Inicio » Entradas etiquetadas como «comida»

Archivos de la etiqueta: comida

Logran por primera vez imprimir en 3D un trozo de salmón

Una startup austriaca vende ya en supermercados y de manera online el salmón hecho a base de proteína vegetal que ha desarrollado de manera industrial con impresoras 3D

Comer comida creada por una impresora 3D ya es posible. Una empresa austriaca de innovación alimentaria, Revo Foods, ha conseguido hacer historia 3d impresora. A este salmón completamente vegano lo han bautizado como The Filet (el filete, en español) y ya está disponible para su adquisición en numerosos supermercados de Austria, así como en el propio sitio web de la startup. Realizan envíos a la mayoría de los países de Europa, entre los que figura España.

El filete de salmón está hecho de microproteína de alta calidad procedente de distintos hongos que ya era utilizada para crear los alimentos veganos que pretender imitar a alimentos de origen animal como la carne o el pescado. Tiene un contenido nutricional con alta presencia de vitaminas y ácidos grasos omega 3, al igual que la carne del salmón.

La diferencia fundamental desde esta perspectiva se encuentra en la circunstancia de que posee una menor cantidad proteica que el alimento original, siendo en el primer caso de 9,5 gramos por cada 100.

El director de la empresa, Robin Simsa, consideró en una entrevista concedida al medio IFLSciencie, que con el «hito» de crear alimentos en 3D a una escala industrial, «estamos entrando en una revolución creativa de la alimentación en la que los alimentos se elaboran exactamente según las necesidades del cliente».

https://www.larazon.es/actualidad/logran-primera-vez-imprimir-3d-trozo-salmon_20230920650ae12d1fb4a600014020da.html

Tom Parker Bowles, el hijo de la reina Camila experto en comida palaciega: “Carlos III es un héroe gastronómico adelantado a su tiempo”

El también ahijado del monarca británico, crítico gastronómico desde hace décadas, publica un libro sobre los gustos culinarios de la realeza, de la época victoriana hasta la actualidad. Entre receta y receta, asoman anécdotas de los actuales reyes, de los que habla en la entrevista a pesar de la advertencia inicial de su publicista

Si la reina Victoria (1819-1901) levantase la cabeza y viera lo que desayunan ahora los reyes de Inglaterra, pensaría que es una broma. Ella acostumbraba a empezar el día con una docena de platos que incluían jamones, lenguas, galantinas, urogallo, perdiz, gachas de avena, pescadilla, tortilla, riñones asados, mariscos, bollos, mermeladas y frutas, entre otras delicias. Una comida que se servía en calderos de plata calentados con oscilantes lámparas de alcohol y que le gustaba tomar al aire libre, en una carpa sobre el césped de Frogmore, en Windsor, o en Balmoral, acompañada siempre por el silbido de las gaitas que tocaba su gaitero personal. La tradición del gaitero real tocando cada mañana todavía se mantiene ―el actual se llama Paul Burns―, pero el resto de la escena no tiene nada que ver. “El desayuno del rey [Carlos III] consiste simplemente en frutos secos y miel. La reina Camila toma yogur en verano y gachas en invierno. Un comienzo del día completamente moderno y saludable. Pero no estoy seguro de que Victoria lo hubiera aprobado”, comenta el crítico gastronómico Tom Parker Bowles (Londres, 49 años) en su nuevo libro de cocina, Cooking and the Crown: Royal Recipes from Queen Victoria to King Charles III (La cocina y la corona: recetas reales desde la reina Victoria hasta el rey Carlos III).

Las costumbres culinarias de la reina Victoria y su hijo, Eduardo VII, han llegado hasta nuestros días gracias a que lo documentaron eruditos y chefs de la época, como Harold Nicolson y Gabriel Tschumi. Y quién mejor para describir los gustos de los actuales monarcas que el propio hijo de la reina Camila ―y de su primer marido, el oficial británico Andrew Parker Bowles―. “Durante 20 años he estado obsesionado con la comida de la realeza, pero esperé a tener suficiente tiempo y material para que estuviera todo bien. No soy solo yo saltando y diciendo: ‘¡Oh, mira, la reina es mi madre, estoy haciendo un libro!’. He invertido mucho tiempo antes de eso para conseguirlo”, aclara Parker Bowles por videollamada desde su hogar londinense.

Aun así, no disimula su cercanía con la realeza. “Para el rey Carlos III y la reina Camila”, reza la dedicatoria del libro, escrito “en memoria de la reina Isabel II”. Tampoco omite estos datos en el apartado sobre el autor, donde relata su trayectoria profesional (como autor de ocho libros de cocina, crítico gastronómico de The Mail on Sunday o jurado de la versión británica de MasterChef, por ejemplo) y personal. “Tom es ahijado del rey Carlos III, y su madre, Camila, es reina”, se presenta, en ese orden.

Fuente: https://elpais.com/gente/2024-10-12/tom-parker-bowles-el-hijo-de-la-reina-camila-experto-en-comida-palaciega-carlos-iii-es-un-heroe-gastronomico-adelantado-a-su-tiempo.html

Colada morada y guagua de pan: la historia de una tradición prehispánica con la que los ecuatorianos honran a sus muertos

Una bebida preparada con 25 ingredientes y una figura de pan con relleno dulce son las protagonistas de la temporada de difuntos y se empiezan a consumir desde octubre de cada año

Aunque el 2 de noviembre se conmemora el Día de Difuntos, en Ecuador, desde octubre dos elementos de una tradición prehispánica inundan las vitrinas de los mercados populares, de supermercados, cafeterías y restaurantes gourmet. Se trata de la colada morada –una bebida espesa preparada con especias secas, fruta y harinas– y la guagua de pan –una figura en forma de niño rellana con algún tipo de mermelada o manjar. Aunque ambos productos se pueden adquirir, aún hay familias que los preparan cada año y los comparten entre parientes y amigos. El consumo de estos no solo deleitan los paladares de los ecuatorianos sino que recuerdan a quienes ya no están presentes.

La colada morada puede contener entre 20 y 25 ingredientes. La ACE destaca el uso del maíz, frutas silvestres (mortiño, moras, naranjilla, piña), hierbas como el ataco, naranjo, hierba luisa, cedrón, arrayán, canela, ishpingo, sangorache (amaranto) y otras especias; el maíz negro y morado se aplica la fermentación. Esta mezcla genera la coloración morada brillante. A la bebida se la consume fría o caliente.

Las guaguas de pan son elaboradas con harina de fuerza o panificación, harina de maíz, leche, levadura, huevos, mantequilla y azúcar. A este pan se lo decorada con la misma masa o glaseado de colores y se la rellena con queso, cebolla blanca, mermelada, dulce de guayaba, chocolate, manjar u otras frutas confitadas de temporada.

Referencias: https://www.infobae.com/america/america-latina/2023/10/22/colada-morada-y-guagua-de-pan-la-historia-de-una-tradicion-prehispanica-con-la-que-los-ecuatorianos-honran-a-sus-muertos/

Magia, música y «comida y bebida a fartar» en el fiestón del Casco Vello Alto de Vigo

Sin duda alguna, uno de los barrios de Vigo que más saben sobre cómo montar una buena fiesta es el Casco Vello Alto. Sus vecinos y vecinas se han pasado el año organizando todo tipo de eventos en el corazón de la ciudad, y parece que todavía les queda energía para más celebraciones.

Hace tan solo unas semanas, la asociación cultural del Casco Vello Alto asomaba la pata en redes sociales anunciando que estaban preparando un auténtico fiestón con «merendola y vermutazo». Ahora, por fin han desvelado todo lo que ofrecerán en la Praza do Abanico, y promete no defraudar.

El próximo sábado 9 de noviembre, el barrio acogerá un fiestón desde las 13:30 horas. El evento empezará con ese vermutazo, con una actuación musical a cargo de Paul Clarke, durante la que también se ofrecerá picoteo y bebida en una barra. Así, será la forma ideal de calentar motores de cara a una gran jornada.

A las 16:30 horas dará comienzo un tardeo que llenará todo lo que queda de día con numerosas actividades. Ya a las 17:30 arrancará el sorprendente show del Mago Óscar Fernández. Media hora después, habrá un espacio dedicado a los más pequeños con el cuentacuentos «Contos, Castañas e Talarañas», a cargo de Marta Ortiz.

A las 19:00 horas llegará de forma oficial la Festa Popular de Outono, en la que incluso se sorteará una cesta de Navidad con un valor de 100 euros. Durante toda la tarde, habrá una gran merendola de acompañamiento, que contará con todo tipo de bebidas, chocolate, café, bizcochos y demás.

Como colaboradores especiales, este fiestón contará con una barra de pizzas y focaccias de Fermentum 42, empanadillas de Dolce Differenza, choripanes de Payma y mucho más. Todo para ofrecer una fiesta, nunca mejor dicho, por todo lo Alto. Este evento supondrá el cierre de todos los que este barrio ha organizado con motivo del décimo aniversario de la asociación.

Magia, música y «comida y bebida a fartar» en el fiestón del Casco Vello Alto de Vigo

Un estudio de una experta de la UMU une comida y arte a través de las representaciones pictóricas

María Pilar Ruiz López, historiadora del Arte de la Universidad de Murcia, es también nutricionista, y durante muchos años ha trabajado como tal, pero el mundo de la historia del arte fue siempre su pasión. Su línea de investigación es el alimento en la pintura en la Edad Moderna, sobre todo los siglos XVII y XVIII.

La citada tesis explora, a través de las representaciones pictóricas, el ámbito de la dieta mediterránea en los siglos XVII y XVIII, coincidiendo con el período en el que se consolidan y mezclan todas las culturas, los productos que vienen de América, la tradición judía, Asia… momento que se conoce como la globalización temprana y confluyen los productos procedentes de esos continentes.

Para realizar su estudio utiliza los tratados médicos desde la Edad Media, una época en la que la dieta y la medicina estaban totalmente unidas, y que resultan, en su opinión, perfectos para el conocimiento y visualización de los alimentos que se utilizaban. También a través de los recetarios de la época, como el de Martinez Montiño, cocinero de Felipe III y Felipe IV y personaje de un gran prestifio, los recetarios conventuales y otros manuscritos femeninos de recetas. Todo ello le da pie para entender y hablar de las representaciones que recoge e incluye su investigación.

Importancia de la literatura y los refranes

La literatura ha hablado siempre mucho de la comida, y lo ha hecho abundantemente en el Siglo de Oro. Para Cervantes, por ejemplo, es un tema recurrente, sobre todo en el Quijote, con alusiones a comidas como los duelos y quebrantos, un plato tradicional de la cocina manchega que aparece en la novela, elaborado en una sartén con huevo revuelto, chorizo y tocino de cerdo. Hay incluso numerosos recetarios en torno al Quijote.

Como decía Massimo Montanari, la historia de la humanidad nada entre el hambre de los desfavorecidos y la abundancia de los poderosos. Y esa idea se refleja en toda la literatura picaresca desde el ‘Lazarrillo de Tormes’, y también en el resto de los autores del Siglo de Oro: Góngora, Quevedo, Lope de Vega… Y sus testimonios referentes a la comida son recogidos por la experta María Pilar Ruiz López en su estudio, como también incluye los refranes, ya que aluden con frecuencia a la comida.

El chocolate, un manjar de las cocinas de ricos que se trasladó a las de los pobres

La mejor forma de mostrar el estatus social era la cocina. Hubo un tiempo en el que el chocolate constituía el manjar más exquisito y el más selecto, solo al alcance de los más privilegiados. Con él se agasajaba a los más ilustres invitados, sirviendo para ejercer los mayores niveles de ostentación.

El chocolate llegó a alcanzar tal popularidad que las mujeres de los nobles lo bebían varias veces al día, incluso solicitaron poder consumirlo en las iglesias, durante los oficios, algo a lo que se negaron los obispos, publicándose en 1681 una circular del nuncio apostólico prohibiendo expresamente el consumo de chocolate en las iglesias durante los interminables sermones. Esta negativa llevó a que las chocolatadas, celebradas al finalizar los oficios religiosos, se hicieran muy populares entre la aristocracia.

El mismísimo Felipe II, ante la abundancia de puestos de chocolate en los mercados, según refiere María Pilar, tuvo que aprobar una ordenanza para impedir su adulteración, ya que, ante la gran demanda, era adulterado fabricándolo a menudo con harina de algarroba. Se hablaba de que hasta lo mezclaban con cenizas de difunto… Era el resultado de que los estratos menos altos de la sociedad intentaran conseguir lo que solo estaba al alcance de los más poderosos, intentando conseguirlo con sus recursos, mucho más modestos.

A partir de finales del siglo XVII el chocolate se extiende y diversifica, y en el siglo XVIII ya se consume en todos lados. «En todas las casas había ya una chocolatera. Hasta entonces, el chocolate había estado rodeado de prestigio, y se había utilizado para su consumo los mejores jarrones y la porcelana china, que constituía el máximo lujo de los recipientes utilizados en los salones. Todo esto se reproduce meridianamente en las obras pictóricas», asegura María Pilar Ruiz López.

Fuente: https://www.laverdad.es/culturas/estudio-experta-umu-une-comida-arte-traves-20241004002432-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.laverdad.es%2Fculturas%2Festudio-experta-umu-une-comida-arte-traves-20241004002432-nt.html

¿Qué se cocinaba en España durante la guerra civil y la posguerra? Así comían nuestros abuelos

Se puede conocer la historia de un país estudiando su gastronomía y España no es una excepción.

Una cocina centenaria

En el momento presente, después de décadas de alimentos ultraprocesados que nos prometían tiempo para nuestras cosas a costa de ahorrárnoslo en la cocina, las palabras mágicas para que una receta triunfe ahora son «rápida, ligera y saludable», ya no queremos comida industrial, pero seguimos sin reaprender que el tiempo es también un ingrediente necesario. Queremos volver a «lo de antes», pero lo que hacemos no tiene nada que ver con lo que cocinaban nuestras abuelas.

Y de ellas vamos a hablar, de la cocina de nuestras abuelas y de lo que comían en sus casas hace casi 100 años. La de hoy es una historia de nuestra historia, es el relato de una época en la que lo no saludable no eran las grasas trans, sino no tener que llevarse a la boca. Así fue cómo la guerra civil del 36 cambió una España que empezaba a abrirse a la modernidad gastronómica por la España de las cartillas de racionamiento, del estraperlo y del hambre.

La periodista Berta Álvarez Acal acaba de publicar Recetas de guerraEspaña a través de su gastronomía (Kailas Editorial, 2024), un volumen que describe la manera de alimentarse en nuestro país durante estos años cruciales de nuestra historia y una recopilación de recetas y testimonios que sirven para ilustrar al lector hasta qué punto llegaron las penurias en muchas casas.

El libro es un verdadero homenaje a los que vivieron esa época y todavía están aquí para recordarla y a los que se quedaron por el camino. Pero también es una lección y un regalo para los que no lo vivimos y crecimos sin entender muy bien por qué nuestros abuelos intentaban «cebarnos» a toda costa cada vez que nos ponían un plato de comida en la mesa.

Los años del hambre

Entre las páginas de esta obra se recorre la historia gastronómica de España desde 1931 hasta el fin de las cartillas de racionamiento en el año 1952 dividida en cuatro capítulos correspondientes a distintos períodos.

El primer capítulo dibuja el mapa de la situación en la que se encontraba el país en los años previos al alzamiento de las tropas de Franco en julio de 1936. El comienzo de la década de los 30 trajo a España la modernidad gastronómica. Se publicaban libros y revistas de cocina que eran un éxito, triunfaban los cócteles y algunos gastrónomos gozaban de un notorio reconocimiento. Entre ellos, María Mestayer de Echagüe, conocida como la Marquesa de Parabere, a la que podríamos considerar la primera «influencer» gastronómica.

El segundo capítulo nos lleva a los años de la guerra y a la escasez que trajo consigo. A los tiempos en los que muchos españoles, la mayoría, tuvieron que comerse cosas que jamás pensaron que se comerían para poder sobrevivir. A quien haya crecido con abuelos que vivieron esa época no le resultará ajeno, pues seguro que ha escuchado más de una vez historias parecida. 

Tiempos en los que la imaginación y el instinto de supervivencia de nuestros mayores nos dejaron recetas como las tortillas de patatas sin huevos, o las tortillas de «patatas» sin patatas.

El tercer capítulo nos lleva a la posguerra, a los años en los que la gente tuvo por delante la ardua tarea de reconstruir un país con el estómago vacío. Época en la que los que tenían un pedazo de tierra tenían un tesoro que les permitía alimentarse con lo que daba la tierra cada temporada, pero que quien vivía en las ciudades pasó mucha necesidad.

El cuarto y último capítulo abarca desde 1946 hasta el fin de las cartillas de racionamiento en 1952, período en el que se recuperaron libros de cocina como el de Carmencita o la buena cocinera y se publicaron otros nuevos como el Manual de cocina de Ana María Herrera, editado por la Sección Femenina. 

Al final de cada capítulo se incluye una pequeña colección de recetas habituales en esos años y, al final del libro, la autora ha incluido una recopilación de testimonios de algunos que vivieron esas épocas. Testimonios que podrían haber sido los de tus abuelos o los míos. Una lectura altamente recomendable porque saber quiénes fueron es la única manera de entender quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí.

https://www.elespanol.com/cocinillas/actualidad-gastronomica/20240727/cocinaba-espana-guerra-civil-posguerra-comian-abuelos/872412765_0.html

El cocinero Ricard Camarena, en Cheste: “Hoy vamos a llenar tres tráilers con más de 25.000 raciones de comida”

Desde una nave industrial en la localidad valenciana, el chef y su mujer, Mari Carmen Bañuls, gestionan un equipo de 80 personas para cocinar y llevar los platos a las zonas más afectadas por la dana

“Hoy vamos a llenar tres tráilers de comida y a repartir más de 25.000 raciones”. Lo dice Ricard Camarena, cocinero valenciano con dos estrellas Michelin, que lleva 24 horas en una nave industrial cocinando con 80 personas bajo su batuta y la de su mujer, Mari Carmen Bañuls (copropietaria, directora general de la empresa Ricard Camarena). “Podríamos ser más, por la cantidad de personas que se han puesto en contacto para venir a echar una mano, pero no somos capaces de gestionar más gente”, afirma.

Ayer, a las nueve de la mañana, Camarena se disponía a cocinar lentejas en su restaurante y a hacer bocadillos para repartir entre quienes se acercaran a su local, situado en el norte de la ciudad de Valencia. Fue entonces cuando se le encendió la luz. “Llamé a los dueños de Costa Brava Food, compañía cárnica con la que fabricamos productos elaborados, y les pregunté si podíamos usar toda la capacidad productiva de la fábrica para cocinar allí. En sus instalaciones hacemos desde croquetas a empanadas, y me dijeron que fuera rápido para allá, que sacarían todo el producto de sus cámaras. Han donado toneladas de alimentos”, cuenta al teléfono.

La nave está en Cheste, una de las zonas más afectadas, “pero se halla en un alto y, aunque entró un poco de agua, las instalaciones están en marcha y aquí estamos cocinando con su generosidad y la de muchas empresas y particulares. Es fácil de decir, pero soportar la parte económica y dejar de producir lo que te aporta dinero… Cuando las cosas vienen mal, nos ponemos todos a disposición de todos”, asegura el chef.

Mari Carmen Buñols es el otro pilar de esta operación. Con la ayuda de dos personas, se encarga de toda la logística, recibe productos y gestiona el envío a las zonas más afectadas. “Está siendo lo complicado porque lo estamos haciendo con transportistas voluntarios, y Mari Carmen está en contacto con policías de municipios y alcaldes, todos desbordados. Buscamos un contacto directo para ver las necesidades reales que tienen y cómo las podemos resolver en zonas inaccesibles y prácticamente incomunicadas como Cheste, Chiva o Buñol”, explica Camarena. “Tenemos a gente de nuestra empresa que vive en estas zonas, y estamos organizando brigadas particulares con furgonetas que vienen, recogen y se van a lugares concretos para repartir la comida. Hacemos dos horarios de entrega y recepción con tráilers, y Mari Carmen ha organizado las recogidas en los pueblos”.

Ayer salieron a las doce de la noche de la nave en Cheste y hoy, a las siete de la mañana, ya estaban allí. “Los 30 kilómetros de trayecto me los paso llorando, pero en 24 horas hemos logrado una eficiencia increíble, y hoy, a las once de la mañana, teníamos producido lo mismo que ayer en todo el día”. Hoy han cocinado mucho guiso. “Hemos hecho unos 2.800 kilos de albóndigas con salsa y verduras, 2.000 kilos de jarrete de ternera en salsa con patatas, unos 6.000 kilos de pollo empanado y croquetas, 800 kilos de garbanzos con carne, y ahora estamos preparando alubias con emperador, que nos acaba de llegar un palé. Aparte, como en muchas zonas ya pueden cocinar porque ya tienen luz y agua, en los mismos envíos vamos a mandar muchas bandejas de productos para terminar (hamburguesas, filetes o conservas), para que la gente pueda tener en su casa, por si acaso”, cuenta. “Cuando pase la urgencia de alimentos, pensaremos de qué otra manera podemos ayudar. Lo importante es ir de máximo impacto a mínimo. Si solo puedes sacar barro, pues saca barro. En siete días lo estaré quitando yo. La desgracia va a ser inimaginable. Es algo inenarrable. Pero estar al servicio de los demás y ver que con lo que haces puedes mejorar en algo su vida es de las cosas más bonitas que hay. No hay una sensación que supere a esa: ni el dinero, ni el poder. Ayudar a los demás es el poder verdadero”.

https://elpais.com/gastronomia/2024-11-02/el-cocinero-ricard-camarena-en-cheste-hoy-vamos-a-llenar-tres-trailers-con-mas-de-25000-raciones-de-comida.html

La alimentación es un derecho humano: la ONU llama a trabajar para que todos lo ejerzamos

La agricultura produce comida suficiente para toda la población del planeta; sin embargo, 733 millones de personas sufren hambre debido a los conflictos, los eventos climáticos extremos y la pobreza. En la jornada mundial dedicada a la alimentación, la ONU insta a buscar soluciones para que todos gocemos ese derecho fundamental.

El derecho a la alimentación está reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 como parte del derecho a un nivel de vida adecuado y fue consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966.

Pero la larga data de su reconocimiento en la legislación internacional, que lo protege como el derecho de todos los seres humanos a alimentarse con dignidad ya sea produciendo su propio alimento o adquiriéndolo, no ha garantizado su ejercicio para todas las personas.

En el Día Mundial de la Alimentación, celebrado cada 16 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que pese a que los agricultores del mundo producen suficientes víveres para toda la población del planeta, el hambre persiste y flagela 733 millones de personas por razones que incluyen los conflictos, los recurrentes eventos climáticos extremos y la pobreza.

Las personas más pobres y vulnerables son las que nutren las cifras del hambre aunque muchas veces sean campesinos empleados en producir alimentos, una triste paradoja que refleja las cada vez mayores desigualdades entre los países y dentro de ellos mismos.

La FAO subrayó que la alimentación es la tercera necesidad humana más básica después del aire y el agua, por lo que todos deberían tener derecho a una alimentación adecuada.

Alimentos disponibles, accesibles y nutritivos

El derecho a la alimentación supone no sólo que los alimentos estén disponibles sino también que sean accesibles, es decir, que cada persona o familia con los medios para producirlos o adquirirlos.

También implica que cuando las personas no sean capaces de satisfacer este derecho debido a guerras, desastres o privación de la libertad, el Estado tiene la obligación de proporcionarles alimento directamente.

Con motivo de la jornada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo hincapié en que alimentarse no quiere decir conformarse con cualquier alimento, y agregó que los gobiernos deberían garantizar que la comida de la población sea nutritiva, segura y asequible.

En este sentido, destacó que 2800 millones de personas no pueden permitirse llevar una alimentación sana, lo que incluye a quienes tienen sobrepeso, recalcando que la obesidad se está disparando a nivel mundial, generando un problema grave de salud pública.

Los alimentos deben favorecer un crecimiento saludable y prevenir las enfermedades sin amenazar el medio ambiente, sin destruir los bosques y sin utilizar para su producción más agua dulce de lo que el planeta puede tolerar.

Sistemas agroalimentarios eficientes y sostenibles

En la ceremonia del Día Mundial de la Alimentación en la sede de la FAO en Roma, el director general de esa agencia, Qu Dongyu, llamó a los Estados a renovar el compromiso “para construir sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles que puedan alimentar al mundo”.

Hace veinte años, la comunidad internacional acordó una serie de directrices para garantizar que todas las personas tuvieran una alimentación adecuada.

Sin paz no hay seguridad alimentaria

Las directrices ofrecen orientación a los Estados mediante el desarrollo de estrategias, programas, políticas y legislación. Pero la primera condición para cumplir con esas directrices es la paz.

Al aludir a los múltiples conflictos que se viven en el mundo, Qu afirmó que “no hay seguridad alimentaria sin paz”

“La seguridad alimentaria se basa en la disponibilidad, la accesibilidad y la asequibilidad de los alimentos”, aseveró, y agregó que no se puede construir comunidades pacíficas “sin abordar el hambre y la malnutrición”.

En el mismo tenor, el Secretario General de la ONU dijo en su mensaje para la ocasión que el hecho de que el hambre y la malnutrición formen parte de la vida cotidiana de miles de millones de niños, mujeres y hombres, es señal de que algo no va nada bien en nuestro mundo.

António Guterres exhortó a tener presentes a los 733 millones de personas que no tienen suficientes alimentos a causa de los conflictos, la marginación, el cambio climático, la pobreza y las crisis económicas.

Entre esas personas hambrientas, mencionó particularmente a las que corren el riesgo de sufrir una hambruna causada por el ser humano en Gaza y Sudán.

La hambruna es un fracaso colectivo

La hambruna se define como una desnutrición generalizada y muertes relacionadas con el hambre debido a la falta de acceso a los alimentos.

“Decimos que hay hambruna cuando se dan tres condiciones en una zona geográfica específica, ya sea un pueblo, una aldea, una ciudad o incluso un país”, explicó el economista jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Arif Husain precisió que en una situación de hambruna, el 20% de la población de una zona en particular enfrenta niveles extremos de hambre; el 30% de los niños en el mismo lugar están emaciados o demasiado delgados para su estatura; y la tasa de muertes se ha duplicado con respecto al promedio, superando las dos muertes por cada 10.000 personas diarias para los adultos y las cuatro muertes por cada 10.000 personas diarias para los niños.

“La hambruna es la admisión de un fracaso colectivo”, sostuvo.

Husain añadió que para evitar una hambruna es crucial actuar mucho antes de que ésta llegue para que la gente no muera de hambre.

Acabar con el hambre es posible

Pero en medio del regreso de la hambruna en algunos puntos del mundo, además del hambre y la malnutrición, el Secretario General tuvo una nota de optimismo.

“La buena noticia es que es posible lograr el hambre cero”, aseguró.

La condición es una transformación profunda de los sistemas alimentarios con el apoyo de las empresas, el mundo académico, las instituciones de investigación y la sociedad civil, para que ganen en eficiencia, inclusividad, resiliencia y sostenibilidad, según se planteó en la Cumbre de 2021 sobre el tema.

En este sentido, abundó Guterres, los gobiernos deben trabajar con todos sus socios para incentivar la producción y la venta de alimentos sanos y nutritivos a precios asequibles.

“En el Día Mundial de la Alimentación, intensifiquemos la lucha contra el hambre y la malnutrición. Actuemos para defender el derecho a la alimentación en aras de una vida y un futuro mejores”, apuntó António Guterres.

https://news.un.org/es/story/2024/10/1533576

La Influencia de la Gastronomía en la Literatura

La gastronomía y la literatura han estado interconectadas a lo largo de la historia. Esta unión va más allá del mero acto de comer, adentrándose en el terreno de la experiencia sensorial y emocional. Los escritores han utilizado la comida como un poderoso recurso literario para evocar ambientes, caracterizar personajes y simbolizar temas. La descripción detallada de platos y banquetes en la literatura a menudo refleja la cultura y la época.

La comida en la literatura puede actuar como un catalizador para el desarrollo de la trama. Desde banquetes reales en obras clásicas hasta comidas familiares en novelas contemporáneas, la comida establece escenarios para encuentros y conflictos. Los detalles gastronómicos enriquecen las narrativas, ofreciendo una dimensión adicional a la comprensión de los personajes y sus relaciones.

Muchos escritores famosos han encontrado en la gastronomía una fuente de inspiración. Ernest Hemingway, por ejemplo, incorporó en sus obras comidas que reflejaban sus experiencias personales y viajes. Sus descripciones vivas de comidas y bebidas añaden autenticidad y profundidad a sus historias.

Isabel Allende, en su libro “Afrodita”, explora la relación entre comida y sensualidad. A través de recetas e historias, Allende teje una narrativa donde la comida es protagonista, evocando pasión y deseo. Este enfoque muestra cómo la literatura puede trascender lo narrativo y conectarse con los sentidos del lector.

La integración de la gastronomía en la literatura refleja la universalidad de la experiencia alimentaria. Más allá de su función básica de nutrición, la comida en la literatura simboliza la vida, la cultura, la tradición y las emociones. Los autores utilizan la comida para contar historias que son a la vez particulares y universales, conectando con lectores de diversas culturas y épocas.

La comida como elemento literario seguirá evolucionando, reflejando los cambios en nuestra sociedad y cultura. Continuará siendo un espejo de nuestras vidas, nuestras luchas y nuestras alegrías. En última instancia, la relación entre la gastronomía y la literatura es una celebración de la humanidad en sus múltiples facetas.

https://ibericash.com/la-influencia-de-la-gastronomia-en-la-literatura/

La Fiesta del Marisco Gallego ha regresado a Cuenca

Pulpo, mejillón, gamba, gambón, centollo, nécora, percebes, ostras y vinos gallegos son algunos de los productos que se han podido consumir.

Este pasado fin de semana se ha celebrado en la ciudad de Cuenca la Fiesta del Marisco Gallego. Archi López, gerente de la lucense Pulpería Archi, organizadora del evento, detalla que los asistentes han podido degustar directamente desde Galicia productos como el pulpo, mejillón, gamba, gambón, zamburiña, chipirón, navaja, buey de mar, bogavante, centollo, nécora, percebes, ostras y vinos gallegos como Ribeiro, Albariño y Godello.

López explica que la idea partió «hace ocho o nueve años, organizando ferias por toda la geografía española, y ha tenido muy buena aceptación desde el principio y por eso repetimos cada año». El evento suele atraer a conquenses y visitantes, pues se pueden consumir productos de Galicia de primera calidad.

Los precios para una comida se mantienen respecto a ediciones anteriores, con una media que oscila entre 15 y 20 euros por comensal.

Es una feria que tiene muy buena aceptación porque el producto gallego, donde quiera que vaya, suele gustar”, ha sentenciado Archi López.