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Mitos y realidades sobre los edulcorantes
Los edulcorantes artificiales son sustancias que se agregan a los alimentos para proporcionarles un sabor dulce, sin embargo, no aportan energía. Estos han ganado espacio como herramientas de la dieta, ya que, proporcionan el sabor dulce del azúcar, pero sin el aporte calórico de esta, por lo tanto pueden ayudar a bajar de peso y a la adhesión de la dieta, además se emplean para reemplazar total o parcialmente el azúcar y poseen un mayor poder endulzante que la sacarosa (30 a 300 veces).
Tipos de edulcorantes
Los edulcorantes utilizados en la industria alimentaria están divididos en 2 grandes grupos: Edulcorantes naturales o nutritivos como azúcar, frutas, alcoholes (manitol y sorbitol), miel y estevia y están los edulcorantes artificiales o no nutritivos como Sacarina de sodio, Ciclamato de sodio, Aspartamo, Sucralosa, Acesulfamo de potasio y Neotame.
Mitos alrededor de los sustitutos de azúcar
1. ¿Los edulcorantes causan cáncer?
No, anteriormente se consideraba que el ciclamato y la sacarina causaban cáncer, sin embargo estos estudios se hicieron en ratas a dosis mucho más altas de las que consume un humano y por mecanismos que solo se presentan en las ratas, por lo que se reconsideró esta afirmación.
2. ¿Los edulcorantes afectan a personas con otras enfermedades?
No, solamente las personas con un raro trastorno genético, llamado fenilcetonuria, pueden tener efectos adversos derivados del consumo de fenilalanina. Sin embargo, no se recomienda iniciar con estos sustitutos si usted padece alguna enfermedad importante en riñones o hígado.
3. ¿Los edulcorantes saben diferente al azúcar refinado?
Si, los procesos que sufren estas sustancias modifican su sabor, algunas son más parecidas al azúcar que otras. En la mayoría de los casos, el edulcorante tiene un poder endulzante cientos de veces mayor al azúcar normal por lo que se necesita muy poco sustituto para lograr el mismo nivel de sabor. Algunas personas pueden experimentar un sabor amargo después de su consumo.
4. ¿Causan adicción o ansiedad?
No, el exceso de azúcar refinada puede causar ansiedad en los niños, pero los edulcorantes no tienen este efecto. Sin embargo, no se recomienda agregar endulzantes en los alimentos de los niños, ya que estos se asocian a un mayor consumo de azúcar en la edad adulta y con ello riesgo de desarrollar diabetes y obesidad.
5. ¿Los niños y las embarazadas pueden consumir estos alimentos?
Si, durante muchos años se evitó que los niños y las embarazadas consumieran sustitutos de azúcar, ya que se creía que afectaban al desarrollo de los niños y producían cáncer, sin embargo, actualmente no hay pruebas de que causen alteraciones. Solo se recomienda que el consumo sea poco, evitar la sacarina y usar sustitutos derivados de azúcar natural.
6. ¿Los endulzantes causan caries?
No, el azúcar artificial no perjudica la salud oral que conduce a las caries, esto es debido a que sus componentes no son propicios para el crecimiento de bacterias. Por el contrario el azúcar natural de caña, que se utiliza en productos tales como dulces, es propicio para la producción de bacterias en la boca que conducen a la placa bacteriana y a las caries dentales.
Cada día el consumo de edulcorantes se hace más masivo en nuestra sociedad y están presentes en una gran variedad de alimentos, los edulcorantes mantienen la palatabilidad de la dieta permitiendo reemplazar el azúcar de muchos alimentos y así reducir el aporte calórico de los mismos. Sin embargo aunque los estudios no muestran efectos secundarios a la salud es importante hacer un llamado a lo natural, al consumo de alimentos como frutas, verduras y vegetales, a la disminución del azúcar añadida a los alimentos, acostumbrar nuestro paladar al sabor original de los alimentos es quizá la mejor recomendación y herramienta para luchar contra enfermedades que van en aumento como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico.
https://www.clinicaelrosario.com/blog/mitos-y-realidades-sobre-los-edulcorantes
¿Qué engorda más una hamburguesa o una ensalada? No es la respuesta que esperas
Cuando pensamos en la alimentación saludable, automáticamente viene a la mente la ensalada: el plato que, por excelencia, representa lo ligero y poco calórico. Por el contrario, la hamburguesa suele verse como el enemigo de la dieta, un símbolo de la comida rápida y de calorías vacías.
Sin embargo, la realidad puede sorprendernos, ya que ciertos tipos de ensaladas pueden llegar a tener más calorías y ser menos saludables que una hamburguesa estándar. Y es que, factores como los ingredientes, los aderezos y el tamaño de las porciones pueden transformar un plato saludable en una trampa calórica.
El mito de las ensaladas saludables
El gran atractivo de las ensaladas es que parten de una base de vegetales frescos, ricos en vitaminas, minerales y fibra, lo que las convierte en una opción saludable. Sin embargo, el problema surge cuando se les agregan ingredientes adicionales, como carne como el pollo empanado o fritas, quesos grasos y, sobre todo, aliños que contengan mucha grasa. Y es que, muchos aderezos comerciales, como el ranch, el césar o los a base de mayonesa, pueden añadir hasta 200 calorías adicionales en una sola porción, sin contar las grasas saturadas.
¿Existen hamburguesas saludables?
Por otro lado, una hamburguesa básica, sin demasiados ingredientes añadidos, puede tener un perfil nutricional más equilibrado. Una hamburguesa sencilla de carne magra con lechuga, tomate y sin aderezos añadidos puede rondar entre las 500 y 600 calorías. Aunque ciertamente contiene grasas, también ofrece una buena fuente de proteínas y, dependiendo de cómo esté preparada, puede tener una proporción de nutrientes adecuada.
Una percepción errónea de lo saludable
Otro aspecto importante a considerar es la percepción que tenemos de ciertos alimentos. La ensalada, aunque es un símbolo de la comida saludable, no siempre cumple con ese rol en la práctica. Muchos restaurantes aprovechan esta percepción para vender ensaladas premium que, aunque parecen saludables, pueden llegar a tener el doble de calorías de lo que imaginamos. Esto ocurre con frecuencia en cadenas de comida rápida o restaurantes que agregan ingredientes adicionales con fines comerciales o de marketing, pero que no tienen en cuenta el verdadero valor nutricional del plato final.
Por otro lado, aunque la hamburguesa esté catalogada como comida basura, en realidad puede ser un plato con buenos aportes de proteínas y sin exceso de carbohidratos si se elige adecuadamente. Cambiar la percepción acerca de la comida puede ayudarnos a tomar buenas decisiones basándonos en la calidad de los ingredientes más que en el estereotipo de un alimento.
La importancia de la cantidad
El verdadero secreto para evitar el exceso de calorías no está tanto en qué comida elijamos, sino en cómo equilibramos las porciones y el contenido. Una ensalada con un tamaño adecuado, utilizando aderezos ligeros y proteínas magras, será una opción excelente. De igual forma, una hamburguesa con ingredientes controlados, sin exceso de salsas ni aderezos pesados, puede formar parte de una dieta equilibrada.
Es importante recordar que ninguna comida es, en sí misma, perjudicial o saludable en términos absolutos. El contexto y la forma en que se prepara hacen la diferencia. En última instancia, el objetivo debería ser elegir platos que satisfagan nuestras necesidades nutricionales y que se ajusten a nuestros hábitos sin caer en excesos.
Referencia: https://theobjective.com/lifestyle/nutricion/2024-10-30/que-engorda-mas-hamburguesa-ensalada-calorias/
Los beneficios del limón y los mitos sobre él: ¿Es cierto que depura y adelgaza?
Bajo en calorías, con propiedades antioxidantes y rico en vitamina C este fruto ácido y refrescante siempre ha estado rodeado de mitos en torno a su uso para perder peso.
Para absorber los malos olores del frigorífico, para depurar el organismo en ayunas, para perder peso, para eliminar manchas de la cara, para quitar la grasa de la encimera… Los múltiples y populares usos del limón no siempre tienen base científica y este fruto figura a menudo en la lista de falsos mitos nutricionales, especialmente sobre todo aquello que tiene que ver con sus supuestas propiedades adelgazantes o detox, ya que ni se ha demostrado que su consumo ayude específicamente a perder peso ni tampoco que tenga una capacidad depurativa concreta. Lo que sí cuenta con evidencia es que el limón es rico en vitamina C, tiene pocas calorías (22 kcal por cada 100 gramos) y es antioxidante.
Por cada 100 gramos de porción comestible el limón aporta unos 50 mg de vitamina C, un micronutriente que ayuda al funcionamiento normal del sistema nervioso, protege las células frente al daño oxidativo y mejora la absorción del hierro. Además, es esencial para la formación de colágeno, un componente fundamental de los tejidos conectivos que contribuye a mantener los vasos sanguíneos, huesos, cartílagos, encías, piel y dientes en buen estado. Incluso colabora en disminuir el cansancio y la fatiga, pues contribuye a la regeneración de la vitamina E y optimiza la absorción del hierro, lo que influye en el bienestar físico y mental.
Aunque la contribución de la vitamina C en la capacidad para absorber el hierro es importante, conviene saber cómo consumir el limón o combinarlo para que cumpla esa función. Un ejemplo para maximizar esa absorción de hierro sería aderezar con zumo de limón una ensalada de lentejas o un plato de espinacas porque eso permitirá aumentar la absorción del hierro «no hemo» procedente de esos vegetales. Otra opción puede ser consumir comidas ricas en hierro acompañadas con una bebida a base de agua con limón exprimido.
Eso sí para situar el aporte de vitamina C en contexto cabe destacar que un limón mediano puede pesar entre 100 y 200 gramos y que esos 50 mg de vitamina C que aportaría el limón por cada 100 gramos supondría llegar a la mitad de consumo diario recomendado de vitamina C. Según recoge un informe reciente del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) la recomendación para adultos se sitúa entre los 95 y 110 mg al día y esa cantidad asciende a 105 mg para embarazadas y de 155 mg para las madres en lactancia.
¿Cuánto sabes sobre el limón?
El limón destaca también por su versatilidad culinaria. De hecho suele ser uno de los básicos en la cocina pues su característico toque cítrico es apreciado en una amplia variedad de platos.
Su aroma, su característica piel rugosa y su textura son ampliamente conocidas, pero lo que quizá resulte algo menos popular es su composición y sus partes.
Lo que usualmente se conoce como corteza se llama en realidad flavedo. Su color varía de verde a amarillo chillón según la madurez. Contiene numerosas glándulas de aceites esenciales que caracterizan su aroma. Estas glándulas, ricas en terpenos, constituyen una auténtica barrera contra los ataques de los insectos y los microorganismos.
La capa interior blanca y esponjosa del fruto se llama albedo y es la fuente más importante de pectinas y glúcidos. Su espesor varía según la variedad y la madurez del fruto.
El endocarpo, más conocido como pulpa , es la parte comestible y supone entre el 65% y el 70% del peso del limón. Es de color amarillo pálido. Suele estar dividida en gajos que esconden células alargadas (pelos endocarpianos formados por pequeñas cavidades en la que acumulan agua, glúcidos y ácido cítrico) envueltas en una epidermis interna (endocarpino). Es lo que se conoce como las bolsas del zumo. Cada gajo contiene cientos de bolsitas y esporádicamente puede haber alguna semilla.
La parte central del limón que es un flagelo blanco se llama columela o eje central y es más o menos grueso en función de la variedad.
Lo cierto es que más allá del aporte informativo o curioso que pueda suponer conocer las diferentes limón de esta fruta, en realidad este tipo de datos son relevantes pues los nutrientes del limón se reparten entre la pulpa, la corteza y la capa interior blanca y esponjosa bajo la corteza. Según los expertos de la FEN (Federación Española de Nutrición), la pulpa contiene ácidos orgánicos como el ácido cítrico, el ácido málico, el ácido acético y el ácido fórmico; y compuestos fenólicos como los ácidos cafeico y ferúlico que son potentes antioxidantes. Aunque en realidad los componentes más interesantes del limón son los fitonutrientes, en concreto los limonoides, que se encuentran en la corteza. De ahí que no resulte extraño que la sabiduría popular haya incluido en numerosas recetas, tanto dulces como saladas, la ralladura del limón.
ALGUNAS CURIOSIDADES SOBRE EL DEPORTE Y ALIMENTACIÓN
- El uso de métodos que aumentan la sudoración (trajes plásticos, fajas…) no facilita la perdida de grasa ya que solamente se pierden líquidos que luego recuperemos al beber.
- El flato no tiene nada que ver con beber o no beber agua durante el ejercicio.
- Una investigación ha llegado a la conclusión de que, por cada ½ km. que una persona camina o corre, la sociedad se ahorra una media de 0.5€ en gastos relacionados con la salud.
- Hacer abdominales no quema la grasa de la tripa sino que solo la tonifica.
- Hacer 30 minutos de ejercicio aeróbico (correr, nadar, bici, caminar rápido…) reduce más la tripa que 30 minutos seguidos haciendo abdominales.
- El 90-95% de las mujeres padecen celulitis en algún grado.
- Las personas que hacen ejercicio regularmente tienen una vida sexual más activa y satisfactoria debido a su estado de salud, tono muscular y autoestima.
- No todos los deportistas necesitan suplementos vitamínicos. Una dieta variada, rica en frutas, verduras y hortalizas aporta normalmente todas las vitaminas. Aunque algunos deportistas pueden tener deficiencias por el mayor nivel de entrenamiento.
- La grasa y el músculo son dos tejidos totalmente distintos, por lo que nunca uno se puede transformar en el otro.
- 8 de cada 10 personas sufrirán dolor de espalda en algún momento de su vida. Hacer ejercicio de manera regular ayuda a reducir o eliminar ese problema.
- Los individuos sedentarios tienen el doble de posibilidades de sufrir un ataque al corazón que los que siguen un plan de ejercicio con regularidad.
- Puedes llegar a perder hasta 2 kg. en una semana solamente bebiendo 2-3 litros de agua mineral baja en sodio (dependiendo de lo que bebas normalmente).
- Si te pasas de tus pulsaciones adecuadas no quemas grasa sino músculo.
Fuente: https://www.tiendaculturista.com/blog/algunas-curiosidades-sobre-el-deporte-y-alimentacion/