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Ordenan la retirada inmediata de esta popular especia en España y piden no consumirla

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) es una herramienta utilizada para el intercambio de información entre las autoridades alimentarias. A través de él, se emiten avisos tras la detección de contaminaciones alimentarias u otros peligros en distintos productos. Así, cuando estos son detectados en los diferentes niveles de la cadena de distribución, las autoridades actúan y retiran el alimento en cuestión. 

La última alerta que afecta a nuestro país tiene que ver con un conocido superalimento, la cúrcuma. Según el Rasff, las autoridades sanitarias han detectado la presencia de Salmonella, la bacteria causante de la salmonelosis, en una cúrcuma procedente de España con materia prima de India, y que iba a ser distribuida por distintos establecimientos de nuestro país. 

Según los datos que aparecen en la alerta publicada a nivel europeo, la presencia de esta peligrosa bacteria en la popular especia fue detectada en un «control oficial en el mercado». Así, el Rasff ha calificado el riesgo como «grave» y ha ordenado «informar a los destinatarios» del incidente que podría poner en riesgo la salud de la población. 

La Salmonella es una de las bacterias más habituales y temidas en la industria alimentaria. «Presenta una gran capacidad de adaptación, lo que le permite sobrevivir en ambientes muy diversos durante meses o incluso años. Puede multiplicarse en un amplio rango de temperaturas, desde 5 a 45ºC, siendo la temperatura óptima de 35-37ºC y es capaz de sobrevivir en un amplio rango de pH», explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). 

Así, la principal fuente de infección suele ser, como en este caso, el consumo de agua o alimentos contaminados. También los portadores asintomáticos y las personas enfermas pueden ser fuente de infección. La Aesan explica que, tradicionalmente, la Salmonella se asocia al consumo de huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados, carne cruda o poco cocinada (especialmente de aves de corral), así como leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que la eliminen, agua contaminada, frutas y hortalizas crudas. Las especias, sin embargo, también pueden verse afectadas. 

Los síntomas más habituales de la salmonelosis son «la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, cefalea, mialgias y otros síntomas sistémicos», asegura la Aesan. Estos síntomas aparecen entre 6 y 72 horas (generalmente de 12 a 36 horas) después de la ingesta de alimentos contaminados con Salmonella, y la enfermedad dura entre 2 y 7 días. 

La mayoría de las veces la salmonelosis se pasa como una suerte de gastroenteritis y los pacientes se recuperan sin ningún tratamiento específico. “Sin embargo, en algunos casos, particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida”.

La ONU resalta el «potencial alimentario» de los insectos

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recuerda que los insectos son ya una fuente de proteínas que forma parte de la dieta de al menos 2.000 millones de personas y que tiene un potencial por explotar ya no solo como alimento, sino también como pienso.

Según el estudio, realizado en colaboración con la Universidad de Wageningen (Países Bajos), los insectos son una fuente importante y fácilmente accesible de alimentos nutritivos y ricos en proteínas que se encuentra en los bosques. La recolección y cría de insectos, que, con cerca de un millón de especies conocidas representan más de la mitad de todos los organismos vivos clasificados en el planeta, pueden generar empleos e ingresos en efectivo, hasta ahora a nivel familiar sobre todo, pero también potencialmente a nivel industrial.

La FAO recuerda que los seres humanos consumen ya en el mundo más de 1.900 especies de insectos, siendo los más utilizados los escarabajos, las orugas, las abejas, las avispas, las hormigas, los saltamontes, los grillos y las langostas, que, por ejemplo, tienen más contenido en hierro que la carne de vacuno. Además, la cría de insectos puede ayudar a evitar la sobreexplotación forestal, pues la producción de algunas especies como el gusano de la harina, que ya se producen a nivel comercial en alimentos para mascotas, zoológicos y la pesca recreativa, podría bajar los costes hasta hacer rentable la sustitución de la harina de pescado en la alimentación del ganado.

Los insectos producen asimismo una reducida cantidad de emisiones como metano, amoníaco, gases de efecto invernadero y de estiércol y pueden ser utilizados para descomponer los desechos, ayudando en los procesos de compostaje que devuelven los nutrientes a la tierra a la vez que reducen los malos olores.

«Los bosques contribuyen al sustento de más de mil millones de personas, incluidas muchas de las más necesitadas del mundo. Los bosques proporcionan alimentos, combustible para cocinar, forraje para los animales e ingresos para comprar comida», explica en la nota el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva. «Los animales silvestres y los insectos son a menudo la principal fuente de proteínas para la población en las zonas forestales, mientras que hojas, semillas, hongos, miel y frutas proporcionan minerales y vitaminas, garantizando una dieta nutritiva», añade.

‘Batch cooking’: la forma de ahorrar tiempo y dinero a la hora de cocinar

Hacer ‘batch cooking’ también reduce el estrés y es una excelente forma de mantener una alimentación saludable

Hoy te voy a contar en qué consiste esta técnica y cómo podemos llevarla a cabo de cara a la vuelta al trabajo. El ‘batch cooking’ no es más que un método de preparación de comidas que se basa en invertir un poco más de tiempo un día de la semana para tener unas preparaciones básicas que nos sirvan de base y que permita combinarlas durante la semana para preparar distintas cenas y comidas en un tiempo récord.

Generalmente se suele realizar en fin de semana, que es cuando podemos disponer de más tiempo libre, pero puedes hacerlo en cualquier momento que te venga bien. Para esto es importante planificar bien las comidas que vas a realizar durante la semana y hacer una lista de la compra acorde a ellas, así como tener claras las porciones que prepararás y el almacenamiento (recipientes, utensilios, etc.).

Por qué hacer ‘batch cooking’

  • Ahorro de tiempo: es una de las principales motivaciones por la que se realiza esta técnica. En lugar de tener que pensar y cocinar cada día la comida o la cena, con dedicarle una tarde o una mañana a ello, tienes solucionadas las comidas para todos los días.
  • Ahorro económico: el planificar todas las comidas de la semana y la lista de la compra con solo los productos que necesitas permite una optimización de los recursos económicos, ya que no vas a comprar de más ni sin ningún tipo de planificación.
  • Sostenibilidad: junto con la ventaja anterior, la sostenibilidad se produce a la hora de planificar las comidas y así no tener excedentes de ingredientes. Es decir, como la compra estará organizada para los platos que tienes pensado hacer esa semana, hay menor desperdicio alimentario y, por tanto, se vuelve en una técnica que permite en mayor medida la sostenibilidad. Además, al cocinar prácticamente todo de golpe gastarás menos energía a lo largo de la semana.
  • Alimentación saludable: el ‘batch cooking’ también facilita que lleves una dieta saludable, nutritiva y equilibrada, ya que al planificar y organizar las ingestas de la semana, evitamos las opciones que sean rápidas y poco saludables por tener poco tiempo.
  • Disminución del estrés: el tener el conocimiento de que la comida ya está preparada y que durante la semana no te tienes que preocupar de ello, supone una reducción en el estrés que se va sumando a lo largo del día.

Así se hace el ‘batch cooking’

Una vez ya te he convencido con todos los beneficios que supone esta herramienta para tu día a día, vamos a ver cómo puedes hacerlo de manera correcta. Para ello, el primer paso es la planificación de las comidas.

Dedica un momento a pensar qué vas a comer esa semana. Es importante que haya variedad de fuentes de todos los macronutrientes: proteínas, carbohidratos, grasas saludables y muchas frutas y verduras. Y de cuantos más colores mejor.

En segundo lugar, después de elaborar tu menú para la semana, haz tu lista de la compra con todo lo que necesitas comprar y con sus cantidades. Así no comprarás más cantidad de la necesaria ni tendrás que hacer más viajes al supermercado.

Una vez tenemos la compra hecha y tenemos claro lo que vamos a cocinar, es muy útil la preparación de los ingredientes y de los recipientes donde se almacenarán las preparaciones. Cuando lo tenemos todo a punto, solo queda ponernos manos a la obra. La clave es cocinar varias cosas al mismo tiempo, es decir, utilizar las dos bandejas de horno, por ejemplo, con diferentes ingredientes agrupados por tiempos de cocción.

Cómo almacenar los platos

También es importante tener en cuenta cómo vamos a almacenar los platos. Podemos dejar en la nevera los que vayamos a consumir en 1-3 días, y en el congelador aquellos que serán para final de la semana.

Lo más adecuado son los recipientes herméticos y no te olvides de poner la fecha en la que han sido preparados y qué contiene cada uno para no dar lugar a confusiones.

El ‘batch cooking’ es una herramienta muy útil para el día a día, especialmente para personas que no disponen de mucho tiempo para pensar cada día en lo que se va a comer o cenar. 

Fuente: ‘Batch cooking’: la forma de ahorrar tiempo y dinero a la hora de cocinar (abc.es).

Alimentación, libertad religiosa y obligaciones positivas de los poderes públicos

La elección de los alimentos no solo es una cuestión de gusto o nutricional, también está condicionada por la cultura y las convicciones. En una sociedad cada vez más plural, las reglas alimentarias por razón de convicción no siempre encuentran su fundamento en la religión, el veganismo es un ejemplo, pero, en algunas ocasiones, la alimentación puede estar fuertemente determinada por razones de pertenencia religiosa, estando sujeta su ingesta a reglas que prohíben/permiten el consumo de determinados alimentos.

La mayor parte de las veces, alimentarse de acuerdo con las propias convicciones es un acto que se ejercita en la vida privada, en un ámbito de libertad que el derecho en principio sólo tiene que respetar. Sin embargo, en determinadas circunstancias, alimentarse de acuerdo con las convicciones necesita la intervención de la Administración Pública. Esto ocurre cuando las personas se encuentran en situaciones de dependencia de la Administración por estar internas en un hospital, centro penitenciario, centro de internamiento de extranjeros, centro de menores, en régimen de acuartelamiento …, o cuando la oferta de menús diferenciados en los centros docentes facilita la conciliación a los padres.

Los casos que han llegado a los tribunales muestran que la Administración no siempre atiende de forma satisfactoria las demandas formuladas por razón de convicción, incluso en aquellos casos en que existe una regulación normativa que prevé atender estas demandas; tampoco se encuentran buenos ejemplos entre la jurisprudencia existente. Un ejemplo nos permite observar cómo un tribunal ha abordado la denegación por parte de la Administración de una petición de menú sin cerdo y derivados en un centro público y sustituirlo por otro alimento similar en valor nutricional. Así, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en sentencia 388/2015, de 16 de junio, desestimó el recurso por entender que “no existe norma alguna que permita amparar de forma expresa la petición que se intenta hacer valer en el recurso”. Además, basa su argumentación denegatoria en un potencial riesgo que para los derechos fundamentales de los demás supondría aceptar una diversificación de menús basados en las convicciones.

Con carácter general, la respuesta que se dé a una demanda de menú diferenciado gira en torno a estas dos preguntas: alimentarse de acuerdo con las creencias ¿forma parte del derecho fundamental de libertad religiosa/conciencia? En caso de respuesta positiva ¿la Administración en los casos enunciados tiene obligaciones positivas? Dicho de otra forma, ¿debe adoptar medidas que faciliten el ejercicio de ese derecho?

ALIMENTACIÓN Y LIBERTAD RELIGIOSA

Una aproximación desde los distintos niveles normativos (multinivel) en Europa muestra que la alimentación no es recogida de forma expresa como una manifestación de la libertad religiosa en el ámbito europeo. El art. 9 del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 4 de noviembre de 1950 (en adelante CEDH) reconoce la libertad de pensamiento, conciencia y religión, así como la libertad de manifestar la religión, y en los mismos términos se manifiesta la redacción del art. 10 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión europea de 7 de diciembre de 2000 (en adelante CDFUE). Expresiones genéricas de contenido muy amplio que necesitarán concretarse en el momento de ser aplicadas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante TEDH) (Jakóbski v. Poland, 7 de marzo de 2011; Vartic v. Romenia, 10 de octubre de 2012; Neagu v. Romenia, de 10 de noviembre de 2020 y Saran v. Romenia, de 10 de febrero de 2021) ha manifestado que las reglas alimentarias pueden ser consideradas una expresión directa de las creencias y, en consecuencia, entrar dentro del ámbito de protección del artículo 9 del CEDH que protege la libertad de pensamiento, conciencia y religión. La idéntica redacción de los dos preceptos (CEDH y CDFUE) permite que los criterios de interpretación establecidos por el TEDH sean también extensibles al ámbito de la Unión Europea (art. 52.3 de la CDFUE).

En el ordenamiento jurídico español, la Ley Orgánica 5/1980, de Libertad Religiosa, al describir el contenido del derecho de libertad religiosa en el artículo 2.1.a) se refiere a “manifestar libremente sus propias creencias”. Utiliza también un término genérico, cuyo contenido habrá que ir concretando, sin mencionar de forma expresa entre las manifestaciones de la libertad religiosa la alimentación. Sin embargo, la vinculación de la libertad religiosa con la alimentación se encuentra de forma clara en la normativa de carácter sectorial reguladora de aquellas situaciones de sujeción especial en que se pueden encontrar las personas (a modo de ejemplo, en el art. 21.2 de la Ley Orgánica 1/1079, de 26 de septiembre, General Penitenciaria y en el art. 230.3 del Real Decreto 190/1996, de 7 de febrero, por el que se aprueba el desarrollo reglamentario de la mencionada ley).

Asimismo, los Acuerdos firmados entre el Estado español con la Comisión islámica y con la comunidad judía (aprobados por Ley 26 y 25 de 1992 respectivamente) se refieren a las diversas fases de la cadena alimentaria: sacrificio de animales de acuerdo con el rito religioso, preparación y producción, distribución y comercialización y consumo, con el objetivo de garantizar su adecuación a las reglas exigidas por la Ley islámica con la marca halal, y kasher en el caso de los judíos (art. 14). Además, el Acuerdo firmado entre el Estado español y la Comisión islámica en el art. 14.4. recoge el compromiso de los poderes públicos de procurar adecuar a los preceptos religiosos la alimentación de los internos en establecimientos públicos y a los alumnos en los centros docentes públicos y concertados.

Así pues, a la vista de los distintos niveles normativos, europeo y derecho interno, se puede afirmar que alimentarse de acuerdo con las reglas religiosas forma parte del contenido de la libertad religiosa implícitamente comprendido en el bloque de constitucionalidad (Constitución española y Ley Orgánica de Libertad Religiosa) y de forma expresa en la legislación de desarrollo, los Acuerdos mencionados, así como implícitamente comprendido en los documentos normativos europeos y concretado en la jurisprudencia del TEDH.

Dejando de lado las fases que tienen que ver en mayor medida con la dimensión económica, y aun siendo consciente de su importancia para garantizar un consumo adecuado a las prescripciones marcadas por las creencias, me detendré en el consumo. En esta fase hay que distinguir dos situaciones, la primera en la que el consumo se produce en el ámbito de la vida privada y, por tanto, es un acto de libertad, sin más condicionantes. La segunda situación es aquella en que la persona necesita la intervención de la administración porque se encuentra en situaciones de dependencia de la Administración por estar interna en un hospital, centro penitenciario, centro de internamiento de extranjeros, centro de menores, en régimen de acuartelamiento …, y  también habría que incluir la oferta de menús en los centros docentes que facilita la conciliación a los padres. 

Si bien es cierto que la intervención de los poderes públicos es necesaria incluso cuando el consumo se despliega en un ámbito de libertad (sacrificio de animales, marcas que garanticen el cumplimiento de las reglas religiosas…) para facilitar el ejercicio de este derecho, lo es mucho más en aquellos casos en que las personas se encuentran en una situación de dependencia de un establecimiento público o en los que la intervención de la Administración facilita la conciliación como es el caso de los menús escolares. En consecuencia, puede afirmarse que se derivan obligaciones positivas por parte de los poderes públicos que se concretan en la adopción de medidas razonables y proporcionadas que aseguren el cumplimiento de este derecho. Sin embargo, ningún derecho es absoluto y en su aplicación los poderes públicos pueden verse obligados a ponderar los derechos o bienes en juego. La decisión que resulte de esta ponderación debe ser razonable y proporcionada, esto es, que el daño que se produzca no sea superior al que se intenta evitar.

LAS OBLIGACIONES POSITIVAS DE LA ADMINISTRACIÓN EN LOS ESTABLECIMIENTOS PÚBLICOS

Con carácter general el mandato de intervención de los poderes públicos, incluso en los derechos de libertad, para facilitar el ejercicio de los derechos fundamentales se encuentra recogido en el art. 9.2 de la CE. En particular en el ámbito de la alimentación, las obligaciones positivas, que consisten en adoptar aquellas medidas que faciliten el ejercicio del derecho, adquieren mayor relevancia cuando deben ser aplicadas en ámbitos en que si no fuera por la intervención de la administración, el derecho a alimentarse de acuerdo con las creencias no podría ejercitarse o supondría un obstáculo. La regulación normativa contribuye a facilitar a quienes aplican la norma los elementos que deben ser tenidos en cuenta para decidir si debe atenderse o no esa demanda.

Así, la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria, prevé en el art. 21 tener en cuenta en la alimentación “en la medida de lo posible” las convicciones religiosas y filosóficas. El desarrollo reglamentario de la mencionada ley por el RD 190/1996, concreta la amplitud de la expresión “en la medida de lo posible” en el art. 230 apartado 3 del siguiente modo: “La Autoridad penitenciaria facilitará que los fieles puedan respetar la alimentación… siempre que las disponibilidades presupuestarias, de seguridad y vida del centro y los derechos fundamentales de los demás internos” lo permitan.

También el Acuerdo con la Comisión Islámica de España se refiere en el artículo 14.4 a que se procurará adecuar (la alimentación) a los preceptos religiosos islámicos, así como el horario de comidas durante el mes de ayuno (Ramadán) en aquellos casos en que lo solicite la persona se encuentra internada en “centros o establecimientos públicos, y de los alumnos musulmanes en centros docentes públicos y privados.

No se pueden dejar de mencionar otras aportaciones como la Guía de apoyo a la gestión pública de la diversidad religiosa en el ámbito de la alimentación, que contribuyen a orientar/formar a quienes son responsables de tomar decisiones en esta materia. En el ámbito educativo, hay que citar la Guia per al respecte a la diversitat de creences als centres educatius de Catalunya.

En el ámbito educativo, las competencias de los comedores escolares en centros públicos corresponden a las comunidades autónomas; tiene carácter supletorio la Orden de 24 de noviembre de 1992, que se limita, al mencionar los menús, a las necesidades dietéticas del alumnado, sin contemplar la alimentación por razones de religión. Según esta norma, el menú escolar será igual para todo el alumnado, aprobado por el Consejo escolar, que deberá atender las necesidades dietéticas del alumnado. La normativa autonómica es muy diversa en lo que se refiere a la previsión de un menú acorde con las convicciones, recogiendo, a veces, el menú sin cerdo para los musulmanes y en muy escasas ocasiones, se recoge con carácter general el menú basado en motivos religiosos debidamente fundamentados. En todo caso, será el Consejo escolar de los centros el que atienda las solicitudes de un menú diferenciado por razones de religión. En su decisión el mencionado órgano deberá tener en cuenta la normativa indicada en el anterior apartado, esto es, que se trata de la manifestación de un derecho fundamental y que su función consiste en facilitar el derecho, salvo que existan causas debidamente justificadas que expliquen que no se puede atender la demanda (organización, coste…). Un avance significativo en esta materia supondrá la entrada en vigor del Proyecto de Real Decreto que desarrollará los arts. 40 y 41 de la Ley 17/2011, de 5 de julio de Seguridad alimentaria y Nutricional, que en el art. 4.7 dice así: “Se tendrán siempre en cuenta la disponibilidad de menús especiales por motivos culturales, éticos o religiosos” y en el 8.4 “Se dispondrá de menús especiales para el alumnado que lo requiera, por motivos culturales, éticos o religiosos, o, en su caso, se dispondrá de los medios de conservación y calentamiento específicos para estos menús.”. Asimismo, el art. 11 prevé sanciones para el caso de incumplimiento de lo establecido en la norma. Habrá que esperar a su publicación para comprobar que se mantiene la mencionada redacción.En definitiva, la petición concreta de un menú diferenciado por motivos de conciencia debe llevar a la administración a ponderar diversos aspectos que entran en juego, desde los nutricionales a las dificultades de financiación, organización, seguridad… que puedan derivarse de esta petición. El análisis de los intereses en juego debe ser de fondo y no meramente formal, esto es, que mencionando cualquiera de esas dificultades, sin conectarlas con hechos concretos que las acrediten, se justifica la denegación. El análisis de fondo exige que se verifique que las dificultades se corresponden con la realidad analizada, con hechos, y no sobre la base de potenciales riesgos. La decisión que se adopte sea esta positiva o negativa, debe ser razonable, proporcionada y resultado de una justa ponderación por parte de la Administración que deniega. En aquellos casos en que no se realiza un justo equilibrio entre los intereses de las autoridades responsables del establecimiento público y los de los interesados, se produce una lesión del derecho fundamental a recibir una alimentación acorde con las creencias religiosas. En este sentido se ha pronunciado el TEDH en Jakóbski v. Poland, en relación con las instituciones penitenciarias, al considerar que ha habido vulneración del art. 9 de la CEDH porque la argumentación “no ha logrado un justo equilibrio entre los intereses de las autoridades penitenciarias y los de los interesados…”. Afirmación trasladable a cualquier situación que requiera de la intervención de la Administración para facilitar el derecho, también para la conciliación en las familias como ocurre con el caso de los comedores escolares.

La historia del Bocadillo

La palabra Bocadillo deriva de la palabra bocado, que a su vez deriva del latín bucca = mejilla, boca. En tiempos de Cervantes se llamaba “bocado” a lo que hoy llamamos bocadillo, con el valor semántico de porción de golosina o muestra de guiso entre dos porciones chicas de pan blanco.

En el siglo XVIII se llamó así a cualquier manjar pequeño y de sabor exquisito y era un término utilizado en plural. De este uso pasó en el siglo XIX a denominar el alimento que los trabajadores tomaban entre almuerzo y comida, en un descansillo que se hacía hacia las diez de la mañana.

Se cree que el primer bocadillo fue el de chorizo, y surgió en Andalucía y Castilla, donde el chorizo grueso ya se partía en rodajas. En cuanto al bocadillo de embutido hay que decir que en Grecia el embutido era muy popular.

Fuentes: Origen del bocadillo | Evolución del bocadillo en la Historia | (curiosfera-historia.com)

Alerta por listeria en un jamón serrano producido en España

La situación ha sido calificada como «grave» por las autoridades sanitarias

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) ha lanzado una advertencia sobre la presencia de la bacteria Listeria monocytogenes en varios lotes de jamón serrano fabricados en España.

Este patógeno puede causar serias complicaciones de salud, especialmente en grupos vulnerables como personas mayores, mujeres embarazadas y aquellos con sistemas inmunitarios debilitados.

La contaminación fue detectada durante un control rutinario realizado por la propia empresa productora, lo que permitió activar rápidamente las medidas preventivas.

No obstante, las autoridades sanitarias han clasificado el incidente como un «riesgo grave» y se han puesto en marcha los protocolos para retirar del mercado todos los productos afectados. Por el momento, no se han detectado casos de afectados por el consumo este producto.

El RASFF es una herramienta concebida para intercambiar rápidamente información entre las autoridades nacionales sobre los riesgos para la salud relacionados con los alimentos.

Cuando un país que forma parte de la red descubre un peligro para la salud, informa al resto de la red sobre el producto de que se trata y las medidas tomadas para hacer frente al riesgo. Estas medidas incluyen: la retirada, la recuperación, la confiscación o el rechazo de los productos.

No obstante, FACUA-Consumidores en Acción ha criticado en distintas ocasiones la escasa información que aparece en estas alertas alimentarias a nivel europeo ya que «hace que el consumidor vierta una sombra de sospecha sobre todos los productos independientemente de que puedan o no estar afectados», dado que en ellas no se da detalles sobre las empresas productoras.

Esta falta de información del Rasff «imposibilita que los consumidores puedan comprobar si han comprado o consumido alguno de los productos alertados».

Listeria: qué es y principales síntomas

La Listeria monocytogenes es una bacteria que causa la infección llamada listeriosis. Se encuentra en el suelo, agua y algunas plantas, y puede contaminar alimentos como productos lácteos no pasteurizados, carnes crudas y verduras.

Por sus características de resistencia a diversas condiciones (como la acidez y las bajas temperaturas), la bacteria listeria se encuentra ampliamente distribuida tanto en el medio agrario como en los lugares de elaboración de alimentos, según explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Los síntomas de la listeriosis incluyen fiebre, dolores musculares y, a veces, síntomas gastrointestinales como diarrea. En casos más graves, la infección puede propagarse al sistema nervioso, causando meningitis o encefalitis.

fuente:https://www.larazon.es/sociedad/alerta-listeria-jamon-serrano-producido-espana_2024092066ed71eab3741e0001ed1b67.html

Cómo evitar una intoxicación alimentaria durante un viaje (y también en casa)

Algunos países tienen fama de exponer a los viajeros a un mayor riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales, pero se puede enfermar por una comida mal preparada en cualquier parte del mundo.El pad thai de un vendedor ambulante de Tailandia o el queso fresco de un bistró en Francia saben deliciosos, sin duda alguna. Pero a muchos viajeros, los platos locales que dan sentido a sus viajes les provocan a veces intoxicaciones alimentarias y les traen malos recuerdos de sus vacaciones.

Según algunas mediciones, las infecciones gastrointestinales relacionadas con los alimentos o el agua afectan a entre el 30% y el 70% de todos los viajeros durante o inmediatamente después de sus viajes, según un estudio de 2015 publicado en BMJ Clinical Evidence. Cada año, uno de cada seis estadounidenses y casi una de cada 10 personas en todo el mundo sufren este tipo de enfermedades causadas por bacterias (E. coli, salmonela, listeria), virus (norovirus, hepatitis A) o parásitos (giardiasis, ascárides, tenias).

Los países de renta baja tienen fama de exponer a los viajeros a un mayor riesgo de intoxicación alimentaria, pero la gente tiene las mismas probabilidades de enfermar por una comida mal manipulada en Italia o Australia, o por un poco de sushi comprado en tu supermercado local.

A continuación te explicamos por qué la gente se intoxica, qué hacer en caso de intoxicación y cómo (tal vez) prevenirla.

¿Cuáles son las causas de las intoxicaciones alimentarias?

Se conocen 31 patógenos principales que provocan intoxicaciones alimentarias: norovirus, salmonela, E. coli, clostridium perfringens y campylobacter. Dependiendo de la bacteria, parásito o virus, los síntomas pueden incluir desde unas horas hasta una semana de diarrea y vómitos, además de calambres estomacales, fiebre o dolores corporales. ¿Los culpables más probables? Pollo, pavo o carne crudos o poco hechos; leche fresca; frutas y verduras crudas; marisco; y alimentos almacenados a temperaturas inseguras (por ejemplo, un bufé al aire libre) o preparados de forma insalubre.O puede que el agua te ponga enfermo. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU., en más de 180 países (casi todos salvo la mayoría de países más desarrollados) el agua del grifo no es potable. Esto significa que lavarse los dientes con el agua del grifo local o incluso lavarse las manos antes de preparar la comida puede provocar enfermedades.

«El parásito Giardia es bastante común con el agua contaminada», dice Cindy Chung, médico de Kaiser San Rafael Pediatrics en California (Estados Unidos). «Cuando un niño viene a mi consulta con una diarrea repentina, le pregunto: ‘¿Has estado de acampada? ¿Has ido a la playa? ¿Has viajado?».

¿Qué puedo hacer si me pongo enfermo?

No hay una solución rápida para las enfermedades transmitidas por los alimentos. La mayoría se resuelven una vez que las bacterias o toxinas han sido eliminadas mediante diarrea acuosa o vómitos. Para combatir las molestias durante este desagradable periodo, los médicos recomiendan beber mucho líquido para evitar la deshidratación y tomar analgésicos sin receta (como el ibuprofeno) para los retortijones.

Dado que la diarrea y los vómitos son la respuesta inmunitaria natural del organismo para expulsar toxinas, sólo tome medicamentos contra la diarrea y las náuseas, como loperamida (Fortasec) y subsalicilato de bismuto (Gastronedol), si va a subir a un autobús o un avión y no va a tener fácil acceso al baño.

Para mantenerse hidratado, Chung recomienda bebidas deportivas bajas en azúcar. «Demasiado azúcar hace que te sientas peor cuando tienes vómitos y diarrea», dice. En casos graves, sobre todo en niños o ancianos, considera la posibilidad de que un médico te recete ondansetrón, un medicamento que frena los vómitos para que puedas beber más líquidos.

Es posible que puedas cancelar o reprogramar el viaje si estás demasiado enfermo para desplazarte. Los seguros de viaje a veces consideran la intoxicación alimentaria un motivo válido para hacer cambios en el vuelo. «Pero no puedes ir al médico al día siguiente de perder el vuelo y obtener un diagnóstico retroactivo», dice Michelle Couch-Friedman, columnista de The Points Guy y fundadora de Consumer Rescue, una organización de defensa del consumidor.

Qué hacer antes de un viaje

¿Te preocupa ponerte enfermo durante un viaje? Consulta a tu médico de cabecera o a una clínica de viajes para que te recomiende medicamentos o vacunas según el destino. «Puede que te demos un tratamiento de tres días de azitromicina (Zithromax) porque, al viajar, una de las bacterias más comunes es la E. coli», dice Chung. «Pero decimos a los pacientes que no lo usen a menos que sus heces tengan sangre». El médico puede administrarte una vacuna contra la hepatitis A para prevenir la enfermedad por agua o alimentos contaminados.

Para evitar la diarrea, los expertos del hospital Mount Sinai (Estados Unidos) recomiendan tomar dos comprimidos de subsalicilato de bismuto, cuatro veces al día, antes y durante el viaje. Este consejo se basa en un importante estudio realizado en 1987 con estudiantes que viajaban a México, que demostró que este ingrediente activo reducía la incidencia de la diarrea del viajero en aproximadamente un 60 por ciento. 

«Por lo general, la E. coli es la causa más común de diarrea del viajero, y la medicación puede ayudar a evitar que la bacteria se arraigue y se desarrollen los síntomas», afirma Michael Bolaris, catedrático de pediatría y jefe de enfermedades infecciosas del Centro Nacional de Rehabilitación Rancho Los Amigos, en Downey (Estados Unidos). Bolaris advierte que tomar subsalicilato de bismuto puede provocar temporalmente en los viajeros heces o lengua negras inofensivas.

Lleva polvos electrolítospastillas potabilizadoras de aguabotellas de agua filtrada y desinfectante de manos, así como medicamentos antidiarreicos, contra las náuseas y antiinflamatorios. Lleva las provisiones en el equipaje de mano, por si te mareas en pleno vuelo o pierdes el equipaje.

Recuerda que el agua de los baños de los aviones no es potable. «Lavarse las manos antes de comer o cepillarse los dientes puede introducir microbios nocivos», dice Couch-Friedman. «Lleva una botella de agua mineral al baño para lavarte los dientes y utiliza desinfectante de manos. De lo contrario, podrías tener más papeletas para tener problemas gastrointestinales».

Qué hacer durante un viaje

Averigua si el agua del grifo es potable en tu destino con la herramienta Salud del Viajero de los CDC de Estados Unidos o la página de Recomendaciones de Viajes que el Ministerio de Exteriores de España tiene para casi todos los países del mundo. Muchos hoteles de lugares con agua insegura tienen sus propios sistemas de filtración o proporcionan agua embotellada. Pero el agua helada de un mercadillo o las bayas de un puesto de comida de carretera pueden contener sustancias nocivas. En caso de duda, evita el hielo y bebe agua embotellada.

¿Te preocupan los plásticos de un solo uso? Lleva una botella de agua filtrada resistente y llénala de agua hervida (si el hotel dispone de hervidor de agua) o de agua tratada con pastillas purificadoras.

A veces, las intoxicaciones alimentarias se producen porque los viajeros nunca se han topado con bacterias y virus comunes en su destino. «Los lugareños adquieren cierto nivel de tolerancia porque su sistema inmunitario ha estado expuesto a ellos varias veces», explica Bolaris.

Eso no significa que tengas que renunciar a la comida callejera en el Sudeste Asiático o a los puestos de tacos en Ciudad de México. ¿La regla de Bolaris? Si no puedes limpiarla o pelarla, no te la comas. Chung aconseja a los viajeros que observen cómo preparan la comida los vendedores. «¿Utilizan utensilios, guantes o las manos desnudas?». En caso de duda, opta por platos bien calientes (carnes a la parrilla o buñuelos fritos) y evita el marisco crudo y los guisos tibios.

¿Tendremos algún remedio preventivo en el futuro?

Algunas empresas están desarrollando una vacuna contra el norovirus, que infecta a 700 millones de personas al año en todo el mundo. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. pondrá en marcha en 2026 nuevas normas de trazabilidad de los alimentos, diseñadas para reducir las enfermedades y muertes transmitidas por los alimentos facilitando el seguimiento de los alimentos contaminados (quesos, frutas, verduras y mariscos) a lo largo de la cadena de suministro.

Fuente: Consejos de viaje: cómo evitar la intoxicación alimentaria | National Geographic

Consumo pide retirar todos los lotes de un queso de la marca Casa Mateu por la presencia de salmonella

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo, ha pedido retirar todos los lotes de un queso de plasta blanda elaborado con leche cruda de oveja de la marca Casa Mateu por la presencia de salmonella; asimismo, recomienda a las personas que lo tengan en casa que se abstengan de consumirlo.

El nombre del producto es ‘Tou Casa Mateu’, tiene fecha de caducidad vigente y un peso de 400 gramos. Según la información disponible, la distribución inicial ha sido a las CCAA de Valencia Cataluña, si bien no se descartan posibles redistribuciones.

Aesan ha tenido conocimiento de esta alerta a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) con una alerta trasladada por las autoridades sanitarias de Cataluña.

Esta información ha sido trasladada a las autoridades competentes de las CCAA a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) y al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización y, si procede, se informe de la existencia de posibles casos.

En el caso de haber consumido este producto y presentar alguna sintomatología compatible con la salmonelosis -principalmente diarrea y/o vómitos acompañados de fiebre y dolor de cabeza- se recomienda acudir a un centro de salud.

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2024/08/07/66b3a57dfdddff7d698b45a3.html

La alimentación que nos ha transmitido el cine

En la época de la transición todo aquello que se veía a través de la gran pantalla era exótico y generaba deseo e interés. Ver como esos jóvenes que actuaban se comían una hamburguesa daba ganas de hacerlo aquí en España, sin embargo era imposible consumir dicho alimento aquí.

El cine nos ha transmitido una visión de ciertos alimentos idealizada, la industria estadounidense nos vende su alimentos prefabricados con una poesía que no merecen y esto ha provocado que la comida rápida se extienda por todo el mundo, ello para satisfacer los deseos de los espectadores que muchos años atrás no encontraban la manera de saciarlos.

En conclusión, el cine americano ha creado una cultura gastronómica nada saludable y demasiado sobrevalorada por la gente que quiere verse como se ven las personas al otro lado de la pantalla a la que acudimos en busca de nuevas sensaciones y que cada vez son más difíciles de encontrar.

Enlace:https://alicul2023b.blogs.upv.es/2023/09/25/la-alimentacion-que-nos-ha-transmitido-el-cine/

Novedades en la producción de carne cultivada

La carne cultivada, también conocida como carne in vitro o carne de laboratorio, representa una innovación revolucionaria en la producción de alimentos. Este enfoque tecnológico se basa en el cultivo de células musculares y grasas obtenidas de animales, sin necesidad de sacrificarlos, mediante métodos de bioingeniería y biotecnología.

El principal ingrediente de la carne cultivada son células procedentes del tejido muscular del animal de interés. Con la experiencia previa de AINIA y el conocimiento generado en este proyecto, hemos desarrollado la tecnología para obtener células musculares y grasas de origen bovino a partir de una biopsia que no implica el sacrificio del animal. Posteriormente, estas células se cultivan en un biorreactor, produciendo así carne cultivada.

La fabricación de carne in vitro a escala comercial abre un camino de futuro que requeriría una infraestructura multidisciplinar que debería integrar tecnología avanzada de bioprocesamiento, laboratorios de biología molecular para manipulación genética, áreas de cultivo celular, sistemas para la sostenibilidad ambiental y cumplimiento normativo. Laboratorios como el de AINIA integran todos los procesos.

Fuentes: Innovación sostenible: avances en la producción de carne cultivada (industriaalimentaria.org)

Investigadores valencianos avanzan en la creación de carne cultivada in vitro como alternativa al sacrificio animal (antena3.com)