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Uso de RNA móviles para mejorar la asimilación de nitrógeno y carbono en tomate
El injerto en tomate se ha utilizado para prevenir el daño causado por patógenos del suelo y los efectos negativos de estreses abióticos. En una agricultura sostenible con bajo aporte de nutrientes, injertar cultivares de élite en portainjertos más eficientes en el uso de nutrientes es una estrategia directa para maximizar el rendimiento agronómico.
En este estudio evaluamos el uso de plantas que sobre-expresan diferentes genes reguladores, como los factores transcripcionales de Arabidopsis (AtCDF3) o tomate (SlCDF3), que previamente se ha reportado que aumentan la NUE en tomate, como portainjertos para mejorar el rendimiento agronómico bajo condiciones de limitación de N. En este trabajo se observó que el gen AtCDF3 promueve una mayor producción de azúcares y aminoácidos, lo que permitía una mayor biomasa y rendimiento agronómico tanto bajo suficiencia como limitación de Nitrógeno. Por el contrario, no se encontró ningún impacto positivo cuando de analizó el gen de tomate SlCDF3. Distintos tipos de análisis hormonales sugieren que giberelinas (GA4), auxinas y citoquininas (tZ) podrían estar implicadas en las respuestas de AtCDF3 a la limitación N. Además, diversos análisis de expresión, de las diferentes combinaciones de injerto indican que las repuestas observadas podrían estar relacionadas, al menos en parte, con la movilidad del transcrito de AtCDF3 a través del floema hacia el tallo. Así mismo, de forma consistente con esta hipótesis, se observó en hojas de esta combinación de injerto, una mayor expresión de los genes diana del factor de transcripción, como Glutamina Sintasa 2 (SlGS2) y GA Oxidasa 3 (SlGA3ox), implicados en la biosíntesis de aminoácidos y giberelinas, respectivamente. En conjunto, estos resultados proporcionaron nueva información sobre el modo de acción de los factores CDF y su potencial biotecnológico.
Los expertos avisan a los españoles: esto esconden los huevos que tienen motas marrones en la clara
Según los especialistas, estas pequeñas manchas son más frecuentes en los huevos de cáscara oscura y en los huevos caseros.
El huevo es un alimento fundamental en la dieta de los hogares en España y en todo el mundo, destacándose no solo por su versatilidad culinaria, sino también por su valor nutricional. Este producto es una fuente de proteínas de alto valor biológico, lo que significa que sus aminoácidos esenciales son altamente biodisponibles, facilitando la síntesis de proteínas en el cuerpo.
Según el último Informe de Consumo, los españoles consumen, en promedio, 8,11 kilos de huevos al año. A medida que la ciencia ha avanzado, se ha desmontado la idea de que el huevo eleva los niveles de colesterol de manera peligrosa, ayudando a recuperar su merecido lugar en una dieta equilibrada.
Un estudio publicado en The American Journal of Medicine ha confirmado que la ingesta de un huevo diario no solo no es perjudicial, sino que puede reducir el riesgo de enfermedades coronarias. Esto se debe a su excelente perfil nutricional, que incluye no solo proteínas de alta calidad, sino también una variedad de vitaminas y minerales esenciales.
Sin embargo, algunas dudas persisten sobre la calidad de ciertos huevos cuando se presentan con pequeñas manchas marrones o rojas al cascarlos. Estas manchas generan preocupación entre los consumidores, pero ¿es realmente motivo de alarma?
Miguel Ángel Lurueña, especialista en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y conocido divulgador, aclara a través de su blog Gominolas de petróleo que estas manchas no suponen ningún riesgo para la salud y no afectan la calidad nutricional del huevo.
Manchas marrones o rojas
Existen dos tipos principales de manchas en los huevos. Las primeras, llamadas «manchas de sangre«, provienen de pequeñas hemorragias que pueden ocurrir durante la ovulación de la gallina, y suelen encontrarse en la yema. Las segundas, conocidas como «manchas de carne«, derivan de la sangre oxidada o pequeños fragmentos de tejido del sistema reproductor de la gallina.
Lurueña señala que la aparición de estas manchas depende de factores como la raza de la gallina o su edad, siendo más comunes en huevos de cáscara oscura o en los producidos por aves de mayor edad.
Creencias erróneas
Aproximadamente el 1% de los huevos comercializados pueden contener estas motas, según datos de Egg Farmers of Canada, aunque los controles de calidad en la producción industrial suelen minimizar su presencia. Las manchas, si bien estéticamente indeseables para algunos consumidores, no afectan la seguridad del huevo, y se pueden retirar fácilmente con un cuchillo antes de su preparación.
Es importante desmitificar ciertas creencias erróneas, como la idea de que las manchas indican un huevo fertilizado. De hecho, estas motas son más frecuentes en huevos caseros o de producción artesanal, que no pasan por los rigurosos controles de las granjas industriales.
Alimento insustituible
Además de las manchas, los huevos pueden presentar otras variaciones naturales, como la presencia de chalaza, un cordón blanquecino que indica frescura, o huevos con dos yemas, una rareza fascinante que es inofensiva para el consumo.
Las cáscaras también pueden mostrar peculiaridades, como motas más oscuras debido a la alimentación de la gallina o arrugas asociadas al estrés del animal. En cualquier caso, el huevo sigue siendo un alimento altamente nutritivo y seguro para el consumo, incluso cuando presenta estas variaciones.
En resumen, el huevo es un alimento insustituible en nuestra dieta, y las manchas que ocasionalmente encontramos no deben generar preocupación. Al contrario, son simplemente indicios de los procesos biológicos naturales que ocurren en su formación. Con total seguridad, podemos seguir disfrutando de sus amplios beneficios nutricionales.
Innovación y colaboración para impulsar soluciones sostenibles en la industria alimentaria
Los Centros de Desarrollo de Producto y de Alimentos de Tetra Pak ayudan a los fabricantes a transformar sus ideas en productos rentables
Los fabricantes de alimentos y bebidas desempeñan un rol fundamental en la economía global y en la satisfacción de las necesidades alimentarias de la población mundial. Sin embargo, para poder producir alimentos y bebidas saludables, sabrosos y sostenibles, garantizando siempre la calidad y seguridad alimentaria, deben evolucionar hacia modelos de producción más sostenibles y eficientes. En este contexto, la innovación tecnológica actúa como catalizador para esta transición.
De hecho, las innovaciones tecnológicas están cambiando la manera en que se producen, procesan y consumen los alimentos, ofreciendo soluciones de proceso y envasado que responden a todas las necesidades industriales sin comprometer la protección y seguridad alimentaria.
Innovación, tecnología y acompañamiento integral al cliente en espacio controlado
En esta línea, Tetra Pak proporciona a sus clientes apoyo a lo largo de todo el proceso de desarrollo de productos, desde la fase de creación y diseño hasta el lanzamiento y escalado de producción, dando respuesta así a las necesidades reales de fabricantes de alimentos y bebidas en todo el mundo. Además, cuentan con sus Centros de Desarrollo de Producto y de Alimentos, “espacios de co-creación donde los fabricantes de alimentos y bebidas pueden transformar sus ideas en productos rentables, con el enfoque de mejorar la gestión de recursos como materias primas, energía y agua, para favorecer el desarrollo de productos sostenibles”, como explica José Luis Velilla, Marketing Director en Tetra Pak Iberia. “Ofrecemos un entorno controlado para pruebas, optimización de recetas, validación de procesos productivos y evaluación de tecnologías punteras en procesamiento de alimentos”, continúa Velilla.
Uno de los ejemplos más notables de innovación sostenible es el caso de Lactogal. Esta compañía portuguesa colaboró con Tetra Pak para lanzar un envase aséptico pionero con una barrera a base de papel, con un contenido renovable del 90 %, lo que permitió a Lactogal reducir su huella de carbono en un 33 %. Este avance no solo es un hito en sostenibilidad, sino que también responde a la creciente demanda de consumidores por productos envasados de forma responsable.
En Australia, Tetra Pak colaboró estrechamente con la marca Rosella para relanzar y rejuvenecer su icónica sopa de tomate, tradicionalmente envasada en lata, en un nuevo envase de cartón aséptico con baja huella de carbono.
En Arabia Saudita, Almarai colaboró con Tetra Pak para desarrollar una línea de producción eficiente a gran escala para su hummus, manteniendo la autenticidad de una receta familiar con más de cuarenta años de historia.
Otro caso es el de Eurodesserts, fabricante europeo de postres, que utilizó los Centros de Desarrollo de Producto para probar una nueva tecnología de tratamiento térmico compatible con sus productos antes de realizar la inversión.
Durante los ensayos, evaluaron tanto la calidad de sus postres como el rendimiento de la máquina, lo que les permitió tomar una decisión de inversión basada en pruebas reales.
“Con una red internacional de centros dedicados al desarrollo de productos, alimentos y soluciones de envasado avanzadas, y más de setenta años de experiencia en los sistemas alimentarios globales, en Tetra Pak queremos ayudar a los fabricantes de alimentos y bebidas a desarrollar sus ideas y procesos productivos de forma sostenible, y acompañarlos durante cada fase del proceso”, concluye José Luis Velilla.
Este es el edulcorante perfecto para sustituir al azúcar: es más saludable
El azúcar es algo que muy importante dentro de los hábitos alimenticios de todo el mundo. Hay quienes lo limitan en su dieta porque creen que es algo adictivo, y luego también los hay quienes no lo controlan porque consideran que no tendrá ninguna consecuencia negativa. Sin embargo, su excesivo consumo puede generar enfermedades muy perjudiciales para la salud como la diabetes, problemas cardiacos, sobrepeso e hipertensión arterial
Por ello, los consumidores optan por elegir productos alternativos menos dañinos y más saludables. Esos reemplazos pueden ser alimentos mucho más conocidos como la miel, pero también existen edulcorantes que pueden endulzar la comida como son la stevia o el xilitol, elementos que suelen no aumentar los niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de caries.
Además, existen otras variedades de esta «sustancia cristalina perteneciente al grupo químico de los hidratos de carbono, de sabor dulce y de color blanco», según la RAE, como el azúcar de coco o el de maíz, que tienen un índice glucémico muy bajo y que sirven para todas las personas diagnosticadas con diabetes. La melaza de arroz o la panela también son buenas opciones dado tienen menos calorías y conservan todos sus nutrientes.
Todos estos recambios mencionados son muy efectivos y se convierten en algo muy beneficioso para todo aquel que quiera mantener la línea basada en una dieta equilibra y sin excesos. No obstante, existe un edulcorante natural todavía con más nutrientes que es perfecto para eliminar el azúcar de todas las comidas del día a día.
El más saludable y que cuenta con menos químicos dañinos es el azúcar rubia. También conocido como de mesa, este endulzante requiere muchos menos procesos de transformación de unas sustancias iniciales en productos finales. Además, siempre conserva su composición de melaza (residuo de cristalización final), algo que consigue que los minerales como el hierro, calcio, magnesio y potasio estén mucho más presentes.
Además, como posee un notable sabor caramelizado, el azúcar rubia requiere muchas menos cucharadas para combinarlo con el alimento, algo que suponer una solución para los consumidores que, en varios casos, no conocen o no están seguros de la cantidad exacta que necesita la comida para estar endulzadas de forma correcta y sin excesos.
Rendimiento deportivo y alimentación.
Nutrición y ejercicio
El vínculo entre buena salud y buena nutrición está bien establecido. El interés por la nutrición y su impacto en el rendimiento deportivo es hoy una ciencia en sí misma.
Ya sea usted un atleta de competición, un deportista de fin de semana o un deportista diario dedicado, la base para mejorar el rendimiento es una dieta nutricionalmente adecuada.
Requisitos de la dieta de entrenamiento diario
La dieta de entrenamiento básica debería ser suficiente para:
- Proporcionar suficiente energía y nutrientes para satisfacer las demandas del entrenamiento y el ejercicio.
- mejorar la adaptación y la recuperación entre sesiones de entrenamiento
- Incluir una amplia variedad de alimentos como panes y cereales integrales , verduras (particularmente variedades de hojas verdes), frutas , carne bajos en grasa productos lácteos para mejorar los hábitos y comportamientos nutricionales a largo plazo.
- Permitir al atleta alcanzar niveles óptimos de peso corporal y grasa corporal para su rendimiento.
- Proporcionar líquidos adecuados para garantizar la máxima hidratación antes, durante y después del ejercicio.
- promover la salud a corto y largo plazo de los deportistas.
La dieta del deportista.
La dieta de un deportista debe ser similar a la recomendada para el público general, dividiéndose el aporte energético en:
Los atletas que hacen ejercicio vigoroso durante más de 60 a 90 minutos todos los días pueden necesitar aumentar la cantidad de energía que consumen, particularmente de fuentes de carbohidratos.
También se encuentran disponibles pautas para carbohidratos y proteínas basadas en gramos de ingesta por kilogramo (g/kg) de peso corporal.
Las recomendaciones actuales sobre el consumo de grasas son para la mayoría de los deportistas seguir recomendaciones similares a las dadas para la comunidad en general, con preferencia por las grasas provenientes del aceite de oliva, aguacate, frutos secos y semillas .
Los deportistas también deben intentar minimizar la ingesta de alimentos ricos en grasas, como galletas, pasteles, bollería, patatas fritas y alimentos fritos.
Carbohidratos y ejercicio.
Durante la digestión, todos los carbohidratos se descomponen en azúcares (principalmente glucosa), que son la principal fuente de energía del cuerpo.
Después de la absorción, la glucosa se puede convertir en glucógeno y almacenarse en el hígado y el tejido muscular. Luego se puede utilizar como fuente de energía clave durante el ejercicio para alimentar el tejido muscular en ejercicio y otros sistemas corporales.
Los atletas pueden aumentar sus reservas de glucógeno comiendo regularmente alimentos ricos en carbohidratos.
Si se restringen los carbohidratos en la dieta, la capacidad de una persona para hacer ejercicio puede verse comprometida porque no hay suficiente glucógeno almacenado para alimentar el cuerpo.
Si la ingesta de proteínas en la dieta es insuficiente, esto puede resultar en una pérdida de tejido proteico (muscular), porque el cuerpo comenzará a descomponer el tejido muscular para satisfacer sus necesidades energéticas, y puede aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades.
Los carbohidratos son esenciales para el combustible y la recuperación.
Las recomendaciones actuales sobre los requerimientos de carbohidratos varían según la duración, la frecuencia y la intensidad del ejercicio.
Los alimentos ricos en carbohidratos sin refinar, como panes y cereales integrales, deben constituir la base de la dieta del deportista. Los alimentos con carbohidratos más refinados (como el pan blanco, las mermeladas y los caramelos) son útiles para aumentar la ingesta total de carbohidratos, especialmente para las personas muy activas.
Se recomienda a los atletas que ajusten la cantidad de carbohidratos que consumen para alimentarse y recuperarse según su nivel de ejercicio. Por ejemplo:
- ejercicio de intensidad ligera (30 minutos/día) : 3 a 5 g/kg/día
- ejercicio de intensidad moderada (60 minutos/día) : 5 a 7 g/kg/día
- ejercicio de resistencia (1 a 3 h/día) : 6 a 10 g/kg/día
- Ejercicio de resistencia extrema (más de 4 h/día) : 8 a 12 g/kg/día.
Entrenamiento con baja disponibilidad de carbohidratos
Puede haber algunas situaciones en el programa de entrenamiento de un atleta que justifiquen un período de ingesta restringida de carbohidratos. Una estrategia más reciente adoptada por algunos atletas es entrenar con niveles e ingestas bajos de carbohidratos corporales (entrenar bajo).
Cada vez hay más evidencia de que los períodos de entrenamiento cuidadosamente planificados con baja disponibilidad de carbohidratos pueden mejorar algunas de las adaptaciones del músculo al programa de entrenamiento. Sin embargo, actualmente los beneficios de este enfoque para el rendimiento deportivo no están claros.
Rendimiento deportivo e índice glucémico
El índice glucémico (IG) clasifica los alimentos y líquidos según su nivel de «ricos en carbohidratos» y la rapidez con la que afectan los niveles de azúcar en sangre del cuerpo. El IG se ha vuelto de creciente interés para los atletas en el área de la nutrición deportiva.
En general, la evidencia no respalda un impacto significativo de la manipulación del IG en la dieta sobre el rendimiento del ejercicio, suponiendo que la ingesta total de carbohidratos y energía sea suficiente en la dieta de un atleta. Sin embargo, el momento particular de la ingestión de alimentos con carbohidratos con diferentes IG en torno al ejercicio podría ser importante.
Existe una sugerencia de que los alimentos con IG bajo pueden ser útiles antes del ejercicio para proporcionar una liberación de energía más sostenida, aunque la evidencia no es convincente en términos de ningún beneficio resultante en el rendimiento.
Los alimentos y líquidos con IG moderado a alto pueden ser los más beneficiosos durante el ejercicio y en el período de recuperación inicial. Sin embargo, es importante recordar que el tipo y el momento de la comida deben adaptarse a las preferencias personales y para maximizar el rendimiento del deporte particular que practica la persona.
Comida previa al evento
La comida previa al evento es una parte importante de la preparación previa al ejercicio del atleta.
Se cree que una comida rica en carbohidratos de 3 a 4 horas antes del ejercicio tiene un efecto positivo en el rendimiento. Un pequeño refrigerio una o dos horas antes del ejercicio también puede beneficiar el rendimiento.
Es importante asegurar una buena hidratación antes de un evento. Consumir aproximadamente 500 ml de líquido en las 2 a 4 horas previas a un evento puede ser una buena estrategia general.
Algunas personas pueden experimentar una respuesta negativa al comer cerca del ejercicio. una comida rica en grasas, proteínas o fibra aumente el riesgo de malestar digestivo. Se recomienda que las comidas justo antes del ejercicio sean ricas en carbohidratos, ya que no provocan molestias gastrointestinales.
Ejemplos de comidas y refrigerios apropiados antes del ejercicio incluyen cereales y leche baja en grasa, tostadas/muffins/bollos, ensalada de frutas y yogur, pasta con salsa a base de tomate, un desayuno o barra de muesli bajo en grasa o arroz con crema bajo en grasa. . Los suplementos alimenticios líquidos también pueden ser apropiados, especialmente para los atletas que sufren de nervios previos a un evento.
Para los atletas que participan en eventos que duran menos de 60 minutos, un enjuague bucal con una bebida con carbohidratos puede ser suficiente para ayudar a mejorar el rendimiento. Los beneficios de esta estrategia parecen estar relacionados con los efectos sobre el cerebro y el sistema nervioso central.
Comer durante el ejercicio
Durante el ejercicio que dura más de 60 minutos, se requiere una ingesta de carbohidratos para completar los niveles de glucosa en sangre y retrasar la fatiga.
Las recomendaciones actuales sugieren que es suficiente con 30 a 60 g de carbohidratos, que pueden ser en forma de polos, geles deportivos, bebidas deportivas, muesli bajo en grasa y barritas deportivas o sándwiches con pan blanco.
Es importante comenzar su ingesta temprano en el ejercicio y consumir cantidades regulares durante todo el período de ejercicio.
También es importante consumir líquidos con regularidad durante el ejercicio prolongado para evitar la deshidratación. Las bebidas deportivas, los zumos de frutas diluidos y el agua son opciones adecuadas. Para las personas que hacen ejercicio durante más de 4 horas, se recomiendan hasta 90 gramos de carbohidratos por hora.
Comer después del ejercicio
La reposición rápida de glucógeno es importante después del ejercicio.
Los alimentos y líquidos con carbohidratos deben consumirse después del ejercicio, especialmente en las primeras 2 horas después del ejercicio.
Si bien es importante consumir suficientes carbohidratos totales después del ejercicio, el tipo de fuente de carbohidratos también puede ser importante, particularmente si una segunda sesión de entrenamiento o evento ocurrirá menos de 8 horas después. En estas situaciones, los atletas deben elegir fuentes de carbohidratos con un IG alto (por ejemplo, pan blanco, arroz blanco, patatas blancas) aproximadamente en la primera media hora después del ejercicio. Esto debe continuar hasta que se reanude el patrón normal de alimentación.
Las opciones adecuadas para empezar a reponer energías incluyen bebidas deportivas, jugos, cereales y leche baja en grasa, leche saborizada baja en grasa, sándwiches, pasta, muffins/bollos, fruta y yogur.
Dado que la mayoría de los atletas desarrollan un déficit de líquidos durante el ejercicio, la reposición de líquidos después del ejercicio también es una consideración muy importante para una recuperación óptima. Se recomienda que los deportistas consuman entre 1,25 y 1,5 litros de líquido (sin alcohol) por cada kilogramo de peso corporal perdido durante el ejercicio.
Proteínas y rendimiento deportivo
La proteína es una parte importante de una dieta de entrenamiento y juega un papel clave en el apoyo a las adaptaciones al ejercicio y en la recuperación y reparación post-ejercicio. Las necesidades de proteínas generalmente son cubiertas (y a menudo superadas) por la mayoría de los atletas que consumen suficiente energía en su dieta.
La cantidad de proteínas recomendada para los deportistas es sólo ligeramente superior a la recomendada para el público en general. Por ejemplo:
- Público en general y personas activas : la cantidad diaria recomendada de proteína es de 0,8 a 1,0 g/kg de peso corporal (una persona de 60 kg debe consumir alrededor de 45 a 60 g de proteína al día).
- Los deportistas que participan en eventos que no sean de resistencia : las personas que hacen ejercicio diariamente durante 45 a 60 minutos deben consumir entre 1,0 y 1,2 g/kg de peso corporal por día.
- Los deportistas que participan en eventos de resistencia y eventos de fuerza : las personas que hacen ejercicio durante períodos más prolongados (más de una hora) o que realizan ejercicios de fuerza, como el levantamiento de pesas, deben consumir entre 1,2 y 2,0 g de proteína/kg de peso corporal por día. .
- Los atletas que intentan perder peso con una dieta baja en calorías (un aumento en la ingesta de proteínas hasta 2,0 g/kg de peso corporal por día puede ser beneficioso para reducir la pérdida de masa muscular).
Las proteínas dietéticas de alta calidad, incluidas las carnes magras, la leche y los huevos, pueden ayudar en el mantenimiento, reparación y síntesis de proteínas en los músculos. Para los atletas interesados en aumentar la masa magra o la síntesis de proteínas musculares, el consumo de una fuente de proteínas de alta calidad, como proteína de suero o leche que contenga alrededor de 20 a 25 g de proteína, cerca del ejercicio (por ejemplo, dentro del período inmediatamente a 2 horas después ejercicio) puede ser beneficioso.
Como enfoque general para lograr una ingesta óptima de proteínas, se sugiere espaciar la ingesta de proteínas de manera bastante uniforme a lo largo del día, por ejemplo, alrededor de 25 a 30 g de proteína cada 3 a 5 horas, incluso como parte de las comidas habituales.
Actualmente falta evidencia que demuestre que los suplementos proteicos mejoran directamente el rendimiento deportivo. Por lo tanto, para la mayoría de los atletas, es poco probable que los suplementos proteicos adicionales mejoren el rendimiento deportivo.
Si bien se requiere más investigación, otras preocupaciones asociadas con las dietas muy altas en proteínas incluyen:
- increased cost
- Posibles impactos negativos en los huesos y la función renal.
- aumento de peso corporal si las opciones de proteínas también son altas en grasas
- mayor de cáncer (particularmente con un alto consumo de carnes rojas o procesadas)
- desplazamiento de otros alimentos nutritivos en la dieta, como pan, cereales, frutas y verduras.
Uso de complementos nutricionales para mejorar el rendimiento deportivo
Una dieta bien planificada cubrirá sus de vitaminas y minerales . Los suplementos de vitaminas y minerales sólo serán beneficiosos si su dieta es inadecuada o si tiene una deficiencia diagnosticada, como una de hierro o vitamina D. deficiencia No hay evidencia de que dosis extra de vitaminas mejoren el rendimiento deportivo.
Los suplementos nutricionales se pueden encontrar en forma de pastillas, tabletas, cápsulas, polvo o líquido y cubren una amplia gama de productos que incluyen:
- vitaminas
- minerales
- hierbas
- suplementos alimenticios
- productos de nutrición deportiva
- complementos alimenticios naturales.
Antes de usar suplementos, debes considerar qué más puedes hacer para mejorar tu rendimiento deportivo: la dieta, el entrenamiento y los cambios en el estilo de vida son formas más comprobadas y rentables de mejorar tu rendimiento. Es mejor si los desequilibrios dietéticos se ajustan después de analizar y modificar su dieta, en lugar de utilizar un suplemento o una pastilla.
Relativamente pocos suplementos que afirmen beneficios para el rendimiento están respaldados por evidencia científica sólida. El uso de suplementos también es potencialmente peligroso. Los suplementos no deben tomarse sin el consejo y orientación de un médico o un dietista deportivo acreditado.
El uso ético de los suplementos deportivos es una elección personal de los deportistas y sigue siendo controvertido. Es importante recordar que si toma suplementos, usted es responsable de la ingestión de estos y de cualquier consecuencia posterior para la salud, legal o de seguridad que pueda ocurrir. Si toma suplementos, también corre el riesgo de cometer una infracción de las normas antidopaje, sin importar el nivel de deporte que practique.
Agua, alcohol y rendimiento deportivo.
La deshidratación puede perjudicar el rendimiento deportivo y, en casos extremos, puede provocar un colapso e incluso la muerte.
Es muy importante beber muchos líquidos sin alcohol antes, durante y después del ejercicio. No espere hasta tener sed. La ingesta de líquidos es particularmente importante para eventos que duran más de 60 minutos, de alta intensidad o en condiciones cálidas.
El agua es una bebida adecuada, pero es posible que se requieran bebidas deportivas, especialmente en eventos de resistencia o en climas cálidos. Las bebidas deportivas contienen algo de sodio, lo que ayuda a la absorción. Un contenido de sodio de 30 mmol/l (milimoles por litro) parece adecuado en la nutrición deportiva.
Si bien la hidratación insuficiente es un problema para muchos atletas, el exceso de hidratación también puede ser potencialmente peligroso. En casos raros, los atletas pueden consumir cantidades excesivas de líquidos que diluyen demasiado la sangre, provocando una baja concentración de sodio en la sangre. Esta condición se llama hiponatremia y puede provocar convulsiones, colapso, coma o incluso la muerte si no se trata adecuadamente.
El consumo de líquidos a un nivel de 400 a 800 ml por hora de ejercicio podría ser un punto de partida adecuado para evitar la deshidratación y la hiponatremia, aunque lo ideal es que la ingesta se adapte a cada deportista, teniendo en cuenta factores variables como el clima, la tasa de sudoración y la tolerancia.
Si bien el alcohol puede formar parte de una dieta bien organizada y en ocasiones sociales, su consumo excesivo puede interferir con el rendimiento deportivo y la recuperación del ejercicio. También es denso en energía y pobre en nutrientes y puede tener efectos adversos para la salud. Por lo tanto, los atletas deben considerar las actuales sobre el alcohol Directrices y minimizar o evitar el consumo, especialmente durante el período posterior al ejercicio, cuando la recuperación y reparación óptimas son muy importantes.
Colesterol alto: 3 cambios sencillos en la alimentación para reducirlo rápidamente
Para muchas personas, un diagnóstico de colesterol alto significa la posibilidad de un tratamiento médico prolongado, a menudo con medicamentos que ayudan a controlar los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, no todos conocen que hay cambios en el estilo de vida, y en especial en la alimentación, que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol de forma significativa.
1. Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra soluble
Una de las estrategias más recomendadas para reducir el colesterol es aumentar la fibra soluble en la dieta, ya que esta se une al colesterol en el sistema digestivo y lo elimina del cuerpo antes de que entre en el torrente sanguíneo. Algunos alimentos que contienen altas cantidades de fibra soluble incluyen la avena, las legumbres (como lentejas y garbanzos), y frutas como las manzanas y los cítricos.
2. Sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas
Las grasas saturadas, presentes en alimentos como la carne roja, los productos lácteos enteros, y algunos aceites como el de coco, son conocidos por elevar los niveles de colesterol LDL en el organismo. La Fundación Británica del Corazón recomienda sustituir estas grasas por fuentes de grasas insaturadas, como el aceite de oliva, el aguacate, y frutos secos como las almendras y las nueces.
Las grasas insaturadas, especialmente las monoinsaturadas y poliinsaturadas, ayudan a reducir los niveles de LDL al tiempo que elevan el colesterol “bueno” o HDL, que protege las arterias y favorece la eliminación de grasas nocivas. Según Health Line, una dieta alta en grasas monoinsaturadas, similar a la dieta mediterránea, es una estrategia comprobada para mejorar la salud cardiovascular.
3. Incluir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son grasas saludables que no solo reducen el colesterol LDL, sino que también ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y protegen el corazón al disminuir el riesgo de ritmos cardíacos anormales. Según la Mayo Clinic, estos ácidos grasos no afectan directamente el colesterol LDL, pero tienen efectos beneficiosos en la salud general del corazón.
El omega-3 se encuentra principalmente en los pescados grasos como el salmón, el atún, y la caballa. Las personas que consumen pescado regularmente suelen tener un menor riesgo de enfermedades cardíacas, lo cual hace de estos alimentos una excelente opción para quienes desean mejorar su perfil de colesterol. Las semillas de chía, lino y el aceite de linaza son fuentes vegetales de omega-3, ideales para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana.
Cambios en el estilo de vida
Además de estos cambios en la alimentación, otras prácticas de estilo de vida pueden mejorar los niveles de colesterol y la salud cardiovascular general. La NHS del Reino Unido sugiere realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol para maximizar los beneficios en el perfil de colesterol.
La cadena alimentaria se repone como puede de la Dana para atender las necesidades básicas
Agricultura
Los daños en el sector agrario son calificados como «catastróficos» por el sector y van desde cultivos aún pendientes de recolección (sobre todo cítricos, caquis, hortalizas y aguacates) hasta el siniestro de fincas enteras, infraestructuras, caminos, lindes, granjas, viveros, maquinaria y vehículos.
El sector está trabajando con Agroseguro y el Gobierno valenciano para hacer un balance de daños, aunque algunas organizaciones agrarias ya han adelantado que las pérdidas superarán los mil millones de euros.
Considera que se trata de una situación excepcional para la que será necesario ayudar con fondos públicos a quienes no tenían sus tierras aseguradas para este tipo de siniestros, y que los beneficios fiscales anunciados por el Gobierno son «insuficientes».
Ganadería
En la ganadería, se cuentan por miles los animales muertos que se están retirando de las explotaciones de porcino, ovino, equino y aves para evitar riesgos sobre la salud pública; y existe el problema añadido de llevar alimento a las granjas que han quedado incomunicadas.
Desde el comienzo del desastre, el sector se ha mostrado solidario con la población afectada, movilizando tractores, palas y remolques para retirar escombros, rescatar personas y repartir comida y agua.
Pesca
En el parque natural de la Albufera, convertido en un vertedero de residuos, se ha paralizado la actividad de los pescadores.
Muchos de ellos se han puesto a disposición de la Guardia Civil como voluntarios, aunque reclaman ayudas para recuperar su modo de vida cuanto antes y tener ingresos.
Industria
Los sindicatos alertan de que el temporal también ha repercutido en la industria de manipulado, con muchos almacenes y plantas dañadas, mientras se siguen evaluando los daños y se trabaja para volver a poner en marcha las instalaciones.
Las empresas agroalimentarias tienen previsto acogerse a las ayudas anunciadas por el Gobierno (el primer paquete está valorado en 10.600 millones de euros), entre las que figuran los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, ayudas directas para pymes y autónomos, y reducciones fiscales para explotaciones agrarias.
Distribución
Pese a las dificultades en la logística, el puerto de Valencia está operando en horario habitual, al igual que Mercavalencia, que reparte cada día una veintena de toneladas de ayuda entre los pueblos damnificados.
Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) explican que esta semana la prioridad ha sido garantizar el acceso de mercancías a las zonas afectadas y abastecer las tiendas operativas, manteniendo el contacto con las autoridades.
En su caso, hay establecimientos afectados y algunas plataformas logísticas, no solo de alimentación, con mayor y menor grado de afectación, que se irán volviendo a poner en funcionamiento a medida que avance la reconstrucción del resto de infraestructuras dañadas.
Los supermercados valencianos han insistido en pedir a la población que compre solo lo necesario mientras avanzan en la reapertura de locales como, por ejemplo, Mercadona; mientras Consum ha informado de medio centenar de establecimientos abiertos y más de una veintena cerrados en la zona de la dana.
Bancos de alimentos
Las muestras de solidaridad no han dejado de llegar a Valencia, donde su banco de alimentos ha recibido productos de otros bancos y donantes de la industria y la distribución alimentarias, además de donaciones particulares, apunta el director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Francisco Greciano.
El reparto se ha realizado en función de las necesidades de cada momento, a través de entidades benéficas y cocineros que se han puesto a disposición de las autoridades.
Los fabricantes de agua mineral natural han abastecido con agua embotellada a la población afectada, una donación que -según Coca-Cola- sumó más de 62.000 litros de agua en los primeros días y fue canalizada por las autoridades locales.
fuente: https://valenciaplaza.com/policia-fuera-servicio-rescato-mujer-hija-coche-dia-dana
No busques más: la alimentación ideal para personas con diabetes según Harvard
Un estudio de la Universidad de Harvard ha arrojado nueva luz sobre cómo una dieta específica podría impactar significativamente en la salud de las personas con diabetes tipo 2. De acuerdo con los investigadores, seguir esta alimentación puede reducir el riesgo de mortalidad prematura entre quienes padecen esta enfermedad.
Este hallazgo representa la primera evidencia empírica de que ajustar la alimentación no solo ayuda a manejar la diabetes, sino que también podría mejorar las tasas de supervivencia a largo plazo. Por supuesto, antes de realizar cambios drásticos en la dieta, es importante consultar a un profesional de la salud.
Cuál es la alimentación ideal si tienes diabetes
Los nutricionistas suelen recomendar a las personas con diabetes moderar el consumo de carbohidratos. Este enfoque, respaldado ahora por el estudio de Harvard, sugiere que consumir una cantidad controlada de carbohidratos de alta calidad podría ser clave para evitar complicaciones a largo plazo.
Yang Hu, investigador asociado en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, señaló que si bien es común aconsejar que eviten los carbohidratos refinados para prevenir la diabetes, el estudio aporta evidencia de que una dieta baja en carbohidratos también podría ayudar a controlar su progresión en personas que ya tienen la enfermedad.
Los investigadores examinaron datos recopilados durante 34 años de seguimiento en dos estudios: el Estudio de Salud de Enfermeras, con 7,224 mujeres, y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, con 2,877 hombres. Todos los participantes desarrollaron diabetes tipo 2 después de haberse unido a estos estudios.
A través de cuestionarios bienales sobre estilo de vida e historial médico, los investigadores examinaron las dietas de los participantes, analizando sus fuentes de proteínas, grasas y carbohidratos para evaluar la calidad de sus nutrientes.
Los beneficios de una dieta vegetal baja en carbohidratos
Las personas que mantenían una dieta baja en carbohidratos experimentaron una reducción del 24% en la mortalidad general. Este efecto fue aún mayor en quienes seguían una dieta baja en carbohidratos centrada en alimentos de origen vegetal, que incluía carbohidratos de alta calidad como frutas, verduras y granos integrales.
Además, este patrón de alimentación se asoció con una reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer, dos de las principales causas de muerte entre personas con diabetes tipo 2.
Por el contrario, las dietas bajas en carbohidratos basadas en productos de origen animal y en carbohidratos de baja calidad, como azúcares añadidos y granos refinados, no demostraron una asociación significativa con una menor mortalidad.
Estos resultados refuerzan la idea de que no solo la cantidad, sino también la calidad de los carbohidratos, es crucial en una dieta orientada al bienestar de las personas con diabetes.
Otra conclusión destacada del estudio es que las personas que además de llevar una dieta baja en carbohidratos de origen vegetal mantenían hábitos saludables, como no fumar, realizar actividad física regularmente y consumir alcohol de forma moderada, experimentaban aún mayores beneficios en su salud.
Esto sugiere que una combinación de buenos hábitos y una alimentación adecuada podría maximizar la longevidad en personas con diabetes tipo 2.
(Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.)
No busques más: la alimentación ideal para personas con diabetes según Harvard
Cambio de hora: ¿cómo influye la luz en lo que comemos?
El ritmo circadiano del cuerpo determina aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz dirige esta ‘gran orquesta biológica’
Sensación de malestar, somnolencia y variaciones en el estado de ánimo son algunas de las consecuencias que produce el cambio de hora en la salud. Más de 48 millones de habitantes deberán ajustar las manecillas de los relojes por segunda vez en el año para adaptarse, en esta ocasión, al horario de invierno el próximo 27 de octubre. La medida está vigente desde 1974 y aunque puede parecer algo menor a estas alturas, repercute en el ritmo circadiano, el reloj del cuerpo que regula las funciones fisiológicas y recibe órdenes de una región del cerebro llamada hipotálamo. La mayoría de las investigaciones científicas al respecto se han centrado principalmente en analizar los efectos en el rendimiento físico y mental de las personas, sin embargo, también desencadena cambios en los hábitos alimenticios y el aparato digestivo.
El ciclo natural dura 24 horas e influye en aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz, que los ojos perciben a través de la retina, dirige esta gran orquesta biológica. Durante la estación más fría del año, se genera un desequilibrio en la producción de la melatonina y el cortisol (las hormonas que regulan el sueño y el estado de alerta), porque los días son más cortos y las personas suelen reducir su exposición al sol. Alba García Aragón, médica especialista del Instituto del Sueño de Madrid (IIS), explica que en la actualidad existe un desfase de una hora en el periodo invernal y de dos horas en verano, lo que afecta especialmente a adultos mayores y adolescentes.
“Por desgracia, los españoles duermen cada vez menos y peor. No estamos viviendo de acuerdo a las horas de luz y al final, esto influye en lo que comemos”, sostiene sobre el huso horario que se remonta al periodo de la dictadura franquista, una medida que lleva 84 años. La desincronización entre la hora de comer y el reloj biológico del cuerpo humano provoca que las personas no descansen correctamente, lo que produce alteraciones hormonales que repercuten en un aumento de la sensación de hambre. Esto, a largo plazo, eleva también el riesgo de desarrollar alteraciones metabólicas y enfermedades como la obesidad y el cáncer.
En el país, salvo en las Islas Canarias, rige el horario central europeo (al igual que en Alemania y Francia) en lugar del occidental que debería tener España por su localización geográfica en el meridiano de Greenwich, tal como en Portugal o el Reino Unido. Para mantener un equilibrio en los niveles de energía y evitar la fatiga, la nutricionista Clara Puig Muñoz recomienda ajustar los horarios de las comidas. “El cambio de hora hace que algunas personas tengan más apetito durante el día. Es importante adaptar la hora de comer, para así alinear el metabolismo en relación con la luz y oscuridad”, explica.
Según Puig Muñoz, un sueño de buena calidad es, al mismo tiempo, fundamental para tomar buenas decisiones alimentarias.“El cansancio nos lleva a escoger alimentos calóricos con el fin de encontrar en ellos ese plus de energía que necesitamos”, recalca. La falta de sueño lleva a muchas personas a comer mal y en mayor cantidad. En otros casos, algunos acaban teniendo un consumo elevado de café y bebidas energéticas.
“Independientemente de que haya o no un cambio de horario, ya llegamos algo desfasados y esto afectará al cuerpo hasta que se acostumbre nuevamente”, agrega la especialista del IIS.
La importancia de cenar temprano
El ritmo circadiano influye en el metabolismo y la velocidad con la que el cuerpo digiere y absorbe los nutrientes. Por ello, Cristina Sabaté, dietista del Centro Júlia Farré, aconseja que la última comida del día sea preferiblemente más temprano. “Lo ideal sería que la cena no sea más allá de las siete u ocho de la tarde”, señala. Para Sabaté no es saludable “comer a las diez de la noche” de manera constante. Si no es posible adelantar la hora de comer, la experta recomienda que las personas opten por una sopa o un plato de verduras.
Clara Puig Muñoz coincide en este punto: “si hacemos comidas muy pesadas antes de dormir, podemos tener reflujo o acidez y además, seremos más propensos a los despertares nocturnos”, dice. La nutricionista sugiere que es mejor cenar ligero, con tres o cuatro horas de antelación antes de dormir. Sabaté recomienda alimentos ricos en triptófano —un aminoácido que cumple un papel crucial en la producción de serotonina y melatonina—, como queso, yogur, huevos, pescado y pollo.
En esa línea, un estudio de la revista International Journal of Obesity reveló en 2013 que los carbohidratos y las grasas se metabolizan por varias horas. Las calorías que el cuerpo quema al digerir, absorber y metabolizar los nutrientes están regidas por el ritmo circadiano.
Sabaté enfatiza en que no existe alimento que sea mejor que otro, sino más bien la clave es comer equilibrado y elegir los principales que conforman una dieta saludable: cereales, verduras, frutas, lácteos y proteínas. “Es una buena idea tener un menú planificado de la semana, para así lograr reducir el tiempo de cocinar la cena”, propone la dietista.
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Hamburguesas poco hechas: una moda con riesgos para la salud
Dos brotes recientes nos recuerdan la importancia de conocer y controlar los riesgos asociados al consumo de carne picada poco hecha, una moda que puede comprometer la salud.
“¿Cómo le gusta el punto de la hamburguesa?”. Esta pregunta es cada vez más frecuente en muchos establecimientos. En otros ni siquiera preguntan y las sirven directamente poco hechas o casi crudas.
Se supone que es como hay que comerlas para que estén “más jugosas y podamos disfrutar más de su sabor”. Esto es al menos lo que recomiendan algunos gurús de las hamburguesas e influencers gastronómicos que han contribuido a ponerlas de moda. Pero esta tendencia puede suponer un riesgo para la salud. Así lo advierten desde hace tiempo diferentes organismos en todo el mundo, como laFood Standards Agency (FSA) de Reino Unido o la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Dos brotes recientes nos sirven para tenerlo presente. El primero fue registrado en el evento The Champions Burger celebrado en Pamplona, en el que enfermaron al menos 23 personas. El segundo, ocurrido en Estados Unidos, deja por el momento decenas de personas afectadas y una fallecida, y está vinculado al consumo de la popular hamburguesa “cuarto de libra con queso” de McDonald’s. Sobre este último aún se desconocen los detalles, pero la empresa ha retirado la cebolla laminada y las piezas de carne, por ser los ingredientes sospechosos.
¿Qué problema hay?
En estos casos el principal problema que podemos encontrar es la posible presencia de Escherichia coli. Se trata de una bacteria que habitualmente forma parte de la microbiota intestinal de personas y animales, sobre todo de los rumiantes, como el ganado vacuno. La mayoría de las cepas son inofensivas, pero otras pueden causar toxiinfecciones graves en humanos, como ocurre con E. coli productora de toxinas Shiga, también conocida como STEC, por sus siglas en inglés.
Esta bacteria puede llegar hasta una hamburguesa por diferentes vías: la contaminación de la carne de partida (por ejemplo, por malas prácticas en el matadero), la contaminación por una mala manipulación de los alimentos (por ejemplo, si las personas encargadas de elaborar la hamburguesa no se lavan las manos después de ir al baño), o bien, a partir de la contaminación de otros alimentos o utensilios (por ejemplo, una lechuga regada con agua contaminada o una picadora de carne que no se ha limpiado bien).
Puede llegar a ser muy grave
Lo que ocurre cuando se ingiere el alimento contaminado es que, tras un periodo de incubación de tres a cuatro días, la bacteria produce toxinas que generalmente causan cuadros leves, con síntomas como calambres abdominales, vómitos, náuseas, fiebre moderada y diarrea aguda, que suele ser sanguinolenta, ya que esas toxinas dañan el revestimiento intestinal.
En la mayoría de los casos la enfermedad es autolimitada y las personas afectadas se recuperan al cabo de cinco o siete días. Pero en grupos de riesgo (menores de tres años, embarazadas, personas de edad avanzada y personas inmunodeprimidas) pueden surgir complicaciones, como pancreatitis, necrosis intestinal o síndrome urémico hemolítico. Esta última enfermedad puede presentarse sobre todo en población infantil de corta edad, personas de edad avanzada y personas inmunodeprimidas. Causa insuficiencia renal aguda, y es grave, hasta el punto de que puede ser mortal en el 3-5% de los casos.
¿Hasta qué punto es arriesgado?
Recientemente, la Autoridad Alimentaria de Finlandia (Ruokavitasto) realizó un estudio para estimar el número de toxiinfecciones que podrían producirse por la posible presencia de E. coli al consumir hamburguesas poco hechas. Nos ofrece dos datos significativos. Si el 12% de las hamburguesas se sirvieran poco hechas (cocinadas a una temperatura interna de 55 °C) habría 100 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que, si todas se sirvieran completamente cocinadas, solamente se registrarían 3 casos por cada 100.000 habitantes (asociados en este supuesto a contaminaciones cruzadas). Otro dato es que si todas las hamburguesas se cocinaran completamente, enfermarían 178 personas al año, mientras que si se sirvieran poco hechas (cocinadas a 55 °C durante seis minutos), el número de casos se multiplicaría por 30.
Hay que considerar que se trata de datos obtenidos a partir de un modelo predictivo, en el contexto de Finlandia. Posiblemente en España los resultados serían diferentes (probablemente peores), porque las condiciones también lo son, sobre todo, en lo que respecta al clima, que, al ser más cálido, favorece el desarrollo de bacterias.
No es igual que comer carne poco hecha
Los riesgos asociados a la posible presencia de E. coli se vinculan al consumo de hamburguesas poco hechas y también a otros platos elaborados con carne picada o troceada que se sirve cruda o poco cocinada, como steak tartar o carpaccio. Pero esto no ocurre con piezas enteras, como solomillo, entrecot o chuletón, incluso aunque se cocinen poco.
En una pieza entera de carne, como las que acabamos de mencionar, la bacteria puede encontrarse solamente en la superficie, así que se elimina durante el cocinado, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en esa zona.
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