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Este festival combina lo mejor de la literatura y la gastronomía en un solo lugar: cuándo y dónde se podrá disfrutar
- Food trucks con opciones veganas, sin TACC y gourmet a precios accesibles, junto a presentaciones de reconocidos escritores y chefs.
- Entrada libre y gratuita con actividades para toda la familia.
El festival Leer y Comer regresa este año con una propuesta única que combina literatura, arte y gastronomía en un solo espacio. Con entrada libre y gratuita, el evento celebra su 17ª edición.
Para los amantes de la lectura, esta feria se consolidó como una de las citas culturales más importantes del año en Buenos Aires, donde la cultura y los sabores se encuentran para ofrecer una experiencia inolvidable.
Festival Leer y Comer: itinerario e invitados de lujo
En Leer y Comer vas a encontrar una gran variedad de food trucks que ofrecen una amplia gama de opciones gastronómicas. Desde comida vegana, vegetariana, sin TACC, hasta especialidades gourmet.
Además de la oferta culinaria, el festival contará con las tradicionales charlas temáticas, presentaciones de libros, música en vivo, talleres y actividades para los más chicos. Todo esto dentro de un ambiente familiar y relajado.
Comida y Literatura en la Cultura Española
La literatura y la gastronomía, dos artes que parecen tan distintos, se entrelazan de manera sorprendente en la cultura española. A lo largo de los siglos, los escritores han tejido una red de sabores, aromas y texturas que enriquecen sus obras y nos transportan a mundos, donde los platos son más que simples alimentos. En este artículo, exploraremos la relación entre la comida y la literatura, destacando las citas literarias que celebran la riqueza culinaria de España.
Desde los orígenes de la literatura, la comida ha sido un recurso importante para los autores. Tanto la muerte como el sexo son temas inmediatamente reconocibles por el lector, pero la comida a menudo pasa desapercibida, como un ingrediente menor en la trama. Sin embargo, cuando nos detenemos, descubrimos que las menciones gastronómicas no son casuales ni gratuitas.
Ahora, centrémonos en las delicias culinarias de España y las citas literarias que las celebran:
Si empezamos por el “Quijote”, Miguel de Cervantes nos narra la dieta habitual de Alonso Quijano. Al llegar al sábado, menciona duelos y quebrantos . Un plato manchego que se prepara con chorizo, jamón, tocino y huevos.
En “Fortunata y Jacinta” de Benito Pérez Galdós, el potaje de vigilia se convierte en un retrato de la sociedad madrileña del siglo XIX. El autor describe con detalle los ingredientes y la preparación, como si estuviéramos sentados en la mesa junto a los personajes. El cocido es más que una comida; es un símbolo de la tradición y la identidad.
En “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón, el protagonista disfruta de una paella en un restaurante junto al mar. Esta, con su arroz amarillo y sus mariscos, se convierte en un bálsamo para el alma. Zafón nos transporta a la Valencia soleada y nos hace sentir el crujir del arroz en cada bocado. La paella es un plato que une a las familias y a los amigos alrededor de la mesa, y su aroma nos envuelve como un abrazo cálido.
En “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, las tapas se sirven en la casa de Bernarda como símbolo de la opresión y la represión. Cada bocado esconde secretos y deseos reprimidos. Las tapas son pequeñas porciones de libertad en un mundo cerrado y asfixiante. Lorca nos muestra cómo la comida puede ser una metáfora de la lucha por la emancipación y la búsqueda de la identidad.
Pero también hay otro lado de las tapas: el lado festivo y social. En las tabernas andaluzas, las tapas se comparten entre amigos y desconocidos. Son una excusa para reunirse, charlar y celebrar la vida. Las son pequeños tesoros que nos unen y nos recuerdan que la comida es más que nutrición; es compañía, es arte y es historia.
La literatura y la comida se sientan juntas en la mesa de la creatividad. Las palabras se mezclan con los sabores, y los platos se convierten en personajes. Así, la literatura se nutre de la comida, y la comida se enriquece con las palabras. literatura gastronomía
Cuando leemos sobre un plato, no solo imaginamos su sabor, sino también su contexto, su historia y su significado. La comida y la literatura se entrelazan como los hilos de un mantel bordado con historias. En cada bocado, encontramos una metáfora, una emoción y una conexión con el mundo que nos rodea.
Así que, querido lector, la próxima vez que te sientes a leer o a disfrutar de una buena comida, recuerda que ambos actos están entrelazados. Los libros nos alimentan el alma, y la comida nos alimenta el cuerpo. Celebremos esta deliciosa alianza y brindemos por la literatura, por la gastronomía y por la vida. ¡Salud!
Fuente: Comida y Literatura en la Cultura Española – MaríaconG
La comida en la literatura del Siglo de Oro
POCAS cosas hay que tengan un tratamiento más amplio en la literatura de los siglos XVI y XVII que la comida y la bebida, hasta el punto de que la mayoría de los términos relacionados con la cocina, alimentos, utensilios, etc., se incluyen en el Diccionario de Autoridades precisamente por la autoridad de los escritores de obras de teatro, comedias, entremeses y novelas picarescas o de costumbres: Cervantes, Góngora, Tirso, Calderón, Quevedo y Lope de Vega hacen continuas referencias en sus obras a comidas, vinos, frutas o dulces; y no solamente estos escritores, también otros menos conocidos tienen en la cocina y sus oficios un buen argumento para sus obras.
La comida es el vehículo que utiliza Cervantes para definir a su Quijote simplemente porque en los tiempos en que se desarrolla la trama de su célebre novela, saber lo que alguien comía era conocer su importancia social y sus posibilidades económicas, como se demuestra también en el pasaje de las bodas de Camacho con su opulencia o en la lucha de Sancho para comer bien de la que a veces deserta con una cierta resignación: « y mi señor don Quijote, que está delante, sabe bien que con un puño de bellotas, o de nueces, nos solemos pasar entrambos ocho días».
Dentro del uso de la comida en la literatura un recurso muy utilizado por los escritores era hacer comparaciones y juegos de palabras con platos, ingredientes y temas poéticos como el caso del laurel y el escabeche para relacionarlos con la corona de los poetas como decía Góngora: «Cuando acaso me aproveche /de tus ramos, oh Laure-l/no sea como poeta/ ni sea como escabeche».
Otra cuestión frecuentemente tratada era asimilar la belleza y los atributos de las mujeres a elementos comestibles, como el caso del requesón, entonces llamado ‘naterones’ con los que Tirso de Molina hace una brillante y erótica comparación: «Las tetas son naterones / y los corpiños encellas, / que mamara amor en ellas / a no encubrir los pezones»
A veces con las comparaciones se ironizaba sobre edad y juventud en las mujeres que era un tema muy socorrido de mofa y burla: «Una doncella en su casa, /ciruela en el árbol es, / que a veces, de treinta y tres, /es con flor, ciruela pasa».
Los nombres de diferentes platos famosos se citan con frecuencias en novelas y entremeses. Por ejemplo según el Diccionario de Autoridades, capón de leche es el pollo castrado y cebado en caponera, con salvado o harina amasada con leche, como se ve en el Guzmán de Alfarache,: «Mandé a mi criado comprase un capón de leche, dos perdices y un conejo empanado.» Capón de leche se usaba como la máxima ponderación de lo exquisito. También ‘carnero verde’ era un guisado que se hacía con carne de carnero cortada en pedazos, sazonándola con mucho perejil, ajos partidos, rejillas de tocino, pan mojado desleído con yemas de huevo y especias, se acompañaba de diversas verduras, de donde viene el adjetivo verde, Lope de Vega, bajo el seudónimo Tomé de Burguillos, escribió sobre él: «Dice que vas quien siempre muerde / más que para galán para guisado/ porque pudiera ser carnero verde».
Calderón de la Barca en su curiosa ‘Mojiganga de los Guisados’ describe un torneo o concurso recitado y danzado en el que Don Estofado reta en duelo a quien desmienta la condición de Princesa de los Guisos de su dama Doña Olla, y así derrota sucesivamente al Carnero Asado, al Carnero Verde, a Don Gigote, a Don Mondongo, que defienden respectivamente a sus damas, Doña Ensalada de la Huerta, Doña Pepitoria, Doña Albondiguilla, Doña Chanfaina, etc. En el concurso, presidido por el propio Baco, Don Estofado y Doña Olla, serán proclamados príncipes en esta extraña contienda con términos culinarios.
También la comida es protagonista de algunas obras didácticas que utilizan situaciones de ésta o banquetes para la enseñanza de un idioma, como es el caso de los Diálogos de Juan Luis Vives. Igualmente en obras de corte moralista como en los Coloquios de Pedro Mexía, se emplean descripciones muy detalladas de banquetes con el pretexto de censurar los excesos:
Los escritores valoraban los consumos de ciertos alimentos que suponían sinónimo de distinción como el caso de la carne, un ejemplo lo tenemos Luis Quiñones de Benavente en el ‘Entremés del mayordomo’: «Lo que toca a la mesa hay mil primores / tendrán sus cuatro platos los señores, /porque no quiero ser corto ni franco. / Los jueves y domingos, manjar blanco, ».
Naturalmente en la literatura de la época no podían faltar los productos del cerdo, que siempre tienen una mención especial en muchísimas obras y singularmente en la ‘Alabanza del puerco’ de Agustín Rojas: «Ya morcilla, el adobado, /testuz y cuajar relleno, / el pie ahumado, la salchicha, / la cecina, el pestorejo, / La longaniza, el pernil…».
En definitiva la comida y los productos comestibles fueron en el Siglo de Oro un recurso literario de gran importancia tanto en las obras de escritores famosos como en los anónimos libros de picaresca con ejemplos tan significados como el Lazarillo de Tormes o el Estebadillo González. Y si hace siglos el asunto del comer llenaba páginas y consumía tinta hoy no le vamos a la zaga.
Recetas que debemos a la literatura
Los libros y la cocina nos dejan sorpresas como las que podéis leer a continuación.
La gastronomía está muy presente también en la literatura, y no, no me refiero solo a libros de cocina o de recetas, sino a platos estrella que pasaron de ser contados en historias a formar parte de ¡nuestra historia!
Por si todavía hay alguno que no conoces, voy a contarte cuáles son las mejores recetas literarias y cómo prepararlas para que te queden libro.
SOPA DE LA RECONCILIACIÓN
Isabel Allende nos habla de esta exquisita receta en Afrodita. Es una sopa hecha a base de setas por mujeres que buscaban reconciliarse con sus hombres.
La verdad es que no sé si les daría resultado, pero hay que reconocer que la combinación de sopa y setas es siempre un acierto. Habrá que probar.
TOMATES VERDES FRITOS
Puede que te suenen por la película de Jon Avnet o por la novela de Fannie Flag, pero si todavía no los has preparado en casa ¡estás tardando!
El truco es que los tomates, al estar todavía verdes, tienen una consistencia dura ideal para freír y su sabor ácido contrasta con la fritura.
Primero deberás pasar los tomates por huevo batido y suero de leche. A continuación los rebozas en harina de maíz (para darle un tono amarillento) salpimentar y ¡listo!
Puedes servirlos como aperitivos o guarnición tal y como recomiendan en el libro.
ARANCINI
Lo que en algunas comunidades españolas se conoce como una ‘bomba’. Es, básicamente, una bola de arroz rellena con carne picada. Una croqueta gigante en la que se sustituimos la bechamel por el arroz. Más o menos.
Se hicieron famosas por ser el plato favorito de Montalbano, el comisario protagonista de las novelas de Andrea Camilleri que nos ha dejado hace poco. Te animo a que pruebes a cocinarlas en casa. Están TREMENDAS.
DUELOS Y QUEBRANTOS
No hace falta ser Dulcinea para cocinar como en El Quijote. Quijano era un fantasioso, pero a la hora de comer lo tenía claro. Entre aventura y aventura necesitaba un plato contundente para pasar el día.
Duelos y quebrantos es un plato que forma parte de la gastronomía manchegaen el que se intercalan chorizo, tocino de cerdo y otros tipos de carne revuelto con huevos en una sartén y servido, cómo no, en cazuela de barro.
Yo ya estoy deseando que llegue el invierno para ponerme al lío e hincarle el diente.
GUISO DE CONEJO “El señor de los anillos”
Tanto si eres fan de esta trilogía como si no has visto ninguna, te contaré que J.R.R Tolkien es un apasionado de dar detalles sobre sus costumbres, por eso en Las dos torres nos habla de la pasión de su raza por la comida de un modo muy explícito.
Tomando un poco de agua, sal, zanahorias, nabos, hierbas aromáticas y un par de buenos conejos es como Sam se marca un guiso para que Frodo no decaiga y mantenga sus fuerzas hacia el Monte del Destino.
TORRIJAS DE NATA
Y para terminar un postre, ¿no? En Como agua para chocolate de Laura Esquivel se preparan unas torrijas de nata que se te cae la baba solo con leerlo. La receta es muy parecidas a la de nuestras torrijas de semana santa.
No sé si después de esta entrada, además de despertaros el apetito, os habrán entrado más ganas de leer. Si es así, bienvenidos, recordad que leer es alimentar el alma.
«Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría«. Mario Vargas Llosa
La Influencia de la Gastronomía en la Literatura
La gastronomía y la literatura han estado interconectadas a lo largo de la historia. Esta unión va más allá del mero acto de comer, adentrándose en el terreno de la experiencia sensorial y emocional. Los escritores han utilizado la comida como un poderoso recurso literario para evocar ambientes, caracterizar personajes y simbolizar temas. La descripción detallada de platos y banquetes en la literatura a menudo refleja la cultura y la época.
La comida en la literatura puede actuar como un catalizador para el desarrollo de la trama. Desde banquetes reales en obras clásicas hasta comidas familiares en novelas contemporáneas, la comida establece escenarios para encuentros y conflictos. Los detalles gastronómicos enriquecen las narrativas, ofreciendo una dimensión adicional a la comprensión de los personajes y sus relaciones.
Muchos escritores famosos han encontrado en la gastronomía una fuente de inspiración. Ernest Hemingway, por ejemplo, incorporó en sus obras comidas que reflejaban sus experiencias personales y viajes. Sus descripciones vivas de comidas y bebidas añaden autenticidad y profundidad a sus historias.
Isabel Allende, en su libro “Afrodita”, explora la relación entre comida y sensualidad. A través de recetas e historias, Allende teje una narrativa donde la comida es protagonista, evocando pasión y deseo. Este enfoque muestra cómo la literatura puede trascender lo narrativo y conectarse con los sentidos del lector.
La integración de la gastronomía en la literatura refleja la universalidad de la experiencia alimentaria. Más allá de su función básica de nutrición, la comida en la literatura simboliza la vida, la cultura, la tradición y las emociones. Los autores utilizan la comida para contar historias que son a la vez particulares y universales, conectando con lectores de diversas culturas y épocas.
La comida como elemento literario seguirá evolucionando, reflejando los cambios en nuestra sociedad y cultura. Continuará siendo un espejo de nuestras vidas, nuestras luchas y nuestras alegrías. En última instancia, la relación entre la gastronomía y la literatura es una celebración de la humanidad en sus múltiples facetas.
https://ibericash.com/la-influencia-de-la-gastronomia-en-la-literatura/
Los 5 libros sobre alimentación sana y equilibrada que no puedes perderte
Comer de manera saludable conlleva tomar una variedad de alimentos que nos proporcionen los nutrientes de todo tipo para, con ello, prevenir enfermedades. Sí, una alimentación equilibrada y variada debe incluir frutas, verduras, cereales, proteínas y grasas saludables.
Y la importancia de comer de manera saludable no sólo se relaciona con la prevención de enfermedades sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar físico y emocional: mejora la concentración y el rendimiento y contribuye a una mejor calidad de vida en general.
Estos nos parecen motivos más que suficientes para traerte este listado de los 5 libros sobre alimentación sana y equilibrada que no puedes perderte. ¡Atento!
El método come sano, vive sano de Laura Jorge
La salud y la nutrición tienen necesidades distintas según las diferentes etapas de la vida, no solo para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema inmunitario, sino también para el sistema hormonal, especialmente en las mujeres. También para prevenir el envejecimiento prematuro y para evitar el sobrepeso. De esto habla la nutricionista experta en salud femenina Laura Jorge en su libro.
Mi dieta ya no cojea de Aitor Sánchez
Abordar los mitos y las verdades sobre la alimentación saludable es muy importante para no tomar por buenos algunos consejos nada favorables a nuestra alimentación, y en su último libro, el dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario Aitor Sánchez nos da los mejores consejos prácticos para llevar una dieta equilibrada y saludable.
Hacer dieta engorda de Gabriela Uriarte
Una de las dietistas-nutricionistas más influyentes de España, nos cuenta en este libro las claves para comer sano y sin dieta. Para ello nos cuenta las razones por las que hacer dieta engorda ya que la mayoría tenemos mal entendido eso de “la cultura de la dieta”. Algo que nos puede llegar a afectar negativamente en términos de salud. Para ello, la organización en la cocina es importantísima, por ello la autora nos cuenta sus medios para comer sano e incluso perder peso, gracias al batch cooking.
No comas como un zombi de Marta Verona
Con este libro, la autora nos enseña a hacer la compra, a leer las etiquetas y a cocinar de forma sencilla y sana. Nutrición y cocina van de la mano para conseguir una vida activa, organizada y saludable. Marta es nutricionista, cocinera y divulgadora activa contra los bulos y las dietas milagro.
Batch cooking – Organiza tus menús para un mes, de María José García
Con este libro cocinas a la vez diferentes recetas para varios días en un máximo de 3 horas. La autora de este e-book nos enseña a hacer una lista de la compra saludable, a elegir la materia prima adecuada y a tratarla con mimo durante el cocinado. Todas son recetas hechas con y para el alma.
En definitiva, comer de manera saludable es fundamental, y como bien ejemplifica esta selección de libros, una alimentación saludable no tiene por qué ser ni aburrida ni restrictiva.
Existen muchas opciones deliciosas que pueden disfrutarse en el día a día. Tomar conciencia de la importancia de la alimentación para la salud y adoptar hábitos alimentarios saludables puede marcar una gran diferencia en el bienestar y la calidad de vida.
Por qué no se canta en la mesa ni se abre la boca al masticar. Tres libros sobre cómo nos relacionamos con la comida
Sabemos que no se habla de política, pero ¿por qué? Esta selección de ensayos sacian esta hambre de conocimiento
Cuando en 2001 el historiador Xavier Castro publicó en castellano Ayunos y Yantares. Usos y costumbres de la historia de la alimentación (Nivola Libros y Ediciones) nos hizo reflexionar sobre quiénes somos frente a un plato, frente a una mesa y frente a otros comensales. Es cierto que aquel ensayo estaba más centrado en Galicia, pero todo lo que en él encontrábamos era perfectamente extrapolable a las maneras de comer en cualquier parte del mundo.
Han pasado unos años, y en la sección de ensayo de las librerías ya hay varios libros sobre historia de la alimentación, pero pocos sobre maneras y modos de relacionarnos con ella. Aquí, tres imprescindibles para curiosos y estudiosos.
Los rituales en la mesa
“Este libro repleto de sabiduría, uno de los más importantes que se han escrito nunca sobre alimentación, describe las innumerables maneras en que el ser humano ha complicado el actor de comer”, escribe la periodista Bee Wilson en el prólogo de Los Rituales en la Mesa. Orígenes, evolución, excentricidades y significados, escrito por la historiadora y antropóloga Margaret Visser (Antoni Bosch Editor).
Sin duda, es un libro fascinante, de esos para ir leyendo a pequeñas dosis, saboreando cada capítulo. Es revelador, clarificador y útil. Nos hace entender nuestra evolución (o no) como ser humano, nuestra manera de sentarnos, de ingerir la comida y de relacionarnos con otros comensales. Está lleno de respuestas y también de interrogantes. Comprendemos qué significa sentarse en la cabecera de la mesa, qué papel ha jugado la música en los banquetes, qué es ‘comer a la inglesa’ o cómo hay que utilizar los cubiertos según el menú. También qué debemos hacer y qué no, para convertirnos en el perfecto comensal
Modos de comer
“Comemos antes de saber hablar (…) Usamos las palabras para explicar ese mundo que nos rodea, pero seguimos dependiendo y siendo vulnerables al mundo que nos alimenta. Si las cosas van bien, tenemos con qué saciarnos, y nos resulta natural apurar la botella de leche, la taza de café o el cuenco de arroz y sentirnos satisfechos. Pero nunca tenemos suficiente con lo que sabemos sobre la comida, porque el aprendizaje carece de la cualidad de la finitud”. Así arranca el libro Modos de Comer. Un recorrido por la historia y cultura de los alimentos.
El libro analiza la historia de la humanidad desde el punto de vista de la alimentación, nuestras maneras de enfrentarnos a la comida y cómo lo que ingerimos ha modificado nuestras conductas. Cada capítulo es un delicioso pensamiento y con él, un interrogante constante.
Los alimentos que cambiaron el mundo
Posiblemente, nuestros antepasados no se cuestionaron que un simple tomate sería, siglos más tarde, no solo un ingrediente fundamental en la cocina, sino un alimento clave en la historia de la humanidad. Ni aquellos que recogieron los primeros granos de café imaginaron que, con el tiempo, ese fruto infusionado acabaría convirtiéndose en uno de los alimentos que cambiaron el mundo. Al menos, así lo manifiesta el periodista Alex Renton en 13 Alimentos que cambiaron el mundo. Cómo nuestra dieta condiciona el pasado, el presente y el futuro
Cuando, antes de abrir el libro, te cuestionas cuáles pueden ser los alimentos que realmente han cambiado la alimentación y, por lo tanto, la salud y las costumbres del ser humano, lo primero que te viene a la cabeza es la patata. Y, es cierto, la patata pasó de ser el alimento para saciar el hambre a un producto delicatessen en la alta restauración. Su historia abarca mundos diferentes y siglos dispares, pero ahí está, sentada en la mesa de todas las cocinas del mundo. Junto a la patata, el autor, va analizando y reflexionando sobre otros elementos como el pan, la sal, el tomate, el aceite, los lácteos, el azúcar, el pollo, las especias, el arroz, el plátano, la soja, el cacao…
La gastronomía del Caribe en la literatura: 3 sabrosos ejemplos
La gastronomía del Caribe, como parte de su identidad cultural, se ve reflejada con frecuencia en la literatura, vinculando los alimentos y su procesamiento con la socialización, la forma de vida, la economía y hasta la política.
Sobre ello habló la investigadora y docente universitaria Aura Marina Boadas, en la charla «Imaginarios Gastronómicos sobre el Caribe» que organizó la Universidad Católica Andrés Bello como parte del ciclo «8 miradas sobre el Caribe».
La ponente se refirió a varios ejemplos literarios que hacen protagonistas a alimentos, como el ajiaco o la hallaca, o procesos, como la plantación, y que, a través de ellos, exponen formas de vida e incluso filtran denuncias.
Apunta que el azúcar, como rubro, es «la más referenciada» en la literatura del Caribe que apela a la gastronomía, pues se incluye todo lo que tiene que ver con la hacienda, con la casa grande y sus festines, pero también con la vida de los esclavos, que era quienes operaban las plantaciones.
Boadas también señala como alimentos muy nombrados en la literatura de la región, el pan de año, el bacalao y el casabe. «Hay también producción literaria con café, cacao, extracción de sal en Centroamérica, limón y las bananeras y otras compañías de frutas», agrega.
Gastronomía del Caribe en tres fragmentos
De su charla rescataremos tres ejemplos sobre la gastronomía del Caribe y la literatura:
La hallaca y Uslar Pietri
Boadas explicó que sopas como el ajiaco y el rundown, que figuran mucho en los recetarios de Cuba y Colombia, han simbolizado en varios textos la cultura integral de la razón donde la preparan: su gente, la tierra, los productos autóctonos. Pero, en el caso venezolano, el ejemplo ha sido la hallaca, y citó un texto de Arturo Uslar Pietri en el que la describe como «epítome de nuestro pasado», un «libro de delicias y sugestiones».
Fernando Ortiz, doña azúcar y don tabaco
El cubano Fernando Ortiz escribió Contrapunteo del tabaco y el azúcar, un largo y completo ensayo sobre lo que ambos rubros representaban para su país.
«Es importante este texto de Fernando Ortiz, que tiene que ver con la plantación. Es fundamental sobre la economía de la región. Para él, el tabaco es arte y el azúcar es la devastación de las tierras, la industria. Y al final, s bien se oponen ambos representan a Cuba.
León Gontran y los modales
Del Caribe francófono, Boadas rescata a varios escritores. Uno de ellos es León Gontrán Damas, nativo de la Guyana Francesa pero con muchos años de residencia en Martinica, quien escribió Hipo, un texto que demuestra cómo también a través de lo gastronómico se puede modelar una sociedad.
«Un escritor de los años 30, León Gontran Damas, tiene un poema en el que una mamá reprende a su hijo sobre cómo debe comportarse al comer».
Fuente: https://elestimulo.com/bienmesabe/libros/2024-01-19/caribe-gastronomia-literatura-3-ejemplos/
Los 5 mejores libros sobre agricultura de 2024
La agricultura es mucho más que un sector económico fundamental; se trata, también, de un universo que despierta el interés de estudiosos y lectores desde hace milenios. Asimismo, el desarrollo científico y la revolución tecnológica que la industria agrícola ha experimentado en los últimos años han impulsado la publicación de numerosos libros que ya son un referente para los profesionales y entusiastas de esta materia. En este artículo seleccionamos varios de ellos, los que consideramos que son los cinco mejores libros sobre agricultura de 2024, y que abarcan desde técnicas agrícolas tradicionales hasta las innovaciones más vanguardistas que están transformando el sector.
Agricultura ecológica, de Javier Flórez Serrano
El libro Agricultura ecológica es una guía esencial para entender y practicar la agricultura desde la sostenibilidad. Gracias a su amplia experiencia en el campo, Javier Flórez Serrano explora las técnicas y principios que rigen la agricultura ecológica. El objetivo principal de la obra es mostrar cómo se pueden producir alimentos de manera respetuosa con el medio ambiente y promoviendo la biodiversidad. El autor destaca la importancia de trabajar en armonía con la naturaleza y ofrece valiosos consejos prácticos con el fin de reducir el uso de químicos, mejorar la fertilidad del suelo y potenciar la autosuficiencia.
El cultivo del olivo, de Diego Barranco
Si tenías en mente una obra que abarcase todos los aspectos sobre la olivicultura, este es tu libro. El cultivo del olivo es una referencia única, tanto para agricultores e investigadores como para apasionados por la cultura del olivo. La obra de Diego Barranco presenta un enfoque completo sobre el cultivo, que va desde la elección del terreno hasta la comercialización de los productos derivados del olivo. Asimismo, Barranco profundiza en temas clave de la olivicultura como la propagación, la poda, el manejo de plagas y enfermedades o las últimas innovaciones tecnológicas.
En este libro de lectura fácil, el autor ha sido capaz de combinar el conocimiento científico y teórico con la experiencia práctica, dando como resultado una brillante guía para maximizar la producción y calidad del olivar, así como una valiosa herramienta para impulsar el desarrollo sostenible en la industria olivarera.
El huerto familiar ecológico, de Mariano Bueno
El huerto familiar ecológico es otro imprescindible para aquellos que busquen sumergirse de lleno en el mundo de la agricultura ecológica. La obra hace un recorrido por todo el proceso que implica la creación de un huerto familiar: la elección del terreno, la planificación, la siembra y la cosecha; al tiempo que ofrece valiosos consejos prácticos respaldados por los años de experiencia de su autor.
Otro de los puntos fuertes del libro es la visión de Mariano Bueno sobre la sostenibilidad. El autor destaca la importancia de respetar el medio ambiente y la biodiversidad mediante el uso de técnicas naturales para controlar plagas o fertilizar el suelo. El huerto familiar ecológico es una combinación perfecta entre teoría y práctica que busca inspirar a sus lectores a conectar con la tierra y a cultivar sus propios alimentos.
Arraigados en la tierra, de Francesc Font Rovira
Arraigados en la tierra, de Francesc Font Rovira, es una emotiva obra de ficción capaz de transportarnos de vuelta a un mundo de tradiciones y valores que, en su mayor parte, ya se han perdido. Ambientado en un entorno rural, narra la historia de varios personajes cuyas vidas están profundamente entrelazadas con la tierra y sus ancestros. A lo largo de sus páginas se van revelando secretos familiares y explorando la conexión con la naturaleza que mantienen diferentes generaciones.
Incluimos esta obra en los mejores libros sobre agricultura de 2024 porque, a medida que los protagonistas toman contacto con los desafíos del progreso y la modernización, el autor invita a lector a reflexionar sobre la protección de nuestras raíces culturales.
El placer de obtener tus semillas, de Jérome Goust
En El placer de obtener tus semillas, Jérome Goust ofrece las claves esenciales para la autosuficiencia y la preservación de la biodiversidad. La obra guía al lector por el proceso de recolección y almacenamiento de semillas, y lo hace con consejos prácticos y descripciones detalladas. Goust destaca la importancia de mantener variedades autóctonas y resalta cómo este acto de colecta y propagación de semillas puede convertirse en un freno contra la uniformidad de los cultivos comerciales.
Desde la promoción de prácticas regenerativas y el uso de tecnologías inteligentes hasta el cultivo en entornos urbanos y el enfoque en la permacultura, cada uno de estos cinco libros que hemos seleccionado para ti ofrece una perspectiva única que enriquece la comprensión de la agricultura en la actualidad y ayuda a enfrentar los retos que plantea el sector. Los autores, expertos en sus respectivas áreas, nos invitan a replantear la forma en que cultivamos nuestros alimentos y a adoptar enfoques más responsables y respetuosos con la naturaleza.
En un mundo donde la sostenibilidad y la conservación son temas cruciales, las obras seleccionadas pueden servir de guía para quienes buscan un futuro agrícola más equitativo, próspero y sostenible en el tiempo, un futuro más verde y sustentable.
Fuente: https://www.bancosantander.es/blog/pymes-negocios/mejores-libros-agricultura
Sabrosa relación entre gastronomía y literatura
El universo del que hacer alimentario, es en sí mismo, un referente vital de un grupo social o comunidad, ya que representa uno de los principales rasgos de identidad de cualquier grupo; es el rasgo, capaz de aportar referentes que enriquecen investigaciones concernientes a la cultura, la economía, el derecho, la nutrición y la salud de una comunidad.
A lo largo del tiempo, la aparición de la comida en la literatura siempre estuvo presente, asumiendo distintos significados y aportando nuevas informaciones tanto sobre la temporalidad, como sobre la espacialidad, dando mayor realismo a los textos.
La descripción concienzuda, sobre mezcla de sabores, olores, colores, texturas, sonidos y pensamientos que se encuentran en los diversos universos de la comida, permitieron que, la relación gastronómico-literaria sea un componente enriquecedor de los textos literarios. Transmitiendo conocimiento y cultura, al reflejar costumbres de diferentes sociedades.
La literatura tiene ejemplos tan fidedignos de momentos culinarios que logra transmitir aromas y sabores a través de su hilo narrativo. Asimismo, el hambre también es gastronómico, pues a través de un personaje hambriento se muestra la injusticia y la desigualdad humana. Frecuentemente, la comida o la falta de ésta, en la literatura, puede ser una forma de cómo medir el tiempo. Tonino Guerra habla de su relación con la comida incluso cuando no había comida en el campo de concentración, donde estuvo internado durante la Segunda Guerra Mundial.
Creo que todos los escritores, en algún momento, hacemos una descripción culinaria, pues, es difícil vivir sin tropezar con la cocina y eso se da porque la alimentación está entrelazada con muchas formas de comunicación artística, al momento, son incontables los ejemplos de obras literarias que incluyen detalladas recetas y referencias culinarias:
La serie del comisario Montalbano de Andrea Camilleri; Chocolat de Joanne Harris; Como “agua para chocolate” de Laura Esquivel; Patricia Highsmith, por ejemplo: en “Extraños en un tren”, describe el momento central del encuentro de sus dos protagonistas, dos extraños que cenan juntos en un tren: “El camarero con una bandeja cubierta con una tapadera de peltre en un instante les instaló la mesa. El aroma de la carne asada sobre carbón vegetal le dio ánimos. Bruno insistió tanto en pagar la cuenta, que Guy accedió a ello sin oponer más resistencia. Para Bruno había un enorme bistec cubierto de setas; para él, una hamburguesa”.
También, el poeta, Giovanni Pascoli, pone en verso recetas reales, como en el caso de los poemas: «La piada», «Il desinare», dedicado a la polenta o «Risotto de Romaña».
La verdad, es que existen referencias culinarias desde “El banquete” de Platón, “Notas de cocina de Leonardo da Vinci” de Leonardo da Vinci, “No solo de caviar vive el hombre” de J. M. Simmel, hasta “El Quijote” de Miguel de Cervantes, haciendo una sabrosa relación entre gastronomía y literatura.
Sabrosa relación entre gastronomía y literatura – www.inmediaciones.org