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No siempre comimos patatas
La patata nunca ha sido la primera opción alimenticia del hombre a lo largo de la Historia. De hecho, en América preferían el maíz, la yuca o la mandioca, hasta que hace unos 3.500 años las tribus indígenas que iban ocupando el altiplano andino dejaron de usarlas (se dan mal en altura) y se pasaron a la patata.
Por extrema necesidad también la adoptaron los irlandeses a partir del siglo XVI y eso les ayudó a transitar la penuria alimentaria intermitente durante tres siglos.
Tampoco la humilde patata ha estado siempre en la mesa de los vascos. Antes hubo que descubrir un Nuevo Mundo y luego esperar siglos a que, sobre todo la necesidad, provocara un consumo tan extenso que ahora está en los platos sencillos y en los extraordinarios y es base de preparaciones principales de la culinaria vasca, además de comparsa excelente de todo tipo de platos.
La realidad es que no hemos usado la patata de forma generalizada hasta avanzado el siglo XIX. De hecho, en uno de los diálogos de la obra “Peru Abarka” de 1802, Peru le dice a la Neskatilla: Ekarri egiguzuz topinean ikusi ditudan arbi, aza ta okelea erretilu baten.
Hace referencia al puchero donde se guisarían las patatas, pero no hay ninguna referencia a las mismas, sino a los nabos y a la berza.
Y en otro diálogo Peru Abarka dice, Lapikoan dagoz urdai ta zezinaz eginiko azaak; … Nos encontramos de nuevo con un puchero con tocino y cecina, hecho con berzas pero sin patatas.
Y esto, en una zona rural de Vizcaya al inicio del siglo XIX indica que la patata, y en consecuencia los guisos de patatas, no estarían muy popularizados en nuestra cocina, por lo que platos como la porrusalda o el marmitako tal y como los conocemos hoy no son tan antiguos. Sin embargo, sí comían la alubia y el maíz que también vinieron de América.
Así que vista su historia, la patata es como la cenicienta de la gastronomía, ignorada durante miles de años, despreciada o aprovechada solo para comida de los animales y aceptada únicamente por imperativo del hambre, hasta transmutarse a partir del siglo XIX en princesa de los fogones como delicado puré, guiso sustancioso, realce de carnes y pescados e incluso elemento principal de uno de los platos españoles más apreciado: la tortilla de patata.
Las infusiones, su origen y la restauración
La bebida más consumida en el mundo es la infusión, además del agua. Café, té u otras, las tomamos en casa y fuera de casa. Cafeterías y restaurantes nos ofrecen estos productos y la amplitud de la oferta es muy extensa, pero no siempre igual.
Una infusión en términos generales es la mezcla de raíces, flores, bayas, hojas, frutas o verduras con agua caliente, a fin de que éstas liberen sus propiedades y aromas. Las infusiones datan de hace miles de años, y si bien las recetas y los materiales para la preparación han evolucionado, aún se mantiene la esencia del concepto. En lo que se refiere a la “invención” de las infusiones, la historia, depende de quien la escriba es una tanto, caprichosa.
Para algunos, la costumbre proviene de China. El descubrimiento de las hojas de té como bebida se atribuye al emperador Shen Nung. Bajo su mandato, toda el agua destinada para consumo humano debía ser obligatoriamente hervida antes del mismo por salubridad. Un día, mientras descansaba a la sombra de un árbol de té silvestre y esperaba a que su agua hirviese, unas hojas de té cayeron en la misma y se comenzó a hacer la infusión. El aroma hizo que el emperador reparase en ella y se decidiese a tomarla.
Para los hindús, el hallazgo del té como bebida fue obra del monje Bodhi-Dharma. Este realizaba largos viajes predicando la forma de budismo Zen, lo que le resultaba tremendamente agotador. Siguiendo el consejo de unos sabios decidió infusionar unas hojas del árbol que le habían recomendado (el del té) para recuperarse de su cansancio. Tras probar sus efectos, comenzó a utilizarlo como bebida medicinal.
He buscado y encontrado ambas leyendas. Ambas son muy bucólicas y místicas quizás. Pero nos damos cuenta, curiosamente, que el origen es el té y Asia. Pero si cruzamos el charco y nos vamos a las civilizaciones precolombinas, pueblos como káingango los guaycurúes, ya tomaban la yerba mate, que se sigue tomando en Sudamérica. O los mayas con el cacao. Aquí no se sabe la antigüedad, porque a la historia, no le interesaron ciertos orígenes. El café nos llega desde otro continente, África y, en teoría no tienen mucha relación unas cosas con otras, salvo que en todo momento estamos hablando de infusiones.
En cualquier caso. Lo cierto es que el ser humano ha buscado y busca en la naturaleza. Busca o encuentra. Más allá de la época o el lugar, la coincidencia existe y, las infusiones están ahí y los principios activos obtenidos han servido y sirven para relajar o estimular, para curar o para envenenar. Es el hombre el que elige el “para qué”. En la actualidad, las infusiones tienen mucho más que ver con el placer sensorial y el bienestar. Y tenemos a nuestro alcance muchos tipos y procedencias de infusiones.
Se estima que la más de la mitad de la población mundial consume tés e infusiones a diario, por ello, es común que estas ocupen un papel destacado en lo cotidiano. Los locales de restauración, bares, cafeterías, teterías, hoteles y restaurantes suelen tener para ofrecer a sus clientes. Las infusiones más comunes, además del café, son el té, la manzanilla o el poleo. Obviamente, dependiendo del local, hay muchas más. Pero, a pesar de ello, es muy curioso como cuando terminas de comer o cenar en un restaurante, te preguntan si quieres postre o café. Las infusiones están en un tímido segundo plano, aunque de café solo tengan un tipo y, de infusiones tengan una gama de 15 variedades.
Es probable que, añadiendo también las infusiones a la pregunta, estas se consuman más. Siempre y cuando el servicio de estas y su calidad estén acorde al del café. Solo acorde, no mejor. Esto es así porque, la empresas cafeteras, aparte de cuidar que su producto se ofrezca en las mejores condiciones, forman al personal del local en cuestión. Aroma, aspecto, temperatura… En las infusiones es muy poco común el ofrecer una formación correcta de como ofrecer el producto y preparar el producto.
¿Por qué se debe comer pavo en el Día de Acción de Gracias?

Descubre cómo esta ave se transformó en el ícono de una de las festividades más importantes de Estados Unidos; el Día de Acción de Gracias 2024.
El Día de Acción de Gracias 2024 (Thanksgiving Day) es una de las festividades más arraigadas en la cultura estadounidense, y uno de los aspectos más destacados de esta celebración es el platillo principal: el pavo. Pero, ¿por qué se come pavo en esta fecha tan significativa? La respuesta se remonta a la historia de los primeros colonos y la abundancia que marcaría esta tradición.
En 1621, los colonos ingleses que se habían asentado en lo que hoy conocemos como Estados Unidos celebraron su primera cosecha abundante junto a los nativos americanos. Aunque no existe un registro exacto de los alimentos que compartieron, se cree que el pavo podría haber sido uno de ellos. Con el tiempo, esta ave se consolidó como el plato principal de la festividad.
Alimento abundante
El pavo se eligió por varias razones prácticas. En primer lugar, era una fuente de alimento abundante en América del Norte, fácil de obtener y criar. Además, su tamaño permitía alimentar a un gran número de personas, lo cual lo hacía ideal para las celebraciones comunitarias. Comparado con otros animales de granja, el pavo era relativamente fácil de criar.
Con el paso de los siglos, el pavo se ha convertido en un símbolo de la identidad estadounidense. Representa la gratitud por la cosecha abundante, un tema central de Thanksgiving, y se ha transformado en un símbolo de unión familiar y comunidad. Más allá de su rol como platillo, el pavo refleja el intercambio cultural entre los colonos, los nativos americanos y las diversas comunidades que han formado parte de la historia de Estados Unidos.
Lo que debes saber sobre Ramadán, mes sagrado del islam: qué es, cuánto dura y qué se puede hacer y qué no durante el ayuno
Los musulmanes celebran el Ramadán como el mes en el que el profeta Mahoma recibió la primera de las revelaciones que componen el Corán, texto sagrado del islam.
Es el noveno mes del año musulmán, cuyo comienzo está determinado por el avistamiento de la luna nueva (aunque la fecha exacta depende a menudo de los clérigos de cada país). En 2024 está previsto que comience al atardecer de este domingo 10 de marzo y finalice el 9 de abril.
Arabia Saudita anunció que el lunes 11 de marzo será el primer día del Ramadán, según un informe de este domingo de la televisión estatal saudí al-Ekhbariya.
El Ramadán es un mes sagrado de ayuno durante el cual los musulmanes no pueden comer ni beber en las horas diurnas. Los creyentes se abstienen de todo alimento o bebida, incluida el agua, y de mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer.
Se los anima a comer antes del amanecer y a romper el ayuno inmediatamente después de la puesta de sol.
Tradicionalmente, el ayuno se rompe comiendo dátiles y bebiendo agua.
El final del Ramadán, llamado Eid al-Fitr, es un día de fiesta.
(Durante ese día, los musulmanes se reúnen en grandes espacios abiertos o mezquitas para rezar oraciones especiales, llamadas Salat al-Eid, que suelen ir seguidas de un pequeño desayuno, su primera comida diurna en un mes. Se suelen intercambiar regalos y también es habitual dar limosnas. Otra costumbre consiste en ponerse ropa nueva para ese día, lo que marca una renovación espiritual).
Los pilares básicos del islam
El ayuno del Ramadán es uno de los cinco pilares o instituciones básicas del islam:
1. Shahadah: afirmación de que no hay más deidad que Dios y Mahoma es su mensajero.
2. Salat: rezar cinco veces al día.
3. Zakat: dar en caridad.
4. Sawm: ayunar durante el mes de Ramadán.
5. Hayy: peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida.
¿Qué hacer y qué no hacer si no eres musulmán?
El comienzo del Ramadán suele traer acompañado preguntas sobre qué es correcto hacer y qué no entre quienes no profesan la fe del islam pero conviven, trabajan o simplemente comparten tiempo con quienes sí celebran este mes sagrado. Aquí, algunos consejos a tener en cuenta según Saeed Ahmed de CNN.
Sí puedes comer delante de quienes están ayunando
Durante los siguientes 30 días, los musulmanes de todo el mundo se abstendrán de comer y beber durante el día. Eso no quiere decir que tú no debas continuar como hasta ahora.
Puedes participar del Iftar
Iftar es la ruptura del ayuno después de la puesta del sol. “Nos gusta que sea una gran comida comunitaria. Deberías venir”, escribe al respecto Ahmed .
Sé flexible con las fechas
La forma en que se determina cuándo comienza el Ramadán es decididamente de la vieja escuela: tienes que ver físicamente la luna (a pesar de que hay aplicaciones para eso). Por eso, si tu compañero de trabajo te dice: “A partir de mañana, ¿puedo empezar a trabajar temprano para que pueda salir antes?”, trata de acomodarte.
Puedes decir “Ramadán Mubarak”
Significa “Feliz Ramadán”. Tu compañero de trabajo musulmán lo apreciará.
Técnicas de la cocina de vanguardia más usadas en la alta repostería
En el fascinante mundo de la gastronomía, hay dos áreas destacan por su constante evolución y creatividad: la cocina de vanguardia y la alta repostería.
En este artículo hablaremos de cómo estos dos mundos se entrelazan, desde sus orígenes hasta las técnicas más innovadoras que definen la cocina de vanguardia y la alta repostería hoy en día. Conoceremos cómo las técnicas de la cocina de vanguardia han sido adoptadas y adaptadas por la repostería, creando una sinergia entre ellas. Nuestro plan de estudios del Máster en Gestión de Alta Pastelería abarca también ambos mundos.
¿Cuándo aparece la cocina de vanguardia?
La cocina de vanguardia es un movimiento que nació en España durante la década de los 80 y 90. Estuvo centralizado principalmente en el País Vasco, por lo que fue conocida como “nueva cocina vasca”. Así, los chefs Ferrán Adrià o José Mari Arzak jugaron un papel muy importante en el nacimiento y su posterior expansión. Este movimiento rompe con lo establecido con una gran calidad de la última tecnología. Dicha innovación hizo que poco a poco esta nueva tendencia se extendiera por todo el mundo.
Características de la alta repostería:
- Es creativa. Está en continua evolución y busca sorprender a través de nuevos retos. La innovación va de la mano de la creatividad, ya que cada plato es único y tiene una gran experimentación detrás.
- En ella prima el elemento sorpresa. Pretende sorprender por lo que todo cuenta.
- La estética juega un papel importante. Se caracteriza por las pequeñas porciones a modo menú degustación. En ellos, se juega con las diferentes gamas cromáticas, texturas, técnicas…
- El sabor es el gran protagonista. Se pretende sorprender al comensal con un bocado ligero, donde el sabor sea el gran protagonista. Proporcionar una experiencia única de cocina de vanguardia que te deje “con ganas de más”.
- Como bien dice su nombre, ante todo es vanguardista. Es decir, utiliza técnicas de alta cocina muy modernas. Se trabajan texturas y temperaturas como el frío-caliente o crujiente-suave.
Técnicas de alta cocina más usadas en repostería
Tal y como se ha comentado, la cocina vanguardista ante todo es experimentación. Así, han nacido diferentes técnicas modernas a lo largo de este movimiento. Así, la creatividad y los procesos químicos y físicos son responsables de las transformaciones. Te explicamos algunos de los métodos que debes conocer sobre la comida vanguardista.
Deconstrucción
Consiste en transformar las texturas, formas y temperaturas de los ingredientes sin que pierdan los sabores originales. Mediante esta técnica se transforman algunas propiedades de los alimentos pero su sabor no cambia, por lo que acentúa el sentido principal de la gastronomía.
Fue creada por Ferrán Adrià en los fogones de su restaurante elBulli. Uno de sus famosos logros es la tortilla de patatas, donde creó una tortilla líquida con espuma presentada en una copa.
Gelificación
Permite obtener texturas más sólidas utilizando gelificantes, que tal y como se indica, crean geles para obtener texturas sólidas. Algunos de estos gelificantes son el agar o el iota. Estas espesan salsas, cremas y helados. Es una de las técnicas más antiguas de la cocina vanguardista.
Esferificación
Consiste en gelificar la capa exterior del alimento y después crear una forma esférica, envolviendo dentro el líquido. Para ello, se utiliza alginato de sodio (una sustancia extraída de las algas) y cloruro de calcio (para obtener una textura agradable y blanda). Técnica rescatada por Ferrán Adrià. Aporta un toque de distinción a los platos.
Cocción a baja temperatura
Mantener los alimentos en bajas temperaturas modifica sus propiedades, obteniendo texturas y sabores únicos. Se cuecen los alimentos durante un periodo de tiempo prolongado evitando que los productos hiervan, por lo que no deben cocinarse a más de 80ºC.
Nitrógeno líquido
El nitrógeno líquido permite cocer los alimentos a través de la congelación. La idea de base es sumergir el producto en nitrógeno, con lo que instantáneamente se congela. Se pueden conseguir diferentes resultados, dependiendo de lo que se pretenda conseguir en el plato como conseguir una capa dura y un interior líquido. Técnica creada por Ferran Adrià, Heston Blumenthal o Dani García.
Cocción al vacío
Es un proceso de cocción al vacío a una temperatura baja durante un tiempo prolongado, normalmente durante horas. Esta técnica permite que los alimentos conserven sus jugos y consistencia. Asegura una gran calidad sin conservantes consiguiendo sabores únicos e intensos.
El Máster en Gestión de Alta Pastelería de Barcelona Culinary Hub exploras las últimas tendencias en alta pastelería y además te enfocas en las técnicas más vanguardistas del sector, combinando innovación con una perspectiva sostenible.
Descubre el origen y la tradición de comer palomitas en el cine
¡Atención, amantes del cine! ¿Alguna vez te has preguntado por qué las palomitas se han convertido en el compañero inseparable de las películas? Prepárate para descubrir los secretos detrás de esta tradición tan arraigada.
En este artículo, exploraremos los orígenes de esta costumbre que ha conquistado a millones de espectadores en todo el mundo. Desde los primeros exhibidores de cine hasta las estrategias de marketing más sofisticadas, desvelaremos los motivos por los que las palomitas son el aperitivo estrella en las salas de proyección.
Adéntrate en una experiencia multisensorial donde el aroma irresistible, la textura crujiente y el sabor salado se unen para crear un deleite culinario único. Además, descubrirás cómo las palomitas se han convertido en mucho más que un simple aperitivo, convirtiéndose en un símbolo de recuerdos y momentos icónicos.
No pierdas la oportunidad de sumergirte en esta fascinante historia llena de curiosidades y datos interesantes. ¡Prepárate para disfrutar de una experiencia cinematográfica completa!
Cine + palomitas = diversión asegurada
¿A quién no le gustan las palomitas en el cine? Este crujiente aperitivo se ha convertido en el compañero inseparable de cualquier sesión de cine que se precie. Su popularidad es tal que ya forma parte de la cultura popular: es casi imposible imaginarse viendo una película sin tener al lado un gran cubo de palomitas calentitas.
Pero, ¿cómo nació esta tradición? ¿Por qué las palomitas y el cine encajan tan bien? Te propongo hacer un viaje en el tiempo para descubrirlo.
Las palomitas de maíz tienen una larga y curiosa historia vinculada al cine. Se cree que su origen se remonta a los antiguos pobladores de México, específicamente la región de Tehuacán, Puebla, donde los mayas ya cocinaban y consumían este popular snack hace miles de años.
La invención de la máquina para hacer palomitas data de finales del siglo XIX. Charles Cretors, un emprendedor de Chicago, diseñó en 1885 la primera máquina con brazos metálicos que explotaba los granos de maíz con aire caliente. Esta permitía prepararlas de forma masiva, agregando mantequilla y aceite.
Al principio su venta estaba prohibida dentro de los cines, que intentaban emular la elegancia de los teatros. Pero afuera, vendedores ambulantes ofrecían bolsas de palomitas recién hechas a los asistentes.
Pese a la prohibición, algunos espectadores se levantaban constantemente de sus asientos para salir al exterior y rellenar su reserva, ante la irritación de quienes querían disfrutar tranquilamente la película.
«Durante la Gran Depresión, este sencillo snack se convirtió en una opción accesible para cenar viendo una película, que costaba solo entre 5 y 10 centavos«
La venta y consumo de palomitas se convierte en una tradición arraigada
Para los primeros cinéfilos, saborear este tentempié mientras seguían las aventuras de vaqueros y detectives en la gran pantalla se convirtió en un auténtico ritual. Las palomitas potenciaban la diversión y ayudaban a evadirse de la realidad por un rato.
El factor decisivo fue la llegada del cine sonoro. Al poder escuchar los diálogos, el ruido de masticar palomitas dejó de ser una molestia. Los cines aprovecharon su alto margen de ganancia y eliminaron la prohibición, pasando a venderse directamente en el interior de las salas. Para los años 50, su venta y consumo ya era una tradición arraigada.
En la década de 1980 llegaron al mercado las palomitas para microondas, popularizando su consumo casero durante el auge del VHS. Aún hoy, las palomitas representan una gran fuente de ingresos para las salas de cine.
Desde entonces, ofrecer palomitas se volvió fundamental para todos los cines. Su preparación inundando la sala con un irresistible olor, era la bienvenida perfecta para que el público disfrutara aún más la película. Este sencillo aperitivo se convirtió así en algo imprescindible, en la mitad de una perfecta ecuación: cine + palomitas = diversión asegurada.
Por eso hoy es imposible imaginar ir al cine sin pasar antes por la dulce tienda de palomitas. Sin duda, ya forman parte de la experiencia, de los recuerdos de infancia y las primeras citas románticas.
El crujido de cada bocado, el sabor ligeramente salado, el aroma dulzón… comer palomitas despierta todos nuestros sentidos, preparándonos para disfrutar la magia del cine.
Más que un aperitivo: una experiencia cinematográfica completa
Las palomitas de cine son mucho más que un simple aperitivo, se han convertido en un elemento icónico que completa la experiencia del séptimo arte. Su papel va más allá de acompañar la película, son parte integral de la magia del cine desde que tenemos uso de razón.
Comer palomitas mientras se apagan las luces es uno de esos rituales que activan los recuerdos de infancia. Traen a nuestra mente tantas tardes de domingo viendo dibujos animados, o las primeras citas adolescentes en la oscuridad del cine. Esas imágenes quedan grabadas junto al crujido de las palomitas, el olor a mantequilla, las risas cómplices…
La nostalgia que evocan ha hecho que las asociemos a momentos especiales y únicos. Celebraciones, cumpleaños, noches de verano… no sería lo mismo sin las infaltables palomitas dulces o saladas de acompañamiento. Se han ganado un lugar en nuestro corazón, y en nuestros mejores recuerdos.
Además, pese a la tecnología y los efectos digitales, las palomitas siguen conservando intacta su magia multisensorial. El aroma que inunda los pasillos, el primer bocado crujiente, el sabor ligeramente salado…despiertan nuestros sentidos y nos introducen de lleno en la película, haciéndonos partícipes de la magia del cine.
Incluso quienes no disfrutan comiendo palomitas o les molesta el ruido que hacen otros al mascarlas, respetan esta tradición casi sagrada. Saben que las palomitas ya son parte indivisible de la experiencia cinematográfica.
Y es que, al fin y al cabo, ir al cine es escapar de la rutina, evadirse un rato de la realidad. Y en esa experiencia, las palomitas son el toque de informalidad y diversión que la hace completa. Una combinación perfecta de nostalgia, placer y compañía que lleva décadas conquistando nuestros corazones.
Por eso las palomitas trascienden de ser un simple tentempié. Son parte de un ritual, de una tradición que activa nuestros mejores recuerdos del cine. Un pequeño gran detalle con un gran poder evocador, capaz de completar y enriquecer cada experiencia en la sala de proyección. Y todo, a un precio tan asequible como irresistible.
Incluso quienes no disfrutan comiendo palomitas o les molesta el ruido que hacen otros al mascarlas, respetan esta tradición casi sagrada.
Estrategias de marketing detrás de la venta de palomitas
Las palomitas no son solo un tentempié o parte de un ritual, también representan el producto estrella en la estrategia de ventas de cualquier cine. Por ello, los cines despliegan todo su arsenal de marketing para tentarnos y hacer irresistible su compra.
Lo primero es la ubicación estratégica de los puestos de palomitas en zonas de mucho tránsito. Imposible no cruzarnos con ellos camino de la sala, mientras su irresistible aroma nos abre el apetito y nos recuerda que no estamos completos sin nuestro cubo de palomitas.
Luego está el factor visual. Los expositores muestran las palomitas recién hechas tras cristales, casi como si fueran joyas. Los colores vivos de los cubos y las imágenes de palomitas nos hacen la boca agua antes incluso de probarlas.
Y ni hablar de cuando se acerca la hora de la película. El personal prepara rápidamente decenas de cubos humeantes, llenando el ambiente de ese crujiente sonido que nos transporta directamente a la magia del cine.
Por supuesto, no faltan las promociones especiales para tentarnos, como los combos con bebidas con descuento. También los tamaños gigantes a precios muy competitivos, ideales para compartir en familia o en pareja. Una vez decidimos comprar, caer en la tentación de «sumar» opciones es casi inevitable.
Y es que, en el fondo, los cines lo saben bien: las palomitas son indispensables para completar la experiencia del séptimo arte. Esta venta cruzada les asegura jugosos beneficios, por lo que seguirán mimando y promocionando a la reina de sus dulces tiendas.
De nuestra parte, caer en la tentación de estas estrategias de venta es lo de menos cuando hablamos de palomitas de cine. Al fin y al cabo, forma parte del ritual que todos llevamos grabado desde la infancia, y que nos trae tan buenos recuerdos. Así que no nos queda más remedio que dejarnos conquistar… y disfrutar el viaje.
Los colores vivos de los cubos y las imágenes de palomitas tras el cristal hacen la boca agua antes incluso de probarlas.
Conclusiones y consejos formativos
Como has podido comprobar las palomitas y el cine tienen una larga historia juntos, que se remonta al siglo XIX.
Algunos datos curiosos sobre este famoso snack:
- En México se han encontrado restos de palomitas de maíz que datan de alrededor de 3600 a. C.
Se cree que las palomitas fueron introducidas en los cines (nickelodeons) entre las décadas de 1905 y 1915. ¡Imagínate esas primeras salas de cine inundadas con su crujiente aroma! - El inventor de la máquina de palomitas que conocemos en la actualidad fue un dulcero de Chicago, Charles Cretors.
- Con la Gran Depresión del 29, las ganancias de los teatros se vieron mermadas, por lo que los dueños de las salas cinematográficas integraron las máquinas de palomitas en sus locales.
- En 1945, más de la mitad de las palomitas de maíz que se consumían en Estados Unidos se tomaban en las salas de cine.
- En los años 50, en pleno auge del cine, un expendio de palomitas podía llegar a vender más de 1000 cubos en un solo fin de semana.
- Existen múltiples variaciones y sabores, desde clásicas con mantequilla hasta creativas como pizza, nachos o chocolate.
Eso sí, no hace falta ir al cine para disfrutar de unas deliciosas palomitas. Prepararlas en casa es fácil y económico, ideal para una noche de películas en familia o con amigos. Sin embargo, te recomendamos que las prepares en el horno a 180 grados, es la forma más saludable.
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Fuente: Origen y tradición de comer palomitas en el cine | Treintaycinco mm
¿Qué se comía en Mesopotamia? Las recetas de 4.000 años que contienen las «tablillas culinarias de Yale»
Nadie sabe exactamente de dónde llegaron y durante mucho tiempo nadie entendió realmente lo que decían.
Los académicos de la Universidad de Yale pensaban que las pequeñas losas de arcilla cubiertas con densa escritura cuneiforme -uno de los sistemas de escritura más longevos en la historia de la humanidad- contenían una lista de medicamentos.
Desenterradas en una excavación arqueológica en el Medio Oriente, probablemente han estado en la Colección Babilónica de Yale desde 1911. Sin embargo, no fue hasta principios de la década de los 80 que el erudito francés Jean Bottéro finalmente descubrió lo que decían las tablillas.
A su manera discreta, durante casi 4.000 años, estas cuatro planchas han estado hablando de la cena.
Las tres más grandes son del tamaño de una gran pastilla de jabón, las más pequeña, más de mil años más joven, supone un simple puñado redondo de arcilla.
Todas tienen grabados los ingredientes, no de productos farmacéuticos sino de platos. Fechadas al menos en 1730 a. C., las tres tablillas más grandes contienen en su mayoría descripciones de guisos; el más pequeño, de época posterior, habla de caldo.
El mero hecho de su existencia es un misterio. En la antigua Mesopotamia, la gente rara vez escribía sobre la preparación de alimentos, explicó Agnete Lassen, curadora adjunta de la colección.
«De cientos de miles de documentos cuneiformes, son las únicas recetas de comida que existen», dijo. «No tenemos una explicación».
De hecho, cuando los escribas antiguos colocaban un punzón en la arcilla y grababan historias y relatosque mencionaban alimentos, usaban palabras que a veces resultan misteriosas para los eruditos modernos.
Aparecen ingredientes que todavía hoy no se pueden identificar, afirmó Gojko Barjamovic , asiriólogo de la Universidad de Harvard. «Asum» es mirto, «salu» son semillas de berro, pero ¿qué es «hurrium»?
Solo leer la lista de especias desconocidas citadas en un artículo de Barjamovic, Lassen y sus colaboradores, evoca visiones de un jardín perdido, ubicado entre los ríos Tigris y Éufrates: Kurullu, kuruš, nīnu. Silaru, zanzar, zibibianu.
Las tablillas culinarias de Yale, como se conocen las cuatro losas de arcilla, dan por sentado muchas cosas igual que lo hacen las recetas modernas: el escritor espera que el lector básicamente ya sepa cómo hacerlas.
Las instrucciones son concisas y cortas. Y como ocurre con muchas recetas antiguas, no se especifican cantidades.

¿Quién inventó la pirámide nutricional?
Es una guía alimentaria que marca las pautas para poder llevar una dieta saludable.

Es una guía alimentaria que marca las pautas para poder llevar una dieta saludable. Muchos se fijan en ella para saber cuál debe ser la base de una buena alimentación. Cada país tiene su propia versión. En España, por ejemplo, es criticada por los profesionales de la nutrición por resultar obsoleta y presentar severas deficiencias, como la inclusión de bebidas alcohólicas o de productos como las chuches, la bollería, o los embutidos. La incorporación este año de los suplementos nutricionales ha sido especialmente criticada por los dietistas nutricionistas.
Pero, ¿dónde y cuándo surgió la pirámide nutricional? Muchos artículos aseguran que su inventor fue Estados Unidos en los años 90, concretamente impulsada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en 1992. Sin embargo, su origen es europeo y se remonta algunos años más atrás, a la década de los 70. La primera pirámide nutricional surgió en Suecia, por razones que nada tienen que ver con las que hoy trata de difundir.
Las primeras recomendaciones nutricionales surgieron por parte de la administración sueca en la década de los 70, cuando los precios de la comida subieron mucho de forma inesperada. Frente a esta subida se creó una pirámide con los alimentos baratos y básicos en la base (accesibles al público), como leche, queso, margarina, pan, cereales y patatas. El segundo escalón estaba formado por frutas y verduras, que actuaban como complemento a las comidas principales. En el tercer y último escalón de la pirámide se encontraban la carne, el pescado y los huevos.
Esta organización se dirigía más a la capacidad adquisitiva de la población que a cualquier tipo de estudio científico. En épocas de escasez algunos alimentos como cereales o patatas funcionan extremadamente bien para la economía, ya que su producción y oferta es más barata que los alimentos de origen animal.
EE UU creó la actual
Como muchos señalan acertadamente, el origen de la pirámide que hoy conocemos nació en Estados Unidos en 1992. El Departamento de Agricultura, impulsor de esta guía, colocó en la base el grupo de los cereales, panes, pastas y arroz, con un consumo recomendado de 6 a 8 porciones.
El segundo escalón de la pirámide se destinó a frutas y verduras, y un escalón más arriba se colocaron los lácteos y las carnes, pescados y legumbres, con 2 o 3 raciones recomendadas por día. La cúspide de la pirámide ese reservó para las grasas y el azúcar.
https://www.diariovasco.com/sociedad/salud/201704/24/quien-invento-piramide-nutricional-20170424055944.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.diariovasco.com%2Fsociedad%2Fsalud%2F201704%2F24%2Fquien-invento-piramide-nutricional-20170424055944.html
Sí, comer carne afecta al clima, pero las vacas no están matando el planeta
La renuncia a los productos cárnicos no es la panacea para el medio ambiente y, llevada al extremo, puede producir consecuencias nutricionales negativas.

El impacto del cambio climático en nuestro planeta es alarmante. A medida que los efectos nocivos se han intensificado, la carne se ha convertido en un objetivo público. Cada día más gente aboga por comer menos carne para salvar el medio ambiente. Algunos activistas, incluso, proponen ponerle un impuesto para reducir su consumo.
Argumentan que la producción genera más gases de efecto invernadero que todo el sector del transporte. Sin embargo, esta afirmación es falsa (como podremos comprobar más adelante), pero la persistencia de este idea lleva a suposiciones inexactas en relación con el consumo de carne y el cambio climático.
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Mi trabajo de investigación se centra en analizar las formas en que la agricultura animal afecta a la calidad del aire y al cambio climático. Existen muchas razones para optar bien por consumir proteínas animales o bien por elegir un menú vegetariano. Sin embargo, la renuncia a la carne y sus derivados no es la panacea para el medio ambiente, como muchos nos quieren hacer creer y, llevada al extremo, también puede producir consecuencias nutricionales negativas.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/12/11/planeta_futuro/1544527239_882200.html#?rel=mas
¿Cómo se preservaban los alimentos en la antigüedad?
Antes de la invención del refrigerador, mantener los alimentos en buen estado era muy difícil, aunque algunos de los métodos de conservación antiguos continúan empleándose en la actualidad. Es el caso de la fermentación, perfeccionada en el Antiguo Egipto para elaborar pan, el curado, la forma más antigua empleada para conservar la carne y el encurtido, que origino los pepinillos en la Mesopotamia antigua.
Origen de la fermentación de los alimentos
En las zonas más cálidas del planeta, la fermentación ocurría de forma natural. Los lácteos fermentaban naturalmente en ciertos climas, por lo cual el proceso comenzó a realizarse de forma manual.
La fermentación artificial se remonta al 10.000 a. C. El registro histórico más antiguo es el de una bebida china hecha de arroz fermentado, frutas y miel, que data del año 7000 a.C.Muchas de las técnicas de fermentación egipcias, desarrolladas entre el 3500 y el 300 a. C., se siguen utilizando en la actualidad. En Egipto comenzó a fermentarse la masa para hacer pan, mientras que, en el valle del Tigris, actualmente Irak, se originaron los encurtidos de pepinos, en el año 2000 a.C.
Desde el año 500 a. C., los chinos utilizaron la cuajada de soja como un tratamiento antibiótico y, alrededor del año 200 a. C., la fermentación de las hojas de té dio lugar a la popular kombucha.
Con el desarrollo del cultivo de cereales, la fermentación de estos y de otros alimentos, como leguminosas, se haría muy popular en todo el mundo, a partir del 500 al 1000 d. C.
Utilizado para alcohol, vinagre, queso, pan y aceitunas, este proceso de conservación tenía dos ventajas: las bacterias actuaban como conservantes y, a la vez, enriquecían el sabor, el color y la textura de los alimentos.
El curado, encurtido y azucarado de alimentos
El curado es la forma más antigua de preservar ciertos alimentos, especialmente carnes. El procedimiento era salar el alimento, ahumarlo, colgarlo y dejarlo secar al aire libre. De esta forma, se eliminaban las bacterias y la carne se mantenía en buen estado durante largos períodos.
En la Edad Media, el azúcar era un producto muy caro, pero hacia el final del período comenzó a ser más accesible. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la llegada de la caña de azúcar, el azucarado se comenzó a utilizar para conservar las frutas. Estas se deshidrataban y se colocaban dentro de frascos con agua hervida y azúcar sin refinar
Como en la actualidad, el encurtido se realizaba envasando vegetales con agua hervida, salmuera, vinagre y aceite. Sin embargo, en ocasiones el agua no se hervía, para promover el crecimiento de ciertas bacterias, las que producían ácidos orgánicos, como el ácido láctico, los que actuaban como conservantes.
Otros métodos para conservar los alimentos anteriores a la refrigeración
Secado: El secado es uno de los métodos más antiguos de conservación de alimentos. Los alimentos se secan al sol, al aire o en un horno. El secado elimina la humedad de los alimentos, lo que dificulta el crecimiento de los microorganismos.
Salado: El salado es otro método antiguo de conservación de alimentos. Los alimentos se salan con sal, lo que deshidrata los alimentos y hace que sea difícil para los microorganismos crecer.
Ahumado: El ahumado es un método de conservación de alimentos que utiliza el humo para crear un entorno inhóspito para los microorganismos. El humo también añade sabor a los alimentos.
Enlatado: El enlatado es un método de conservación de alimentos que utiliza calor para matar los microorganismos y sellar los alimentos en un recipiente hermético.
Congelación: La congelación es un método de conservación de alimentos que utiliza el frío para ralentizar el crecimiento de los microorganismos.
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