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Cuidado con los mejillones: estás ingiriendo microplásticos cada vez que los comes

La contaminación plástica es una preocupación creciente y no solo porque el plástico sea difícil de reciclar o reutilizar, sino porque este plástico llega a contaminar a nuestros alimentos. Lo hace en forma de microplásticos, unas pequeñas partículas de productos derivados del petróleo que tienen entre 5 milímetros -la más grande- hasta una milésima parte de un milímetro.

Estas partículas cada vez son más comunes entre los alimentos que ingerimos, y están presentes en productos como la sal, el agua que bebemos -tanto de grifo como embotellada- la miel y la cerveza, por poner solo cuatro ejemplos.

No obstante, la mayor concentración de microplásticos la encontramos en los alimentos que obtenemos del mar, por la gran cantidad de plástico vertido en sus aguas.

Nuevo estudio en las costas catalanas

Los investigadores del Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) de la Universidad Rovira i Virgili (URV) han realizado un estudio, en colaboración de otras instituciones como la Universidad de Florencia y la Universidad de Barcelona, en la que el objetivo era recabar datos sobre la presencia de estos microplásticos en bivalvos cultivados en Catalunya.

Resultados preocupantes

Los resultados de dicha investigación presentan unos datos poco positivos: cada mejillón contiene 9 microplásticos en su interior. Otros bivalvos, como las ostras rizadas, las tallerinas y los berberechos, también contienen estas partículas.

Aunque se encuentran distintos tipos de microplásticos, como films o fragmentos, la gran parte de esta concentración de microplásticos son sobre todo fibras, pequeñas partículas compuestas en su gran parte por filamentos de materiales usados en la industria textil, como el poliéster o la celulosa sintética.

La presencia de estas fibras y otros tipos de partículas se deben a que, durante el proceso de alimentación de estos seres vivos, usan la filtración de agua para obtener nutrientes, momento en el que acumulan estos plásticos, como explica Joaquim Rovira, investigador del Departament de Ciències Mèdiques Bàsiques de la URV: «Escogimos estudiar a estos animales porque obtienen el alimento a base de filtrar el agua; esto hace que sean propensos a contener microplásticos, si es que existen en el medio donde viven».

Esta alta concentración de microplásticos en los mejillones, hace que, una persona que coma recurrentemente este marisco, llegue a ingerir hasta 8.000 microplásticos al año, según datos del 2022.

Microplásticos en el organismo humano

Las consecuencias de esta ingesta, a causa de su naturaleza sintética y no asimilable para el cuerpo humano, pueden traducirse en efectos negativos, provocando problemas de salud como alteración de la respiración o llegue a generar inflamaciones que deriven en problemas de genotoxicidad -daños en el material genético-.

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/salud/20241002/microplasticos-mejillones-peligro-salud-dv-108822634

Asturias trabaja en los cultivos del futuro, un campo verde y digital

El Principado ha desarrollado una red de ‘granjas demo’, donde investigadores, productores y empresas pueden ensayar la aplicación de las nuevas tecnologías al campo.

Asturias trabaja en un nuevo modelo de agricultura y ganadería que contribuya a combatir el cambio climático y a mejorar el desarrollo rural. La clave de la modernización del sector pasa por el desarrollo de proyectos singulares que buscan un sector agroalimentario innovador, eficiente y sostenible. Un campo verde y digital que se apoyan en las nuevas tecnologías de conectividad y en la inteligencia artificial.

Para este giro hacia la digitalización del campo asturiano, el Principado ha desarrollado una red de “granjas demo”, donde investigadores, productores y empresas pueden ensayar la aplicación de las nuevas tecnologías al campo. En estos equipamientos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) se realizan ensayos en vivo en el ámbito de producciones sostenibles, economía circular, adaptación al cambio climático, reducción de emisiones y mantenimiento de la biodiversidad, promoviendo la integración de la bioeconomía en la cadena de valor agroalimentaria.

Son seis granjas experimentales en el medio rural, repartidas en distintos puntos de la geografía asturiana, donde el Serida tiene sedes, representan distintas condiciones climáticas y diferentes ecosistemas y ocupan una superficie total de 400 hectáreas a disposición de la I+D+i agroalimentaria.

Cuentan con fincas y rebaños, y se complementan con invernaderos, cámaras de cultivo y laboratorios dotados de equipamientos científico-técnicos avanzados. En estas granjas demo se estudian y ensayan proyectos relacionados con genética vegetal, calidad de la carne, cultivos microbianos, robots y sensores para optimizar el control de los cultivos y el manejo del ganado, y para estudiar el impacto del sector en el efecto invernadero y cómo contribuir a combatir el cambio climático.

Entre otras acciones, por ejemplo, se desarrolla investigación relacionada con suplementos alimenticios para el ganado lechero, con el fin de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar el bienestar animal, y se llevan a cabo varios estudios enfocados en la conservación de los recursos genéticos de especies domésticas autóctonas.

Entre las propuestas que se plantean, figuran estrategias para mejorar la salud del suelo y el estudio de la adaptación al cambio climático de los cultivos característicos de la comunidad, como el manzano o la faba, mediante el desarrollo de nuevas variedades, portainjertos y técnicas de cultivo adecuadas, ámbitos en los que el Serida tiene amplia experiencia.

https://elpais.com/espana/2024-05-25/asturias-trabaja-en-los-cultivos-del-futuro-un-campo-verde-y-digital.html

Pimientos de Padrón: ¿por qué unos pican y otros no?

La gracia de este plato tiene mucho que ver con la ciencia: varios estudios han demostrado que el picor de este pimiento cambia en función de factores como la edad y el estrés de la planta.

*The Conversation

Actualizado a 18 de noviembre de 2023, 16:00

pimientos padrón
Shutterstock

Lo primero que debemos saber es que los pimientos que pican lo hacen porque contienen unas sustancias llamadas capsaicinoides. Este curioso nombre tiene su origen en el que se asignó a su género botánico, Capsicum, según algunos derivado del griego κάπτω (de engullir, supuestamente referido al picante), y según otros del latín capso (caja o cápsula, por el fruto).

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Sea como fuere, esta planta tiene su origen en América, de donde llegó a Europa traída por Colón. Hoy la especie cultivada más frecuente es Capsicum annuum L., pero unas variedades de pimiento contienen capsaicinoides, pican, y otras no.

A los pájaros no les pica

Que una variedad pueda picar o que no pique en absoluto depende fundamentalmente de que sea capaz de sintetizar esos capsaicinoides. Para ello, la planta ha de formar dos sustancias precursoras (la vanillilamina y el ácido 8-metil-6-nonenoico) a partir de los aminoácidos fenilalanina y valina, respectivamente.

A continuación, una enzima llamada capsaicina sintasa combina esos dos precursores para formar la capsaicina. Esta puede luego transformarse en otros capsaicinoides con estructuras variadas, pero todos ellos se caracterizan porque pican.

¡Ojo! Nos pican a los mamíferos, pero no a otros animales como, por ejemplo, los pájaros. Los mamíferos tenemos una proteína llamada TRPV1 que nos sirve para percibir diferentes estímulos, como la temperatura alta. Pero TRPV1 también se activa por los capsaicinoides, de ahí la sensación de calor que se siente tras comer un pimiento picante.

Las aves tienen una proteína TRPV1 diferente, que es insensible a los capsaicinodes. Por eso los pájaros pueden comer los pimientos sin que les piquen y dispersan sus semillas.

Para que un pimiento pique, tiene que estar en su ADN

En los pimientos, la síntesis de capsaicinoides está regulada a diferentes niveles. Un primer requisito es genético: la variedad de pimiento en cuestión debe presentar el alelo funcional del gen Pun1, que hace que la planta disponga de la capsaicina sintasa. Es el caso de la variedad Padrón, pero también de muchas otras como los jalapeños o los habaneros. Si tienen Pun1pueden picar.

Otro gen necesario para que los pimientos piquen es pAMT. Si presenta alguna alteración no se puede formar la vanillilamina, y entonces en lugar de capsaicinoides se forman capsinoides, que se parecen a los primeros pero que no pican.

La regulación genética, sobre todo por Pun1, es determinante, pero luego existe una regulación más fina de la ruta de síntesis en respuesta a diferentes factores.

La edad (y la temporada) también importa

El primer factor que regula el contenido en capsaicina es el desarrollo. La edad, tanto de la planta entera como del fruto, va a afectar al picor.

Una vez que el fruto cuaja, comienza a crecer, aumentando de tamaño con el tiempo. Conforme el fruto crece, la síntesis de capsaicina aumenta paulatinamente hasta que se vuelve rojo (maduro) y alcanza su máximo grado de picor. Así, un fruto más grande suele ser más picante que uno pequeño, puesto que generalmente tiene más edad y más capsaicina.

chili
Shutterstock

El pimiento bhut jolokia, procedente de la India, es el que más cantidad de capsaicina contiene, y por lo tanto, el más picante del mundo, según el Libro Guinness de los Récords Mundiales. 

No obstante, esta regla no es infalible. En la planta siempre hay algún fruto que crece poco y se queda pequeño aunque esté maduro.

Igualmente, la edad de la planta influye en el picor. A medida que la planta envejece, el contenido de capsaicina de sus frutos es cada vez mayor. Este es el motivo por el que los pimientos de Padrón pican más a final de temporada, entre finales de agosto y octubre.

No me estreses, que pico más

Por último, si la planta se estresa por algún motivo, aumenta la síntesis de capsaicina en sus frutos. Esto se ha observado en experimentos en los que se han aplicado a las plantas tratamientos en los que se alteraba algún factor ambiental.

Así, el exceso o déficit de agua (riego), el exceso o déficit de nutrientes (fertilización), las condiciones de salinidad, la infección por patógenos (enfermedades), etc. provocan que los pimientos piquen más.

Hay estudios que relacionan esta respuesta al estrés con las posibles funciones de los capsaicinoides para la planta. Por ejemplo, sus propiedades antimicrobianas podrían ser útiles frente a los patógenos que atacan al pimiento.

Y una vez emplatados…

En la práctica, cuando vamos a comer un plato de pimientos de Padrón es difícil saber con total seguridad si uno concreto va a picar o no.

Si no pica ninguno, puede que sean de una línea híbrida o seleccionada expresamente para que no pique, y probablemente no tengan el alelo funcional de Pun1. Si son auténticos, seguro que alguno picará. Pero esa es la gracia, disfrutar de una auténtica “ruleta gallega”, y que unos piquen y otros no.

José Díaz Varela, Catedrático de Universidad de Fisiología Vegetal, Universidade da Coruña

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/pimientos-padron-por-que-unos-pican-y-otros-no_21087

Plátanos modificados genéticamente con alto contenido en vitamina A para luchar contra la ceguera infantil en África.

Científicos australianos de la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT) han desarrollado plátanos modificados genéticamente que contienen una mayor cantidad de betacaroteno, precursor de la vitamina A. Un proyecto que lleva en marcha desde hace nueve años y que busca luchar contra la ceguera y las muertes a causa de la deficiencia de la vitamina A en niños de países en vías de desarrollo de África.

Según recoge Agro-Bio, James Dale, líder del equipo de investigadores, espera que en el año 2020 estas variedades de plátano enriquecidas con vitamina A puedan ser sembradas por los agricultores en Uganda, donde alrededor del 70% de la población sobrevive con esta fruta y cerca del 30% de los niños menores de cinco años sufren de deficiencia clínica de vitamina A.

“En el Este de África esta fruta se corta y se cuece al vapor y es uno de los alimentos básicos en muchos países de esta región, pero tiene unos niveles de micronutrientes muy bajos, particularmente de pro-vitamina A y de hierro”, explica Dale. La deficiencia de la vitamina A es la causa principal de ceguera infantil y es un problema especialmente en grave en África donde la gente tiene menos recursos

El investigador espera que después de que se realicen las pruebas de campo en Uganda, esta tecnología podría transferirse a países como Ruanda, algunas partes de la república democrática del Congo, Kenia y Tanzania. La biotecnología agraria no sólo permite la producción sostenible de alimentos, sino también permite ofrecer alimentos con mayor contenido nutricional para los consumidores.

fuente: Biotech

Los dos alimentos clave para vivir 100 años, según un famoso investigador

El investigador y escritor Dan Buettner, conocido popularmente como ‘el sabio de la longevidad’, lleva años investigando las conocidas como ‘zonas azules’. Es decir, los lugares del mundo donde se encuentran las personas más longevas que superan los 100 años de edad. En estas regiones, que fueron identificadas por los científicos y demógrafos, se han encontrado características específicas que dan lugar a una alta incidencia de casos de longevidad. La más cercana a España es la isla de Cerdeña, donde se utilizó por primera vez esta denominación de la mano de unos demógrafos que investigaron a los centenarios de Cerdeña.

En estas ‘zonas azules’ se han descubierto patrones alimenticios y estilos de vida que parecen ser la clave para una longevidad extraordinaria. Por lo que de ellas se pueden rescatar valiosas lecciones para quienes desean prolongar sus años. Y, en este sentido, se han seleccionado alimentos que pueden esconder la clave de la longevidad, según Buettner, como las alubias negras o frijoles y las nueces.

De hecho, Dan Buettner, que es conocido también por su documental en Netflix ‘Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules’, ha identificado, después de sus años de investigación, estos dos alimentos como determinantes para alargar la esperanza de vida.

El consumo regular de alubias negras o frijoles, según el investigador Buettner, está relacionado con la longevidad. Además, un estudio centrado en Japón, Suecia, Grecia y Australia ha demostrado que aquellas personas que más consumen esta legumbre tenían un 7% menos de riesgo de morir por cada 20 gramos que ingerían.

Y es que, las alubias negras tienen una alta concentración de fibra y proteínas, por lo que se ayuda a reducir la inflamación del tracto digestivo. Por otro lado, la sensación de saciedad que otorgan puede prevenir el sobrepeso, un factor de riesgo en enfermedades crónicas como las cardíacas.

Por otro lado, el consumo regular de alubias negras puede contribuir a la reducción de los niveles de colesterol LDL (colesterol ‘malo’) y triglicéridos en la sangre, gracias a su contenido en fibra soluble y antioxidantes. Estos efectos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mantener la salud del corazón.

Por otro lado, el alto contenido en minerales de como el calcio, magnesio y fósforo, hace que los frijoles sean beneficiosas para mantener huesos fuertes y prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis.

Por otro lado, las nueces, especialmente las de nogal son ricas en ácidos grasos Omega-3 y ácido linoleico, nutrientes que han demostrado tener efectos cardioprotectores y benefician a la longevidad de una persona.

Hay que destacar la multitud de beneficios que tienen las nueces. En un estudio realizado a más de 3.000 personas por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Institutos Nacionales de la Salud en Estado Unidos se observó que en comparación con los no consumidores, el consumo de nueces se asocia con menor riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV).

La nuez también es fuente de hierro, zinc, potasio, selenio, fósforo o magnesio, y vitaminas B1, B3 (niacina), folatos y vitamina B6. Así que su consumo diario o el incluirla en la dieta tiene muchos beneficios para la salud. Según los especialistas de la Clínica Mayo, contribuye a mantener una dieta cardiosaludable.

FUENTE:

Los dos alimentos clave para vivir 100 años, según un famoso investigador (msn.com)

Los dos alimentos que ayudan a alargar tu esperanza de vida hasta los 100 años, según este experto en longevidad (20minutos.es)

¿Cuáles son los mejores alimentos para el TDAH?

Si bien no existe una dieta definitiva para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, muchas fuentes afirman que ciertas dietas, alimentos y planes de alimentación pueden ayudar a reducir los síntomas.

Varios alimentos pueden afectar los niveles de energía y concentración. Por lo tanto, ciertas opciones pueden ser mejores para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Algunas investigaciones sugieren que seguir dietas específicas, como las dietas de eliminación, la dieta de pocos Alimentos y la dieta mediterránea, podría desempeñar un papel en el manejo del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

En este artículo, primero daremos un vistazo a los alimentos específicos que podrían mejorar o empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Luego, exploraremos lo que dice la investigación sobre dietas específicas para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Los mejores alimentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Ciertos alimentos son mejores para mantener estables los niveles de energía y azúcar en sangre, y mejorar la concentración. Estos alimentos pueden beneficiar especialmente a las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Lo siguiente puede ser particularmente útil:

Alimentos ricos en proteínas

Scrambled eggs, avocado and tomatoes on whole grain bread which may be recommended for an adhd diet
Los huevos y el pan integral pueden beneficiar a las personas con TDAH.

La proteína es esencial para la salud del cerebro, y juega un papel clave en la producción de químicos cerebrales llamados neurotransmisores.

Incluir proteínas en una comida también previene los picos en los niveles de glucosa en sangre. Algunas personas sugieren que estos picos aumentan la hiperactividad.

Algunos alimentos ricos en proteínas incluyen:

  • carnes y productos avícolas
  • pescados y mariscos
  • frijoles y lentejas
  • huevos
  • nueces

Carbohidratos complejos

Al igual que las proteínas, los carbohidratos complejos pueden ayudar a prevenir los picos de azúcar en la sangre.

Comer este tipo de carbohidratos también hace que la persona se sienta más llena por más tiempo, lo que puede evitar que coma alimentos ricos en azúcar.

Además, cuando las personas comen estos alimentos antes de acostarse, pueden fomentar un mejor sueño.

Los siguientes alimentos contienen carbohidratos complejos:

  • frutas
  • vegetales
  • pan y pasta integral
  • arroz integral
  • frijoles y lentejas

Vitaminas y minerales

Algunos estudios relacionan el trastorno de déficit de atención e hiperactividad con niveles bajos de ciertos micronutrientes, incluyendo hierro, magnesio, zinc, vitamina B6 y vitamina D.

Sin embargo, no está claro si estos niveles más bajos conducen al desarrollo de trastorno de déficit de atención e hiperactividad y si consumir más de estos nutrientes puede mejorar los síntomas.

No obstante, todos son nutrientes esenciales en la dieta, por lo que es poco probable que comer más alimentos que los contengan cause daño.

Puedes encontrar estos nutrientes en los siguientes alimentos:

  • hierro: carne de res, hígado, frijoles y tofu
  • zinc: carne, mariscos, frijoles y nueces
  • magnesio: semillas de calabaza, almendras, espinacas y maní
  • vitamina B6: huevos, pescado, maní y papas
  • vitamina D: pescado graso, hígado de res, yemas de huevo y alimentos fortificados

Ácidos grasos Omega-3

chia seeds and a spoon which contain omega 3 fatty acids
Las semillas de chía son una buena fuente de ácidos grasos omega-3.

Los ácidos grasos omega-3 son grasas esenciales que deben obtenerse de la dieta. Juegan un papel en la salud del corazón y del cerebro.

Los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden tener niveles reducidos de grasas omega-3. Algunas investigaciones sugieren que consumir más omega-3 puede ayudar a mejorar modestamente los síntomas.

Según una entrevista realizada por un grupo de organizaciones sin fines de lucro llamado Understood.org, los omega-3 pueden mejorar la atención, el enfoque, la motivación y la memoria de trabajo en niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Sin embargo, advierten que es necesaria más investigación y que los ácidos grasos omega-3 no son un sustituto de los medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Algunas fuentes de ácidos grasos omega-3 incluyen:

  • pescados grasos, como salmón y atún
  • nueces
  • semillas de chía
  • semillas de lino

Alimentos que debes limitar o evitar

Los adultos y los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden sentirse mejor si limitan o evitan lo siguiente:

Azúcar

Comer alimentos azucarados puede provocar picos y caídas de glucosa en sangre, lo que puede afectar los niveles de energía. Algunos cuidadores reportan un vínculo entre el consumo de azúcar y la hiperactividad en niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Si bien algunos estudios indican un vínculo entre el alto consumo de azúcar y bebidas endulzadas con una mayor prevalencia de diagnóstico de trastorno de déficit de atención e hiperactividad, otras investigaciones no encuentran la conexión.

Incluso si no mejora los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, limitar el consumo de azúcar es una opción saludable para todos, ya que puede reducir el riesgo de diabetes, obesidad y caries.

Otros carbohidratos simples

El azúcar es un carbohidrato simple o refinado.

Otros carbohidratos simples también pueden contribuir a cambios rápidos en los niveles de azúcar en la sangre y solo deben consumirse con moderación.

Los siguientes alimentos contienen carbohidratos simples:

  • caramelos
  • pan blanco
  • arroz blanco
  • pasta blanca
  • papas sin piel
  • chips
  • sodas
  • bebidas deportivas
  • papas fritas

Cafeína

Pequeñas cantidades de cafeína pueden beneficiar a algunas personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, algunas investigaciones sugieren que puede aumentar los niveles de concentración.

Sin embargo, la cafeína puede intensificar los efectos de ciertos medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, incluyendo cualquier reacción adversa que una persona pueda experimentar.

Los adultos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad deben limitar su ingesta de cafeína, especialmente si están tomando medicamentos para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Los niños y adolescentes deben evitar por completo el té, el café y los refrescos de cola.

Aditivos artificiales

Algunos niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad pueden beneficiarse al eliminar aditivos artificiales de sus dietas.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños eviten estos aditivos, particularmente los colorantes de los alimentos porque pueden empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Los aditivos artificiales también pueden interferir con las hormonas, el crecimiento y el desarrollo.

Muchos productos procesados y envasados contienen colorantes, sabores y conservantes artificiales, incluidos algunos:

  • cereales para el desayuno
  • caramelos
  • galletas
  • bebidas endulzadas
  • ponches de frutas
  • vitaminas para niños

Alérgenos

Algunos investigadores afirman que eliminar alérgenos potenciales, como el gluten, el trigo y la soja, puede mejorar la concentración y reducir la hiperactividad.

Sin embargo, eliminar estos alérgenos probablemente solo beneficie a aquellos que realmente tienen alergia o intolerancia. Considera discutir las alergias alimentarias con un médico o nutricionista antes de eliminar estos alimentos de la dieta.

Dietas para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Aunque no hay cura para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, muchas personas discuten sobre ciertas dietas o alimentos que creen que pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad, como la hiperactividad y la dificultad para concentrarse.

Las siguientes secciones analizan la investigación detrás de varias dietas que se cree que pueden reducir los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Una dieta de eliminación: Eliminar aditivos artificiales

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños eviten los aditivos artificiales, advirtiendo que podrían empeorar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Seguir una dieta que elimine aditivos implicaría no comer:

  • colores artificiales
  • sabores artificiales
  • conservantes
  • edulcorantes artificiales

Muchos cereales para el desayuno, caramelos y refrescos de soda contienen estos productos químicos.

A lo largo de los años, varios investigadores han estudiado los efectos de los aditivos en el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Según una revisión de 2017, eliminar aditivos puede tener un pequeño efecto sobre los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Los autores sugieren que los beneficios específicos también pueden extenderse a los niños sin la afección.

La dieta de pocos alimentos (Few Foods diet)

La dieta de pocos alimentos es una intervención a corto plazo que ayuda a las personas a determinar si ciertos alimentos empeoran sus síntomas de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Es altamente restrictiva e implica comer solo una pequeña cantidad de alimentos que es poco probable que provoquen una reacción adversa.

Si una persona nota una reducción en sus síntomas después de eliminar ciertos alimentos, esto sugiere que una alergia o intolerancia alimentaria podría estar empeorando sus síntomas de trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Después de comenzar con la dieta de pocos alimentos, las personas vuelven a introducir gradualmente otros alimentos y están atentas a una reacción.

Una revisión diferente de 2017 confirma que la dieta de pocos alimentos podría ayudar a los niños a identificar y eliminar los alimentos problemáticos.

La dieta de pocos alimentos es extremadamente restrictiva al principio. Por ejemplo, un plan de dieta implica comer solo cordero, pollo, papas, arroz, bananas, manzanas y vegetales crucíferos.

La dieta mediterránea

healthy mediterranean diet
La dieta mediterránea es segura para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

La dieta mediterránea es bien conocida por beneficiar la salud del corazón y el cerebro. Implica comer principalmente:

  • frutas
  • vegetales
  • granos integrales
  • legumbres
  • nueces
  • grasas saludables, como aceite de oliva

Algunas investigaciones sugieren que no seguir una dieta mediterránea está asociado con el diagnóstico de trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, los resultados no sugieren que una dieta mediterránea podría prevenir o tratar los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

No obstante, debido a los beneficios para otras áreas de la salud, es una dieta segura para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Otros consejos sobre la dieta

Los siguientes consejos sobre la dieta también pueden beneficiar a las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:

  • Comer porciones equilibradas. Trata de incluir una mezcla de vegetales, cereales integrales, proteínas y ácidos grasos omega-3 en la mayoría de tus comidas.
  • Programa horarios regulares para las comidas y los refrigerios, ya que la rutina es importante para los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
  • No te saltes las comidas, ya que esto podría provocar caídas de azúcar en la sangre y un consumo excesivo de comida chatarra.
  • Mantén a la mano muchos alimentos saludables para un refrigerio rápido, como frutas, nueces y verduras picadas.
  • Habla con un médico sobre la posibilidad de tomar un suplemento multivitamínico y multimineral, que puede ser especialmente útil para personas quisquillosas con la comida y personas con deficiencias de nutrientes.
  • Revisa todas las etiquetas de ingredientes en el empaque de los alimentos y evita aquellos que contienen aditivos artificiales y altas cantidades de azúcar.
  • Compra alrededor del perímetro de la tienda de comestibles, que es el lugar donde suelen estar los alimentos integrales mínimamente procesados.

Ejemplo de plan de alimentación para niños

Prueba el siguiente plan de alimentación saludable para niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:

Desayuno: huevos revueltos con tomates cherry sobre tostadas integrales y un pequeño batido hecho con leche; espinacas, banana, semillas de chía y fresas congeladas

Refrigerio: palitos de pepino y pimientos morrones con hummus

Almuerzo: una quesadilla de queso y frijoles con guacamole y salsa, y una rodaja de melón

Refrigerio: mezcla de frutos secos con nueces, almendras y bayas secas

Cena: croquetas de salmón hechas en casa, papa al horno y vegetales verdes

Postre (opcional): pudín de chocolate helado preparado con leche baja en grasa

Ejemplo de plan de alimentación para adultos

Este plan de alimentación saludable puede ser una buena opción para adultos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad:

Desayuno: aguacate y huevos sobre tostadas integrales, té de hierbas o café

Refrigerio: yogur con frutos rojos y semillas de chía

Almuerzo: ensalada con salmón al horno y quinoa sobre una base de lechuga, pepino y pimientos morrones, cubierta con semillas de girasol

Refrigerio: manzana en rodajas con mantequilla de maní

Cena: curry de pollo y verduras con arroz integral

Postre (opcional): 1 onza de chocolate negro de buena calidad y té de hierbas

Resumen

Algunas investigaciones sugieren que ciertas opciones de dieta pueden ayudar con algunos de los síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, la evidencia es limitada.

En general, la mejor dieta para las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad es la que los médicos recomiendan para la mayoría de las personas, una que sea rica en frutas, vegetales, cereales integrales, grasas saludables y proteínas magras. Debería incluir cantidades limitadas de grasas saturadas y comida chatarra.

Las personas con alergias o intolerancias a ciertos alimentos deben evitar los alimentos desencadenantes. Además, algunas personas requieren suplementos de vitaminas y minerales, aunque es importante hablar con un médico antes de tomarlos.

https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/dieta-para-tdah#resumen

¿Es la dieta sin gluten realmente más sana?

Eliminar el gluten de nuestra dieta sin que exista una necesidad clínica puede resultar en varias complicaciones. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y los cruces entre estos granos de forma natural.

Según muchos influencers, eliminarlo de la dieta podría ayudarnos a perder peso, comer más saludable o incluso mejorar nuestro rendimiento deportivo. No es sorprendente que, con mensajes así, la industria de alimentos sin gluten haya crecido notablemente en los últimos años, y se espera que esta tendencia continúe. Sin embargo, la creencia de que estos productos son más saludables no siempre es correcta. De hecho, si no se padece un trastorno relacionado con el gluten, consumir alimentos sin gluten no tiene influencia en la salud o incluso podría ser perjudicial si no se realiza con el correcto asesoramiento.

Una dieta sin gluten bien planificada no tiene por qué ser deficiente en nutrientes si se basa en alimentos no procesados como frutas, verduras, legumbres, lácteos, carnes y pescados, etc. teniendo en cuenta los gustos y el estado de salud del paciente. Sin embargo, abusar de productos manufacturados sin gluten puede alterar los niveles de colesterol o triglicéridos en la sangre, aumentar el peso de manera excesiva y elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares , así como el síndrome metabólico. Esto se debe a que estos productos pueden contener más grasas de baja calidad y azúcares simples y menos fibra que sus versiones con gluten. La estrategia de formular productos más dulces y palatables se utiliza para compensar la pérdida de la textura característica, ya que el gluten tiene un alto poder tecnológico y proporciona atributos positivos como esponjosidad, elasticidad y consistencia a los panes y masas horneadas.

Dietas hechas a medida

Un ambicioso e integrador estudio sanitario en todo Estados Unidos pretende predecir qué dietas proporcionarán la mejor nutrición en función de los genes, los microbios y el estilo de vida.

Los que tenemos al típico amigo o conocido que puede permitirse comer todos los días productos azucarados sin engordar ni un gramo, o un pariente que ha desarrollado una cardiopatía a pesar de evitar las grasas saturadas, sabemos que las recomendaciones dietéticas únicas no reflejan las distintas reacciones que tenemos ante los alimentos. Ahora, uno de los nuevos estudios más integradores y ambiciosos sobre dietas jamás realizados podría cambiar esta situación y aportar información que permita a los expertos adaptar por fin sus recomendaciones a cada persona.

A partir de esta primavera, 13 centros de Estados Unidos comenzarán a inscribir a 10 000 personas de edades y pesos muy diversos para determinar mejor los factores importantes que intervienen en lo que se denomina nutrición de precisión.

Durante la primera fase de la investigación, que durará dos semanas, se indicará a todos que coman como lo hacen habitualmente. En la segunda fase, se asignará a 1500 personas una de varias dietas con comidas enviadas directamente a sus casas. Y en la fase final, 500 personas elegidas del grupo más numeroso comerán mientras residen en un centro de investigación durante dos semanas. 

Este esfuerzo amplio y diverso «nos acercará un poco más a la posibilidad de ofrecer recomendaciones nutricionales más detalladas a grupos de personas», afirma Sai Krupa Das, científico especializado en metabolismo de la Universidad de Tufts.

Por qué es mejor que no te comas la comida quemada o demasiado tostada

¿A quién no le gusta un alimento crujiente? Unas patatas fritas crujientes o ese borde tostado de una pizza? Puede ser de lo más tentador, pero lo que no siempre sabemos es que esos alimentos que tanto nos gustan pueden ser perjudiciales para nuestro organismo cuando los consumimos en exceso.

Cuando cocinamos los alimentos y los exponemos a temperaturas elevadas o los dejamos cocinar demasiado hasta que se quemen o queden muy oscuros como resultado aparecen compuestos químicos potencialmente peligrosos. Uno de los más conocidos es la acrilamida, que es una sustancia que se forma cuando los alimentos ricos en almidón, como el pan, las patatas o los cereales, se exponen a temperaturas elevadas (superiores a los 120 ºC), en métodos de cocinado como freír, hornear o asar.

La acrilamida ha sido clasificada por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) como «probablemente carcinógena» para los humanos. Te preguntarás: ¿qué significa esto? Aunque no existe suficiente evidencia científica, existen indicios que indican que el consumo prolongado y en altas cantidades puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.

Además de la acrilamida, también debemos destacar otros compuestos peligrosos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las aminas heterocíclicas que se forman cuando cocinamos carnes a la parrilla o cuando freímos a temperaturas muy altas. Estos compuestos también se asocian a la aparición de enfermedades crónicas, especialmente aquellas relacionadas con el aparato digestivo.

Estos componentes se forman cuando cocinamos los alimentos a temperaturas elevadas como ocurre cuando freímos o hacemos una barbacoa. Siendo los alimentos ricos en hidratos de carbono especialmente susceptibles de que se forme la acrilamida cuando se exponen a más de 120ºC y en el caso de las carnes, cuando son cocinadas a la sartén o a la parrilla generando hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas heterocíclicas que también son perjudiciales par la salud.

La responsable de ese color dorado, olor y sabor tan característico de los alimentos tostados en la reacción de Maillard, que ocurre ciado los azúcares y aminoácidos de calientan juntos, aportando esa textura crujiente y tan característica, como por ejemplo la del pan tostado. Pero si esta reacción se prolonga en el tiempo, es cuando pueden aparecer compuestos peligrosos como son las acrilamidas.

Cuando cocinamos los alimentos y los exponemos a temperaturas elevadas o los dejamos cocinar demasiado hasta que se quemen o queden muy oscuros como resultado aparecen compuestos químicos potencialmente peligrosos. Uno de los más conocidos es la acrilamida, que es una sustancia que se forma cuando los alimentos ricos en almidón, como el pan, las patatas o los cereales, se exponen a temperaturas elevadas (superiores a los 120 ºC), en métodos de cocinado como freír, hornear o asar.

Un consumo esporádico de alimentos excesivamente tostados no va a tener un impacto grave sobre nuestra salud, sin embargo, un consumo prolongado de los mismos re relaciona con un mayor riesgo de cáncer, especialmente en el aparato digestivo e inflamación crónica que contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y alteraciones del sistema nervioso.

Así pues, la forma en la que conocimos los alimentos es importante también para mantener la salud. Controlar las temperaturas, elegir alimentos tostados pero no quemados y evitar cocciones a muy alta temperatura son claves para evitar que se formen estas sustancias peligrosas y además mantener las propiedades de los alimentos.

No se trata de demonizar técnicas de cocción pero si de elegir hasta qué punto está un alimento bien hecho o nos hemos pasado de cocción. La mejor opción será siempre dorado, no tostado.

El CIS ha preguntado por la tortilla de patata con o sin cebolla y los españoles lo tienen claro: ¿estás de acuerdo?

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en su último informe sobre las encuestas de Turismo y Gastronomía, ha preguntado por uno de los temas que más controversia desatan entre los amantes de la tortilla de patatas, uno de los platos típicos de nuestro país: ¿Es mejor con cebolla o sin cebolla?

En concreto, la institución ha preguntado a un total de 4.024 personas, tanto hombres como mujeres, españoles y de más de 18 años, para conocer su opinión sobre este ingrediente que, para muchos, es imprescindible en las tortillas de patata, mientras que para otros, los detractores de la cebolla, es completamente prescindible.

La respuesta es clara: sí, debe hacerse con cebolla. Así lo muestran los resultados de la encuesta, que han sido los siguientes:

  • Debe hacerse con cebolla: 71,8%
  • Debe hacerse sin cebolla 21,3%
  • Indistintamente: 6,5%
  • N.S., duda: 0,3%
  • N.C.: 0,1

Como se puede ver, en esta encuesta el debate queda cerrado, muy a favor de la tortilla de patata con cebolla, ya que solo un 21,3% de los encuestados ha manifestado que le gusta más la tortilla de patata sin cebolla, frente a un 71,8% que prefiere añadir este ingrediente a la elaboración.

¿Y tú que opinas?

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