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El superalimento de otoño: reduce el cansancio y la fatiga, y refuerza el sistema inmunitario
Durante los meses de frío y poca luz hay que ingerir alimentos que nos aporten energía.
Con la llegada del frío y el descenso de las horas de luz, el cuerpo sufre cambios metabólicos e inmunológicos que pueden perjudicar a la salud. Durante los meses más fríos del año, el organismo tiende a sentir más agotamiento al aumentar la segregación de melatonina y disminuir la producción de serotonina. Por ello, es importante incorporar a nuestro menú una serie de alimentos que aporten energía a nuestro organismo y ayuden a combatir el cansancio.
Superalimento de otoño
Uno de estos superalimentos típicos del otoño es la seta, que posee grandes propiedades nutricionales, capaces de combatir la fatiga y el agotamiento. Al aportar vitaminas del grupo B, minerales esenciales, como potasio, magnesio y zinc, antioxidantes y compuestos bioactivos, son un excelente aliado para mantener buenos niveles de energía y vitalidad durante el otoño y el invierno, según los expertos de noVadiet
En España existen más de 1.500 especies de setas catalogadas. Entre las variedades más comunes y apreciadas por su sabor y propiedades beneficiosas para la salud destacan las siguientes:
Champiñón (Agaricus bisporus)
Es una de las más conocidas y se puede encontrar fácilmente durante todo el año. Contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B, que ayudan al metabolismo energético.
Boletus edulis
Conocido en España como hongo blanco o seta de calabaza, está muy valorada en la gastronomía por su exquisito sabor y su textura única. Esta seta es rica en proteínas, vitaminas y minerales como el hierro y el zinc, esenciales para combatir la fatiga.
Níscalo (Lactarius deliciosus)
Es una excelente fuente de fibra y antioxidantes, lo que ayuda a proteger el cuerpo contra el exceso de estrés oxidativo que aumenta la sensación de cansancio.
Gírbola o seta de ostra (Pleurotus ostreatus)
Su textura tierna y su sabor suave la hacen ideal para la cocina. Destaca por su alto contenido en Vitaminas del grupo B, Vitamina D y Zinc y su capacidad para mejorar algunos de los factores de riesgo cardiovascular.
Rebozuelo (Cantharellus cibarius)
Esta seta es muy utilizada en diferentes platos por su sabor delicado y suave. Contiene altos niveles de hierro, un mineral clave para prevenir el cansancio provocado por la anemia.
Seta de cardo (Pleurotus eryngii)
Con un sabor más intenso y una textura carnosa, esta seta es rica en potasio y magnesio, minerales que ayudan a mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo.
Reishi (Ganoderma lucidum)
Este hongo, muy común en la medicina tradicional asiática, ayuda al cuerpo a sobrellevar el estrés, al tiempo que ayuda a reforzar el sistema inmunitario.
Shiitake (Lentinula edodes)
Originaria de Asia oriental, tiene un aroma intenso, lo que hace más sabrosos los platos. Suele emplearse en la gastronomía de inspiración oriental, principalmente en sopas y revueltos.
Maitake (Grifola frondosa)
Famosa por su exquisita textura y su sabor ligeramente amaderado. Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, además de ser rica en proteínas y vitamina D.
Champiñón del sol (Agaricus blazei)
Destaca por su gran cantidad de biomoléculas activas y de minerales como el zinc.
Beneficios de comer setas
El consumo de setas aporta una serie de ventajas significativas para la salud. Según Sonia Clavería, médica de familia del Departamento Técnico de noVadiet, las setas tienen un alto contenido en vitaminas del grupo B, que son necesarias para la conversión de los carbohidratos en energía, al favorecer la síntesis de ATP, el combustible principal para nuestras células. Esto es fundamental para mantener los niveles de energía y reducir la sensación de fatiga.
Además, contienen beta-glucanos, polisacáridos que son compuestos bioactivos con capacidad para estimular las defensas naturales del organismo, lo que ayuda a prevenir infecciones, especialmente durante el invierno. Variedades como el Reishi, Shiitake o Maitake, combinadas con la Jalea real, pueden ser una gran ayuda para mejorar nuestras defensa.
Por otra parte, los antioxidantes presentes en las setas protegen las células del daño oxidativo causado por el exceso de radicales libres, contribuyendo así a mantener una buena salud y prevenir el envejecimiento prematuro de células y órganos y el agotamiento crónico, entre otros efectos.
Algunas variedades, como la seta de ostra, contienen compuestos que favorecen la salud cardiovascular. Al mejorar algunos de los factores de riesgo cardiovascular y también la circulación sanguínea optimizan el suministro de oxígeno y nutrientes a las células.
Por último, las setas son una excelente fuente de minerales esenciales como el potasio, magnesio y zinc. Estos minerales ayudan a regular el equilibrio hidroelectrolítico en el cuerpo y mejoran la función muscular, lo que ayuda a reducir la sensación de debilidad y cansancio.
La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre
Los superalimentos están muy de moda ahora porque tienen multitud de beneficios para la salud, ya que cumplen con una premisa: son ricos en nutrientes e incluirlos en nuestra dieta es muy importante para cumplir con las claves de una alimentación saludable. En España tenemos la suerte de conocer y cultivar muchos superalimentos, pero, otros no son tan conocidos.
Como es el caso de una fruta asiática que ha sido utilizada en la medicina tradicional de muchos países como Vietnam, Japón o Corea. Pero, este superalimento pertenece a China. Hablamos de las bayas de goji, también conocidas como las cerezas del Tíbet. Aunque, en España no son aún muy famosas, cada vez se consumen más porque tienen muchos beneficios para la salud.
Y, esto es gracias a beneficios como: contener vitaminas A y C, ser ricas en antioxidantes, minerales y en hierro, contribuir a fortalecer el sistema inmunológico gracias a su gran cantidad de zinc e, incluso, son buenas para mejorar la salud ocular. Lo mejor es que tienen casi seis veces más vitamina C que la naranja, la misma cantidad de calcio que la leche y hasta tres veces más potasio que los plátanos.
No es de extrañar que las conocidas como ‘cerezas de Tíbet’ se hayan utilizado durante años en la medicina asiática, ya que sus beneficios son muy numerosos.
– Reduce el azúcar en sangre: algunos estudios han permitido demostrar que el consumo de bayas de goji pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que resulta especialmente beneficioso para aquellas personas que padecen diabetes o están en riesgo de poder desarrollarla. Los compuestos de este superalimento pueden mejorar la sensibilidad a la insulina al mismo tiempo que reduce los picos de azúcar en sangre tras las comidas.
– Antioxidantes: las cerezas del Tíbet son ricas en antioxidantes, entre los cuáles se encuentran la Vitamina C, la Vitamina A, zinc y distintos fitonutrientes y compuestos antioxidantes como polifenoles. De esta forma, nuestra piel obtendrá muchos beneficios, así como nuestro sistema inmunitario.
– Mejora la salud ocular: los beneficios de este superalimento son muy diversos, ya que también tiene para la salud ocular. Y es que, la vitamina A, luteína y zeaxantina son muy buenos para la vista, de hecho, el último es un antioxidante que se encuentra concentrado en la retina. Esto ayuda a evitar contraer enfermedades oculares.
– Ayudan a perder peso: la fibra y los nutrientes de este superalimento también ayudan a la hora de incrementar la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y, a su vez, a reducir la ingesta de calorías.
– Mejora la salud sexual: en algunas culturas, las bayas de goji han sido utilizadas de forma tradicional como un afrodisiaco natural.
– Reducen el estrés y la ansiedad: no hay que olvidar que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, gracias a su contenido de antioxidantes y otros compuestos que poseen un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
Fuente: La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre (msn.com)
Alimentos para el estado de ánimo: cómo los alimentos afectan la salud mental
Se sabe muy bien que la nutrición desempeña una función clave en la salud física. Sin embargo, algunos estudios demuestran que la nutrición también afecta el bienestar emocional de forma directa.
“Es lógico que lo que ponemos en nuestro cuerpo también repercuta en nuestra salud mental”, dice la Dra. Deborah Fernández-Turner, subdirectora de psiquiatría de Aetna. “La buena salud describe una condición de bienestar óptimo. Eso significa que el cuerpo y la mente operan en armonía. Ambas cosas tienen la misma importancia a la hora de definir el camino hacia una buena salud”.
La ciencia detrás de los alimentos y el estado de ánimo
El vínculo entre la alimentación y las emociones surge de la estrecha relación entre el cerebro y el aparato gastrointestinal, generalmente conocido como el “segundo cerebro”.
Así es cómo funciona: El aparato gastrointestinal alberga mil millones de bacterias que influyen en la producción de sustancias químicas que transportan mensajes desde el intestino hasta el cerebro de manera constante. La dopamina y la serotonina son dos ejemplos comunes.
Comer alimentos saludables promueve el crecimiento de las bacterias “buenas”, lo que, a su vez, afecta positivamente a la producción de estas sustancias químicas. Cuando la producción es óptima, su cerebro recibe estos mensajes positivos de manera clara y rotunda, lo que se ve reflejado en su estado mental. Por otra parte, cuando la producción falla, el estado de ánimo se ve afectado de forma negativa.
El azúcar, en particular, es considerado como una de las causas principales de inflamación. Promueve el crecimiento de bacterias “malas” en el aparato gastrointestinal. Irónicamente, también puede dar lugar a un aumento temporal de las sustancias químicas que nos hacen sentir bien, como la dopamina. “Usted no quiere que le suceda eso”, dice la Dra. Fernandez-Turner. “Estos picos dan lugar a una subida de azúcar efímera seguida por una dura caída”.
Cuando lleva una alimentación rica en nutrientes, es más propenso a sufrir menos cambios en el estado de ánimo y a mejorar la capacidad para concentrarse. En varios estudios, se descubrió que llevar una alimentación saludable, compuesta principalmente por alimentos integrales y no procesados, puede ayudar a controlar los síntomas de depresión y ansiedad. Mientras que la alimentación poco saludable se ha asociado con un mayor riesgo de padecer demencia o un derrame cerebral.
Alimentos que lo ayudan a mantenerse saludable
Entonces, ¿qué cosas pondría en el carrito de compras y en su plato? A continuación, presentamos una descripción general rápida sobre los alimentos que debe buscar la próxima vez que vaya a la tienda de comestibles.
- Alimentos integrales
En algunos estudios, se demostró que los conservantes, los colorantes y otros aditivos pueden causar hiperactividad y depresión, o bien empeorar estos trastornos. “Es importante que recuerde que debe comer alimentos reales, o alimentos mínimamente procesados que contengan algunos ingredientes saludables”, dice Sarah Jacobs, consejera de nutrición holística y cofundadora de The Wellness Project. Piense en frutas y verduras frescas de distintos colores.
Los poderosos nutrientes que producen los alimentos coloridos tienen muchísimos beneficios para el cuerpo y la mente. Sus propiedades nutricionales suelen estar contenidas en los propios colores. Al incluir alimentos naturalmente coloridos en nuestra alimentación, facilitamos que nuestro cuerpo obtenga más vitaminas y nutrientes, además de numerosos beneficios físicos y psicológicos.
- Fibra
Los alimentos vegetales contienen mucha fibra, lo cual ayuda al cuerpo a absorber la glucosa, o el azúcar de los alimentos, de forma más lenta. Esto lo ayuda a evitar las subidas y caídas de azúcar. Entre los alimentos ricos en fibra, se incluyen las frutas, los vegetales y los carbohidratos que contienen nutrientes, como los granos integrales y los frijoles.
- Antioxidantes
Estas moléculas combaten la inflamación y abundan especialmente en las bayas, los vegetales de hoja verde, la cúrcuma y los alimentos que contienen ácidos grasos omega‑3, como el salmón y las semillas de chía negra. El chocolate amargo también contiene antioxidantes, y azúcar, por lo que se debe consumir con moderación. - Ácido fólico
Este tipo de vitamina B ayuda con la producción de dopamina sin forzarla a aumentar, como lo hace el azúcar. Se encuentra en vegetales de hoja verde, lentejas y melones. - Vitamina D
La vitamina D ayuda con la producción de serotonina y, por lo general, se obtiene de la exposición al sol. Sin embargo, los hongos son otra buena fuente, dice Jacobs. Si carece de vitamina D, su médico también podría recomendarle tomar un suplemento. Los miembros de Aetna pueden recibir descuentos en la compra de suplementos; consulte los beneficios de su plan para obtener información detallada. - Magnesio
Este mineral esencial ayuda con todo, desde la función nerviosa y muscular hasta el mantenimiento de una frecuencia cardíaca regular. Pero también es fundamental para la conexión entre los alimentos y el estado de ánimo: una carencia de minerales puede dañar las bacterias presentes en el intestino y causar síntomas similares a los de la depresión y la ansiedad. Obtenga magnesio de fuentes naturales, como los granos de cacao, las almendras y castañas de cajú, la espinaca y otros vegetales de hoja oscura, las bananas y los frijoles. - Alimentos fermentados
Los alimentos fermentados contienen probióticos, que son ciertos tipos de bacterias vivas buenas para el aparato digestivo. Entre los ejemplos, se incluyen el chucrut, el kimchi, el miso, el tempeh y la bebida fermentada kombucha. Estos alimentos también suelen tener un alto contenido de sodio, por lo que se deben consumir con moderación, o bien evitarse por completo si presenta presión sanguínea alta.
En su plato y en su vida
Incorporar alimentos buenos para el estado de ánimo en su alimentación puede requerir un esfuerzo adicional al principio, dice el Dr. Jacobs. Recomienda preparar con anticipación vegetales cortados y frijoles remojados y cocidos en cantidad suficiente como para una semana. Esto hace que las comidas caseras sean más fáciles de preparar y tan atractivas como la comida para llevar. ¿Tiene poco tiempo? La Dra. Fernández-Turner sugiere utilizar frutas y verduras congeladas y arroz integral de cocción en 10 minutos, quinoa o cuscús integral.
También puede intentar hacer intercambios de alimentos saludables, como cambiar el arroz blanco, las pastas y el pan por sus versiones integrales. Esto ayuda a aumentar el nivel de fibra buena en el cuerpo, lo que a su vez ayuda con la digestión. Y en lugar de comerse una bolsa de papas fritas, elija una ensalada que contenga frutos secos, semillas y vegetales coloridos que le agregarán más sabor.
Por supuesto, corresponden las reglas generales de la nutrición. Es decir, debe mantenerse hidratado, no omitir comidas y ser consciente respecto del consumo de cafeína y alcohol, dice la Dra. Fernandez-Turner. “Debería hablar con su médico acerca de si puede beber cafeína o alcohol de acuerdo con sus antecedentes médicos y objetivos personales; y, en caso de que pueda hacerlo, también debería consultarle sobre la frecuencia, a fin de mantenerse saludable”, agrega.
La Dra. Fernandez-Turner señala que no debe sentirse presionado para hacer todos estos cambios de inmediato. “Es posible que le resulte más fácil tomar las cosas un día a la vez o implementar una nueva sustitución cada semana”, dice. Por ejemplo, una semana puede sustituir el azúcar procesado por fruta fresca, y la siguiente puede añadir más verduras y proteínas magras. “No hay una talla única cuando se trata de la salud”, añade.
Estar presentes y atentos mientras comemos es otra herramienta eficaz que puede combatir los antojos o el exceso de comida. “Intente notar cómo huele, sabe y se siente la comida mientras la come”, dice la Dra. Fernandez-Turner. Y tome nota de cómo se siente después de consumir tentempiés y platos nutritivos. Por ejemplo, algunas de las personas que comenzaron a llevar una alimentación principalmente vegetal suelen notar que mantienen la misma energía y concentración durante todo el día.
Es posible que deban pasar días o semanas antes de que comience a sentir los efectos en el estado de ánimo que se asocian con una mejor alimentación. Depende de la cantidad de cambios que implemente. Una transformación duradera no se produce de la noche a la mañana, sino que las decisiones saludables que toma cada día se van acumulando. Con el tiempo, verá los resultados positivos tanto en su cuerpo como en su mente.
https://es.aetna.com/health-guide/food-affects-mental-health.html