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Gastronomía y nutrición: claves en alimentación saludable y sostenible

Gastronomía y nutrición son dos disciplinas que deben confluir para favorecer la promoción de una alimentación saludable y sostenible y, por tanto, para impulsar y mejorar la salud individual, de la comunidad y del planeta. Además de la mejora de las cualidades organolépticas que incorpora progresivamente este sector, es fundamental que los profesionales de la gastronomía se guíen por criterios de salud y sostenibilidad a la hora de diseñar, planificar y ejecutar todos los menús, desde la gastronomía de élite hasta el menú del día o la oferta en colectividades.

Esta ha sido una de las principales conclusiones de la Reunión Nacional de Expertos en Nutrición, Gastronomía, Alimentación Saludable y Sostenibilidad celebrada en Bilbao en el marco de la Feria Alimentaria Gustoko 2020, organizada por la Real Academia de Medicina del País Vasco-Euskal Herriko Medikuntzaren Errege Akademia, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Real Academia de Gastronomía (RAG) en colaboración con la Makilaren Kofradia, la Escuela Superior de Hostelería de Bilbao y la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación.

«Los participantes han coincidido en la necesidad de promover una gastronomía vinculada al territorio, la cultura y las tradiciones locales, que utilice técnicas culinarias saludables e ingredientes positivos para la salud de los consumidores. Gastronomía basada en las recomendaciones de la Dieta Mediterránea -icono de referencia en la alimentación saludable y sostenible- y siguiendo elevados niveles de higiene y seguridad en su preparación.»

Según el Dr. Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco– Euskal Herriko Medikuntzaren Errege Akademia (RAMPV-EHMEA) y coordinador de este encuentro, “cada vez hay más necesidad de comer fuera de casa por las distancias, en los centros escolares y en las empresas o simplemente por ocio o placer, por lo que es muy importante buscar el equilibrio entre lo gastronómico y lo saludable. Debemos potenciar nuestra gran riqueza y diversidad gastronómica a través de elaboraciones saludables que permitan disfrutar de los alimentos y al mismo tiempo mejorar la salud del consumidor. La gastronomía debe ser también fuente de cultura, convivialidad e información alimentaria práctica”.

“Es importante fomentar y respetar la agricultura tradicional y los espacios de producción sostenibles cercanos al lugar del consumidor para poder consumir alimentos frescos y aguas de proximidad, evitando largos transportes, para salvaguardar las tradiciones gastronómicas regionales, con sus productos y métodos de cultivo propios y el apoyo a los productores locales, y también con el pago de un precio justo por los alimentos que producen o elaboran”, añadió el Prof. Aranceta.
 

La gastronomía como canal de información al consumidor 

Los expertos proponen convertir la gastronomía en eje de formación y herramienta para hacer llegar información al consumidor en los distintos niveles educativos y plantean, entre otras iniciativas, incorporar en los menús y en las cartas de los restaurantes información nutricional y sobre el origen de las materias primas empleadas, incluso iconos complementarios que den visibilidad a platos bajos en sal, azúcar, grasas u otros nutrientes críticos.


Igualmente, la ciencia y la tecnología están cada vez más en el centro de los avances relacionados con la gastronomía y la salud. El objetivo no es otro que hacer llegar a la sociedad soluciones alimentarias saludables y sostenibles, tal y como ha propuesto la FAO y la OMS. Entre estas alternativas se encuentra la elaboración de productos de origen vegetal ricos en proteínas (soja, almendra, legumbres convencionales) y la posibilidad de incorporar la proteína de insecto a la cadena alimentaria humana.

 Gastronomía y nutrición: claves en alimentación saludable y sostenible – Revista Alimentaria

Plátanos modificados genéticamente con alto contenido en vitamina A para luchar contra la ceguera infantil en África.

Científicos australianos de la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT) han desarrollado plátanos modificados genéticamente que contienen una mayor cantidad de betacaroteno, precursor de la vitamina A. Un proyecto que lleva en marcha desde hace nueve años y que busca luchar contra la ceguera y las muertes a causa de la deficiencia de la vitamina A en niños de países en vías de desarrollo de África.

Según recoge Agro-Bio, James Dale, líder del equipo de investigadores, espera que en el año 2020 estas variedades de plátano enriquecidas con vitamina A puedan ser sembradas por los agricultores en Uganda, donde alrededor del 70% de la población sobrevive con esta fruta y cerca del 30% de los niños menores de cinco años sufren de deficiencia clínica de vitamina A.

“En el Este de África esta fruta se corta y se cuece al vapor y es uno de los alimentos básicos en muchos países de esta región, pero tiene unos niveles de micronutrientes muy bajos, particularmente de pro-vitamina A y de hierro”, explica Dale. La deficiencia de la vitamina A es la causa principal de ceguera infantil y es un problema especialmente en grave en África donde la gente tiene menos recursos

El investigador espera que después de que se realicen las pruebas de campo en Uganda, esta tecnología podría transferirse a países como Ruanda, algunas partes de la república democrática del Congo, Kenia y Tanzania. La biotecnología agraria no sólo permite la producción sostenible de alimentos, sino también permite ofrecer alimentos con mayor contenido nutricional para los consumidores.

fuente: Biotech

La nutricosmética, tendencia en nutrición saludable que lidera Europa

En la búsqueda de una apariencia radiante y saludable, las personas están cada vez más interesadas en mejorar su aspecto desde el interior. La nutricosmética se ha convertido en una parte esencial de la rutina de belleza y es una tendencia creciente tanto en España como en Europa. Cada vez más personas están interesadas en cuidar su piel, cabello y uñas desde dentro, complementando su rutina de cuidado externo con complementos alimenticios específicos.

Tendencia de la nutricosmética

Entre los años 2017 y 2021, la nutricosmética ha tenido un crecimiento anual superior al 30% según datos aportados por la prestigiosa consultora Innova Market Insights.

La nutricosmética se ha convertido en una parte básica de la rutina de belleza, siendo Europa el líder en lanzamiento de productos nutricosmética en los últimos años. A su vez, los complementos herbales son quienes han experimentado el mayor crecimiento durante 2021 quintuplicando el número de lanzamientos al mercado que se dieron en 2017.

Países como Francia, Italia y Alemania son especialmente receptivos a esta tendencia. Existe una creciente preocupación por la salud y el bienestar en general, y los consumidores buscan enfoques holísticos para el cuidado personal. La nutricosmética se presenta como una forma de mejorar la apariencia externa a través de la alimentación y la suplementación.

Además, la industria de la nutricosmética ha evolucionado para ofrecer una variedad de productos y fórmulas innovadoras. Desde suplementos de colágeno y antioxidantes hasta vitaminas específicas para la piel y el cabello lo cual sigue las predicciones del mercado de  Wise Guy Reports- Global Beauty Supplements Market Outlook-,  que estima que el mercado europeo crecerá hasta 5.000 millones de euros a finales de 2024.

Principales productos que se consumen

Los consumidores están cada vez más interesados en abordar sus necesidades de cuidado personal de manera integral, combinando la alimentación saludable con la suplementación nutricional específica para obtener resultados visibles en la apariencia externa.

Los suplementos nutricosméticos para el cabello a menudo contienen ingredientes como biotina, zinc, hierro, vitaminas del complejo B y antioxidantes.

En cuanto a la piel, los suplementos nutricosméticos para la piel suelen incluir antioxidantes como las vitaminas C y E, coenzima Q10, ácido hialurónico, colágeno, omega-3 y otros nutrientes esenciales.

En cuanto a la protección solar, existen nutricosméticos diseñados para proporcionar una protección adicional contra los efectos nocivos de los rayos UV. Estos productos suelen contener ingredientes como extracto de té verde, licopeno, astaxantina y otros antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres generados por la exposición solar y a reducir el daño causado por los rayos UV.

Desde LegaleGo queremos recordar que los nutricosméticos deben cumplir con el Reglamento (CE) 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos  y estas declaraciones deben estar respaldadas por estudios científicos y cumplir con la normativa específica de cada país  y justificada con pruebas científicas para su uso en la promoción de productos nutricosméticos.

Fuente: Valverde, S. O. (2024, 21 agosto). La nutricosmética, tendencia en nutrición saludable que lidera Europa. LegaleGo Nutrition. https://legalegonutrition.com/la-nutricosmetica-tendencia-nutricion-saludable/

Luces, cámara, nutrición: “Se han cambiado planes de rodaje de películas por no pensar en el asesoramiento nutricional”

‘Infobae España’ se acerca a las dietas más extremas del cine de la mano de Ángela Quintas, experta en nutrición y asesora en películas de Almodóvar, Daniel Sánchez Arévalo y Alberto Rodríguez

Pensar en cine es observar una orquesta. Una función perfectamente sincronizada que cede un espacio propio a cada actor -en el sentido literal y figurado- y que a su vez brilla por la armonía del conjunto. La suma de los trabajos individuales resulta en una obra colectiva en la que ningún instrumento puede permitirse desafinar. Esta es parte de la magia del cinelo que no se ve, pero está.

Entre todo el equipo que conforma una productora audiovisual existe un rol quizá no tan considerado por el público, pero con la capacidad de influir en la toma de decisiones tan fundamentales como la de decantarse por una u otra actriz para una película. Se trata de los asesores nutricionales, que acompañan a los actores antes, durante y después del rodaje.

Ángela Quintas forma parte de este mundo desde hace 15 años, en el que se estrenó asesorando a Antonio de la Torre para la película Gordos (2009) en su proceso de ganar 40 kilos. Quintas es química clínica experta en nutrición y microbiota y desde su consulta en Madrid o de forma online ayuda a quienes buscan transformar sus hábitos alimenticios y su estilo de vida. Además, es colaboradora desde hace siete años en el programa A vivir, que son dos días de Cadena SER y autora de varios libros. El último, SuperPedorro (Timun Mas Infantil, 2023), un cuento sobre la microbiota intestinal.

Entre colaboraciones y consultas, Quintas ha trabajado como asesora nutricional en más de una decena de películas, algunas de ellas dirigidas por Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Leticia Dolera, Daniel Sánchez Arévalo o Alberto Rodríguez. También lo ha hecho con varias series: su trabajo más reciente es el plan nutricional de Candela Peña para elEl caso Asunta.

Así se realiza un asesoramiento nutricional de cine

En un primer momento, la productora comunica cuál es la idea inicial, que en ocasiones no puede materializarse. “No se puede hacer que un actor esté muy delgado, suba de peso y luego vuelva a bajar en cuestión de dos semanas. Se han cambiado planes de rodaje porque no se había pensado en el asesoramiento nutricional”, asegura Quintas para Infobae España.

Entonces, el equipo de asesores tiene la labor de estudiar si realmente es recomendable que un actor cambie de peso de forma extrema, ya sea por su historial clínico o porque padece alguna patología. “Hay veces en los que el cuerpo del actor ya no puede más. Fue el caso de Carlos Santos en El hombre de las mil caras. Carlos me decía que no podía seguir comiendo más porque ese no era su cuerpo, y tuvimos que parar. En Gordos también nos pasó con Raúl Arévalo, que en principio tenía que subir mucho peso. Llegó un momento en el que enfermaba y perdía los kilos que había ganado, su cuerpo rechaza ese peso”, explica.

El ejemplo paradigmático de una subida de peso extrema fue con De la Torre y sus 40 kilos en Gordos. En esta comedia dramática, el dos veces ganador del Premio Goya llegó a pesar 102 kilos bajo la supervisión del equipo de Quintas. Al inicio, lo que se hizo fue bajarle de peso (fueron las primeras escenas que se rodaron) para posteriormente hacerle ganar los kilos. Según la experta, “el problema es que cuando se va a subir de peso a un actor, se piensa que se le va a poner a comer como si no hubiera un mañana, pero esto no funciona así”. “Con Antonio incluso tuvimos que parar de grabar para estabilizar sus analíticas y proteger su salud”, cuenta.

Sin embargo, el asesoramiento nutricional en los actores no solo se da cuando han de ganar varios kilos, pues este acompañamiento también ocurre a la inversa. En El fotógrafo de Mauthausen, Mario Casas perdió 12 kilos para encarnar la historia real de un fotógrafo catalán que fue capturado y enviado al campo de concentración nazi. Quintas asegura que tuvieron que hacerle algunas pruebas a Casas para decidir si seguir o no adelante con el proyecto: “A veces los actores entran en un estado en el que se meten demasiado en el personaje, pero hay unos límites”.

Otros cambios extremos: de Christian Bale a ‘La sociedad de la nieve’

Hablar de cambios físicos extremos en el cine es darle un lugar especial a Christian Bale. El británico ha logrado ganarse el respeto del público por sus drásticos cambios físicos en películas como El Maquinista, en la que perdió más de 25 kilos para interpretar a Trevor Reznik. Un papel para el que llegó a pesar tan solo 54 kilos, a pesar de la intención inicial del propio actor de alcanzar los 45.

Quedarse en 54 kilos midiendo más de 180 centímetros es, indudablemente, una situación extrema. Más teniendo en cuenta que solo unos meses después Bale comenzó con el rodaje de Batman, para el que necesitó ganar más de 40 kilos de músculo. En palabras de Christopher Nolan, era “una especie de oso pardo”.

El cambio físico que experimentó Brendan Fraser en The Whalele granjeó el Óscar al Mejor actor en 2023. Tras años lejos de los focos, Fraser volvió a la gran pantalla para dar vida a un profesor de literatura con obesidad mórbida. Para el papel, el estadounidense engordó hasta los 130 kilos, aunque llegó a simular 270 gracias a unas prótesis y un trabajo de maquillaje que tardaba ocho horas en quitarse y ponerse.

El último film que, entre otras cosas, destaca por los extremos cambios físicos de su reparto es La sociedad de la nievedel director J. A. Bayona, cuyo asesoramiento estuvo a cargo de los nutricionistas cordobeses Antonio Escribano padre e hijo. El uruguayo Enzo Vogrincic, que en la película interpretaba a Numa Turcatti, siguió una dieta basada en una lata de atún y una mandarina al día que le hizo perder 23 kilos.

Enfocar las vulnerabilidades

Lo cierto es que este acompañamiento nutricional se intensifica en aquellos papeles que requieren que los actores o las actrices engorden o adelgacen de forma extrema en un corto periodo de tiempo. No obstante, existen otros papeles igualmente delicados que requieren de una mirada amable. Dar vida a una enfermedad a través de la nutrición es otro de los grandes retos de esta industria. Por ejemplo, encarnar el cuerpo de una persona con anorexia.

Este era el desafío de Ángela Quintas y su equipo para la serie Madres, en la que Carla Díaz personifica a Elsa, una adolescente anoréxica. En este tipo de casos, el vestuario y maquillaje también resultan esenciales. “Mientras ella va bajando de peso se le va poniendo un pijama de hospital cada vez más grande, de tal manera que parece que está todavía más delgada. Con todo eso se juega y al final es muy bonito porque formamos parte del equipo que va construyendo la historia”, concluye.

https://www.infobae.com/espana/2024/08/04/luces-camara-nutricion-se-han-cambiado-planes-de-rodaje-de-peliculas-por-no-pensar-en-el-asesoramiento-nutricional

Incluir vegetales deshidratados en el pan mejora sus propiedades nutricionales, según un estudio del CSIC

El Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) demuestra que incluir espinacas, remolachas o cebollas en el pan plano mejora su contenido de fibra, minerales, color y textura

Un grupo de investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), ha realizado un estudio que demuestra que incluir una pequeña cantidad de vegetales deshidratados (un 2% de la receta) en la elaboración de pan plano tiene efectos positivos en la textura, color y, sobre todo, en sus propiedades nutricionales. La investigación, publicada en la revista International Journal of Food Science and Technology, revela que la inclusión de estos ingredientes en el pan afecta a la digestión del almidón, mejorando la respuesta glucémica tras su ingesta.

El LINCE Group, un equipo de trabajo del grupo de Cereales y Productos Derivados del IATA-CSIC, analizó la inclusión de vegetales como espinacas, acelgas, remolachas o cebollas y su impacto en las propiedades de los panes planos, un tipo de panes elaborados con la masa extendida, sin masa madre ni levadura. El pan plano es uno de los panes más antiguos y consumidos en todo el mundo, especialmente en el Mediterráneo. Además de ser un alimento básico, el pan plano presenta ventajas: tiene un proceso de elaboración relativamente simple y rápido, y existen muchas recetas variadas en muchas culturas.

El trabajo utilizó un enfoque experimental en el que se incorporaron diferentes vegetales deshidratados en la masa de pan plano y se analizaron diversas propiedades tecnológicas y nutricionales, como el contenido de fibra, minerales, color y textura. Además, se midió la digestibilidad del almidón mediante un análisis in vitro para evaluar cómo estos ingredientes impactaban en la velocidad de digestión. “Estos ingredientes podrían ser utilizados no solo en panes planos, sino también en otros productos de panadería que busquen innovar en términos de nutrición y beneficios para la salud”, sostiene Raquel Garzón, científica del CSIC en el IATA y autora del estudio.

https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/incluir-vegetales-deshidratados-en-el-pan-mejora-sus-propiedades-nutricionales-segun-un-estudio-del-csic

¿Por qué tengo hambre todo el rato? Estas son las posibles razones y cómo evitarlo, según una experta en nutrigenética

Aprende a diferenciar el hambre real y fisiológica, cuando rugen las tripas, de los antojos ligados a emociones. Provocan cambios de humor y apenas sacian

El hambre emocional está ligado a una dieta de poca densidad nutricional, estrés o mala higiene del sueño. Shutterstock

¿Es normal que nos entre el apetito tan sólo una hora después de haber comido? ¿Hemos perdido la sensación de saciedad? La sensación constante de hambre es multifactorial. «Se debe a diferentes desequilibrios», explica Marta Alonso, dietista-nutricionista por la Universidad Autónoma de Madrid, responsable del área de Nutrigenética en ADNTRO y doctora en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada por la Universidad de las Islas Baleares.

«No consumir suficientes fibras y proteínas, que nos ayudan a sentirnos llenos. También desajustes hormonales, que afectan a las señales de saciedad, y que pueden venir derivados de una mala higiene del sueño, una composición corporal alterada o un problema que nos está afectando emocionalmente, generando rumiación y estrés», detalla la también máster en Biomoléculas y Dinámica Celular (UAM) y otro en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada (UIB).

HAMBRE REAL VS. EMOCIONAL

Una vez claras las posibles causas, ¿cómo diferenciar el hambre real del hambre emocional, por ejemplo, por aburrimiento? Para la experta, ante el hambre fisiológica no hay dudas. «Generalmente, se presenta con señales físicas, como el rugido del estómago». En cambio, el hambre emocional emerge de forma repentina, en respuesta a emociones, y se caracteriza por antojos específicos. «Nos pide alimentos ricos en grasa y azúcar, que proporcionan una gratificación instantánea pero breve». Es la llamada dopamina de los ultraprocesados. «Ese bienestar es pasajero, lo que puede llevar a un ciclo de comer recurrente para recuperar esa sensación», prosigue.

Es fundamental saber identificar y comprender las emociones o circunstancias que provocan este hambre emocional, aclara la nutricionista, trasladándose a un terreno psicológico. Pero, en la medida de lo posible, aboga por estar preparados con opciones saludables que nos permitan responder a estos impulsos de manera que no afecten negativamente nuestra salud. «En primer lugar, es esencial incorporar una combinación equilibrada de macronutrientes en cada comida: proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables».

ESTRATEGIAS PARA LA SACIEDAD

Estos nutrientes son fundamentales para prolongar la saciedad, cuenta, ya que se digieren a un ritmo más lento, manteniéndonos saciados durante más tiempo. Tal y como explica la bioquímica francesa Jessie Inchauspé en su libro, el superventas mundial La revolución de la glucosa (Ed. Diana), la mayoría de la población está atrapada en una montaña rusa de subidas y bajadas de glucosa en sangre. Son los llamados picos por la ingesta de almidones y azúcares. Por eso también recomienda un desayuno salado, que no sea un postre. «La salud sufre mucho más lo que comemos por la mañana porque tiene un impacto en el resto del día», afirma.

Alonso se muestra de acuerdo con esta afirmación. «Sí, aumentar la ingesta de proteínas ayuda a la saciedad y a reducir el apetito. La comida más problemática suele ser el desayuno, ya que por costumbre solemos hacer desayunos dulces ricos en azúcar. Estos altos niveles de azúcar en sangre, sobre todo por la mañana, pueden interferir con nuestras señales de saciedad y recompensa, haciendo que nos sintamos más hambrientos e irascibles el resto del día». Incluir proteínas en el desayuno es una buena estrategia que ayuda a mantener el apetito a raya durante el día, aporta.

Adicionalmente, Alonso apuesta por adoptar el hábito de comer despacio y masticar bien los alimentos. «Es crucial, ya que esto permite que el cuerpo procese más eficientemente las señales de saciedad, evitando una sobreingesta». Se calcula que el cerebro tarda al menos unos 20 minutos en percibirla.

EL CUERPO ME PIDE DULCE

¿Hay alguna manera de evitar entonces esos antojos como el helado, ahora que estamos en verano? La experta universitaria en genética médica y genómica cree que también hay que disfrutar y desvela su truco. «Es una época perfecta para aprovechar y hacer recetas más saludables. Puedes preparar una versión más saludable pero igual de rica con fruta congelada y yogur natural. Puedes derretir chocolate negro 85%, picar frutos secos y echar esta mezcla por encima. ¡Está delicioso!».

El azúcar no deja de ser una molécula de glucosa unida a una de fructosa, dos moléculas que el cuerpo utiliza constantemente para realizar sus funciones vitales. ¿Es tan adictivo o un veneno como se dice? «No podría llegar a considerarse un veneno por esta misma razón. No obstante, en grandes cantidades sí que supone un problema para el organismo. Son muchas las investigaciones científicas que asocian un consumo elevado a numerosas patologías, desde grandes conocidas como la diabetes hasta la arteriosclerosis, pasando por el Alzheimer. En general, cuanto más bajo sea nuestro consumo de azúcar libre mejor».

El azúcar puede ser muy adictivo, señala, debido a cómo afecta los centros de recompensa en el cerebro, promoviendo un deseo continuo de consumo. Por eso hay que evitar caer en la máquina de aperitivos: «La clave es la anticipación para tener a mano alternativas a los snacks, como frutas frescas, verduras cortadas, frutos secos sin sal, hummus, patés vegetales, o chips de verduras, por ejemplo». Estas opciones no sólo son más saludables, sino que también ayudan a evitar la tentación de optar por opciones industriales, defiende.

A VECES NO ES HAMBRE, ES SED

Otra de las causas de sentirse hambriento es una posible deshidratación. Y lo que en realidad el cuerpo nos está pidiendo es agua. «Llevar siempre una botella contigo es una buena estrategia. También puedes mejorar el sabor del agua añadiendo frutas naturales o hierbas para hacerla más atractiva. Evita las bebidas azucaradas o edulcoradas y opta por alternativas más naturales, como el té helado sin azúcar, agua con gas o kombucha», aconseja la nutricionista, descartando las opciones alcohólicas que, además de calorías vacías, nos deshidratan y son tóxicas para la salud.

Y por último, y no menos importante, estar siempre a dieta también interviene en esa sensación perpetua de hambre. «Suelen ser excesivamente restrictivas y promueven cambios temporales en lugar de ajustes sostenibles a largo plazo en el estilo de vida», critica Marta Alonso. Este enfoque puede llevar a resultados rápidos pero, a menudo, resulta en un «efecto rebote donde se recupera el peso perdido, o incluso más», una vez terminada la dieta, advierte. «Esto se debe a que, tras períodos de restricción severa, es común volver a antiguos hábitos alimenticios y hacerlo con mayor intensidad, dada la prohibición previa».

Para evitar este círculo vicioso propone enfocar la pérdida de peso hacia una transformación a largo plazo de los hábitos alimenticios y del estilo de vida. «Un déficit calórico moderado es efectivo para perder peso, pero una restricción calórica severa y prolongada puede llevar a deficiencias nutricionales, problemas metabólicos y el mencionado efecto rebote. Es fundamental que este déficit sea supervisado por un profesional y adaptado a las necesidades individuales. Adoptar un enfoque más equilibrado ayuda a mantener el peso a largo plazo y a promover un bienestar general», concluye.

FUENTE: Periódico El Mundo. Sección Cuerpo.

https://www.elmundo.es/vida-sana/cuerpo/2024/08/23/66c49db8e9cf4a85408b4575.html