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La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre

Los superalimentos están muy de moda ahora porque tienen multitud de beneficios para la salud, ya que cumplen con una premisa: son ricos en nutrientes e incluirlos en nuestra dieta es muy importante para cumplir con las claves de una alimentación saludable. En España tenemos la suerte de conocer y cultivar muchos superalimentos, pero, otros no son tan conocidos.

Como es el caso de una fruta asiática que ha sido utilizada en la medicina tradicional de muchos países como Vietnam, Japón o Corea. Pero, este superalimento pertenece a China. Hablamos de las bayas de goji, también conocidas como las cerezas del Tíbet. Aunque, en España no son aún muy famosas, cada vez se consumen más porque tienen muchos beneficios para la salud.

Y, esto es gracias a beneficios como: contener vitaminas A y C, ser ricas en antioxidantes, minerales y en hierro, contribuir a fortalecer el sistema inmunológico gracias a su gran cantidad de zinc e, incluso, son buenas para mejorar la salud ocular. Lo mejor es que tienen casi seis veces más vitamina C que la naranja, la misma cantidad de calcio que la leche y hasta tres veces más potasio que los plátanos.

No es de extrañar que las conocidas como ‘cerezas de Tíbet’ se hayan utilizado durante años en la medicina asiática, ya que sus beneficios son muy numerosos.

– Reduce el azúcar en sangre: algunos estudios han permitido demostrar que el consumo de bayas de goji pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que resulta especialmente beneficioso para aquellas personas que padecen diabetes o están en riesgo de poder desarrollarla. Los compuestos de este superalimento pueden mejorar la sensibilidad a la insulina al mismo tiempo que reduce los picos de azúcar en sangre tras las comidas.

– Antioxidantes: las cerezas del Tíbet son ricas en antioxidantes, entre los cuáles se encuentran la Vitamina C, la Vitamina A, zinc y distintos fitonutrientes y compuestos antioxidantes como polifenoles. De esta forma, nuestra piel obtendrá muchos beneficios, así como nuestro sistema inmunitario.

– Mejora la salud ocular: los beneficios de este superalimento son muy diversos, ya que también tiene para la salud ocular. Y es que, la vitamina A, luteína y zeaxantina son muy buenos para la vista, de hecho, el último es un antioxidante que se encuentra concentrado en la retina. Esto ayuda a evitar contraer enfermedades oculares.

– Ayudan a perder peso: la fibra y los nutrientes de este superalimento también ayudan a la hora de incrementar la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y, a su vez, a reducir la ingesta de calorías.

– Mejora la salud sexual: en algunas culturas, las bayas de goji han sido utilizadas de forma tradicional como un afrodisiaco natural.

– Reducen el estrés y la ansiedad: no hay que olvidar que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, gracias a su contenido de antioxidantes y otros compuestos que poseen un efecto calmante sobre el sistema nervioso.

Fuente: La fruta que combate el envejecimiento y reduce el azúcar en sangre (msn.com)

Este es el edulcorante perfecto para sustituir al azúcar: es más saludable

El azúcar es algo que muy importante dentro de los hábitos alimenticios de todo el mundo. Hay quienes lo limitan en su dieta porque creen que es algo adictivo, y luego también los hay quienes no lo controlan porque consideran que no tendrá ninguna consecuencia negativa. Sin embargo, su excesivo consumo puede generar enfermedades muy perjudiciales para la salud como la diabetes, problemas cardiacos, sobrepeso e hipertensión arterial

Por ello, los consumidores optan por elegir productos alternativos menos dañinos y más saludables. Esos reemplazos pueden ser alimentos mucho más conocidos como la miel, pero también existen edulcorantes que pueden endulzar la comida como son la stevia o el xilitol, elementos que suelen no aumentar los niveles de azúcar en sangre y reducir el riesgo de caries.

Además, existen otras variedades de esta «sustancia cristalina perteneciente al grupo químico de los hidratos de carbono, de sabor dulce y de color blanco», según la RAE, como el azúcar de coco o el de maíz, que tienen un índice glucémico muy bajo y que sirven para todas las personas diagnosticadas con diabetes. La melaza de arroz o la panela también son buenas opciones dado tienen menos calorías y conservan todos sus nutrientes.


Todos estos recambios mencionados son muy efectivos y se convierten en algo muy beneficioso para todo aquel que quiera mantener la línea basada en una dieta equilibra y sin excesos. No obstante, existe un edulcorante natural todavía con más nutrientes que es perfecto para eliminar el azúcar de todas las comidas del día a día.

El más saludable y que cuenta con menos químicos dañinos es el azúcar rubia. También conocido como de mesa, este endulzante requiere muchos menos procesos de transformación de unas sustancias iniciales en productos finales. Además, siempre conserva su composición de melaza (residuo de cristalización final), algo que consigue que los minerales como el hierrocalcio, magnesio y potasio estén mucho más presentes.

Además, como posee un notable sabor caramelizado, el azúcar rubia requiere muchas menos cucharadas para combinarlo con el alimento, algo que suponer una solución para los consumidores que, en varios casos, no conocen o no están seguros de la cantidad exacta que necesita la comida para estar endulzadas de forma correcta y sin excesos.

Fuente: https://www.larazon.es/salud/bienestar/edulcorante-sustituir-azucar-mas-saludable-p7m_2024111567333f3c759afe00015511f7.html

Rendimiento deportivo y alimentación.

Nutrición y ejercicio

El vínculo entre buena salud y buena nutrición está bien establecido. El interés por la nutrición y su impacto en el rendimiento deportivo es hoy una ciencia en sí misma.

Ya sea usted un atleta de competición, un deportista de fin de semana o un deportista diario dedicado, la base para mejorar el rendimiento es una dieta nutricionalmente adecuada.

Requisitos de la dieta de entrenamiento diario

La dieta de entrenamiento básica debería ser suficiente para:

  • Proporcionar suficiente energía y nutrientes para satisfacer las demandas del entrenamiento y el ejercicio.
  • mejorar la adaptación y la recuperación entre sesiones de entrenamiento
  • Incluir una amplia variedad de alimentos como panes y cereales integrales , verduras (particularmente variedades de hojas verdes), frutas , carne bajos en grasa productos lácteos para mejorar los hábitos y comportamientos nutricionales a largo plazo.
  • Permitir al atleta alcanzar niveles óptimos de peso corporal y grasa corporal para su rendimiento.
  • Proporcionar líquidos adecuados para garantizar la máxima hidratación antes, durante y después del ejercicio.
  • promover la salud a corto y largo plazo de los deportistas.

La dieta del deportista.

La dieta de un deportista debe ser similar a la recomendada para el público general, dividiéndose el aporte energético en:

Los atletas que hacen ejercicio vigoroso durante más de 60 a 90 minutos todos los días pueden necesitar aumentar la cantidad de energía que consumen, particularmente de fuentes de carbohidratos.

También se encuentran disponibles pautas para carbohidratos y proteínas basadas en gramos de ingesta por kilogramo (g/kg) de peso corporal.

Las recomendaciones actuales sobre el consumo de grasas son para la mayoría de los deportistas seguir recomendaciones similares a las dadas para la comunidad en general, con preferencia por las grasas provenientes del aceite de oliva, aguacate, frutos secos y semillas .

Los deportistas también deben intentar minimizar la ingesta de alimentos ricos en grasas, como galletas, pasteles, bollería, patatas fritas y alimentos fritos.

Carbohidratos y ejercicio.

Durante la digestión, todos los carbohidratos se descomponen en azúcares (principalmente glucosa), que son la principal fuente de energía del cuerpo.

Después de la absorción, la glucosa se puede convertir en glucógeno y almacenarse en el hígado y el tejido muscular. Luego se puede utilizar como fuente de energía clave durante el ejercicio para alimentar el tejido muscular en ejercicio y otros sistemas corporales.

Los atletas pueden aumentar sus reservas de glucógeno comiendo regularmente alimentos ricos en carbohidratos.

Si se restringen los carbohidratos en la dieta, la capacidad de una persona para hacer ejercicio puede verse comprometida porque no hay suficiente glucógeno almacenado para alimentar el cuerpo.

Si la ingesta de proteínas en la dieta es insuficiente, esto puede resultar en una pérdida de tejido proteico (muscular), porque el cuerpo comenzará a descomponer el tejido muscular para satisfacer sus necesidades energéticas, y puede aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades.

Los carbohidratos son esenciales para el combustible y la recuperación.

Las recomendaciones actuales sobre los requerimientos de carbohidratos varían según la duración, la frecuencia y la intensidad del ejercicio.

Los alimentos ricos en carbohidratos sin refinar, como panes y cereales integrales, deben constituir la base de la dieta del deportista. Los alimentos con carbohidratos más refinados (como el pan blanco, las mermeladas y los caramelos) son útiles para aumentar la ingesta total de carbohidratos, especialmente para las personas muy activas.

Se recomienda a los atletas que ajusten la cantidad de carbohidratos que consumen para alimentarse y recuperarse según su nivel de ejercicio. Por ejemplo:

  • ejercicio de intensidad ligera (30 minutos/día) : 3 a 5 g/kg/día
  • ejercicio de intensidad moderada (60 minutos/día) : 5 a 7 g/kg/día
  • ejercicio de resistencia (1 a 3 h/día) : 6 a 10 g/kg/día
  • Ejercicio de resistencia extrema (más de 4 h/día) : 8 a 12 g/kg/día.

Entrenamiento con baja disponibilidad de carbohidratos

Puede haber algunas situaciones en el programa de entrenamiento de un atleta que justifiquen un período de ingesta restringida de carbohidratos. Una estrategia más reciente adoptada por algunos atletas es entrenar con niveles e ingestas bajos de carbohidratos corporales (entrenar bajo).

Cada vez hay más evidencia de que los períodos de entrenamiento cuidadosamente planificados con baja disponibilidad de carbohidratos pueden mejorar algunas de las adaptaciones del músculo al programa de entrenamiento. Sin embargo, actualmente los beneficios de este enfoque para el rendimiento deportivo no están claros.

Rendimiento deportivo e índice glucémico

El índice glucémico (IG) clasifica los alimentos y líquidos según su nivel de «ricos en carbohidratos» y la rapidez con la que afectan los niveles de azúcar en sangre del cuerpo. El IG se ha vuelto de creciente interés para los atletas en el área de la nutrición deportiva.

En general, la evidencia no respalda un impacto significativo de la manipulación del IG en la dieta sobre el rendimiento del ejercicio, suponiendo que la ingesta total de carbohidratos y energía sea suficiente en la dieta de un atleta. Sin embargo, el momento particular de la ingestión de alimentos con carbohidratos con diferentes IG en torno al ejercicio podría ser importante.

Existe una sugerencia de que los alimentos con IG bajo pueden ser útiles antes del ejercicio para proporcionar una liberación de energía más sostenida, aunque la evidencia no es convincente en términos de ningún beneficio resultante en el rendimiento.

Los alimentos y líquidos con IG moderado a alto pueden ser los más beneficiosos durante el ejercicio y en el período de recuperación inicial. Sin embargo, es importante recordar que el tipo y el momento de la comida deben adaptarse a las preferencias personales y para maximizar el rendimiento del deporte particular que practica la persona.

Comida previa al evento

La comida previa al evento es una parte importante de la preparación previa al ejercicio del atleta.

Se cree que una comida rica en carbohidratos de 3 a 4 horas antes del ejercicio tiene un efecto positivo en el rendimiento. Un pequeño refrigerio una o dos horas antes del ejercicio también puede beneficiar el rendimiento.

Es importante asegurar una buena hidratación antes de un evento. Consumir aproximadamente 500 ml de líquido en las 2 a 4 horas previas a un evento puede ser una buena estrategia general.

Algunas personas pueden experimentar una respuesta negativa al comer cerca del ejercicio. una comida rica en grasas, proteínas o fibra aumente el riesgo de malestar digestivo. Se recomienda que las comidas justo antes del ejercicio sean ricas en carbohidratos, ya que no provocan molestias gastrointestinales.

Ejemplos de comidas y refrigerios apropiados antes del ejercicio incluyen cereales y leche baja en grasa, tostadas/muffins/bollos, ensalada de frutas y yogur, pasta con salsa a base de tomate, un desayuno o barra de muesli bajo en grasa o arroz con crema bajo en grasa. . Los suplementos alimenticios líquidos también pueden ser apropiados, especialmente para los atletas que sufren de nervios previos a un evento.

Para los atletas que participan en eventos que duran menos de 60 minutos, un enjuague bucal con una bebida con carbohidratos puede ser suficiente para ayudar a mejorar el rendimiento. Los beneficios de esta estrategia parecen estar relacionados con los efectos sobre el cerebro y el sistema nervioso central.

Comer durante el ejercicio

Durante el ejercicio que dura más de 60 minutos, se requiere una ingesta de carbohidratos para completar los niveles de glucosa en sangre y retrasar la fatiga.

Las recomendaciones actuales sugieren que es suficiente con 30 a 60 g de carbohidratos, que pueden ser en forma de polos, geles deportivos, bebidas deportivas, muesli bajo en grasa y barritas deportivas o sándwiches con pan blanco.

Es importante comenzar su ingesta temprano en el ejercicio y consumir cantidades regulares durante todo el período de ejercicio.

También es importante consumir líquidos con regularidad durante el ejercicio prolongado para evitar la deshidratación. Las bebidas deportivas, los zumos de frutas diluidos y el agua son opciones adecuadas. Para las personas que hacen ejercicio durante más de 4 horas, se recomiendan hasta 90 gramos de carbohidratos por hora.

Comer después del ejercicio

La reposición rápida de glucógeno es importante después del ejercicio.

Los alimentos y líquidos con carbohidratos deben consumirse después del ejercicio, especialmente en las primeras 2 horas después del ejercicio.

Si bien es importante consumir suficientes carbohidratos totales después del ejercicio, el tipo de fuente de carbohidratos también puede ser importante, particularmente si una segunda sesión de entrenamiento o evento ocurrirá menos de 8 horas después. En estas situaciones, los atletas deben elegir fuentes de carbohidratos con un IG alto (por ejemplo, pan blanco, arroz blanco, patatas blancas) aproximadamente en la primera media hora después del ejercicio. Esto debe continuar hasta que se reanude el patrón normal de alimentación.

Las opciones adecuadas para empezar a reponer energías incluyen bebidas deportivas, jugos, cereales y leche baja en grasa, leche saborizada baja en grasa, sándwiches, pasta, muffins/bollos, fruta y yogur.

Dado que la mayoría de los atletas desarrollan un déficit de líquidos durante el ejercicio, la reposición de líquidos después del ejercicio también es una consideración muy importante para una recuperación óptima. Se recomienda que los deportistas consuman entre 1,25 y 1,5 litros de líquido (sin alcohol) por cada kilogramo de peso corporal perdido durante el ejercicio.

Proteínas y rendimiento deportivo

La proteína es una parte importante de una dieta de entrenamiento y juega un papel clave en el apoyo a las adaptaciones al ejercicio y en la recuperación y reparación post-ejercicio. Las necesidades de proteínas generalmente son cubiertas (y a menudo superadas) por la mayoría de los atletas que consumen suficiente energía en su dieta.

La cantidad de proteínas recomendada para los deportistas es sólo ligeramente superior a la recomendada para el público en general. Por ejemplo:

  • Público en general y personas activas : la cantidad diaria recomendada de proteína es de 0,8 a 1,0 g/kg de peso corporal (una persona de 60 kg debe consumir alrededor de 45 a 60 g de proteína al día).
  • Los deportistas que participan en eventos que no sean de resistencia : las personas que hacen ejercicio diariamente durante 45 a 60 minutos deben consumir entre 1,0 y 1,2 g/kg de peso corporal por día.
  • Los deportistas que participan en eventos de resistencia y eventos de fuerza : las personas que hacen ejercicio durante períodos más prolongados (más de una hora) o que realizan ejercicios de fuerza, como el levantamiento de pesas, deben consumir entre 1,2 y 2,0 g de proteína/kg de peso corporal por día. .
  • Los atletas que intentan perder peso con una dieta baja en calorías (un aumento en la ingesta de proteínas hasta 2,0 g/kg de peso corporal por día puede ser beneficioso para reducir la pérdida de masa muscular).

Las proteínas dietéticas de alta calidad, incluidas las carnes magras, la leche y los huevos, pueden ayudar en el mantenimiento, reparación y síntesis de proteínas en los músculos. Para los atletas interesados ​​en aumentar la masa magra o la síntesis de proteínas musculares, el consumo de una fuente de proteínas de alta calidad, como proteína de suero o leche que contenga alrededor de 20 a 25 g de proteína, cerca del ejercicio (por ejemplo, dentro del período inmediatamente a 2 horas después ejercicio) puede ser beneficioso.

Como enfoque general para lograr una ingesta óptima de proteínas, se sugiere espaciar la ingesta de proteínas de manera bastante uniforme a lo largo del día, por ejemplo, alrededor de 25 a 30 g de proteína cada 3 a 5 horas, incluso como parte de las comidas habituales.

Actualmente falta evidencia que demuestre que los suplementos proteicos mejoran directamente el rendimiento deportivo. Por lo tanto, para la mayoría de los atletas, es poco probable que los suplementos proteicos adicionales mejoren el rendimiento deportivo.

Si bien se requiere más investigación, otras preocupaciones asociadas con las dietas muy altas en proteínas incluyen:

  • increased cost
  • Posibles impactos negativos en los huesos y la función renal.
  • aumento de peso corporal si las opciones de proteínas también son altas en grasas
  • mayor de cáncer (particularmente con un alto consumo de carnes rojas o procesadas)
  • desplazamiento de otros alimentos nutritivos en la dieta, como pan, cereales, frutas y verduras.

Uso de complementos nutricionales para mejorar el rendimiento deportivo

Una dieta bien planificada cubrirá sus de vitaminas y minerales . Los suplementos de vitaminas y minerales sólo serán beneficiosos si su dieta es inadecuada o si tiene una deficiencia diagnosticada, como una de hierro o vitamina D. deficiencia No hay evidencia de que dosis extra de vitaminas mejoren el rendimiento deportivo.

Los suplementos nutricionales se pueden encontrar en forma de pastillas, tabletas, cápsulas, polvo o líquido y cubren una amplia gama de productos que incluyen:

  • vitaminas
  • minerales
  • hierbas
  • suplementos alimenticios
  • productos de nutrición deportiva
  • complementos alimenticios naturales.

Antes de usar suplementos, debes considerar qué más puedes hacer para mejorar tu rendimiento deportivo: la dieta, el entrenamiento y los cambios en el estilo de vida son formas más comprobadas y rentables de mejorar tu rendimiento. Es mejor si los desequilibrios dietéticos se ajustan después de analizar y modificar su dieta, en lugar de utilizar un suplemento o una pastilla.

Relativamente pocos suplementos que afirmen beneficios para el rendimiento están respaldados por evidencia científica sólida. El uso de suplementos también es potencialmente peligroso. Los suplementos no deben tomarse sin el consejo y orientación de un médico o un dietista deportivo acreditado.

El uso ético de los suplementos deportivos es una elección personal de los deportistas y sigue siendo controvertido. Es importante recordar que si toma suplementos, usted es responsable de la ingestión de estos y de cualquier consecuencia posterior para la salud, legal o de seguridad que pueda ocurrir. Si toma suplementos, también corre el riesgo de cometer una infracción de las normas antidopaje, sin importar el nivel de deporte que practique.

Agua, alcohol y rendimiento deportivo.

La deshidratación puede perjudicar el rendimiento deportivo y, en casos extremos, puede provocar un colapso e incluso la muerte.

Es muy importante beber muchos líquidos sin alcohol antes, durante y después del ejercicio. No espere hasta tener sed. La ingesta de líquidos es particularmente importante para eventos que duran más de 60 minutos, de alta intensidad o en condiciones cálidas.

El agua es una bebida adecuada, pero es posible que se requieran bebidas deportivas, especialmente en eventos de resistencia o en climas cálidos. Las bebidas deportivas contienen algo de sodio, lo que ayuda a la absorción. Un contenido de sodio de 30 mmol/l (milimoles por litro) parece adecuado en la nutrición deportiva.

Si bien la hidratación insuficiente es un problema para muchos atletas, el exceso de hidratación también puede ser potencialmente peligroso. En casos raros, los atletas pueden consumir cantidades excesivas de líquidos que diluyen demasiado la sangre, provocando una baja concentración de sodio en la sangre. Esta condición se llama hiponatremia y puede provocar convulsiones, colapso, coma o incluso la muerte si no se trata adecuadamente.

El consumo de líquidos a un nivel de 400 a 800 ml por hora de ejercicio podría ser un punto de partida adecuado para evitar la deshidratación y la hiponatremia, aunque lo ideal es que la ingesta se adapte a cada deportista, teniendo en cuenta factores variables como el clima, la tasa de sudoración y la tolerancia.

Si bien el alcohol puede formar parte de una dieta bien organizada y en ocasiones sociales, su consumo excesivo puede interferir con el rendimiento deportivo y la recuperación del ejercicio. También es denso en energía y pobre en nutrientes y puede tener efectos adversos para la salud. Por lo tanto, los atletas deben considerar las actuales sobre el alcohol Directrices y minimizar o evitar el consumo, especialmente durante el período posterior al ejercicio, cuando la recuperación y reparación óptimas son muy importantes.

Rendimiento deportivo y alimentación.

La cadena alimentaria se repone como puede de la Dana para atender las necesidades básicas

Agricultura

Los daños en el sector agrario son calificados como «catastróficos» por el sector y van desde cultivos aún pendientes de recolección (sobre todo cítricos, caquis, hortalizas y aguacates) hasta el siniestro de fincas enteras, infraestructuras, caminos, lindes, granjas, viveros, maquinaria y vehículos.

El sector está trabajando con Agroseguro y el Gobierno valenciano para hacer un balance de daños, aunque algunas organizaciones agrarias ya han adelantado que las pérdidas superarán los mil millones de euros.

Considera que se trata de una situación excepcional para la que será necesario ayudar con fondos públicos a quienes no tenían sus tierras aseguradas para este tipo de siniestros, y que los beneficios fiscales anunciados por el Gobierno son «insuficientes».

Ganadería

En la ganadería, se cuentan por miles los animales muertos que se están retirando de las explotaciones de porcino, ovino, equino y aves para evitar riesgos sobre la salud pública; y existe el problema añadido de llevar alimento a las granjas que han quedado incomunicadas.

Foto: EFE/BIEL ALIÑO

Desde el comienzo del desastre, el sector se ha mostrado solidario con la población afectada, movilizando tractores, palas y remolques para retirar escombros, rescatar personas y repartir comida y agua.

Pesca

En el parque natural de la Albufera, convertido en un vertedero de residuos, se ha paralizado la actividad de los pescadores.

Muchos de ellos se han puesto a disposición de la Guardia Civil como voluntarios, aunque reclaman ayudas para recuperar su modo de vida cuanto antes y tener ingresos.

Industria

Los sindicatos alertan de que el temporal también ha repercutido en la industria de manipulado, con muchos almacenes y plantas dañadas, mientras se siguen evaluando los daños y se trabaja para volver a poner en marcha las instalaciones.

Las empresas agroalimentarias tienen previsto acogerse a las ayudas anunciadas por el Gobierno (el primer paquete está valorado en 10.600 millones de euros), entre las que figuran los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, ayudas directas para pymes y autónomos, y reducciones fiscales para explotaciones agrarias.

Distribución

Pese a las dificultades en la logística, el puerto de Valencia está operando en horario habitual, al igual que Mercavalencia, que reparte cada día una veintena de toneladas de ayuda entre los pueblos damnificados.

Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) explican que esta semana la prioridad ha sido garantizar el acceso de mercancías a las zonas afectadas y abastecer las tiendas operativas, manteniendo el contacto con las autoridades.

En su caso, hay establecimientos afectados y algunas plataformas logísticas, no solo de alimentación, con mayor y menor grado de afectación, que se irán volviendo a poner en funcionamiento a medida que avance la reconstrucción del resto de infraestructuras dañadas.

Los supermercados valencianos han insistido en pedir a la población que compre solo lo necesario mientras avanzan en la reapertura de locales como, por ejemplo, Mercadona; mientras Consum ha informado de medio centenar de establecimientos abiertos y más de una veintena cerrados en la zona de la dana.

Bancos de alimentos

Las muestras de solidaridad no han dejado de llegar a Valencia, donde su banco de alimentos ha recibido productos de otros bancos y donantes de la industria y la distribución alimentarias, además de donaciones particulares, apunta el director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Francisco Greciano.

Foto: EDUARDO MANZANA/EP

El reparto se ha realizado en función de las necesidades de cada momento, a través de entidades benéficas y cocineros que se han puesto a disposición de las autoridades.

Los fabricantes de agua mineral natural han abastecido con agua embotellada a la población afectada, una donación que -según Coca-Cola- sumó más de 62.000 litros de agua en los primeros días y fue canalizada por las autoridades locales.

fuente: https://valenciaplaza.com/policia-fuera-servicio-rescato-mujer-hija-coche-dia-dana

Los hallazgos del mayor estudio sobre ejercicio y estado físico jamás realizado

Los beneficios de la actividad física son ampliamente conocidos por la ciencia. Sin embargo, la relación entre los diferentes tipos de ejercicio y la mejora en la condición física aún no se comprenden completamente.

El buen estado físico tiene una gran influencia en la salud y está asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Publicado en el European Heart Journal, el estudio encontró que el ejercicio intenso mejora el estado físico más que la actividad física ligera, como caminar 10.000 pasos diarios (distribuidos a lo largo de la jornada).

El ejercicio intenso es tres veces más efectivo para mejorar el estado físico que simplemente caminar y 14 veces más efectivo que simplemente disminuir la inactividad diaria.

Los investigadores también encontraron que las personas que tienen un número de pasos por día más alto que el promedio y que se ejercitan más intensamente durante un período corto también tienen un estado físico por encima del promedio, independientemente del tiempo que hayan estado sentados. En otras palabras, aparentemente es posible compensar el daño causado por un estilo de vida sedentario a lo largo del día con un aumento de la actividad física y del ejercicio en otros momentos.

La investigación también indagó sobre cómo el cuerpo responde a diferentes intensidades de actividad física durante el inicio, la mitad y el punto máximo de un ejercicio. Los investigadores ya esperaban encontrar entre los resultados el hecho de que el ejercicio más intenso promueve una mejora en el rendimiento durante la actividad máxima. Pero también encontraron que el ejercicio de alta intensidad también es más beneficioso que caminar a paso ligero para mejorar la capacidad del cuerpo para comenzar y mantener niveles más bajos de actividad.

«Descubrimos que los participantes con altas tasas de actividad al principio, pero bajos niveles de actividad unos 8 años después, tenían niveles equivalentes de aptitud física. Esto sugiere que quizás haya un ‘efecto memoria’ de actividades físicas pasadas que se reflejan en el actual índice de aptitud física», dice Nayor en un artículo sobre la investigación publicado por la Universidad de Boston y el Foro Económico Mundial.

«Nuestro estudio confirmó que la actividad ligera también mejora el estado físico. Y esto es especialmente importante para las personas mayores o para las personas que tienen condiciones médicas que les impiden realizar actividades más intensas», dice en el artículo.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-58823922

No busques más: la alimentación ideal para personas con diabetes según Harvard

Un estudio de la Universidad de Harvard ha arrojado nueva luz sobre cómo una dieta específica podría impactar significativamente en la salud de las personas con diabetes tipo 2. De acuerdo con los investigadores, seguir esta alimentación puede reducir el riesgo de mortalidad prematura entre quienes padecen esta enfermedad.

Este hallazgo representa la primera evidencia empírica de que ajustar la alimentación no solo ayuda a manejar la diabetes, sino que también podría mejorar las tasas de supervivencia a largo plazo. Por supuesto, antes de realizar cambios drásticos en la dieta, es importante consultar a un profesional de la salud.

Cuál es la alimentación ideal si tienes diabetes 

Los nutricionistas suelen recomendar a las personas con diabetes moderar el consumo de carbohidratos. Este enfoque, respaldado ahora por el estudio de Harvard, sugiere que consumir una cantidad controlada de carbohidratos de alta calidad podría ser clave para evitar complicaciones a largo plazo.

Yang Hu, investigador asociado en el Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, señaló que si bien es común aconsejar que eviten los carbohidratos refinados para prevenir la diabetes, el estudio aporta evidencia de que una dieta baja en carbohidratos también podría ayudar a controlar su progresión en personas que ya tienen la enfermedad.

Los investigadores examinaron datos recopilados durante 34 años de seguimiento en dos estudios: el Estudio de Salud de Enfermeras, con 7,224 mujeres, y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, con 2,877 hombres. Todos los participantes desarrollaron diabetes tipo 2 después de haberse unido a estos estudios.

A través de cuestionarios bienales sobre estilo de vida e historial médico, los investigadores examinaron las dietas de los participantes, analizando sus fuentes de proteínasgrasas y carbohidratos para evaluar la calidad de sus nutrientes.

Los beneficios de una dieta vegetal baja en carbohidratos

Las personas que mantenían una dieta baja en carbohidratos experimentaron una reducción del 24% en la mortalidad general. Este efecto fue aún mayor en quienes seguían una dieta baja en carbohidratos centrada en alimentos de origen vegetal, que incluía carbohidratos de alta calidad como frutasverduras granos integrales

Además, este patrón de alimentación se asoció con una reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer, dos de las principales causas de muerte entre personas con diabetes tipo 2.

Por el contrario, las dietas bajas en carbohidratos basadas en productos de origen animal y en carbohidratos de baja calidad, como azúcares añadidos y granos refinados, no demostraron una asociación significativa con una menor mortalidad

Estos resultados refuerzan la idea de que no solo la cantidad, sino también la calidad de los carbohidratos, es crucial en una dieta orientada al bienestar de las personas con diabetes.

Otra conclusión destacada del estudio es que las personas que además de llevar una dieta baja en carbohidratos de origen vegetal mantenían hábitos saludables, como no fumar, realizar actividad física regularmente y consumir alcohol de forma moderada, experimentaban aún mayores beneficios en su salud. 

Esto sugiere que una combinación de buenos hábitos y una alimentación adecuada podría maximizar la longevidad en personas con diabetes tipo 2.

(Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.)

No busques más: la alimentación ideal para personas con diabetes según Harvard

Cambio de hora: ¿cómo influye la luz en lo que comemos?

El ritmo circadiano del cuerpo determina aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz dirige esta ‘gran orquesta biológica’

Sensación de malestar, somnolencia y variaciones en el estado de ánimo son algunas de las consecuencias que produce el cambio de hora en la salud. Más de 48 millones de habitantes deberán ajustar las manecillas de los relojes por segunda vez en el año para adaptarse, en esta ocasión, al horario de invierno el próximo 27 de octubre. La medida está vigente desde 1974 y aunque puede parecer algo menor a estas alturas, repercute en el ritmo circadiano, el reloj del cuerpo que regula las funciones fisiológicas y recibe órdenes de una región del cerebro llamada hipotálamo. La mayoría de las investigaciones científicas al respecto se han centrado principalmente en analizar los efectos en el rendimiento físico y mental de las personas, sin embargo, también desencadena cambios en los hábitos alimenticios y el aparato digestivo.

El ciclo natural dura 24 horas e influye en aspectos que van desde la temperatura corporal hasta el apetito. Y la luz, que los ojos perciben a través de la retina, dirige esta gran orquesta biológica. Durante la estación más fría del año, se genera un desequilibrio en la producción de la melatonina y el cortisol (las hormonas que regulan el sueño y el estado de alerta), porque los días son más cortos y las personas suelen reducir su exposición al sol. Alba García Aragón, médica especialista del Instituto del Sueño de Madrid (IIS), explica que en la actualidad existe un desfase de una hora en el periodo invernal y de dos horas en verano, lo que afecta especialmente a adultos mayores y adolescentes.

“Por desgracia, los españoles duermen cada vez menos y peor. No estamos viviendo de acuerdo a las horas de luz y al final, esto influye en lo que comemos”, sostiene sobre el huso horario que se remonta al periodo de la dictadura franquista, una medida que lleva 84 años. La desincronización entre la hora de comer y el reloj biológico del cuerpo humano provoca que las personas no descansen correctamente, lo que produce alteraciones hormonales que repercuten en un aumento de la sensación de hambre. Esto, a largo plazo, eleva también el riesgo de desarrollar alteraciones metabólicas y enfermedades como la obesidad y el cáncer.

En el país, salvo en las Islas Canarias, rige el horario central europeo (al igual que en Alemania y Francia) en lugar del occidental que debería tener España por su localización geográfica en el meridiano de Greenwich, tal como en Portugal o el Reino Unido. Para mantener un equilibrio en los niveles de energía y evitar la fatiga, la nutricionista Clara Puig Muñoz recomienda ajustar los horarios de las comidas. “El cambio de hora hace que algunas personas tengan más apetito durante el día. Es importante adaptar la hora de comer, para así alinear el metabolismo en relación con la luz y oscuridad”, explica.

Según Puig Muñoz, un sueño de buena calidad es, al mismo tiempo, fundamental para tomar buenas decisiones alimentarias.“El cansancio nos lleva a escoger alimentos calóricos con el fin de encontrar en ellos ese plus de energía que necesitamos”, recalca. La falta de sueño lleva a muchas personas a comer mal y en mayor cantidad. En otros casos, algunos acaban teniendo un consumo elevado de café y bebidas energéticas.

“Independientemente de que haya o no un cambio de horario, ya llegamos algo desfasados y esto afectará al cuerpo hasta que se acostumbre nuevamente”, agrega la especialista del IIS.

La importancia de cenar temprano

El ritmo circadiano influye en el metabolismo y la velocidad con la que el cuerpo digiere y absorbe los nutrientes. Por ello, Cristina Sabaté, dietista del Centro Júlia Farré, aconseja que la última comida del día sea preferiblemente más temprano. “Lo ideal sería que la cena no sea más allá de las siete u ocho de la tarde”, señala. Para Sabaté no es saludable “comer a las diez de la noche” de manera constante. Si no es posible adelantar la hora de comer, la experta recomienda que las personas opten por una sopa o un plato de verduras.

Clara Puig Muñoz coincide en este punto: “si hacemos comidas muy pesadas antes de dormir, podemos tener reflujo o acidez y además, seremos más propensos a los despertares nocturnos”, dice. La nutricionista sugiere que es mejor cenar ligero, con tres o cuatro horas de antelación antes de dormir. Sabaté recomienda alimentos ricos en triptófano —un aminoácido que cumple un papel crucial en la producción de serotonina y melatonina—, como queso, yogur, huevos, pescado y pollo.

En esa línea, un estudio de la revista International Journal of Obesity reveló en 2013 que los carbohidratos y las grasas se metabolizan por varias horas. Las calorías que el cuerpo quema al digerir, absorber y metabolizar los nutrientes están regidas por el ritmo circadiano.

Sabaté enfatiza en que no existe alimento que sea mejor que otro, sino más bien la clave es comer equilibrado y elegir los principales que conforman una dieta saludable: cereales, verduras, frutas, lácteos y proteínas. “Es una buena idea tener un menú planificado de la semana, para así lograr reducir el tiempo de cocinar la cena”, propone la dietista.

Cambio de hora: ¿cómo influye la luz en lo que comemos? | Salud y bienestar | EL PAÍS

¿Hasta cuándo se puede comer algo si su fecha de consumo preferente ha vencido?

Entender la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente, así como saber qué alimentos tienen excepciones y cuáles no, es fundamental para evitar las intoxicaciones y el desperdicio alimentario

No entender las fechas nos hace tirar comida

Según un estudio llevado a cabo por la Comisión Europea en 2018, un 10% de los alimentos que tiramos a la basura acaban en el contenedor porque no entendemos la información que nos indica la etiqueta. Los autores de la investigación concluyen que este desperdicio podría reducirse si se abordasen varios frentes relacionados con las fechas que aparecen en los envases. Centrándose en los consumidores, se insiste en que una condición fundamental es que seamos capaces de distinguir entre caducidad y consumo preferente (¿tú lo tienes claro?).

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Otras cuestiones a abordar se escapan de nuestro alcance y se dirigen directamente a la industria. Aquí hago un inciso: la vida útil de un alimento la determina la industria alimentaria que lo fabrica, y también decide si se usa la fórmula “fecha de caducidad” o “consumo preferente”. Esto puede resultarnos sorprendente, pero es lógico: la industria es la que conoce la materia prima con la que trabaja, los procesos, los equipos y materiales, y la que, teniendo todo esto en cuenta y basándose en datos científicos y pruebas de vida útil, puede hacer los cálculos de cuál será la duración estimada del alimento. Salvo excepciones muy contadas, como es el caso del huevo en el que la normativa indica que se debe indicar “fecha de consumo preferente” y que debe establecerse 28 días después de la puesta, para la inmensa mayoría de los alimentos la fecha elegida está en manos del fabricante.La parte de la industria

Entonces, según este estudio, ¿qué podría hacer la industria alimentaria para que no tiremos tantos alimentos por motivos relacionados con la fecha que aparece en la etiqueta? Lo primero y más obvio es que las fechas no solo deben estar presentes, sino también ser claras y legibles. Obligarnos a hacer juegos de manos con los envases dándoles vueltas como si tratásemos de resolver un cubo de Rubik, cuando solo estamos buscando en qué pliegue imposible está la fecha de duración mínima no parece la forma más sencilla de facilitarnos la información.

Otra recomendación es que la fecha indicada se establezca basándose exclusivamente en criterios de calidad y seguridad alimentaria, y no en otros como el marketing, y utilizar las fechas de caducidad -en lugar de las de “consumo preferente”- solo cuando realmente hay razones de seguridad alimentaria que así lo indiquen. No pensemos (siempre) mal. A una parte (mala) de la industria le puede interesar que la vida útil reflejada en la etiqueta sea más corta que la real para que haya mayor rotación de sus productos. Pero la industria alimentaria es heterogénea en mil aspectos: tamaño (y recursos), materias primas o procesos, y no todos los fabricantes tienen capacidad para hacer complejos estudios de vida útil, así que apuestan por ser conservadores y acortar esos plazos o mantener los que se han usado “de toda la vida” para evitar riesgos.

Para abordar este frente y echar una mano a la industria, la EFSA ha publicado una opinión científica con pautas para que se pueda hacer una valoración del riesgo más precisa con un árbol de decisiones para que se elija correctamente el tipo de fecha -caducidad o consumo preferente- en algunos productos, y otro estudio para orientar sobre la información que se debe facilitar al consumidor sobre la conservación del alimento.

También se prevé hacer una revisión de la normativa que regula la información alimentaria ofrecida al consumidor para intentar corregir la confusión entre “consumo preferente” y “caducidad”, aunque se esperaba tener noticias a finales de 2022 y todavía no hay novedades al respecto. Así que mientras esperamos tranquiiiiiiiilamente a que Europa se pronuncie, desde El Comidista vamos a hacer gala de nuestra vocación de servicio público y te vamos a contar todo lo que tienes que saber sobre las fechas que aparecen en los envases y cuándo puedes comer algo pasado de fecha sin jugarte la vida a la ruleta rusa.

¿Pero es que hay dos tipos de fechas?

Es posible que estés tan perdido como Biden en una convención internacional y ni te hayas dado cuenta de que hay dos formas distintas de expresar la vida útil de un alimento. Repasito rápido. Por una parte, tenemos la “fecha de caducidad” que se utiliza con alimentos que microbiológicamente son muy perecederos. Aquí nos ponemos serias porque ya no nos habla de la calidad, sino de la seguridad: efectivamente, si te lo comes pasado ese plazo -que suele ser corto, generalmente unos días- puedes sufrir una toxinfección alimentaria.

Te la encuentras en loncheados, ensaladas en bolsa lavada, carne y pescado envasado, bollería rellena o platos preparados listos para comer. Si ha pasado la fecha de caducidad no hay duda posible: NO TE LO COMAS. “¿Y se ha pasado la “fecha de caducidad” pero huele bien, sabe estupendamente y tiene buen aspecto?” Lamento muchísimo decirte que en alimentos que llevan fecha de caducidad no es un indicativo de que el alimento esté en buen estado. Si lleva fecha de caducidad no puedes fiarte de tus sentidos.Esto se debe a que nos encontramos con dos tipos de microorganismos que pueden contaminar los alimentos; microorganismos alterantes, que deterioran el producto y hacen que aparezcan esos sabores, colores o aspecto anómalos -que son muy útiles porque te hacen rechazar el alimento sin mirar atrás-; y microorganismos patógenos, que son los que nos pueden producir esas toxinfecciones alimentarias, ya sea porque nos comemos el microorganismo vivo o porque ingerimos las toxinas que ha ido dejando en el alimento, pero no tienen por qué cambiar en absoluto las propiedades organolépticas del alimento. Sí, los patógenos son traicioneros y mezquinos. Es lo que ocurre con la famosa Salmonella, la tristemente conocida Listeria o las toxinas de Bacillus cereus: la tortilla, el salmón ahumado o el arroz están bien cargaditos de bacterias o de toxinas, pero tu paladar es incapaz de detectarlo, ¡saben de muerte! (a veces, literalmente).

Por otro lado, la fecha de duración mínima es equivalente a lo que llamamos fecha de consumo preferente. Se indica mediante la expresión “consumir preferentemente antes de…” y va seguido del día y el mes si el producto dura menos de tres meses, del mes y el año si dura entre tres y 18 meses y solo del año si dura más de 18 meses.

Se utiliza en alimentos que son estables y se relaciona con la calidad del alimento, es decir, el plazo en el que el alimento conserva sus propiedades (textura, aroma, sabor, olor) siempre que se haya almacenado bien. Es la que te encuentras en alimentos congelados, latas y botes, galletas, gran parte de la bollería (salvo la que tiene rellenos), pan envasado, leche o bebidas vegetales con tratamiento UHT, etcétera.

A efectos prácticos esto se traduce en que puedes comerte el alimento pasada esa fecha sin que corras riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria (a ver, tampoco nos pasemos, hablamos de exceder la fecha un plazo razonable, más abajo te hablo de ello). Sí, las galletas pueden estar más blandengues y es posible que las alcachofas congeladas estén un poquito tiesas, pero no vas a morirte si les hincas el diente.

¿Cuál es el plazo para comerte algo “pasado de fecha”?

  1. Hasta un año pasada la fecha: pasta seca, arroz, legumbres secas, productos en lata o bote esterilizados (pescados, legumbres, hortalizas…), mermelada, preparados en polvo bajos en grasa (café soluble, gelatina…), café, té, sal, azúcar, harina, alimentos poco grasos ultracongelados (en congelador de 4*), chocolate en tableta.
  2. Hasta tres meses pasada la fecha: salsas envasadas, pasta seca rellena, galletas, cereales, pan tostado, agua y bebidas refrescantes con azúcar, preparados en polvo con grasa (sopas instantáneas, leche en polvo -esto no se aplica a la leche de fórmula infantil-), margarina y mantequilla, aceite, quesos madurados, golosinas rellenas, salsas, leche y otras bebidas UHT, alimentos congelados en general, snacks tipo patatas fritas, chocolate relleno y bombones, jamón curado y embutido curado no loncheado.
  3. Hasta un mes: bebidas refrescantes sin azúcar, bollería sin relleno como magdalenas, loncheados de embutidos curado y jamón curado.
  4. Hasta 15 días: yogur.
  5. Hasta una semana: pan de molde.

Hora de hacer repaso a la despensa. Te doy un truco infalible: si tiene la etiqueta del precio pegada y está en pesetas, es el momento de tirarlo. Y como norma general en cuanto a seguridad alimentaria: ante la duda, ¡a la basura! Que el desperdicio alimentario se combate con planificación -comprar lo que vayas a comer, cocinar cantidades adecuadas- y trucos de organización como colocar hacia adelante lo que ya tenías en la despensa y poner detrás lo que acabas de comprar, reaprovechar las sobras o congelar etiquetando la fecha, pero nunca corriendo riesgos.

¿Hasta cuándo se puede comer algo si su fecha de consumo preferente ha vencido? | El Comidista | Gastronomía | EL PAÍS

El atún sigue teniendo tanto mercurio como cuando se prohibió emitirlo

  • Pese a que la atmósfera ha reducido las concentraciones de este contaminante industrial, no ha ocurrido lo mismo en el océano
  • Estos peces tardarán aún décadas en quedar libres de tan peligroso elemento químico

El contenido en mercurio de los atunes no ha variado en los últimos 50 años pese a las restrictivas normativas que regulan su uso y emisiones. Este elemento químico ha ido desapareciendo poco a poco de nuestra atmósfera desde 1970, pero no ha ocurrido lo mismo en el océano. En las profundidades del mar el mercurio, ha quedado cautivo -como ocurre con otros tantos gases nocivos- y se sigue desprendiendo en pequeñas cantidades, pero de forma continua, lo que provoca que peces como el atún lo sigan ingiriendo.

En 1950 una rara enfermedad asoló un pequeño pueblo de Japón. La enfermedad de Minamata generaba graves problemas neurológicos en la población, que iban desde tener movimientos descoordinados o carecer de sensibilidad en manos y pies, hasta la parálisis y la muerte en los casos más extremos. Más de 111 personas murieron y 400 personas acabaron con graves problemas neurológicos. Nadie supo a qué se debía aquella terrible patología hasta que en 1968 el Gobierno japonés anunció que la causa era la ingestión de pescado y marisco contaminado por mercurio.

Aquel caso puso al planeta entero en estado de alerta y se decidió poner freno a las emisiones tóxicas de las industrias contaminantes, como las de quema de carbón o minería. Han pasado 50 años desde entonces, pero los ecosistemas aún no se han recuperado. El metilmercurio sigue muy presente en el mundo marino, y peces como el atún (entre otras especies) siguen arrastrando lo que los investigadores llaman “mercurio heredado”.

Uno de los peces más consumidos del mundo

Es un problema que preocupa sobremanera, dado que el atún es uno de los peces más consumidos en todo el mundo, pero también es uno de los más propensos a acumular metilmercurio. No en vano, al alimentarse de otras presas más pequeñas contaminadas, los atunes van acumulando progresivamente cantidades de este metal pesado entre sus escamas.

Para el grupo de investigación, adscrito a la American Chemical Society, esta situación está provocada por el mercurio “heredado”. En concreto, los científicos concluyen en un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters que esta sustancia se encuentra retenida en el fondo del océano y se va escapando poco a poco, elevándose hasta zonas menos profundas del mar donde los peces nadan y se alimentan.

Esto significa que esta sustancia que contamina los peces (y va a parar al ser humano) podría haberse emitido años o incluso décadas antes. Algo que, por otro parte, pone de relieve una preocupante realidad: el océano no ha notado aún la disminución de las emisiones de mercurio que sí está notando la atmósfera.

Para demostrarlo, un equipo de investigadores internacional recogió datos sobre los niveles de mercurio encontrados en casi 3.000 muestras de atunes tropicales capturados en el Pacífico, el Atlántico y el Índico entre 1971 y 2022. En concreto, los investigadores analizaron las concentraciones de esta sustancia tóxica en atunes barrilete, patudos y de aleta amarilla, ya que representan el 94% de las capturas mundiales de atún.

Los resultados les sorprendieron. Las concentraciones de mercurio en atunes permanecían invariables en todo el mundo, a excepción de aquellos que se encontraban al noroeste del Océano Pacífico a finales de los 90, que fue cuando se constató un ligero aumento. En cambio, durante el mismo período el mercurio en el aire disminuyó a nivel mundial.

Se tardarán décadas en tener atunes sin mercurio

Entonces, ¿cuándo se reflejará en el mar los esfuerzos medioambientales en tierra? Los investigadores han tratado de resolver el enigma a través de modelos matemáticos y han llegado a la conclusión de que, incluso con una política de emisiones más restrictiva que la actual, el mar tardaría entre 10 y 25 años en notarlo. Ahora bien, los atunes no empezarían a reducir sus niveles de metilmercurio hasta décadas más tarde.

Si bien los investigadores reconocen que sus pronósticos no consideran todas las variables en la ecología del atún o la biogeoquímica marina, afirman que sus hallazgos apuntan a la necesidad de realizar un esfuerzo mundial mucho más ambicioso, con el objetivo de reducir de manera más agresiva las emisiones de mercurio.

Asimismo, consideran que estas medidas deben ir de la mano de una monitorización continua y a largo plazo del mercurio presente en los organismos que conforman los ecosistemas marinos, de modo que se pueda asegurar que la salud humana está garantizada.

Estudio de referencia: https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acs.estlett.3c00949

Fuente: MERCURIO ATÚN: El atún sigue teniendo tanto mercurio como cuando se dejó de emitir (levante-emv.com)

Cuánto debo tardar en comer para estar sano, según los nutricionistas

En ocasiones es complicado pero debemos encontrar un momento tranquilo y sosegado para comer si queremos estar saludable. Comer no implica engullir los alimentos, al contrario, debemos concienciarnos de que es importante masticar los alimentos si queremos encontrarnos bien y estar saludables. Por ello, debemos ser parte de la cultura que se denomina Slow Food.

El tiempo indicado para comer

Según los expertos, es importante encontrar un momento de calma para poder comer sin que nada nos distraiga ni interrumpa nuestro tiempo de comida. Por esta razón, han marcado en los 20 minutos el tiempo idóneo para ingerir nuestra comida. De hecho, recomiendan tardar como mucho 30 minutos, acercándonos a ese tiempo lo máximo posible.

Los veinte minutos que establecen no están indicados así por casualidad. Este es el tiempo que el cerebro tarda en sentirnse saciado. Esa sensación ayuda a que nuestro organismo no sienta hambre y evitamos el picoteo o ingerir más comida de la necesaria.

En qué ayuda comer despacio

Los expertos de Quirón Salud advierten de la importancia de comer despacio para estar saludables y que no comamos en exceso. Por esta razón, repasaremos los beneficios que tiene el hecho de comer más tranquilamente:

  • Controlaremos mejor lo que consumimos y en qué cantidad.
  • Los alimentos no se ingerirán con estrés, sino que el organismo asimilará estos alimentos en un estado de placer.
  • Llegaremos a una sensación de saciedad que evitará que consumamos un mayor número de calorías del que necesitamos.

Fuente: Cuánto debo tardar en comer para estar sano, según los nutricionistas | Marca