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Rhodiola

El nombre botánico de la Rodiola es Rhodiola rosea.

  • La raíz y el tallo subterráneo (rizoma) de esta planta se utilizan en las prácticas de medicina tradicional del Norte y el Este de Europa y de partes de Asia.
  • Esta planta es conocida por muchos otros nombres, como raíz ártica, raíz dorada, rosa orpina, raíz de rosa, hierba rosa y raíz dorada de Siberia.
  • Los extractos de la raíz y del rizoma de la planta se secan y se disuelven en alcohol para preparar compuestos medicinales.

Beneficios atribuidos a la rodiola

Sus defensores creen que la rodiola es un adaptogeno. Este término utilizado en la fitoterapia significa que se atribuye a esta sustancia la propiedad de ayudar al cuerpo a responder al estrés mental y físico y restaurar la funcionalidad orgánica y emocional normales.

La rodiola se utiliza en medicina tradicional para lo siguiente:

  • Mejorar el aprendizaje y la memoria
  • Aumentar la energía
  • Reducir las concentraciones elevadas de colesterol
  • Reducir los síntomas de depresión
  • Reducir la fatiga
  • Retrasar el proceso de envejecimiento
  • Tratar los síntomas del mal de altura

Pruebas científicas para la rodiola

Es muy poco probable que a un solo compuesto, incluida la rodiola, le corresponda una gama tan amplia de beneficios para la salud. Por lo tanto, es muy poco probable que los datos científicos confirmen esta multiplicidad de beneficios.

Los estudios realizados en células muestran que la salidrosida, un compuesto contenido en la rodiola, podría tener efectos beneficiosos sobre el cerebro y destruir las células cancerosas del cerebro.

  • Los estudios realizados en animales sugieren que la rodiola podría mejorar la función cognitiva, pero estos estudios presentan importantes deficiencias.

Los datos procedentes de los estudios realizados en seres humanos para demostrar los beneficios para la salud que se le atribuyen a la rodiola son limitados.

  • La mayoría de estos estudios son reducidos y de mala calidad y algunos de los datos obtenidos son contradictorios.

Los estudios realizados en personas no han sido concluyentes, pero han demostrado que el consumo de rodiola podría tener los siguientes beneficios:

  • Mejorar la resistencia, incluyendo el rendimiento deportivo, laboral y cognitivo
  • Reducir la fatiga en situaciones estresantes
  • Aliviar la ansiedad y la depresión. Proporciona menos beneficios que un antidepresivo tradicional, pero con menos efectos secundarios.
  • Reducir el daño cardíaco causado por la epirubicina (un medicamento de quimioterapia)

Efectos secundarios de la rodiola

Tomar rodiola dos veces al día durante 6 a 12 semanas parece ser inocuo para la mayoría de las personas.

  • No obstante, la rodiola puede causar mareos, sequedad de boca y/o producción excesiva de saliva.
  • La rodiola podría estimular el sistema inmunitario, por lo tanto, podría empeorar las enfermedades autoinmunitarias, como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide.
  • No se ha estudiado la inocuidad de la rodiola en mujeres embarazadas y lactantes o en niños.

Interacciones farmacológicas con la Rhodiola

  • El uso de rodiola en combinación con fármacos antidepresivos recetados podría causar una frecuencia cardíaca muy rápida (taquicardia).
  • La rodiola podría reducir las concentraciones de azúcar en sangre, por lo que estas podrían llegar a ser demasiado bajas, especialmente en el caso de personas que toman insulina u otros medicamentos para tratar la diabetes.
  • La rodiola podría reducir la presión arterial, por lo que podría provocar que la presión arterial fuera demasiado baja en las personas que ya la tienen o las que toman medicamentos para bajarla.
  • La rodiola puede aumentar las concentraciones de ciertos medicamentos, como el anticoagulante warfarina y algunos medicamentos antiinflamatorios.
  • La rodiola puede contrarrestar los efectos de los inmunodepresores prescritos para ciertos trastornos autoinmunitarios, como la esclerosis múltiple.
  • Basándose en sus efectos bioquímicos, la rodiola puede interactuar con muchos otros fármacos, pero no se sabe a ciencia cierta si se producen problemas.

Recomendaciones para la rhodiola

La rodiola no se acostumbra a recomendar porque los beneficios para la salud que se le atribuyen no se han confirmado mediante estudios de alta calidad realizados en seres humanos y no compensan el riesgo de efectos secundarios o interacciones farmacológicas.

Las mujeres embarazadas y lactantes, los niños y las personas con trastornos autoinmunitarios deben evitar la rodiola.

Las personas que toman ciertos medicamentos (como los medicamentos para tratar la diabetes o la depresión, reducir la presión arterial, diluir la sangre [anticoagulantes] o deprimir el sistema inmunitario para ciertos estados de enfermedad autoinmunitaria) deben hablar con su médico antes de tomar rodiola.

Compartir y disfrutar las comidas con seres queridos reduce la obesidad y favorece la salud en la adolescencia

Los beneficios de la dieta mediterránea provienen tanto de los alimentos que consumimos como de la manera en que los comemos.

Comer en familia manteniendo las costumbres de convivialidad tradicionales de la dieta mediterránea influye en los hábitos de alimentación de las personas adolescentes y previene trastornos de comportamiento alimentario, La investigación establece que algunas rutinas de las comidas familiares, como compartir los alimentos, sentarse alrededor de una mesa sin aparatos digitales o tener una conversación agradable, son aspectos beneficiosos para la adolescencia y contribuyen a su salud. De acuerdo con otros estudios, la investigación apunta que esta convivialidad, en que es común conversar y comer de manera más lenta, promueve que las personas adolescentes reconozcan la sensación de saciedad en las comidas e, indirectamente, evita la obesidad.

La importancia de la conversación

Para determinar la mayor o menor convivialidad en las familias estudiadas, los investigadores analizaron la frecuencia y la duración de las comidas familiares, el lugar donde se hacían, el uso de aparatos digitales, la preparación de los alimentos y el tipo de comunicación que se establecía en dichos encuentros.

Según el estudio, la mayoría de las familias se reunía únicamente para la cena y sus hábitos variaban dependiendo de si comían solos o con sus seres queridos. La investigación identificó que las comidas familiares eran un espacio para comunicarse y socializar, y que cuando las familias les dedicaban menos tiempo, no se sentaban a la mesa, se distraían con aparatos digitales o no mantenían conversaciones agradables en esos encuentros, también seguían en menor medida la dieta mediterránea.

La dieta occidental

Para la experta en nutrición Anna Bach-Faig, preservar las tradiciones en la manera de comer es esencial para conservar los beneficios de la dieta mediterránea y promover la salud de las nuevas generaciones. Pero, desde hace varias décadas, la dieta mediterránea pierde peso ante la llamada «dieta occidental», en la que predominan los alimentos procesados y comer de manera rápida, muchas veces frente al televisor.

Considerar estos aspectos, incide el estudio, resulta vital para promocionar una alimentación saludable en la adolescencia y diseñar campañas de salud pública. Un ejemplo de ello fue la campaña Implica’t, que se llevó a cabo en Cataluña y en la que participaron investigadores de este estudio. «Igual que aconsejamos comer cinco frutas y verduras diarias», explica Bach-Faig, «se podría recomendar hacer como mínimo una comida en familia al día»

https://www.uoc.edu/es/news/2021/084-investigacion-dietamediterranea-salud

¿Cómo se relacionan las emociones y la alimentación?

Qué es la alimentación emocional

La alimentación emocional es el acto de comer en respuesta a las emociones en lugar del hambre física. Cuando comemos emocionalmente, no estamos comiendo porque nuestro cuerpo necesita combustible, sino porque estamos tratando de satisfacer una necesidad emocional. Esto puede ser el resultado de una variedad de emociones, como el estrés, la ansiedad, la tristeza o el aburrimiento. En lugar de abordar la causa subyacente de nuestras emociones, recurrimos a la comida como una forma de sentirnos mejor. Es la relación que hay entre emociones y alimentación.

Nuestros hábitos alimenticios pueden ser directamente influenciados por nuestras emociones, lo que refleja la alimentación emocional como un fenómeno. Comer no es solo para satisfacer el hambre, sino también buscar consuelo o escapar de emociones como la tristeza, el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Este tipo de dieta puede llevar a consumir más alimentos de los necesarios para el cuerpo, generalmente optando por aquellos altos en azúcares, grasas y calorías, que dan una satisfacción rápida, pero pueden tener efectos negativos a largo plazo en la salud, como el sobrepeso y la obesidad. Son las consecuencias de la relación entre emociones y alimentación.

Es crucial identificar la alimentación emocional y distinguirla del hambre física. El hambre emocional se presenta de manera repentina y con un deseo específico de ciertos alimentos reconfortantes, a diferencia del hambre física que surge gradualmente y puede ser saciada con cualquier tipo de alimento. Comer por emociones a menudo no conduce a sentirse satisfecho, y puede provocar sentimientos de culpa o vergüenza después de comer en exceso.

Es fundamental controlar la alimentación emocional para mantener una relación saludable con la comida y nuestras emociones. Esto puede involucrar prácticas como la meditación consciente, que nos permite estar atentos a nuestras emociones y a las señales de hambre de nuestro cuerpo, evitando comer impulsivamente. Buscando estrategias alternativas como la actividad física, la meditación o el apoyo de un amigo o profesional en salud mental también puede ser útil para manejar las emociones. Debemos romper la unión entre emociones y alimentación.

En resumen, la alimentación emocional es un comportamiento que todos podemos experimentar en algún momento, pero reconocerlo y aprender a gestionarlo es relevante para nuestro bienestar físico y emocional. Si te encuentras luchando con la alimentación emocional, no dudes en buscar apoyo y recursos que te ayuden a desarrollar un enfoque más saludable hacia la comida y tus emociones. Puedes reconducir la asociación entre emociones y alimentación.

Cómo nos afecta la alimentación emocional

La alimentación emocional puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental. En primer lugar, puede llevar a un aumento de peso y a problemas de salud relacionados con la obesidad. Además, puede afectar nuestra autoestima y hacernos sentir mal con nosotros mismos. También puede ser un ciclo vicioso: comemos emocionalmente para sentirnos mejor, pero luego nos sentimos peor por haber comido en exceso. Así nos afecta la relación entre emociones y alimentación.

En términos de salud mental, la alimentación emocional puede ser un síntoma de trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. También puede ser un signo de depresión o ansiedad. Si bien la comida puede proporcionar un alivio temporal, no aborda la causa subyacente de nuestras emociones y puede llevar a una dependencia poco saludable de la comida como una forma de hacer frente a nuestras emociones. Así nos afecta la asociación entre emociones y alimentación.

Emociones y alimentación – ¿Cómo se Relacionan? ✓ (psicologoemocionalonline.com)