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142 afectados por intoxicación alimentaria en el centro de refugiados estatal de Pozuelo

Ese día se sirvió un menú para la comida compuesto por fabes con verduras y filete de pollo y, para la cena, de sopa de tomate y roti de pollo a la española.

Migrantes comen en un centro de Madrid

La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid ha notificado un brote de intoxicación alimentaria en el Centro de Recepción, Atención y Derivación de Refugiados (CREADE) ubicado en Pozuelo de Alarcón, con 142 afectados hasta el momento entre los 600 expuestos, lo que supone una tasa de ataque del 23%.

Tras la correspondiente investigación, el origen de la gastroenteritis es alimentario y apunta «a deficiencias de importancia en relación con la manipulación de alimentos» servidos en el centro por el servicio de catering a cargo de los menús, según el informe del departamento que dirige Elena Andradas, al que tuvo acceso Europa Press.

El CREADE de Pozuelo, uno de los cuatro habilitados en España por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para la atención de migrantes, está gestionado por la Asociación comisión Católica Española de Migraciones (ACCEM). La empresa de catering ‘Concuidado Suma y Sigue’ es el proveedor alimentario del mismo.

El departamento dependiente de la Consejería de Sanidad tuvo conocimiento el pasado día 4 del brote de gastroenteritis «con inicio de los síntomas a partir de las 23 horas del día anterior». Ese domingo día 3 se sirvió un menú para la comida compuesto por fabes con verduras y filete de pollo y, para la cena, de sopa de tomate y roti de pollo a la española.

Los datos clínico-epidemiológicos y los resultados disponibles de las muestras testigo de alimentos analizados apuntan a un brote de origen alimentario por toxinas de ‘Bacillus cereus’ y ‘Clostridium perfringens’. «Durante la inspección, por motivo de la toxinfección alimentaria, se comprueba el incumplimiento de las normas establecidas en el ámbito de los alimentos y de la seguridad alimentaria», determina Salud Pública en su informe, remitido al Ministerio de Elma Saiz.

En este sentido, el departamento de Elena Andradas explica que los resultados de la inspección «orientan a deficiencias de importancia en relación con la manipulación de alimentos, «tal y como consta en el acta en poder del establecimiento ‘Concuidado Suma y Sigue'».

«Los afectados –de un total de 600 personas expuestas– presentaron un cuadro de gastroenteritis aguda autolimitada, que duró entre 24 y 48 horas y que no requirió ingresos hospitalarios», según figura en el informe realizado por Salud Pública, al que ha tenido acceso Europa Press.

https://www.elmundo.es/madrid/2024/11/15/6737467efc6c83d03f8b4594.html

¿Tiene beneficios masticar chicle?

Seguramente, todos hemos masticado chicle alguna vez en nuestra vida. Y muchos seguiremos manteniendo este hábito. ¿Resulta beneficioso o perjudicial para la dentición y la articulación temporomandibular?  Según asegura el Dr. Agustín Soria, odontólogo del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial y Odontología del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en un artículo publicado en el suplemento Bienestar, del diario ABC (lo puedes leer aquí),  mascar chicle «es beneficioso siempre y cuando no sea en exceso, tanto en el número diario como en la cantidad de chicles masticados de una vez», ya que hay que tener en cuenta, entre otras cosas, el tipo de azúcar que contiene y la consistencia o la dureza de la goma de mascar.

Una ingesta y masticación o trituración de alimentos no suele superar los 30 minutos, por lo que la masticación de un chicle no debería superarla tampoco, comenta el odontólogo, quien recuerda que la anatomía de nuestros dientes está diseñada para la trituración de alimentos y no para mascar o rumiar superficies planas, por lo que masticar chicle no resulta natural fisiológicamente hablando. Según este especialista, la goma de mascar tiene ventajas, pero también presenta inconvenientes.

Ventajas de masticar chicle
  • Actúa como efecto estimulante en la producción de saliva.
  • Reduce la acidez en la boca y el estómago debido al aumento del flujo salival.
  • Mineraliza los dientes gracias al calcio y al hierro.
  • Si presentan xilitol, inhibe el crecimiento de bacterias.
  • Mitiga el estrés.
  • Aumenta la concentración ya que incrementa el flujo de sangre en el cerebro.
  • Ayuda a ventilar el oído.
  • Suprime el apetito.
Inconvenientes de la goma de mascar
  • Efectos cariogénicos si contiene azúcares puros o en gran cantidad.
  • En exceso puede producir gastritis, cólicos y gases.
  • En exceso puede ocasionar abrasiones o desgastes dentales.
  • En exceso genera sobrecarga en la articulación temporomandibular.
  • En exceso provoca sobrecarga e hipertrofia muscular.
  • En exceso puede producir cefaleas.

Por último, el Dr. Manuel Villapún, responsable de la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Nuestra Señora del Rosario, apunta que “masticar chicle puede ser bueno para generar saliva o disminuir el sarro, pero sí que genera gases porque hace que deglutas más aire del habitual”.

Las infusiones, su origen y la restauración

La bebida más consumida en el mundo es la infusión, además del agua. Café, té u otras, las tomamos en casa y fuera de casa. Cafeterías y restaurantes nos ofrecen estos productos y la amplitud de la oferta es muy extensa, pero no siempre igual.

Una infusión en términos generales es la mezcla de raíces, flores, bayas, hojas, frutas o verduras con agua caliente, a fin de que éstas liberen sus propiedades y aromas. Las infusiones datan de hace miles de años, y si bien las recetas y los materiales para la preparación han evolucionado, aún se mantiene la esencia del concepto.  En lo que se refiere a la “invención” de las infusiones, la historia, depende de quien la escriba es una tanto, caprichosa.

Para algunos, la costumbre proviene de China. El descubrimiento de las hojas de té como bebida se atribuye al emperador Shen Nung. Bajo su mandato, toda el agua destinada para consumo humano debía ser obligatoriamente hervida antes del mismo por salubridad. Un día, mientras descansaba a la sombra de un árbol de té silvestre y esperaba a que su agua hirviese, unas hojas de té cayeron en la misma y se comenzó a hacer la infusión. El aroma hizo que el emperador reparase en ella y se decidiese a tomarla.

Para los hindús, el hallazgo del té como bebida fue obra del monje Bodhi-Dharma. Este realizaba largos viajes predicando la forma de budismo Zen, lo que le resultaba tremendamente agotador. Siguiendo el consejo de unos sabios decidió infusionar unas hojas del árbol que le habían recomendado (el del té) para recuperarse de su cansancio. Tras probar sus efectos, comenzó a utilizarlo como bebida medicinal.

He buscado y encontrado ambas leyendas. Ambas son muy bucólicas y místicas quizás. Pero nos damos cuenta, curiosamente, que el origen es el té y Asia. Pero si cruzamos el charco y nos vamos a las civilizaciones precolombinas, pueblos como káingango los guaycurúes, ya tomaban la yerba mate, que se sigue tomando en Sudamérica. O los mayas con el cacao. Aquí no se sabe la antigüedad, porque a la historia, no le interesaron ciertos orígenes. El café nos llega desde otro continente, África y, en teoría no tienen mucha relación unas cosas con otras, salvo que en todo momento estamos hablando de infusiones.

En cualquier caso. Lo cierto es que el ser humano ha buscado y busca en la naturaleza. Busca o encuentra. Más allá de la época o el lugar, la coincidencia existe y, las infusiones están ahí y los principios activos obtenidos han servido y sirven para relajar o estimular, para curar o para envenenar. Es el hombre el que elige el “para qué”. En la actualidad, las infusiones tienen mucho más que ver con el placer sensorial y el bienestar. Y tenemos a nuestro alcance muchos tipos y procedencias de infusiones.

Se estima que la más de la mitad de la población mundial consume tés e infusiones a diario, por ello, es común que estas ocupen un papel destacado en lo cotidiano. Los locales de restauración, bares, cafeterías, teterías, hoteles y restaurantes suelen tener para ofrecer a sus clientes. Las infusiones más comunes, además del café, son el té, la manzanilla o el poleo. Obviamente, dependiendo del local, hay muchas más. Pero, a pesar de ello, es muy curioso como cuando terminas de comer o cenar en un restaurante, te preguntan si quieres postre o café. Las infusiones están en un tímido segundo plano, aunque de café solo tengan un tipo y, de infusiones tengan una gama de 15 variedades.

Es probable que, añadiendo también las infusiones a la pregunta, estas se consuman más. Siempre y cuando el servicio de estas y su calidad estén acorde al del café. Solo acorde, no mejor. Esto es así porque, la empresas cafeteras, aparte de cuidar que su producto se ofrezca en las mejores condiciones, forman al personal del local en cuestión. Aroma, aspecto, temperatura… En las infusiones es muy poco común el ofrecer una formación correcta de como ofrecer el producto y preparar el producto.

Bebidas hipertónicas: ¿qué son y cuándo deberías consumirlas?

El mundo de las bebidas deportivas puede ser algo confuso. Sin embargo, cada una de ellas cumple un rol específico. Por ejemplo, las bebidas hipertónicas, más que darte poderes super especiales, están diseñadas para darte energía y reponer los electrólitos perdidos sobre la marcha.

Los líquidos corporales mantienen un equilibrio perfecto de electrólitos y agua tanto en el interior como en el exterior de la célula. La revista BMJ explica que, al romperse este equilibrio, se puede llegar a estados de deshidratación o hiperhidratación que ponen en peligro la salud del deportista.

Las bebidas se clasifican de acuerdo a su concentración de líquidos y sólidos en relación con el cuerpo humano. Las bebidas hipertónicas ofrecen una concentración de agua, azúcares y sales mayor que la sangre. Son ventajosas para ciertos tipos de ejercicios, pero hay que tener ciertos cuidados durante su administración.

¿Cuándo se usan las bebidas hipertónicas?

Las bebidas hipertónicas están formuladas para poder recargar el carbohidrato que almacena energía en el hígado y en los músculos, llamado «glucógeno». También pueden mantener un posible anabolismo y el equilibrio hidroelectrólitico. Incluso, por su característica hipertónica, pueden ser adicionadas de proteínas.

De acuerdo con un estudio en Journal of Applied Physiologyse utilizan como bebidas de recuperación después de un ejercicio intenso a bajas temperaturas. El glucógeno es limitado, pero se puede ahorrar al mantener el azúcar en sangre a través del aporte de glucosa.

A pesar de tener una tasa de absorción lenta, ayuda a reponer las reservas de glucógeno. El cuerpo tiende a absorber los líquidos de una forma más rápida que los alimentos sólidos.

Una investigación explica que, al añadir carbohidratos a la bebida y consumirla a un ritmo de 1 gramo por minuto, disminuye el uso del glucógeno almacenado en el hígado en un 30 %. Por eso, en ejercicios de esfuerzo, los carbohidratos de las bebidas energéticas mejoran el rendimiento del deportista.

¿Porqué se deben usar en ejercicios intensos, pero a bajas temperaturas?

Las bebidas hipertónicas tienen una concentración de carbohidratos superior al 8 %. Cuando se ingiere, el organismo libera agua para diluirla hasta que llegue a ser igual a la concentración del plasma. Esto puede causar deshidratación en el deportista.

Por tanto, las bebidas hipertónicas no están aconsejadas en situaciones en las que hace mucho calor o si el deportista suda en exceso. Están diseñadas para compensar el gasto energético a través de los carbohidratos, pero no un aporte excesivo de líquidos.

Por otra parte, la inclusión de proteínas se justifica para estimular la síntesis de estructuras musculares dañadas durante la práctica deportiva. También ayuda a producir más glucógeno cuando la disponibilidad de hidratos de carbono no es la correcta.

¿Qué cantidad de bebidas hipertónicas es conveniente consumir?

Cuando exista la necesidad de recuperar todos los nutrientes perdidos durante el ejercicio, se recomienda tomar 1 bebida hipertónica cuando finalice la sesión. Sin embargo, la cantidad puede variar en función de la ingesta realizada durante el ejercicio, el tiempo disponible para la recuperación o los objetivos planteados.

En general, la cantidad depende de la intensidad y la duración del ejercicio, así como de las condiciones climatológicas. En la revista Science & Sport señalan que el vaciamiento del estomago depende de varios factores, en especial de los sólidos disueltos en la bebida y su valor energético.

A partir de 600 mililitros, cuanto mayor es el volumen del contenido gástrico, más rápido es el vaciamiento. Así, a medida que el volumen disminuye el estomago, se vacía de manera más lenta.

Por tal motivo, para mantener un vaciamiento adecuado, lo idóneo es reponer las cantidades eliminadas mediante la ingestión de la bebida en repetidas ocasiones.

  • Se calcula una absorción intestinal óptima para el agua entre 600 a 800 mililitros, y 60 gramos para la glucosa.
  • Si se ingiere más de 1,2 litros de líquidos a la hora, los excedentes pueden acumularse y producir molestias intestinales.

¿Cuánto tarda el cuerpo en absorber cada bebida?

En una publicación de Medicine and Science in Sports and Exercise, un grupo de expertos deportivos definieron que la cantidad de hidratos de carbono que se debe suministrar en la bebida depende de lo siguiente:

  • El límite de utilización de la glucosa por el deportista, que está en 60 gramos por hora. La máxima cantidad que interesa suministrar se alcanza con 1200 mililitros de la bebida en 1 hora, siempre y cuando la solución contenga más de 8 % de carbohidratos.

El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda que las bebidas hipertónicas tengan un carbohidrato con alto índice glucémico para que se absorba de manera rápida hasta la sangre. Además, sostiene que la mejor utilización de la bebida se logra con un 75 % de una mezcla de glucosa, sacarosa, fructosa o maltodextrina.

  • El límite de vaciamiento gástrico y de la absorción intestinal de la bebida. El tiempo que tarda el estomago en vaciar 1 litro de líquido oscila entre 1 a 1,5 horas.

Diferencias entre las bebidas deportivas

Las bebidas con sales o electrolitos se utilizan para ejercicios de alto rendimiento; sus concentraciones pueden ser distintas y, por lo tanto, su aplicación en el deporte. Además de las bebidas hipertónicas, existen otras como las isotónicas y las hipotónicas. Veamos cuales son sus diferencias.

Las bebidas isotónicas tienen entre un 4 y 8 % de azúcares, y los electrólitos están a la misma presión osmótica que la sangre, es decir, 330 miliosmoles por litro. Cuando se ingiere, se absorbe de una vez en el intestino y pasa sin dificultad a la sangre. Por esto, sus componentes se asimilan de manera rápida y óptima.

Estas bebidas son ideales para ejercicios intensos, ambientes calurosos o cuando el deportista suda mucho. Ayuda a reponer líquidos, electrolitos y glucosa como fuente de energía. Otras ventaja son  las siguientes:

  • Retraso de la fatiga.
  • Disminución del riesgo de calambres.
  • Mejor rendimiento.
  • Proceso de recuperación acelerado.

En las bebidas hipotónicas, la concentración de sales es inferior a la del plasma sanguíneo. Son ideales para ejercicios moderados o de baja intensidad, con poca sudoración, que duren menos de 1 hora y no se requiera un aporte extra de electrólitos.

¿Puedo reemplazar la bebida hipertónica por otra bebida energética?

En las hipotónicas no se requieren los carbohidratos. El agua de coco joven es un buen ejemplo, ya que contiene menos de 4 % de azúcar, e hidrata de manera rápida. Por ello, es suficiente para reponer líquidos antes, durante y después del ejercicio.

Hay que tener en cuenta que cada bebida cumple una función específica, en función de la exigencia y el tipo de ejercicio de alto rendimiento. Las bebidas hipertónicas están formuladas con más de 8 % de carbohidratos y electrolitos. Su función principal es recargar energía más que hidratar.

Por lo anterior, su ingesta se recomienda para recuperar la energía gastada durante el ejercicio de alto rendimiento a bajas temperaturas. De hecho, lo ideal es asesorarse primero con un nutricionista y experto en deporte. Un jugo concentrado de naranja o zanahoria con una pizca de sal son excelentes ejemplos de bebidas hipertónicas naturales.

El Observatorio de la Cadena Alimentaria constata que el gasto en alimentación crece por debajo de la inflación

El pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria ha constatado hoy, en su vigésima reunión, que el incremento del gasto en alimentación hasta el mes de agosto es inferior a la tasa de inflación, debido a la estabilización de los precios producida sobre todo en los meses de verano.

El pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, en el que están representados la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y todos los eslabones de la cadena alimentaria y que ha presidido la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Ana Rodríguez, ha analizado la evolución de los precios, los hábitos de consumo y las iniciativas regulatorias del sector agroalimentario.

El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación ha presentado un análisis exhaustivo del consumo de alimentos hasta agosto de 2024 en el que, además de constatar que el gasto en alimentos evoluciona por debajo del índice de inflación, refleja que el consumo en el hogar ha crecido ligeramente menos que el realizado fuera de él.  Así, el estudio subraya una estabilización en el alza de precios, con semanas de reducción de los índices medio durante el verano, especialmente en julio y agosto, donde se registraron variaciones del 1,4 % y -0,1 %, respectivamente.

Los precios de productos básicos como la leche, los huevos, el pan fresco, las legumbres y el arroz en segundo trimestre del año fueron más bajos que en el mismo periodo de 2023. Destacan los descensos en productos frescos, especialmente hortalizas.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha presentado un informe sobre la evolución de los precios al consumo hasta octubre, mes en el que la inflación se situó en el 1,8 %, tres décimas más que en septiembre, debido principalmente al incremento de los carburantes y, en menor medida, de la electricidad y el gas. La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y productos energéticos, aumentó una décima y se situó en el 2,5 %.

REFORMA DEL REGLAMENTO DE TRTANSPARENCIA

Entre las novedades regulatorias en el sector, el ministerio ha anunciado una modificación del Reglamento 2017/1185 para mejorar la calidad y la eficiencia en la recolección de datos. Entre otros cambios, las notificaciones de los precios minoristas pasarán de ser semanales a mensuales y se actualizarán los reportes de precios y producción en sectores específicos como el vino, las frutas y las hortalizas.

El ministerio ha informado también sobre la puesta en marcha del Observatorio Europeo de Costes y Márgenes, recientemente constituido por la Comisión Europea como una de las medidas de respuesta para mejorar la situación de agricultores y ganaderos, y del que España es parte activa. Este órgano, que ya ha celebrado dos reuniones, se centra en el análisis de costes de producción, márgenes y prácticas comerciales en seis áreas clave. Además, ha revisado metodologías de cálculo de costes y márgenes de referencia en países como Alemania y Francia y ha analizado también el impacto y la recuperación tras el pico inflacionario generado por la invasión rusa de Ucrania.

En el pleno de hoy se ha presentado la nueva configuración de la página web del observatorio, diseñada para ofrecer un acceso más directo a los datos y documentos relevantes. La web contará con tres apartados: información básica, contenidos abordados en los plenos y memorias anuales, y estudios específicos e índices de precios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Durante la sesión, se ha destacado la relevancia del observatorio como un foro esencial para el diálogo y la transparencia, promoviendo un análisis detallado de la situación del mercado y el intercambio de información entre agentes clave.

Descubre el árbol «Frankenstein» capaz de producir hasta 40 tipos de frutas diferentes, ¿dónde está y cuáles son?

El árbol Frankenstein, también llamado el árbol de las cuarenta frutas, es una creación natural que nació como una manifestación artística en pro de la conservación del medio ambiente y como un compromiso científico.

Aunque popularmente se le conoce como el árbol Frankenstein, su apariencia es mucho más hermosa que la del terrorífico monstruo nacido de la mente de Mary Shelley. La verdad es que esta especie no tiene un nombre propio, simplemente se le llama «el árbol de las 40 frutas».

¿Cómo y por qué nació esta idea?

Esta idea se gestó el año 2008 por Sam Van Aken, profesor de artes de la Universidad de Syracuse, en el estado de Nueva York. El objetivo del escultor fue crear una obra que trascienda el arte, la agricultura y la conservación.

Él lo define como una cápsula viviente de biodiversidad, nacida para conservar y sensibilizar sobre la pérdida de diversidad de las frutas que consumimos.

La elección del número 40 no es aleatoria. Según Van Aken, se eligió porque en las religiones occidentales se utiliza como un número incuantificable, como sinónimo de una multitud, por lo que está relacionada con una de las razones por las que él, un profesor de arte nacido en una granja familiar, inició este proyecto: crear conciencia sobre la pérdida de la diversidad en la alimentación.

“Hace 100 años, en los Estados Unidos se cultivaban 2.000 variedades de melocotones, casi 2.000 de ciruelas y casi 800 de manzanas. Hoy solo queda una fracción de estas y se encuentran amenazadas por la industrialización de la agricultura, las enfermedades y el cambio climático”, sostuvo Van Aken.

Pero, ¿cómo resulto la magia de Frankenstein?

Esta cantidad de árboles reducidos a una especie, fueron creados a base de injertos, una técnica conocida desde la antigüedad que consiste en hacer crecer un fragmento de una planta sobre el tronco de otra, consiguiendo que los tejidos de ambas se junten en el punto de unión y, como consecuencia, que el injerto pueda desarrollarse absorbiendo los nutrientes de forma indirecta.

El resultado es un árbol que puede dar flores y frutos de tantas variedades como injertos se le puedan realizar y que además tiene otras funciones. Por una parte, perpetuar y extender las variedades de fruta que resultan más apetecibles, productivas o resistentes y por otra, que cumpla una función adaptativa: puesto que es el tronco el que está en contacto con el suelo.

Para producir cada uno de estos árboles han sido necesarios varios años: los injertos se realizan en primavera, pero hay que esperar un año entero para comprobar si el proceso ha tenido éxito, dos o tres, para que empiecen a dar frutos y hasta ocho para completar un árbol de 40 frutas.

¿Qué tipo de árboles produce Frankenstein?

Los árboles cultivados por el profesor Van Aken, son pertenecientes al género Prunus, que agrupa entre otras especies a los melocotoneros, ciruelos, cerezos y albaricoqueros; cada una de ellas con cientos o miles de variedades.

Durante gran parte del año, parecen árboles como otro cualquiera, pero al llegar la primavera florecen con diversas tonalidades de color blanco y rosado. El mayor espectáculo llega en verano, cuando las flores dan paso a 40 variedades distintas de melocotones, ciruelas, cerezas, nectarinas y albaricoques.

Fuente: Descubre el árbol «Frankenstein» capaz de producir hasta 40 tipos de frutas diferentes, ¿dónde está y cuáles son?

De la carbofobia al entrenamiento en ayunas o el ‘pesocentrismo’: seis mitos comunes en nutrición

«Todo el mundo sabe de alimentación, política y fútbol», bromea Ismael Galancho. El nutricionista de deportistas de élite lucha contra la desinformación en redes sociales y los titulares engañosos con sentido común. Aquí los errores que ve en consulta.

Si tuviera que hacer un listado de creencias equivocadas, Ismael Galancho (Málaga, 11 de noviembre de 1984) enumeraría este listado, aunque haya muchas más.

Desde el nuevo centro Real Healthness, ubicado en Madrid, donde coordina el área de nutrición y a un equipo, este especialista en planificación nutricional, escritor, docente en varias universidades, dietista clínico deportivo de una larga lista de personajes influyentes, preparador físico, investigador y divulgador miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) defiende un enfoque flexible y ayuda a desmitificar creencias o confiar en dietas milagro.

Su mejor aval son personajes en la élite como Leo Messi y su mujer, Antonella Rocuzzo, los futbolistas Enzo Fernández y Jesús Gámez y numerosos atletas, además de otro tipo de perfiles como el presentador Jorge Fernández.

1. SI OMITO UNA COMIDA, BAJO DE PESO

Seguro que has leído alguna vez que ‘comer varias veces al día no permite que el cuerpo queme grasa’. Pero también habrás leído que ‘comer varias veces al día acelera el metabolismo’. Dos casos contradictorios. ¿Cómo es posible? En el primero, se justifica mediante la idea de que no estamos permitiendo al cuerpo desprenderse de sus reservas. En el segundo, que el organismo tiene que trabajar más para digerir y, por lo tanto, se acelera. ¿A quién creemos? Se trata de reduccionismo, en palabras de Galancho, porque la ecuación calorías que entran por las que salen no es tan simple como parece.

El hecho fisiológico es sencillo: engordamos porque comemos más de lo que estamos gastando. «En nutrición siempre se dice que la clave para adelgazar es menos plato y más zapato, es decir, comer menos y moverte más para que consumo y gasto equilibren la balanza. Entonces, la gente cierra el pico y hace más deporte para generar un déficit calórico. Significa consumir menos calorías de las que el cuerpo gasta, obteniendo un balance negativo que consigue la pérdida de peso». Pero, ¿qué pasa entonces?

«Que nuestro cuerpo está diseñado para sobrevivir y actúa en consecuencia. El balance y la termodinámica energética son extremadamente complejas y se ven afectadas por multitud de factores. Cuando nuestro consumo es menor a lo que el cuerpo está acostumbrado habitualmente, el gasto también es menor, no se rinde igual y esto se empieza a complicar. Además, para que no perdamos músculo, sino grasa, debe estar todo muy planificado y adaptado a la persona en particular».

2. CONFUNDIR CALÓRICO CON SALUDABLE

Galancho muestra tres desayunos. Uno es un porridge de avena con frutos rojos y frutos secos. Otro es pan con mantequilla y mermelada y el tercero un donuts con leche chocolateada. ¿Cuál tiene más kilocalorías? «Exactamente las mismas, 480. Pero no son igual de saludables», responde.

Hay alimentos muy saludables pero muy calóricos. Pone el ejemplo de las nueces, el aguacate, al aceite de oliva virgen extra… También hay alimentos poco calóricos que no son nada saludables, como los refrescos light, salsas y aderezos bajos en calorías que suelen contener aditivos y colorantes artificiales, además de carecer de nutrientes esenciales. Por tanto, un error muy común, según el nutricionista, es confundir calórico con saludable. «Densidad energética no equivale a densidad nutricional. Hay comida poco calórica que aporta menos saciedad, aunque sea más palatable, adictiva, más económica y lleve un marketing engañoso. Además, liberas dopamina y te hace querer más».

El nutricionista cree que aprender a leer etiquetas de alimentos debería ser una asignatura en el colegio. «No soy partidario de las dietas muy estrictas porque fracasan en el 99% de los casos. Prefiero una alimentación flexible y hacer un 80%-20% para que se pueda disfrutar de la vida, generar adherencia a largo plazo a los hábitos saludables y evitar efectos rebote donde gano y pierdo peso todo el tiempo, porque eso daña el metabolismo».

3. CARBOFOBIA

¿Engordan los carbohidratos? «No, de nuevo volvemos al balance energético: lo que va a definir la pérdida de peso es el gasto calórico en el cómputo global del día y no un macronutriente esencial. El cuerpo es como una cuenta de ahorro. Da igual los billetes si el valor es el mismo. Al final lo que importa es el sueldo con el que cuentas para gastar en ese mes. Si gastas más de lo que ganas o menos y ahorras».

De ahí que no engorde más un arroz por la noche que a mediodía. «Tiene las mismas calorías, no se altera, la diferencia es si luego vas a quemar ese arroz o te vas a la cama directo. Por la noche hay mayor resistencia a la insulina». Que se eleve la glucosa cuando comemos es un hecho fisiológico, explica. «¿Tendría sentido decir que el ejercicio físico es malo porque aumenta la frecuencia cardiaca y esto puede provocar un infarto? Al final lo que se hace es evitar los alimentos que aumentan la glucosa y gana la carbofobia, con errores tan grandes como que la fruta es mala porque sube la glucosa».

El problema con el miedo a los carbohidratos es que mucha gente se lanza a las dietas keto sin conocimiento. «Gran porcentaje del peso perdido es agua. Y otro error común es que hay personas que mojan el plátano en crema de cacahuete (grasa) para aplanar la curva de glucosa y eso conduce a más obesidad». No todos los carbohidratos son iguales, indica. «A diferencia de los cereales refinados, que han sido procesados para eliminar el salvado y el germen, los cereales integrales conservan todos sus componentes naturales y son reconocidos por su perfil nutricional superior».

4. ENTRENAR EN AYUNAS PARA PERDER GRASA

Se suele recurrir al ayuno como estrategia para comer menos. Resulta fácil reducir la ventana de ingesta y que, si además te vas a entrenar, quemes grasa almacenada. «Pero hay personas a las que el ayuno les genera mucha ansiedad. Piensan que tienen que cumplir 16 horas a rajatabla y llegan a la comida con tantas ganas que se comen todo lo que no han ingerido durante la mañana». Tampoco es la estrategia más óptima si tu objetivo es aumentar la masa muscular, puntualiza. «El ayuno no es ni bueno ni malo, sino una herramienta que puede ser útil o no para según qué persona, con un estilo de vida y unas necesidades».

Hay personas a las que una merienda les va a ir mejor para no llegar con tanta hambre a la cena y otras que prefieren comer tres veces al día. Deportistas que trata Galancho entrenan mejor en ayunas y otros tienen consecuencias negativas, como amenorrea por falta de nutrientes, porque atletas que entrenan muchas horas necesitan una mayor ingesta y con el ayuno se les dificulta. «Entrenar en ayunas no tiene un impacto significativo. Mientras que haces ejercicio quemas grasa, sí, pero no tiene por qué ser del tejido adiposo, y luego el resto del día el cuerpo compensa y quema menos. Que un hecho se de fisiológicamente no expresa en qué magnitud se da», asevera.

5. DEJAR DE TOMAR LÁCTEOS Y GLUTEN


BIENESTAR

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De la carbofobia al entrenamiento en ayunas o el ‘pesocentrismo’: seis mitos comunes en nutrición

«Todo el mundo sabe de alimentación, política y fútbol», bromea Ismael Galancho. El nutricionista de deportistas de élite lucha contra la desinformación en redes sociales y los titulares engañosos con sentido común. Aquí los errores que ve en consulta

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Existe mucha mitología en nutrición, y uno de los grandes errores es pensar que todos los carbohidratos son iguales.
Existe mucha mitología en nutrición, y uno de los grandes errores es pensar que todos los carbohidratos son iguales.Shutterstock

Cristina Galafate

Cristina Galafate

Actualizado Sábado, 26 octubre 2024 – 02:40

Si tuviera que hacer un listado de creencias equivocadas, Ismael Galancho (Málaga, 11 de noviembre de 1984) enumeraría este listado, aunque haya muchas más.

Desde el nuevo centro Real Healthness, ubicado en Madrid, donde coordina el área de nutrición y a un equipo, este especialista en planificación nutricional, escritor, docente en varias universidades, dietista clínico deportivo de una larga lista de personajes influyentes, preparador físico, investigador y divulgador miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) defiende un enfoque flexible y ayuda a desmitificar creencias o confiar en dietas milagro.

Su mejor aval son personajes en la élite como Leo Messi y su mujer, Antonella Rocuzzo, los futbolistas Enzo Fernández y Jesús Gámez y numerosos atletas, además de otro tipo de perfiles como el presentador Jorge Fernández.

1. SI OMITO UNA COMIDA, BAJO DE PESO

Seguro que has leído alguna vez que ‘comer varias veces al día no permite que el cuerpo queme grasa’. Pero también habrás leído que ‘comer varias veces al día acelera el metabolismo’. Dos casos contradictorios. ¿Cómo es posible? En el primero, se justifica mediante la idea de que no estamos permitiendo al cuerpo desprenderse de sus reservas. En el segundo, que el organismo tiene que trabajar más para digerir y, por lo tanto, se acelera. ¿A quién creemos? Se trata de reduccionismo, en palabras de Galancho, porque la ecuación calorías que entran por las que salen no es tan simple como parece.

El hecho fisiológico es sencillo: engordamos porque comemos más de lo que estamos gastando. «En nutrición siempre se dice que la clave para adelgazar es menos plato y más zapato, es decir, comer menos y moverte más para que consumo y gasto equilibren la balanza. Entonces, la gente cierra el pico y hace más deporte para generar un déficit calórico. Significa consumir menos calorías de las que el cuerpo gasta, obteniendo un balance negativo que consigue la pérdida de peso». Pero, ¿qué pasa entonces?

«Que nuestro cuerpo está diseñado para sobrevivir y actúa en consecuencia. El balance y la termodinámica energética son extremadamente complejas y se ven afectadas por multitud de factores. Cuando nuestro consumo es menor a lo que el cuerpo está acostumbrado habitualmente, el gasto también es menor, no se rinde igual y esto se empieza a complicar. Además, para que no perdamos músculo, sino grasa, debe estar todo muy planificado y adaptado a la persona en particular».

2. CONFUNDIR CALÓRICO CON SALUDABLE

Hay alimentos que son muy densos nutricionalmente pero tienen muchas calorías y al contrario. Las calorías no deben ser el indicador de salud del plato.
Hay alimentos que son muy densos nutricionalmente pero tienen muchas calorías y al contrario. Las calorías no deben ser el indicador de salud del plato.Shutterstock

Galancho muestra tres desayunos. Uno es un porridge de avena con frutos rojos y frutos secos. Otro es pan con mantequilla y mermelada y el tercero un donuts con leche chocolateada. ¿Cuál tiene más kilocalorías? «Exactamente las mismas, 480. Pero no son igual de saludables», responde.

Hay alimentos muy saludables pero muy calóricos. Pone el ejemplo de las nueces, el aguacate, al aceite de oliva virgen extra… También hay alimentos poco calóricos que no son nada saludables, como los refrescos light, salsas y aderezos bajos en calorías que suelen contener aditivos y colorantes artificiales, además de carecer de nutrientes esenciales. Por tanto, un error muy común, según el nutricionista, es confundir calórico con saludable. «Densidad energética no equivale a densidad nutricional. Hay comida poco calórica que aporta menos saciedad, aunque sea más palatable, adictiva, más económica y lleve un marketing engañoso. Además, liberas dopamina y te hace querer más».

El nutricionista cree que aprender a leer etiquetas de alimentos debería ser una asignatura en el colegio. «No soy partidario de las dietas muy estrictas porque fracasan en el 99% de los casos. Prefiero una alimentación flexible y hacer un 80%-20% para que se pueda disfrutar de la vida, generar adherencia a largo plazo a los hábitos saludables y evitar efectos rebote donde gano y pierdo peso todo el tiempo, porque eso daña el metabolismo».

3. CARBOFOBIA

Muchas personas que retiran los hidratos ignoran que no todos son iguales o se centran en tomar grasa sin control.
Muchas personas que retiran los hidratos ignoran que no todos son iguales o se centran en tomar grasa sin control.Shutterstock

¿Engordan los carbohidratos? «No, de nuevo volvemos al balance energético: lo que va a definir la pérdida de peso es el gasto calórico en el cómputo global del día y no un macronutriente esencial. El cuerpo es como una cuenta de ahorro. Da igual los billetes si el valor es el mismo. Al final lo que importa es el sueldo con el que cuentas para gastar en ese mes. Si gastas más de lo que ganas o menos y ahorras».

De ahí que no engorde más un arroz por la noche que a mediodía. «Tiene las mismas calorías, no se altera, la diferencia es si luego vas a quemar ese arroz o te vas a la cama directo. Por la noche hay mayor resistencia a la insulina». Que se eleve la glucosa cuando comemos es un hecho fisiológico, explica. «¿Tendría sentido decir que el ejercicio físico es malo porque aumenta la frecuencia cardiaca y esto puede provocar un infarto? Al final lo que se hace es evitar los alimentos que aumentan la glucosa y gana la carbofobia, con errores tan grandes como que la fruta es mala porque sube la glucosa».

El problema con el miedo a los carbohidratos es que mucha gente se lanza a las dietas keto sin conocimiento. «Gran porcentaje del peso perdido es agua. Y otro error común es que hay personas que mojan el plátano en crema de cacahuete (grasa) para aplanar la curva de glucosa y eso conduce a más obesidad». No todos los carbohidratos son iguales, indica. «A diferencia de los cereales refinados, que han sido procesados para eliminar el salvado y el germen, los cereales integrales conservan todos sus componentes naturales y son reconocidos por su perfil nutricional superior».

4. ENTRENAR EN AYUNAS PARA PERDER GRASA

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Se suele recurrir al ayuno como estrategia para comer menos. Resulta fácil reducir la ventana de ingesta y que, si además te vas a entrenar, quemes grasa almacenada. «Pero hay personas a las que el ayuno les genera mucha ansiedad. Piensan que tienen que cumplir 16 horas a rajatabla y llegan a la comida con tantas ganas que se comen todo lo que no han ingerido durante la mañana». Tampoco es la estrategia más óptima si tu objetivo es aumentar la masa muscular, puntualiza. «El ayuno no es ni bueno ni malo, sino una herramienta que puede ser útil o no para según qué persona, con un estilo de vida y unas necesidades».

Hay personas a las que una merienda les va a ir mejor para no llegar con tanta hambre a la cena y otras que prefieren comer tres veces al día. Deportistas que trata Galancho entrenan mejor en ayunas y otros tienen consecuencias negativas, como amenorrea por falta de nutrientes, porque atletas que entrenan muchas horas necesitan una mayor ingesta y con el ayuno se les dificulta. «Entrenar en ayunas no tiene un impacto significativo. Mientras que haces ejercicio quemas grasa, sí, pero no tiene por qué ser del tejido adiposo, y luego el resto del día el cuerpo compensa y quema menos. Que un hecho se de fisiológicamente no expresa en qué magnitud se da», asevera.

5. DEJAR DE TOMAR LÁCTEOS Y GLUTEN

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¿Son buenos o malos los lácteos y el gluten? «Para alérgicos, no, porque tienen una respuesta del sistema inmunológico que identifica erróneamente una proteína en ese alimento como una amenaza. Para intolerantes, tampoco, porque existe una dificultad para metabolizar ciertos nutrientes. Pero el resto de población no tiene por qué retirarlos«.

Según el nutricionista, el origen de esta confusión en la que hay personas que retiran el pan o la leche de la dieta es un concepto erróneo de la inflamación. «Que te den flatulencias o distensión por tomar legumbres no quiere decir que estés inflamado. Son ricas en fibra, que puede causar gases aunque sea buena para la salud, y se fermentan por las bacterias intestinales y puede haber un desbalance en tu microbiota». Respecto a los lácteos, tenemos mensajes de que son imprescindibles porque aportan calcio pero también que no hay otro mamífero que los tome tras el destete, en su vida adulta. «No solo se tiene que ver un componente del alimento, sino al completo. Hay otras fuentes de calcio y algunos frutos secos y verduras, por ejemplo, tienen más calcio que un vaso de leche».

Si no quieres tomar un alimento porque eres vegano o no te gusta, estás en tu derecho, pero ten en cuenta que retirándolo mucho tiempo puedes hacerte un flaco favor. «Tu cuerpo deja de producir esas enzimas y te sentará fatal si vuelves a introducirlo. Por eso yo siempre digo: No consumas mucho de poco, consume poco de mucho».

6. PESOCENTRISMO

Galancho vuelve a las diapositivas y muestra un cuerpo de 64 kilos y otro de 65. A priori, el de 64 sería más delgado y, por tanto, lo preferiríamos. Sin embargo, a simple vista se puede observar que el de 65 kilos luce mucho más saludable, con menos porcentaje de grasa y más tonificado.

«Nuestra salud depende de una composición corporal más allá de la estética aparente. Todas las enfermedades dependen de eso. Yo puedo ser muy delgado y tener nula masa muscular y parámetros de análisis muy malos. No por pesar poco voy a ser más saludable. Por eso, centrarse en un número que indica la báscula no nos da la información suficiente sobre la salud de esa persona».

El tradicional Índice de Masa Corporal (IMC), una medida que se utiliza para evaluar si una persona tiene un peso saludable en relación con su altura, es «absurdo» para el nutricionista. Se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros al cuadrado. «No tiene en cuenta factores como la masa muscular o la distribución de grasa».

El músculo no se puede perder en una dieta porque es sinónimo de salud y genera más gasto calórico para mantenerlo. «Cuando empieces a bajar y subir de peso y cargarte tu músculo comiendo 800 kcal al día, luego no te preguntes por qué no adelgazas. Tu cuerpo está en modo hibernación como los osos. El peso depende también de la hidratación y no solo de grasa y músculo».

https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2024/10/26/671a1a89fdddff42bc8b458d.html

El ozono también amenaza las cosechas

La seguridad alimentaria, es decir, la disponibilidad y el acceso a los alimentos básicos, no solo dependerá de cómo se gestionan los efectos del cambio climático en las cosechas. Además del calentamiento, también habrá que tener en cuenta la contaminación, en concreto la del ozono troposférico.

De ello alertan investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que publican en la revista Nature Climate Change cómo este tipo de contaminación puede, en los países en desarrollo, aumentar del 17% al 27% el porcentaje de malnutrición.

El ozono es un gas muy oxidante capaz de dañar a las especies vegetales. Muchos estudios se habían ocupado de los efectos del cambio climático en la producción agrícola, pero no se había estudiado este factor combinado con la contaminación ambiental, aseguran los autores del trabajo. El calentamiento podría reducir las cosechas globales en un 10% en 2050. Para entonces se estima que las necesidades de comida se incrementarán en un 50% debido, entre otras cosas, al crecimiento de la población, recuerdan.

Los autores estudiaron las predicciones de temperatura y contaminación, elaboraron dos posibles escenarios -uno más optimista y otro más pesimista- y sus futuros efectos en la producción de trigo, arroz, maíz y soja. «Los efectos de la contaminación por ozono dependen mucho del escenario», escriben. En el pesimista, con una contaminación por ozono es muy alta, las cosechas mundiales se reducirían un 3,6% de media.

Existen muchas diferencias en función del tipo de cosecha y la región. En el sudeste asiático, por ejemplo, donde los dos escenarios predicen más ozono, la producción de trigo podría caer un 40%. La producción de arroz y maíz en China es muy sensible al ozono. En cambio, el maíz, en zonas como Estados Unidos, Europea y Suramérica, así como la soja en Suramérica, acusan más los efectos de la temperatura. Los autores del estudio insisten en que es necesario adaptarse: reduciendo la contaminación y plantando cultivos que se adapten a temperaturas más altas.

https://biotech-spain.com/es/articles/el-ozono-tambi%C3%A9n-amenaza-las-cosechas

Hora de comer!!!!

Confirmado: La hora del día en la que comemos es crucial para nuestra salud

Un hallazgo revolucionario revela cómo la hora del día en que comemos afecta profundamente nuestra salud metabólica, más allá de las calorías o el peso.

Sergio Parra

Sergio Parra

Periodista especializado en temas de ciencia, naturaleza, tecnología y salud

Actualizado a 20 de noviembre de 2024, 10:16Guardar

Glucosa en la sangre

Un reciente estudio liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en colaboración con la Universidad de Columbia ha puesto en evidencia un hecho que antes solo intuíamos: la hora en que consumimos nuestros alimentos puede ser tan crucial como la cantidad o calidad de lo que comemos

Publicado en la prestigiosa revista Nutrition & Diabetes, del grupo Nature, este trabajo demuestra que ingerir más del 45% de las calorías diarias después de las 5 de la tarde altera significativamente los niveles de glucosa en sangre, lo que desencadena riesgos graves para la salud, independientemente del peso corporal o la cantidad de grasa de cada individuo.

Plato de insectos

Comer tarde: un enemigo silencioso de la salud

El estudio, realizado en el Irving Medical Center de la Universidad de Columbia en Nueva York, contó con la dirección de Diana Díaz Rizzolo, investigadora postdoctoral y experta en obesidad, diabetes y envejecimiento. Según explicó, mantener altos niveles de glucosa durante períodos prolongados puede incrementar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, causar daños en los vasos sanguíneos, potenciar la inflamación crónica y agravar el daño cardiovascular y metabólico.

Hasta ahora, la creencia predominante asociaba las cenas tardías principalmente al aumento de peso, vinculado a elecciones alimenticias menos saludables. Sin embargo, este nuevo hallazgo va más allá, demostrando que incluso con dietas controladas en cantidad y calidad, la hora en que se ingieren las comidas puede alterar el metabolismo de la glucosa.

https://geo.dailymotion.com/player/xdspr.html?video=x97yt1m&mute=true

Los efectos del azúcar

Un experimento revelador

El estudio incluyó a 26 participantes entre 50 y 70 años, todos con sobrepeso u obesidad y prediabetes o diabetes tipo 2. Los niveles de tolerancia a la glucosa de los participantes fueron comparados, dividiéndolos en dos grupos: los «comedores tardíos», que comían al menos el 45% de sus calorías diarias después de las 5 de la tarde, y los «comedores tempranos», que comían la mayor parte antes de esa hora.

Díaz Rizzolo explicó que este fenómeno está profundamente ligado al ritmo circadiano. Durante la noche, nuestro organismo reduce la secreción de insulina y la sensibilidad de las células a esta hormona disminuye, lo que dificulta la metabolización de la glucosa. Este reloj interno, regulado por un «reloj maestro» en el cerebro, sincroniza los procesos metabólicos con las horas de luz y oscuridad, afectando directamente nuestra salud cardiometabólica.

En palabras de la investigadora, “hasta ahora, las decisiones alimenticias se basaban en dos preguntas clave: cuánto comemos y qué alimentos elegimos. Este estudio introduce un tercer factor igual de importante: cuándo comemos”.

Recomendaciones prácticas

A partir de estos resultados, Díaz Rizzolo sugiere priorizar las comidas más calóricas durante las horas de luz, especialmente en el desayuno y el almuerzo, y evitar alimentos ultraprocesados o ricos en carbohidratos por la noche.

Aunque se requieren más investigaciones para comprender plenamente los mecanismos implicados, el estudio ya resalta una pauta clara: comer temprano no es solo un consejo tradicional, sino una necesidad respaldada por la ciencia.

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/hora-dia-que-comemos-es-crucial-para-nuestra-salud_23702

De la carbofobia al entrenamiento en ayunas o el ‘pesocentrismo’: seis mitos comunes en nutrición

«Todo el mundo sabe de alimentación, política y fútbol», bromea Ismael Galancho. El nutricionista de deportistas de élite lucha contra la desinformación en redes sociales y los titulares engañosos con sentido común. Aquí los errores que ve en consulta.

Existe mucha mitología en nutrición, y uno de los grandes errores es pensar que todos los carbohidratos son iguales.

Desde el nuevo centro Real Healthness, ubicado en Madrid, donde coordina el área de nutrición y a un equipo, este especialista en planificación nutricional, escritor, docente en varias universidades, dietista clínico deportivo de una larga lista de personajes influyentes, preparador físico, investigador y divulgador miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) defiende un enfoque flexible y ayuda a desmitificar creencias o confiar en dietas milagro.

Su mejor aval son personajes en la élite como Leo Messi y su mujer, Antonella Rocuzzo, los futbolistas Enzo Fernández y Jesús Gámez y numerosos atletas, además de otro tipo de perfiles como el presentador Jorge Fernández.

1. SI OMITO UNA COMIDA, BAJO DE PESO

Seguro que has leído alguna vez que ‘comer varias veces al día no permite que el cuerpo queme grasa’. Pero también habrás leído que ‘comer varias veces al día acelera el metabolismo’. Dos casos contradictorios. ¿Cómo es posible? En el primero, se justifica mediante la idea de que no estamos permitiendo al cuerpo desprenderse de sus reservas. En el segundo, que el organismo tiene que trabajar más para digerir y, por lo tanto, se acelera. ¿A quién creemos? Se trata de reduccionismo, en palabras de Galancho, porque la ecuación calorías que entran por las que salen no es tan simple como parece.

El hecho fisiológico es sencillo: engordamos porque comemos más de lo que estamos gastando. «En nutrición siempre se dice que la clave para adelgazar es menos plato y más zapato, es decir, comer menos y moverte más para que consumo y gasto equilibren la balanza. Entonces, la gente cierra el pico y hace más deporte para generar un déficit calórico. Significa consumir menos calorías de las que el cuerpo gasta, obteniendo un balance negativo que consigue la pérdida de peso». Pero, ¿qué pasa entonces?

«Que nuestro cuerpo está diseñado para sobrevivir y actúa en consecuencia. El balance y la termodinámica energética son extremadamente complejas y se ven afectadas por multitud de factores. Cuando nuestro consumo es menor a lo que el cuerpo está acostumbrado habitualmente, el gasto también es menor, no se rinde igual y esto se empieza a complicar. Además, para que no perdamos músculo, sino grasa, debe estar todo muy planificado y adaptado a la persona en particular».

2. CONFUNDIR CALÓRICO CON SALUDABLE

Hay alimentos que son muy densos nutricionalmente pero tienen muchas calorías y al contrario. Las calorías no deben ser el indicador de salud del plato.
Hay alimentos que son muy densos nutricionalmente pero tienen muchas calorías y al contrario. Las calorías no deben ser el indicador de salud del plato.Shutterstock

Galancho muestra tres desayunos. Uno es un porridge de avena con frutos rojos y frutos secos. Otro es pan con mantequilla y mermelada y el tercero un donuts con leche chocolateada. ¿Cuál tiene más kilocalorías? «Exactamente las mismas, 480. Pero no son igual de saludables», responde.

Hay alimentos muy saludables pero muy calóricos. Pone el ejemplo de las nueces, el aguacate, al aceite de oliva virgen extra… También hay alimentos poco calóricos que no son nada saludables, como los refrescos light, salsas y aderezos bajos en calorías que suelen contener aditivos y colorantes artificiales, además de carecer de nutrientes esenciales. Por tanto, un error muy común, según el nutricionista, es confundir calórico con saludable. «Densidad energética no equivale a densidad nutricional. Hay comida poco calórica que aporta menos saciedad, aunque sea más palatable, adictiva, más económica y lleve un marketing engañoso. Además, liberas dopamina y te hace querer más».

El nutricionista cree que aprender a leer etiquetas de alimentos debería ser una asignatura en el colegio. «No soy partidario de las dietas muy estrictas porque fracasan en el 99% de los casos. Prefiero una alimentación flexible y hacer un 80%-20% para que se pueda disfrutar de la vida, generar adherencia a largo plazo a los hábitos saludables y evitar efectos rebote donde gano y pierdo peso todo el tiempo, porque eso daña el metabolismo».

3. CARBOFOBIA

Muchas personas que retiran los hidratos ignoran que no todos son iguales o se centran en tomar grasa sin control.
Muchas personas que retiran los hidratos ignoran que no todos son iguales o se centran en tomar grasa sin control.Shutterstock

¿Engordan los carbohidratos? «No, de nuevo volvemos al balance energético: lo que va a definir la pérdida de peso es el gasto calórico en el cómputo global del día y no un macronutriente esencial. El cuerpo es como una cuenta de ahorro. Da igual los billetes si el valor es el mismo. Al final lo que importa es el sueldo con el que cuentas para gastar en ese mes. Si gastas más de lo que ganas o menos y ahorras».

De ahí que no engorde más un arroz por la noche que a mediodía. «Tiene las mismas calorías, no se altera, la diferencia es si luego vas a quemar ese arroz o te vas a la cama directo. Por la noche hay mayor resistencia a la insulina». Que se eleve la glucosa cuando comemos es un hecho fisiológico, explica. «¿Tendría sentido decir que el ejercicio físico es malo porque aumenta la frecuencia cardiaca y esto puede provocar un infarto? Al final lo que se hace es evitar los alimentos que aumentan la glucosa y gana la carbofobia, con errores tan grandes como que la fruta es mala porque sube la glucosa».

El problema con el miedo a los carbohidratos es que mucha gente se lanza a las dietas keto sin conocimiento. «Gran porcentaje del peso perdido es agua. Y otro error común es que hay personas que mojan el plátano en crema de cacahuete (grasa) para aplanar la curva de glucosa y eso conduce a más obesidad». No todos los carbohidratos son iguales, indica. «A diferencia de los cereales refinados, que han sido procesados para eliminar el salvado y el germen, los cereales integrales conservan todos sus componentes naturales y son reconocidos por su perfil nutricional superior».

4. ENTRENAR EN AYUNAS PARA PERDER GRASA

Se suele recurrir al ayuno como estrategia para comer menos. Resulta fácil reducir la ventana de ingesta y que, si además te vas a entrenar, quemes grasa almacenada. «Pero hay personas a las que el ayuno les genera mucha ansiedad. Piensan que tienen que cumplir 16 horas a rajatabla y llegan a la comida con tantas ganas que se comen todo lo que no han ingerido durante la mañana». Tampoco es la estrategia más óptima si tu objetivo es aumentar la masa muscular, puntualiza. «El ayuno no es ni bueno ni malo, sino una herramienta que puede ser útil o no para según qué persona, con un estilo de vida y unas necesidades».

Hay personas a las que una merienda les va a ir mejor para no llegar con tanta hambre a la cena y otras que prefieren comer tres veces al día. Deportistas que trata Galancho entrenan mejor en ayunas y otros tienen consecuencias negativas, como amenorrea por falta de nutrientes, porque atletas que entrenan muchas horas necesitan una mayor ingesta y con el ayuno se les dificulta. «Entrenar en ayunas no tiene un impacto significativo. Mientras que haces ejercicio quemas grasa, sí, pero no tiene por qué ser del tejido adiposo, y luego el resto del día el cuerpo compensa y quema menos. Que un hecho se de fisiológicamente no expresa en qué magnitud se da», asevera.

5. DEJAR DE TOMAR LÁCTEOS Y GLUTEN

¿Son buenos o malos los lácteos y el gluten? «Para alérgicos, no, porque tienen una respuesta del sistema inmunológico que identifica erróneamente una proteína en ese alimento como una amenaza. Para intolerantes, tampoco, porque existe una dificultad para metabolizar ciertos nutrientes. Pero el resto de población no tiene por qué retirarlos«.

Según el nutricionista, el origen de esta confusión en la que hay personas que retiran el pan o la leche de la dieta es un concepto erróneo de la inflamación. «Que te den flatulencias o distensión por tomar legumbres no quiere decir que estés inflamado. Son ricas en fibra, que puede causar gases aunque sea buena para la salud, y se fermentan por las bacterias intestinales y puede haber un desbalance en tu microbiota». Respecto a los lácteos, tenemos mensajes de que son imprescindibles porque aportan calcio pero también que no hay otro mamífero que los tome tras el destete, en su vida adulta. «No solo se tiene que ver un componente del alimento, sino al completo. Hay otras fuentes de calcio y algunos frutos secos y verduras, por ejemplo, tienen más calcio que un vaso de leche».

Si no quieres tomar un alimento porque eres vegano o no te gusta, estás en tu derecho, pero ten en cuenta que retirándolo mucho tiempo puedes hacerte un flaco favor. «Tu cuerpo deja de producir esas enzimas y te sentará fatal si vuelves a introducirlo. Por eso yo siempre digo: No consumas mucho de poco, consume poco de mucho».

fuente: https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2024/10/26/671a1a89fdddff42bc8b458d.html