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Razones para sustituir la carne: Meta-Análisis de Ensayos Controlados Aleatorios de Consumo de Carne Roja en Comparación con Varias Dietas de Comparación sobre Factores de Riesgo Cardiovascular
Antecedentes: Los hallazgos entre los ensayos controlados aleatorios que evalúan el efecto de la carne roja en los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular son inconsistentes. Proporcionamos un metanálisis actualizado de ensayos controlados aleatorios sobre carne roja y factores de riesgo cardiovascular y determinamos si la relación depende de la composición de la dieta de comparación, planteando la hipótesis de que las fuentes vegetales serían relativamente beneficiosas.
Métodos: Realizamos una búsqueda sistemática de PubMed de ensayos controlados aleatorios publicados hasta julio de 2017 que comparaban dietas con carne roja con dietas que reemplazaban la carne roja con una variedad de alimentos. Estratificamos las dietas de comparación en fuentes de proteínas vegetales de alta calidad (legumbres, soja, nueces); pollo/aves de corral/pescado; pescado solamente; aves de corral solamente; fuentes de proteínas animales mixtas (incluyendo productos lácteos); carbohidratos (granos refinados de baja calidad y azúcares simples, como pan blanco, pasta, arroz, galletas/biscuitos); o dieta habitual. Realizamos metaanálisis de efectos aleatorios que comparaban las diferencias en los cambios de los lípidos en la sangre, las apolipoproteínas y la presión arterial para todos los estudios combinados y estratificados por dietas de comparación específicas.
Resultados: Se incluyeron treinta y seis estudios con un total de 1803 participantes. No hubo diferencias significativas entre la carne roja y todas las dietas de comparación combinadas para cambios en las concentraciones sanguíneas de colesterol total, lipoproteína de baja densidad o lipoproteína de alta densidad, apolipoproteínas A1 y B, o presión arterial. En relación con las dietas de comparación combinadas, la carne roja resultó en menores disminuciones en los triglicéridos (diferencia media ponderada [ADM], 0.065 mmol/L; 95% CI, 0.000-0.129; P para heterogeneidad <0.01). Cuando se analizaron mediante dietas de comparación específicas, en relación con fuentes de proteínas vegetales de alta calidad, la carne roja produjo menores disminuciones en el colesterol total (WMD, 0.264 mmol/L; 95% CI, 0.144-0.383; P<0.001) y lipoproteínas de baja densidad (WMD, 0.198 mmol/L; 95% CI, 0.065-0.330; P=0.003). En comparación con los peces,la carne roja produjo mayores disminuciones en las lipoproteínas de baja densidad (WMD, -0.173 mmol/L; 95% CI, -0.260 a -0.086; P<0.001) y las lipoproteínas de alta densidad (WMD, -0.065 mmol/L; 95% CI, -0.109 a -0.020; P=0.004). En comparación con los carbohidratos, la carne roja produjo mayores disminuciones en los triglicéridos (WMD, -0.181 mmol/L; IC del 95%, -0.349 a -0.013).
Conclusiones: Las inconsistencias con respecto a los efectos de la carne roja en los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares son atribuibles, en parte, a la composición de la dieta de comparación. La sustitución de la carne roja con fuentes de proteínas vegetales de alta calidad, pero no con pescado o carbohidratos de baja calidad, conduce a cambios más favorables en los lípidos y lipoproteínas de la sangre.
Guasch-Ferré, M., Satija, A., Blondin, S. A., Janiszewski, M., Emlen, E., O’Connor, L. E., Campbell, W. W., Hu, F. B., Willett, W. C., & Stampfer, M. J. (2019). Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials of Red Meat Consumption in Comparison With Various Comparison Diets on Cardiovascular Risk Factors. Circulation, 139(15), 1828-1845. https://doi.org/10.1161/circulationaha.118.035225
El plato típico de España con origen extranjero y 2.000 años de historia
Existe una comida que se prepara en todas las casa españolas, aunque procede de otra cultura
Cada país tiene su cultura y sus propias costumbres. Todo ello es lo que le caracteriza y lo que hace que sea un lugar único en el mundo.
Las gastronomía es una de esas cosas que forman parte de las raíces de un territorio. En Italia, por ejemplo, la pasta es el producto estrella. En Inglaterra están las famosas ‘fish and chips’, el sushi en Japón o el bratwurst en Alemania.
En España destacan varios platos típicos como la paella, el bacalao al pil pil, el cachopo o la fabada. Además, hay otra comida muy tradicional en nuestro país, aunque su origen es extranjero y cuenta con alrededor de 2.000 años de historia.
El plato típico que se cocina en las casas españolas, pero procede de otra cultura
Existe un plato tradicional que se cocina desde hace siglos en las casas españolas. Se trata de las albóndigas. Hay infinidad de recetas para preparar estas bolas de carne, que pueden ser de cerdo, pollo o mixtas. Están los que le echan tomate. También los que las elaboran con una salsa de vino reducido. Además, suelen ir acompañadas de todo tipo de guarniciones, aunque unas buenas patatas fritas siempre son un acierto.
Las albóndigas, sin duda, son un auténtico manjar para la mayoría de familias. Por ello, se cree que su origen es puramente español. Sin embargo, la realidad es otra.
¿De dónde proceden las albóndigas?
Las albóndigas es un plato de origen árabe y cuenta con miles de años de historia. En el siglo XVI trajeron a la península y a Andalucía esta receta. En aquella época recibía el nombre de ‘al-bunduqa’ (la bola).
No obstante, según acreditas diversos documentos, los romanos ya sabían cocinar las albóndigas y hay estudiosos que aseguran que fueron ellos quienes realmente inventaron esta comida.
Carnes rojas: ¿cuáles son? ¿Qué beneficios y qué propiedades tienen?
Pese a estar considerado en los últimos tiempos como un alimento perjudicial para la salud, al dejar de comer carne roja se dejan de ingerir nutrientes beneficiosos para el cuerpo.
Denominamos carne roja a aquellos alimentos que contienen carne de ternera, de cerdo, de toro, de buey, de pato y ganso, de cabra o de cordero, entre otros. Dicho de otro modo, son carne roja todas las carnes que presentan un color rojo o rosado en estado crudo. Este grupo alimentario comprende alimentos de consumo diario como el lomo de cerdo, el entrecot, el solomillo o las hamburguesas. O también otros productos de menor asiduidad como la chuleta de buey o paletilla de cabra. Las carnes rojas son aquellas que provienen de mamíferos con músculos rojos. Estas carnes se caracterizan por tener un alto contenido de proteínas, hierro y zinc, pero también pueden contener grasas saturadas y colesterol. Es importante consumirlas con moderación y optar por cortes magros y sin piel para reducir el consumo de grasas saturadas.
¿Cuáles son las llamadas carnes rojas?
- Carne de res (ternera, novillo, vaca, toro)
- Cerdo (lechón, cerdo ibérico, cerdo blanco)
- Cordero (cordero, carnero)
- Venado (ciervo, alce, reno)
- Cabra
- Jabalí
- Caballo o potro (carne de caballo se consume en algunos países)
- Pato y ganso
Es importante tener en cuenta que no todos los cortes de carne de estos animales son considerados «carne roja», algunos cortes son más magros que otros y por lo tanto tienen un contenido de grasa y colesterol menor. Por ejemplo, el lomo de cerdo es un corte más magro que el tocino o la panceta de cerdo.
¿Es buena la carne roja?
En la actualidad existe una gran controversia acerca del consumo de carne roja. Si bien es cierto que la OMS (Organización Mundial de la Salud) puso la carne roja en el punto de mira, afirmando que su consumo aumenta considerablemente el riesgo de padecer cáncer -pese a que posteriormente aclaró que debemos reducir el consumo-, es un grupo alimentario muy rico en proteínas, hierro, zinc y vitamina B12. Sin embargo, el consumo excesivo de carne roja puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer colorrectal.
¿Cuántas veces a la semana hay que comer carne roja?
Expertos destacan la necesidad de llevar una dieta equilibrada, y consumir carne 2 o 3 veces por semana. De las diferentes variantes para el consumo de carne roja, la carne de ternera es rica en proteínas (se estima que con solo 100 gramos se cubre la mitad de la necesidad proteínica diaria) y en fósforo, primordial para el desarrollo intelectual y la formación de nuestros huesos.
https://www.diariovasco.com/gastronomia/despensa/carnes-rojas-beneficios-20190606090852-nt.html
Hierro hemo, carne y diabetes tipo 2, ¿cuál es la relación?
El hierro hemo tiene buena prensa, pero también tiene una cara menos conocida, la de los riesgos para la salud que la ciencia está estudiando
A mediados de agosto se publicó un estudio que cuenta que el hierro hemo, presente en la carne roja y otros productos de origen animal, se vincula significativamente con un mayor riesgo de sufrir diabetes de tipo 2. No es algo nuevo, pero es poco frecuente que el tema salte de los círculos profesionales a los medios generalistas, como ha sucedido en este caso.
Al leerlo, a muchas personas les ha extrañado esa relación del hierro hemo con la diabetes, que quien más quien menos la considera ligada al consumo excesivo de azúcar, pero ¿al hierro? ¿A la carne? ¿Qué tiene que ver?
Hierro hemo: lo que ha ido cambiando
El hierro hemo también tiene, como decíamos, una cara B, y es que se trata de un importante compuesto oxidativo, y ese estrés oxidativo que causa desemboca en inflamación y daños en el ADN al asociarse a radicales libres. Por ello se vincula a mayor riesgo de numerosas patologías: aterosclerosis, cáncer, endometriosis… Y diabetes de tipo 2.
Ese poder oxidativo del hierro hemo, en un contexto de ingesta baja de productos de origen animal, no resulta un problema porque está en niveles manejables. Pero cuando estamos en una situación como la actual, donde la ingesta es muy elevada (no solo diaria, sino de varias veces al día), puede volverse en nuestra contra. Mientras que nuestro organismo sí tiene mecanismos para regular la absorción del hierro no-hemo, y además se ve afectado por otros componentes de la dieta que reducen o potencian su absorción, el hierro hemo se absorbe sin esa regulación, y una presencia alta en la dieta aumenta los depósitos y por ende ese estrés oxidativo que comentábamos.
Hace unos días, ha visto la luz un nuevo metaanálisis que investiga específicamente la relación entre el consumo de carne y el riesgo de diabetes tipo 2 en 31 cohortes de 20 países, en las que participaron cerca de dos millones de personas, con un seguimiento medio de diez años. Según este trabajo, el consumo de 50 gramos de carne roja procesada al día o de 100 gramos de carne roja no procesada se asocia a un 15% más de posibilidades de desarrollar diabetes de tipo 2, mientras que con la carne blanca el riesgo aumenta un 8%. Todo ello respecto a una persona que no consuma carne. El estudio identifica varios factores que explicarían esta relación, siendo uno de ellos el contenido en hierro de la carne.
Si se tiene todo esto en cuenta, seguir dando el mensaje simplista de que el hierro hemo es bueno porque se absorbe mejor y malo el de los alimentos de origen vegetal, y alentar sobre esa premisa a consumir más carne, es un consejo que no está bien adaptado a la evidencia científica. Y no solo por esta razón.