenido de capsaicina de sus frutos es cada vez mayor. Este es el motivo por el que los pimientos de Padrón pican más a final de temporada, entre finales de agosto y octubre.
No me estreses, que pico más
Por último, si la planta se estresa por algún motivo, aumenta la síntesis de capsaicina en sus frutos. Esto se ha observado en experimentos en los que se han aplicado a las plantas tratamientos en los que se alteraba algún factor ambiental.
Así, el exceso o déficit de agua (riego), el exceso o déficit de nutrientes (fertilización), las condiciones de salinidad, la infección por patógenos (enfermedades), etc. provocan que los pimientos piquen más.
Hay estudios que relacionan esta respuesta al estrés con las posibles funciones de los capsaicinoides para la planta. Por ejemplo, sus propiedades antimicrobianas podrían ser útiles frente a los patógenos que atacan al pimiento.
Y una vez emplatados…
En la práctica, cuando vamos a comer un plato de pimientos de Padrón es difícil saber con total seguridad si uno concreto va a picar o no.
Si no pica ninguno, puede que sean de una línea híbrida o seleccionada expresamente para que no pique, y probablemente no tengan el alelo funcional de Pun1. Si son auténticos, seguro que alguno picará. Pero esa es la gracia, disfrutar de una auténtica “ruleta gallega”, y que unos piquen y otros no.
José Díaz Varela, Catedrático de Universidad de Fisiología Vegetal, Universidade da Coruña
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/pimientos-padron-por-que-unos-pican-y-otros-no_21087
Los dos alimentos clave para vivir 100 años, según un famoso investigador
El investigador y escritor Dan Buettner, conocido popularmente como ‘el sabio de la longevidad’, lleva años investigando las conocidas como ‘zonas azules’. Es decir, los lugares del mundo donde se encuentran las personas más longevas que superan los 100 años de edad. En estas regiones, que fueron identificadas por los científicos y demógrafos, se han encontrado características específicas que dan lugar a una alta incidencia de casos de longevidad. La más cercana a España es la isla de Cerdeña, donde se utilizó por primera vez esta denominación de la mano de unos demógrafos que investigaron a los centenarios de Cerdeña.
En estas ‘zonas azules’ se han descubierto patrones alimenticios y estilos de vida que parecen ser la clave para una longevidad extraordinaria. Por lo que de ellas se pueden rescatar valiosas lecciones para quienes desean prolongar sus años. Y, en este sentido, se han seleccionado alimentos que pueden esconder la clave de la longevidad, según Buettner, como las alubias negras o frijoles y las nueces.
De hecho, Dan Buettner, que es conocido también por su documental en Netflix ‘Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules’, ha identificado, después de sus años de investigación, estos dos alimentos como determinantes para alargar la esperanza de vida.
El consumo regular de alubias negras o frijoles, según el investigador Buettner, está relacionado con la longevidad. Además, un estudio centrado en Japón, Suecia, Grecia y Australia ha demostrado que aquellas personas que más consumen esta legumbre tenían un 7% menos de riesgo de morir por cada 20 gramos que ingerían.
Y es que, las alubias negras tienen una alta concentración de fibra y proteínas, por lo que se ayuda a reducir la inflamación del tracto digestivo. Por otro lado, la sensación de saciedad que otorgan puede prevenir el sobrepeso, un factor de riesgo en enfermedades crónicas como las cardíacas.
Por otro lado, el consumo regular de alubias negras puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol LDL (colesterol ‘malo’) y triglicéridos en la sangre, gracias a su contenido en fibra soluble y antioxidantes. Estos efectos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mantener la salud del corazón.
Por otro lado, el alto contenido en minerales de como el calcio, magnesio y fósforo, hace que los frijoles sean beneficiosas para mantener huesos fuertes y prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis.
Por otro lado, las nueces, especialmente las de nogal son ricas en ácidos grasos Omega-3 y ácido linoleico, nutrientes que han demostrado tener efectos cardioprotectores y benefician a la longevidad de una persona.
Hay que destacar la multitud de beneficios que tienen las nueces. En un estudio realizado a más de 3.000 personas por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Institutos Nacionales de la Salud en Estado Unidos se observó que en comparación con los no consumidores, el consumo de nueces se asocia con menor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).
La nuez también es fuente de hierro, zinc, potasio, selenio, fósforo o magnesio, y vitaminas B1, B3 (niacina), folatos y vitamina B6. Así que su consumo diario o el incluirla en la dieta tiene muchos beneficios para la salud. Según los especialistas de la Clínica Mayo, contribuye a mantener una dieta cardiosaludable.
FUENTE:
Los dos alimentos clave para vivir 100 años, según un famoso investigador (msn.com)
¿Cuáles son los mejores alimentos para el TDAH?
- Mejores alimentos
- Alimentos que debes limitar o evitar
- Dietas para el TDAH
- Otros consejos sobre la dieta
- Plan de alimentación para niños
- Plan de alimentación para adultos
- Resumen
Si bien no existe una dieta definitiva para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, muchas fuentes afirman que ciertas dietas, alimentos y planes de alimentación pueden ayudar a reducir los síntomas.
Varios alimentos pueden afectar los niveles de energía y concentración. Por lo tanto, ciertas opciones pueden ser mejores para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Algunas investigaciones sugieren que seguir dietas específicas, como las dietas de eliminación, la dieta de pocos Alimentos y la dieta mediterránea, podría desempeñar un papel en el manejo del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
En este artículo, primero daremos un vistazo a los alimentos específicos que podrían mejorar o empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Luego, exploraremos lo que dice la investigación sobre dietas específicas para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Los mejores alimentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad
Ciertos alimentos son mejores para mantener estables los niveles de energía y azúcar en sangre, y mejorar la concentración. Estos alimentos pueden beneficiar especialmente a las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Lo siguiente puede ser particularmente útil:
Alimentos ricos en proteínas
La proteína es esencial para la salud del cerebro, y juega un papel clave en la producción de químicos cerebrales llamados neurotransmisores.
Incluir proteínas en una comida también previene los picos en los niveles de glucosa en sangre. Algunas personas sugieren que estos picos aumentan la hiperactividad.
Algunos alimentos ricos en proteínas incluyen:
- carnes y productos avícolas
- pescados y mariscos
- frijoles y lentejas
- huevos
- nueces
Carbohidratos complejos
Al igual que las proteínas, los carbohidratos complejos pueden ayudar a prevenir los picos de azúcar en la sangre.
Comer este tipo de carbohidratos también hace que la persona se sienta más llena por más tiempo, lo que puede evitar que coma alimentos ricos en azúcar.
Además, cuando las personas comen estos alimentos antes de acostarse, pueden fomentar un mejor sueño.
Los siguientes alimentos contienen carbohidratos complejos:
- frutas
- vegetales
- pan y pasta integral
- arroz integral
- frijoles y lentejas
Vitaminas y minerales
Algunos estudios relacionan el trastorno de déficit de atención e hiperactividad con niveles bajos de ciertos micronutrientes, incluyendo hierro, magnesio, zinc, vitamina B6 y vitamina D.
Sin embargo, no está claro si estos niveles más bajos conducen al desarrollo de trastorno de déficit de atención e hiperactividad y si consumir más de estos nutrientes puede mejorar los síntomas.
No obstante, todos son nutrientes esenciales en la dieta, por lo que es poco probable que comer más alimentos que los contengan cause daño.
Puedes encontrar estos nutrientes en los siguientes alimentos:
- hierro: carne de res, hígado, frijoles y tofu
- zinc: carne, mariscos, frijoles y nueces
- magnesio: semillas de calabaza, almendras, espinacas y maní
- vitamina B6: huevos, pescado, maní y papas
- vitamina D: pescado graso, hígado de res, yemas de huevo y alimentos fortificados
Ácidos grasos Omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que deben obtenerse de la dieta. Juegan un papel en la salud del corazón y del cerebro.
Los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden tener niveles reducidos de grasas omega-3. Algunas investigaciones sugieren que consumir más omega-3 puede ayudar a mejorar modestamente los síntomas.
Según una entrevista realizada por un grupo de organizaciones sin fines de lucro llamado Understood.org, los omega-3 pueden mejorar la atención, el enfoque, la motivación y la memoria de trabajo en niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Sin embargo, advierten que es necesaria más investigación y que los ácidos grasos omega-3 no son un sustituto de los medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Algunas fuentes de ácidos grasos omega-3 incluyen:
- pescados grasos, como salmón y atún
- nueces
- semillas de chía
- semillas de lino
Alimentos que debes limitar o evitar
Los adultos y los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden sentirse mejor si limitan o evitan lo siguiente:
Azúcar
Comer alimentos azucarados puede provocar picos y caídas de glucosa en sangre, lo que puede afectar los niveles de energía. Algunos cuidadores reportan un vínculo entre el consumo de azúcar y la hiperactividad en niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Si bien algunos estudios indican un vínculo entre el alto consumo de azúcar y bebidas endulzadas con una mayor prevalencia de diagnóstico de trastorno de déficit de atención e hiperactividad, otras investigaciones no encuentran la conexión.
Incluso si no mejora los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, limitar el consumo de azúcar es una opción saludable para todos, ya que puede reducir el riesgo de diabetes, obesidad y caries.
Otros carbohidratos simples
El azúcar es un carbohidrato simple o refinado.
Otros carbohidratos simples también pueden contribuir a cambios rápidos en los niveles de azúcar en la sangre y solo deben consumirse con moderación.
Los siguientes alimentos contienen carbohidratos simples:
- caramelos
- pan blanco
- arroz blanco
- pasta blanca
- papas sin piel
- chips
- sodas
- bebidas deportivas
- papas fritas
Cafeína
Pequeñas cantidades de cafeína pueden beneficiar a algunas personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, algunas investigaciones sugieren que puede aumentar los niveles de concentración.
Sin embargo, la cafeína puede intensificar los efectos de ciertos medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, incluyendo cualquier reacción adversa que una persona pueda experimentar.
Los adultos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad deben limitar su ingesta de cafeína, especialmente si están tomando medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Los niños y adolescentes deben evitar por completo el té, el café y los refrescos de cola.
Aditivos artificiales
Algunos niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden beneficiarse al eliminar aditivos artificiales de sus dietas.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños eviten estos aditivos, particularmente los colorantes de los alimentos porque pueden empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Los aditivos artificiales también pueden interferir con las hormonas, el crecimiento y el desarrollo.
Muchos productos procesados y envasados contienen colorantes, sabores y conservantes artificiales, incluidos algunos:
- cereales para el desayuno
- caramelos
- galletas
- bebidas endulzadas
- ponches de frutas
- vitaminas para niños
Alérgenos
Algunos investigadores afirman que eliminar alérgenos potenciales, como el gluten, el trigo y la soja, puede mejorar la concentración y reducir la hiperactividad.
Sin embargo, eliminar estos alérgenos probablemente solo beneficie a aquellos que realmente tienen alergia o intolerancia. Considera discutir las alergias alimentarias con un médico o nutricionista antes de eliminar estos alimentos de la dieta.
Dietas para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad
Aunque no hay cura para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, muchas personas discuten sobre ciertas dietas o alimentos que creen que pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, como la hiperactividad y la dificultad para concentrarse.
Las siguientes secciones analizan la investigación detrás de varias dietas que se cree que pueden reducir los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Una dieta de eliminación: Eliminar aditivos artificiales
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños eviten los aditivos artificiales, advirtiendo que podrían empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Seguir una dieta que elimine aditivos implicaría no comer:
- colores artificiales
- sabores artificiales
- conservantes
- edulcorantes artificiales
Muchos cereales para el desayuno, caramelos y refrescos de soda contienen estos productos químicos.
A lo largo de los años, varios investigadores han estudiado los efectos de los aditivos en el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Según una revisión de 2017, eliminar aditivos puede tener un pequeño efecto sobre los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Los autores sugieren que los beneficios específicos también pueden extenderse a los niños sin la afección.
La dieta de pocos alimentos (Few Foods diet)
La dieta de pocos alimentos es una intervención a corto plazo que ayuda a las personas a determinar si ciertos alimentos empeoran sus síntomas de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Es altamente restrictiva e implica comer solo una pequeña cantidad de alimentos que es poco probable que provoquen una reacción adversa.
Si una persona nota una reducción en sus síntomas después de eliminar ciertos alimentos, esto sugiere que una alergia o intolerancia alimentaria podría estar empeorando sus síntomas de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Después de comenzar con la dieta de pocos alimentos, las personas vuelven a introducir gradualmente otros alimentos y están atentas a una reacción.
Una revisión diferente de 2017 confirma que la dieta de pocos alimentos podría ayudar a los niños a identificar y eliminar los alimentos problemáticos.
La dieta de pocos alimentos es extremadamente restrictiva al principio. Por ejemplo, un plan de dieta implica comer solo cordero, pollo, papas, arroz, bananas, manzanas y vegetales crucíferos.
La dieta mediterránea
La dieta mediterránea es bien conocida por beneficiar la salud del corazón y el cerebro. Implica comer principalmente:
- frutas
- vegetales
- granos integrales
- legumbres
- nueces
- grasas saludables, como aceite de oliva
Algunas investigaciones sugieren que no seguir una dieta mediterránea está asociado con el diagnóstico de trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, los resultados no sugieren que una dieta mediterránea podría prevenir o tratar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
No obstante, debido a los beneficios para otras áreas de la salud, es una dieta segura para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Otros consejos sobre la dieta
Los siguientes consejos sobre la dieta también pueden beneficiar a las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:
- Comer porciones equilibradas. Trata de incluir una mezcla de vegetales, cereales integrales, proteínas y ácidos grasos omega-3 en la mayoría de tus comidas.
- Programa horarios regulares para las comidas y los refrigerios, ya que la rutina es importante para los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
- No te saltes las comidas, ya que esto podría provocar caídas de azúcar en la sangre y un consumo excesivo de comida chatarra.
- Mantén a la mano muchos alimentos saludables para un refrigerio rápido, como frutas, nueces y verduras picadas.
- Habla con un médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento multivitamínico y multimineral, que puede ser especialmente útil para personas quisquillosas con la comida y personas con deficiencias de nutrientes.
- Revisa todas las etiquetas de ingredientes en el empaque de los alimentos y evita aquellos que contienen aditivos artificiales y altas cantidades de azúcar.
- Compra alrededor del perímetro de la tienda de comestibles, que es el lugar donde suelen estar los alimentos integrales mínimamente procesados.
Ejemplo de plan de alimentación para niños
Prueba el siguiente plan de alimentación saludable para niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:
Desayuno: huevos revueltos con tomates cherry sobre tostadas integrales y un pequeño batido hecho con leche; espinacas, banana, semillas de chía y fresas congeladas
Refrigerio: palitos de pepino y pimientos morrones con hummus
Almuerzo: una quesadilla de queso y frijoles con guacamole y salsa, y una rodaja de melón
Refrigerio: mezcla de frutos secos con nueces, almendras y bayas secas
Cena: croquetas de salmón hechas en casa, papa al horno y vegetales verdes
Postre (opcional): pudín de chocolate helado preparado con leche baja en grasa
Ejemplo de plan de alimentación para adultos
Este plan de alimentación saludable puede ser una buena opción para adultos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:
Desayuno: aguacate y huevos sobre tostadas integrales, té de hierbas o café
Refrigerio: yogur con frutos rojos y semillas de chía
Almuerzo: ensalada con salmón al horno y quinoa sobre una base de lechuga, pepino y pimientos morrones, cubierta con semillas de girasol
Refrigerio: manzana en rodajas con mantequilla de maní
Cena: curry de pollo y verduras con arroz integral
Postre (opcional): 1 onza de chocolate negro de buena calidad y té de hierbas
Resumen
Algunas investigaciones sugieren que ciertas opciones de dieta pueden ayudar con algunos de los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, la evidencia es limitada.
En general, la mejor dieta para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad es la que los médicos recomiendan para la mayoría de las personas, una que sea rica en frutas, vegetales, cereales integrales, grasas saludables y proteínas magras. Debería incluir cantidades limitadas de grasas saturadas y comida chatarra.
Las personas con alergias o intolerancias a ciertos alimentos deben evitar los alimentos desencadenantes. Además, algunas personas requieren suplementos de vitaminas y minerales, aunque es importante hablar con un médico antes de tomarlos.
https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/dieta-para-tdah#resumen
¿Es la dieta sin gluten realmente más sana?
Eliminar el gluten de nuestra dieta sin que exista una necesidad clínica puede resultar en varias complicaciones. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y los cruces entre estos granos de forma natural.
Según muchos influencers, eliminarlo de la dieta podría ayudarnos a perder peso, comer más saludable o incluso mejorar nuestro rendimiento deportivo. No es sorprendente que, con mensajes así, la industria de alimentos sin gluten haya crecido notablemente en los últimos años, y se espera que esta tendencia continúe. Sin embargo, la creencia de que estos productos son más saludables no siempre es correcta. De hecho, si no se padece un trastorno relacionado con el gluten, consumir alimentos sin gluten no tiene influencia en la salud o incluso podría ser perjudicial si no se realiza con el correcto asesoramiento.
Una dieta sin gluten bien planificada no tiene por qué ser deficiente en nutrientes si se basa en alimentos no procesados como frutas, verduras, legumbres, lácteos, carnes y pescados, etc. teniendo en cuenta los gustos y el estado de salud del paciente. Sin embargo, abusar de productos manufacturados sin gluten puede alterar los niveles de colesterol o triglicéridos en la sangre, aumentar el peso de manera excesiva y elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares , así como el síndrome metabólico. Esto se debe a que estos productos pueden contener más grasas de baja calidad y azúcares simples y menos fibra que sus versiones con gluten. La estrategia de formular productos más dulces y palatables se utiliza para compensar la pérdida de la textura característica, ya que el gluten tiene un alto poder tecnológico y proporciona atributos positivos como esponjosidad, elasticidad y consistencia a los panes y masas horneadas.
Dietas hechas a medida
Un ambicioso e integrador estudio sanitario en todo Estados Unidos pretende predecir qué dietas proporcionarán la mejor nutrición en función de los genes, los microbios y el estilo de vida.
Los que tenemos al típico amigo o conocido que puede permitirse comer todos los días productos azucarados sin engordar ni un gramo, o un pariente que ha desarrollado una cardiopatía a pesar de evitar las grasas saturadas, sabemos que las recomendaciones dietéticas únicas no reflejan las distintas reacciones que tenemos ante los alimentos. Ahora, uno de los nuevos estudios más integradores y ambiciosos sobre dietas jamás realizados podría cambiar esta situación y aportar información que permita a los expertos adaptar por fin sus recomendaciones a cada persona.
A partir de esta primavera, 13 centros de Estados Unidos comenzarán a inscribir a 10 000 personas de edades y pesos muy diversos para determinar mejor los factores importantes que intervienen en lo que se denomina nutrición de precisión.
Durante la primera fase de la investigación, que durará dos semanas, se indicará a todos que coman como lo hacen habitualmente. En la segunda fase, se asignará a 1500 personas una de varias dietas con comidas enviadas directamente a sus casas. Y en la fase final, 500 personas elegidas del grupo más numeroso comerán mientras residen en un centro de investigación durante dos semanas.
Este esfuerzo amplio y diverso «nos acercará un poco más a la posibilidad de ofrecer recomendaciones nutricionales más detalladas a grupos de personas», afirma Sai Krupa Das, científico especializado en metabolismo de la Universidad de Tufts.
El CIS ha preguntado por la tortilla de patata con o sin cebolla y los españoles lo tienen claro: ¿estás de acuerdo?
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en su último informe sobre las encuestas de Turismo y Gastronomía, ha preguntado por uno de los temas que más controversia desatan entre los amantes de la tortilla de patatas, uno de los platos típicos de nuestro país: ¿Es mejor con cebolla o sin cebolla?
En concreto, la institución ha preguntado a un total de 4.024 personas, tanto hombres como mujeres, españoles y de más de 18 años, para conocer su opinión sobre este ingrediente que, para muchos, es imprescindible en las tortillas de patata, mientras que para otros, los detractores de la cebolla, es completamente prescindible.
La respuesta es clara: sí, debe hacerse con cebolla. Así lo muestran los resultados de la encuesta, que han sido los siguientes:
- Debe hacerse con cebolla: 71,8%
- Debe hacerse sin cebolla 21,3%
- Indistintamente: 6,5%
- N.S., duda: 0,3%
- N.C.: 0,1
Como se puede ver, en esta encuesta el debate queda cerrado, muy a favor de la tortilla de patata con cebolla, ya que solo un 21,3% de los encuestados ha manifestado que le gusta más la tortilla de patata sin cebolla, frente a un 71,8% que prefiere añadir este ingrediente a la elaboración.
¿Y tú que opinas?
Lo que ha dicho Harvard sobre el café que tomas por las mañanas es para estudiarlo
Varios estudios de la Universidad de Harvard ha analizado los efectos de consumir café por las mañanas, destacando tanto sus beneficios como sus posibles desventajas. Las investigaciones, que han involucrado a miles de participantes durante años, ofrecen una visión equilibrada sobre una de las bebidas más populares del mundo.
El café, especialmente cuando se consume a primeras horas del día, ha demostrado tener varios efectos positivos sobre la salud. Según los investigadores de la prestigiosa universidad de Estados Unidos, su consumo moderado puede mejorar la concentración y el estado de alerta. La cafeína, su componente principal, actúa como un estimulante del sistema nervioso central, ayudando a reducir la sensación de fatiga y mejorando el rendimiento cognitivo.
Además, los estudios sugieren que el café podría tener beneficios a largo plazo. Los bebedores habituales tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Esto se debe, en parte, a las propiedades antioxidantes de esta bebida, que ayudan a combatir el daño celular.
Otro hallazgo relevante es que puede contribuir a la prevención de enfermedades metabólicas. Las personas que consumen café regularmente tienen menos probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Este efecto se atribuye a la capacidad que tiene para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre.
La cuestión es: ¿cuántas tazas de café se tendrían que tomar al día para que todo esto fuese posible? La respuesta de Harvard es clara: cuatro o cinco. Y claro, si eres de las personas que con una o dos ya te subes por las paredes, con cinco corres el riesgo de alterar sustancialmente tu rutina de sueño, pese a estar previniendo las enfermedades mencionadas.
Los contras de la cafeína
A pesar de sus numerosos beneficios, el consumo de café también tiene sus desventajas. Una de las principales preocupaciones es la dependencia de la cafeína. El estudio de Harvard advierte que un consumo excesivo puede llevar a la adicción, manifestada por síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, irritabilidad y fatiga extrema.
También puede afectar negativamente la calidad del sueño. Consumirlo en exceso o a horas tardías del día puede dificultar conciliar el sueño y reducir la calidad del descanso. Esto, a su vez, puede afectar el rendimiento diario y la salud general. Además, el café en ayunas puede causar problemas digestivos en algunas personas.
16 personas intoxicadas en la popular hamburguesería Hundred de Madrid, tres de ellas hospitalizadas
El agente infeccioso podría ser la salmonella, según la hipótesis que investiga la Consejería de Sanidad
La Dirección General de Salud Pública ha abierto una investigación para identificar la causa del brote alimentario que este pasado lunes, cinco de agosto, que ha afectado a 16 clientes de la cadena de hamburguesas Hundred en Madrid, de los que tres han sido ingresados y su evolución es favorable.
El agente infeccioso podría ser la salmonella, según la hipótesis que investiga la Consejería de Sanidad, que estaría presente en una salsa que todos los afectados consumieron, aunque hasta el momento «no se ha determinado la causa de la infección».
Los síntomas que presentan son dolor abdominal, diarrea, fiebre y malestar, y se está a la espera de conocer los resultados de los análisis microbiológicos, añade Sanidad.
Desde la cadena Hundred han explicado que el brote está relacionado con «un lote de salsa de yema de huevo trufado», y se circunscribe a los restaurantes de Eloy Gonzalo y Plaza de Zerolo.
En concreto, detalla la cadena en un comunicado, dicho lote estuvo a la venta entre el domingo cuatro de agosto a las 21:30 horas y este lunes cinco a la misma hora, «exclusivamente en esas dos tiendas», aunque se han retirado todos los lotes como medida de precaución.
Según han indicado fuentes de Sanidad a EFE, la Dirección General de Salud Pública ha abierto una investigación y se está estudiando la situación clínica de 150 personas «potencialmente expuestas al mismo producto durante los días 4 y 5 de agosto» en los establecimientos, en Eloy Gonzalo y Plaza de Zerolo.
Salud Pública ha dado aviso al Ayuntamiento de Madrid, que ha realizado este jueves una inspección sanitaria al establecimiento, que permanece cerrado desde este martes, y añade que sus representantes «están colaborando con la autoridad sanitaria».
Asimismo, la cadena Hundred asegura estar «en permanente contacto con los afectados para seguir su evolución».
Fuente: https://www.elmundo.es/madrid/2024/08/08/66b4d036e85ece89668b4586.html
Sustancias químicas en los alimentos
pueden estar presentes por contacto con el medio ambiente.
Ingredientes alimentarios regulados
Ciertas sustancias químicas se añaden a los alimentos por diversas razones técnicas, como mejorar su sabor o su vida útil o potenciar su valor nutricional.
- Aditivos alimentarios
- Enzimas alimentarias
- Aromatizantes
- Complementos alimenticios
- Productos de origen vegetal
Residuos de la cadena alimentaria
En ocasiones, los alimentos incorporan de forma no deliberada trazas de sustancias químicas como residuos de plaguicidas o aditivos utilizados en la alimentación animal por causa de los métodos de producción y preparación de los alimentos. Trazas de sustancias químicas procedentes de envases y de otros materiales que entran en contacto con los alimentos también pueden terminar involuntariamente en aquellos.
Contaminantes en alimentos y piensos
Los compuestos químicos naturales, como metales y nitratos, pueden estar presentes en diversas concentraciones en el medio ambiente, es decir, en el suelo, el agua y la atmósfera. También pueden aparecer como residuos en los alimentos debido a su presencia como contaminantes ambientales, como resultado de actividades humanas como la agricultura, la industria o los gases de escape de automóviles, o como resultado de la elaboración de alimentos como la cocción a alta temperatura. Las personas pueden verse expuestas a ellos en el entorno o mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados.
- Contaminantes químicos en alimentos y piensos
- Contaminantes ambientales
- Metales
- Hidrocarburos de aceites minerales
- Contaminantes naturales
- Contaminantes de procesos
Evaluación de sustancias químicas en los alimentos
El cometido principal de la EFSA consiste en llevar a cabo evaluaciones científicas de los riesgos vinculados a los posibles peligros asociados a la cadena alimentaria, incluidos los posibles riesgos que plantean las sustancias químicas en los alimentos. Nuestros científicos recurren a métodos reconocidos internacionalmente en sus evaluaciones del riesgo de sustancias químicas para ayudar a proteger la salud de los consumidores y de los animales y el medio ambiente. Hemos desarrollado un exhaustivo conjunto de buenas prácticas de evaluación de riesgos de las sustancias químicas para orientar a nuestros expertos y garantizar que nuestras evaluaciones respetan las normas científicas más exigentes, incluidos los siguientes temas:
Los alimentos que más te deshidratan sin que lo sepas
La ecuación es sencilla: si nuestro organismo pierde más agua de la que ingerimos, sobreviene la deshidratación. Un proceso directo que puede acelerarse si abusamos de determinados alimentos. ¿Quieres saber cuáles son?
La hidratación es absolutamente necesaria para la supervivencia, y el correcto funcionamiento de nuestro organismo compuesto, en su mayor parte, por agua. Por ello, mantener un nivel de líquidos equilibrado y correcto va a garantizar también el transporte de los nutrientes esenciales a todos los órganos y tejidos del cuerpo.
Pero es que una buena hidratación va a contribuir igualmente a facilitar las digestiones, a la evacuación de los desechos, a bajar la temperatura corporal, a lucir una piel radiante y a la depuración de toxinas tan imprescindible para mantener la salud. De manera natural, el agua de nuestro organismo cumple todas estas funciones.
Sin embargo, existen circunstancias en las que perdemos mayor cantidad de líquidos de la que ingerimos, por lo que se produce una peligrosa descompensación y nos exponemos a la temida deshidratación. El calor excesivo, la práctica de ejercicio intenso sin las debidas precauciones, algunos problemas de salud… pueden acelerar la deshidratación. Pero también pueden hacerlo determinados alimentos que es importante apartar de nuestra dieta.
Alimentos que contribuyen a nuestra deshidratación
De la misma manera que existen alimentos ricos en agua como el melón o la sandía, que rondan un 95 por ciento de líquido, también hay otros que pueden hacer que eliminemos líquidos de una manera fulminante. ¿Lo peor de todo? Que en la mayoría de los casos no nos damos cuenta, porque los tenemos asociados a nuestro estilo de vida.
1. Alcohol: el desestabilizador de los líquidos corporales
Aunque pudiéramos pensar que el alcohol es un líquido y, por tanto, aporta líquido a nuestro organismo, su efecto es bien diferente. Las personas que consumen bebidas alcohólicas con cierta asiduidad, aumentan la producción de orina. Como consecuencia, se van deshidratando sin darse cuenta. Por eso, es importante beber mucha agua si has consumido alcohol.
El alcohol tiene un efecto engañoso, puesto que actúa como factor deshidratante al inhibir la producción de la hormona HAD, de función diurética, y responsable de mantener el equilibrio de los líquidos corporales. Pero es que, además, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro encargada de enviar la señal a los riñones para que ‘guarden’ los líquidos.
Con la ingesta de alcohol, debemos tener en cuenta que vamos a perder cuatro veces más líquido del que ganamos. Esa es la razón por la que orinamos más y por la que horas después sobreviene la resaca. En estos casos, los expertos recomiendan ayudarse de bebidas para deportistas con soluciones electrolíticas, con el objetivo de reponer las sales y el potasio que se pierden tras la ingesta del alcohol.
2. Snacks salados: una trampa deliciosa con efecto rebote
Cuanta menos sal, mejor. Las patatas fritas y los innumerables snacks que se nos ofrecen en el mercado hoy en día, son productos cargados de calorías vacías, azúcares y que, para colmo, pueden provocar el efecto rebote debido a su gran contenido en sodio.
De la misma manera que pasa con el alcohol, consumir demasiados productos salados (también cuentan los frutos secos salados y tostados, menos saludables que crudos) contribuye a la deshidratación al incrementar la pérdida de agua a través de la orina.
Y aquí surge una paradoja: ¿por qué si el sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos a través de la ósmosis (regula el agua que llega a las células) provoca deshidratación? Esto sucede porque la sal provoca retención de líquidos, lo que incrementa el volumen sanguíneo y, por ello, la presión ejercida sobre las paredes de las arterias.
3. Salsas: un complemento a racionar (y mejor caseras)
También relacionado con su elevado aporte de sal, las salsas son un complemento de alimentación a tener en el radar, puesto que suelen contener saborizantes repletos de sodio.
Tanto la salsa de soja como el ketchup llevan, por regla general, mucha más sal de la aconsejada, con las consecuencias deshidratantes que ello puede conllevar. Para hacernos una idea, la salsa de soja puede llegar a contener hasta 900 miligramos de sodio en su composición, en tan solo una cucharada. Afortunadamente, existen salsas de soja bajas en sal.
Así pues, en el caso de las salsas, siempre va a ser recomendable que las hagamos en casa, para controlar esta variable que puede afectar de manera negativa a la hidratación natural que el organismo necesita.
4. Café: mejor con poca cafeína
El café con mucha cafeína, o demasiado cargado, ha demostrado que produce más ganas de ir al baño y, a través del exceso de orina, provocar deshidratación. Si vamos a tomarlo, el que es bajo en contenido de cafeína tiene la mitad de probabilidades de afectar a nuestra hidratación.
La explicación científica es que la cafeína, como sustancia química que es, es especialmente diurética cuando se consume a altas dosis. Sin embargo, si se consume con moderación, numerosos estudios revelan que hidrata igual que lo puede hacer el agua. Así pues, la clave en el caso del café está en la cantidad. Poco, hidrata; mucho… deshidrata.
5. Embutidos y carnes procesadas: ‘ladrones’ de las reservas líquidas
A menudo escuchamos hablar de lo poco recomendable que es el consumo habitual en nuestra dieta de las carnes rojas y los productos procesados como pueden ser los embutidos, que tanto éxito tienen en España.
En el caso de la hidratación, la prudencia es aún mayor, puesto que se trata de productos alimenticios elaborados con grasas, conservantes, y gran cantidad de sodio. Cuando hay mucha sal, y se va concentrando en el torrente sanguíneo, el cerebro recibe una señal de sed, lo que nos hará beber agua constantemente y orinar a menudo.
Al tratarse de alimentos altamente procesados son más difíciles de digerir sobre todo para el sistema digestivo, y es cuando optan por consumir gran parte de las reservas de líquido del organismo, desestabilizando el equilibrio natural.
Fuente: https://www.20minutos.es/salud/nutricion/alimentos-mas-deshidratan-sin-que-sepas-5628493/